Iglesias Cristianas de Dios

 

[001]

 

 

 

Los Elegidos como Elohim

 

 (Edición 2.0 19940311-19990322-20071112)

 

Este artículo se ocupa de la multiplicidad de los elohim en la Divinidad y el destino de convertirse en elohim de los elegidos. La aptitud para convertirse en elohim o theoi era la visión de la Iglesia de los primeros días. Este artículo está relacionado con los artículos La Deidad de Cristo y también El Dios que Adoramos y la serie sobre el Espíritu Santo.

 

 

 

 

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Los Elegidos como Elohim

 

 


La Iglesia, en el tercer y cuarto siglo, adoptó un cambio doctrinal desde la posición de que los elegidos existirán como elohim o theoi que era la posición sostenida por Cristo en Juan 10:34-35 de Salmo 82:6, y que era la comprensión original de la Iglesia. La posición original se explica en detalle en la obra Dios Revelado. Este artículo se ocupa de lo que el texto de la Biblia realmente dice y de establecer el plan que esboza. Habiendo establecido el esquema bíblico, éste será luego examinado comparándolo con la comprensión de los escritores más antiguos de la Iglesia para mayor exactitud. Los problemas y suposiciones son esbozados en Dios Revelado [God Revealed Chapter 1 Ancient Monotheism (No. G1)

].

 

La mayoría de los diccionarios inglés-hebreo registran los diversos usos de las palabras. Los distintos usos de los nombres de la deidad son extraídos de estos y explicados según un patrón trinitario. Tal paradigma requiere que los textos sean explicados dentro de un contexto que no vierta la doctrina Trinitaria como un absurdo. Consecuentemente, algunos, como Francis, Driver y Briggs o el más ampliamente usado Gesenius (Robinson, tr. actualización de Brown, Driver, Briggs), se construyeron para explicar los significados extensivos de los términos aplicados a la deidad y la hueste dentro de un paradigma de una religión en vías de desarrollo.

 

La disciplina de Estudios Religiosos también intenta explicar el contexto del Antiguo Testamento y el del Nuevo Testamento en términos similares. Este orden conviene tanto a trinitarios como a agnósticos. Los primeros, porque la premisa que adoptan es que la forma final de la estructura no fue desarrollada hasta el Concilio de Calcedonia (c. 451 EC) usando metafísicas griegas, y los últimos porque el concepto de un Dios vivo escribiendo una Biblia inspirada está en desacuerdo con la naturaleza sincrética de sus estudios. Nosotros estamos interesados en las palabras reales de los textos.

 

Las palabras normalmente aplicadas a la deidad en sociedades israelitas o no israelitas son también aplicadas a los humanos. Tal aplicación es en Oriente Medio una visión consistente del mundo, la cual extiende al ejército celestial a interactuar con los humanos. El examen del uso de Eloah, elohim, el, elim. (eliym), etc., los términos hebreos o sus equivalentes caldeos y arameos, es expuesto en Dios Revelado. Los ejemplos donde Eloah (o Elahh) es usado en singular para referirse a un concepto de un dios aparte de Eloah, están en 2Crónicas 32:15; Daniel 11:37-39; Habacuc 1:11. Eloah nunca tiene el artículo aunque Habacuc 1:11 lo determina por el sufijo y eso ocurre una vez en la construcción en Salmo 114:7 (vea al Theological Wordbook of the Old Testament (Diccionario Teológico del Antiguo Testamento), Harris Ed., Moody, Chicago, 1980, p. 93). Tales preocupaciones no se detraen de este artículo. Por ejemplo, los textos en el Brown Driver Briggs Gesenius en El (DHS 410), página 42, demuestran que la palabra significa dios pero con varias aplicaciones subordinadas para expresar ideas de poder y son aplicadas a hombres de poder y rango.

 

Del mismo modo, elohim (DHS 430), página 43, es explicado siendo plural en número y como refiriéndose a gobernantes, o jueces, ya sea como representantes celestes en lugares sagrados, o como reflejando majestad y poder divinos. Así, el término se extiende tanto a los humanos como al Ejército angélico. Los textos bíblicos muestran que esta explicación simple de reflejar la majestad sagrada es el sentido en el cual los términos fueron aplicados en la Biblia. Así, el nombre conllevó la autoridad que había sido ella misma conferida por Dios. Este sentido es resistido por trinitarios.

 

Las obras trinitarias, que tratan de adelantar los conceptos de la Biblia como una estructura en vías de desarrollo desembocando en la trinidad, son comunes. Buenos ejemplos son los de Karen Armstrong, A History of God (Una Historia de Dios), Heinemann, Londres, 1993, y C M LaCugna, GOD FOR US: The Trinity and Christian Life (DIOS POR NOSOTROS: La Trinidad y la vida Cristiana), Harper, San Francisco, 1993. LaCugna admite (Enc. de Religión, art. La Trinidad) que ni el Antiguo ni el Nuevo Testamento contienen una base para la Trinidad. La obra clásica de referencia para tales propósitos es W F Albright, Yahweh and the Gods of Canaan (Yahweh y los Dioses de Canaan), Londres, 1968. G R Driver desarrolla el concepto del mito en su Canaanite Myths and Legends (Leyendas y Mitos cananeos), Edimburgo, 1956. R L Fox va aún más allá en esta vena en The Unauthorised Version: Truth and Fiction in the Bible (La Versión Desautorizada: Verdad y Ficción en la Biblia), Londres, 1991. El acercamiento trinitario fundamentalista ha sido alterar la traducción de los textos bíblicos para disfrazar los conceptos, y negar la pluralidad de la palabra elohim. Josué 22:22 es un ejemplo. La RSV vierte el texto:

¡El Poderoso, Dios el Señor! ¡El Poderoso, Dios el Señor!

 

Mark S Smith en The Early History of God (Historia Temprana de Dios), Harper, San Francisco, 1990, la página 8, nota el texto hebreo como 'el'elohim yhwh 'el'elohim yhwh o Dios de los dioses es yhwh Dios de los dioses es yhwh. Así “El” de los Elohim significa cabeza de una pluralidad. Smith sostiene que el texto exhibe la asimilación de la palabra el al hebreo y su desarrollo a un sustantivo genérico cuyo significado es dios. Smith argumenta a favor del desarrollo de los conceptos hebreos, a partir del cananeo, quizá desde el período de la Edad de Hierro 1, según se demuestra en el cuerpo Ugaritico, imponiéndose ellos mismos en el culto de Yahvé (Intr., p xxvii). Él dice que al final de la Monarquía, el Yawismo monolátrico era la norma en Israel, permitiendo el desarrollo gradual del Monoteísmo (Ibíd.). Smith admite la importación de prácticas en la religión de Israel. Él argumenta que algunas prácticas, consideradas como sincréticas, pertenecen a la herencia religiosa de Israel (Ibíd. p. xxxi), quizá también de la base lingüística cananita, la cual es esencialmente el mismo lenguaje que el hebreo. Smith intenta establecer las aseveraciones bíblicas y luego examinarlas dentro de un marco más amplio.

 

Este escrito también procura establecer el marco bíblico, para que pueda ser examinado más exhaustivamente pero con conclusiones diferentes a las de Smith. Ese examen es ampliado aún más en el texto Misticismo Capitulo 4 Judeo-Cristianismo [B7-4]. Por lo tanto, el marco bíblico no debería ser depreciado por el prejuicio sociológico. La estructura debe ser fielmente restaurada asumiendo que el texto de la Biblia quiere decir lo que dice. El prejuicio trinitario interfiere con este proceso. Los textos de los Rollos del Mar Muerto, Ugarit y Nag Hammadi han derramado una luz importante sobre lo que realmente se entendía era el significado de los textos bíblicos en el tiempo de Cristo y a estos se refiere como necesarios.

 

Lo que tiene importancia es que ningún erudito niega que, en el tiempo de Cristo, se entendiera que la Biblia se refería a un Concilio de los Elohim o Elim y que el término se extendía mucho más allá del concepto de una dualidad o una Trinidad. Una obra significativa sobre el tema es The Psalms: Their Origin and Meaning (Los Salmos: Su Origen y Significado) por Leopold Sabourin S.J., Alba House, Nueva York, la versión revisada y actualizada (post 1974). Sabourin demuestra el concepto del Concilio de los Elohim en su trabajo. En la página 398 en ade., Sabourin enumera el uso de Eloah pero evita tratar sobre el significado. De páginas 72-74, Sabourin menciona los Salmos 86:8-10; 95:3; 96:4; 135:5. Los Bene Elim son identificados como los Hijos de Dios, como así también los Bene Elyon (los Hijos del Altísimo). En las paginas 102-104, él menciona a los santos o los Santos (qedosim) del Salmo 89:6-8, que son los asistentes celestiales de Dios, y que el término es usado también acerca de los humanos fieles. Estos seres supra-terrestres son los Bene Elim o Bene HaElohim. Los Bene HaElohim son los Hijos del Dios(es). Notando también el comentario de Coppens (ETL, 1963, p. 485-500) de que, en el texto Masoreta, el sustantivo qedosim designa a la Corte supra-terrestre de YHVH, quienes se afirma son elohim (p. 102-103), Sabourin dice de esto:

El concepto de una asamblea divina no es una forma puramente literaria, sino que es un elemento del patrón viviente de la fe israelita (p. 75).

 

El patrón del uso de los términos que refieren a Dios es de un orden extendido. No hay duda que el significado se entendía ya sea que estuviese escrito en hebreo, arameo, o caldeo. El patrón indudablemente es él de un orden extendido, el cual incluía a los humanos, e involucraba a un Concilio que Cristo había establecido en Sinaí. A estos elohim se refiere en Éxodo 21:6 donde la palabra es traducida como jueces.

 

La palabra es por lo tanto reconocida como plural aquí, y en Éxodo 22:8-9, por su traducción como jueces, pero la palabra usada es elohim. Hay, sin embargo, dos palabras perfectamente distinguibles y comunes para juez (jueces) en hebreo. Éstas son DHS 6414 paliyl (Éxodo 21:22; Deut. 32:31) y DHS 8199 shaphat (Números 25:5; Deut. 1:16 en ade.). Las palabras estaban en uso en el tiempo en que la palabra elohim fue usada. Por lo tanto, la distinción se hizo para transmitir un concepto distinto al de juez. El concepto que el término estaba destinado a transmitir era él de la autoridad de Dios, tal como era extendida a la congregación de Israel. El Concilio Gobernante de Israel así formaba parte de los Elohim. Esta extensión era como un reflejo del sistema divino, como fue notado en Hebreos 8:5. El patrón se entendía de manera coherente a todo lo largo del Antiguo Testamento, y fue aplicado asimismo en el Nuevo Testamento. Era la intención expresa de Dios que, a partir de este pacto, Él escribiría la ley en los corazones y mentes de los hombres y que ellos no necesitarían maestros (Hebreos 8:10).

 

El Antiguo Testamento demuestra las relaciones subordinadas de los Elohim e indica su extensión. También identifica al Ángel de YHVH (leyendo el término como Yahovah de las interpretaciones antiguas de Yaho de los textos de Elefantina; ref. Pritchard, The Ancient Near East: An Anthology of Texts and Pictures (El Antiguo Cercano Oriente: Una Antología de Textos e Imágenes), Princeton 1958, p. 278-282)) y su relación con la ley que es fundamental para el tema de la posición y autoridad de Cristo. La progresiva identificación del Ángel de YHVH ocurre del Génesis 16:7 (vea nota al pie NIV). Él también es identificado por comentaristas como el Ángel de la Presencia (Isaías 63:9). También hay instancias de múltiples entidades apareciendo y a los que se refiere como YHVH. Las instancias de las alteraciones de YHVH por Adonai (por los Sopherim) en 134 lugares figuran en el Apéndice 32 de la Biblia Companion (ver también Apé. 31 para los quince puntos extraordinarios y Apé. 33 para enmiendas y a Ginsburg, Introduction to the Hebrew Bible (Introducción a la Biblia hebrea), p. 318-334, para los detalles).

 

El Ángel se apareció ante Abraham y su familia. Agar vió al Ángel (Gén. 16:7) a quien se refiere como Eres El Dios Que Ve. Él fue un “El”. La entidad fue llamada de forma indistinta como el ángel de Yahovah y Yahovah, Él que le Habló a Ella – implicando así multiplicidad. Este Ángel, quien era Yahovah, se aparece ante Abraham en Génesis 17; 18:3 (la primera de las 134 alteraciones de los Sopherim; Ver Massorah, ss. 107-115 y Ginsburg, ibid.). Las sustituciones que afectan este concepto están en Génesis 18:3, 27, 30,32; 19:18; 20:4; Éxodo 4:10,13; 5:22; 15:17; 34:9; Números 14:17. Elohim fue tratado del mismo modo y, por lo tanto, la lista requiere expansión. Las tres entidades que se aparecieron ante Abraham fueron nombradas como YHVH, sin distinción, y los dos ángeles en Génesis 19 que destruyeron Sodoma se los llamó YHVH, ambos conjuntamente y sin distinción, lo que es probablemente la razón por la cual los Sopherim hicieron el cambio. La destrucción de Sodoma fue hecha por elohim (Gén. 19:29). Así, el título Yahovah o YHVH es aplicado en una estructura jerárquica desde YHVH de los ejércitos, Dios Altísimo o Eloah al Elohim de Israel que es un Dios subordinado, a los dos ángeles que estaban a su vez subordinados a ese Elohim. Así, el término es uno de autoridad delegada de Eloah. El elohim que era el Ángel de YHVH también se apareció ante Abimelec en Génesis 20:4 en ade. En Génesis 21:17-30, elohim es llamado el Ángel de elohim.

 

Abraham mismo fue llamado elohim en Génesis 23:6. Los términos son traducidos príncipe de Dios pero las palabras son DHS 5387 nâsîy', uno enaltecido, como un rey o jeque y DHS 430 elohim, por lo tanto, rey o príncipe elohim.

 

Génesis 23:6 Óyenos, señor nuestro. Tú eres un príncipe de Dios entre nosotros; sepulta a tu muerta en lo mejor de nuestros sepulcros, pues ninguno de nosotros te negará su sepulcro ni te impedirá que entierres a tu muerta. (RV)

 

Las palabras traducidas príncipe de Dios, en realidad, son príncipe de los elohim. Esto es algo engorroso para los trinitarios y el judaísmo moderno, así es que ambos lo traducen como príncipe poderoso o de Dios. Por lo tanto, Abraham y Moisés fueron ambos llamados elohim en la Biblia.

 

El Ángel de YHVH fue llamado elohim, Yahovah, y El Ángel de Yahovah en el sacrificio de Isaac, en Génesis 22:11-12 (vea La Biblia Interlineal). Este ser subordinado no era omnisciente. Él apareció en Génesis 24:7,30-44,48 y claramente no era Eloah.

 

El Ángel de YHVH se reveló a sí mismo a Jacob como El BethEl o el Dios (El) de la Casa de Dios (Gén. 28:21-22), por lo tanto, el sumo sacerdote de la casa de Dios. Este YHVH, el Elohim de los Patriarcas y “El” de la casa de Dios, más tarde se identifica a sí mismo como el Ángel de HaElohim o El Dios(es) (Gén. 31:11-13). Este elohim instruye a Jacob (Gén. 35:1-13). Génesis 35:11 en ade. usa a AbiEl o Dios es Mi Padre. El término Elohim Abi El Shaddai también tiene el significado de Dios Quien Adora al Dios Todopoderoso (vea a Dios Revelado)[God Revealed Chapter 1 Ancient Monotheism (No. G1)]. Este Ángel era el Peniel o La Faz de Dios (Gén. 32:24-30). Oseas identifica a este Ángel como elohim (Oseas 12:2-9). Este Ángel, uno de los elohim, era el Elohim (o Capitán) del ejército (Elohi Ha Tseba'avch), equivocadamente llamado Dios de los ejércitos (suprimiendo la referencia a El).

 

Él fue un 'ach elohim o el Hermano Elohim denotando una relación familiar más amplia de los elohim. Amós 9:5 también tiene un significado similar que es acorde con Josué 5:15. Este Ángel era el Comandante del Ejército o Capitán del Ejército de Dios. Jehová es Su Memorial es aparentemente otro término para designar al Ángel. El concepto de sello o marca es probablemente el significado de Éxodo 3:15 (Mi Nombre es Mi Memorial). Jacob consideraba a este elohim como el Ángel de Redención (Gén. 8:15-16).

 

Este Ángel de YHVH le dirigió la palabra a Moisés en el Monte Del Dios(es) (HaElohim) y se identificó a sí mismo como el Elohi de Abraham, Isaac y Jacob (Éxodo 3:1-6,10-12). Él se distingue de, y es un mensajero para, Eloah, el Dios de los Ejércitos o Dios Altísimo. Este ser era el Ángel en la Nube en el Éxodo (Éx. 13:21; 14:19 (observe la identificación intercambiable)), quien era el YHVH que hizo volver las aguas del mar (Éx. 14:21), el YHVH en la Columna de Fuego y Nube (Éx. 14:24). Él así tiene títulos intercambiables. Fue él que le proporcionó la ley a Moisés y estableció los setenta ancianos de Israel (Éx. 24:9-18). Deuteronomio 5:30-33 identifica a esta entidad como YHVH y él es un mensajero de YHVH de los Ejércitos, a quien Cristo dice, nadie ha visto y ni oído su voz jamás (Juan 5:37; 6:46). Se entendía que este Ángel era la Presencia de Dios y, por lo tanto, el Ángel de la Presencia. Él es un Dios subordinado designado como Elohi de Israel por su Dios por encima de sus compañeros (Salmo 45:6-7; Vea también Hebreos 1:5-13; Romanos 15:6; Efesios 1 al 3). El YHVH envió a este Ángel a sacar a Israel de Egipto (Números 20:16) y desterrar a los habitantes de Canaán (Éx. 33:2-3). Este Ángel fue el YHVH que le habló a Moisés cara a cara (Éx. 33:11) y Moisés no diferenció entre ellos en forma significativa alguna (Éx. 33:12-17). Así, se sostenía que la presencia de Dios estaba en el Ángel que era Su cara o personaje, que es la palabra latina para cara o máscara y de la cual se deriva la palabra persona, la cual es incorrectamente aplicada y confinada en la Trinidad.

 

Este Ángel de YHVH permaneció con Israel durante el período de los Jueces y al que se refería como YHVH (vea a Jueces 6:11 en ade.). El Ángel era llamado Adonai (v. 13), y YHVH (v. 15) (alterado por los Sopherim), y el Ángel de Elohim (v. 20). Este Ángel también es nombrado como YHVH Shalom o Él Causa la Paz, por lo tanto, él es el Príncipe de Paz, un título del Mesías. Gedeón rezó y sacrificó Al Dios y no a este elohim (Jueces 6:36), aunque este elohim facultó al Espíritu del Señor para que entrara en Gedeón (Jueces 6:34).

 

El Ángel se apareció ante los padres de Sansón y él fue llamado elohim (Jueces 13:19-20). El Ángel declaró su nombre como pel'iy (Jueces 2:18), aproximadamente maravilloso, el cual es un título del Mesías (de Isaías 9:6). El Ángel aparece en los días de los Reyes (2Sam. 24:16, 1Crón. 21:12-30). Este Ángel es un mediador entre el cielo y la tierra, según 1Crónicas 21:16. El Ángel de YHVH fue el YHVH que habló a través del profeta Gad (v. 18). La versión en Samuel demuestra que dos YHVHs están involucrados – el Ángel de YHVH y el YHVH para quien el sacrificio está siendo hecho. Por lo tanto, YHVH comanda al Ángel (1Crón. 21:27). David estaba motivado por temor al Ángel de YHVH y, por lo tanto, trasladó el Templo o Casa Del Dios (1Crón. 22:3).

 

El Ángel de YHVH se apareció ante Elías y fue llamado YHVH (1Reyes 19:5-12). Él habló condenando al rey en 2Reyes 1:3. Él habló por YHVH, en 2Reyes 1:15, que es identificado como YHVH de los Ejércitos, en 2Reyes 19:31-32; 2Crónicas 32:31; Isaías 37:36 identifica al Ángel como Elohi de Israel. Este Ángel de YHVH, el Dios intermediario de Israel, es el protector de Israel (Salmo 34:7).

 

Las formas deferentes de referirse a Yahovah y a su Superior, Yahovah de los Ejércitos, se encuentran en Ezequiel (vea también a DHS 3068, 3069). Yahovah se refirió a Yahovah de los Ejércitos como Yahovih (p.ej. Ezequiel 16:36; 31:10,15; 36:5; 38:10,14; 39:8; Etc.). El dabar Yahovah o palabra de Yahovah es dado normalmente en Ezequiel. Ezequiel 31:1 en ade. se refiere al Jardín del Dios(es) (HaElohim). Adonai Yahovih es usado para esta profecía en Ezequiel 29:8, así insinuando una distinción entre la Palabra de Dios y el uso de Adonai Yahovih. El concepto hebreo así evoluciona de la Memra que fue traducida como logos en el Nuevo Testamento griego.

 

El Ángel o Palabra de Dios, como la Memra, - se entiende - es el Mesías. Zacarías 3:1-9 muestra al Ángel como Juez y es identificado como YHVH y el Ángel de YHVH. Satán está como acusador. El Ángel tiene el poder de juicio y es así el juez justo de los Testamentos y el Elohim de Salmo 82:1 que está en la Congregación de los “El” y juzga entre los elohim. La referencia se extiende hasta abarcar al siervo de YHVH, la Vara. Salmo 110:4 prolonga el sacerdocio desde el Aarónico al de Melquisedec a través de esta entidad. Los RMM demuestran que el judaísmo esperaba un Mesías de dos advenimientos (véale a G Vermes, The Dead Sea Scrolls in English (Los Rollos del Mar Muerto en inglés), esp. Antología Mesianica y la traducción de los trece fragmentos de la caverna XI).

 

El linaje del Mesías fue de Natan y de Leví (vea a Zacarías 12:10; por lo tanto, Lucas 3). La Antología Mesiánica llama la atención sobre las promesas hechas a Leví en Deuteronomio 33:8-11 y 5:28-29. El texto identifica al profeta de Deuteronomio 18:18-19 como una referencia al Mesías, como también Números 24:15-17. El Mesías de Aarón y el Mesías de Israel eran la misma persona, según el Reinado de Damasco (VII) y el fragmento inédito en la caverna IV (Vermes, p. 49). Las traducciones de Qumran se refieren a Melquisedec como Elohim y El. Esto surge del sentido del juicio final dirigido por el sacerdote Mesiánico y el sacerdocio. Isaías 52:7 usa elohim en el contexto del advenimiento Mesiánico a Sión (vea a Hebreos 12:22-23). Se lo consideraba identificado con el arcángel Miguel y estaba a la cabeza de los Hijos del Cielo o Dioses de Justicia. Así algunas sectas judías identificaban al Mesías como Miguel (de Dan. 12:1). Ésta fue la vieja doctrina adventista hasta 1931.

 

También se asumía que el Mesías era Melquisedec. Ambas suposiciones son erradas. Melquisedec significa Mi Rey es Rectitud o Mi Rey es Justicia (siendo justicia y rectitud sinónimas, ver Vermes, los Rollos del Mar Muerto en inglés). Si Melquisedec fuese el Mesías, entonces habría un serio problema con la encarnación y el sacrificio. La suposición Cristiana de que Melquisedec es el Mesías estriba en una mala comprensión de los textos en Hebreos 7:3. Los términos sin padre, madre ni genealogía (apator, etc.) se refieren al requisito de poseer linaje Aarónico registrado (Nehemías 7:64) para el sacerdocio Levítico. El término comienzo de días y fin de vida se refiere al requisito de comenzar el sacerdocio a los treinta años de edad y cesar a los cincuenta años (Números 4:47). El sumo sacerdote asumía en el día de la muerte de su predecesor. Melquisedec no tiene tal requisito. Hebreos consigna que él fue un hombre (Hebreos 7:4). Él fue hecho como el Hijo de Dios (Heb. 7:3) pero él no era el Hijo de Dios, quien fue otro sacerdote (Heb. 7:11).

 

Así, todos los elegidos pueden participar del sacerdocio, haciéndose como el Hijo de Dios, independientemente de linaje y edad, continuando a perpetuidad. En cuanto a quién Melquisedec fuera, sólo podemos suponer (ver el artículo Melquisedec [128]). Los essenios, como también algunos fundamentalistas modernos, construyeron mal el texto Mesiánico. Hebreos parece haber estado escrito a fin de corregir este error pero el escrito mismo ha sido erróneamente construido. El Midrash opina que él fue Sem (Rashi) siendo rey (melek) sobre un lugar justo (tsedek) (Abraham ibn Esdras y Nachmanides). Este lugar estaba donde el Templo sería construido para la Presencia Sagrada, el cual el Midrash aplica a Jerusalén como un todo, del texto Justicia habitó en ella (Isaías 1:21) (ibn Esdras y Nachmanides, ver Soncino, n. Gén. 14:18).

 

Pero más importante aún, el concepto de un Concilio de Elohim era absoluto y es innegable como el significado correctamente entendido de los textos del Antiguo Testamento involucrando a los elohim. Por un lado, la estructura subordinada de los Elohim es comprendida, pero incomprendida en relación con Miguel y Melquisedec.

 

YHVH Sabaoth o YHVH de los Ejércitos es el nombre de Dios (de Isaías 51:15; 54:5; Jer. 10:16; 32:35 en ade.; Amós 4:13; 5:27) quien es Eloah. Este ser tiene a un Hijo, quizá de la lectura del texto en 1Crónicas 22:11 (en vez de hayah DHS 1691), como el Hijo de Yehi Yahovah. Ciertamente Eloah tiene un hijo, según Proverbios 30:4-5. Así, el Hijo de Eloah parece ser el Elohi de Israel, pero no es el objeto de oración y sacrificio.

 

Este Elohim, ungido por su Dios, poseyendo un trono de los elohim (Salmo 45:6-7) está luego en la Asamblea de los El y juzga en medio de los Elohim (Salmo 82:1). Por lo tanto:

(Salmo 82:8) ¡Levántate, Dios (Elohim), juzga la tierra, porque tú heredarás todas las naciones!

 

El resultado final de esta actividad del Ángel de YHVH, como Elohim, se extiende al grupo familiar de David en el Antiguo Testamento. Es por lo tanto absolutamente seguro que, según el Antiguo Testamento, el destino de los elegidos sería convertirse, como grupo familiar de David, como Rey de Israel, en elohim, como el Ángel de YHVH a su cabeza.

Zacarías 12:8 En aquel día Jehová defenderá al habitante de Jerusalén; el que entre ellos sea débil, en aquel tiempo será como David, y la casa de David será como Dios, como el ángel de Jehová que va delante de ellos. (RV)

 

El término delante de ellos es traducido a otro sitio como a su cabeza. Así el Ángel de YHVH era el elohim a la cabeza del grupo familiar de Israel. Este ser sólo puede ser el Mesías.

 

El Antiguo Testamento así mira hacia un avance en el estatus de Israel. El grupo familiar del rey es promovido a la posición de elohim gobernando desde Jerusalén entre las naciones. Vemos que este concepto no es físico y no se desarrolla en el Nuevo Testamento.

 

El Nuevo Testamento (Hechos 7:38) confirma que fue un Ángel que apareció en el Sinaí y que habló con Moisés y quien le dio la ley (Hechos 7:35) y identifica a Jesucristo como este Ángel del Antiguo Testamento. Más aún, el Nuevo Testamento (Heb. 1:8-9, citando el Salmo 45:6-7) demuestra inequívocamente la obediencia y subordinación de Cristo.

 

La palabra singular o nombre aplicado a Dios Altísimo, según podemos observar, es la palabra singular Eloah. Se aplica a Dios el Padre y nunca es usada para referirse a Cristo. El término genérico que es usado para referirse al orden extendido de la Hueste que opera bajo la autoridad de Dios es Elohim.

 

Los Elohim actúan tanto como un Concilio entre la Hueste como para el género humano. La posición según afirman los trinitarios que el Concilio es él de los magistrados en Jerusalén es una presunción derivada de los comentarios en Éxodo. Era la comprensión aceptada del primer siglo que el rango de Elohim o Theoi se prolongaba al género humano y, por lo tanto, se entendía estaba extendida a Moisés, tanto por referencia a Philo como a Josefo. La postura Cristiana era la indicada por Ireneo. Esto es bien comprendido por eruditos modernos. Por ejemplo, Gregg y Groh se refieren a Ireneo quien dijo:

No hay ninguno otro llamado Dios por las Escrituras Sagradas excepto el Padre de todos y el Hijo, y los que poseen la adopción (Early Arianism - A View of Salvation (Arrianismo temprano – Una visión de la Salvación), Fortress Press, Filadelfia, 1981, p. 68).

 

Ireneo usó el término griego theoi que era el equivalente del elohim hebreo. La suposición moderna es que, por esta declaración, el Ejército angelical no estaba incluido en este término.

 

A saber, se sostiene que eran inferiores al género humano (de un malentendido de 1Cor. 6:3 que guarda enteramente relación con la Hueste caída) o no tenían adopción, la cual para ellos era innecesaria. Según la visión de los teólogos antiguos, la Hueste caída tendría el poder de arrepentirse (esto se desarrolla más ampliamente en Dios Revelado).

 

La investigación moderna demuestra que el judaísmo reconocía una dualidad en la Divinidad – a saber un Dios supremo y un Dios subordinado hasta la Edad Media (ver Peter Hayman, ¿Monotheism: A Misused Word In Jewish Studies? (Monoteísmo: Una Palabra Usada Indebidamente en los Estudios Judíos), JJS 42 (1991), 1-15; Margaret Barker, The Great Angel: A Study of Israel’s Second God (El Gran Ángel: Un Estudio del Dios Secundario de Israel), SPCK, Londres, 1992; Y también Hurtado, One God, One Lord: Early Christian Devotion and Ancient Jewish Monotheism (Un Dios, Un Señor: Devoción Cristiana Primitiva y Monoteísmo Judío Antiguo), Fortress / SCM; Su artículo en Dictionary of Jesus and the Gospels (Diccionario de Jesús y los Evangelios) (eds. Green McKnight y Marshall, Inter-Varsity Press, 1992); Y su inédito What do we mean by "First-Century Monotheism"? (¿Que queremos significar con "Monoteísmo del Siglo-Uno "? (Estudio de investigación de la universidad de Manitoba). El Theological Wordbook of the Old Testament (Léxico Teológico del Antiguo Testamento) (93c) rechaza que el origen de Elah, el nombre arameo bíblico para Dios, ha derivado de dos Dioses, El y Ah (Ahyeh acortado o "yo seré", como sugiere Feigin (JNES 3:259)). No hay duda que la entidad Eloah es el Dios Altísimo y que la dualidad de las deidades israelitas involucra directamente formas superior y subordinada.

 

Cuando la referencia es al Dios Altísimo, éste es diferenciado del YHVH subordinado por el epíteto YHVH de los Ejércitos, o el Elyon, la designación Altísimo. La exposición del desarrollo del concepto de Dios está hecha por Smith (loc. cit.). Él sostiene que el Dios original de Israel era “El”. Esto es así porque “El” no es un nombre Yahwistico. Por lo tanto, “El” fue el principal Dios original del grupo denominado Israel. Smith encuentra soporte de Génesis 49:24-25 que presenta los nombres “El” separados de la mención de YHVH en el versículo 18. También, Deuteronomio 32:8-9 esboza a YHVH como uno de los hijos de “El”, aquí llamado Elyon.

Cuando El Altísimo (elyon) dio a las naciones su herencia, cuando (É) l separó a la humanidad, (É) l arregló los linderos de los pueblos de acuerdo al número de seres divinos. Pues la porción de Yahvé es su pueblo, Jacob su herencia adjudicada (Smith, p. 7).

 

La Soncino traduce el texto Masoreta (TM) como según el número de los hijos de Israel. Así, el nexo es confinado a las doce tribus y los territorios cananeos, pero sólo por rabí Rashbam.

 

El TM dice bene yisrael donde la Septuaginta (LXX) dice aggelon theou y el Qumran dice bny 'ilhym [o bene eliym] (ref. Smith, n. 37, notando también a Meyer, y Skehan BASOR 136 (1954):12-15 (ref. la primera epístola de Clemente, usa aggelon theou), y el texto de Ben Sira 17:17, reflejando el exégesis posterior de Deut. 32:8, implica un gobernante divino para cada nación). Así los textos más antiguos apoyan lo dicho anteriormente y el Masoreta parece haber sido alterado en alguna fecha posterior. La RSV adopta esta visión y traduce los textos como Hijos de Dios.

 

La asignación de las naciones según el número de los Hijos de Dios o los Elohim / eliym demuestra aún más el orden extendido. En lugar de sostener el argumento de una estructura en desarrollo, más bien apoya una estructura extendida disfrazada por el judaísmo farisaico y tal disfraz sostenido, sin argumento serio en contra, por los trinitarios.

 

Smith mismo dice:

Así como hay poca prueba, en la era de los jueces, para “El” como un Dios israelita separado, del mismo modo Asera, como una diosa separada israelita en este período, es pobremente atestiguada. Los argumentos... descansan en Jueces 6 donde ella es mencionada con Baal.

 

La comprensión regional como una estructura extendida de los elim. no es apreciada en su totalidad por los eruditos. La teoría sincrética de integración se usa para explicar los titulos varios y las jerarquías. Sin embargo, esto no era tan confuso entre las naciones como algunos eruditos nos quisieran hacer creer. La sugerencia de que los elegidos serían elohim es aceptada como un hecho en la Épica de Gilgamesh donde Noé (Uta-Napishtim) es hecho uno de los elim. o elohim (ver New Larousse Encyclopedia of Mythology (Nueva Enciclopedia Larousse de Mitología), Cáp. Mitología asiría-babilónica, Hamlyn, 1984, p. 63).

 

El así llamado Yahvé (o más correctamente Yahovah), al referido anteriormente en Deuteronomio 32:8-9, es el Yahovah subordinado de Israel a quien le fue asignado Israel, como la nación crucial de la restauración. La asignación de las naciones según el número de seres divinos aquí se extiende más allá de los treinta, ya que se entendía que había setenta naciones o lenguas. Así, se puede deducir que setenta elohim divinos comprendían la totalidad del Concilio de los Elohim.

 

El sanedrín o Concilio de Ancianos establecido en Sinaí era un prototipo del orden extendido. Que los guardianes nacionales o elim. resistieron a Dios y al YHVH de Israel es notado en Daniel 10:13 (ref. Deut. 32:18). Así, el Concilio extendido debe haber tenido un número significativo de Elohim que se rebeló. Estas entidades deben ser reemplazadas de las filas de los elegidos comenzando desde la primera resurrección.

 

Harvey (en Jesus and the Constraints of History (Jesús y las Restricciones de la Historia), en Cap. The Constraint of Monotheism (La Restricción del Monoteísmo), Westminster Press, Filadelfia, 1982) observa que se usa el honorífico para describir figuras aparte de Dios. Moisés es referido como "divino". En Josefo (Antiquities of the Jews (Antigüedades de los judíos) 3:180; 8:34,187; 10:35), él es llamado como Theios y también en Philo (p.ej. Vita Moses (El Pequeño Resumen Autobiográfico de Moisés) 1:158). Harvey considera que la referencia a Moisés como divino sea un fenómeno lingüístico que no cualifica la divinidad única Dios

 

Sin embargo, ninguno de los comentaristas parece darse cuenta de que fue Dios quien hizo de Moisés un Elohim y le puso como Elohim para Egipto haciendo a Aarón su profeta. Estos términos son usados sólo para la agencia divina pero es demostrado que la delegación no es sólo de Dios Altísimo al Ángel de la Presencia sino que continúa a Moisés quien es la primera prueba bíblica específica que tenemos de que la jerarquía de Elohim fue extendida al género humano y por orden directa de Dios (vea a Éx. 4:16; 7:1). Si el rango Elohim no pudo ser delegado por orden de Eloah, entonces Dios Mismo habría forzado a Faraón al quebrantamiento del primer mandamiento haciendo de Moisés un Elohim para Faraón. Es decir, Faraón habría tenido a otro Elohim antes de Dios.

 

Sin embargo, el mandamiento claramente no quiere decir eso. Con la nominación, Dios demostraba que el término antes o al lado de significaba específicamente en lugar de, o sin delegación ni por autoridad de. Por lo tanto, Dios podía nominar al Elohim subordinado de Israel en Salmo 45:7 sin afectar el sentido y la autoridad del primer mandamiento. El uso del término Elohim por delegación para los magistrados, como los jueces en Jerusalén, se sostiene que implica que el término como Dios, por consiguiente, no se extiende más allá de tres hipóstasis en realidad. Un razonamiento tan absurdo parece poner al revés el pensamiento involucrado en el Antiguo Testamento.

 

El término Elohim fue aplicado tanto al Ejército angelical como a los que ejercían la autoridad en el sacerdocio, específicamente Moisés, para demostrar que la jerarquía Elohim, y la unidad de Dios y Su naturaleza, se extenderían hasta abarcar al género humano. Si lo inverso fuese el caso, entonces el sacerdocio estaría embarcado en blasfemia en forma continua.

 

El término elohim es una palabra plural que se usa para referirse al Ejército angelical, o a Dios actuando a través o con el Ejército angelical. Esto por sí mismo demuestra que el término elohim es un término plural que extiende el concepto, y la autoridad, de Dios a una estructura subordinada. En Génesis 35:7, el término elohim tiene un verbo plural pero es traducido Dios se le había manifestado en vez de los Dioses se le habían manifestados. La Soncino nota que:

Elohim que describe a Dios bajo el aspecto de Señoría, puede ser usado en el plural; pero ninguna otra palabra cuyo significado es Dios es utilizada así jamás.

 

La Soncino procede notando que la autoridad rabínica Abraham ibn Esdras entendió que este texto se refería a los ángeles. Este texto puede ser desarrollado para demostrar que se refería al Ángel de la Presencia o el Mesías. El aspecto significativo es que la lógica del uso de elohim aquí - se admite - se extiende hasta el Ejército celestial. Así, el concepto de la extensión de la aptitud de ser elohim para la Hueste era sustentado dentro del judaísmo. Bíblicamente, la extensión a los elegidos comenzó al menos ya en Moisés.

 

La referencia a Isaías 44:8, como una demostración de que YHVH es un Elohim, que es ofrecida por los trinitarios, es sencillamente falsa. Isaías 44:6-8 afirma:

Así dice Jehovah, el Rey de Israel, y su Redentor, Jehovah de los Ejércitos: Yo soy el Primero y yo soy el Último; ¿Y no hay Dios excepto Yo?... ¿Hay un Dios junto a mí? No, no hay ninguno. No he conocido una roca. (Interlineal)

 

Se afirma que Yahovah (o incorrectamente Jehovah) es uno aquí, pero el texto de hecho es sobre dos entidades, Yahovah Rey de Israel y Yahovah de los Ejércitos. Yahovah Rey de Israel habla de Yahovah de los Ejércitos. Green ha traducido el texto insertando y con su Redentor para hacer aparentar que ambos son referidos como a uno. De modo semejante, él ha traducido la palabra biladay (DHS 1107) como excepto en Isaías 44:6 y como junto a en Isaías 44:8. Sin embargo, el sentido de sin o junto a es lo que se ha dado a entender aquí.

 

Isaías 44:8 identifica claramente la entidad de la que habla, a saber YHVH de los Ejércitos, como Eloah. Eloah es una palabra singular que se refiere sólo a Dios el Padre o el Dios de los Ejércitos. De Proverbio 30:4-5, se sabe que este Eloah es Dios el Padre y Él tiene un Hijo predicado a Él en Su relación con Israel en el Antiguo Testamento. El Judaísmo, el Islam y el Cristianismo bíblico adoran a esta entidad como el Único Dios Supremo. El Yahovah de Israel es identificado, arriba, como el Ángel de la Presencia, que es el Mesías. El texto demuestra que hay dos YHVHs aquí, el subordinado YHVH de Israel proclamando la ascendencia de YHVH de los Ejércitos. Este YHVH de los Ejércitos es Eloah y junto a quien, y ciertamente sin quien, no hay Elohim. Este concepto forma la base del primer mandamiento. Así, el YHVH de Israel aquí está separado y subordinado.

 

El Dios subordinado de Israel, el Ángel de YHVH que es el Mesías, es el sumo sacerdote de la casa o templo de Dios. Él es el “El Bethel”. En Hebreos se menciona su designación directamente de Salmo 45:6-7. No hay duda que este elohim fue ungido y señalado sobre sus pares (metoxous) o compañeros (Hebreos 1:9) en el Concilio. El Concilio de los Elohim que él dirige como sumo sacerdote está reflejado en la organización del Templo, ya que el Templo de Sión es un ejemplo y sombra de la estructura celestial (Hebreos. 8:5). El sumo sacerdocio del Templo consta de veinticuatro sumos sacerdotes divisionales y un sumo sacerdote central. La organización está reflejada en el Concilio de Ancianos en Apocalipsis 4 y 5. Este Concilio de los elohim Ancianos es al que se hace referencia a todo lo largo de la cosmología del Oriente Medio, desde Sumeria hasta Egipto, demostrando que la estructura bíblica era ampliamente conocida (ver también Eliade, Gods, Goddesses and Myths of Creation (Dioses, Diosas y Mitos de la Creación), Harper y Row, Nueva York, 1974, p. 21-25).

 

Salmo 9:5-8 se refiere a YHVH que es fiel en la asamblea de los santos (la multitud). Él es el supremo de los Hijos del poderoso (o los Elim, como plural, del El, o sea los Dioses). “El” es de ser grandemente temido en la congregación (el concejo o asamblea interior) de los santos (qadoshim o santos). Yahovah, Dios de los Ejércitos, es la entidad descrita como rodeada por la fidelidad. Apocalipsis 4 y 5 demuestran que este grupo contaba con treinta entidades incluyendo a los cuatro querubines o criaturas vivientes. Así, treinta piezas de plata (también el precio de un esclavo) fueron requeridas para la traición de Cristo (Mateo 27:3,9 Zacarías 11:12-13), pues fue una ofensa contra toda la Divinidad. Los Ancianos están encargados de monitorear las oraciones de los santos (Apo. 5:8) y Cristo es su sumo sacerdote, el miembro de entre ellos que fue hallado digno de abrir el rollo del plan de Dios, habiendo rescatado hombres y hecho de ellos un reino y sacerdotes para nuestro Dios, o sea el Dios del Concilio y de Cristo (Apo. 5:9-10).

 

El rescate de hombres es parte de una restauración del tiempo del fin que ocurre en la segunda llegada del Mesías, como Rey de Israel; siendo comprendida Su primera llegada como el Mesías de Aarón. Este primer advenimiento Mesiánico era para la expiación del pecado y el establecimiento del sacerdocio de Melquisedec. Se entendía que la restauración del tiempo del fin sería una extensión de los elohim, como descripta en Zacarías 12:8. En la restauración de los últimos días cuando el Mesías retorne a Sión, según se entiende por Hebreos 12:22-23, la secuencia del advenimiento involucraría la defensa de Jerusalén y el fortalecimiento de los habitantes físicos de la ciudad para el reinado milenario. Pero como hemos notado arriba, Zacarías procede a indicar:

Y él que es débil entre ellos en ese día será como David; Y la Casa de David será como Dios (elohim), como el Ángel de YHVH al frente de ellos (énfasis añadido).

 

El significado aquí es que a Zacarías le fue dado entender que el Ángel de YHVH era un elohim y que el grupo familiar de David (quien había estado por largo tiempo muerto) consistiría de los que serían ellos mismos elohim, como parte del grupo familiar de David. Zacarías escribió al final del período bíblico, como uno de los últimos libros en ser escrito (supuestamente alrededor de 413-410 AEC, Apé. 77 de la Biblia Companion refiere). Así, la comprensión de la secuencia no fue alterada durante la recopilación del texto. Por los RMM / Ugaritico / Nag Hammadi, sabemos que la comprensión estaba intacta en el tiempo de Cristo.

 

La iglesia adoptó una forma de Trinitarianismo que primordialmente buscaba negar lo antedicho. Es seriamente incoherente y nada bíblico. En resumen, la forma temprana de Trinitarianismo fue inicialmente desarrollada por Orígenes en Alejandría para combatir la tal llamada visión gnóstica de un concilio celestial de los elohim a la cual adhería la iglesia primitiva. Cristo era un Dios subordinado designado por su Dios (Salmo 45:7 (usando a Eloheik) y Hebreos 1:9), quien era Eloah o Theon o ho Theos (como El Dios) en griego (Juan 1:1,18). Orígenes usó el concepto estoico de las hipóstasis que es un sinónimo (como es el ousia platónico), que quiere decir existencia real o esencia, lo que una cosa es. Pero Orígenes le da el sentido de subsistencia individual, por tanto, existente individualmente. Así, Orígenes desarrolló una jerarquía cerrada de sólo tres elementos de la Divinidad. El Padre era el Dios supremo. Los otros dos elementos, el de Hijo y el de Espíritu Santo, eran creaciones del Padre como ktisma. Pero el esquema de Orígenes es un precursor del Trinitarianismo cuyo único propósito era limitar la extensión de la aptitud de ser elohim a sólo tres seres y niega tal aptitud a los elegidos y al Ejército divino.

 

Los griegos adoptaron el esquema de Orígenes en la última mitad del tercer siglo. Algunos, tales como Theognostus de la escuela catequista en Alejandría, enfatizaban el parentesco del Hijo con el Padre aunque el Hijo fuese una criatura con su actividad restringida a los seres racionales. Él también declaró que su sustancia u ousia (usando el término platónico en vez de hipóstasis) era derivada de la sustancia del Padre (ver Kelly, Early Church Doctrines (Doctrinas primitivas de la Iglesia), p. 133). Los otros enfatizaron su subordinación. Del artículo Los Orígenes de la Navidad e de las Pascuas Floridas [235], sabemos quehttp://www.logon.org/english/s/p235.html el dios Attis conllevaba ambos aspectos, él de padre e hijo. Esa es una estructura Modalista. Estos dos elementos dieron surgimiento al Trinitarianismo. El Trinitarianismo es el deseo de acomodar la estructura del culto al dios Attis y su Modalismo a la Cristiandad para satisfacer las objeciones filosóficas de sus seguidores.

 

El discípulo de Orígenes, Dionisio, Papa de Alejandría, por una irrupción del Sabelianismo en Pentápolis, Libia, a finales de los años cincuenta del tercer siglo, escribió refutando al Modalismo. Él propulsó al primer plano la distinción personal entre el Padre y el Hijo de Dios. Los Sabelianos tenían una de sus cartas a los obispos Amonio y Eufranor resaltando este aspecto, lo cual Kelly (p. 134) alega fue indiscreto. Los Sabelianos objetaban que los Origenistas estaban haciendo una división bien definida que equivalía a la separación entre Padre e Hijo. Esto fue opuesto y limitado por los Novacionistas en Roma quienes influenciaron al Obispo Dionisio, el Papa. Atanasio intentó (De sent Dion. 4) excusar a Dionisio de Alejandría un siglo más tarde pero Basilio (Ep. 9.2) sostuvo que él había ido al extremo opuesto en el celo anti-Sabeliano.

 

El término hipóstasis fue finalmente incorporado a la doctrina Católica dando como resultado los anatemas de los Concilios de Calcedonia y Constantinopla II. La estructura dio por resultado las declaraciones de la Monarquía y la Circumincesión. La declaración de que la Divinidad es distinta pero no separada es esencialmente una declaración de la Monarquía y la Circumincesión. Es filosóficamente absurda dadas las funciones del español. El uso de hipóstasis y ousia, como términos, parece intentar esconder la incoherencia. Los trinitarios sostienen que la Divinidad es de tres hipóstasis en una ousia usando los términos estoicos y platónicos para intentar una distinción.

 

La negativa del término Ser para Dios y Cristo efectivamente niega su existencia, lo cual es absurdo. Decir que Dios es Mente Universal (o Alma Universal) despersonaliza absolutamente a Dios y niega la realidad del Hijo de Dios excepto que la existencia del Hijo se declara nocionalmente como una hipóstasis. Es un juego de palabra que no le proporciona realidad al Salvador. Por otra parte, si se insistiese en la realidad del Hijo de Dios, entonces la doctrina es en esencia un insipiente quebrantamiento del primer mandamiento.

No tendrás otro elohim ante mí.

 

La entidad aquí es el YHVH Eloheik (YHVH Su Elohim) que es identificado en Salmo 45:7-8 como el Elohim que ungió al Elohi de Israel.

 

Al elevar a nuestro elohim intermediario, uno del Concilio (Salmo 89:7), al nivel de Eloah, Dios el Padre, estamos quebrantando el primer mandamiento. Éste es el pecado de Satanás que se declaró el “El” del Concilio de los Elohim (Ezequiel 28:2).

 

La doctrina de la Trinidad descansa en una serie de falsas premisas diseñadas para posibilitar un cambio de paradigma (ref. el artículo Binitarianismo y Trinitarianismo [076]). Éstas son:

·         Que elohim como la Divinidad se refiere sólo a dos entidades, no haciendo distinción entre Eloah y las entidades múltiples, incluyendo al Concilio y el Ejército (Dan. 7:9 en ade.)

 

·         Que estas dos entidades (y el Espíritu) son incapaces de separación de hecho o pensamiento y no son descriptibles como Seres propiamente.

 

·         Que la existencia pre-encarnada de Cristo no fue como el Ángel de YHVH.

 

·         Que Cristo era el único Hijo de Dios antes de la creación del mundo (vea Job 1:6; 38:7).

 

·         Que Cristo y Satanás eran los dos únicos Luceros de la Mañana (vea Job 38:7; Isaías 14:12; Apo. 2:28; 22:16).

 

·         Que Cristo es Dios de la misma forma que Dios es Dios (ver arriba) y no un Dios subordinado (Hebreos 1:9) enviado por el Señor de los Ejércitos (Zacarías 2:10-11). Por lo tanto, él es hecho un objeto de culto y oración contrario a Éxodo 34:14, Mateo 4:10, etc.).

 

·         Que Cristo fue el unigénito Hijo y no el único Dios e Hijo nacido (monogenes theos y uion) (Juan 1:18; 3:16; 1Juan 4:9; vea también a Lucas 7:12; 8:42; 9:38; Hebreos 11:17 para la comparación). Él fue el primer engendrado (prototokos) de toda la creación (Col. 1:15), por lo tanto, el comienzo de la creación de Dios (Apo. 3:14, no según la NIV).

 

·         Que Cristo tuvo existencia separada a su encarnación; por lo tanto, él pudo haber rezado a sí mismo como Dios. Una proposición tal, efectivamente niega la distinción entre Padre e Hijo y la totalidad de la resurrección. Es de anticristo (1Juan 2:22; 4:3; 2Juan 7).

 

·         Que Cristo y Dios fueron de la misma voluntad y que Cristo no estaba poseído de una voluntad separada, la cual subordinó a Dios a través de la obediencia voluntaria, en contra de Mateo 21:31; 26:39; Marcos 14:36; Juan 3:16; 4:34.

 

·         Que la naturaleza divina no admite ganancias o pérdidas en Cristo. Lógicamente, esto negaría la resurrección de los santos, según se explica en 1Corintios 15, y las promesas bíblicas a los elegidos. La Trinidad trata de afirmar que la naturaleza divina dada a los elegidos difiere de la forma en la cual es compartida por Cristo.

 

·         Que el Espíritu Santo es dado por medida fija, contrariamente a Juan 3:34 (RSV); Romanos 12:6.

 

·         Que Cristo no pudo haber pecado (de la premisa falsa, que la naturaleza divina no admite ganancias y pérdidas, en lugar de la omnisciencia de Dios, quien supo que Cristo no pecaría).

 

·         Que Cristo era consubstancial con Dios de manera tal que era igual y co-eterno con Dios, en contra de Filipenses 2:6 y 1Timoteo 6:16 que demuestran que sólo Dios es inmortal. La eternalidad de Cristo o vida aioonion (1Juan 1:2) y la de todos los seres, incluyendo a Cristo, se derivan de esa entidad. Tanto Cristo y los elegidos son del mismo origen (Hebreos 2:11 RSV) derivando su vida y eternalidad de la obediencia condicional al Padre (Juan 5:19-30), quien nos creó a todos nosotros (Mal. 2:10-15). Como el Padre tiene vida en Sí Mismo, así le ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo (Juan 5:26), y somos coherederos, siendo ordenados para tener vida en nosotros mismos por autoridad de Dios (vea el artículo Consubstancial con el Padre [081]).

 

·         Que los elegidos no son Hijos de Dios de la misma forma en que Cristo es un Hijo de Dios y, por lo tanto, no coherederos, contrario a Romanos 8:17; Gálatas 3:29; Tito 3:7; Hebreos 1:14; 6:17; 11:9; Santiago 2:5; 1Pedro 3:7.

 

·         Que el Dios Supremo bajó en carne y hueso y moró entre los hombres (resultado de las inserciones fraudulentas en 1Timoteo 3:16 en Códice A. Las inserciones falsas se retuvieron en la KJV y manipuladas en el preámbulo en la NIV). La aseveración de que el Supremo Dios bajó en carne y hueso es contraria a Juan 1:18 (y Juan 1:14 donde es el logos (o Memra) que se convirtió en carne) y los numerosos textos que alejan a Cristo del Único Dios Verdadero (Eloah o Theon u ho Theos como El Dios, quien es Dios el Padre), el Dios de Jesucristo (Juan 17:3, 20:17; 1Cor. 8:6; 2Cor. 1:3) quien se levanta en su nombre (Miqueas 5:4).

 

El concepto de cómo Dios es Uno no es comprendido por los trinitarios. El Shema (Deut. 6:4) se refiere a Yahovah Elohenu o Yahovah como un Dios. La entidad en Deuteronomio 6:5 es identificable como Dios Altísimo, el Dios que ungió a Cristo como Elohi de Israel en Salmo 45:7.

 

La unidad de Dios, necesaria para el Monoteísmo, es de un orden extendido, morando en unidad bajo una voluntad centralizada en acuerdo e interacción espiritual por medio del espíritu y poder de Dios (1Cor. 2:4-14), la cual a través Cristo es hacia Dios (2Cor. 3:3-4). La Trinidad niega la imprescindible unificación para el Monoteísmo y es lógicamente politeísta. Ocurre porque los gobernantes no entienden, siendo no espirituales (1Cor. 2:8,14).

 

El Dios que, en Proverbios 30:4, se declara que tiene un Hijo, es Eloah, según Proverbios 30:5. Los Hijos de Dios son por lo tanto conocidos en el Antiguo Testamento y, en particular, el Mesías es conocido. La comprensión del Padre por Cristo es consecuente con la revelación voluntaria del Padre de sí mismo (vea Apo. 1:1,6). Cristo no es omnisciente y nunca sostuvo serlo.

 

La Biblia sostiene que Dios es el Dios y Padre de Cristo (de Romanos 15:6; 2Cor. 1:3; 11:31; Efesios 1:3,17; Col. 1:3; Hebreos 1:1 y sig.; 1Pedro 1:3; 2Juan 3; Apo. 1:1,6; 15:3). Cristo deriva su vida, su poder y su autoridad por orden de Dios el Padre (Juan 10:17-18). Cristo subordina su voluntad a la de Dios, quien es el Padre (Mateo 21:31; 26:39; Marcos 14:36; Juan 3:16; 4:34). Dios le dio los elegidos a Cristo y Dios es más grande que Cristo (Juan 14:28) y más grande que todos (Juan 10:29). Así Dios envió a su único Hijo nacido (monogene) al mundo para que pudiésemos vivir a través de él (1Juan 4:9). Es Dios que honra a Cristo, siendo mayor (Juan 8:54).

 

Dios es la Roca (sur) como una Cantera o Montaña de la cual todos los demás son cortados, el pedernal de Josué 5:2, la causa principal y efectiva (Deut. 32:4, ver Maimonides Guide of the Perplexed (Guía de los Perplejos), Prensa de la Universidad de Chicago, 1965, Ca. 16, p. 42 y sig.). Dios es la Roca de Israel, la Roca de su salvación (Deut. 32:15), la Roca que los sustentó (Deut. 32:18,30-31). 1Samuel 2:2 demuestra que Nuestro Dios es nuestra Roca, una Roca eterna (Isaías 26:4). Es de esta Roca que todos los otros son tallados, como lo son todos los descendientes de Abraham en la fe (Isaías 51:1-2). El Mesías es cortado de esta Roca (Dan. 2:34,45) para subyugar a los imperios mundiales. Dios, no Pedro, ni Cristo, ni cualquier otro, es la Roca (o fundamento) sobre la cual Cristo construirá su Iglesia (Mateo 16:18) y sobre la cual él mismo descansa.

 

El Mesías es la piedra angular principal del Templo de Dios, del cual los elegidos son el Naos o el Lugar Santísimo, el repositorio del Espíritu Santo. Las piedras del Templo son todas cortadas de la Roca que es Dios, como fue Cristo, y dadas a Cristo, la roca espiritual (1Cor. 10:4), la roca de ofensa y la piedra de tropiezo (Rom. 9:33) para construir el Templo. Cristo construirá el Templo a fin de que Dios pueda ser todo, en todos (Efesios 4:6). Dios ha dado a Cristo para que sea todo y en todos (panta kai en pasin Col. 3:11), poniendo todas las cosas bajo sus pies (1Cor. 15:27), concediéndole ser la cabeza sobre todas las cosas para la Iglesia, que es su Cuerpo, la plenitud de Aquel que llena todo en todos (Efesios 1:22-23).

 

Cuando Dios puso todas las cosas bajo Cristo, es manifiesto que Dios es exceptuado, siendo Aquel que puso las cosas bajo los pies de Cristo (1Cor. 15:27). Cuando Cristo someta todas las cosas, luego Cristo mismo se sujetará a Dios quien puso todas las cosas bajo Cristo para que Dios sea todo en todos (panta en pasin 1Cor. 15:28, no según RSV). Por lo tanto, las doctrinas platónicas que buscan hacer uno de Dios y Cristo en la trinidad son disparates metafísicos que contradicen la Sagrada Escritura. Cristo estará sentado a la mano derecha de Dios, bajo la dirección de Dios (Hebreos 1:3,13; 8:1; 10:12; 12:2; 1Pedro 3:22) y compartirá el trono de Dios, como los elegidos compartirán el trono dado a Cristo (Apo. 3:21), lo cual es un trono de Dios (Salmo 45:6-7; Heb. 1:8 o Dios es tu Trono, traducido Tu trono Oh Dios, ver nota al pie en RSV).

 

Dios, quien envía, es mayor que él que es enviado (Juan 13:16), el sirviente no es mayor que su Señor (Juan 15:20). Es el máximo absurdo sugerir que un ser pueda ser un sacrificio para sí mismo. Tal acto, lógicamente, es suicidio, o dentro del Trinitarianismo, una mutilación parcial. Por lo tanto, la doctrina niega la resurrección, especialmente de 1Corintios 15.

 

Así, la distinción en la crucifixión y la resurrección es obligatoria y completa. La resurrección tuvo que ser en la carne involucrando la translación, como la Gavilla Mecida, de otra manera, no hay salvación y no hay cosecha continua. La preparación de Cristo para la ascensión hacia su Dios y nuestro Dios, quien es nuestro Padre (Juan 20:17), fue real y distintiva. Cristo logró su capacidad de ser Dios y logró la plenitud de la Divinidad físicamente de la operación del Espíritu Santo. Así, la doctrina de la cualidad de hijo desde el bautismo es verdadera y completa.

 

Habiendo establecido la posición bíblica en el tiempo de Cristo, podemos ver cómo estaba presente esta posición durante los siglos primero y segundo. De los textos de Justino Mártir e Ireneo disponibles para nosotros, se sabe que la Iglesia primitiva tuvo esta comprensión.

 

Justino Mártir manifiesta que Dios enseñó lo mismo mediante los profetas que mediante Moisés y esto se confirma arriba (ver Dialogue with Trypho (Dialogo con Trifono), Ca. XXVII, ANF, Vol. I, p. 207 en ade.). Justino enseñaba que Dios, como el comienzo, engendró de sí mismo un cierto poder racional, quien es llamado, por el Espíritu Santo: ya la Gloria del Señor, ya el Hijo, alguna vez Sabiduría, otra vez un Ángel, luego Dios (Theos), y luego Señor y Logos. Justino le identifica como el Captan del Ejército del Señor que se apareció ante Josué (ibid., LXI). Esta sección fue delineada por exposición de Proverbios 8:12 en ade. donde la Sabiduría es identificada como el Mesías, quien fue hecho por Dios. La voluntad de Dios era luego ejecutada por el Mesías. Justino sostiene que (ibid., LXII), en la creación, Dios departió con entidades numéricamente distintas de Él Mismo. Así, se considera que Moisés sostenía que la creación involucró al menos dos seres numéricamente diferentes el uno del otro. El Diteísmo intenta aislar estos dos y los trinitarios los mancomunan en tres hipóstasis indistintas. Los elohim eran de hecho más numerosos, según los otros textos a los que nos hemos referido arriba, esp. Salmo 45:6-7, que le atribuye pares o compañeros a Cristo.

 

Ireneo (c. 125-203) escribió sobre la cuestión de la extensión al género humano del término elohim (o theoi en griego). Ireneo es importante porque él fue instruido por Policarpo, el discípulo de Juan (ver a Butler, Lives of the Saints (Vidas de los Santos), Burns y Oates, UK, 1991, p. 56). Así, podemos estar completamente seguros de que la comprensión de Ireneo (exceptuando falsificación) se aproxima a la de la Iglesia primitiva. Él ciertamente apoyó a los Cuartodecimanos y medió en la controversia de la Pascua (Butler, ibid., p. 197), aunque él estaba aislado de Asia Menor, estando en Lyon. En su obra, Contra Herejías, él expuso el concepto de que los elegidos existirían como elohim.

 

Ireneo sostenía que los ángeles y el creador del mundo no ignoraban la existencia del Dios supremo, siendo que eran Su propiedad, y Sus criaturas y eran contenidos por Él (Li. II, Ca. VI, ANF, p. 365). Ireneo no se refería al creador del mundo, quien era Mesías, como el Dios Altísimo o el Todopoderoso (ibid., Ca. VI:2). De este trabajo, se muestra que los conceptos griegos del Demiurgo y la Pleroma habían invadido los conceptos de lo que es llamado Aeons y habían tratado de infundir los conceptos bíblicos con metafísicas griegas, así destruyéndolos. Los gnósticos fueron forzados a la clandestinidad, siendo parte de los Misterios, y finalmente se desarrollaron en la Trinidad. Esto se explica en otro sitio.

 

Ireneo (y Justino) impartían la enseñanza de que la resurrección sería física y, que luego, Dios convertiría los cuerpos a incorruptibles e inmortales. (ANF, Vol. I, p 403). Sostenían que Dios era el creador (ibid., p. 404) a distinción de Cristo que creó el mundo bajo este Dios (ibid., p. 405). Ireneo opinó que el Espíritu Santo había denominado a ambos el Padre y el Hijo de Dios (de Salmo 45:6-7) como Elohim o Theoi – el Padre nominando al Hijo.

 

Ireneo opinaba que el Salmo 82:1 se refería al Padre, al Hijo y a los elegidos (los de la adopción como la iglesia) cuando dijo:

Dios estaba en la Congregación de los dioses (theoi), él juzga entre los dioses (Adv. Her., Li., III, Ca. VI, ANF, Vol. I, p. 419).

 

Él no entendió por completo que la extensión de la hermandad de los elegidos se extendía a toda la Hueste que son hermanos en el Reino. La revelación fue dada a Juan estando exiliado en Patmos después de que él había entrenado a Policarpo. Apo. 12:10 declara que los ángeles son los hermanos de los elegidos. Apocalipsis 4 y 5 demuestran que los elegidos han sido rescatados al Concilio de Ancianos para convertirse en reyes y sacerdotes en la Hueste. Cristo dice que los elegidos serán como los ángeles (isaggelos de isos y aggelos (Lucas 20:36), lo que tiene el concepto de ser parte de ellos, como un orden). Cristo nos confiesa ante sus hermanos en el Ejército.

 

Ireneo opina que la Iglesia era la sinagoga de Dios, que el Hijo había recogido para sí mismo. Dios de dioses, en Salmo 50:1, se sostiene se refiere a Dios. Nuestro Mesías era el theos o Dios que vendrá abiertamente y no guardará silencio (Salmo 50:3) y quien se apareció ante los que no lo buscaron (Isaías 65:1). El nombre dioses, en Salmo 50:1, se refiere a los elegidos acerca de quienes Cristo se refirió, cuando él dijo:

Ustedes son dioses y todos hijos del Altísimo (Juan 10:34-35; Ref Salmo 82:6) (ibid.).

 

Es por lo tanto bastante erróneo que la Iglesia afirme a dos milenios de distancia que Cristo estaba usando un texto que se refería a los magistrados de Jerusalén cuando un discípulo de Policarpo sostenía que él se estaba refiriendo a los elegidos, como elohim. Ireneo sostenía que aquellos que creyeron en Cristo eran Hijos de Dios, como coherederos con Cristo y así elohim.

 

Ireneo también opinó que Cristo fue el Hijo de Dios de Yo soy lo Que Soy (YHVH) o, más correctamente, seré en lo que me convertiré (ref. Oxford RSV Anotada) (de Éx. 3:14). Así, su sustento del título era por delegación. Ireneo cita a Isaías del siguiente modo:

Yo también soy testigo (él declara) dijo el Señor Dios, y el Hijo que he escogido, para que ustedes sepan, y crean, y entiendan que Yo Soy (Isaías 43:10) (ibid.).

 

La Soncino traduce el texto:

Ustedes son mis testigos, dijo el Señor, Y Mi Siervo a quien he escogido; para que sepan y me crean y entiendan que yo soy Él; Antes de mí no hubo Dios (El) formado, Ni tampoco habrá después de Mí.

 

La cita de Ireneo, y la variante de la Soncino que más o menos confirma a Ireneo, demuestra que YO SOY se refiere a Dios que es el Padre. La referencia al siervo en la Soncino se ve por Ireneo que se refiere al Mesías. La Soncino trata de equiparar a Mi Servidor con los antiguos testigos, como Israel, aunque ninguna autoridad rabínica sea citada. Lo que es seguro es que este texto era considerado como un indicador de que solo Dios, y no el Mesías, era preexistente. Más aún, el Mesías es diferenciado de Dios

 

Ireneo demostró que su comprensión de Isaías 44:9 y Jeremías 10:11 en la cuestión de los ídolos era que los ídolos eran ídolos de demonios (Adv. Herejía, Li. III, Ca. VI, ANF, p. 419). Estos demonios fueron removidos de los theoi o elohim. Al referirse a Jeremías 10:11, Ireneo cita:

Los dioses que no han hecho los cielos y la tierra, dejadles perecer de la tierra que está bajo el cielo. Del hecho que él adjuntó su destrucción demuestra que no son dioses (elohim o theoi) en absoluto.

 

Así, los ídolos mismos eran mostrados para ser considerados, no como si fuesen simplemente ídolos, sino más bien, como la personificación del demonio que representaban (vea también a Libro III, cap. XII: 6, ibid., p. 432). Esto era como comprensión el estándar en todo el mundo antiguo. Así, la remoción de los demonios, su restricción y su posterior juicio los removió de la categoría de elohim. Ireneo muestra mediante la referencia a Éxodo 7:1 que Moisés por cierto había sido hecho un elohim para Faraón pero apropiadamente no es llamado Dios o Señor por los profetas. Sino que es, más bien, calificado por el Espíritu como Moisés, el sirviente y ministro fiel de Dios (Heb. 3:5; Núm. 12:7), lo cual es también cómo califica al Mesías en los textos. Por lo tanto, cada elohim es un sirviente subordinado de Eloah, el Elyon.

 

Ireneo (ibid., p. 421) manifestó que Cristo confesó a César como César y Dios como Dios, en Mateo 22:21 y también de Mateo 6:24, en servir a Dios y no a mamona. Así, Cristo se distanció a sí mismo del reclamo de ser El Dios (vea también ibid., p. 422).

 

Citando Filipenses 2:8, Ireneo muestra que la relación que Cristo tenía como Dios y Juez era derivada del Dios de todos porque él se hizo obediente hasta la muerte (ibid., Cap. XII: 8, p. 433). Ireneo cita Isaías 9:6 en la LXX manifestando que el Mesías era Emmanuel, el mensajero [o Ángel] del Gran Concilio del Padre (ibid., Cap. XVI: 3, p. 441). Mostró de ese modo que el Ángel del Gran Concilio del Antiguo Testamento (LXX) - se entendía - era Cristo.

 

Ireneo niega el concepto que el sufrimiento de Jesús pudiese ser separado del Mesías alegando que Cristo permaneció impasible. En otras palabras, él niega el intento de afirmar que el aspecto divino del Mesías pudiese ser separado del Jesús humano en la tierra. Esto se convirtió en una enseñanza de las sectas gnósticas tergiversando el evangelio de Marcos e ignorando otros. Ireneo también expone lo que se convirtió en la base de los errores de las sectas. Los Ebionitas usaron únicamente el evangelio de Mateo. Así, extrajeron conclusiones erróneas en la estimación de la posición de Cristo. Los Atanasios o trinitarios usaron el término Ebionita más tarde en un intento de confinar las doctrinas de subordinación y los subordinacionistas de cualquier persuasión a un linaje herético de los Ebionitas a las facciones involucradas en las disputas en Nicea, las cuales fueron etiquetadas como arrianas. Tales afirmaciones son falsas a partir de un examen de los escritores primitivos de la Iglesia que, antes de Nicea, eran subordinacionistas (ref. el artículo La Teología Primitiva de la Divinidad [127]).

 

Ireneo era enfático en cuanto a que había un sólo Dios o Padre, a saber Dios el Padre. El Mesías era Su hijo. Él dice que Marcion también mutiló el evangelio de Lucas para establecer su enseñanza. Los Valentinianos usaron a Juan en detrimento de los demás e incluyendo seudo evangelios. El hecho es que entonces, como ahora, las Sagradas Escrituras deben ser usadas en conjunto diligentemente y no selectivamente. Ireneo demuestra una comprensión avanzada de la naturaleza cuádruple de los evangelios y su significado en relación a los querubines (ibid., Li. III, Cap. XI: 8, p. 428-429).

 

Ireneo negó el concepto de que Jesús pudo haber sufrido y resucitado otra vez y que él que emprendió el vuelo a lo alto fue otro, permaneciendo impasible. Ireneo sostuvo que el Cristo que Dios prometió enviar, Él envió en Jesús, a quien crucificaron y que Dios levantó (ibid., Cap. XII: 2, 4,5, p. 430-431).

 

No hay confusión entre Dios y Cristo en la mente de este teólogo y él indica aquí, claramente, que los apóstoles no cambiaron de Dios sino que Cristo fue enviado por Dios. Ireneo dice:

Por este medio conoced el espíritu de Dios: Cada espíritu que confiese que Jesucristo vino en la carne es de Dios; Y cada espíritu que separe a Jesucristo no es de Dios pero es del anticristo (Cap. XVI: 8 citando a 1Juan 4:1,2. Nota: La Vulgata y Orígenes están de acuerdo con Ireneo. Tertuliano parece reconocer ambas lecturas. Sócrates dice (VII, 32. p. 381) que el pasaje ha sido corrompido por los que tienen el deseo de separar a la humanidad de Cristo de su divinidad. Policarpo (Ep., c, vii) parece estar de acuerdo con Ireneo y también Ignacio (Ep Smyr., c, v) (ver nota al pie de ANF, ibid., p. 443, citando también Burton, Ante-Nicene Testimonies to the Divinity of Christ (Testimonios ante-Nicenos sobre la Divinidad de Cristo).

 

Así, cualquier doctrina que busque separar a Cristo por la reubicación conjunta de las áreas tanto terrenal como la divina era comprendida por la Iglesia primitiva como la doctrina del anticristo. La alteración del texto parece haber sido hecha en el Este. Los textos de la Biblia están todavía sin corregir hasta el día de hoy.

 

Ireneo dice que el Espíritu de Dios descendió sobre Cristo como una paloma para que Isaías 11:2 fuese cumplido (Y el espíritu de Dios descansará sobre él) y también Isaías 61:1 (El Espíritu del Señor es sobre mí porque Él me ungió). Así Porque no sois vosotros los que habláis sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros (Mateo 10:20) (ibid., Cap. XVII: 1, p. 444). El Espíritu Santo por lo tanto se entendía era de Dios y no de Cristo sino más bien a través de Cristo, como explicado arriba.

 

Esto era a fin de que:

El Hijo de Dios, hecho el hijo del hombre, acostumbrándose en su compañerismo con Él a morar en la raza humana, descanse con seres humanos y more en la hechura de Dios, obrando la voluntad del Padre en ellos, y renovándolos de sus viejos hábitos en la novedad de Cristo (ibid.).

 

Ireneo enseñó que los elegidos se vestirían la inmortalidad a fin de que pudiesen recibir la adopción como Hijos (ibid., Cap. XIX: 1).

 

El Espíritu uniría a los elegidos a Dios, trayendo a tribus distantes a unidad, y ofreciendo al Padre los primeros frutos de todas las naciones (ibid., 2). Cristo era el instrumento de esta acción pero él no era el objeto de culto ni el arquitecto de su operación. Pero él era, no obstante, el Consejero Maravilloso y el Poderoso Dios del que se habla en Isaías 9:6, el Juez de Daniel 7:13 (ibid.).

 

Sin embargo, Cristo reconoció al Padre como su Dios, como hizo David citando el mismo Salmo 22:1 donde David dijo en primer lugar:

¿Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado?

 

Y Cristo afirmó nuevamente esto desde la cruz, tal como lo registra Mateo en 27:46 y Marcos en 15:34. Ambos textos se refieren a Eloah, el Dios Supremo y el Dios y Padre de Cristo. Las palabras usadas por Cristo son arameas – a saber, él supuestamente dijo:

Eli, Eli, la'ma sabach th'a'ni.

 

Ésta es una transliteración inglesa de una transliteración griega del arameo 'eli, 'eli lamah 'azabthani. La palabra para Dios es la aramea “El”, pero aquí el equivalente de Eloah, como Dios expresando Su voluntad y a Su hijo. No obstante, Cristo y los elegidos eran llamados Dios (elohim) por extensión.

 

Ireneo dice:

Hay ninguno otro designado Dios por las Escrituras Sagradas excepto el Padre de todo, y el Hijo de Dios y los que poseen la adopción (Adv. Her., Li. IV, Pref. 4, ANF, p. 463).

 

Aún más:

[Cap.] 1. Desde entonces, por consiguiente, esto es seguro y confirmado, que ningún otro Dios o Señor fue anunciado por el Espíritu, excepto aquel quien, como Dios, gobierna sobre todo, conjuntamente con Su Verbo, y los que reciben el espíritu de adopción [ver iii. 6,1], es decir, los que creen en el único Dios verdadero, y en Jesucristo, el Hijo de Dios; Y asimismo los apóstoles mismos no llamaron a nadie más como Dios, o nombran a ningún otro como Señor; Y, lo que es mucho más importante aún [ya que es cierto], que nuestro Señor [actuó del mismo modo], quien también nos ordenó que a nadie confesemos como Padre, excepto Él que está en los cielos, quien es el único Dios y el único Padre; ... (Ibid., p. 463).

 

Es por lo tanto absurdo sugerir que la comprensión de que los elegidos se convertirán en Elohim no era considerada como la posición original de los primeros dos siglos de la Iglesia, dado que Ireneo fue el enlace más cercano que tenemos con sus doctrinas y él tan claramente sostiene esta posición. Aún más, se demuestra más allá de toda duda que esa posición es el plan coherente de las Sagradas Escrituras, no sólo de las Escrituras mismas que por definición bíblica eran el Antiguo Testamento (Dan. 10:21; Mateo 21:42; 22:29; 26:54; Marcos 12:10,24; 14:49; 15:28; Lucas 4:21; 24:27,32,45; Juan 2:22; 5:39; 7:38; Etc.), sino que también de los evangelios y las escrituras del Nuevo Testamento.

 

En el mismo pasaje que se refiere a los elegidos como Elohim, a saber Juan 10:35, Cristo introduce el concepto que la Sagrada Escritura no puede ser quebrantada. La selección de este pasaje como el ejemplo no fue un accidente. Este mismo concepto señala nuestro destino y es el aspecto que el adversario atacaría mayormente y para cuyo propósito la Trinidad se diseñó. Los evangelios son específicamente para el delineamiento del futuro Reino de Dios. Los escritos de los apóstoles son para preparar a los elegidos y mostrar la mecánica del desarrollo. Pero todos los apóstoles, según observa Pablo, sostenían que:

Toda la Escritura es inspirada por Dios (o respirada por Dios) y provechosa para impartir enseñanza, para amonestar, para corregir y para instruir en rectitud (2Tim. 3:16).

 

La Sagrada Escritura es la portadora de la ley real de amar al prójimo como a sí mismo (Santiago 2:8). La escritura no es tampoco de interpretación privada alguna (2Pedro 1:20). Así, una doctrina desarrollada por tres teólogos Capadocios en el cuarto y quinto siglo en contradicción a la Sagrada Escritura y la antigua posición de la Iglesia debe ser resistida con toda nuestra fuerza. Obviamente quebranta el primer mandamiento haciendo a Cristo igual a Dios. Éste era tan obviamente el intento que el pasaje en Filipenses 2:6 fue alterado en la KJV para reflejar este aspecto y crear la ilusión de que Cristo era un igual de Dios. Esto es acusar a Cristo de idolatría como el pecado de Satanás.

 

Ningún Cristiano puede aceptar la doctrina de la Trinidad ya que ésta niega la omnipotencia de Dios el Padre y rechaza nuestro destino. Éstas son las razones por las cuales las Iglesias de Dios han sido perseguidas por 1.600 años.

 

Los elegidos han sido perseguidos por esta doctrina por los que se llaman a sí mismos ortodoxos, o al menos a quienes ha sido concedido ese derecho, porque su doctrina de gobierno era la que mejor satisfacía al imperio que los usó. Las Iglesias de Dios han tenido, hasta épocas recientes, una estructura de organización diferente que los ha ayudado a resistir una persecución tal como la que debieron enfrentar.

 

Pablo registra que la Iglesia en muchas ocasiones ha tenido disputas en lo que se refiere a la doctrina aunque no tienen por costumbre agrado en la contienda (1Cor. 11:16). Él registra el surgimiento de disputas que terminarían en divisiones dentro de las Iglesias de Dios.

Es preciso que entre vosotros haya divisiones, para que se pongan de manifiesto entre vosotros los que son aprobados (1Cor. 11:19).

 

Disputas acerca de la naturaleza de Dios y la subordinación de Cristo han surgido antes dentro de las eras de la iglesia. El resultado ha sido la división. Los grupos que abrazaron el Trinitarianismo, o su equivalente Modalista en los días de Juan, luego, o han dejado la Iglesia cuando sus errores fueron señalados al igual que con Juan (1Juan 2:19), o se fueron deslizando al antinomianismo, volviéndose Protestantes tal como lo acontecido entre los Waldenses. Cristo no intervino en por lo menos la última ocasión. Cada persona tuvo que escoger basándose en su comprensión, tal como había sido desarrollada por el Espíritu Santo.

 

El proceso de exposición trinitaria tradicionalmente ha sido sobre un período de tiempo. El primer paso fue exponer la doctrina que Cristo era co-eterno con Dios desde el principio, en lugar de desde su orden, tal como lo son los elegidos y toda la Hueste. Impuesto este error, es luego avanzada la doctrina de co-igualdad hasta que se considera herejía afirmar su subordinación dependiente o que él fue el prõtotokos, el primer engendrado de toda la creación, el comienzo de la creación de Dios. Prõtotokos no es un título, como fue demostrado por la comprensión primitiva o antigua. Por esta razón, Cristo señala este punto en Apocalipsis 3:14 a la Iglesia de Laodicea que él es el comienzo o arche de la creación de Dios (ver el artículo El Arche de la Creación de Dios como Alpha y Omega [229]). Aparentemente, esa Iglesia enseña que él no lo era. Fueron la única Iglesia en hacer eso y toda enseñanza sobre las eras debe concluir que la última era de la Iglesia hace lo mismo. El error de co-igualdad, ab origine, comenzó a ser expuesto en las Iglesias de Dios por primera vez en quinientos años algún tiempo después de 1940, probablemente en los 1950. Este error debe ser entendido y corregido.

 

 

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