Iglesias Cristianas de Dios
[258]
La Ley y el
Quinto Mandamiento
(Edición 2.0
19981008-19990526-20120522-20120804)
Está
escrito: Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la
tierra que Jehová tu Dios te da. El Quinto Mandamiento es el primer mandamiento
con promesa y forma la base de la sociedad. Es el primero de la secuencia de
mandamientos que forman el Segundo Gran Mandamiento, esto es: amar al prójimo
como a uno mismo.
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La Ley y el Quinto Mandamiento
El Quinto Mandamiento está en Éxodo
20:12.
Éxodo 20:12
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que
Jehová tu Dios te da. (RV)
Deuteronomio
5:16 Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que
sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová
tu Dios te da. (RV)
El quinto
mandamiento es el primer mandamiento con una promesa. Es el primer mandamiento,
o punto del comienzo, para el Segundo Gran Mandamiento: amar al prójimo como a
uno mismo.
Mateo
19:18-19 Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo:
No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. 19
Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (RV)
Como todos
los mandamientos, es reforzado por el Nuevo Testamento.
Efesios 6:1
Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. (RV)
Colosenses
3:20 Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.
(RV)
La creación
fue basada alrededor de la familia desde el Jardín del Edén (vea los artículos La Doctrina del Pecado Original, Parte 1: El Jardín del Edén
[246] y La Doctrina del Pecado Original, Parte 2: Las Generaciones
de Adán [248]). La
familia forma el bloque central de la estructura de la sociedad. La familia
humana fue hecha a la imagen de Dios y fue proyectada para multiplicarse y
extender la imagen de Dios y llegar a ser un templo para Dios (ver Gén.
1:27-30; Gén. 2:7,18).
El padre es la fuerza de la casa como es la
mujer. La mujer tiene igual y gran responsabilidad por la función interna de la
familia, como nosotros vemos en Proverbios 31:10-31. El padre también tiene
responsabilidad por la función de la familia, como
relaciona con la sociedad. La función de Proverbios 31 es demostrar la
función pareja y ordenada de la familia y la sociedad y como esto también se
relaciona con la estructura espiritual de la iglesia. Tal
como la mujer es para la familia, así también es la iglesia para Cristo y ambos
para Dios (también vea el artículo Proverbios 31 [114]).
La familia tiene también responsabilidad
extendida bajo la ley que no debe ser abdicada o asumida ligeramente. Por esta
razón, la marca de esclavitud es un defecto en la sociedad, manifestada por una
horadación en la oreja (Éxodo 21:6). De la misma manera la cabeza de la casa
lleva responsabilidad bajo la ley (Éxodo 22:8). En todo esto somos niños del
Altísimo e hijos de Dios. ¿No está escrito: yo
dije, vosotros sois dioses e hijos todos del Altísimo? y la Escritura no
puede ser quebrantada (vea Salmo 82:1-6; Juan 10:35).
Salmo 82:1-6 Dios está en la reunión de los dioses; En
medio de los dioses juzga. 2 ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, Y
aceptaréis las personas de los impíos? Selah 3 Defended al débil y
al huérfano; Haced justicia al afligido y al menesteroso. 4 Librad
al afligido y al necesitado; Libradlo de mano de los impíos. 5 No
saben, no entienden, Andan en tinieblas; Tiemblan todos los cimientos de la
tierra. 6 Yo dije: Vosotros sois dioses, Y todos vosotros hijos del
Altísimo; (RV)
La estructura completa es como una familia de
hijos de Dios, espiritual y física.
Toda la creación está sujeta al hombre como una
familia, dentro del plan de Dios (Gén. 1:28). Así también hay orden en la
familia, como hay en la familia de Dios.
1Pedro 3:1-7
Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también
los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus
esposas, 2 considerando vuestra conducta casta y respetuosa. 3
Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de
vestidos lujosos, 4 sino el interno, el del corazón, en el
incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima
delante de Dios. 5 Porque así también se ataviaban en otro tiempo
aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos; 6
como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis
venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza. 7 Vosotros,
maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a
vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que
vuestras oraciones no tengan estorbo. (RV)
La desobediencia a los padres también tiene una
promesa.
Proverbios
30:17 El ojo que se burla de su padre y menosprecia la
enseñanza de la madre, sáquenlo los cuervos de la cañada y devórenlo las crías
del águila. (RV)
La
familia se convierte en la base de sociedad. El orden de la sociedad está en la familia a través
de la gracia y apariencia que Dios nos envió en Su imagen, esto es, su hijo
Jesús Cristo.
Tito 2:1-15
Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina. 2 Que los
ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia.
3 Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no
calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; 4 que
enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 5
a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos,
para que la palabra de Dios no sea blasfemada. 6 Exhorta asimismo a
los jóvenes a que sean prudentes; 7 presentándote tú en todo como
ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, 8
palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no
tenga nada malo que decir de vosotros. 9 Exhorta a los siervos a que
se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones; 10
no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la
doctrina de Dios nuestro Salvador. 11 Porque la gracia de Dios se ha
manifestado para salvación a todos los hombres, 12 enseñándonos que,
renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo
sobria, justa y piadosamente, 13 aguardando la esperanza
bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador
Jesucristo, 14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos
de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
15 Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te
menosprecie. (RV)
De esta
manera, los padres están para guardar y proveer a sus hijos y ver hacia el
futuro, y no atrás hacia el pasado.
2Corintios
12:14 He aquí, por tercera vez estoy preparado para ir a vosotros; y no os seré
gravoso, porque no busco lo vuestro, sino a vosotros, pues no deben atesorar
los hijos para los padres, sino los padres para los hijos. (RV)
En este tema, hay sólo un primogénito heredero
en la familia, sin tener en cuenta cuántas esposas (Deut. 21:15-17).
Deuteronomio
21:15-17 Si un hombre tuviere dos mujeres, la una amada y la otra aborrecida, y
la amada y la aborrecida le hubieren dado hijos, y el hijo primogénito fuere de
la aborrecida; 16 en el día que hiciere heredar a sus hijos lo que
tuviere, no podrá dar el derecho de primogenitura al hijo de la amada con
preferencia al hijo de la aborrecida, que es el primogénito; 17 mas
al hijo de la aborrecida reconocerá como primogénito, para darle el doble de lo
que correspondiere a cada uno de los demás; porque él es el principio de su
vigor, y suyo es el derecho de la primogenitura. (RV)
En todos esto, los hijos son responsables a los
padres y sujetos a la pena de muerte (Deut. 21:18-21). Esta pena de muerte está
investida en los padres y después en el estado a través de los superiores y se extiende luego al pueblo.
Deuteronomio
21:18-23 Si alguno tuviere un hijo contumaz y rebelde, que no
obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndole
castigado, no les obedeciere; 19 entonces lo tomarán su padre y su
madre, y lo sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar
donde viva; 20 y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro
hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotón y borracho. 21
Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán, y morirá; así quitarás
el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá, y temerá. 22 Si alguno
hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis morir, y lo
colgareis en un madero, 23 no dejaréis que su cuerpo pase la noche
sobre el madero; sin falta lo
enterrarás el mismo día, porque maldito por Dios es el colgado; y no
contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios te da por heredad. (RV)
Vemos ahora
que la base de la Sociedad es la familia y la familia es el bloque del edificio
de la nación. Toda la disciplina de la sociedad está investida en la familia,
como la unidad primaria y el derecho a disciplinar y tomar la vida proviene de
y está investida en la familia. Nuestros padres nos dieron vida por matrimonio
y procreación, y su participación en la creación, a través del poder del Dios
Omnipotente.
En esta manera la familia ejerce en una manera física, la responsabilidad de
Dios en la forma espiritual. Nosotros tenemos sólo un Padre.
Malaquías 2:10
¿No tenemos todos, un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué,
pues, nos portamos deslealmente el uno contra el otro, profanando el pacto de
nuestros padres? (RV)
Él nos creó y por Su voluntad existimos y
fuimos creados:
Apocalipsis
5:8-10 Y cuando hubo tomado el libro,
los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del
Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las
oraciones de los santos; 9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo:
Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado,
y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y
nación; 10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y
reinaremos sobre la tierra. (RV)
(Nota:
todos los textos se leen y ellos reinarán
en la tierra).
Él que
santifica y los que se santifican tienen un origen.
Hebreos 2:11
Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo
cual no se avergüenza de llamarlos hermanos, (RV)
Nosotros no llamamos a ningún hombre padre
porque nuestro Padre es Dios solo en el cielo y Él es nuestro Dios y Padre y el
Dios y Padre de Jesús Cristo a quien Él envió.
Mateo 23:9 Y no llaméis padre vuestro a nadie en
la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. (RV)
Él solo es
el objeto de nuestra devoción y nuestra oración.
Mateo 6:1-15
Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de
ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los
cielos. 2 Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante
de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser
alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 3
Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, 4 para
que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará
en público. 5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque
ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles,
para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 6
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu
Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en
público. 7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles,
que piensan que por su palabrería serán oídos. 8 No os hagáis, pues,
semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad,
antes que vosotros le pidáis. 9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre
nuestro que estás en los cielos, Santificado sea tu nombre. 10 Venga
tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 11
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12 Y perdónanos nuestras
deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13 Y
no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el
poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. 14 Porque si
perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro
Padre celestial; 15 más si no perdonáis a los hombres sus ofensas,
tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas. (RV)
Así la
relación con el Padre es el objetivo primario, pero sólo a través del Segundo Gran Mandamiento podemos
comprender el objeto del Primer Gran
Mandamiento, esto es el amor de Dios. Así serás santo y todo lo que hagas
será santo, de lo que usted consume hasta lo que
usted produce.
Éxodo 22:31 Y fijaré tus límites desde el Mar Rojo
hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el Éufrates; porque
pondré en tus manos a los moradores de la tierra, y tú los echarás de delante
de ti. (RV)
Levítico 11:44
Porque yo soy Jehová vuestro Dios; vosotros por tanto os santificaréis, y
seréis santos, porque yo soy santo; así que no contaminéis vuestras personas
con ningún animal que se arrastre sobre la tierra. (RV)
La persona
es Santa y no debe ser corrompida, porque fue Dios quien nos redimió para ser
Santos.
Levítico 11:45
Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro
Dios: seréis, pues, santos, porque yo soy santo. (RV)
Levítico 20:26
Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de
los pueblos para que seáis míos. (RV)
Propósito de la
Creación de la Humanidad
La Familia Santa
De esta manera la familia es Santa. La nación
es de Dios y el reino es establecido para
Cristo en la línea de David para siempre. Nosotros somos de esa casa como una
familia y esa familia es gobernada por jueces bajo la casa de David que es del
Mesías y el sacerdocio de Melquisedec. Porque Mi rey es rectitud (Melchizedec)
o Mi Señor es rectitud (Adonizedek) es para siempre el título
hereditario del rey de Jerusalén (vea Génesis 14:18; Salmo 110:4 y Josué 10:1 y
también The Dead Sea Scrolls in English
(Los Pergaminos del Mar Muertos en inglés) de G. Vermes; re Melchizedec y su
significado).
2Samuel
7:10-16 Además, yo fijaré lugar a mi
pueblo Israel y lo plantaré, para que habite en su lugar y nunca más sea
removido, ni los inicuos le aflijan más, como al principio, 11 desde
el día en que puse jueces sobre mi pueblo Israel; y a ti te daré descanso de
todos tus enemigos. Asimismo Jehová te hace saber que él te hará casa. 12
Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré
después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré
su reino. 13 El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para
siempre el trono de su reino. 14 Yo le seré a él padre, y él me será
a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con
azotes de hijos de hombres; 15 pero mi misericordia no se apartará
de él como la aparté de Saúl, al cual quité de delante de ti. 16 Y
será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono
será estable eternamente. (RV)
El Mesías así recibió una paternidad sobre los hijos de
los hombres, como hijos de Dios.
Isaías 9:6-7
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su
hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno,
Príncipe de paz. 7 Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán
límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo
en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los
ejércitos hará esto. (RV)
Él será
llamado el hijo de Dios.
Lucas 1:32-35
Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el
trono de David su padre; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para
siempre, y su reino no tendrá fin. 34 Entonces María dijo al ángel:
¿Cómo será esto? pues no conozco varón. 35 Respondiendo el ángel, le
dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con
su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de
Dios. (RV)
La justicia es establecida con él para la
familia de los hombres (Isaías 11:4-5) en la simiente de Abraham (Gálatas 3:6,
9). Él es elegido heredero de todas las cosas, habiendo sido enviado para
hablar a los hombres (Hebreos 1:1-2) y confirmará la inmutabilidad de su
consejo con un juramento (Hebreos 6:17). Es por fe que nosotros fuimos
advertidos de Dios a través de Noé en las Primeras generaciones, para la
salvación de la casa de Dios, y por el Hijo en las Segundas generaciones de
Adán y, por fe, nosotros seguimos su consejo (Hebreos 11:7). Si nosotros somos
de Cristo por fe, entonces nosotros somos de Abraham y herederos según la
promesa (Gálatas 3:16, 29), siendo también hijos de Adán e hijos de Dios (Lucas
3:38).
En el primer Adán llevamos la imagen terrenal.
En el segundo Adán nosotros llevamos la imagen celestial (1Cor. 15:45-49).
1Corintios
15:45-49 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente;
el postrer Adán, espíritu vivificante. 46 Mas lo espiritual no es
primero, sino lo animal; luego lo espiritual. 47 El primer hombre es
de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. 48
Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales
también los celestiales. 49 Y así como hemos traído la imagen del
terrenal, traeremos también la imagen del celestial. (RV)
(Vea Mateo 28:18-19; Ezequiel 21:27)
Su familia es nuestra familia porque nosotros
hacemos la voluntad de Dios (Juan 19:25-27). Así también la familia está en dos
niveles, una física o terrenal y una espiritual o familia celestial.
Mateo 12:46-50
Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban
afuera, y le querían hablar. 47 Y le dijo uno: He aquí tu madre y
tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. 48 Respondiendo él
al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? 49
Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis
hermanos. 50 Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi
hermano, y hermana, y madre. (RV)
No somos así los hijos de la esclava sino hijos
de la verdadera línea y así los herederos (Génesis 21:10; 25:1-6). Esta
distinción es de la línea de la fe en la herencia de Dios establecida en la
ley, como una distinción para separar al infiel.
Levítico
25:45-46 También podréis comprar de los hijos de los forasteros que viven entre
vosotros, y de las familias de ellos nacidos en vuestra tierra, que están con
vosotros, los cuales podréis tener por posesión. 46 Y los podréis
dejar en herencia para vuestros hijos después de vosotros, como posesión
hereditaria; para siempre os serviréis de ellos; pero en vuestros hermanos los
hijos de Israel no os enseñorearéis cada uno sobre su hermano con dureza. (RV)
Así el establecimiento físico de la nación
precede al espiritual y la distinción es establecida para mostrar que solo por
salvación y entrada a la nación por todas las naciones, todos los hombres
entraran en la vida eterna.
Para que podemos hacer eso, un período de
entrenamiento es establecido bajo Mesías y el sacerdocio nuevo (vea Apo. 20:1-9). En ese día
seremos como dioses, como el Ángel de Yahovah en nuestra cabeza. Y su simiente
se establecerá para siempre (Salmo 89:4).
Zacarías 12:8 En aquel día Jehová defenderá al
morador de Jerusalén; el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como
David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos.
(RV)
Después de
la segunda resurrección y del período de entrenamiento de todos los seres
(Isaías 65:20), nosotros todos, todos y cada ser, seguiremos
nuestro destino final. Dios luego se volverá todo en todos y nosotros seremos
el lugar de la morada de Dios, como el Templo de Dios para siempre.
Efesios 4:6 un
Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. (RV)
Éste es el
resultado final de lo que Dios llegará a ser (Éx. 3:14).
En este proceso seremos santificados y
limpiados. Hay una extensa legislación en la materia. La legislación involucra
la limpieza de los pueblos y del planeta y su ambiente.
Las leyes de los alimentos se encuentran en
Levítico 11:1-47 y Deuteronomio 14:1-21 (ver el artículo Las Leyes de los Alimentos [015]).
La nación y las personas fueron santificadas y colocadas aparte a fin de
que Dios pudiera venir a ellas. Sin embargo, en la nación física, Él puso límites y
habló a través del Ángel de Yahovah. Estos límites se enlistaron en Éxodo
19:10-25. El texto completo debe ser leído en el séptimo año. Estos límites
representaron la manera en la que Dios operaría a través de la nación y luego a
través de la iglesia. La ley se dio originalmente a los setenta y luego a la
nación. Las personas fueron santificadas primero y este proceso de
santificación es emprendido por la iglesia y nación en una base anual, desde el
Primer Día del Año Sagrado. Procede al Séptimo Día del Primer mes en que se
santifican los simples y los erróneos (ver los artículos Santificación del Templo de Dios [241] y Las Fiestas de Dios y como ellas se
relacionan con la Creación [227]). La distinción fue hecha para mostrar a la nación que había un
proceso distinto por el cual ellos podrían acercarse de Dios. Ese proceso fue
puesto en su lugar por el Mesías en la Iglesia, a través del bautismo del
Espíritu Santo.
Así la
santificación es una parte del proceso de hacer santo uno mismo, como un
receptáculo para el Dios viviente.
Levítico 20:7
Santificados, pues, y sed santos, porque yo Jehová soy vuestro Dios. (RV)
Dios ha
establecido su autoridad en la tierra, a través de Sus líderes señalados. Dios
habló a través de intermediarios con sus siervos los profetas (ver Éxodo 31:1).
Esta actividad se hace luego también en sucesión de autoridad desde los
profetas de Dios hasta los líderes de las naciones.
Éxodo
4:11-23 Y Jehová le respondió: ¿Quién
dio la boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego?
¿No soy yo Jehová? 12 Ahora, pues, vé, y yo estaré con tu boca, y te
enseñaré lo que hayas de hablar. 13 Y él dijo: ¡Ay, Señor! envía, te
ruego, por medio del que debes enviar. 14 Entonces Jehová se enojó
contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él
habla bien? Y he aquí que él saldrá a recibirte, y al verte se alegrará en su
corazón. 15 Tú hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras, y
yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer. 16
Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás
para él en lugar de Dios. 17 Y tomarás en tu mano esta vara, con la
cual harás las señales. 18 Así se fue Moisés, y volviendo a su
suegro Jetro, le dijo: Iré ahora, y volveré a mis hermanos que están en Egipto,
para ver si aún viven. Y Jetro dijo a Moisés: Vé en paz. 19 Dijo
también Jehová a Moisés en Madián: Vé y vuélvete a Egipto, porque han muerto
todos los que procuraban tu muerte. 20 Entonces Moisés tomó su mujer
y sus hijos, y los puso sobre un asno, y volvió a tierra de Egipto. Tomó
también Moisés la vara de Dios en su mano. 21 Y dijo Jehová a
Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas
las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón, de modo
que no dejará ir al pueblo. 22 Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho
así: Israel es mi hijo, mi primogénito. 23 Ya te he dicho que dejes
ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; he aquí yo voy
a matar a tu hijo, tu primogénito. (RV)
Dios
determina a los líderes de Israel.
Números
27:12-23 Jehová dijo a Moisés: Sube a
este monte Abarim, y verás la tierra que he dado a los hijos de Israel. 13
Y después que la hayas visto, tú también serás reunido a tu pueblo, como fue reunido
tu hermano Aarón. 14 Pues fuisteis rebeldes a mi mandato en el
desierto de Zin, en la rencilla de la congregación, no santificándome en las
aguas a ojos de ellos. Estas son las aguas de la rencilla de Cades en el
desierto de Zin. 15 Entonces respondió Moisés a Jehová, diciendo: 16
Ponga Jehová, Dios de los espíritus de toda carne, un varón sobre la
congregación, 17 que salga delante de ellos y que entre delante de
ellos, que los saque y los introduzca, para que la congregación de Jehová no
sea como ovejas sin pastor. 18 Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué
hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él; 19
y lo pondrás delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la congregación;
y le darás el cargo en presencia de ellos. 20 Y pondrás de tu
dignidad sobre él, para que toda la congregación de los hijos de Israel le
obedezca. 21 El se pondrá delante del sacerdote Eleazar, y le
consultará por el juicio del Urim delante de Jehová; por el dicho de él
saldrán, y por el dicho de él entrarán, él y todos los hijos de Israel con él,
y toda la congregación. 22 Y Moisés hizo como Jehová le había
mandado, pues tomó a Josué y lo puso delante del sacerdote Eleazar, y de toda
la congregación; 23 y puso sobre él sus manos, y le dio el cargo, como
Jehová había mandado por mano de Moisés. (RV)
Así el
sacerdote del Urim y del Tumim es puesto para aconsejar delante del Señor con
el Líder de Israel. El Líder como rey es determinado según las costumbres de
las naciones. Cristo, no el hombre, es rey. No obstante, Dios estableció este
artículo bajo la ley.
Deuteronomio
17:14-20 Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, y tomes
posesión de ella y la habites, y digas: Pondré un rey sobre mí, como todas las
naciones que están en mis alrededores; 15 ciertamente pondrás por
rey sobre ti al que Jehová tu Dios escogiere; de entre tus hermanos pondrás rey
sobre ti; no podrás poner sobre ti a hombre extranjero, que no sea tu hermano. 16
Pero él no aumentará para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto con el
fin de aumentar caballos; porque Jehová os ha dicho: No volváis nunca por este
camino. 17 Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no
se desvíe; ni plata ni oro amontonará para sí en abundancia. 18 Y
cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un
libro una copia de esta ley, del original que está al cuidado de los sacerdotes
levitas; 19 y lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su
vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las
palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra; 20
para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del
mandamiento a diestra ni a siniestra; a fin de que prolongue sus días en su
reino, él y sus hijos, en medio de Israel. (RV)
Así sólo
una persona de las tribus de Israel puede gobernar sobre Israel. El rey está
limitado por las leyes de Dios y sus propias ordenanzas dentro de esas leyes.
El
convenio de circuncisión estribó con Israel y los profetas estaban obligados a
exigirlo bajo pena de sus vidas.
Éxodo 4:25-28 Entonces Séfora tomó un pedernal afilado
y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú
me eres un esposo de sangre. 26 Así le dejó luego ir. Y ella dijo:
Esposo de sangre, a causa de la circuncisión. 27 Y Jehová dijo a
Aarón: Vé a recibir a Moisés al desierto. Y él fue, y lo encontró en el monte
de Dios, y le besó. 28 Entonces contó Moisés a Aarón todas las
palabras de Jehová que le enviaba, y todas las señales que le había dado. (RV)
El convenio
de la Circuncisión apuntó al convenio del Corazón en el Espíritu Santo y así la
circuncisión no fue requerida de los Gentiles en conversión. Moisés era
incircunciso de labios (Éxodo 6:30) pero él fue sanado y fue hecho un elohim
para Faraón (Éxodo 7:1; vea La Ley y el Primer Mandamiento [253] y
La Ley y el Segundo
Mandamiento [254]).).
Esta
circuncisión de la familia dada por Abraham y restablecida por Moisés y Josué
(ver Josué 5:8; Juan 7:22) apuntó hacia la circuncisión del Espíritu Santo y la
responsabilidad del elegido (ver Hechos 7:8; 10:45-11:2). Los Gentiles fueron
dispensados del requisito al entrar en la congregación de Israel en el Espíritu
Santo. Porque en la ley superior, no es todo circuncidado el que es de Israel y
no todo incircunciso está excluido del pacto de la Paternidad de Dios.
Éxodo 12:49 La
misma ley será para el natural, y para el extranjero que habitare entre
vosotros. (RV)
Desde este punto Moisés entonces
recogió los ancianos y Moisés y Aarón les hablaron (Éxodo 4:29-31).
Éxodo
4:29-31 Y fueron Moisés y Aarón, y
reunieron a todos los ancianos de los hijos de Israel. 30 Y habló
Aarón acerca de todas las cosas que Jehová había dicho a Moisés, e hizo las
señales delante de los ojos del pueblo. 31 Y el pueblo creyó; y
oyendo que Jehová había visitado a los hijos de Israel, y que había visto su
aflicción, se inclinaron y adoraron. (RV)
La
autoridad de la nación es la manera que Dios también trata con Su familia
extendida en orden.
Números
12:1-16 María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que
había tomado; porque él había tomado mujer cusita. 2 Y dijeron:
¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y
lo oyó Jehová. 3 Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos
los hombres que había sobre la tierra. 4 Luego dijo Jehová a Moisés,
a Aarón y a María: Salid vosotros tres al tabernáculo de reunión. Y salieron
ellos tres. 5 Entonces Jehová descendió en la columna de la nube, y
se puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a María; y salieron
ambos. 6 Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre
vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él. 7
No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. 8 Cara a
cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de
Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés? 9
Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos; y se fue. 10 Y
la nube se apartó del tabernáculo, y he aquí que María estaba leprosa como la
nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa. 11 Y dijo
Aarón a Moisés: ¡Ah! señor mío, no pongas ahora sobre nosotros este pecado;
porque locamente hemos actuado, y hemos pecado. 12 No quede ella
ahora como el que nace muerto, que al salir del vientre de su madre, tiene ya
medio consumida su carne. 13 Entonces
Moisés clamó a Jehová, diciendo: Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora. 14
Respondió Jehová a Moisés: Pues si su padre hubiera escupido en su
rostro, ¿no se avergonzaría por siete días? Sea echada fuera del campamento por
siete días, y después volverá a la congregación. 15 Así María fue
echada del campamento siete días; y el pueblo no pasó adelante hasta que se
reunió María con ellos. 16 Después el pueblo partió de Hazerot, y
acamparon en el desierto de Parán. (RV)
El debido ejercicio de la autoridad es de Dios.
Por esta razón, la rebelión es como adivinación, porque la rebelión está
estableciendo una voluntad en oposición a la voluntad de Dios y por lo tanto es
politeísmo (ver 1Samuel 15:23).
Ejercicio de Autoridad
Incluso el ungido de Dios fue sujeto a las
leyes del quinto mandamiento y su relación a la familia a través del
matrimonio, como fueron sus parientes así limitados. Así también vino la
sabiduría, como a través de otro sacerdote y profeta. En Éxodo 18:1-27, vemos
que Moisés había confiado a su esposa e hijos con su padre de ella, y su suegro
a quien él honró. Jetró fue también sacerdote de Madián. Jetró devolvió a su
familia y le dio consejo a Moisés en el juicio de Israel y su sistema de
justicia y mando.
Éxodo 18:1-27 Oyó Jetro sacerdote de Madián, suegro de Moisés, todas las cosas que
Dios había hecho con Moisés, y con Israel su pueblo, y cómo Jehová había sacado
a Israel de Egipto. Y tomó Jetro suegro de Moisés a Séfora la mujer de Moisés,
después que él la envió, y a sus dos hijos; el uno se llamaba Gersón, porque
dijo: Forastero he sido en tierra ajena; y el otro se llamaba Eliezer, porque
dijo: El Dios de mi padre me ayudó, y me libró de la espada de Faraón. Y Jetro
el suegro de Moisés, con los hijos y la mujer de éste, vino a Moisés en el
desierto, donde estaba acampado junto al monte de Dios; y dijo a Moisés: Yo tu
suegro Jetro vengo a ti, con tu mujer, y sus dos hijos con ella. Y Moisés salió
a recibir a su suegro, y se inclinó, y lo besó; y se preguntaron el uno al otro
cómo estaban, y vinieron a la tienda. Y Moisés contó a su suegro todas las
cosas que Jehová había hecho a Faraón y a los egipcios por amor de Israel, y
todo el trabajo que habían pasado en el camino, y cómo los había librado
Jehová. Y se alegró Jetro de todo el bien que Jehová había hecho a Israel, al
haberlo librado de mano de los egipcios. Y Jetro dijo: Bendito sea Jehová, que
os libró de mano de los egipcios, y de la mano de Faraón, y que libró al pueblo
de la mano de los egipcios. Ahora conozco que Jehová es más grande que todos
los dioses; porque en lo que se ensoberbecieron prevaleció contra ellos. Y tomó
Jetro, suegro de Moisés, holocaustos y sacrificios para Dios; y vino Aarón y
todos los ancianos de Israel para comer con el suegro de Moisés delante de
Dios. Aconteció que al día siguiente se sentó Moisés a juzgar al pueblo; y el
pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde. Viendo el
suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que
haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está
delante de ti desde la mañana hasta la tarde? Y Moisés respondió a su suegro:
Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios. Cuando tienen asuntos,
vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas de
Dios y sus leyes. Entonces el suegro de Moisés le dijo: No está bien lo que
haces. Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo;
porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo. Oye
ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo
delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios. Y enseña a ellos las
ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que
han de hacer. Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud,
temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos
sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez.
Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y
ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la
llevarán ellos contigo. Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás
sostenerte, y también todo este pueblo irá en paz a su lugar. Y oyó Moisés la
voz de su suegro, e hizo todo lo que dijo. Escogió Moisés varones de virtud de
entre todo Israel, y los puso por jefes sobre el pueblo, sobre mil, sobre
ciento, sobre cincuenta, y sobre diez. Y juzgaban al pueblo en todo tiempo; el
asunto difícil lo traían a Moisés, y ellos juzgaban todo asunto pequeño. Y despidió Moisés a
su suegro, y éste se fue a su tierra. (RSV)
Moisés
actuó para Dios como mediador y los hombres, quienes estaban libres de
malversación y corrupción, fueron seleccionados para ser gobernantes sobre las
decenas, cincuentenas, centenas y sobre de los miles. Estos hombres llegaron a
ser jueces en Israel. Los asuntos demasiado grandes para ellos fueron llevados
a autoridades superiores.
De esta
estructura nosotros vemos a familias puestas en decenas y de decenas a
cincuentenas y luego a cientos y después en miles y de allí a los capitanes de
los diez miles y las tribus. De las tribus nosotros tenemos los setenta como el
concilio de los elohim de Justicia. Así la familia llegó a ser una nación que
se volvió una familia de naciones, todos en orden y bajo autoridad que provino
de Dios y Su ley.
Bajo Su
autoridad, nosotros actuamos en Su nombre y entonces obedecemos el tercer
mandamiento siguiendo con el primero y el segundo mandamiento. Como los hijos
del único y verdadero Dios, llegamos a ser uno verdadero pueblo que a su vez es
destinado a volverse dioses, como elohim, en que Eloah es todo en todos.
Nosotros somos así el Templo de Dios.
1Corintios
3:16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en
vosotros? (RV)
Todos
nosotros somos llamados para ser hijos del Dios Viviente.
Deuteronomio
6:13 A Jehová tu Dios temerás, y a él solo servirás, y por su nombre jurarás.
(RV)
El nombre de Dios es una extensión de Su
autoridad entre Su pueblo, espiritual o físico; así el término elohim se aplica
al ejército celestial y los jueces y gobernantes de la nación física de Israel.
Deuteronomio
16:18-20 Jueces y oficiales
pondrás en todas tus ciudades que Jehová tu Dios te dará en tus tribus, los
cuales juzgarán al pueblo con justo juicio. 19 No tuerzas el
derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno
ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos. 20
La justicia, la justicia seguirás, para que vivas y heredes la tierra que
Jehová tu Dios te da. (RV)
Habrá justicia en todos nuestros juicios,
porque justicia es la rectitud.
Los ángeles
de Dios son todos llamados Yahovah cuando actúan para Él (ver Génesis 18:3, 27;
el termino es aplicado a múltiples seres en el plural a todo lo largo de Génesis 19 por ejemplo). Yahovah también fue
usado por los otros dos ángeles que vinieron con el tercer ser llamado Yahovah.
Él permaneció con Abraham mientras ellos fueron encontrar Lot a Sodoma, donde
estaban de nuevo llamados Yahovah (ver el artículo El Ángel de JHVH
[024]). Desde el
tiempo de Set, el hijo de Adán, los hombres empezaron a invocar el nombre de Yahovah (Gén. 4:26).
Vemos que del tercer mandamiento procedemos
luego al cuarto mandamiento como una demarcación de santidad, en tiempo así
como de autoridad.
Levítico
19:1-3 Habló Jehová a Moisés, diciendo: 2 Habla a toda la
congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo soy
yo Jehová vuestro Dios. 3 Cada uno temerá a su madre y a su padre, y
mis días de reposo guardaréis. Yo Jehová vuestro Dios. (RV)
Del Primer Gran Mandamiento vemos que el quinto
está atado a los primeros cuatro mandamientos y fluye de ellos.
La
autoridad para la resolución del poder para actuar está investida en una
persona y no en ambas. Esto es así con Dios y el Ejercito, donde todos actúan
bajo la voluntad de un Dios verdadero (Juan 17:3). Cristo no puede hacer nada
por sí mismo (Juan 5:30). Esta comprensión es importante para la estructura del
Ejército, físico y espiritual. Es también reflejado en las relaciones
familiares.
Donde hay
conflicto, entonces el juramento de la mujer no puede sujetar la familia y la
voluntad del marido puede ser usada para romper el juramento, que se puede
conducir contrario a los intereses percibidos de la familia. Así también la
voluntad de Dios prevalece en el Ejército. Vemos la ley puesta en Números
30:1-16, que debe ser leída en el séptimo año. El marido de una mujer, o padre
si ella no tiene ningún marido, puede anular un juramento de la mujer. Si él
permanece callado en el día que él lo oyó, entonces está obligado. Si él lo
anula, entonces es nulo. Sólo los votos de una viuda hechos después de la
muerte de su marido están en su propio derecho.
Así una mujer está sujeta a su marido y es
tomada de la familia y dada a la familia del marido. Esto representa a los
elegidos como la iglesia, quienes son tomados de la tribu del padre y colocados
en la tribu del marido, bajo una familia sujeta al único y verdadero Dios. Tal
como la cabeza de la mujer es el hombre, así la cabeza de la iglesia es Cristo,
bajo el Padre.
Así la
cabeza de la mujer es el hombre (como una familia) y la cabeza de cada hombre
es el Mesías y la cabeza del Cristo ungido es Dios.
1Corintios
11:3 Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón
es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. (RV)
La familia
física se extiende solo hasta la muerte, pero la espiritual es eterna donde nosotros no nos casamos ni damos en el matrimonio, pero
somos iguales a, y como un orden de, ángeles (Lucas 20:34-35) como
elohim (Zacarías 12:8). Como el Mesías, los ángeles son nuestros hermanos (ver
Salmo 22:22; Apo. 3:5 (ver Mateo 10:32; 6:11; 12:10).
La Familia como la tribu en Israel
Las
familias están organizadas por tribus y también dentro de las agrupaciones
tribales. Esto se registra en Números 2:1-33.
Números 2:1-33 Habló
Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo: Los hijos de Israel acamparán cada uno
junto a su bandera, bajo las enseñas de las casas de sus padres; alrededor del
tabernáculo de reunión acamparán. Estos acamparán al oriente, al este: la bandera
del campamento de Judá, por sus ejércitos; y el jefe de los hijos de Judá,
Naasón hijo de Aminadab. Su cuerpo de ejército, con sus contados, setenta y
cuatro mil seiscientos. Junto a él acamparán los de la tribu de Isacar; y el
jefe de los hijos de Isacar, Natanael hijo de Zuar. Su cuerpo de ejército, con
sus contados, cincuenta y cuatro mil cuatrocientos. Y la tribu de Zabulón; y el
jefe de los hijos de Zabulón, Eliab hijo de Helón. Su cuerpo de ejército, con
sus contados, cincuenta y siete mil cuatrocientos. Todos los contados en el
campamento de Judá, ciento ochenta y seis mil cuatrocientos, por sus ejércitos,
marcharán delante. La bandera del campamento de Rubén estará al sur, por sus
ejércitos; y el jefe de los hijos de Rubén, Elisur hijo de Sedeur. Su cuerpo de
ejército, con sus contados, cuarenta y seis mil quinientos. Acamparán junto a
él los de la tribu de Simeón; y el jefe de los hijos de Simeón, Selumiel hijo
de Zurisadai. Su cuerpo de ejército, con sus contados, cincuenta y nueve mil
trescientos. Y la tribu de Gad; y el jefe de los hijos de Gad, Eliasaf hijo de
Reuel. Su cuerpo de ejército, con sus contados, cuarenta y cinco mil
seiscientos cincuenta. Todos los contados en el campamento de Rubén, ciento
cincuenta y un mil cuatrocientos cincuenta, por sus ejércitos, marcharán los
segundos. Luego irá el tabernáculo de reunión, con el campamento de los
levitas, en medio de los campamentos en el orden en que acampan; así marchará
cada uno junto a su bandera. La bandera del campamento de Efraín por sus
ejércitos, al occidente; y el jefe de los hijos de Efraín, Elisama hijo de
Amiud. Su cuerpo de ejército, con sus contados, cuarenta mil quinientos. Junto
a él estará la tribu de Manasés; y el jefe de los hijos de Manasés, Gamaliel
hijo de Pedasur. Su cuerpo de ejército, con sus contados, treinta y dos mil
doscientos. Y la tribu de Benjamín; y el jefe de los hijos de Benjamín, Abidán
hijo de Gedeoni. Y su cuerpo de ejército, con sus contados, treinta y cinco mil
cuatrocientos. Todos los contados en el campamento de Efraín, ciento ocho mil
cien, por sus ejércitos, irán los terceros. La bandera del campamento de Dan
estará al norte, por sus ejércitos; y el jefe de los hijos de Dan, Ahiezer hijo
de Amisadai. Su cuerpo de ejército, con sus contados, sesenta y dos mil
setecientos. Junto a él acamparán los de la tribu de Aser; y el jefe de los
hijos de Aser, Pagiel hijo de Ocrán. Su cuerpo de ejército, con sus contados,
cuarenta y un mil quinientos. Y la tribu de Neftalí; y el jefe de los hijos de
Neftalí, Ahira hijo de Enán. Su cuerpo de ejército, con sus contados, cincuenta
y tres mil cuatrocientos. Todos los contados en el campamento de Dan, ciento
cincuenta y siete mil seiscientos, irán los últimos tras sus banderas. Estos
son los contados de los hijos de Israel, según las casas de sus padres; todos
los contados por campamentos, por sus ejércitos, seiscientos tres mil
quinientos cincuenta. Mas los levitas no fueron contados entre los hijos de
Israel, como Jehová lo mandó a Moisés.
Las doce
tribus están en cuatro grupos de tres tribus. Estas agrupaciones también tienen
importancia para la reorganización.
La Biblia
declara que las tribus fueron numeradas y registradas. Se dio la herencia de
las tribus según el tamaño de la tribu, por el número de nombres de los varones
en edad de guerra, que es, de veinte años y más.
Números
26:1-62 Aconteció después de
la mortandad, que Jehová habló a Moisés y a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón,
y le dijo: 2 Haced el censo de toda la congregación de los hijos de
Israel, de veinte años para arriba, por las casas de sus padres, de todos los
que pueden salir a la guerra en Israel. 3 Moisés y el sacerdote
Eleazar hablaron con ellos en los campos de Moab, junto al Jordán, frente a
Jericó, y les dijeron: 4 Registraréis a la gente de veinte años para
arriba, como mandó Jehová a Moisés. Los hijos de Israel que salieron de tierra
de Egipto fueron: 5 Rubén, el primogénito de Israel; los hijos de
Rubén: de Enoc, la familia de los enoquitas; de Falú, la familia de los
faluitas; 6 de Hezrón, la familia de los hezronitas; de Carmi, la
familia de los carmitas. 7 Estas son las familias de los rubenitas;
y fueron registrados de ellas 43.730. 8 Los hijos de Falú: Eliab. 9
Y los hijos de Eliab: Nemuel, Datán y Abiram. Estos Datán y Abiram fueron los
del consejo de la congregación que se rebelaron contra Moisés y Aarón con el
grupo de Coré, cuando este se rebeló contra Jehová. 10 La tierra
abrió su boca y se los tragó junto con Coré; así murió aquel grupo, cuando el
fuego consumió a doscientos cincuenta hombres, para que sirvieran de
escarmiento. 11 Pero los hijos de Coré no murieron. 12
Los hijos de Simeón, por familias: de Nemuel, la familia de los nemuelitas; de
Jamín, la familia de los jaminitas; de Jaquín, la familia de los jaquinitas; 13
de Zera, la familia de los zeraítas; de Saúl, la familia de los saulitas. 14
Estas son las familias de los simeonitas: 22.200. 15 Los hijos de
Gad, por familias: de Zefón, la familia de los zefonitas; de Hagui, la familia
de los haguitas; de Suni, la familia de los sunitas; 16 de Ozni, la
familia de los oznitas; de Eri, la familia de los eritas; 17 de
Arod, la familia de los aroditas; de Areli, la familia de los arelitas. 18
Estas son las familias de Gad; y fueron registrados de ellas 40.500. 19
Los hijos de Judá: Er y Onán; y Er y Onán murieron en la tierra de Canaán. 20
Y fueron los hijos de Judá, por familias: de Sela, la familia de los selaítas;
de Fares, la familia de los faresitas; de Zera, la familia de los zeraítas. 21
Los hijos de Fares fueron: de Hezrón, la familia de los hezronitas; de Hamul,
la familia de los hamulitas. 22 Estas son las familias de Judá; y
fueron registrados de ellas 76.500. 23 Los hijos de Isacar, por
familias; de Tola, la familia de los tolaítas; de Fúa, la familia de los
funitas; 24 de Jasub, la familia de los jasubitas; de Simrón, la
familia de los simronitas. 25 Estas son las familias de Isacar; y
fueron registrados de ellas 64.300. 26 Los hijos de Zabulón, por
familias: de Sered, la familia de los sereditas; de Elón, la familia de los
elonitas; de Jahleel, la familia de los jahleelitas. 27 Estas son
las familias de los zabulonitas; y fueron registrados de ellas 60.500. 28
Los hijos de José, por familias: Manasés y Efraín. 29 Los hijos de
Manasés: de Maquir, la familia de los maquiritas; y Maquir engendró a Galaad;
de Galaad, la familia de los galaaditas. 30 Estos son los hijos de
Galaad: de Jezer, la familia de los jezeritas; de Helec, la familia de los
helequitas; 31 de Asriel, la familia de los asrielitas; de Siquem,
la familia de los siquemitas; 32 de Semida, la familia de los
semidaítas; de Hefer, la familia de los heferitas. 33 Zelofehad hijo
de Hefer no tuvo hijos sino hijas. Los nombres de las hijas de Zelofehad fueron
Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa. 34 Estas son las familias de
Manasés; y fueron registrados de ellas 52.700. 35 Estos son los
hijos de Efraín, por familias: de Sutela, la familia de los sutelaítas; de
Bequer, la familia de los bequeritas; de Tahán, la familia de los tahanitas. 36
Y estos son los hijos de Sutela: de Erán, la familia de los eranitas. 37
Estas son las familias de los hijos de Efraín; y fueron registrados de ellas
32.500. Estos son los hijos de José, por familias. 38 Los hijos de
Benjamín, por familias: de Bela, la familia de los belaítas; de Asbel, la
familia de los asbelitas; de Ahiram, la familia de los ahiramitas; 39
de Sufam, la familia de los sufamitas; de Hufam, la familia de los hufamitas. 40
Y los hijos de Bela fueron Ard y Naamán: de Ard, la familia de los arditas; de Naamán, la familia de los naamitas. 41
Estos son los hijos de Benjamín, por familias; y fueron registrados de ellos
45.600. 42 Estos son los hijos de Dan, por familias: de Súham, la
familia de los suhamitas. Estas son las familias de los descendientes de Dan. 43
De las familias de los suhamitas fueron registrados 64.400. 44 Los
hijos de Aser, por familias: de Imna, la familia de los imnitas; de Isúi, la
familia de los isuitas; de Bería, la familia de los beriaítas. 45
Los hijos de Bería: de Heber, la familia de los heberitas; de Malquiel, la
familia de los malquielitas. 46 El nombre de la hija de Aser fue
Sera. 47 Estas son las familias de los hijos de Aser; y fueron
registrados de ellas 53.400. 48 Los hijos de Neftalí, por familias:
de Jahzeel, la familia de los jahzeelitas; de Guni, la familia de los gunitas; 49
de Jezer, la familia de los jezeritas; de Silem, la familia de los silemitas. 50
Estas son los descendientes de Neftalí, por familias; y fueron registrados de
ellas 45.400. 51 Estos son los registrados de los hijos de Israel:
601.730. 52 Habló Jehová a Moisés y le dijo: 53 Entre
estos se repartirá la tierra como heredad, conforme al número de los
registrados. 54 A los más numerosos darás mayor heredad; a los menos
numerosos, menor heredad. A cada uno se le dará su heredad según el número de
los registrados. 55 Pero la tierra será repartida por suertes;
heredarán según el número de los registrados por cada tribu paterna. 56
Conforme a la suerte será repartida su heredad entre el grande y el pequeño. 57
Los registrados de los levitas, por familias, son estos: de Gersón, la familia
de los gersonitas; de Coat, la familia de los coatitas; de Merari, la familia
de los meraritas. 58 Estas son las familias de los levitas: la
familia de los libnitas, la familia de los hebronitas, la familia de los
mahlitas, la familia de los musitas, la familia de los coreítas. Coat engendró
a Amram. 59 La mujer de Amram se llamó Jocabed, hija de Leví, que le
nació a Leví en Egipto. Ella le dio de Amram estos hijos: Aarón, Moisés y
María, su hermana. 60 A Aarón le nacieron Nadab, Abiú, Eleazar e
Itamar. 61 Pero Nadab y Abiú murieron cuando ofrecieron fuego
extraño delante de Jehová.62 De los levitas fueron registrados
23.000, todos hombres de un mes para arriba; porque no fueron registrados entre
los hijos de Israel, pues no se les había de dar heredad entre los hijos de
Israel. (RV)
Así las tierras serían divididas por
suerte o voto que es a menudo el caso hoy. Así el jubileo involucra
redistribución por voto.
De estos
hombres que fueron numerados en el Sinaí, no había ningún hombre de la
numeración en las llanuras de Moab, excepto Caleb hijo de Jefone y Josué hijo
de Nun, porque el Señor dijo que los otros ciertamente morirían en el desierto.
Números 26:63-65 Estos son los contados por Moisés y el sacerdote
Eleazar, los cuales contaron los hijos de Israel en los campos de Moab, junto
al Jordán frente a Jericó. Y entre éstos ninguno hubo de los contados por
Moisés y el sacerdote Aarón, quienes contaron a los hijos de Israel en el
desierto de Sinaí. Porque Jehová había dicho de ellos: Morirán en el desierto;
y no quedó varón de ellos, sino Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun. (RSV)
Esto
apuntaba hacia aquellos que no quisieron entrar en la tierra prometida del
bautismo en el Espíritu Santo durante los cuarenta jubileos en el desierto,
desde la muerte del Mesías al segundo Adviento. Aquellos que no se
arrepintieron y aceptaron el bautismo no tienen entrada a Israel y la herencia
de Dios. Han caído en el desierto. Estas personas, aun cuando son de las
tribus, serán tomadas en la familia de Dios en la segunda resurrección.
Obediencia a la Ley
Así la
nación es puesta en orden por familias.
Números 2:34 E
hicieron los hijos de Israel conforme a todas las cosas que Jehová mandó a
Moisés; así acamparon por sus banderas, y así marcharon cada uno por sus
familias, según las casas de sus padres. (RV)
La expiación es según las casas por familias.
Éxodo 12:3
Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes
tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por
familia. (RV)
A través de
la obediencia a las Leyes de Dios, las familias y la nación son preservadas. A
ninguna nación le es permitido ser idólatra y la nación de Israel es esencial en esta ley. Por esto las familias son
protegidas, tanto de hombre como bestia.
Éxodo 23:24-26
No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen;
antes los destruirás del todo, y quebrarás totalmente sus estatuas. 25
Mas a Jehová vuestro Dios serviréis y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo
quitaré toda enfermedad de en medio de ti. 26 No habrá mujer que
aborte, ni estéril en tu tierra; y yo completaré el número de tus días. (RV)
El castigo para la idolatría es cautividad y destrucción de la descendencia
y la nación (cf. Amos 5:25-27; ver La Ley y el Segundo Mandamiento
[254]).
La
Ley es enseñada y obedecida desde la infancia por las familias.
Deuteronomio
32:46 y les dijo: Aplicad vuestro corazón a todas las palabras que yo os
testifico hoy, para que las mandéis a vuestros hijos, a fin de que cuiden de
cumplir todas las palabras de esta ley. (RV)
Así luego la vida del individuo es prolongada
dentro de la familia y la nación.
Deuteronomio
32:47 Porque no os es cosa vana; es vuestra vida, y por medio de esta ley
haréis prolongar vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán,
para tomar posesión de ella. (RV)
Éste es el tema central de la ley y los
profetas. La ley no puede ser interpretada por tradición (Marcos 7:10-13) pero
si según la palabra escrita de Dios, hablada a través de Sus siervos los
profetas.
Limitación de la Autoridad del Hombre
Todo poder
y autoridad, incluyendo la del Mesías, fue y es de Dios, como es la sabiduría y
entendimiento (ver Mateo 21:23; Salmo 62:11).
Daniel
2:20-22 Y Daniel habló y dijo: Sea
bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la
sabiduría. 21 El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone
reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. 22
El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él
mora la luz. (RV)
El Altísimo da autoridad a quien Él quiere
(Daniel 4:25). Esto puede darse a los Gentiles, o al Ejercito caído, o a los
Hijos de Dios (Deut. 32:8). Por consiguiente, todos los hombres deben obedecer
a la autoridad conforme a la ley (Rom. 13:1).
Dios debe ser obedecido en todas las cosas y
donde los decretos de los hombres contravienen
los decretos de Dios, entonces Dios será obedecido.
Hechos 5:29 Respondiendo Pedro y los apóstoles,
dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. (RV)
La obediencia a Dios como nuestro Padre está
atada a Su ley (Deut. 28:58-59).
Cuando la autoridad de Dios es delegada al
hombre, y cuando a un rey le es dado gobernar sobre nosotros, entonces esa
autoridad no puede ser dada a un forastero (ver Deut. 17:14-20). Ninguna
persona es adecuada para gobernar a menos que obedezcan la Ley de Dios. Su
descendencia también está atada a esta obediencia.
El aviso y el consejo de la familia debe ser
buscado (Proverbios 23:22,25). La familia también debe proporcionar corrección
temprana y apropiada. La disciplina es la
responsabilidad de la familia y no es bondad detener la oportuna corrección por
medio del castigo físico con una vara de corrección (Proverbios 13:24; 19:18;
23:13-16; 22:15). La capacidad para aprender de la corrección es una señal de
sabiduría (Proverbios 15:32-33).
Proverbios
15:32-33 El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; Mas el que
escucha la corrección tiene entendimiento. 33 El temor de Jehová es
enseñanza de sabiduría; Y a la honra precede la humildad. (RV)
Hebreos 12:11
Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de
tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido
ejercitados. (RV)
La
corrección dada entrenando al joven será
premiada en el futuro por una conducta correcta. El fracaso para
entrenar y corregir al joven verá una sociedad destruida. El problema
fundamental con las sociedades del vigésimo siglo se funda en la falta de
instrucción bíblica y disciplina en los primeros años y la capacidad del joven
siguiendo con su educación.
Proverbios
22:6 Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de
él. (RV)
La
educación del joven no puede ser delegada a otros con éxito. Es la
responsabilidad de los padres educar y disciplinar a sus hijos. Cuando esta
responsabilidad está alejada o abandonada, la sociedad empieza a desintegrarse.
Proverbios
29:15 La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido
avergonzará a su madre. (RV)
Eso es el por qué el divorcio es tan dañino,
porque divide las familias y quita la influencia del joven en el sistema de
gobierno de Dios.
Este
sistema de corrección se extiende a todos los niveles y edades en la sociedad.
Proverbios 1:7
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian
la sabiduría y la enseñanza. (RV)
La
instrucción de las personas viene por medio de las familias y la familia es la
depositaria de la ley. Eso es también por qué la ley es requerida ser leída
cada año Sabático.
Deuteronomio
4:7-9 Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a
ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? 8 Y
¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta
ley que yo pongo hoy delante de vosotros? 9 Por tanto, guárdate, y
guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos
han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien,
las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. (RV)
Igualmente la orden es repetida por la familia
y la casa (ver Prov. 4:10).
Deuteronomio
6:6-7 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7
y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando
por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. (RV)
Esta
enseñanza de la ley se hace luego cada siete años, también como nación (Deut.
31:10-13). Esta lectura actúa como el control importante en toda actividad.
La protección del medio ambiente también está
atada en las leyes con respecto a la familia y linaje de animales y vendrá
longevidad de la obediencia (Deut. 22:6-7). Esto también es lo mismo si los
animales son salvajes o domésticos.
Levítico 22:28
Y sea vaca u oveja, no degollaréis en un mismo día a ella y a su hijo. (RV)
Esto
también se extiende al guisar un cabrito en la leche de su madre. Esta forma
específica de cocinar fue prohibida, porque ataca al propio concepto de
familia, pero también parece haber tenido alguna relación con los cultos de
fertilidad y los cultos de los misterios.
Éxodo 23:19
Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Jehová
tu Dios. No guisarás el cabrito en la leche de su madre. (RV)
La
estructura entera de la Ley debe ser guardada para que el individuo y la
familia puedan resistir (Deut. 4:20).
Deuteronomio
5:29 ¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos
los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien
para siempre! (RV)
El
mandamiento de actuar como una nación ante Dios, también se extiende a las
tierras que el Señor te dará.
Deuteronomio
7:12-26 Y por haber oído estos decretos, y haberlos guardado y puesto por obra,
Jehová tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus
padres. 13 Y te amará, te bendecirá y te multiplicará, y bendecirá
el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite,
la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus
padres que te daría. 14 Bendito serás más que todos los pueblos; no
habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus ganados. 15 Y quitará
Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú
conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te
aborrecieren. 16 Y consumirás a todos los pueblos que te da Jehová
tu Dios; no los perdonará tu ojo, ni servirás a sus dioses, porque te será
tropiezo. 17 Si dijeres en tu corazón: Estas naciones son mucho más
numerosas que yo; ¿cómo las podré exterminar? 18 No tengas temor de
ellas; acuérdate bien de lo que hizo Jehová tu Dios con Faraón y con todo Egipto;
19 de las grandes pruebas que vieron tus ojos, y de las señales y
milagros, y de la mano poderosa y el brazo extendido con que Jehová tu Dios te
sacó; así hará Jehová tu Dios con todos los pueblos de cuya presencia tú
temieres. 20 También enviará Jehová tu Dios avispas sobre ellos,
hasta que perezcan los que quedaren y los que se hubieren escondido de delante
de ti. 21 No desmayes delante de ellos, porque Jehová tu Dios está
en medio de ti, Dios grande y temible. 22 Y Jehová tu Dios echará a
estas naciones de delante de ti poco a poco; no podrás acabar con ellas en
seguida, para que las fieras del campo no se aumenten contra ti. 23 Mas
Jehová tu Dios las entregará delante de ti, y él las quebrantará con grande
destrozo, hasta que sean destruidas. 24 Él entregará sus reyes en tu
mano, y tú destruirás el nombre de ellos de debajo del cielo; nadie te hará
frente hasta que los destruyas. 25 Las esculturas de sus dioses
quemarás en el fuego; no codiciarás plata ni oro de ellas para tomarlo para ti,
para que no tropieces en ello, pues es abominación a Jehová tu Dios; 26 y
no traerás cosa abominable a tu casa, para que no seas anatema; del todo la
aborrecerás y la abominarás, porque es anatema. (RV)
Estos
mandamientos fueron dados a Israel, porque la descendencia de Canaán era
maldita por idolatría.
La
estructura entera de la familia y la nación y la ley miraron hacia el Mesías y
la familia es la oveja de su redil.
Juan
10:7-16 Volvió, pues, Jesús a decirles:
De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos
los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron
las ovejas. 9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y
entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10 El ladrón no viene sino para
hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la
tengan en abundancia. 11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su
vida da por las ovejas. 12 Mas el asalariado, y que no es el pastor,
de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye,
y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. 13 Así que el
asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. 14
Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 15
así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las
ovejas. 16 También
tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y
oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. (RV)
Así la estructura entera de la familia y la ley
apuntan hacia una nación, como Israel, bajo Dios, con el Mesías a su cabeza.
Desobediencia a la Ley
La desobediencia en la familia bajo la ley se
castigaba con muerte (Deut. 21:18-23), como hemos visto anteriormente. Así la
pena de muerte es castigo en la mano de los padres en el primer lugar y a la
mano del testigo en el segundo lugar (Deut. 17:6-7). Ninguna persona puede
ponerse a la muerte excepto en mano de dos testigos.
Deuteronomio
17:6-7 Por dicho de dos o de tres testigos morirá el que hubiere de morir; no
morirá por el dicho de un solo testigo. 7 La mano de los testigos
caerá primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo; así
quitarás el mal de en medio de ti. (RV)
La familia es determinada bajo la ley y se
prohíben las rameras y la sodomía en la familia, y se prohíben los beneficios
de eso a la Casa de Dios. Ninguna prostituta o sodomita (ni fondos de su
contratación) puede entrar en el Templo y reino de Dios.
Deuteronomio
23:17-18 No haya ramera de entre las
hijas de Israel, ni haya sodomita de entre los hijos de Israel. 18 No
traerás la paga de una ramera ni el precio de un perro a la casa de Jehová tu
Dios por ningún voto; porque abominación es a Jehová tu Dios tanto lo uno como
lo otro. (RV)
La familia entera es responsable de la
administración de la ley y la pena de muerte.
Deuteronomio
13:6-10 Si te incitare tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo, tu
hija, tu mujer o tu amigo íntimo, diciendo en secreto: Vamos y sirvamos a
dioses ajenos, que ni tú ni tus padres conocisteis, 7 de los dioses
de los pueblos que están en vuestros alrededores, cerca de ti o lejos de ti,
desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo de ella; 8 no
consentirás con él, ni le prestarás oído; ni tu ojo le compadecerá, ni le
tendrás misericordia, ni lo encubrirás, 9 sino que lo matarás; tu
mano se alzará primero sobre él para matarle, y después la mano de todo el
pueblo. 10 Le apedrearás hasta que muera, por cuanto procuró
apartarte de Jehová tu Dios, que te sacó
de tierra de Egipto, de casa de servidumbre; (RV)
El Mesías
nos mostró la visión correcta de la ley, en que la ley también es quebrantada y
pervertida por las tradiciones de los Fariseos y las escuelas rabínicas. Estos
vienen bajo el mismo título como los destructores de la ley.
Marcos 7:6-13 Respondiendo él, les dijo: Hipócritas,
bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me
honra, Mas su corazón está lejos de mí. 7 Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. 8 Porque dejando
el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los
lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas
semejantes. 9 Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de
Dios para guardar vuestra tradición. 10 Porque Moisés dijo: Honra a
tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera
irremisiblemente. 11 Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre
al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo
aquello con que pudiera ayudarte, 12 y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre, 13
invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y
muchas cosas hacéis semejantes a estas. (RV)
Por esta razón, Judá y Leví han dejado destruirse ahora para siglos, y todavía no oyen
la palabra del Dios Viviente, pero hacen los mandamientos como nada por cuenta
de las tradiciones de los hombres (Deut. 28:58-68).
La autoridad de la familia está puesta bajo el
padre como es la casa de Dios. Hemos visto por esta razón que el juramento de
un hombre a Dios está ligando, y el juramento de una mujer es sujeto al
consentimiento de su marido. El padre y, después en matrimonio, el marido
pueden repudiar el juramento de la hija o esposa, si es contrario a su
autoridad y responsabilidades. Ésta es una de las razones que Adán fue juzgado
responsable por los pecados de Eva también. Cristo es responsable para
presentarnos a Dios sin mancha o deshonra. Esto viene de la ley de las
ofrendas.
Levítico 22:19-20 para que sea aceptado, ofreceréis macho sin
defecto de entre el ganado vacuno, de entre los corderos, o de entre las
cabras. 20 Ninguna cosa en que haya defecto ofreceréis, porque no
será acepto por vosotros. (RV)
Somos los
primeros frutos de la Cosecha de Dios. Como Cristo fue sin mancha, también
debemos ser nosotros sin mancha, como esposas del Novio, vestidas de blanco en
la sangre del cordero (ver Daniel 11:35; Apo. 3:18; 6:11; 7:13-14; 15:6-7;
19:7-10).
Todas estas responsabilidades son establecidas
en la familia y con los padres en el primer caso. De esta manera Dios es
responsable en proveer para Sus hijos bajo Sus propias Leyes. Así Él provee para todos los Ejércitos dentro de Su
Omnisciencia y Omnipotencia y dentro de Su voluntad y Amor Perfecto. Un ser que
no conoce todo el futuro no puede ser Dios. Por consiguiente, Dios, siendo
Omnisciente, ha mantenido a Sus hijos en Su Amor Perfecto, representado por la
Ley y los Dos Grandes Mandamientos (ver Números 30:1-16 y el artículo La Oveja Perdida
y el Hijo Pródigo [199]).
La autoridad de la familia es investida en la
cabeza. Por lo tanto, los votos de una mujer pueden ser anulados por la cabeza
de la casa, donde hay un conflicto percibido con el interés de la familia. El
silencio es tomado para ser confirmación de la decisión o contrato (Núm.
30:1-16 arriba).
Los votos a
Dios a través de la iglesia, son obligatorios y castigados con muerte, si se
hicieron a través del Espíritu Santo, como fue el caso con Ananías y su esposa
Safira, quienes fueron los dos consintiéndose parte del voto (Hechos 5:1-10).
Los padres
son responsables de proveer para la familia. Él que no provee las necesidades
de su propia familia es peor que un infiel. La responsabilidad es investida en
el padre en el primer caso y la madre por la segunda y luego los abuelos en la
tercera y luego a la familia extendida o la iglesia.
1Timoteo
5:1-16 No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes,
como a hermanos; 2 a las ancianas, como a madres; a las jovencitas,
como a hermanas, con toda pureza. 3 Honra a las viudas que en verdad
lo son. 4 Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan éstos
primero a ser piadosos para con su propia familia, y a recompensar a sus padres;
porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios. 5 Más la que en
verdad es viuda y ha quedado sola, espera en Dios, y es diligente en súplicas y
oraciones noche y día. 6 Pero la que se entrega a los placeres,
viviendo está muerta. 7 Manda también estas cosas, para que sean
irreprensibles; 8 porque si alguno no provee para los suyos, y
mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo. 9
Sea puesta en la lista sólo la viuda no menor de sesenta años, que haya
sido esposa de un solo marido, 10 que tenga testimonio de buenas
obras; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los
pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda
buena obra. 11 Pero viudas más jóvenes no admitas; porque cuando,
impulsadas por sus deseos, se rebelan contra Cristo, quieren casarse, 12
incurriendo así en condenación, por haber quebrantado su primera fe. 13
Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente
ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran. 14
Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa;
que no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia. 15 Porque
ya algunas se han apartado en pos de Satanás. 16 Si algún creyente o
alguna creyente tiene viudas, que las mantenga, y no sea gravada la iglesia, a
fin de que haya lo suficiente para las que en verdad son viudas, (RV)
La palabra nieto (v. 4) es del griego ekgonos, que es traducida sobrinos en la KJV. Al momento que esto
fue traducido al
español era común usar
la palabra sobrinos cuando se refería a los nietos. (cf. Shakespeare’s Othello).
La familia
es la que provee, pero la iglesia es la familia última
y fuente de ayuda. Es la responsabilidad de las mujeres más jóvenes casarse y
aumentar las familias cuando ellas son bendecidas.
Derecho a la vida en
la familia
La responsabilidad de proteger la vida en la
familia está investida en los padres y a menudo esta responsabilidad es apoyada
por Dios, como nosotros vemos de Éxodo 2:1-10.
Éxodo 2:1-10 Un varón de la
familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví, la que concibió, y dio
a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses. Pero
no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó
con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la
orilla del río. Y una hermana suya se puso a lo lejos, para ver lo que le
acontecería. Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus
doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió
una criada suya a que la tomase. Y cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que
el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los hebreos
es éste. Entonces su hermana dijo a la hija de Faraón: ¿Iré a llamarte una
nodriza de las hebreas, para que te críe este niño? Y la hija de Faraón
respondió: Ve. Entonces fue la doncella, y llamó a la madre del niño, a la cual
dijo la hija de Faraón: Lleva a este niño y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la
mujer tomó al niño y lo crió. Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija
de Faraón, la cual lo prohijó, y le puso por nombre Moisés, diciendo: Porque de
las aguas lo saqué. (RSV)
El dios de este mundo busca la vida de los
elegidos. Él trató de destruir a Moisés y los
hijos de Israel (Éxodo 2:1-10). De igual manera, él trató
de destruir al Mesías (Mateo 2:1-23). Él todavía trata de destruir a la nación y la Iglesia, que es Israel (Apo.
12:13-18).
Es la responsabilidad de la familia de proteger
la vida de la nación. Dios levantará nuestra salvación. El Mesías volverá para
salvar a aquellos que ávidamente lo esperan. Hasta ese tiempo, la iglesia es
probada y se refina en el fuego de la persecución. Cualquier hijo que amenaza
la vida de un padre o madre decomisa su propia vida desde los textos
anteriores. Esto también es examinado en el artículo La Ley y el Sexto
Mandamiento [259].
Interacción Social
Y ambos en la familia y dentro de la sociedad
en el segundo caso.
Éxodo 21:17
Igualmente el que maldijere a su padre o a su madre, morirá. (RV)
Levítico 20:9
Todo hombre que maldijere a su padre o a su madre, de cierto morirá; a su padre
o a su madre maldijo; su sangre será sobre él. (RV)
Esta orden se repite por tercera vez para
enfatizar su importancia.
Deuteronomio
27:16 Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre. Y dirá todo el pueblo:
Amen. (RV)
Recíprocamente la edad también será respetada.
Levítico 19:32 Delante de las canas te levantarás, y
honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová. (RV)
Protección de los Extranjeros
Los hijos de Jacob fueron setenta almas. Bajo
Moisés estos ancianos representaron a los hijos de Jacob y el gobierno de
Israel. Desde el Mesías vinieron los setenta y los demonios estaban sujetos a
ellos, como los ancianos de la iglesia quien es el Israel espiritual y el resultado
final del gobierno de Dios (Éx. 1:1-22). Por esta razón los hijos de Dios son
perseguidos por el dios de este mundo y su sistema. Su protección es premiada
por Dios, como vemos premiadas a las parteras. El premio por esta protección
también se da en la parábola de las ovejas y las cabras (Mateo 25:31-46).
Protección de la
Familia como una entidad geográfica
La familia es la base del grupo Tribal que es
una estructura familiar extendida. Las tribus van a constituir la nación. Las
tribus son protegidas en sus tierras bajo las leyes de
Dios. La protección de las tribus se registra en Números 27:1-11 (para ser
leído cada año Sabático por completo) en la historia con respecto a las hijas
de Zelofehad. Zelofehad murió en el desierto
en su propio pecado y no tuvo ningún hijo. Su herencia fue protegida y pasó a
sus hijas que tenían la herencia en su propio derecho, pero no podían casarse
fuera de la tribu. Esto también refleja en la conversión y la herencia del
elegido. La herencia debía quedarse dentro de la familia y pasar al pariente
más próximo y esto es un estatuto de juicio en Israel.
Así también
aquellos con herencia en la tribu deberán casarse en esa tribu y así la familia
y la tribu estarán protegidas. (Números 36:1-12). De esta manera la familia, desde la familia real hacia
abajo, estará protegida y todas las tierras serán guardadas bajo el sistema de
jubileo (Eze. 46:16-18). Nada debe ser tomado de
opresión y la estructura está en curso.
Dios es el Protector del indefenso y la retribución se lleva a cabo por Dios.
Juan 19:26 Cuando vio Jesús a su madre, y al
discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí
tu hijo. (RV)
La iglesia es así el depósito de la
responsabilidad de la familia. Maríam tenía cuatro hijos y varias hijas cuando
Cristo hizo esta declaración a Juan.
Juan 19:27
Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo
la recibió en su casa. (RV)
Los hermanos de Cristo entraron en la iglesia y
desempeñaron poderosamente como ancianos de la
iglesia, pero eso no afecto el punto hecho aquí.
Salmo 68:5-6 Padre de huérfanos y defensor de viudas Es
Dios en su santa morada. 6 Dios hace habitar en familia a los
desamparados; Saca a los cautivos a prosperidad; Mas los rebeldes habitan en
tierra seca. (RV)
Dios
tomara la causa de la viuda y del huérfano (ver Isaías 10:2 ff; Jeremías
49:11). Dios condena la polución de Israel fuertemente a través del profeta
Ezequiel. En ese elemento la nación es condenada, porque ellos despreciaron
padre y madre y cometieron fornicación y polución espiritual (ver Ezequiel
22:1-16) y por esto Dios esparcirá Israel (ver
Deut. 4:27; 28:25, 64).
Éxodo 22:21-24 Y al extranjero no engañarás ni
angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. 22
A ninguna viuda ni huérfano afligiréis. 23 Porque si tú llegas a
afligirles, y ellos clamaren a mí, ciertamente oiré yo su clamor; 24
y mi furor se encenderá, y os mataré a espada, y vuestras mujeres serán viudas,
y huérfanos vuestros hijos. (RV)
Protección del
Extranjero y del Asalariado como la Familia de Dios
La ley con respecto a la opresión se extiende a todos los siervos
contratados libres y cautivos y a los extranjeros.
Levítico 25:14-17
Y cuando vendiereis algo a vuestro prójimo, o comprareis de mano de vuestro
prójimo, no engañe ninguno a su hermano. 15 Conforme al número de
los años después del jubileo comprarás de tu prójimo; conforme al número de los
años de los frutos te venderá él a ti. 16 Cuanto mayor fuere el
número de los años, aumentarás el precio, y cuanto menor fuere el número,
disminuirás el precio; porque según el número de las cosechas te venderá él. 17
Y no engañe ninguno a su prójimo, sino temed a vuestro Dios; porque yo soy
Jehová vuestro Dios. (RV)
Éxodo 23:9 Y
no angustiarás al extranjero; porque vosotros sabéis cómo es el alma del
extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. (RV)
Porque tenemos sólo un Padre y un Dios nos hizo a todos (Mal. 2:10).
Dios como Padre salva a los hijos de Israel y los restaura (ver Isaías
49:15-26). Incluso nuestros enemigos deben ser protegidos de su propia
negligencia (Éx. 23:5).
“Amaréis, pues, al
extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto”
Deuteronomio
10:18-19 que hace
justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y
vestido. Amaréis, pues,
al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.
Levítico
19:33-34 Cuando el
extranjero morare con vosotros en vuestra tierra, no le oprimiréis. Como a un
natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás
como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios.
Las
naciones de los idólatras no se les permite alojarse y deben ser exterminadas
absolutamente de entre los hijos de Israel y los hijos del Dios Viviente (Deut.
7:1-26). No son destruidas a causa de la rectitud de Israel, sino debido a su
iniquidad (ver Deut. 9:1-29).
Deuteronomio 9:1-29 Oye, Israel: tú vas hoy a pasar el Jordán,
para entrar a desposeer a naciones más numerosas y más poderosas que tú,
ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; un pueblo grande y alto, hijos
de los anaceos, de los cuales tienes tú conocimiento, y has oído decir: ¿Quién
se sostendrá delante de los hijos de Anac? Entiende, pues, hoy, que es Jehová
tu Dios el que pasa delante de ti como fuego consumidor, que los destruirá y
humillará delante de ti; y tú los echarás, y los destruirás en seguida, como
Jehová te ha dicho. No pienses en tu corazón cuando Jehová tu Dios los haya
echado de delante de ti, diciendo: Por mi justicia me ha traído Jehová a poseer
esta tierra; pues por la impiedad de estas naciones Jehová las arroja de
delante de ti. No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a
poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones Jehová tu
Dios las arroja de delante de ti, y para confirmar la palabra que Jehová juró a
tus padres Abraham, Isaac y Jacob. Por tanto, sabe que no es por tu
justicia que Jehová tu Dios te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo
duro de cerviz eres tú. Acuérdate, no olvides que has provocado la ira de
Jehová tu Dios en el desierto; desde el día que saliste de la tierra de Egipto,
hasta que entrasteis en este lugar, habéis sido rebeldes a Jehová. En Horeb
provocasteis a ira a Jehová, y se enojó Jehová contra vosotros para destruiros.
Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto
que Jehová hizo con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta días y
cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua; y me dio Jehová las dos tablas de
piedra escritas con el dedo de Dios; y en ellas estaba escrito según todas las
palabras que os habló Jehová en el monte, de en medio del fuego, el día de la
asamblea. Sucedió al fin de los cuarenta días y cuarenta noches, que Jehová me
dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto. Y me dijo Jehová:
Levántate, desciende pronto de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se
ha corrompido; pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho
una imagen de fundición. Y me habló Jehová, diciendo: He observado a ese
pueblo, y he aquí que es pueblo duro de cerviz. Déjame que los destruya, y
borre su nombre de debajo del cielo, y yo te pondré sobre una nación fuerte y
mucho más numerosa que ellos. Y volví y descendí del monte, el cual ardía en
fuego, con las tablas del pacto en mis dos manos. Y miré, y he aquí habíais
pecado contra Jehová vuestro Dios; os habíais hecho un becerro de fundición,
apartándoos pronto del camino que Jehová os había mandado. Entonces tomé las
dos tablas y las arrojé de mis dos manos, y las quebré delante de vuestros
ojos. Y me postré delante de Jehová como antes, cuarenta días y cuarenta
noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo vuestro pecado que habíais
cometido haciendo el mal ante los ojos de Jehová para enojarlo. Porque temí a
causa del furor y de la ira con que Jehová estaba enojado contra vosotros para
destruiros. Pero Jehová me escuchó aun esta vez. Contra Aarón también se enojó
Jehová en gran manera para destruirlo; y también oré por Aarón en aquel
entonces. Y tomé el objeto de vuestro pecado, el becerro que habíais hecho, y
lo quemé en el fuego, y lo desmenucé moliéndolo muy bien, hasta que fue
reducido a polvo; y eché el polvo de él en el arroyo que descendía del monte. También
en Tabera, en Masah y en Kibrot-hataava provocasteis a ira a Jehová. Y cuando
Jehová os envió desde Cades-barnea, diciendo: Subid y poseed la tierra que yo
os he dado, también fuisteis rebeldes al mandato de Jehová vuestro Dios, y no
le creísteis, ni obedecisteis a su voz. Rebeldes habéis sido a Jehová desde el
día que yo os conozco. Me postré, pues, delante de Jehová; cuarenta días y
cuarenta noches estuve postrado, porque Jehová dijo que os había de destruir. Y
oré a Jehová, diciendo: Oh Señor Jehová, no destruyas a tu pueblo y a tu heredad
que has redimido con tu grandeza, que sacaste de Egipto con mano poderosa. Acuérdate
de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob; no mires a la dureza de este pueblo, ni a
su impiedad ni a su pecado, no sea que digan los de la tierra de donde nos
sacaste: Por cuanto no pudo Jehová introducirlos en la tierra que les había
prometido, o porque los aborrecía, los sacó para matarlos en el desierto. Y
ellos son tu pueblo y tu heredad, que sacaste con tu gran poder y con tu brazo
extendido. (RSV)
Este
conflicto aparente en el intento de la ley, es para el mantenimiento de las
relaciones familiares y sociales de la sociedad, predicado en su relación con
Dios. La idolatría debe ser exterminada de la sociedad.
La Ley Familiar y el
Control Social a través de la Magistratura en Paz y Guerra
La ley
familiar es una armazón legal extensa en su propio derecho. Sigue de estos
textos y el texto en La Ley y el Séptimo Mandamiento [260] que el divorcio es permitido pero Dios
odia el divorcio.
El
adulterio es razón para el divorcio, y es la contraparte física de idolatría.
Malaquías fue enviado a Judá porque la nación había comenzado a introducir un
culto extraño en Israel y se había casado a la hija de un dios extraño. Por
esta razón los enviaron finalmente a la cautividad. Así el castigo de los
individuos es la responsabilidad del padre. El último poder y padre es Dios que
castiga la nación como la familia nacional (Mal. 2:10-17).
El divorcio se permite a las personas debido a
la dureza de sus corazones y la naturaleza no convertida del pensamiento, pero
no debe ser así con los elegidos.
Por lo
tanto, hay dos niveles de matrimonio en la sociedad. El primero está entre los
no bautizados, o entre el elegido y el no bautizado, y el segundo está entre
dos personas de la fe. Originalmente aparece que la intención de Dios era que
el hombre debía tener una esposa (Gén. 2:24) pero esto parece haber sido puesto
al lado por los Patriarcas, con el consentimiento de Dios. La estructura del
matrimonio ilustra la relación del individuo y la nación a Dios y así la
fidelidad es un rasgo del matrimonio sagrado.
De la Tora
y las interpretaciones sobre esto, incluso Cristo, hay varios aspectos que
requieren clarificación con el séptimo mandamiento. La limitación en el número
de esposas que un hombre puede tener entre las naciones, es una función de sus
propios estatutos. El Corán sigue más la tradición rabínica que pone el número
a cuatro (algunos rabinos lo extienden a cinco) para el hombre ordinario y
dieciocho para el rey.
El Nuevo
Testamento pone el límite a una para los ancianos. Ningún hombre puede ser un
anciano si él tiene más de una esposa (1Timoteo 3:2; Tito 1:6). Los ancianos
deben casarse como el matrimonio es la responsabilidad de todos los hombres
bajo el cargo dado a Adán. Así un hombre puede divorciarse y puede volverse a
casarse antes de entrar en la iglesia, pero no debe divorciarse una vez que él es parte de la iglesia, excepto por los
motivos especificados. Estos son detallados por el Mesías y examinados
en el artículo La Ley y el Séptimo Mandamiento [260].
La
relación a la familia acaba con el matrimonio, y así el consentimiento de los padres se
requiere bajo la ley de Dios.
Éxodo
22:16-17 Si alguno engañare a una
doncella que no fuere desposada, y durmiere con ella, deberá dotarla y tomarla
por mujer. 17 Si su padre no quisiere dársela, él le pesará plata
conforme a la dote de las vírgenes. (RV)
Así el
consentimiento del padre es requerido para su hija aun cuando ella se
compromete bajo la ley.
Los votos
matrimoniales se desunen en la muerte de uno de los cónyuges
(Mateo 22:29-30; Marcos 12:24-25). Se cubren los problemas complejos del
matrimonio y divorcio en las leyes sobre el séptimo mandamiento. La familia es
el bloque de la nación y también del plan de Dios. El ataque sobre la
institución del matrimonio, es un ataque sobre la familia y el plan de Dios.
Ninguna persona puede estar en la iglesia y puede desatender las leyes del
matrimonio y las obligaciones de la familia. Toda la vida proviene de la unidad familiar y fluye hacia la nación y
así también el control de la vida se inviste
primero en la familia y luego en la nación.
El quinto
mandamiento apunta hacia el Mesías que actúa como nuestro padre eterno bajo su
Padre eterno, quien es el Dios Todopoderoso y quien solo es inmortal y a quien
ningún hombre ha visto alguna vez o puede ver (1Tim. 6:16) o ha oído su voz en
cualquier momento (Juan 5:37). Cada padre está de pie en lugar del Mesías y su
esposa está de pie en lugar de la iglesia. Ellos son responsables ante Dios de
sus cargos. La cabeza de cada hombre es Cristo y la cabeza de Cristo es Dios (1Cor.
11:3; Efe. 5:23).
“Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; Cetro de
justicia es el cetro de tu reino. Has amado la justicia y aborrecido la
maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a
tus compañeros” (Salmo 45:6-7; Hebreos 1:8-9).
Para él
nosotros aparecemos como la perpetua cabeza de nuestra familia y príncipe de
paz. La Biblia nos dice que hay muchas paternidades (Efesios 3:14), y todas
bajo el Único Dios Verdadero (Juan 17:3).
Somos las
novias de Cristo y bajo su dominio, instruiremos el mundo, como nuestra
familia, ambos en el sistema Milenario y la Segunda Resurrección (ver Apo.
20:1-15).
Sólo
entendiendo que somos requeridos a volvernos una familia bajo Dios, con Dios
actuando en nosotros como un ser extendido, llamado y actuando como Dios,
podemos entender la intención del Segundo Gran Mandamiento: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Ustedes están destinados a volverse Dioses, todos ustedes hijos del Altísimo y
la Escritura no puede ser quebrantada (Juan 10:34-35).
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