Iglesias Cristianas de Dios

 

[002]

 

 

 

 

 

El Dios que Adoramos [002]

 

(Edición 1.1 19940312-19980613)

 

 

Existe mucha confusión acerca de qué / o quién es el Dios de la Biblia. Una de las causas es la traducción de muchos títulos / palabras confusas que significan o hablan de la palabra Dios en hebreo, a una sola palabra Dios (God en inglés), perdiendo así significativamente en detalle e información, lo que conduce a una gran cantidad de doctrinas falsas, tales como el Trinitarianismo, Binitarianismo, politeísmo, y culto a los ángeles. Este artículo está dedicado a identificar a la entidad que es el único y verdadero Dios del Antiguo y Nuevo Testamento, y quién debería ser objeto de culto de la humanidad.

 

 

Christian Churches of God

PO Box 369, WODEN ACT 2606, AUSTRALIA

 

Correo electrónico: secretary@ccg.org 

 

(Derechos de propiedad literaria © 1994, 1998 Wade Cox)

(Tr. 2005, Rev. 2016)

 

Este documento puede copiarse libremente y distribuirse con tal de que se copie en su totalidad sin alteraciones o tachaduras. Debe incluirse el nombre del editor y dirección y el aviso de derechos de propiedad literaria. Ningún cargo puede realizarse a los destinatarios de copias distribuidas. Citas breves pueden ser incluidas en artículos críticos y revisiones sin interferir en los derechos de propiedad literaria. 

 

Este documento se puede obtener desde los sitios internet:
http://logon.org/
y http://ccg.org/

 


 

El Dios que Adoramos [002]

 

La diferencia fundamental entre los elegidos y el supuesto Cristianismo dominante es la distinción marcada en el entendimiento de la naturaleza del Dios que adoramos. La Divinidad es una estructura que se amplía a un Consejo. Ese Consejo se menciona en los Salmos y en otros textos mencionados abajo, y el Trono de Dios y el Consejo de los Ancianos están descritos en Apocalipsis 4:1 a 5:14. Este Consejo, que incluye a Jesucristo como el Cordero y Sumo Sacerdote (de Hebreos 8:1-2), sirve y adora al Señor Dios Todo Poderoso (Apo. 4:8-11).

 

Apocalipsis 4:8-11 8 Los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos, y día y noche, sin cesar, decían: ¡Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es el que ha de venir! 9 Cada vez que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, 10 los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: 11 Señor, digno eres de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas. (RV)

 

Al servir a Dios, Cristo ofreció su vida, como cada sacerdote debe tener algo para ofrecer a Dios por vía de sacrificio (Hebreos 8:3). Apocalipsis 4:8-11 nota que el Señor Dios Todo Poderoso está sentado en el trono por sobre encima de los ancianos que también están sentados en un trono. Así sus coronas están subordinadas al Señor Dios Todo Poderoso por cuya voluntad Él creó a todas las cosas. Él es el Señor Dios de Jesucristo y del Consejo.

 

Dios Altísimo, Dios el Padre

 

De lo anterior y de La Declaración de las Creencias de la Fe Cristiana [A1], la Deidad Suprema del universo es Dios. Él es el Todo Poderoso, el Creador y Sostenedor de los cielos, de la tierra y de todas las cosas que hay en ellos. (Gén. 1:1; Neh. 9:6, Salmo 124:8; Isaías 40:26,28; 44:24; Hechos 14:15; 17:24,25; Apo. 14:7). Solo Él es inmortal (1Tim. 6). Él es nuestro Dios y Padre y Dios y Padre de Jesucristo (Juan 20:17). Él es el Dios Altísimo (Gén. 14:18; Números 24:16; Deut. 32:8; Marcos 5:7) y el Único Dios Verdadero (Juan 17:3; 1Juan 5:20).

 

Jesús el Hijo de Dios

 

Jesús es una imagen del Dios invisible, el primer engendrado (prototokos) de la creación (Col. 1:15), de ahí, el principio (arche) de la creación de Dios (Apo. 3:14). Él es el único Hijo nacido (monogene) de Dios (Mateo 3:17; Juan 1:18; 1Juan 4:9), concebido del Espíritu Santo y nacido de la virgen, María (Lucas 1:26-35). Él es el Cristo o el Mesías (Mateo 16:16; Juan 1:41), enviado por Dios para ser nuestro Salvador y Redentor (Mateo 14:33; Juan 8:42; Efesios 1:7; Tito 2:14).

 

El entender a quién adoramos también se demuestra por dos señales que juntas con el entendimiento de la naturaleza de Dios forman la base del sello de los elegidos. Los dos signos son:

 

El Sábado (de Éxodo 20:8, 10,11; Deut. 5:12). El Sábado es el signo entre nosotros y Dios que nos hace santos (Éxodo 31:12-14); y

 

La Pascua. La Pascua es el signo o el sello donde, de Éxodo 13:9,16, la Pascua, incluido los Panes sin Levadura, es el signo de la Ley del Señor (Deut. 6:8) y de Su redención de Israel (Deut. 6:10) que, según el Nuevo Testamento, se extiende a todos aquellos en Cristo (Romanos 9:6; 11:25-26).

 

Estas señales de la Ley, del Sábado y de la Pascua, son con el motivo expreso de protección contra la idolatría (Deut. 11:16). Estas señales son el sello en la mano y en la frente de los elegidos del Señor y con el bautismo forman la base del sello de los 144,000 de los últimos días en Apocalipsis 7:3.

 

La Ley de Dios Proviene de la Bondad Permanente de Su Naturaleza

 

La Ley de Dios proviene de la naturaleza de Dios y así está vigente para siempre ya que Dios a Sí Mismo es inalterable, siendo esencialmente Bueno como el centro de la bondad máxima.

 

En Marcos 10:18, Cristo dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios.La bondad de Dios nos conduce a cada uno de nosotros hacia el arrepentimiento (Romanos 2:4). La naturaleza de Dios es de bondad inalterable. El Ejército Celestial participa de Su naturaleza. Así, ellos se vuelven constantes en la bondad y naturaleza divinas. De esta forma, Cristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos por venir (aiõnas) (Hebreos 13:8). Los elegidos, al participar de la naturaleza divina (2Pedro 1:4), forman parte del sacerdocio divino, el de Melquisedec que es intransmisible (aparabaton) o inalterable por la edad (aiõna) (Hebreos 7:24). Cristo es capaz de salvar en su totalidad a los que se acerquen a Dios a través de él (ver Hebreos 7:25, Greek-English Interlinear de Marshall).Pero él no es el objeto de adoración, tampoco lo es el Dios que ordena por voluntad.

 

La Ley de Dios debe ser perseguida por fe y no por las obras (Romanos 9:32).

 

Adorar a Dios

 

La posición primordial y la señal principal de los elegidos son, y siempre lo ha sido, aquella de Monoteísmo absoluto y la creencia en la relación subordinada de Jesucristo. No adoramos a otros Elohim a parte que a Dios, quien es el Padre (Éxodo 34:14, Deut. 11:16) o seremos destruidos (Deut. 30:17-18). Dios dio su primer mandamiento que dice

 

Éxodo 20:2-3 2 Yo soy Jehová, tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre 3 No tendrás dioses ajenos delante de mí. (RV)

 

Éxodo 20:2-3 Yo soy el Señor tu Dios quien te sacó de la tierra de Egipto, fuera de las tierras de la esclavitud. No tendrás otro(s) Dios (es) (elohim) delante de mí. (Traducción de la RSV)

 

El concepto de delante aquí significa además como en lugar de o sin la autoridad del Dios, que entendemos es Dios el Padre. (Para una explicación de los elohim extendidos, véase el artículo Los Elegidos como Elohim [001]).

 

Debemos amar al Señor nuestro Dios y servirle a Él con todo nuestro corazón y toda nuestra alma, es decir nuestro ser, y a cambio tendremos lluvia en la época debida para tener cosechas y hierba en los campos para nuestros rebaños. En otras palabras, seremos alimentados con abundancia (Deut. 11:13-15). Pero tenemos un Nuevo Pacto donde el Señor establece Sus leyes en nuestras mentes y las escribe en nuestros corazones. Él es nuestro Dios y nosotros somos Sus siervos, adorándolo a Él, al guardar Sus Leyes dentro de nuestra propia naturaleza (Hebreos 8:10-13).

 

Debemos prestar adoración ante el Señor nuestro Dios (Deut. 26:10; 1Samuel 1:3; 15:25). Pero, ¿es este Dios múltiple y es legítimo igualar a otros con Él o afirmar que Jesucristo, el Hijo de Dios es Dios? La respuesta es un ¡NO! rotundo.

 

Cristo fue tentado en el desierto por Satanás y en consecuencia, el juicio de Satanás comenzó. Satanás, quien era la Estrella de la Mañana, el Lucifer o El que Trae la Luz a este planeta (Isaías 14:12) como su guardián y maestro fue, en efecto, uno de los Elohim o Dioses, que estaba subordinado a Dios el Padre.

 

Cristo debía ser la Estrella que saldría de Jacob en Números 24:17. Así, fue significado, en los Libros de Moisés, que una de las Estrellas de la Mañana, que se mencionan como presentes al final de la creación de este planeta, en Job 38:7, uno de los elohim, tenía que hacerse ser humano de Jacob y de la casa de David (Apo. 22:16).

 

Este elohim, a quien nosotros conocemos como Jesucristo, todavía no era la Estrella de la Mañana de este planeta. Ese rango lo tenía Satanás, según Isaías 14:12 y Ezequiel 28:2-10.

 

Cristo había sido ungido como el elohim de Israel, según Salmo 45:7, y ungido sobre sus acompañantes o compañeros. Sin embargo, Cristo de hecho no estaba en el cargo de la Estrella de la Mañana y no asumirá esa responsabilidad hasta su Segunda Venida. El rango y las responsabilidades las compartirá Cristo con los elegidos, quienes comparten su naturaleza como Estrella de la Mañana en sus corazones (traducido Lucero del Día en 2Pedro 1:19). A los elegidos se les ha dado la promesa de compartir en este poder, en el Apocalipsis 2:28.

 

Satanás, como Estrella de la Mañana, había confrontado a Dios Altísimo o Dios el Padre, como se nos dice en Isaías 14:12. Él trató de ascender o exaltar su trono, un trono de Dios, sobre las Estrellas de Dios, o el Consejo de los Elohim.

 

Este Consejo es la Congregación de los Elohim o Dioses que se hace referencia en Salmo 82:1. Es de interés notar que Ireneo, el discípulo de Policarpo, discípulo de Juan, sostuvo que el Salmo 82:1 se refería a los Theoi o Dioses, que incluían también a los elegidos, por decir aquellos de la adopción (Against Heresies (Contra las Herejías), Lb.3, Cap. 6, ANF, Vol. 1, p. 419).

 

Hay muchos Hijos de Dios, según Job 1:6; 2:1; 38:7; Salmos 86:8-10; 95:3; 96:4; 135:5, que son identificados como los Bene Elyon o Hijos del Altísimo (véase también Sabourin SJ, The Psalms - Their Origin and Meaning (Los Salmos – Sus Orígenes y Significado), Alba House, NY, págs. 72-74). Los elegidos humanos también son incluidos en el Ejército Celeste como Hijos de Dios, en Romanos 8:14.

 

Romanos 8:14 Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios. (RV)

 

Así, Cristo y los elegidos, como Hijos de Dios, son uno solo con Dios a través del Espíritu Santo. Son Uno pero no en el sentido que afirman los Trinitarios. ¿Debemos afirmar que ellos son un gran ser porque Dios es uno? No. Esto demuestra lo absurdo del Trinitarianismo, y el por qué los Trinitarios deben afirmar que Cristo fue el único Hijo de Dios cuando es un asunto de registro bíblico que no lo es y no lo fue desde la fundación del mundo.

 

Si la afirmación se hiciera que los Hijos de Dios fuesen ángeles, entonces también se debe afirmar que Cristo debe ser incluido en esta categoría. Según Hechos 7:35-39, hubo un ángel que habló con Moisés en el Sinaí, y este Ángel era Cristo. En Gálatas 4:14, Pablo se compara a sí mismo a un ángel de Dios aun Jesucristo. Igualmente, nosotros seremos como ángeles (Mateo 22:30) como una orden o isaggelos, según Lucas 20:36, siendo coherederos con Cristo (Romanos 8:17; Gálatas 3:29; Tito 3:7; Hebreos 1:14; 6:17; 11:9; Santiago 2:5; 1Pedro 3:7).

 

La identificación del Antiguo Testamento del Mesías, como al Ángel de YHVH, se incluye en los artículos Los Elegidos como Elohim [001]y El Ángel de JHVH [024];(véase también Éxodo 3:4-6 donde el Dios o elohim aquí era un ángel).

 

Salmo 89:6-8 muestra que hay un Consejo de Santos (qedosim o qadoshim, también usado para los humanos) y al examinarse el texto se verá que existe ambos, un consejo interno y externo.

 

No hay duda luego de examinar los textos del siglo I, (los Pergaminos del Mar Muerto, el Pseudepigrapha, el Ugaritic y Nag Hammadi) que se entendía que existía un Consejo celestial de los Dioses de Justicia o Elohim de Justicia.

 

Rectitud (tsedek) y Justicia en hebreo son la misma palabra. Se entiende sean la misma cosa. Así, la perversión no arrepentida de la justicia excluye a los elegidos de la primera resurrección.

 

Satanás fue echado de los cielos por el pecado de rebelión, la cual, porque busca establecer una voluntad igual o superior al de Dios el Padre, es idolatría (o brujería, como se pone en 1Samuel 15:23). Satanás buscó hacerse igual al Altísimo o a Dios el Padre. Cristo, por otro lado, no buscó hacerse igual a Dios, subordinando su voluntad (Juan 4:34).

 

Filipenses 2:6-9 6 [Él], siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo y se hizo semejante a los hombres. 8 Más aún, hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por eso Dios también lo exaltó sobre todas las cosas y le dio un nombre que es sobre todo nombre, (RV)

 

Así, Dios exaltó a Cristo a través de la obediencia porque él no buscó tener igualdad con Él y tampoco destituir a Dios como el tercero de los elohim y bene elohim en efecto habían intentado hacerlo.

 

En Lucas 10:18, Cristo dijo que él vio la caída de Satanás, como relámpagos, desde los cielos. Satanás se llevó a un tercio de los ángeles o Estrellas de los Cielos (Apo. 12:4). Estos ángeles fueron echados del cielo junto con Satanás a la tierra (Apo. 12:9).

 

Esta desolación está simbolizada en la desolación que se menciona en Apocalipsis 8:10, donde el tercer ángel muestra nuevamente la desolación ocasionada por la caída de la Estrella de los Ejércitos, desolando a un tercio de la creación.

 

Satanás trató de tentar a Cristo de diferentes maneras. Primero, Satanás se refirió a Cristo como al Hijo de Dios, en Mateo 4:3; 4:6 y en Lucas 4:3. Los demonios también se refirieron a Cristo como al Hijo de Dios, en Mateo 8:29; Lucas 4:41 y Marcos 3:11. Satanás trató de tentar a Cristo para probar su posición como Hijo de Dios y que haga uso de su poder, pues Dios había prometido que Él pondría a sus ángeles al cuidado de él, en Salmo 91:11-12. Satanás omitió guardarlo en todos tus caminos y añadió nunca. Así, al distorsionar las Escrituras, Satanás intentó acabar con la vida de Cristo. 

 

Cristo en ningún momento corrigió a Satanás o a los demonios afirmando que él era Dios, en vez que el Hijo de Dios. En efecto, ningún demonio trató de afirmar la falsedad de que Cristo era Dios Supremo hasta después de su muerte, a fin de establecer una doctrina que decía que Cristo era Dios de la misma manera e igualdad que Dios el Padre era Dios, y por lo tanto conseguir, luego de su muerte, esa falsedad, que en vida Cristo hubiera refutado.

 

En cada una de las tentaciones, el objetivo era destruir la obediencia de Cristo hacia Dios, y, en efecto, quebrantar las Escrituras. Satanás intentó hacer que Cristo lo adorase. Él le prometió a Cristo el gobierno del planeta siempre y cuando Cristo lo hubiera adorado. Cristo no puso en duda su derecho a transferir su autoridad del planeta o más aún que él era el gobernante. En vez de eso Cristo respondió:

 

…está escrito: Adorarás al Señor tu Dios y sólo a Él servirás.

 

Cristo no le contestó a Satanás que Satanás debería adorar a Cristo, sino que en vez de eso le citó la ley. Cristo en ningún momento de su ministerio reclamó ser Dios. Dijo que él era el Hijo de Dios. Fue por esta razón que fue juzgado. Como se menciona en Mateo 27:43:

 

Confió en Dios; líbrelo ahora si le quiere, porque ha dicho: "Soy Hijo de Dios". (RV)

 

Fue en este momento cuando Cristo gritó para hacer cumplir la Escritura en Salmo 22:1:

 

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? (RV)

 

Esta claro que Cristo no se consideraba a sí mismo Dios. Sugerir que él era parte de la entidad a la cual él rogaba, de igual manera, parte de la cual era impasible, es un absurdo.

 

Más importante aún, es la doctrina del anticristo, descrita en 1Juan 4:1-2. El antiguo texto correcto para 1Juan 4:1-2 está reconstruido de Ireneo (Cap. 16:8, ANF, Vol. 1, n. pag. 443).

 

En esto conoced al espíritu de Dios: Cada espíritu que confiese que Jesucristo ha venido en carne es de Dios; y cada espíritu que separe a Jesucristo no es de Dios si no del anticristo.

 

Sócrates, el historiador, dice (VII, 32, p. 381) que ese pasaje ha sido alterado por aquellos que deseaban separar la humanidad de Jesucristo de su divinidad.

 

También, en Lucas 22:70, todos ellos dijeron --Luego, ¿eres tú el Hijo de Dios?

 

Él contestó, Tienen razón en decir lo soy.

 

Se reconoció que él era el Hijo de Dios en

Entender que Cristo es el Hijo de Dios, es una revelación que proviene de Dios.

 

Mateo 16:16-17 16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino MI PADRE que está en los cielos. (RV)

 

También Mateo 11:27 dice:

 

Mateo 11:27 Todas las cosas me fueron entregadas por MI PADRE; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. (RV)

 

Así, el Padre revela cosas a los individuos y se les da a Cristo, quien luego les revela al Padre a ellos.

 

No hay duda que Dios es solo y soberano. En Proverbios 30:4-5 se muestra el nombre de Dios y que Él tiene un hijo.

 

¿Quién subió al cielo y descendió?

 

¿Quién encerró los vientos en sus puños?

 

¿Quién recogió las aguas en un paño?

 

¿Quién afirmó todos los confines de la tierra?

 

¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si es que lo sabes?

 

Toda palabra de Dios [ELOAH] es limpia; Él es escudo para los que en Él esperan.

 

No añadas a Sus palabras, para que no te reprenda y seas hallado mentiroso

 

La Biblia se interpreta a sí misma y el nombre de Dios se proporciona directamente siguiendo la pregunta y es clara que esta entidad no es un compuesto del Padre e Hijo si no en cambio que Él tiene un hijo. Más aún, el Nuevo Testamento establece claramente que el Padre es el objeto de adoración. Cristo advirtió a la mujer Samaritana, en Juan 4:21, que vendría un tiempo en el cual no podrían adorar al Padre ya sea en su montaña (Samaria) ni en Jerusalén. Y claramente dice en Juan 4:23 que

 

Juan 4:23 Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que lo adoren. (RV)

 

Cristo aquí identifica que el objeto de adoración es el Padre y no su persona. Por lo tanto, es una blasfemia afirmar que se debería adorar a Cristo levantado de una perversión a lo que se dice en Juan 3:14 donde el Hijo del hombre iba a ser levantado así como Moisés levantó a la serpiente en el desierto. El motivo de la crucifixión fue para que el hombre tuviese vida eterna y no que Cristo se vuelva objeto de adoración, como los apostatas afirman falsamente. Ciertamente es afirmado partiendo de esta premisa falsa que los Cristianos adoran el cuerpo y la sangre de Cristo en la eucaristía. Tal acto es idolatría pura.

 

El Espíritu Santo

 

Los Trinitarios afirman que el Espíritu Santo es la tercera persona de una Divinidad cerrada. Eso es falso.

 

(Citado de La Declaración de las Creencias de la Fe Cristiana [A1], p. 1-4):

 

El Espíritu Santo (Hechos 2:4) es esa esencia o poder de Dios, que Cristo prometió enviar a los elegidos (Juan 16:7). No es una persona sino la extensión del poder vivo de Dios. Es el medio a través del cual nos volvemos participantes de la Naturaleza Divina (2Pedro 1:4), al estar llenos del Espíritu Santo (Hechos 9:17, Efesios 5:18) y por lo tanto todos Hijos de Dios (Job 38:7; Romanos 8:14; 1Juan 3:1-2) y coherederos con Cristo (Rom. 8:17; Gálatas 3:29; Tito 3:7; Hebreos 1:14, 6:17, 11:9; Santiago 2:5; 1Pedro 3:7). Es entregado por Dios a aquellos que se lo piden (Lucas 11:9-13) y le obedecen, morando en aquellos que guardan los mandamientos de Dios (1Juan 3:24; Hechos 5:32). El Espíritu Santo es el consolador que guía a los siervos de Dios hacia toda verdad (Juan 14:16, 17,26). El Espíritu Santo confiere el poder para ser testigo (Hechos 1:8). Administra los dones como está registrado en 1Corintios 12:7-11, tiene frutos como se describe en Gálatas 5:22-23 y no se da por medida (Juan 3:34 RSV; Rom. 12:6). Es el medio por el cual Dios puede finalmente ser todo, en todos (1Corintios 15:28; Efesios 4:6).

 

El Espíritu Santo trabaja antes del bautismo. El Espíritu dirige al individuo hacia Dios a través de Cristo (Hebreos 7:25).

 

Los primeros frutos del Espíritu son entregados a la persona al momento del bautismo, según Romanos 8:23, que indica claramente que la adopción no ocurre  hasta la redención del cuerpo.

 

Así, nacemos nuevamente, pero continuamos creciendo en el espíritu a diario en Jesucristo, hasta que entremos a la Gloria de Dios. El Espíritu Santo es el Espíritu de la Verdad (1Juan 4:6, 5:6) y al hablar con la verdad en todas las cosas, crecemos en Cristo nuestra cabeza en todos los aspectos (Efesios 4:15). El Espíritu Santo es el Espíritu de Dios (Romanos 8:14) y el Espíritu de fe (2Corintios 4:13), que busca todas las cosas y conoce todas las cosas (1Cor. 2:10-11; 12:3 y sig.).

 

Así, el Espíritu Santo no es un aspecto independiente de un Dios trino sino que es el medio por el cual no volvemos elohim. El Espíritu comunica a Dios el conocimiento de nuestros pensamientos y nuestro ser. Siendo encaminado a través de Jesucristo como nuestro mediador y elohim o theos intermediario (Salmo 45:6-7; Hebreos 1:8-9), le permite a Cristo ayudarnos, enseñarnos y consolarnos para permitirnos ejercer el poder de Dios. El Espíritu otorga a cada persona los atributos que Dios desea a fin de beneficiar al cuerpo, como se detalla en 1Corintios 12:7-11.

 

El Espíritu puede ser apagado (1Tes. 5:19) al ser negado o entristecido (Efesios 4:30) y aún así concede ganancias y pérdidas en los individuos.

 

El fruto del Espíritu Santo es el amor, según Gálatas 5:22. Por lo tanto, si no nos amamos los unos a los otros, el Espíritu Santo no se hará evidente.

 

El Espíritu es el medio por el cual adoramos a Dios, como se declara en Filipenses 3:3. Así, no puede ser Dios como objeto de adoración y, de ahí, ser igual a Dios el Padre. Es la fuerza que da poder a Cristo. Él es así un Padre Eterno (Isaías 9:6) de quien hay muchas paternidades en el cielo y sobre la tierra (Efesios 3:15). Cristo se convierte en un Padre Eterno por delegación.

 

Todas estas paternidades o familias son llamadas por Dios el Padre que es la razón por la que reverenciamos ante Dios el Padre, adorándolo (Efesios 3:14-15).

 

Cristo fue el primogénito o el primer engendrado de la creación. Todas las cosas en el cielo y sobre la tierra, visibles e invisibles, ya sea los tronos o los dominios o los principados o las autoridades, todas las cosas fueron creadas por él y para él. Él es antes de todas las cosas y en él todas las cosas se mantienen unidas (Col. 1:16-17). Pero fue Dios quien lo generó y quien deseó que la creación exista y subsista en Cristo. Por lo tanto, Cristo no es Dios de ninguna manera como Dios el Padre es Dios y quién solo es inmortal (1Tim. 6:16), existiendo en perpetuidad perdurable.

 

La Biblia sostiene que Dios es el Dios y el Padre de Cristo (de Rom. 15:6; 2Cor. 1:3; 11:31; Efesios 1:3,17; Col. 1:3; Hebreos 1:1 y sig.; 1Pedro 1:3; 2Juan 3; Apo. 1:1,6; 15:3). Cristo tiene su vida, poder y autoridad por orden de Dios el Padre (Juan 10:17-18).

 

Cristo subordina su voluntad a la de Dios, que es el Padre (Mateo 21:31; 26:39; Marcos 14:36; Juan 3:16; 4:34). Dios dio a los elegidos a Cristo y Dios es más grande que Cristo (Juan 14:28) y más grande que todos (Juan 10:29). Así, Dios envió a Su único Hijo (monogene) nacido al mundo para que podamos vivir a través de él (1Juan 4:9). Es Dios quien honra o glorifica a Cristo (Juan 8:54), siendo Dios más grande que Cristo (Juan 14:28).

 

Dios es la Roca (sur), como una Cantera o una Montaña, de la cual todos los otros son extraídos, el pedernal de Josué 5:2 que circuncida a Israel, la causa principal y eficaz (Deut. 32:4) [ver Maimonedes Guide of the Perplexed (Guía de los Descarriados (Perplejos) de Maimonedes), Univ. of Chicago Press, 1965, Cap. 16, pps 42 y sigs]. Dios es la Roca de Israel, la Roca de su salvación (Deut. 32:15), la Roca que lo crió (Deut. 32:18,28-31).

 

1Samuel 2:2 muestra que Nuestro Dios es nuestra Roca, una Roca eterna (Isaías 26:4). Es de esta Roca que todos los demás son tallados, como lo son todos los descendientes de Abraham en la fe (Isaías 51:1-2). El Mesías es tallado de esta Roca (Daniel 2:34,45) para subyugar los imperios mundiales.

 

Dios es la Roca o la base sobre la cual los cimientos son puestos y sobre la cual Cristo construirá su Iglesia (Mateo 16:18) y sobre la que él mismo descansa. El Mesías es la Piedra angular Principal del Templo de Dios, del cual los elegidos son el Naos o el Santo de los Santos, el depósito del Espíritu Santo. Las piedras del Templo son todas cortadas de la Roca que es Dios, como era Cristo, y dadas a Cristo, la roca espiritual (1Cor. 10:4), la roca de ofensa y la piedra para tropezar (Rom. 9:33) para formar el Templo.

 

Cristo está construyendo el templo de tal manera que Dios pueda estar todo en todos (Efesios 4:6). Dios ha dado a Cristo para que esté todo y en todos (panta kai en pasin Col. 3:11), poniendo todas las cosas bajo sus pies (1Cor. 15:27) y haciéndole la cabeza sobre todas las cosas en la Iglesia, que es su Cuerpo, la plenitud de él que llena todo en todos (Efesios 1:22-23). Cuando Dios puso todas las cosas bajo Cristo, es manifiesto que Dios es excluido siendo el Quién puso las cosas bajo los pies de Cristo (1Cor. 15:27).

 

Cuando Cristo controla todas las cosas, entonces Cristo mismo será sometido a Dios quien puso todas las cosas bajo Cristo para que Dios esté todo en todos (panta en pasin 1Cor. 15:28, no como en la RSV). Así, las doctrinas Platonistas que buscan unir a Dios y a Cristo en la Trinidad contradicen la Escritura. Cristo se sentará a la derecha de Dios, según las ordenes de Dios (Hebreos 1:3,13; 8:1; 10:12; 12:2; 1Pedro 3:22) y compartirá el trono de Dios, como los elegidos compartirán el trono dado a Cristo (Apo. 3:21) que es un trono de Dios (Salmo 45:6-7; Hebreos 1:8) o Dios es tu Trono, traducido como Tu trono Oh Dios (véase nota en la RSV anotada).

 

Dios, quien envía, es más grande que aquel que es enviado (Juan 13:16), el siervo no es más grande que su Señor (Juan 15:20)

 

Es lo más absurdo sugerir que un ser puede ser un sacrificio a sí mismo. Tal acto, lógicamente, es suicidio, o dentro del Trinitarianismo, una mutilación parcial. Por lo tanto, esta doctrina niega la resurrección, especialmente si vemos en 1Corintios 15.

 

Así, la distinción en la crucifixión y la resurrección es obligatoria y completa. La resurrección tuvo que ser hecha en carne, implicando el cambio, como la Gavilla Mecida, de otra manera no hay salvación y ninguna cosecha en curso. La preparación de Cristo para la ascensión a su Dios y nuestro Dios, quien es nuestro padre (Juan 20:17), fue real y característica. Cristo logró su capacidad para ser Dios y consiguió la plenitud de la Divinidad en conjunto del accionar del Espíritu Santo. Así, la doctrina del estatus de Hijo a partir del bautismo es verdadera y completa. 

 

Sin embargo, existe un Dios verdadero Eloah y todos los otros Elohim existen debido a Su voluntad y en la obediencia a Su Autoridad. Todos los poderes, tronos y dominios en los cielos y la tierra serán traídos en la sujeción por Jesucristo para, y por la orden de, este ser, quien solo es Dios Altísimo y el objeto de nuestra adoración.

 

No sirve completamente de nada hacer la distinción, en su culto, de signos físicos, como el Sábado y los Días Santos, empezando por la Pascua. Si esta Iglesia, o cualquier otra Iglesia por ese motivo, adopta los enfoques trinitarios o diteístas de Dios e impugna la soberanía de Dios Altísimo, quien es Dios el Padre, es ya apóstata y espiritualmente muerta. A la hora que llega al punto en que usted ha decidido que yace la división, su así llamada línea en la arena, usted habrá racionalizado la condición y estará espiritualmente muerto. Usted simplemente empujará la línea más atrás.

 

Somos llamados a adorar a Dios Altísimo a través del sacrificio de Su hijo Jesucristo. El Sábado y la Pascua son señales de esa adoración. No son los factores decisivos de nuestra fe. Dios solo es el centro de nuestro ser. Debemos adorarlo.

 

La Posición Ilógica del Trinitarianismo

 

Los Trinitarios trataron de proporcionarle sentido a un Dios de tres cabezas al usar el término Estoico hipóstasis y el término Platónico ousia, que significan, en efecto, la esencia de ser.

 

El término hipóstasis se incorporó finalmente en la doctrina Católica resultando en los anatemas de los Concilios de Calcedonia y Constantinopla II. La estructura dio como resultado las declaraciones de la Monarquía y de la Circumincesión. La declaración de que la Divinidad es distinta, pero no separada es esencialmente una declaración de la Monarquía y la Circumincesión. Es filosóficamente absurdo dadas las funciones del español. El usode hipóstasis y ousia como términos parece que intenta ocultar la incoherencia. Los Trinitarios opinan que la Divinidad es por como que son tres hipóstasis en una ousia, utilizando los términos Estoicos y Platónicos para intentar una distinción.

 

Algunos Trinitarios intentan negar que Dios es un Ser, esperando así introducir algún capricho adicional para defenderse contra los cargos de ser ilógicos, lo que defienden declarando que todo este asunto es un misterio. La negación del término Ser para Dios y Cristo, efectivamente niega su existencia, lo que es absurdo. Decir que Dios es una Mente Universal (o un Alma Universal) despersonaliza completamente a Dios y niega la realidad del Hijo de Dios, excepto que la existencia del Hijo es en una forma nocional declarada como una hipóstasis. Es un juego de palabras que no brinda realidad alguna al Salvador. Por otra parte, si uno insiste en la realidad del Hijo de Dios, luego, la doctrina es esencialmente una violación insipiente del primer mandamiento.

 

Usted no tendrá otro elohim ante mí.

 

La entidad aquí es el YHVH Eloheik (YHVH Tu Elohim), quien es identificado en el Salmo 45:7-8 como el Elohim quien ungió el Elohi de Israel. Al elevar a nuestro intermediario elohim, uno del Consejo (Salmo 89:7), al nivel de Eloah, Dios el Padre, estamos quebrando el primer mandamiento. Este es el pecado de Satanás quien reclamó ser El del Consejo de los Elohim (Ezequiel 28:2).

 

La doctrina de la Trinidad descansa en una serie de falsas premisas diseñadas para permitir un cambio de paradigma. Estas son:

  1. Que elohim como Divinidad se refiere solo a dos entidades, no haciendo distinción entre Eloah y las entidades múltiples, incluyendo al Consejo y al Ejército (Daniel 7:9 y sig.).
  2.  

  3. Que estas dos entidades (y el Espíritu) son incapaces de separarse de hecho o en pensamiento y no son descritas correctamente como Seres.
  4.  

  5. Que la existencia pre encarnada de Cristo no era como el Ángel de YHVH.
  6.  

  7. Que Cristo era el único Hijo de Dios antes de la creación del mundo (véase Job 1:6; 38:7).
  8.  

  9. Que Cristo y Satanás eran las dos únicas Estrellas de la Mañana (véase Job 38:7; Isaías 14:12; Apo. 2:28; 22:16)
  10.  

  11. Que Cristo es Dios de la misma forma que Dios es Dios y no un Dios subordinado (Hebreos 1:9) enviado por el Señor de los Ejércitos (Zacarías 2:10-11). Así, él es hecho objeto de adoración y oración, al contrario a lo que dice en Éxodo 34:14 y Mateo 4:10, etc.
  12.  

  13. Que Cristo fue el único Hijo engendrado y noel Único Nacido Dios e Hijo (monogene theos y uion) (Juan 1:18; 3:16; 1Juan 4:9; véase también Lucas 7:12; 8:42; 9:38; Hebreos 11:17 para comparación). Él fue el primer engendrado (prototokos) de toda la creación (Col. 1:15), por lo tanto, el inicio de la creación de Dios (Apo. 3:14, no como en la NIV).
  14.  

  15. Que Cristo tenía una existencia separada de su encarnación; por lo tanto, él pudo haber rezado a sí mismo como Dios. Tal afirmación niega efectivamente la distinción entre Padre e Hijo, y la totalidad de la resurrección. Esto es del anticristo (1Juan 2:22; 4:3; 2Juan 7).
  16.  

  17. Que Cristo y Dios eran de la misma voluntad y que Cristo no poseía una voluntad por separado, que él subordinó a Dios a través de una obediencia dispuesta, contrario a lo que dice en Mateo 21:31; 26:39; Marcos 14:36 y Juan 3:16; 4:34.
  18.  

  19. Que la naturaleza Divina no permite ganancias ni pérdidas en Cristo. Lógicamente esto negaría la resurrección de los santos, como se explica en 1Corintios 15, y en las promesas bíblicas a los elegidos. La Trinidad busca afirmar que la naturaleza divina dada a los elegidos difiere de la forma en que ella es compartida con Cristo.
  20.  

  21. Que el Espíritu Santo es dado con medida fijada, al contrario de lo que dice Juan 3:34 (RSV) y Romanos 12:6.
  22.  

  23. Que Cristo no pudo haber pecado (partiendo de la falsa premisa de la naturaleza divina que no admite ganancias ni pérdidas en vez de la Omnisciencia de Dios, quien sabía que Cristo no pecaría).
  24.  

  25. Que Cristo era consustancial con Dios de tal forma que él era igual y coeterno con Dios, al contrario a lo que dice en Filipenses 2:6 y en 1Timoteo 6:16 que muestra que sólo Dios es inmortal. La eternidad de Cristo o vida aioonion (1Juan 1:2) y la de todos los Seres, incluyendo Cristo, proviene de esa entidad. Ambos, Cristo y los elegidos, son del mismo origen, Hebreos 2:11 (RSV) derivando su vida y eternidad de una obediencia condicional al Padre (Juan 5:19-30) que nos creó a todos (Malaquías 2:10-15). Como el Padre tiene vida en Sí mismo, así Él dio al Hijo que tenga vida en Sí mismo (Juan 5:26), y nosotros somos coherederos, siendo decretado para tener vida en nosotros mismos por la autoridad de Dios.
  26.  

  27. Que los elegidos no son Hijos de Dios de la misma manera que Cristo es Hijo de Dios, y por lo tanto, no son coherederos, al contrario de Romanos 8:17; Gálatas 3:29; Tito 3:7; Hebreos 1:14; 6:17; 11:9; Santiago 2:5 y 1Pedro 3:7.
  28.  

  29. Que el Dios Supremo bajó en carne y moró entre los hombres (derivándose de las inserciones fraudulentas en 1Timoteo 3:16 en códice A. Las falsas inserciones se retuvieron en la KJV y manipuladas en el preámbulo de la NIV). La aserción de que el Dios Supremo bajó en carne es contraria a lo que dice en Juan 1:18 (y en Juan 1:14 donde fue el logos (o Memra) quien se hizo carne) y los numerosos textos distanciando a Cristo del Único Dios Verdadero (Eloah o Theon, quien es Dios el Padre), el Dios de Jesucristo (Juan 17:3, 20:17; 1Corintios 8:6; 2Cor. 1:3) quien está de pie en Su nombre (Miqueas 5:5).

Los conceptos de cómo Dios es Único están malentendidos por los Trinitarios. El Shema (Deut. 6:4) es muy amplio como para ser examinado aquí (véase el artículo Josué, el Mesías, el Hijo de Dios [134]). La entidad en Deuteronomio 6:5 se identifica como Dios Altísimo, el Dios que ungió a Cristo como Elohi de Israel en Salmo 45:7. La unidad de Dios, necesaria para el Monoteísmo, es de un orden extendido morando en unidad bajo una voluntad central de acuerdo y en interacción espiritual a través del Espíritu y Poder de Dios (1Corintios 2:4-14) que a través de Cristo va hacia Dios (2Cor. 3:3-4).

 

La Trinidad niega la unificación necesaria para el monoteísmo y es, por lógica, politeísta. Esto ocurre porque los gobernantes no entienden, no siendo del espíritu (1Cor. 2:8,14).

Preguntas para los Trinitarios  

Si Dios es un ser en tres hipóstasis, o personas, como Padre, Hijo y Espíritu Santo, ¿cómo es posible que lo siguiente ocurra, como obviamente lo hace, en la narrativa de la Biblia?

Apocalipsis 1:1 dice que es la Revelación de Jesucristo que Dios le dio para mostrar a sus siervos las cosas que muy pronto deberían suceder. Y Él envió y la declaró por Su ángel a Su siervo Juan.

(Apocalipsis 3:21) Al vencedor le concederé que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono.  

(1Cor. 11:3) Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios es la cabeza de Cristo. 

(Como él hizo en Mateo 27:46; Marcos 15:34): Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

Jesús le dijo: ¡Suéltame!, porque aún no he subido a mi Padre; pero ve a mis hermanos y diles: "Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios".  

En Juan 10:34-36: Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra Ley: "Yo dije, dioses sois"? Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: "Tú blasfemas", porque dije: "Hijo de Dios soy"?  

La Escritura no puede ser quebrantada se usa aquí para mostrar que debemos ser elohim y que nuestro destino no puede ser quebrantado o derrotado. ¿Cómo puede Cristo ser separado de otros por Dios como El Suyo y enviado al mundo, si él es Dios y no hay otros?

Para que él sea el principio (arche - no regidor según la NIV) de la creación de Dios (Apo. 3:14), la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación, (Col. 1:15).

 

Los Trinitarios intentan afirmar que arche y prototokos son títulos y así evitar las conclusiones obvias que manan de estos textos al compararlos con 1Timoteo 6:16 que muestra que sólo Dios es inmortal.

(Juan 3:16) De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, 

(Efesios 4:6) Un solo Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos y por todos, y en todos.

 

Así, este texto niega que el Padre esté en el Hijo y el Hijo solo en el Padre. Esta relación recíproca se extiende a los elegidos.

 

Jesús es el Hijo del Dios Altísimo (Marcos 5:7), quien es su Dios y Padre (Col. 1:3; 1Tes. 3), siendo diferenciado del Dios y Padre de nosotros (2Tes. 2). Que él dijera que Dios era su Padre no lo hizo igual a Dios, como fue afirmado por los Fariseos en Juan 5:18. Así la aseveración trinitaria es la misma mentira de la que Cristo fue acusado en ese entonces. ¿Cómo es esto?

 

Si hay tres hipóstasis, ¿cómo es que pueden existir los siete espíritus de Dios (Apo. 5:6)? ¿No son estos siete ojos en los siete cuernos del cordero, siete subdivisiones o autoridades separadas enviadas bajo la dirección de Cristo como el Cordero, para controlar la tierra?

(1Pedro 1:19) sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.... Por medio de él creéis en Dios, quien lo resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios. Romanos 5:15 dice Pero el don no fue como la transgresión, porque si por la transgresión de aquel uno muchos murieron, la gracia y el don de Dios abundaron para muchos por la gracia de un solo hombre, Jesucristo. Nuestra fe y esperanza están en Dios, no en Cristo, sino por Cristo a través del Espíritu, que es el Espíritu de Fe y Verdad.

(Lucas 11:13)... ¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

 

(Juan 17:4)...he acabado la obra que me diste que hiciera.

 

(Juan 17:9) Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque tuyos son.

 

(1Juan 5:10) porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.  

(Juan 14:28) Habéis oído que yo os he dicho: "Voy, y vuelvo a vosotros". Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre, porque el Padre mayor es que yo. 

(Mateo 24:36) Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre.

 

(Apo. 1:1) La revelación de Jesucristo, que Dios le dio para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto. 

(1Tim. 2:5) pues hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo hombre.

 

(Gálatas 3:20) Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno.

 

(1Juan 2:1)...abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo, el justo.

 

(1Juan 2:22) ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, pues niega al Padre Y al Hijo. 

(Juan 10:18)... Este mandamiento lo recibí de mi Padre. 

(Juan 7:16) Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.  

(Mateo 7:21) No todo el que me dice: "¡Señor, Señor!", entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

 

(Mateo 12:50) pues todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.

 

(Mateo 26:39). Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.

 

Marcos 3:35) porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.

 

(Juan 4:34) Mi comida es que haga la voluntad del que me envió y que acabe Su obra.

 

(1Tes. 5:18)...Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 

Dios es el objeto de adoración declarado en Isaías y repetido por Cristo en Mateo 15:10: pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres.

 

(Lucas 4:8) Vete de mí, Satanás, porque escrito está: "Al Señor tu Dios adorarás y solo a Él servirás". 

(Juan 4:21-23)... Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que lo adoren. 

(Efesios 3:14-15) Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra,  

(Juan 14:28) Habéis oído que yo os he dicho: "Voy, y vuelvo a vosotros Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre, porque el Padre mayor es que yo.

 

(Juan 16:27-28)...me habéis amado y habéis creído que yo salí de Dios.... dejo el mundo y regreso al Padre. 

(Juan 6:46) No que alguien haya visto al Padre; solo aquel que viene de Dios, ese ha visto al Padre.

 

(Juan 5:37) También el Padre, que me envió, ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto,

(Juan 11:41-42)... Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sé que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. 

(Juan 5:19)...De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre. Todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. ¿Cómo se puede imitar a sí mismo?

(Juan 12:49-50) Yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre, que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir y de lo que he de hablar. Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.  

(1Cor. 15:28) Pero, luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.

 

(1Cor. 15:24) Luego viene el fin, cuando entregue el Reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y todo poder. 

(Juan 5:30) No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del Padre, que me envió.

 

(Juan 5:19)...De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre. Todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente,

 

(Mateo 26:29) Pero os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.

 

(Marcos 10:15) De cierto os digo que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

 

(Lucas 12:32) No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el Reino.

(Lucas 22:29-30) Yo, pues, os asigno un Reino, como mi Padre me lo asignó a mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi Reino y os sentéis en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. 

(Romanos 8:17)... Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo,  

(Mateo 10:32-33) A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también lo confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos.

Juan 15:23 dice que Él que me odia a mí, también a mi Padre odia. Sin embargo, esto no es porque sean un solo ser, como lo vemos en Juan 5:20: porque el Padre ama al Hijo y le muestra todas las cosas que Él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os admiréis. Dado esto, ¿cómo un ser omnisciente puede mostrarle algo a otro ser omnisciente? Entonces, ¿cómo, luego de lo de arriba (y en Apo. 1:1) puede Cristo ser omnisciente?

 

Dios es un espíritu. Juan 4:24 diceque Dios es un espíritu, y los que lo adoran, en espíritu y en verdad es necesario que lo adoren. La tentativa de hacer que este texto se lea como Dios es espíritu (como en la RV) no es apoyada por la mayoría de las traducciones del texto y el sentido en el cual fue usado por cualquiera de los teólogos anteriores al Concilio de Nicena o sus traductores. Esta aseveración es para afirmar la no-individualidad y la naturaleza no específica de Dios. Dios es entonces desarrollado hacia una estructura inmanente extendida. Esto irá más allá del trinitarianismo hacia la Teología de Proceso.

 

Dios tiene una familia, según Efesios 3:14-16: Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra,

 

Los Trinitarios intentan hacer de Cristo y de Dios un solo Ser, o afirman que Cristo es Dios basándose en referencias de textos falsos mencionados anteriormente y de la mala traducción de Juan 1:1 que podría decir de forma más correcta que En el principio era el verbo y el verbo estaba con El Dios (Theon) y el verbo era [un o nuestro] Dios (theos).

 

Se hace referencia al texto de Juan 2:19 como expresando que Cristo era Dios porque él dice

 

Destruid este templo y en tres días lo levantaré

 

La refutación de esta afirmación se encuentra en el mismo evangelio, en Juan 10:18, donde Cristo dice de su vida que

 

Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.

 

No cabe duda de que Cristo es un siervo subordinado, obediente y leal del Único Dios Verdadero. Él es nuestro hermano y coheredero en la promesa del Reino de Dios. Sin embargo, no lo adoramos a él ni a sus símbolos espirituales. Adoramos a Dios según sus órdenes.