Iglesias
Cristianas de Dios
[106a]
La
Vieja y la Nueva Levadura
(Edición 2.0
19950415-19980411-20080106)
El simbolismo de levadura en el Nuevo Testamento es usado en referencia a la vieja y nueva levadura. Nosotros vamos a remover una clase de levadura y a reemplazarla con otra. Este simbolismo tiene gran importancia espiritual para los cristianos. La Fiesta de los Panes sin Levadura se entiende en esta luz como el reemplazo de la vieja levadura de la malicia y de la maldad con la levadura de la sinceridad y de la verdad. Hay también levadura en las ofrendas del Pentecostés y esto también tiene un simbolismo para la Iglesia en relación con la gran levadura del Espíritu Santo.
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La Vieja y la Nueva Levadura
El concepto de pecado es que el pecado es la transgresión de la
ley.
1Juan 3:4 Todo aquel que comete pecado, infringe
también la ley; pues el pecado es infracción de la ley (o anomia) [o la transgresión de la ley (KJV)], estando fuera de la ley.
Romanos 5:12-14 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. 13 Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. 14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun sobre aquellos que no pecaron por romper sus mandamientos como hizo Adán, el cual es figura del que había de venir. (RV)
Cristo fue inmolado desde la fundación del mundo.
Apocalipsis 13:8 Y la adoraron todos los
moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida
del Cordero que fue inmolado desde la
creación [fundación] del mundo. (RV)
Así el pecado era conocido desde la fundación del mundo, tal como
nuestro llamado. La predestinación del elegido se ve en Romanos 8:28-30.
Romanos 8:28-30 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. (RV)
La ley es los diez mandamientos y todo lo que fluye de estos estatutos,
como fue dado por Dios a través de Cristo, como el Ángel en el Sinaí, cuando se
los dio a Moisés. La ley se encuentra en el Antiguo Testamento y es así interrelacionada con el Nuevo Pacto. Las Obras de la Ley o Ergon Nomou a los que se refiere Pablo en Gálatas 2 y 3 son un
cuerpo específico de enseñanza de las sectas de los primeros siglos llamado Miqsat Ma'ase Ha-Torah o MMT. Para abreviar, las Obras de la Ley
son distintas de lo que nosotros entendemos como los diez mandamientos. Los
comentarios de Pablo no pueden tomarse aislados (vea los artículos La Distinción en
la Ley [096], El Amor y la
Estructura de la Ley [200], Las Obras de la
Ley o MMT [104] y La Relación Entre
la Salvación por Gracia y la Ley [082]).
La paga del pecado es muerte por la transgresión de la ley.
Romanos 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Para los sueldos de pecado son muerte, pero el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús nuestro Señor. (RV)
A través de la ley, nosotros nos hacemos conscientes del pecado. La ley
está para hacer callar toda boca y hacer a todos responsables ante Dios.
Romanos 3:19-20 Pero sabemos que todo
lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se
cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; 20 ya que por las obras de la ley ningún ser
humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el
conocimiento del pecado. (RV)
El pecado así logra la conciencia desde la ley, pero la ley es santa,
justa y buena porque emana de la naturaleza de Dios (vea el artículo El Gobierno de
Dios [174]).
Romanos 7:9-12 Y yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí. 10 Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte; 11 porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató. 12 De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. (RV)
La condenación por la transgresión de la ley fue superada por la
justificación de Cristo.
Romanos 5:18
Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los
hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la
justificación de vida. (RV)
La ley no se opone a la promesa de Dios. La promesa fue dada, sin
embargo, por fe en Cristo, nuestro mediador, a aquellos que creen.
Gálatas 3:20-22 Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno. 21
¿Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si
la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley. 22
Mas la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la
fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes. (RV)
1Timoteo 2:5-6 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, 6 el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo. (RV)
No son justos aquellos que oyen la ley sino aquellos que la obedecen.
No son aquellos que oyen el primer mandamiento pero luego multiplican a los
elohim igualándolos a Dios, o aquellos que no guardan el sábado, pero guardan
otro día, o aquellos que hacen imágenes grabadas o desobedecen a los padres o
codician otras cosas o mienten o roban. Son aquellos que aman a Dios, a su ley
(Salmo 119:1-16, 97-106) y entre sí.
Salmo 119:1-16 Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová. 2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan; 3 Pues no hacen iniquidad Los que andan en sus caminos. 4 Tú encargaste Que sean muy guardados tus mandamientos. 5 ¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos Para guardar tus estatutos! 6 Entonces no sería yo avergonzado, Cuando atendiese a todos tus mandamientos. 7 Te alabaré con rectitud de corazón Cuando aprendiere tus justos juicios. 8 Tus estatutos guardaré; No me dejes enteramente. 9 ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. 10 Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. 11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. 12 Bendito tú, oh Jehová; Enséñame tus estatutos. 13 Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca. 14 Me he gozado en el camino de tus testimonios Más que de toda riqueza. 15 En tus mandamientos meditaré; Consideraré tus caminos. 16 Me regocijaré en tus estatutos; No me olvidaré de tus palabras. (RV)
Salmo 119:97-106 ¡Oh, cuánto amo yo tu
ley! Todo el día es ella mi meditación. 98 Me has hecho más sabio
que mis enemigos con tus mandamientos, Porque siempre están conmigo. 99
Más que todos mis enseñadores he entendido, Porque tus testimonios son mi
meditación. 100 Más que los viejos he entendido, Porque he guardado
tus mandamientos; 101 De todo mal camino contuve mis pies, Para
guardar tu palabra. 102 No me aparté de tus juicios, Porque tú me
enseñaste. 103 ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que
la miel a mi boca. 104 De tus mandamientos he adquirido
inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira. 105
Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. 106 Juré y
ratifiqué Que guardaré tus justos juicios. (RV)
Romanos 2:12-16
Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y
todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados; 13
porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados (son esos que obedecen la ley que
serán declarados justos). 14 Porque cuando los gentiles
que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no
tengan ley, son ley para sí mismos, 15 mostrando la obra de la ley
escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o
defendiéndoles sus razonamientos, 16 en el día en que Dios juzgará
por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio. (RV)
El Espíritu Santo y la gracia de Dios no nos liberan de la obligación
de guardar la ley.
Romanos 6:15-18 ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. 16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? 17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; 18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. (RV)
Nosotros somos
circuncidados espiritualmente por el Espíritu Santo. Si rompemos la ley, nos
volvemos incircuncisos y no de la promesa. Nosotros caemos en la condenación de
aquellos que guardan la ley. Un hombre es judío (internamente) si ha sido
circuncidado por el Espíritu y no por el código escrito. Así, nosotros obedecemos
el código escrito del corazón, a través de desearlo.
Romanos 2:25-29 Pues en verdad la circuncisión aprovecha, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión. 26 Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión? 27 Y el que físicamente es incircunciso, pero guarda perfectamente la ley, te condenará a ti, que con la letra de la ley y con la circuncisión eres transgresor de la ley. 28 Pues no es Judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; 29 sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios. (RV)
La Iglesia es enfrentada con aquellos que dicen ser judíos y no
lo son. A veces, las exclamaciones de conversión a Israel son acompañadas por
un insipiente antisemitismo. Negando el inherente e inevitable abrazo a Israel,
acompañándolos en la conversión como un miembro del Israel espiritual, estos
falsos convertidos mantengan ser del Israel espiritual pero niegan la
realidad del proceso y el simbolismo.
Apocalipsis 3:9 He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. (RV)
La
palabra aquí para adoración es proskuneo que es de hecho postrar uno
mismo a prudente distancia en la cara ante de alguien en reverencia. Así, la palabra usada para adorar no
siempre tiene la connotación de reverencia a Dios. Estos falsos Cristianos o
falsos israelitas voluntariamente al final se postrarán por si mismos ante los
elegidos a quienes ellos han perseguido.
La ley está escrita en nuestros corazones o mentes desde la conversión.
Hebreos 8:10... Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y sobre su corazón las escribiré; Y seré a ellos por Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo. (RV)
Así, no es abolida o enmudecida. Mediante la práctica y enseñanza de
estos mandamientos, nosotros somos llamados grandes en el Reino de Dios.
Mateo 5:17-20 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. 20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. (RV)
(También vea el artículo Lazarus y el
Hombre Rico [228]).
El resumen de la ley es amar a otros como a nosotros mismos.
Mateo 7:12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas. (RV)
Pero, principalmente, es el amor de Dios.
Mateo 22:36-40 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Éste es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. (RV)
Por esto nosotros nos hacemos hijos (e hijas) de Dios.
1Juan 3:2-3 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro. (RV)
Así nosotros seguimos al concepto de 1Juan 3:4.
1Juan 3:4 Todo aquel que comete pecado, infringe
también la ley; pues el pecado es infracción de la ley. (RV)
La purificación del elegido pasa por el proceso de apartarse del
pecado. Esto se refleja en el concepto de levadura de la malicia y la maldad.
1Corintios 5:6-8 No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? 7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. 8 Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad. (RV)
Pablo estaba diciendo varias cosas aquí. La
primera era que Cristo era el cordero Pascual; el sacrificio de la Pascua era
puesto ante el sumo sacerdote que, según el Mishnah, era solamente uno. Schurer
hace un comentario sobre esto en The History of the Jewish People in the Age of Jesus Christ (La Historia del Pueblo Judío en
los Tiempos de Jesucristo (Vol. 1, pág. 522). El segundo punto es que la levadura no es ningún pecado pero
que hay diferentes tipos de levadura.
La levadura que nosotros teníamos anteriormente era la levadura de la malicia y
de la maldad.
La Fiesta de los Panes sin Levadura celebra el hecho que nosotros
fuimos salvados por Cristo a un estado ácimo de sinceridad y verdad. Tenemos que guardar este festival en esa mente.
En tercer lugar, nosotros todavía no habíamos recibido el Espíritu
Santo que se concedió en Pentecostés.
Este Espíritu era la nueva levadura del Reino de Dios.
Mateo 13:33 Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado. (RV)
Las medidas son la secuencia de Dios a Cristo a los elegidos. Así, la
mujer es la Iglesia, la levadura es el Espíritu Santo y las tres medidas son
los niveles de la relación dentro de la familia de Dios. Todo esto se habría de
fermentar. Todo eso llegaría a
ser fermentado (Efe. 4:6). Dios llegaría a ser todo en todos.
El simbolismo de las dos barras de pan con levadura en Pentecostés,
tienen relación directa a este aspecto (vea el artículo Pentecostés en Sinaí
[115]).
El concepto con él que nosotros debemos tratar es él de tener que
liberarse de la vieja levadura en la fiesta. Echar a un lado la malicia y la
maldad y proceder al desarrollo de un carácter justo y santo en el Espíritu. Esto debe ser descrito en el período conduciendo a
Pentecostés que simboliza
nuestra cosecha como los primeros frutos generales después de Cristo. Esta
cosecha es antes de la cosecha general en la Fiesta de los Tabernáculos o de
las Cabañas porque ésta se CONTINÚA SOBRE EL PERIODO DE DOS MIL AÑOS. Nuestro
juicio es AHORA.
El simbolismo de la secuencia del período conduciendo a Pentecostés es que las siete semanas simbolizan
el período del Jubileo como se relaciona a la humanidad. La vida de la
humanidad fue reducida de 120 años a 70 años. Una persona es adulta a los 20
años de edad. Ellas tienen 50 años para desarrollarse hasta la fase final de su
vida y su unión con Dios en la resurrección. Esto se simboliza en cada aspecto
de la fe. Se simboliza en los 50 días hasta el Pentecostés. Se simboliza en la
arquitectura del Templo de Dios construido por Salomón según las instrucciones
y con los materiales que le fueron dados. Esta estructura representó el Templo
que se volvió el Templo viviente de la Iglesia. El edificio entero tenía siete
fases. Seis de estos eran uno encima del otro en la nave y el séptimo era el
vestíbulo principal que llevó en el Santo de los Santos. Nosotros no podríamos
entrar en esta última fase hasta que Cristo muriera y se rompiera el velo del
templo y lo hizo posible para que nosotros pudiéramos entrar. Ésta es la
importancia de las siete semanas hasta el Pentecostés. En esta última fase, el
Espíritu Santo entró en la Iglesia y le permitió a Dios llegar a ser todo en todos. Ésta fue la cosecha general. Cristo era la gavilla
mecida u las primeras hojas verdes de cebada, como la gavilla mecida cortada en su albor de la vida. La segunda cosecha empezaba entonces con el
trigo y continúa adelante en el período hasta la recolección que es la tercera
fase de la cosecha de Dios. Esta tercera fase es representada por los días
santos en el séptimo mes.
Así, el Pentecostés es la culminación de la fase final en el simbolismo
del desarrollo del individuo, como Templo de Dios. El comienzo del proceso
desde el Pentecostés simboliza que la cosecha es progresiva hasta el segundo
advenimiento y la Recolección del Milenio. El Último Gran Día es la Ciudad de
Dios cuando el Reino se da a Dios por Cristo y Dios es finalmente todo en
todos, como la Ciudad de Dios.
Así, la levadura del Pentecostés no simboliza pecado. Simboliza la
completa erradicación del pecado, como resultado final del Jubileo de años
cuando Dios a través del Espíritu Santo ha desarrollado carácter justo y santo
en todos los hijos de Dios. Ellos así son seres totalmente convertidos.
Esta
conversión involucra la remoción de la estructura entera de pecado del
individuo sobre el período del llamado, justificación y glorificación, como vemos en Romanos 8:29-30.
Si nosotros amamos a Cristo, guardaremos sus mandamientos (Juan 14:15).
La ley involucra amor a Dios y amor a otros. Si nosotros no amamos a quienes
hemos visto, cómo podemos amar a Dios a quien no hemos visto porque el fruto
del Espíritu es el amor (Gálatas 5:22).
1Juan 4:11-13 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. 12 Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. 13 En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. (RV)
Note que Juan estaba escribiendo después de Cristo y él habiendo visto
a Cristo sostuvo aquí, como en Juan 1:18, que ningún hombre había visto a Dios jamás. Es por el amor de Dios que mora
en nosotros que somos perfeccionados. Él
nos ha dado de Su propio Espíritu para que pudiésemos lograr esta
perfección. Cristo puso su
vida por las ovejas. Él no permitió que fueran atacadas por lobos, sino que dio
su vida por ellas (Juan 10:15; 13:37).
Cuenta esto como honor ser uno de los elegidos.
Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos (Juan 15:13).
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