Iglesias Cristianas de Dios
[228]
Lázaro y el Rico
(Edición
1.0 20111997-20111997)
La parábola de Lázaro y el
rico ha sido utilizada por el cristianismo tradicional para una serie de fines
incorrectos. Se ha utilizado para apoyar la doctrina del alma y también para
apoyar las doctrinas del cielo y el infierno como moradas de los muertos. ¿Qué
significa la parábola? ¿A quién fue dirigida?
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(Derechos Reservados © 1997
Wade Cox)
(tr. 2008)
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Lázaro y el Rico
Para
entender la parábola de Lázaro y el rico y también las razones por las que
Cristo dijo esta parábola, y a quien iba dirigida, debemos ver primeramente la
historia de Lázaro. Aquí encontramos un número de mensajes y lecciones que son
fundamentales para la doctrina de la Iglesia y también para el mensaje de
Cristo a los judíos.
Esta historia no puede, y no apoya la doctrina de la inmortalidad del
alma y la existencia del cielo y el infierno como moradas de los muertos, como
veremos.
La Historia de Lázaro
Encontramos esta historia bien conocida historia en Juan capítulos 11 y
12.
Este milagro, fue el milagro fundamental que hizo que los judíos buscaran la
muerte de Cristo. Vemos en esta historia una actividad deliberada y el plan del
Mesías.
Juan 11:1-4
Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de
Marta su hermana. (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió
al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos.) Enviaron, pues,
las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo.
Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de
Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. (KJV)
Aquí vemos
que el Mesías tomó medidas de acuerdo a un plan deliberado para la gloria de
Dios y la identificación de sí mismo como el hijo de Dios. De hecho, fue el
milagro que lo identificó como el Mesías y del cual el sumo sacerdote Caifás,
basó su profecía.
María, en este texto, hace un llamamiento directo al Mesías por su hermano
basado en su amor por él. El texto deja claro que el Mesías le tenia un gran
afecto a toda la familia. Sin embargo, vemos que cuando se enteró de que Lázaro
estaba enfermo, se demoro dos días antes de viajar a Betania, en Judea. Él
estaba en peligro allí porque habían intentado apedrearlo y los discípulos lo
sabían, como vemos en el versículo 8.
Juan 11:5-8 Y
amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando oyó, pues, que estaba
enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. Luego, después de
esto, dijo a los discípulos: Vamos a Judea otra vez. Le dijeron los discípulos:
Rabí, ahora procuraban los judíos apedrearte, ¿y otra vez vas allá? (KJV)
Jesús no
tenía miedo y no era la razón por la que fue. Habló de la luz del mundo.
También habló aquí de la duración de la jornada. Hizo referencia al día y la
noche y las condiciones espirituales de la luz y la oscuridad.
Juan 11:9-11
Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza,
porque ve la luz de este mundo; pero el que anda de noche, tropieza, porque no
hay luz en él. Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas
voy para despertarle. (KJV)
Hablo de
dormir aquí, pero se refería a la muerte. Estaba mostrando que Lázaro era un
tipo de la Iglesia. A la muerte de la Iglesia, que era simplemente dormir,
esperando la resurrección. Con este acto iba a señalar la resurrección de la
Iglesia en la venida del Mesías. Los discípulos no entendieron este mensaje
hasta ese momento. Ni sospecharon lo que haría. Consideraron que si Lázaro fue
capaz de conseguir un sueño decente, estaba bendecido.
Juan 11:12-13
Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. Pero Jesús decía
esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del
sueño. (KJV)
No estaba,
sin embargo, durmiendo. Estaba muerto y entonces Cristo se los dejó en claro a
ellos.
Juan 11:14-16
Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto; y me alegro por vosotros,
de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él. Dijo entonces Tomás,
llamado Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos también nosotros, para que muramos
con él. (KJV)
El Mesías
deja claro aquí que él estaba contento de no estar allí, ya que hubiera
limitado la demostración de su poder en la resurrección de los muertos.
No es
claro, del comentario de Tomas, si estaba siendo sarcástico o no. La ausencia
de un indicador de ironía en el griego podría más probablemente significar que
Tomas (el gemelo) vio de inmediato el potencial de la resurrección y la
intención del Mesías para llevar a cabo un milagro significativo.
Se fueron después de dar el tiempo suficiente para que Lázaro
permaneciera durante cuatro días en la tumba. Estaba por lo tanto legalmente
muerto – habiéndose pasado del plazo de tres días. Betania estaba también a
unos tres kilómetros de Jerusalén al otro lado del Monte de los Olivos y, por
tanto, esta era una gran oportunidad para dar testimonio a los judíos de Jerusalén
y al Templo.
Juan 11:17-19
Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el
sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios; y muchos
de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano.
(KJV)
Ellos
estaban con María y Marta. Sin embargo, fue Marta la única que vino a Cristo
con la expresión de fe en su poder sobre la resurrección. La adición de la
palabra quedo en la KJV y RSV no está
en el griego y hace una implicación contra María que no puede ser justificada.
Lo más probable es que ella tuvo que atender a sus invitados y otros
asistentes.
Juan 11:20-28
Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se
quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano
no habría muerto. Más también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo
dará. Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará
en la resurrección, en el día postrero. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y
la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y
cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Le dijo: Sí, Señor; yo he
creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo. Habiendo
dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en secreto: El Maestro
está aquí y te llama. (KJV)
Aquí vemos
la verdadera intención detrás de la permanencia de María en la casa. Marta
secretamente la llamó y le informó. El asunto queda claro entonces. No quiso
dar ningún indicio de que Cristo estaba allí, ya que podía haber resultado en
otro incidente de lapidación, que es lo que parece que tenia intimidado a
Tomas. María reaccionó de inmediato. La fe de estas dos mujeres en el poder del
Mesías como el Hijo de Dios sobre la muerte en la resurrección es el tema
central. María estaba, obviamente, muy afligida y la reacción de los invitados
confirma este punto.
Juan 11:29-32
Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y vino a él. Jesús todavía no había entrado
en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado.
Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron
que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo:
Va al sepulcro a llorar allí. María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al
verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no
habría muerto mi hermano. (KJV)
Tenemos
aquí el reproche de la pena y la creencia en el poder de Cristo, pero aún no
sobre el poder de la muerte. El Mesías se estremeció en espíritu por este
problema, debido al efecto que tuvo en María.
Juan 11:33-36
Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también
llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, y dijo: ¿Dónde le pusisteis?
Le dijeron: Señor, ven y ve. Jesús lloró. Dijeron entonces los judíos: Mirad
cómo le amaba. (KJV)
La palabra embrimaomi aquí no era de estremecer, sino de bufar como lo hace
un caballo y, por tanto, expresar emociones fuertes, indignación, miedo o ira.
Esta emoción fuerte llego hasta el punto de llorar.
La
expresión que sigue es probablemente el resultado de los pensamientos y las
emociones que Cristo tenía y que le causó la emoción. La expresión de
sentimientos otra vez causo su preocupación.
Juan 11:37-38
Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber
hecho también que Lázaro no muriera? Jesús, profundamente conmovido otra vez,
vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. (KJV)
Todo este
proceso señalaba hacia la muerte por persecución y el martirio de los elegidos
durante todo el período hasta el advenimiento. Lázaro era un tipo de la
Iglesia. Sus seguidores, al igual que todo el mundo,
estaban sujetos a la muerte por el fracaso de Adán.
Ellos
vienen a vivir a través de él y el posterior advenimiento del Espíritu Santo en
Pentecostés.
A través
del Mesías, el segundo Adán, ellos experimentarían la resurrección. Sin
embargo, como sus seguidores, el mundo tratara de quitarles la vida, como se la
quitaron al Mesías. Este proceso iba a continuar más o menos sin control hasta
que el viniera otra vez a salvar a los que ansiosamente lo esperaban. Esta
primera vez el vino a tratar con el pecado. Vio hacia adelante a través de los
jubileos hasta su regreso y eso era lo que estaba causando la angustia del
Mesías. Él podía resucitar a Lázaro, pero la muerte de los elegidos era un
asunto de Dios como lo fue su propia muerte.
Ahora
procedemos a la descripción del propio milagro. Marta recibió instrucciones y,
aunque había expresado la creencia en su poder y le pidió que realizara el
milagro, cuando estaba a punto de suceder ella no entendía lo que el Mesías
estaba a punto de hacer. Esto, a su manera, refleja la condición espiritual de
la Iglesia en los últimos días antes del regreso del Mesías y la primera
resurrección de los elegidos.
Juan 11:39-40
Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo:
Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que
si crees, verás la gloria de Dios? (KJV)
Aquí el
Mesías le reprendió por no recordar la promesa que el le había hecho. Este
también es el problema de la Iglesia en los últimos días. Marta es el tipo de
la Iglesia obrando, preocupada por los cuidados del mundo, perdiendo de vista
la promesa de Dios y la pronta venida del rey en gloria y ejerciendo poder.
Juan 11:41-42 Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el
muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por
haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la
multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. (KJV)
Aquí vemos
la discusión registrada no para la educación de Dios, sino para la nuestra. El
mensaje es para demostrar el poder del Mesías como el Hijo de Dios y también
para registrar la función de la oración y nuestra relación con Dios que siempre
escucha.
Juan 11:43-44 Y
habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había
muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en
un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir. (KJV)
Esto debe
haber sido un espectáculo muy emocionante. La tentación, por supuesto, era que
aquellos que no tenían interés personal para tomarlo en su valor real y los que
estaban de parte de los sacerdotes encontraron fallas en ella.
Juan 11:45-46
Entonces muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María, y
vieron lo que hizo Jesús, creyeron en él. Pero algunos de ellos fueron a los
fariseos y les dijeron lo que Jesús había hecho. (KJV)
Esto llevó
luego a las acciones en la Pascua. Ellos vieron que tenían que actuar. Si los
hombres hubieran creído en Cristo entonces el sacerdocio no tenía lugar porque
su mensaje desafiaba su posición. Lo cual sigue siendo el problema de Judá, hoy
en día, incluso de los laicos, porque ha llegado la salvación de los gentiles.
Juan 11:47-48
Entonces los principales sacerdotes y los fariseos reunieron el concilio, y
dijeron: ¿Qué haremos? Porque este hombre hace muchas señales. Si le dejamos
así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar
santo y nuestra nación. (KJV)
Aquí
podemos ver la consternación del sumo sacerdote en la espantosa ignorancia de
su propio pueblo. No entender las Escrituras que exigían que el Mesías tenía
que morir como el Mesías sacerdote, antes de que pudiera venir el Mesías rey.
Él les hablaba en el Espíritu Santo movido por Dios.
Juan 11:49-52
Entonces Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no
sabéis nada; ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y
no que toda la nación perezca. Esto no lo dijo por sí mismo, sino que como era
el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación;
y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de
Dios que estaban dispersos. (KJV)
Aquí vemos
que no era simplemente para la nación de Judá, sino para los hijos de Dios que
estaban dispersos. Así, es implícitamente entendido que las tribus se
dispersaron y que la salvación se extendió también más allá de Judá y del
sacerdocio levítico. Debido a eso, ellos hicieron lo que siempre habían hecho a
los profetas y lo que más tarde trataron de hacerle a la Iglesia. Trataron de
matarlo.
Juan 11:53-54
Así que, desde aquel día acordaron matarle. Por tanto, Jesús ya no andaba
abiertamente entre los judíos, sino que se alejó de allí a la región contigua
al desierto, a una ciudad llamada Efraín; y se quedó allí con sus discípulos.
(KJV)
No es
accidental que el Mesías se fuera de aquí a la ciudad de Efraín.
Él simbolizo que el poder del Espíritu iba a ser tomado y entregado a una
nación que mostrara los frutos del Reino de Dios y del Espíritu Santo.
Juan 11:55-56
Y estaba cerca la pascua de los judíos; y muchos subieron de aquella región a
Jerusalén antes de la pascua, para purificarse. Y buscaban a Jesús, y estando
ellos en el templo, se preguntaban unos a otros: ¿Qué os parece? ¿No vendrá a
la fiesta? (KJV)
Este
proceso de purificación se llevó a cabo de acuerdo con la ley. La santificación
de los simples y erróneos tomo lugar el séptimo día del primer mes. La separación
del Mesías, como el cordero se llevó a cabo el décimo día.
Juan 11:57 Y
los principales sacerdotes y los fariseos habían dado orden de que si alguno
supiese dónde estaba, lo manifestase, para que le prendiesen. (KJV)
Tomamos la historia seis días antes de la Pascua en Betania. Esto fue en
casa de Lázaro con sus hermanas. Así, vemos que María fue la que lo ungió con
perfume a raíz del milagro de la resurrección de su hermano. También entendió
que el iba a morir por ese milagro.
Juan 12:1-6
Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que
había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos. Y le hicieron
allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la
mesa con él. Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho
precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se
llenó del olor del perfume. Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo
de Simón, el que le había de entregar: ¿Por qué no fue este perfume vendido por
trescientos denarios, y dado a los pobres? Pero dijo esto, no porque se cuidara
de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que
se echaba en ella. (KJV)
Judas fue
atrapado en sus propios deseos. Él era carnal, y quería un Mesías que reinaría
y que le daría poder. Él no era diferente de la multitud de tele-evangelistas y
ministerios que proliferan en el mundo hispanohablante y, en particular, en los
Estados Unidos de América. Vendió al Mesías porque sabía que todos iban a ser
perseguidos. La Iglesia de Dios ha estado plagada de estos cambistas de buen
tiempo durante siglos.
Juan 12:7-11
Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto.
Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, más a mí no siempre me
tendréis. Gran multitud de los judíos supieron entonces que él estaba allí, y
vinieron, no solamente por causa de Jesús, sino también para ver a Lázaro, a
quien había resucitado de los muertos. Pero los principales sacerdotes
acordaron dar muerte también a Lázaro, porque a causa de él muchos de los
judíos se apartaban y creían en Jesús. (KJV)
Lázaro era
la evidencia del milagro y él también tenía que morir. Lázaro era un tipo de la
Iglesia y fue perseguido por su relación con el Mesías y el testimonio que
dieron.
Al día
siguiente era el quinto día antes de la Pascua o el decimo del mes y el fue
separado como el cordero, este día. Fue aclamado como rey por los que habían
visto los milagros que había hecho. Ellos esperaban que actuara como un Mesías
rey - no como un sacrificio.
Juan 12:12-19
El siguiente día, grandes multitudes que habían venido a la fiesta, al oír que
Jesús venía a Jerusalén, tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y
clamaban: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de
Israel! Y halló Jesús un asnillo, y montó sobre él, como está escrito: No
temas, hija de Sion; He aquí tu Rey viene, Montado sobre un pollino de asna.
Estas cosas no las entendieron sus discípulos al principio; pero cuando Jesús
fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas
acerca de él, y de que se las habían hecho. Y daba testimonio la gente que
estaba con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro, y le resucitó de los muertos.
Por lo cual también había venido la gente a recibirle, porque había oído que él
había hecho esta señal. Pero los fariseos dijeron entre sí: Ya veis que no
conseguís nada. Mirad, el mundo se va tras él. (KJV)
Los
fariseos, que más tarde se convirtieron en el sistema rabínico, vieron el
peligro para su posición. El entendimiento de la llegada del Mesías sacerdote
ya se había hecho por los esenios (vea Geza Vermes, Los Rollos del Mar Muerto en Ingles re Damasco Rule VII y el
fragmento de la cueva IV). Los celotes parecen haber estado asociados con
ellos, de lo que ahora sabemos de los hallazgos en la Genizáh en Masada.
Los
reportes se habían extendido a la diáspora y la gente estaba pidiendo que lo
vieran. Esta fue la indicación para el Mesías de que había llegado el momento.
Juan 12:20-26
Había ciertos griegos entre los que habían subido a adorar en la fiesta. Estos,
pues, se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron,
diciendo: Señor, quisiéramos ver a Jesús. Felipe fue y se lo dijo a Andrés;
entonces Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús. Jesús les respondió diciendo:
Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado. De cierto, de
cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda
solo; pero si muere, lleva mucho fruto. El que ama su vida, la perderá; y el
que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará. Si alguno me
sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno
me sirviere, mi Padre le honrará. (KJV)
El mismo
mensaje es dado aquí a la Iglesia. Por el testimonio y la muerte, mucho fruto
fue llevado. Así, también, traemos fruto de nuestros sacrificios como
cristianos. Nadie nos puede salvar de los deberes que fueron puestos sobre
nosotros como Iglesia. Lázaro tenía que morir por su relación con Cristo. Pero
el significado era que él y todos los demás sabían que el Mesías tenía el poder
para resucitarlos de entre los muertos cuando llegara el momento bajo la
dirección del único Dios verdadero.
Juan 12:27-29
Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para
esto he llegado a esta hora. Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz
del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez. Y la multitud que
estaba allí, y había oído la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían:
Un ángel le ha hablado. (KJV)
La voz del
cielo no era de Dios el Padre ya que nunca nadie ha oído su voz. El texto nos
dice que un ángel habló de modo que el testigo podría ser dado a los hombres,
de la participación y el control del Padre en este evento.
Juan 12:30-33
Respondió Jesús y dijo: No ha venido esta voz por causa mía, sino por causa de
vosotros. Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo
será echado fuera. Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí
mismo. Y decía esto dando a entender de qué muerte iba a morir. (KJV)
Aquí vemos
la profecía sobre el príncipe de este mundo siendo expulsado. A continuación,
fue echado por tierra y persiguió a la mujer con ira.
Cristo
sabía cómo iba a morir y mostró el control que Dios había ejercido en este
asunto.
Juan 12:34-36
Le respondió la gente: Nosotros hemos oído de la ley, que el Cristo permanece
para siempre. ¿Cómo, pues, dices tú que es necesario que el Hijo del Hombre sea
levantado? ¿Quién es este Hijo del Hombre? Entonces Jesús les dijo: Aún por un
poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, para que no
os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde
va. Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de
luz.
Estas cosas habló Jesús, y se fue y se ocultó de ellos. (KJV)
La gente
estaba empezando a cuestionar lo que Cristo estaba diciendo. Ellos no querían
un hijo del hombre que iba a ser crucificado. Ellos querían un hijo de Dios,
que saldría victorioso. Querían ser libres del yugo romano y también de la
realeza edomita.
Juan 12:37-41
Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en
él; para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor,
¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del
Señor? Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías: Cegó los
ojos de ellos, y endureció su corazón; Para que no vean con los ojos, y
entiendan con el corazón, Y se conviertan y yo los sane. Isaías dijo
esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él. (KJV)
Este
ejemplo fue para mostrar que los elegidos eran unos pocos y que había sido
profetizado que serían unos pocos elegidos. Judá iba a perder su posición por
casi dos mil años. Sólo individuos tendrían éxito en formar parte del sistema
del Mesías como los elegidos. Muchos sufren como Lázaro. Muchos de los
gobernantes o aristócratas, que eran también de los saduceos, creían en el
Mesías.
Juan 12:42-43
Con todo eso, aun de los gobernantes, muchos creyeron en él; pero a causa de
los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga. Porque
amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios. (KJV)
El problema
fundamental de la Iglesia ha sido que muchos entran por amor a la gloria de los
hombres más que por la gloria de Dios. Esto ha resultado en más teología
fracturada que en cualquier otra cosa.
La creencia
es que los que creen en Cristo, no creen en el, sino en Dios quien lo envió.
Juan 12:44-45
Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió;
y el que me ve, ve al que me envió. (KJV)
Esta opinión
y texto no es entendida por la corriente principal del cristianismo.
Cristo no
juzga a los que escuchan y no creen, porque no están bajo juicio todavía. Cristo
no vino para condenar al mundo sino para salvarlo y, por tanto, aun no es su
tiempo de sentencia. Sólo la casa de Dios está bajo juicio ahora.
Juan 12:46-48
Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no
permanezca en tinieblas. Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le
juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me
rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he
hablado, ella le juzgará en el día postrero. (KJV)
De este
modo su juicio es el último día y es contra la Palabra de Dios que serán
juzgados. El suyo es un juicio de decisión y corrección o krisis.
Juan 12:49-50
Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio
mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. Y sé que su
mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre
me lo ha dicho. (KJV)
El Padre ordena lo que dice el Mesías y lo que todos decimos. Hable sin
pensar lo que va a decir – ya que le serán dadas las palabras. Así como Lázaro
fue resucitado, también Dios resucitara a Jesucristo.
El
escenario estaba así, preparado para el evento más importante de la historia
humana. Los detalles, como la crucifixión y la resurrección, son dados en el
papel El Momento de la Crucifixión
y de la Resurrección (No. 159).
La parábola
Pasemos ahora a examinar la parábola de Lázaro y el rico a la luz de la
historia de esta parábola de Lázaro, que es en sí misma el centro de la
resurrección.
La parábola se encuentra en Lucas 16. La parábola en realidad, sigue a
una parábola que se refiere tanto a los fariseos y al sistema judaico. Vamos a
examinar ambas para comprender plenamente lo que Cristo estaba diciendo.
Lucas 16:1-2
Dijo también a sus discípulos: Había un hombre rico que tenía un mayordomo, y
éste fue acusado ante él como disipador de sus bienes. Entonces le llamó, y le
dijo: ¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya
no podrás más ser mayordomo. (KJV)
Aquí el
Mesías estaba señalando a los sacerdotes que tenían administración sobre los oráculos
de Dios (vea el papel Los Oráculos de Dios (No. 184)).
Habían fracasado en su gestión y la administración iba a ser removida de ellos.
Entonces idearon un plan para pervertir las leyes de Dios y hacer su
posición más aceptable dentro de los hogares del mundo. Más tarde lo hicieron
mediante la destrucción de prácticamente todos los aspectos de las leyes de
Dios. El calendario fue modificado para garantizar que no se celebrara el día
correcto. Fueron contra la Iglesia, que era la promesa del pacto y trataron de
destruirla.
Lucas 16:3-9
Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré? Porque mi amo me quita la
mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza. Ya sé lo que haré para
que cuando se me quite de la mayordomía, me reciban en sus casas. Y llamando a
cada uno de los deudores de su amo, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi amo? El
dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, siéntate pronto, y
escribe cincuenta. Después dijo a otro: Y tú, ¿cuánto debes? Y él dijo: Cien
medidas de trigo. El le dijo: Toma tu cuenta, y escribe ochenta. Y alabó el amo
al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo
son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz. Y yo os
digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas
falten, os reciban en las moradas eternas. (KJV)
Aquí el
Mesías estaba haciendo una distinción en la fe entre los de los elegidos y los
de este mundo. Hay una raya de inocencia que corre en los hijos de la luz. Los
injustos son llamados, pero no elegidos y por lo tanto están destinados a
fracasar. No están bajo juicio hoy y, por tanto, el comentario de Cristo.
Los
elegidos son evaluados en su gestión al igual que los levitas y los fariseos.
Lucas 16:10-12
El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy
poco es injusto, también en lo más es injusto. Pues si en las riquezas injustas
no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? Y si en lo ajeno no
fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro? (KJV)
El mensaje
aquí es que los levitas y los fariseos habían sido infieles a las leyes de
Dios. La autoridad estaba siendo removida de Judá y de su liderazgo. Por esta
razón, primero se burlaron del Mesías y luego lo mataron.
Lucas 16:13-18
Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al
otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a
las riquezas. Y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y
se burlaban de él. Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a
vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones;
porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.
La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es
anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él. Pero más fácil es que pasen
el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley. Todo el que repudia a
su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del
marido, adultera. (KJV)
Aquí vemos
la diferencia en la estructura de la ley y los profetas y la declaración del
Reino de Dios. Judá y el sacerdocio levítico fueron retirados de ese Reino.
Sólo los individuos estaban siendo presionados hacia el.
Los
fariseos escucharon estas palabras de Cristo y se burlaron de él y luego el dio
la parábola de Lázaro, que era a la vez una parábola de la Iglesia y una
profecía de las dos resurrecciones de Lázaro y la relación entre Cristo y la
Iglesia.
Lucas 16:19-21
Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día
banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba
echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas
que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.
(KJV)
Recuerde
que aquí también la Iglesia fue perseguida terriblemente por los Judíos en el
Medio Oriente durante los primeros siglos, dondequiera que tenían control. Por
estas razones, fueron enviados al cautiverio y se dispersaron. No se arrepintieron
entonces y no lo han hecho hoy.
La parábola toma un tema centrado en Abraham y luego utiliza un
simbolismo pictográfico para explicar la variante relación alrededor del hombre
rico que era el amante de las riquezas injustas, que se refiere en la parábola
anterior. Lázaro recibe una mención por su nombre aquí como se desarrolla la
historia.
Lucas 16:22
Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de
Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. (KJV)
El concepto
aquí es de la primera y segunda resurrección. Lázaro fue llevado al seno de
Abraham. El hombre rico murió y fue sepultado. Los hijos de Abraham son
explicados en el texto en relación a los elegidos. Ellos son la simiente de
Abraham.
Gálatas 3:29 Y
si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos
según la promesa. (KJV)
Pablo trata
con estos conceptos, en Romanos desde el final del
capítulo 8 al capítulo 10.
Romanos 10:1-9
Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel,
es para salvación. Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios,
pero no conforme a ciencia. Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando
establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios; porque el fin
de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree. Porque de la justicia
que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá
por ellas. Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón:
¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo); o, ¿quién
descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los
muertos). Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu
corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca
que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los
muertos, serás salvo. (KJV)
Este
proceso hace la distinción entre los hijos de Abraham, de los elegidos,
caracterizados por Lázaro y los que eran de la estirpe de Abraham, pero que no
eran de Israel, sino de las riquezas y la segunda resurrección. La función de
la historia aquí es la resurrección de los muertos.
Lucas 16:23-24
Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y
a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten
misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua,
y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. (KJV)
El tou
hade aquí es la tumba. Este fue el lugar desde el cual se llevó a cabo la
resurrección. La historia demostró que el sistema judaico se limita a la
segunda resurrección mencionada específicamente en Apocalipsis 20. Esto se
lleva a cabo al final del milenio. Esta es la resurrección de toda la casa de
Israel referida en Ezequiel 37:11, y es de la carne.
Lucas 16:25-26
Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y
Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.
Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de
manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá
pasar acá. (KJV)
La historia
aquí es de otras dos parábolas. La primera es la de las ovejas y las cabras,
donde las naciones reciben de acuerdo a su trato a los elegidos. La segunda es
la de los elegidos siendo perfeccionados por el fuego en la persecución que
vemos en Apocalipsis capítulos 1 al 6. El abismo mencionado es la brecha
causada por la falta de carne y sangre para heredar el Reino de Dios. Judá,
bajo el sacerdocio levítico, no puede heredar el Reino de Dios. Por eso Pablo
dice que tienen celo pero no conforme al conocimiento. Acá nos encontramos con
el centro de la parábola. Pide que Lázaro sea enviado a la casa de sus padres,
que es, por supuesto, Judá.
La
respuesta de la boca de Abraham es la clave, ya que son los cinco hermanos.
Lucas 16:27-28
Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre,
porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan
ellos también a este lugar de tormento. (KJV)
Los cinco
hermanos de Judá son los hijos de Lea. Ella tuvo siete hijos (seis hijos y una
hija) como sabemos. Los cinco hermanos de Judá son Rubén, Simeón, Leví, Isacar,
Zabulón. Judá, Isacar, Zabulón son las tres tribus de la división del este y
las primeras en orden de marcha. Son seguidos por Levi como el sacerdocio y
Simeón, Rubén y Gad de la división del sur y las siguientes en orden de marcha
(cf. Num. 10). Rubén había perdido su primogenitura y Simeón fue dispersado por
su crueldad. Vemos que estamos hablando del pueblo de Israel, que comprende la
nación llamada los Judíos. Isacar, Zabulón se
asociaron con ellos y en ese momento estaban al norte de Israel. Los cinco
hermanos son simplemente una referencia a los hijos de Lea que claramente
identifican a Judá de sus medios-hermanos que eran el resto de las tribus.
Lucas 16:29-31
Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. El entonces
dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se
arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas,
tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos. (KJV)
Aquí vemos que Abraham le dice que ellos tienen a Moisés y a los
profetas para que les enseñen. El texto claro y positivo es que ellos no oyen a
Moisés y a los profetas. Ellos así, fueron pervirtiendo la ley al tergiversar
el espíritu de la ley. Esto es lo que Pablo dijo.
La pregunta entonces es puesta en la boca de Abraham por el Mesías sobre
la posibilidad de que ellos dudaran al escuchar a alguien de entre los muertos,
si no obedecieron la ley.
La resurrección de Lázaro fue así dada en la parábola y luego realizada,
de hecho, para demostrar el poder de Dios y el mensaje del Mesías en la
correcta aplicación de la ley. Cristo fue ridiculizado por el mensaje. Ellos
sabían que él hablaba contra los fariseos (que más tarde se convirtieron en el
sistema rabínico).
Él realizo el milagro y ellos lo odiaron por ello, y acordaron matarlos
a el y al hombre que resucitó. Luego le quitaron la vida y más tarde a los
elegidos que le siguieron, porque él era el hijo de Dios.
Esta
historia no tiene nada que ver con los conceptos de cielo e infierno, o la
doctrina del alma. Se trata de la salvación de Judá y de su incapacidad para
oír la ley y la palabra de Dios. Tiene que ver con su expulsión y dispersión. E s una profecía directa dada por el Mesías
sobre la resurrección de Lázaro, que era una señal poderosa y maravillosa
realizada por él para mostrarle a Judá el peligro en que estaba.
Ellos no escucharon al igual que la corriente principal del cristianismo no
escucha hoy en día.
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