Iglesias Cristianas de Dios

No. 277

 

 

Las Discusiones Cuartodecimanas

(Edición 2.0 19990407-19990528-20071203)

 

 

Las discusiones cuartodecimanas fueron vistas como el pivote para la determinación de la fe cristianas. Fueron la segunda serie de innovaciones que ocurrió en la iglesia cristiana y tal vez la más fundamental. Después que el culto dominical había sido introducido desde Roma a mediados del siglo II, el sistema romano luego se dedicó a introducir el sistema pagano de la pascua (semana santa) sobre la Pascua. En 664 d.C. en Whitby, Inglaterra, finalmente tuvieron éxito, por medio de la fuerza militar, en que la iglesia británica o celta aceptara la pascua florida.

 

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Las Discusiones Cuartodecimanas

 


Introducción a las Discusiones Cuartodecimanas

Durante los últimos dos mil años en las Iglesias Sabatistas y originalmente en toda la Iglesia, nunca ha habido ningún debate significativo sobre cual noche los judíos comían la cena de Pascua. El cristianismo siempre ha entendido las fechas en cuestión. Siempre se ha entendido que los corderos eran sacrificados al final del 14 y se comían durante la noche del 15. Este asunto, y algunos conceptos erróneos modernos que lo rodean, se examinan en el artículo La Pascua (No. 098). El debate para los cristianos se centra en si la Cena del Señor, que consiste en el lavado de pies, el pan y el vino, debe ser observada la noche del 14 de Abib o Nisan (un día antes a la cena normal de la Pascua) o como la tradición de viernes santopascua dominical.

 

Los samaritanos observaban dos días, el 14 y 15 del primer mes, sacrificando la Pascua la tarde del 14 y comiéndola la noche del 15 de Abib o Nisan. Pasaban este período en el Monte Gerizim, en vigilia y lo han hecho todos los años - cuando han sido físicamente capaces de hacerlo – por al menos durante los últimos 2600 años. Su tabernáculo en el monte Gerizim fue destruido por Juan Hircano durante el período de los Macabeos en el siglo II a.C, pero por lo demás su religión quedó sin interrupción. Este asunto se examina en el artículo La Noche para ser Observada (No. 101).

 

Esta gran controversia, que realmente es fundamental para la fe, surgió en el siglo II. Los principales protagonistas fueron los obispos de Roma, Aniceto y más tarde Víctor o Victorino, y Policarpo y su sucesor, Polícrates. El asunto fue conocido, pero los términos fueron completamente mal entendidos por el cristianismo moderno. Note en este texto que la fiesta de pascua (1) es utilizada como si fuera un término cristiano.

 

Aunque la observancia de la pascua* fue en un período muy temprano a la práctica de la iglesia cristiana, pronto surgió una gran diferencia en cuanto al día para su observancia entre los cristianos judíos y los gentiles, lo que llevó a una larga y amarga controversia. El punto como se conoce fue cuando el ayuno pascual fue contado como cierre. Con los judíos cristianos, cuyo pensamiento principal era la muerte de Cristo como el Cordero Pascual, el ayuno terminaba al mismo tiempo que el de los judíos, a los catorce días de la luna en la noche, y el festival de la pascua* seguía inmediatamente, sin tener en cuenta el día de la semana. Los cristianos gentiles, por otra parte, libres de las tradiciones judías, identificaron el primer día de la semana con la resurrección, y observaban el viernes anterior como la conmemoración de la crucifixión, sin importar el día del mes (Enciclopedia Británica, Edición 11, articulo ‘pascua’).

 

Esto llegó a ser conocido como la Controversia Cuartodecimana e, históricamente hablando, ha sido la única gran controversia acerca del tiempo en que la Cena del Señor debe ser tomada.

 

El termino Cuartodecimana significa decimocuarta y esta controversia es la discusión de la determinación de la Pascua. No hubo una discusión real en cuanto al momento de la Pascua, aparte del hecho de que el judaísmo introdujo los posteriores aplazamientos. El problema del tiempo se refería a la diferencia en el momento del festival de la Biblia y el de la adoración pagana del dios Attis en el Oeste de Roma, y el dios Adonis en el este de Grecia y el mundo helenizado. El festival también es llamado por la palabra anglosajona pascua, derivado de Istar y Astarté. Este asunto se ha examinado en los artículos El Becerro de Oro (No. 222); El Origen de la Navidad y la Semana Santa (No. 235) y Purificación y Circuncisión (No. 251). El aspecto más fascinante es que el término es usado por los cristianos de hoy en día en una cierta forma de reverencia cuando no tiene nada que ver con el cristianismo, pero está claramente identificado con el sistema de Baal/Astarté o Istar/Astarté, Anat/Atargatis y 'Ate o Derceto o Ceto, la sirena o diosa del pescado para quien eran sagrados los peces y las palomas (vea ibíd. No. 251 y también La Piñata (No. 276)).

 

La crucifixión no tuvo lugar en viernes y la resurrección no fue un domingo. La crucifixión fue el miércoles 5 de abril del 30 d.C (El Momento de la Crucifixión y la Resurrección (No. 159)).

 

La Pascua en sí era fundamental para la determinación del primer mes del año.

La regla según a que se decidía el primer mes del año y si se debe intercalar o no es muy simple.

 

 La fiesta de la Pascua, que se celebra durante la luna llena en el mes de Nisan (14 de Nisán), siempre debe caer después del equinoccio de primavera [meta isemerian earinen]... Anatolio, en un fragmento de gran importancia para la historia del calendario judío conservado en Eusebio HE vii 32, 16-19, caracteriza esto como la opinión unánime de todas las autoridades judías... Las declaraciones de Filó y Josefo también concuerdan con ella. Si, por lo tanto, se notaba hacia el final del año que la Pascua caería antes del equinoccio vernal, se decretaba la intercalación de un mes antes de Nisan (Schurer, Ibíd., p. 593).

 

Schürer inserta "(14 de Nisán)" aquí en el texto basado en el fragmento importante de Anatolio, que según él, demuestra que el 14 de Nisan debe caer después del equinoccio (cf. Padres Ante - Nicenos [PAN], vol. VI, pp 147 ff.). Ya hemos mencionado este asunto en el artículo El Calendario de Dios (No. 156). Se ha aceptado en el siglo XX que el 14 de Nisán podría caer en el equinoccio, pero esto puede no ser el caso, como veremos más adelante. El verdadero problema parece ser con Anatolio, que el sacrificio al final del 14 debe ver la luna llena; y por lo tanto está hablando del equinoccio de primavera precediendo al sacrificio a las 3 de la tarde al final del 14 de Nisan y comenzando la noche del 15 del primer mes. Este asunto tiene una gran importancia para el inicio del año. Anatolio también hace un error significativo en este texto que implica el inicio y el final de los panes sin levadura, que es contradicho por la fuente bíblica y la samaritana y otras prácticas (ibíd.). De una lectura atenta de Anatolio, la regla es que el tiempo del equinoccio debe preceder al sacrificio de las 3, la tarde del 14 de Nisan. Si no es así, el año debe ser intercalado. Esto es y era calculado con meses y años de anticipación.

 

La primera instancia de la intrusión del sistema de la pascua en el cristianismo, según Ireneo, parece haber sido ya en la época de Sixto en Roma alrededor de 120 d.C (Enciclopedia Católica, vol. V, artículo ' pascua', p. 228).

Policarpo, discípulo de Juan y tutor de Ireneo, llegó a Roma en torno a 150-152 para persuadir a Aniceto. No tuvo éxito, y este sistema pagano de la pascua llegó a ser más arraigado desde esa época. La Iglesia británica continúo observando el sistema cuartodecimano durante siglos hasta Whitby en 664 al menos, y tardó en renunciar a él, incluso entonces, cuando pasó a la clandestinidad.

Como hemos dicho, esta discusión llegó a ser conocida como la Controversia Cuartodecimana y, históricamente hablando, ha sido la única gran controversia acerca del momento en que debe ser tomada la Cena del Señor. El movimiento para romper la Pascua cristiana, separándola del judaísmo vino de Roma. Schaff observa el conflicto ocurriendo allí y que las Iglesias de Asia conmemoran la muerte de Cristo el 14 de Nisán, en el mismo día en que los judíos celebraban la Pascua y los Panes sin Levadura. Señala que la discusión fue en tres actos. La primera discusión fue de una visita de Policarpo, obispo de Esmirna, a Aniceto, obispo de Roma, entre 150 a 155 d.C. El relato de Ireneo, discípulo de Policarpo, discípulo de Juan es de importancia.

 

Cuando el bienaventurado Policarpo residido en Roma en los días de Aniceto, y tuvieron alguna pequeña diferencia de opinión al igual que con otros puntos, inmediatamente llegaron a un entendimiento pacífico sobre este punto [la observancia de la pascua], no teniendo amor por las disputas mutuas. Porque Aniceto no podía persuadir a Policarpo a no observar, en la medida en que el [Pol.] siempre había observado con Juan, el discípulo del Señor, y los demás apóstoles con quienes se había asociado; ni Policarpo podía persuadir a Aniceto a observar (JZD,Ç<), quien dijo que estaba obligado a mantener la costumbre de los presbíteros (= obispos) antes de él. Estando las cosas así, hablaron entre ellos, y en la iglesia Aniceto cedió a Policarpo, por respeto, sin duda, la celebración de la eucaristía (J¬< ,ÛP"D4FJ\"<), y se separaron el uno del otro en paz, toda la iglesia estaba en paz, tanto las que observaban como las que no observaban [el catorce de Nisán], mantenían la paz (Schaff, Historia de la Iglesia Cristiana, Eerdmans, Michigan, 1987, vol. II, p. 213).

 

Ireneo pasó mucho tiempo tratando de mediar y resolver este conflicto y previniendo conflictos entre Oriente y Occidente. No hay duda de que el problema surgió y tuvo su epicentro en Roma.

Aproximadamente en 170 d.C, la polémica estalló en Laodicea. La controversia sólo puede ser vista de una comprensión de los adherentes cuartodecimanos (o Quarta - Decimanians (Schaff)) mismos. El cristianismo moderno no entiende lo que estaba en disputa en Laodicea. La disputa fue limitada a Asia y parece haber estado entre los propios adherentes cuartodecimanos. Eusebio sólo menciona que Melitó de Sardis, escribió dos obras sobre la Pascua (H.E. IV. 26). Estas se perdieron, así como dos obras de Clemente de Alejandría sobre el mismo tema, con la excepción de unos pocos fragmentos en el Chronicon Paschale (véase Schaff, p. 214). La fuente principal de información es de Claudio Apolinario (Apolinar), obispo de Hierápolis en Frigia, de dos fragmentos que se conservan en el Chronicon Paschale.

 

Hay algunos ahora que, de la ignorancia, aman levantar luchas de estas cosas, siendo culpables en este de un delito perdonable, porque la ignorancia no merece tanto la culpa, pero necesita instrucciones. Y dicen que en el catorce [de Nisán] el Señor comió el cordero pascual [*] con sus discípulos, pero que él mismo sufrió en el gran día de los panes sin levadura [es decir, el 15 de Nisán], y ellos interpretan Mateo como favoreciendo su opinión donde se observa que su opinión no está de acuerdo con la ley, y los evangelios parecen, según ellos, estar en desacuerdo.

El 14 es la verdadera Pascua del Señor, el gran sacrificio, el Hijo de Dios en lugar del cordero... que fue levantado sobre los cuernos de unicornio... y que fue sepultado en el día de la Pascua, la piedra había sido puesta sobre su tumba (Schaff, ibíd.).

* vea los artículos La Pascua (No. 098) y El Momento de la Crucifixión y la Resurrección (No. 159).

 

De los comentarios en la nota Nº 5, Schaff no parece entender la naturaleza de este error, aunque señala correctamente (nota Nº 6) que la opinión de Apolinar era que Cristo murió el 14, el día legal de la Pascua.

Esta disputa puede ser identificada correctamente por un cuartodecimano (Quarta - decimanian). De hecho, es la misma controversia que se plantea en el 14-15 de Nisán, esta controversia es examinada en el artículo La Pascua (No. 098) y en este documento. El argumento siendo refutado por Apolinar es que Cristo comió una cena de Pascua el 14 de Nisan y que su muerte se produjo en el primer Día Santo de los Panes sin Levadura. La muerte de Cristo, de este hecho, no fue así conforme a la ley. Los que están en error sostienen esta opinión del Evangelio Sinóptico, aquí como en Mateo estando en conflicto con Juan y Lucas. Este es el mismo argumento que trata de afirmar que Cristo tomo una cena de Pascua la noche del 14 de Nisan y que los Judíos lo hicieron, de hecho, un día más tarde, teniendo su sacrificio de Pascua el Primer Día Santo de los Panes sin Levadura. Esta opinión fue denunciada en silencio como una de ignorancia por Apolinar.

En efecto, demuestra una ignorancia de la Ley y el requisito del Mesías para ser el Cordero Pascual. Por lo tanto, la disputa que surgió de la ignorancia en el siglo XX se había producido a través de la misma ignorancia y la mala interpretación de la ley en el siglo II. Los apologistas de la pascua buscan afirmar de esto que hubo cierta confusión sobre la aceptación de la Pascua el 14 de Nisan, en lugar de la pascua. Esto es incorrecto. Schaff mismo parece pensar que la verdad del asunto no depende de la coincidencia cronológica de la crucifixión y la Pascua judía. Schaff, como la mayoría de trinitarios, no aprehende que el Mesías tenía que morir, de acuerdo con la Ley y las profecías para cumplirlas. Schaff sabe muy bien que el nexo entre la Pascua y la Crucifixión tenía que romperse para defender la posición de viernes-domingo de la secuencia de la pascua, como fue impuesta en el cristianismo. Schaff admite el asunto así como Apolinar protesto de la opinión occidental y romana o cuartodecimana. Sus comentarios en la página 215 muestran que había perdido por completo el punto de refutación de Apolinar, lo que parece bastante claro en la cara de ello.

Schaff observa que esta disputa fue agitada entre Polícrates, obispo de Éfeso y discípulo de Policarpo, y Víctor de Roma en una de violencia jerárquica e intolerante (por Roma). Esta fue la tercera etapa de la controversia entre 190 y 194 d.C, que se extendió por toda la Iglesia y ocasionó muchos sínodos y cartas sinodales.

 

El obispo romano Víctor, un hombre muy diferente de su predecesor Aniceto, requiere a los asiáticos, en un tono imperioso, que abandonen su práctica cuartodecimana. Contra esto, Polícrates, obispo de Éfeso, solemnemente protestó en nombre de un sínodo celebrado por él, y apelo a una imponente serie de autoridades por su costumbre primitiva (Schaff, ibíd., p. 216).

 

La carta de Polícrates a Víctor, obispo de Roma, datada entre 190 y 194 d.C y preservada por Eusebio (V. 24), es de interés. Esto ayuda a comprender mejor la naturaleza de la controversia y de las pruebas que la Iglesia ha resistido durante siglos.

 

"Nosotros", escribió el obispo de Éfeso al Papa romano y su iglesia,
"Nosotros observamos el día genuino, ni le añadimos ni le quitamos. Porque en Asia grandes luces han caído dormidas, que resurgirán en el día de la venida del Señor, en el que vendrá con la gloria del cielo, y levantará a todos los santos: Felipe, uno de los doce apóstoles, que duerme en Hierápolis, y sus dos hijas en edades vírgenes; su otra hija, también, que había vivido con la influencia del Espíritu Santo, ahora igualmente descansa en Éfeso, y también, Juan, que descansaba en el seno de nuestro Señor, que fue también un sacerdote, y dio a luz la placa sacerdotal, mártir y maestro, él está enterrado en Éfeso. También Policarpo de Esmirna, obispo y mártir, y Traseas, obispo y mártir de Eumenia, que duerme en Esmirna. También debo mencionar a Sagaris, obispo y mártir que duerme en Laodicea, y además los bienaventurados Papirio y Melito, el eunuco [celibato], que vivía por completo bajo la influencia del Espíritu Santo, que ahora descansa en Sardis, esperando el episcopado del cielo, en el que se levantará de entre los muertos. Todos ellos observaron el decimocuarto día de la Pascua según el evangelio, no desviándose en ningún sentido, sino siguiendo la regla de la fe.

Por otra parte, yo, Polícrates, que soy menor que tú, según la tradición de mis parientes, algunos de los que he seguido. Porque siete de mis parientes eran obispos, y yo soy el octavo, y mis parientes siempre observaron el día en que el pueblo de los judíos tiraba la levadura. Yo, pues, hermanos, tengo ahora sesenta y cinco años en el señor, que habiendo conferido con los hermanos de todo el mundo y habiendo estudiado la totalidad de las Sagradas Escrituras, no estoy alarmado por estas cosas con las que se me ha amenazado, para intimidarme. Porque los que son mayores que yo han dicho "Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres”.... Yo también podría mencionar a los obispos que estaban presentes, a quienes me requirieron convocar, y a quienes llame; cuyos nombres supondrían un gran número, pero quienes vieron mi cuerpo delgado consintieron mi epístola, sabiendo muy bien que yo no peino canas por nada, sino que todo el tiempo he regulado mi vida en el Señor Jesús." (De Phillip Schaff, Historia de la Iglesia Cristiana, vol. II, "sobre las discusiones Cuartodecimanas".)

 

Ireneo es alegado por Schaff por haber protestado con Víctor por su arrogancia, a pesar de que supuestamente estuvo de acuerdo con Víctor en el punto en disputa. Ireneo dice que los Apóstoles ordenaron que no debemos juzgar a nadie en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta o Lunas Nuevas o días de reposo (Col. 2:16). Entonces él dijo:

 

¿Porque estas guerras? ¿Porque estas cismas? Nosotros celebremos la fiesta, pero en la levadura de malicia rasgando la iglesia de Dios, observando lo que es exterior, con el fin de rechazar lo que es mejor, la fe y la caridad (Schaff, ibíd., p.218).

De sus comentarios, hay pocas dudas de que Ireneo celebraba la fiesta de los panes sin levadura, como hizo su maestro. La práctica romana, sin embargo, ganaba terreno y fue ejecutada por el Concilio de Nicea en 325 d.C bajo los brazos militares del emperador Constantino. El Concilio de Nicea introdujo el error completo de la pascua. Consideraron que era:

... Impropio en los cristianos seguir el uso de los incrédulos, los hostiles judíos, y se ordenó que la pascua siempre debía celebrarse el primer domingo después de la primera luna llena que le sigue al equinoccio de primavera (21 de marzo), y siempre después de la Pascua judía. Si la luna llena caía en domingo, el día de la pascua seria el domingo después. Mediante esta disposición la pascua puede tener lugar el 22 de marzo, o el 25 de abril. De aquí en adelante los cuarto - decímanos fueron considerados universalmente como herejes y fueron castigados como tales. Los montanistas y novacianos también fueron acusados por la observancia cuartodecimana. Sus últimos vestigios desaparecieron en el siglo VI [ver nota].

Pero la uniformidad deseada en la observancia de la pascua aún se veía obstaculizada por las diferencias calculando el domingo de pascua de acuerdo con el curso de la luna y el equinoccio de primavera, que los alejandrinos fijaron el 21 de marzo, y los romanos el 18, de modo que en el año 387, por ejemplo, los romanos celebraron la pascua el 21 de marzo y los alejandrinos hasta el 25 de abril. En Occidente también el cálculo cambiaba y ocasiono una renovación de la controversia de la pascua en los siglos VI y VII. Los antiguos cristianos británicos, irlandeses y escoceses [sic], y los misioneros irlandeses en el continente adherido al ciclo mayor de ochenta y cuatro años en la oposición al posterior ciclo de Dionisio o romano de noventa y cinco años, y por lo tanto fueron llamados "cuartodecimanos" por sus oponentes anglosajones y romanos, aunque injustamente, porque ellos celebran la pascua siempre en domingo entre el 14 y el 20 del mes (los romanos entre el 15 y el 21). La práctica romana triunfó. Pero Roma volvió a cambiar el calendario bajo Gregorio XIII. (1583 d.C). De ahí que aún hoy en día las iglesias orientales se aferran al juliano y rechazan el calendario gregoriano, se diferenciándose de los cristianos occidentales en el momento de la celebración de la Pascua (Schaff, op. Cit., pp. 218-219).

 

Note que Schaff alega esta temprana finalización, sin embargo, esta conjetura es demostrablemente falsa. Estaba presente entre los paulicenos y también los valdenses y las iglesias húngaras descendientes de ellos. También se encontró en Trans - Carpatia. Se encontró entre los Sabatati (incorrectamente vinculados con los cátaros). En resumen, su observancia no se ha dejado nunca (El Rol Histórico del Cuarto Mandamiento en las Iglesias Sabatistas de Dios (No. 170) y Cox/Kohn Los Sabatarios en Transilvania, Publicaciones CCG, 1998).

 

Schaff parece ignorar el hecho de que la iglesia británica era observadora del sábado durante este período. La Iglesia celta era literalista bíblica que observaba los Días Santos y "hasta recibieron las regulaciones de alimentos en el Antiguo Testamento como la ley de Dios" (David L. Edwards, Inglaterra Cristiana, vol. I, p. 27).

Los anglosajones fueron convertidos al catolicismo desde 597 d.C en un período de noventa años y que "apenas un tribunal era convertido no sufría al menos una recaída posterior en el paganismo" (Edwards, ibíd., p. 45). La conversión inició con Ethelbert rey de los sajones en Kent. El catolicismo romano y sus tradiciones no estuvieron presente en Inglaterra hasta 597 d.C y al parecer por razones políticas. Por lo tanto, los comentarios de Schaff son más peligrosos sobre- simplificaciones. Schaff observa que todas estas disputas rituales inútiles (sic.) podrían haberse evitado si se hubiera hecho una fiesta inamovible. Aquí Schaff pierde todo el punto de la Pascua y las cosechas de la gavilla mecida. Su colocación con las cosechas y el ciclo lunar atan el simbolismo para el Plan de Salvación, que el cristianismo "ortodoxo" no comprende.

 

La Luna Nueva y el Festival

La Luna Nueva era el aspecto más importante de la determinación de los meses. La Luna Nueva de Nisan determinaba el comienzo del año en lugar de la de Tishri, según lo observado por el judaísmo desde el siglo III de la era actual. Rosh Hashaná, bajo su sistema actual de determinación, no puede considerarse como una correcta observancia bíblica o del periodo del Templo, o como una observancia judeo-cristiana correcta.

Filo de Alejandría (Las Leyes Especiales, II, xi, 41, Loeb Classical Library, Harvard University Press, Cambridge, MA, 1937, tr. por F.H. Colson) nos dice: "La tercera [fiesta] es la luna nueva que sigue a la conjunción de la luna con el sol". Y: "Esta es la Luna Nueva, o el principio del mes lunar, es decir, el período entre una conjunción y la siguiente, cuya longitud ha sido calculada exactamente en las escuelas astronómicas" (ibíd., II, xxvi, 140). Cabe señalar que la popular edición de Hendrickson Publishers (1993) de la traducción de 1854 de C.D. Jonge no tiene la misma información que da la traducción Colson. Las indicaciones son que las conjunciones eran determinantes para decidir el Primer día del mes.

Los samaritanos y los saduceos determinaban el calendario según la conjunción, y el festival era determinado de acuerdo con la conjunción de todos los sistemas durante el período del Templo, a excepción de los esenios que tenían un calendario fijo, con el cual el 14 de Abib caía en martes cada año, con intercalación de un ciclo fijo. Los samaritanos determinan la Luna Nueva de acuerdo con la conjunción para este día (vea el articulo El Calendario de Dios (No. 156)).

Los samaritanos introdujeron un error en su calendario, en el que se determinaba que la Luna Nueva del Primer Mes siempre debía caer en o después del equinoccio, y determinan que el propio equinoccio cae el 25 de marzo. Los cálculos (1988-2163 d.C) como ha señalado el sacerdote Eleazar ben Tsedeka, se incluyen en el libro de oraciones para la Pascua y Mazzot, Knws tplwt hg hpsh whg hmswt (Holon, 1964, pp 332-336; cf. Reinhard Pummer Rituales y Costumbres Samaritanas, pp 681-682, fn. 201 en Alan D. Crown (Ed.), Los Samaritanos, 1989, J.C.B. Mohr (Paul Siebeck) Tübingen). Este hecho también indica que estamos ante una antigua fuente común, que se basa en un calendario en uso cuando el equinoccio era el 25 de Marzo. Esta fecha precede por mucho a la época de Cristo y fue estandarizada en el calendario de Julio César (cf. David Ewing Duncan, El Calendario, 4th Estate London, 1998, p. 81).

Esto indica la probable fuente del error. La antigüedad para determinar la conjunción el 25 de Marzo es aparentemente derivada de la época del Primer y principios del Segundo Templo, e indica que probablemente estamos ante la naturaleza exacta del calendario bajo Jeroboam (vea Jeroboam y el Calendario de Hillel (No. 191)). Por lo tanto, la celebración de la fiesta el octavo mes siendo condenado por la Biblia, se habría producido a partir de la práctica de hacer que la Luna Nueva siempre sea en o después del equinoccio. Esto parece no haber sido alterado en el caso de los samaritanos desde la caída de Israel. Por esta razón, cayeron bajo una maldición y son todavía el único remanente de Israel no bendecido con la promesa de la primogenitura de José. Los cálculos samaritanos se mantuvieron en secreto, tal vez, precisamente por esta razón. Sin embargo, ellos y los saduceos siempre determinaban el calendario según la conjunción, que era la práctica original durante todo el período del Templo.

 

El Calendario del ‘Cristianismo’

Los lectores deben tener en cuenta que no había reglas de aplazamiento en la Iglesia primitiva. Los primeros escritores son pertinentes para nuestra toma de decisiones sobre estos asuntos para determinar cuál calendario deben observar los cristianos. Al referirse a los primeros escritos griegos, las traducciones al inglés todavía utilizan este término pagano pascua cuando traducen el término Pascha o Pascua. El término pascua es una aberración de los posteriores traductores trinitarios de la Biblia (Hechos 12:4) y los escritos de la Iglesia primitiva en Inglés.

Hipólito (170-236 d.C), en La Refutación de Todas las Herejías, VIII, xi (PAN, Vol. V, p 123), escribió:

La pascua [Pascua] se debe celebrar en el décimo cuarto día del primer mes, de acuerdo con el mandamiento de la ley, en cualquier día (del mes) debería producirse.

 

Anatolio de Alejandría (ca.230-ca.280 d.C) declaró en El Canon Pascual (PAN, Vol. VI, pp 146-147.):

 (I) Al igual que ellos [Isidro, Jerónimo, Clemente] difiero también en el lenguaje, habiendo, sin embargo, llegado en armonía a un mismo cálculo más exacto de la pascua [Pascua], día, mes y temporada de la reunión de acuerdo con el más alto honor de la resurrección del Señor. Pero también Origen, el más erudito de todos, y el más agudo en hacer cálculos,.... han publicado de una manera muy elegante un pequeño libro sobre la pascua. Y en este libro, mientras declara, en relación con el día de la pascua, que se debe prestar atención no sólo al curso de la luna y el tránsito del equinoccio, sino también al paso del sol, (II) Había, entonces, en el primer año, la luna nueva del primer mes, que es el comienzo de cada ciclo de diecinueve años, en los días 6 y 20 del mes llamado por los egipcios Famenot. Pero, de acuerdo a los meses de los macedonios, es el 2 y 20 de Dystrus. Y, como los romanos dirían, es el día 11 antes del Calendas [primero] de abril. (III) Y esto se puede aprender de lo que Filó y Josefo, y Musaeus han escrito... los dos Agothobuli, que fueron apodados los Maestros, y el eminente Aristóbulo, quien fue uno de los setenta que tradujo las sagradas y santas escrituras de los hebreos de Ptolomeo Filadelfo y su padre .... Estos escritores, para resolver algunos asuntos que se plantean con respecto al Éxodo, dicen que todos por igual deben sacrificar la Pascua después del equinoccio de primavera a mediados del primer mes. Y esto se encuentra cuando el sol pasa por el primer segmento del círculo solar, o, como algunos lo han llamado, el círculo zodiacal. (IV) Pero este Aristóbulo también agrega, que para la fiesta de la Pascua era necesario no sólo que el sol pasara el segmento equinoccial, sino que también la luna.

 

Anatolio pasa a ofrecer algunos comentarios muy interesantes sobre el cálculo del mes, y la necesidad de que el equinoccio sea antes de la hora del sacrificio la tarde del día 14, y también que el período desde el 14 hasta el 21 debe tener la luz de la luna llena predominando, por su relación con la luz del mundo. El argumento no se sostiene en ninguna base sustantiva para cada fiesta y por lo tanto, debe declararse una mera regla general, pero sirve para ilustrar la regla de la colocación del día 14 de Abib y el equinoccio. Además, sus argumentos demuestran que se observaban el 14 y el 15 y que el tiempo podía ser calculado no sólo por la luna, sino también por la hora del día del equinoccio y su relación con la luna nueva y la luna llena.

De Anatolio, vemos que la base del cálculo era que el equinoccio podía caer el 14, pero no después de las 3 de la tarde o el sacrificio de la hora novena, como era entonces. Por lo tanto, los argumentos modernos de que la Pascua fue la comida que comió Cristo no tienen ninguna base de hecho o historia. Los samaritanos aún observan estos dos días de vigilia y esto se examina en el artículo La Noche para ser Observada (No. 101).

 

La naturaleza de los argumentos astronómicos involucrados demuestran que tenían la capacidad de hacer estos cálculos complejos, y los hicieron, mientras que el argumento para la observación de la luna creciente por el judaísmo moderno y los Kaireos es una tontería fantasiosa simplemente para justificar los aplazamientos, y peor.

Anatolio también hace un error en cuanto a la estructura de los panes sin levadura, que puede ser visto por referencia a la Biblia y también a la práctica samaritana (PAN, vol. VI, pp. 146-151).

Afirma en su "Tabla de la Pascua" que la Pascua circulaba sobre el ciclo de diecinueve años entre el día 6 antes del calendas de abril y el día 9 antes del calendas de mayo (ibíd., p. 150). Así, la Pascua caía entre el 24 de marzo y el 21 de abril. La noción de que la Pascua podía haber ocurrido el 25 de abril es imposible, ni en el judaísmo histórico ni en el judaísmo moderno. Sólo ocurría en el sistema de la pascua, como vimos anteriormente.

Anatolio también es invaluable al mostrar que el 14 era la Pascua y el 15 comenzaban la fiesta de los panes sin levadura, y que esta Pascua puede y de hecho pasa hasta el día 20 de la luna, y hasta el final de los panes sin levadura, debido a la colocación del domingo (que él llama el día del Señor), siendo el día de la gavilla mecida (ibíd., XI, p. 149). Es claro a estas alturas que el énfasis era el período del 14 de Abib al domingo de la gavilla mecida, sin importar el día que cayera - pero también observaban los panes sin levadura los siete días completos. Parece ser que, a partir de un error de cálculo, pueden haber empezado a comer el pan sin levadura sólo la noche del último día santo, pero el argumento es torpe. Anatolio, sin embargo, afirma que la fiesta no se celebraba el 22 o 23 de la luna (ibíd., VII, p. 148). Por lo tanto, el 21 es el último día de la fiesta; y la gavilla mecida o día del Señor debe caer en o antes del 21 de Abib, el primer mes.

Los cálculos del llamado sistema de la pascua fueron determinados en el Concilio de Nicea en el año 325 d.C. A partir de ese Concilio la preeminencia fue dada a Alejandría y el Papa o el obispo de Alejandría tenían la responsabilidad del cálculo. Las costumbres locales se impusieron en Roma y también en Antioquía (PAN, vol. 2, p. 342).

 

Esta carta post-nicena del emperador, Constantino I (306-337 d.C), debería ilustrar aún más el tipo de problema con el calendario al que nos enfrentamos. El texto sobre este asunto también ha sido colocado en el artículo El Calendario y la Luna: Aplazamientos o Festivales? (No. 195).

 

Constantino, Augusto, a las iglesias. ...

Cuando se planteó el asunto relativo al santísimo día de la pascua, fue decretado por consentimiento común que sería conveniente, que este festival sea celebrado el mismo día por todos, en todo lugar. ... le parecía a cada uno que era una cosa más indigna que debamos seguir la costumbre de los judíos en la celebración de esta solemnidad santísima, quienes, desgraciadamente la contaminaron habiendo manchado sus manos con un crimen infame, están justamente cegados en sus mentes. Es conveniente, por tanto, que, rechazando la práctica de este pueblo, debamos perpetuar para todas las edades futuras la celebración de este rito, en un orden más legítimo, que hemos mantenido desde el primer día de la pasión de nuestro Señor hasta el tiempo presente. Entonces, no tendremos nada en común con la chusma más hostil de los judíos. Hemos recibido otro método del Salvador. Un curso más legítimo y adecuado es abierto a nuestra santísima religión. Al seguir este curso con un consentimiento unánime, retirémonos nosotros mismos, muy honrados hermanos míos, de esa odiosa comunión. ... Como es necesario que esta falta sea tan modificada para que no tengamos nada en común con el uso de estos parricidas y asesinos de nuestro Señor, y para ese orden es más conveniente que sea observado por todas las iglesias de Occidente, así como en las regiones del sur y del norte del mundo, y también por algunos en Oriente, por tanto, es considerada más equitativa y adecuada, y me prometo a mí mismo que este acuerdo debe contar con su aprobación, es decir, que la costumbre que prevalece con un consentimiento en la ciudad de Roma, y por toda Italia, África y Egipto, en España, Galia, Bretaña, Libia, toda Grecia, la diócesis de Asia, Ponto y Cilicia, serán acogidas con mucho gusto por su prudencia, ... y por no tener comunión con el perjurio de los judíos. Y, para resumir todo en unas pocas palabras, es aceptado por el juicio común de todos, que la santísima fiesta de la pascua deba celebrarse en un mismo día (Una Visión Histórica de EL CONSEJO DE NICEA, con una TRADUCCIÓN DE DOCUMENTOS por el Rev. Isaac Boyle, D.D.; T Mason y G Lane, Nueva York, 1839; pp. 51-54).

 

No sólo percibimos un alto nivel de manipulación del poder, la propaganda y la creencia religiosa, sino que también vemos la expresión de las raíces del anti-semitismo en la cultura occidental desde el gobierno mundial del día.

Vale la pena ver cómo el último bastión más grande de la resistencia, Bretaña, cayó ante la embestida de la distorsión del calendario y aun mas religiosa. El historiador británico y obispo, Bede (ca. 672-735 d.C), en su Historia Eclesiástica del Pueblo Ingles, especialmente en los capítulos 25 a 26 del Libro III, tiene mucho que decir sobre el sínodo y los debates presididos por el rey Oswy (612-670), en particular entre el obispo Colman y el entusiasta romano, Wilfred, el abad de Ripon, en el monasterio de Streanaeshalch, es decir, la Abadía de Santa Hilda, donde se celebró el histórico (e infame) Sínodo de Whitby de 664 d.C.

 

Bede deja muy claro que el cálculo de la fecha de la pascua no era simplemente una cuestión técnica o aislada. El movimiento de la pascua era una de las muchas cosas cuyo argumento en términos de símbolos (como diríamos, pero símbolo es para nosotros una palabra limitante, misterios dirían ellos) mostro estar cargado de significado. La pascua tenía que ser exactamente en el equinoccio, porque los días que la alargaban representaban el triunfo de Cristo sobre los poderes de las tinieblas. Tenía que ser en el primer mes del año lunar, porque este era el mes en que había sido creado el mundo y en el que debería ser creado nuevamente. Tenía que ser cuando la luna estaba a punto de desvanecerse, porque la luna vuelve de la tierra a las cosas celestiales [Apo. 12:1; Mal. 4:2; Lc. 2:32; Isa. 60:1-3]. Era apropiado que la pascua siempre debía ser en un lapso de siete días, porque siete era un número de significado divino. Considerado desde otro punto de vista, la pascua debía calcularse de tal manera para que cumpliera la antigua ley de los judíos y la nueva ley de Cristo. Si se celebraba en el momento adecuado, entonces todo estaba en armonía. (Introducción, p. xviii, de James Campbell, que tradujo La Historia Eclesiástica del Pueblo Inglés de Bede para La Serie Grandes Historias de Washington Square Press, NY, 1968).

 

Es por eso que, por ejemplo, en 1997 celebramos la gavilla mecida el domingo 15 de Nisan y desde esa fecha contamos para Pentecostés, y por qué el sistema de la corriente principal de la iglesia espero hasta el próximo domingo o el siguiente domingo (que fue efectivamente el 22 de Nisán en el año 1997) para celebrar el domingo de pascua y del cual contaron para Pentecostés. Esta regla es hecha para asegurar que la Iglesia Trinitaria rara vez siga la ley bíblica y a menudo es una semana más tarde con Pentecostés.

Antes de citar directamente de Bede, echemos un vistazo a una nota (n. 44, pp 400-401):

 

Los celtas y sus opositores coincidieron en que la pascua debía ser calculada con referencia en la luna llena, que caía en o después del equinoccio de primavera. Pero los celtas sostenían que el domingo de pascua era el que caía entre el día 14 de la luna (es decir, el día de la luna llena) y el 20, ambos incluidos. Es decir, que si la luna llena caía en domingo, ellos lo hacían domingo de pascua. Las otras iglesias se negaron a hacer del día de la luna llena el domingo de pascua. Así, el sistema que utiliza Bede, y que se convirtió en universal en occidente, decía que el domingo de pascua era el que caía entre los días 15 y 21 de la luna. Si la luna llena en o inmediatamente después del equinoccio caía en domingo, entonces el siguiente domingo era domingo de pascua.

 

Después que el obispo Colman había indicado que su observancia de la pascua fue recibida de sus ancianos y era "la misma que el bienaventurado evangelista Juan, el discípulo especialmente querido por el Señor, celebraba", el fundador de la Orden Benedictina en Bretaña, Wilfred, respondió:

 

La Pascua que observamos la vimos celebrada por todos en Roma, donde vivían, enseñaban, sufrían y fueron enterrados los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo. Esto es lo que vimos que era observado por todos en Galia y en Italia cuando viajamos a través de ellos para estudiar y orar. Hemos aprendido que esto es practicado en África, Asia, Egipto y Grecia, y por todo el mundo donde la fe de Cristo se ha extendido a través de diversas razas y lenguas, todos hacen uso de una única manera de determinar la fecha de la pascua. Las únicas excepciones son estas personas y sus cómplices en obstinación, me refiero a los pictos y los británicos, con quienes (los habitantes de las dos últimas islas del océano, y sólo en parte de las mismas) se oponen al resto del mundo, luchando tontamente (ibíd., pp. 160-161).

 

El siguiente comentario de Wilfred es fascinante, especialmente cuando observamos que ambos estaban equivocados, pero Wilfred era, obviamente, más astuto y mejor informado:

Lejos este de nosotros cargar a Juan con tonterías, porque él observaba los preceptos de la Ley de Moisés, literalmente, en un momento en que la iglesia todavía seguía a los judíos en muchas cosas, y los Apóstoles no fueron capaces de dejar a un lado súbitamente toda la observancia de la Ley establecida por Dios ... Entonces, Juan, de acuerdo a la costumbre de la ley, comenzó la celebración de la fiesta de la pascua en la tarde del día 14 del primer mes, sin prestar atención a si caía en sábado o en algún otro día (pp. 161-162).

 

Podemos notar el hecho de que no había aplazamientos en uso aquí. Wilfred luego procede a contradecir lo que dijo y propugna la convención católica.

Este patrón de imposición universal de la fecha y el modo de observancia en la controversia de la Pascua/pascua ha persistido a través de los siglos. La Nueva Enciclopedia Católica comentarios:

Dado que la mayoría de los primeros cristianos eran judíos conversos, es comprensible que desde el principio el calendario cristiano se rigiera por el hecho de que la muerte y resurrección de Cristo habían tenido lugar al momento de la principal fiesta de los judíos, la Pasch o Pascua, celebrada el día 14 del mes de Nisán, es decir, en la luna llena después del equinoccio de primavera. Sin embargo, en lugar de seguir literalmente la Pascua judía, ya que esto requeriría la conmemoración de la Resurrección en un día diferente de la semana cada año, la costumbre cristiana (sancionada por el Concilio de Nicea I en el año 325; ConOecDecr 2-3, n.6) fijo el aniversario de la Resurrección de Cristo en el día real de la semana (el primer día) en el cual había ocurrido la resurrección. Como resultado, la pascua cae en el primer día de la semana (domingo) después de la primer luna llena después del equinoccio de primavera, y por lo tanto puede ser entre el 22 de marzo y el 25 de abril [que la convertiría en la segunda luna llena después del equinoccio] (ibíd., McGraw Hill, Nueva York, 1967, pp. 1062-1063).

 

Las últimas fechas aquí no tratan con la determinación de las fechas de la Pascua de 14-15 de Abib o Nisan, sino que se refieren a las últimas fechas en las que cae en domingo, que pueden ser muchos días después del 14 del primer mes. Las últimas fechas posibles en las que puede caer la Pascua son dictadas por las antiguas normas, que también afirman que el Sol está en el signo de Aries. El sol deja Aries del 10 al 20 de abril y por lo tanto la última fecha posible para la Pascua es el 20/21 abril.

Lo más importante de las citas aquí, es que vemos que la influencia de Roma y (más tarde) del judaísmo casi han oscurecido la verdadera Pascua. Los posteriores cismas ortodoxos han hecho el problema aún más complicado porque adoptaron los posteriores aplazamientos judíos y entonces celebran su Pascua una semana después de las fechas judías para 14-15 Nisan.

 

Pascua o Semana Santa

Del texto en Los Orígenes de la Navidad y la Semana Santa (No. 235), vemos que el argumento en Nicea fue mera regulación del conflicto en una adoptada práctica pagana existente. Esto no resolvió la disputa cuartodecimana. Repetimos el texto en este asunto.

 

El método para calcular el 'día del sol' en el equinoccio de primavera era similar al cálculo de la ofrenda de la gavilla mecida de Levítico 23, pero no era el mismo. Es por eso que hay una ligera diferencia entre el sistema de la Pascua y la semana santa.

El Diccionario Universal Oxford da el método para determinar el domingo de pascua o el día de pascua, que es el verdadero día del Sol como la pascua.

Se observa en el primer domingo después de la luna llena del calendario, es decir, el día 14 del calendario lunar - que ocurre en o justo después del 21 de marzo. Aplicando coloquial a la semana que comienza el domingo de pascua (1964 impresión, p. 579).

 

Esta es la regla para determinar la semana santa o festival de Istar y no la regla para la Pascua bíblica.

 

Los argumentos son claramente demostrados en la historia de la disputa cuartodecimana, que ocurrió del reinado de Aniceto al de Víctor (o Victorino), obispos de Roma desde mediados hasta finales del siglo II (ca. 154-190).

Así, de la disputa cuartodecimana sabemos que este falso sistema de fechas surgió de Roma en el siglo II, y fue rechazado por aquellos en la Iglesia que fueron enseñados por los Apóstoles, es decir, Policarpo que se opuso a Aniceto, y su pupilo Polícrates, oponiéndose a Víctor (o Victorino). Los últimos escritos de Sócrates Escolástico (ca. 439 d.C) introducen error en la historia y son incorrectos en una serie de razones, muchas de las cuales son descritas por los compiladores de Padres Nicenos y Post-Nicenos (PNPN 2da serie, Vol. 2, introducción al texto).

Sócrates registra que los cuartodecimanos observaban el día 14 de la luna sin tener en cuenta el día de reposo (ibíd., cap. XXII, p. 130). Él registra que fue Víctor, obispo de Roma, quien los excomulgó y fue censurado por esto por Ireneo (ibíd.). El trata de introducir, en esta etapa posterior, una apelación a Pedro y Pablo por el apoyo de la práctica romana de la semana santa y la práctica cuartodecimana con Juan (ibíd., p. 131). Él alega que ninguna de las partes puede producir un testimonio escrito de sus opiniones. Sin embargo, sabemos bien que los cuartodecimanos apelaron a Juan de los escritos de Policarpo y Polícrates, que fueron enseñados directamente por Juan. No apelaron a Pedro y Pablo por apoyo de la semana santa de una manera seria. Además, es absurdo sugerir que los doce apóstoles estarían divididos sobre la forma de calcular la Pascua.

Sócrates es claro en una cosa, y es que la Iglesia y los cuartodecimanos no observaban las fechas de la Pascua de acuerdo con los cálculos judíos modernos (escribió ca. 437 d.C, mucho después de la introducción del calendario Hillel en 358). Él sostiene que están equivocados en casi todo (ibíd., p. 131).

 

En esta práctica se afirmaron, no se ajustaron a los judíos modernos, que están equivocados en casi todo, pero para los antiguos y según Josefo, en lo que escribió en el tercer libro de sus Antigüedades Judías.

 

Se está refiriendo a Antigüedades de los Judíos, III, 10, que es citado aquí en su totalidad:

En el mes de Xanticus, llamado Nisan por nosotros, y es el principio del año, a los catorce días de la luna, mientras el sol está en el signo de Aries (el Carnero), ya que durante este mes fuimos liberados de la esclavitud bajo los egipcios, también ha designado que debemos sacrificar cada año el sacrificio que, cuando salimos de Egipto, nos mandó ofrecer, siendo llamado la Pascua.

 

El signo de Aries terminaba el 19-20 de abril, y por lo tanto la Pascua no puede caer después de este período (Anatolio sostiene que era el día 21 de abril, de arriba). Tampoco el 14 podía caer antes del equinoccio, y así tenemos los parámetros antiguos para la Pascua. Aquí vemos que la Iglesia primitiva no siguió las tradiciones judías posteriores bajo Hillel. La mayoría de las citas de Sócrates ignoran esta importante pieza de evidencia.

El día de preparación del 14 de Nisan fue visto en la antigüedad como el comienzo de la Pascua y la fecha podría caer en el equinoccio, pero el 15 de Nisan, que era el primer Día Santo y la noche en que se comía la Pascua, no podía caer en el equinoccio. La antigua práctica es la base para la regla actual, pero después de la dispersión los judíos observaron sólo el 15 de Nisan y no los dos días como hacían anteriormente, de acuerdo con Deuteronomio 16:5-7.

También vemos de Sócrates aquí, que el Concilio de Nicea no fijó el calendario de la semana santa como el Audiani afirmaba (ver PNPN, ibíd., P. 131 y n. 14 a pág. 131). Sabemos que fue determinado de acuerdo con la antigua tradición, es decir, de acuerdo a la adoración del dios Adonis y el dios Attis, junto con Istar o Venus y la adoración del sistema del Sol. Se resolvió el conflicto en los sistemas paganos de Attis y Adonis. Nicea simplemente adoptó la semana santa como el festival oficial usando la práctica pagana ya existente, pero también la armonizo. No fijo o determino el festival. Los judíos habían establecido un completo calendario falso por 358, poco después de Nicea, como vemos aquí de Sócrates. Este evento es mucho más cercano a su tiempo y, por lo tanto, es señalado con más precisión.

Por lo tanto, la Pascua cristiana fue casi eliminada por el paganismo, estableciendo la semana santa o un calendario falso del judaísmo rabínico y moviendo las fechas de la Pascua en Nisan en relación a la luna. El Concilio de Nicea decretó que la determinación del domingo de pascua como el Domingo siguiente a la luna llena hiciera, en efecto, prácticamente imposible (pero no del todo) que el domingo de pascua a cayera el mismo domingo de la ofrenda de la gavilla mecida de la Pascua, si cayera el 15 de Nisan. Por lo tanto, es casi imposible que la semana santa y la Pascua coincidan correctamente en algunas ocasiones. Esto fue supuestamente por un deseo de distanciar el cristianismo de los judíos, pero en realidad es la determinación del sistema de un dios falso para dislocar la verdadera fiesta y ponerla en conformidad con la adoración panteísta.

 

El significado de la semana santa

El lenguaje involucrado en el inglés es, en sí mismo, más revelador. La Pascua fue denominada Pash en los escritos de la Iglesia primitiva. El término semana santa (easter) es de la antigua forma anglosajona.

El Diccionario Universal Oxford da el significado de semana santa como procedente del Inglés Antiguo éastre o el plural femenino Eastron. Dice:

 

Baeda [Bede] deriva la palabra de Eostre (Northumb. sp. de Éastre), una diosa cuyo festival era celebrado en el equinoccio de primavera (ibíd.).

 

El diccionario procede a ignorar esta directriz y la asocia con un festival cristiano, después de identificar su primer uso con la secta de la diosa.

El equinoccio vernal o de primavera es el momento cuando los días comienzan a alargarse más allá de la duración de la noche (por lo tanto, equinoccio: noche igual) y el crecimiento está comenzando a acelerarse. Así, el simbolismo es de la fertilidad. De esto, asociamos símbolos tales como conejos, huevos, etc. El conejo era un símbolo de fertilidad en el antiguo sistema babilónico y ha sido encontrado en el registro arqueológico. Los conejos eran usados en la antigua magia homeopática de África hasta América (Frazer, La Rama Dorada, i, pp. 154-155). También fueron utilizados en las ceremonias para detener la lluvia (ibíd., I, p. 295).

No sólo el cristianismo adoptó el símbolo del huevo en su ritual, sino también el judaísmo rabínico adoptó la práctica de incluir un huevo en la mesa del Seder en la Pascua, profanando así la cena de Pascua en una base anual y ritual. Junto con su adopción del calendario Hillel, casi nunca celebrarán la Pascua ellos mismos y evitan que alguien que trate de seguir su sistema de hacer así por virtud del sistema del calendario falso que han adoptado.

El Catecismo de la Iglesia Católica (St. Pauls, Libreria Editrice Vaticana, 1994, articulo 1170) dice: "En el Concilio de Nicea, en 325, todas las Iglesias acordaron que la semana santa, la Pascua cristiana, debían celebrarse el domingo siguiente a la primera luna llena (14 de Nisán) después del equinoccio vernal. La reforma del calendario occidental, llamado "gregoriano", por el Papa Gregorio XIII (1582), causó una diferencia de varios días con el calendario oriental. Hoy en día, las Iglesias orientales y occidentales están buscando un acuerdo con el fin de, una vez más celebrar el día de la Resurrección del Señor en una fecha común".

La dificultad es vista en el siguiente ejemplo moderno. En 1997, las iglesias occidentales celebraron la semana santa una semana después del domingo, que caía sobre el verdadero 15 de Nisan en marzo. El sistema ortodoxo, del cual la iglesia de Ucrania es un ejemplo, celebró su pascua el domingo una semana más tarde que los aplazamientos judíos el 27 de abril. Los judíos lo hicieron un mes más tarde que en occidente, en el octavo y el décimo noveno año de su ciclo natural. Hubo una consecuencia adicional, en ese Pentecostés y el final de las fiestas del año sagrado (Fiesta de Trompetas, Día de la Expiación, Fiesta de Tabernáculos) fueron un mes más tarde.

Un efecto similar al de los aplazamientos judíos fue tomado en el sistema ortodoxo. Originalmente la convención occidental no fue aceptada por la iglesia oriental en Siria y Mesopotamia, especialmente de Antioquia. Siguieron el sistema cuartodecimano hasta que se resolviera el caso. El Canon I del Concilio de Antioquía de 341 muestra que los obispos orientales fueron obligados a aceptar el sistema romano, determinado de Alejandría (vea el artículo Jeroboam y el Calendario Hillel (No. 191) para más detalles). Los rusos se convirtieron al cristianismo tras el bautismo de Olga de Kiev en 955 d.C. Su hijo, Sviatoslav de Kiev, saqueó el reino judío Khazar del Askenaz en 967. Por lo tanto, fueron absorbidos en Rusia y el nieto de Olga, Vladimir acepto el cristianismo y oficialmente adopto la religión en 988/989 d.C (Milner-Gulland y Dejevsky, Atlas Cultural de Rusia y la Unión Soviética, Time-Life Books, 1994, p. 8).

La influencia del sistema judío Khazar no debe ser subestimada. La influencia judía en el sistema ortodoxo ruso fue tan grande que en la segunda mitad del siglo XV, se consideró necesario colocarla bajo una fuerte represión (ver ERE, art. 'Iglesia Rusa ", vol. 10, p. 869). Hasta 1480, con Iván III Vasilievich, Rusia había estado bajo los tártaros o mongoles (ibíd., p. 870) y había sido extremadamente tolerante con las religiones, al igual que Khazaria antes de ellos. Rusia se dividió en dos agrupaciones políticas a mediados del siglo XV y la sección occidental bajo la dominación católica lituano-polaca reprimió a los ortodoxos en todos los sentidos (ibíd., pp. 869-870). Combinado con el efecto del fracaso de la Iglesia Ortodoxa para adoptar el calendario gregoriano, esto probablemente responde a la variación en la fecha de la semana santa. Es una combinación del fracaso de ajustar los errores en el calendario para coincidir con el sistema gregoriano y el aplazamiento para la siguiente Luna Nueva, que en el año 1997, correspondió a los aplazamientos judíos (vea también Porque se Atrasó la Pascua en 1997? (No. 239)).

 

La Duración de la Pascua

Cuando Jesucristo se reunió con los apóstoles para lo que Pablo llama la Cena del Señor (1 Cor. 11:20; Véase también Jn. 13:2,4; 21:20), esa noche era la noche antes de la Pascua judía. El evento que los cristianos deben observar es la tarde del 14 de Abib, mientras los judíos solo observan la noche del 15 de Abib, con el sacrificio de los corderos de Pascua en la tarde que precede inmediatamente esa noche - que también se describe en Éxodo 12:40 - 42. La Cena del Señor para 1997 cayó la tarde del viernes 21 de marzo (14 de Abib), ya que el equinoccio de primavera fue justo antes de la medianoche del 20 de marzo. Quizás fue irónico que, en este año, el 22 de marzo coincidió con el Purim judío. (Vea también Ester 9:18-19.)

La noche del 15 de Nisan es descrita como la noche para ser observada (vea el articulo La Noche para Ser Observada (No. 101)), y por lo tanto, el cristiano observa las dos noches, pero el énfasis es el 14 de Nisan, no el 15 de Nisán y la Pascua procede hasta el domingo (como es registrado por Tertuliano) independientemente del momento en que cae el 14 de Nisan. Según Tertuliano, la crucifixión y la resurrección fueron tratadas por igual y la palabra Pascha (o Pascua) designa los dos días, o el período de la crucifixión que comienza el 14 de Nisán al domingo (que era la ofrenda de la gavilla mecida y del que se determina Pentecostés) (Enciclopedia Católica, vol. III, art. 'Calendario', pp. 159 y ss.). También hay que recordar que la fijación del sistema de la semana santa es concedida al Concilio de Nicea, pero no hay constancia en los cánones del Concilio de tal decisión. Nosotros dependemos de Eusebio, en la Vida de Constantino (III, xxviii sq) para el registro de Constantino escribiendo a las iglesias después del Concilio (véase más arriba, y Enciclopedia Católica, ibíd., p. 160; también Turner, Monumento Niceno 152; Enciclopedia Católica, Vol. V, art 'Semana Santa', p. 228).

La semana santa no es la Pascua correcta, sino un sistema pagano. La Pascua cuartodecimana es la única práctica verdadera y bíblica para la Iglesia de Dios

 


 

  

Pascua (inicial mayúscula) ingles “Passover”, Pascua judía, cuartodecimana.

pascua (inicial minúscula) ingles “Easter”, semana santa