Iglesias Cristianas de Dios

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Los Oráculos de Dios

(Edición 1.4 14121996-24062000)

 

Algunos grupos siguen el calendario rabínico y sus fechas para los Días Santos anuales de la Biblia porque Herbert Armstrong decidió que los judíos tenían la autoridad exclusiva para la determinación de estas fechas. Esta decisión fue consecuencia de su incapacidad por encontrar alguna base para el calendario en la Biblia y de la referencia de Pablo en Romanos a los judíos a ser los guardianes de los "oráculos de Dios", que asumió incluido el calendario. Este artículo examina estos "oráculos de Dios".

 

 

Christian Churches of God

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 (Copyright © 1996, 1998 Wade Cox)

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Los Oráculos de Dios

 


Dios escogió hablarle a la humanidad a través de sus siervos. La cadena establecida de revelación pasó de Adán a través de los patriarcas a Noé y luego a Abraham, Isaac y Jacob. Dios ha querido establecer un pueblo a través del cual consagraría sus leyes y por el cual su plan de salvación sería revelado.

 

El sistema fue revelado y seguido por la fe (Heb. 11:1-40). Los antiguos alcanzaron buen testimonio por la fe (Heb. 11:2). Por la fe el sacrificio de Abel fue aceptado como más digno que la ofrenda de Caín. Enoc fue llevado para que no conociera la muerte porque agrado a Dios (Heb. 11:5). Dios trató con los patriarcas a través de la fe y estableció sus leyes por medio de Moisés que se salvó porque sus padres no temieron el decreto del rey (Heb. 11:23). Moisés por la fe decidió no ser llamado hijo de la hija de Faraón, sino ser maltratado con el pueblo de Dios. Él dejó Egipto y resistió, viendo al Mensajero invisible de Dios.

 

Por la fe del pueblo y los extranjeros con ellos cruzaron el Mar Rojo y otros se ahogaron. Por la fe, entraron en la Tierra Prometida. Por la fe recibieron asistencia de Rahab la ramera, que no pereció con los desobedientes (Heb. 11:29-30). Por la fe de los jueces y profetas conquistaron reinos, forzaron la justicia, recibieron promesas, taparon bocas de leones, apagaron incendios, escaparon de la espada, ganaron fuerza de la debilidad, se hicieron fuertes en la guerra e hicieron huir a ejércitos extranjeros. Las mujeres recibieron a sus muertos mediante resurrección y algunos fueron atormentados por no aceptar la liberación para obtener una vida mejor. Otros sufrieron burlas y azotes, prisiones y cárceles. Fueron apedreados, aserrados, acuchillados, vestidos con pieles de animales, y fueron destituidos, afligidos y maltratados. Errando por desiertos y montañas viviendo en cuevas y cavernas. El mundo no era digno de ellos.

 

Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros. (Heb. 11:39-40).

 

Dios habló a través de los patriarcas y los profetas y dio sus leyes y sus mandamientos y su plan para ellos, pero no recibieron la promesa, y sólo a través de y con nosotros pueden ser perfeccionados.

 

La perfección de los patriarcas y los profetas fue dada a través de la Iglesia como la Iglesia recibió el Espíritu Santo y el cuerpo de ancianos de la Iglesia y el pueblo. Las Escrituras, y en particular la ley, son los oráculos de Dios. Los oráculos fueron dados al pueblo de Dios a través de los profetas y esos profetas eran de Israel. El fin de los oráculos de Dios en la primera fase ocurrió con los profetas Esdras y Nehemías. El Antiguo Testamento fue finalizado con estas personas. Dios guardo silencio de esta fase final de revelación del Antiguo Testamento hasta que habló a través de Su espíritus ministrantes a Zacarías, el padre de Juan el Bautista (Lc. 1:5-30).

 

Dios había hablado, a través de su siervo Daniel, de los ungidos de la construcción del Templo. La profecía de Daniel 9:25 es mal traducida en la KJV para referirse al Mesías como el ungido, y el texto es oscurecido. El texto, de hecho, hace referencia a dos ungidos, uno al final de siete semanas de años y el otro al final de sesenta y dos semanas de años. El calendario se refiere a la construcción del Templo y su cesación como instrumento de Dios. Daniel 9:25-27 dice:

Daniel 9:25-27 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones. Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador. (RSV)

 

Note que el verdadero texto se refiere aquí a las siete semanas de años a partir de la orden de construir el Templo al ungido. Este ungido, que es lo que el termino Mesías significa y por lo tanto, se aplica a Jesucristo (Cristo es la forma griega que significa ungido), es en realidad Nehemías. Él es considerado por la historia judía como un segundo Moisés. Él restauró la ley y el testimonio. Terminó el canon y su obra es la última del Antiguo Testamento. El tiempo de la construcción no comienza desde el reinado de Darío I y Darío Histaspes, sino de Darío II. Artajerjes I detuvo la construcción del Templo (Esd. 4:23-24). La construcción inició en el segundo año del reinado de Darío II (Esd. 4:24-6:12). El templo fue terminado en el sexto año de su reinado (Esd. 6:13-15).

 

Siete semanas de años desde el decreto de este rey nos lleva al año de la provisión de Nehemías por Artajerjes II (no Artajerjes I, tal como se enseña).

 

Este período vio el final del canon del Antiguo Testamento en esta secuencia de la construcción del Templo. Esta fue la restauración de la ley en el último profeta del Antiguo Testamento de Dios. Fue el último ungido del sistema del Antiguo Testamento.

 

La secuencia de la construcción y la historia se tratan en el papel La Señal de Jonás y la Historia de la Reconstrucción del Templo (No. 13).

 

El ungido que viene, referido en Daniel 9:25-27, se refiere al ungido después de las sesenta y dos semanas de años. Así, siete semanas de años, más sesenta y dos semanas de años es igual a sesenta y nueve semanas de años. Este período termina en el 63 d.C. El ungido cortado, pero no por sí mismo fue Santiago, obispo de Jerusalén y hermano de Jesucristo. Fue martirizado en el 63 d.C por la fe y desde este año la última semana de año comenzó, conduciendo a la destrucción del Templo físico. El fin de las setenta semanas de años, coincidió con los cuarenta años asignados al arrepentimiento de Judá. La nación no se arrepintió y, de hecho, en esta última semana de año, los sumos sacerdotes tuvieron batallas en las calles por la retención del poder y el sistema era totalmente corrupto.

 

Del 63 d.C la Iglesia comenzó a salir de Jerusalén hacia Pela y más allá. El sacerdocio y la nación eran totalmente corruptos y Dios comenzó a destruir a la nación o tribu de Judá y enviarla al cautiverio. A partir del 1 de Nisan del 70 d.C, Jerusalén fue sitiada y el 1 de Nisan del 71 d.C, el templo y la ciudad fueron destruidos. Esta destrucción comenzó exactamente cuarenta años después de la muerte de Cristo en el 30 d.C. Este período es igual, en la base de un año por día, con la advertencia a Nínive. Nínive se arrepintió y Judá no se arrepintió. Cristo dijo que los hombres de Nínive se levantaría en la resurrección y condenarían a Judá, porque algo más grande que Jonás fue con o enviado a ellos y no se arrepintieron (Mt. 12:38-41). La relación de la señal de Jonás en el ministerio de Cristo es en la base de un año por día. La relación es oscurecida por la falsa enseñanza de los tres años y medio del ministerio del Mesías basada en una completa falta de comprensión de Daniel 9:25-27. La teología de la dividida semana de año es también una profecía falsa de que no tiene ninguna base en la historia o hecho. Las setenta semanas de años fueron desde el decreto de Darío II a la destrucción del Templo en 70 d.C. Es relacionado con el cierre del canon y la restauración en el ungido, Nehemías, y el cierre del período de gracia del Templo físico y de la nación de Judá, al final del período de 63-70 d.C. Judá fue llevado al cautiverio y su autoridad fue removida.

 

El período de la semana de años del 63 d.C al 70 d.C se refleja también en la caída de las naciones en los últimos días. Este aspecto se deriva de la caída de Jericó (vea el papel La Caída de Jericó (No. 142)) y será explicada en un papel posterior. Las consecuencias también se encuentran en la señal de Jonás y las setenta semanas de años. Estas señales o profecías son de gran alcance. Afectan a toda la noción de autoridad ya que se aplica al sacerdocio y a la nación de Israel y de Judá. La transferencia de autoridad fue completada y, como veremos, fue afectada de la nación de Israel a la Iglesia. Por esta razón las autoridades rabínicas apoyan la falsa enseñanza de las setenta semanas de años de la mala traducción de Daniel 9:25-27, incluso adoptan la falsa enseñanza en el conteo de la construcción del Templo, a pesar de la clara dirección de Esdras. 1Esdras aparentemente fue escrito en apoyo de tal falsa interpretación, pero nunca fue incluido en el canon. Judá sabía que la falsa enseñanza cubría la verdadera señal de Jonás y el hecho de que se les había enviado un profeta de Dios, de hecho el mayor de los mensajeros que Dios podría haber enviado. Lo mataron y fueron destruidos por ese hecho. Ya sea que Judá aceptara que Cristo era el Mesías o no es irrelevante al hecho de que él era un profeta de Dios. El marco de tiempo del ministerio de Juan el Bautista y de Cristo, que actuaron como dos testigos contra de Judá, fue en base de un año por día igual que con Jonás. El plazo para el arrepentimiento dado a Judá fue el mismo dado a Nínive en base de un año por día. Los sacerdotes y la nación no se arrepintieron y fueron destruidos por ese hecho. La verdadera historia de la reconstrucción y las setenta semanas de años demuestran ese hecho y no tienen excusa. Se adapta el judaísmo y el cristianismo trinitario para ocultar los hechos reales del asunto en este escenario falso. La Iglesia de Dios, en los últimos años, ha ayudado e instigado falsa profecía, a pesar de las claras palabras de la Escritura y frustra la verdad y, por tanto, la posible conversión de Judá y de Israel.

 

La Autoridad de Israel

Jesucristo dio la ley a Moisés en el Sinaí (vea el papel Pentecostés en el Sinaí (No. 115)). De la promulgación de la ley también se estableció un sistema de gobierno en Israel. Esto se efectuó a través de un consejo de setenta llamado Consejo de Ancianos o Sanedrín. Previo a esto había ancianos presentes en Israel en Egipto (Éx. 3:16-18; 4:29; 12:21; 17:5-6).

 

Israel primero ejerció juicio cuando fue establecido del Éxodo. Jetro, sacerdote de Madian y suegro de Moisés, sacrifico por los ancianos y Moisés se sentó en el juicio el día siguiente. Jetro después le dio un consejo a Moisés que el juicio debía ser entregado a los subordinados. Esto se hizo a través de los ancianos. El consejo de ancianos celebro juicio por lo menos a partir de ese día en Israel como el Sanedrín. Los ancianos fueron reunidos como un concilio de setenta de Éxodo 24:1,9. Los setenta fueron acompañados por Nadab y Abiú, y fueron en efecto setenta y dos. Este número era constante en Israel. Los setenta fueron referidos como los setenta, pero numerados en exceso. El número tradicional es a menudo considerado setenta y uno, pero vemos en Éxodo y también en Lucas 10:1,17 que eran setenta y [dos] o hebdomekonta [duo] en el texto griego.

Éxodo 24:1-18 Dijo Jehová a Moisés: Sube ante Jehová, tú, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos. Pero Moisés solo se acercará a Jehová; y ellos no se acerquen, ni suba el pueblo con él. Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Jehová, y todas las leyes; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: Haremos todas las palabras que Jehová ha dicho. Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel. Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Jehová. Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar. Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos. Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas. Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno. Más no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel; y vieron a Dios, y comieron y bebieron. Entonces Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarles. Y se levantó Moisés con Josué su servidor, y Moisés subió al monte de Dios. Y dijo a los ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos a vosotros; y he aquí Aarón y Hur están con vosotros; el que tuviere asuntos, acuda a ellos. Entonces Moisés subió al monte, y una nube cubrió el monte. Y la gloria de Jehová reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día llamó a Moisés de en medio de la nube. Y la apariencia de la gloria de Jehová era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel. Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.  (KJV)

 

Así, los ancianos de los setenta fueron establecidos antes de la promulgación de la ley para que pudieran ejercer juicio con Moisés. Lo hicieron con Moisés en el caso de Coré y Datán (Núm. 16:25). Moisés recibió entonces la ley en el Sinaí. Así, la autoridad de los oráculos de Dios se estableció en Israel y fueron puestos bajo su cuidado.

 

Los ancianos de Israel eran los responsables de poner sus manos sobre el becerro de la expiación de la ofrenda por el pecado para la santificación de la congregación por la transgresión de la ley (Lev. 4:13-21). Esta acción simboliza que la responsabilidad de la ley recaía sobre los setenta, aunque sólo el sumo sacerdote podía entrar en el santuario. Los setenta también eran responsables de, y parte de, la consagración del sacerdocio (Lev. 9:1 ss.).

 

Los ancianos recibieron parte del Espíritu del Señor que había sido dado a Moisés y ese Espíritu que santifico a Moisés también fue usado para apartarlos en el servicio de Dios.

Números 11:16-17 Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo. (KJV)

 

Vemos que el proceso implica también setenta y dos, donde Eldad y Medad fueron profetas fuera del tabernáculo. Así pues, el Señor dio el simbolismo de los setenta y dos a Israel, y muestra que él reservó la base de los dos para sí mismo como profetas. Sin embargo, los setenta fueron entendidos siempre siendo setenta y dos de estos primeros ejemplos. Por otra parte, la base de la autoridad se deriva del consejo, como hemos visto anteriormente. Este es el caso con el Consejo Celestial de Salmos también. El tabernáculo terrenal era una sombra del celestial (Heb. 8:5).

Números 11:24-26 Y salió Moisés y dijo al pueblo las palabras de Jehová; y reunió a los setenta varones de los ancianos del pueblo, y los hizo estar alrededor del tabernáculo. Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron. Y habían quedado en el campamento dos varones, llamados el uno Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu; estaban éstos entre los inscritos, pero no habían venido al tabernáculo; y profetizaron en el campamento.  (KJV)

 

Así, la autoridad de Moisés en el Espíritu Santo se posó y fue compartida por el consejo de los setenta. Junto con Moisés y el Sumo Sacerdote, que eran representantes de Dios y de Cristo como el Sumo Sacerdote con el Consejo de los Elohim de Justicia en los cielos. Esta fue también una sombra de la relación a venir entre Cristo y la Iglesia. La Iglesia era el vehículo que recibiría salvación, ya que, como hemos visto, los patriarcas y los profetas no eran para lograr salvación por la fe aparte de nosotros. Así, la autoridad de la Iglesia es el poder de Dios en el Espíritu Santo, el cual ha sido dado por el Mesías en nombre de Dios de su ordenación de los setenta (Luc. 10:1,17).

 

La Iglesia como Autoridad

El proceso de compartir el Espíritu visto anteriormente por el Sanedrín era un reflejo de la relación de la Iglesia y de Cristo Jesús con Dios. El Espíritu que descansaba sobre Cristo fue dado a los elegidos que fueron ordenados y apartados como los setenta en Lucas 10:1,17.

Lucas 10:1-20 Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir. Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saludéis por el camino. En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa. Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros. Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa. En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante; y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios. Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban, saliendo por sus calles, decid: Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros. Pero esto sabed, que el reino de Dios se ha acercado a vosotros. Y os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma, que para aquella ciudad. ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! que si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que sentadas en cilicio y ceniza, se habrían arrepentido. Por tanto, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón, que para vosotras. Y tú, Capernaum, que hasta los cielos eres levantada, hasta el Hades serás abatida. El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me envió. Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. (KJV)

 

Estos setenta [dos] fueron establecidos en la iglesia para que fueran un consejo elegido cada año por dos mi años o sobre los últimos días, con los profetas, numerados 144,000 (vea el papel Las Cosechas de Dios, los Sacrificios de Luna Nueva, y los 144,000 (No. 120)). El Espíritu Santo es el poder que hace a todos los elegidos Hijos de Dios y uno con el Ejército celestial como Hijos de Dios (vea los papeles Consubstancial con el Padre (No. 81)  y Sobre Inmortalidad (No. 165)). Los setenta a través de este poder tienen autoridad sobre los demonios y sobre los sistemas mundiales concerniente al Reino de Dios. Por lo tanto, los oráculos de Dios fueron enviados a la Iglesia de esta transferencia de autoridad.

 

Esta actividad de Cristo en la ordenación de los setenta fue de específica importancia profética y de la transferencia del poder. La transferencia efectiva estaba atada con la señal de Jonás. Judá y la autoridad sacerdotal fueron eliminados por completo durante el período de cuarenta años 30-70 d.C. Esta transferencia de poder y autoridad se ve en el ejemplo de los siete hijos de Esceva, el Sumo Sacerdote. Este ejemplo fue dado para mostrar que la autoridad de la Iglesia provenía de Judá y Leví, incluso a los más altos niveles

Hechos 19:11-17 Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían. Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo. Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto. Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois? Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos. Y esto fue notorio a todos los que habitaban en Éfeso, así judíos como griegos; y tuvieron temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús. (KJV)

 

La efectiva transferencia de poder fue de la ordenación. Judá, sin embargo, recibió cuarenta años para arrepentirse y no se arrepintieron. ¿Qué hubiera pasado si Judá se hubiera arrepentido, entonces? La respuesta es simple. Habrían tomado parte en el transporte de los misterios de Dios y el sacerdocio habría sido ampliado entonces para incluir a Leví como está profetizado que se hará cuando se arrepientan al final de la era. Los oráculos de Dios fueron trasladados a la Iglesia, como vemos en los comentarios de los apóstoles. Los oráculos estaban con Judá hasta la Iglesia. Este hecho es reconocido por Pablo en su declaración relativa a los oráculos.

 

Las referencias en el Nuevo Testamento griego son en plural (como vemos de Hch. 7:38; Rom. 3:2; Heb. 5:12 y 1Pe. 4:11; ref. Aristeas 177; Filo, Legation to Caius 31). Las referencias del Antiguo Testamento ocurren quince veces y son en el singular de dabar significando palabra de Dios y por lo tanto también Santo de los Santos, porque la palabra de Jehová fue escuchada allí.

 

La primera aparición del término oráculo o dabar es en 2Samuel 16:23 (otras apariciones están en 1Rey. 6:5, 16, 19, 20, 22, 23, 31; 8:6, 8; 2Cro. 3:16; 4:20; 5:7, 9; y Sal. 28:2). Desde el primer texto vemos que la profecía esta involucrada y sabemos que la profecía cesó desde Nehemías hasta el Mesías y la última profecía sobre el Mesías fue pronunciada por el Sumo Sacerdote concerniente a su muerte ese mismo año. Después de la muerte del Mesías no hay ningún registro de Dios hablando a través de Judá, excepto como parte de la Iglesia. El oráculo es mencionado separadamente al templo en la referencia en 1 Reyes 6:5. Las cámaras fueron construidas alrededor de ambos el templo y el oráculo. De esto se desprende que el lugar santísimo es referido como el oráculo (especialmente de 1Rey. 6:16, 19, 20). Esto probablemente provino, como vemos, del hecho de que la ley permanecía allí y Dios se revelaba a través de la profecía allí. Era un cubo de veinte codos (ref. 1Rey. 6:20). Esto es llamado el, naos en el Nuevo Testamento lo cual se refiere específicamente a la Iglesia cuyo naos somos.

1 Corintios 3:17 Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.  (KJV)

 

La Iglesia es, pues, el naos o lugar santísimo y, por tanto, el oráculo de Dios. El oráculo de Dios así se convirtió en la Iglesia en Pentecostés del 30 d.C. Así luego vemos lo que Pablo quería decir cuando se refirió a los oráculos de Dios en un contexto más amplio y más correcto. Esteban había dicho que los oráculos habían sido confiados a Moisés y a los padres que los recibían del ángel que les dio la ley en el Sinaí. Este ser que habló con Moisés sabemos que era Cristo de su propio testimonio (Jn. 8:58). Él confió los oráculos a los ancianos de Israel y no específicamente a Judá. Judá heredo los oráculos exclusivamente en el cautiverio de Israel y de la restauración de Nehemías. En este sentido vemos la intención específica del comentario de Pablo en Romanos 3:2.

Romanos 3:1-3 ¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios. ¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios? (KJV)

 

Judá estaba también en facciones. Ellos interpretaron los oráculos de manera diferente. Los saduceos ocuparon la cátedra de Moisés y tenían que ser obedecidas cuando lo hicieron, ya que manejaban el Templo (Mt. 23:2). Los fariseos compartían juicio con los saduceos sobre la ley, pero no manejaban el Templo, excepto por nueve años bajo la reina Alejandra. Los samaritanos, así como los saduceos, rechazaron la interpretación farisaica de la ley en la determinación del calendario. A menudo, la Luna Nueva se retrasaba de forma incorrecta y los samaritanos encendieron sus propios faros en los días correctos.

 

No sólo los judíos sino que Israel también recibieron el pacto. Judá, entró en la custodia de los oráculos por un tiempo específico. Pablo no esta diciendo aquí que todavía tienen alguna autoridad. Él no hizo más que referirse a su situación y quizás futura conversión a la fe perdurable de Dios. Esta opinión es corroborada por otras referencias a los oráculos de Dios como un ser con la Iglesia. La Iglesia es el maestro de los oráculos de Dios. Ese oficio ya no recae sobre Judá.

Hebreos 5:5-14 Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy. Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melquisedec. Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec. Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. (KJV)

 

Apocalipsis fue confiado a la Iglesia solamente, de Dios a Jesucristo y registrado a través de Juan. Es responsabilidad exclusiva de la Iglesia. Muchos han tratado de eliminar el Apocalipsis de la Biblia (vea el papel La Biblia (No. 164)). Los Judíos no lo aceptan en absoluto y por lo tanto no lo pueden reconocer como teniendo los oráculos de Dios. La Iglesia recibió los oráculos de Dios como parte de otro sacerdocio derivándose de nuestro Sumo Sacerdote. Cristo no se glorifico a si mismo para ser Sumo Sacerdote, sino más bien en los días de su carne (es decir, cuando se convirtió en un hombre) dio oración y súplica con lágrimas a Aquel que podía salvarlo de la muerte, es decir, Dios, y Dios lo escuchó. A pesar de que era un hijo aprendió la obediencia por las cosas que sufrió y se convirtió en sumo sacerdote según el orden de Melquisedec. Un Sumo Sacerdote es de una orden de sacerdotes por definición. El sacerdocio se le dio a los elegidos ya que Cristo lo sostiene, sin principio de días ni fin de años independientemente del linaje o genealogía o de la madre o del padre, siendo hechos reyes y sacerdotes para siempre (Heb. 7:3; Apo. 5:10 RSV).

Apocalipsis 5:9-10 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. (RSV)

 

La KJV es incorrecta en este texto  aparentemente para disimular este hecho. Cristo como Sumo Sacerdote necesariamente debe tener un orden del sacerdocio y de este sacerdocio ha recibido la responsabilidad para el cuidado y la instrucción de los oráculos de Dios.

Hebreos 5:12-14 Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.  (KJV)

 

1Pedro 4:11 Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén. (RSV)

 

Así, los oráculos de Dios son entregados a la Iglesia y fueron entendidos como siendo entregados por el escritor de. Hebreos, quien si  no era Pablo ciertamente era la autoridad para ello y el redactor era uno de su ministerio, y también por Pedro. Así, en la autoridad de Cristo y como se evidencia por los apóstoles Pedro y Pablo, vemos la transferencia de responsabilidad a la Iglesia.

 

Falsas afirmaciones en relación a los oráculos

Hay una serie de afirmaciones falsas sobre el descanso de los oráculos con Judá. Las afirmaciones son hechas generalmente por personas que tratan de justificar el uso del calendario Hillel para guardar los Días Santos mencionados en el Antiguo Testamento. Como la mayoría del cristianismo principal no guarda estas fiestas el argumento no se plantea con ellos. De hecho,  sugerir que los judíos tenían la responsabilidad de los oráculos de Dios seria tratado con desprecio porque el Nuevo Testamento no es reconocido por Judá y por lo tanto no es parte de las Escrituras. Como esta proposición es bastante absurda para cualquier cristiano racional por eso avanza. Los judaizantes en las Iglesias de Dios, por el contrario, utilizan una serie de premisas falsas para justificar el calendario Hillel, que no es en sí mismo parte de los oráculos de Dios y determina a partir de 358 d.C, mucho después de la remoción de la autoridad judía. Por esta razón, el método de determinación de Nisán para los propósitos de la pascua florida no ha sido aprobado por las iglesias principales, porque el sistema había sido conocido por siglos antes de Hillel II y las posteriores determinaciones rabínicas se consideran incorrectas e irrelevantes.

 

Fijación del Canon del Antiguo Testamento

Otra premisa falsa es que el canon del Antiguo Testamento no se fijó sino hasta las conferencias de Jamnia. Esta visión es ofrecida por judíos o cristianos judaizantes como evidencia para la afirmación de que la autoridad para la determinación de la Biblia aun existía después de la dispersión. Jamnia o Yavneh era una ciudad legada por Salomé I a Herodes I, pero a su muerte pasó a manos de la emperatriz Livia y de cuya muerte parece haberse convertido en una posesión privada de Tiberio, como señala Schurer.

 

Schurer parece pensar que la fricción entre judíos y gentiles, de la mayoría judía, fue la razón por la que Vespasiano guarniciono la ciudad dos veces (E. Schurer, The History of the Jewish People in the Age of Jesus Christ, Vol. I, p. 333; Vol. II, p. 110). Hubo importantes fricciones entre judíos y gentiles en el tiempo de Calígula (ibíd. I, p. 394). Jamnia no llegó a ser parte del territorio judío hasta Alejandro Janeo. Pompeyo la había separado del reino judío y Gabinio la había reconstruido (ibíd. II, p. 110). Jamnia fue capturada en el tiempo de Vespasiano en la revuelta (ibíd. I, p 498; II, p. 110). Después de la destrucción del Templo y de Jerusalén en el año 70 d.C, Jamnia se convirtió en el centro de aprendizaje judío (ibíd. I, p. 521). Su mayoría judía fue la razón por la que se convirtió en el centro de la actividad judía o de aprendizaje después de la destrucción del Templo. La academia en Jamnia se convirtió en la Corte Suprema Judía (ibíd. I, pp. 525-526). Jamnia fue un intento de reconstruir la autoridad judía después de haber sido eliminada por Dios, con la destrucción del Templo, a partir de la expiración de la Señal de Jonás en el año 70 d.C.

 

El Antiguo Pacto se había hecho con los Judíos, cuyo término genéricamente parece haber abrazado a Israel, ya que también eran del Pacto de Dios (2Cor. 3:14; Heb. 9:15; vea también el papel El Pacto de Dios (No. 152)). El Nuevo Pacto prometido en Jeremías 31:31 se extendió a los gentiles ya que fue hecho con los cristianos (1Cor. 11:25; 2Cor. 3:6; Heb. 8:6-13; 10:16-17; ref. Lc. 22:20).

 

El canon del Antiguo Testamento no fue fijado finalmente sino hasta aproximadamente el 321 a.C después de la restauración de Nehemías, que fue durante el reinado de Artajerjes II. Hasta entonces, ha llegado a ser visto como una colección de obras veneradas tomadas como históricas o proféticas. La historia judía secular ha considerado, junto con la crítica bíblica secular, que el canon del Antiguo Testamento no fue sostenido como fijo y que la Torá sólo había sido separada como divinamente inspirada de su reconocimiento como tal en el 621 a.C hasta su separación de los otros cuatro libros del corpus en 400 a.C. Josué, Jueces, Samuel y Reyes fueron separados del Pentateuco en 400 a.C y se quedaron como obras seculares (vea The Interpreter’s Dictionary of the Bible, Vol. 1, articulo ‘Canon del AT’, p. 507).

 

Los eruditos modernos sostienen que esto fue por más de un siglo, pero Nehemías restauro todo el sistema de su tiempo (es decir, a mediados del siglo IV a.C.). Había un número de ediciones y la notación fue útil para la comprensión de lo que ha sucedido con el canon. La mayoría coincide en que para el 300-250 a.C. la canonización se había producido después de lo que se consideró la reescritura de Samuel y Reyes como 1 y 2 Crónicas (ibíd.). Los conflictos entre Samuel y Reyes y los Libros de Crónicas son enumerados por R.H. Pfeiffer en su texto (ibíd.). Después del 200 a.C. y ciertamente antes del 30 d.C, las lecturas del canon profético (el haphtarah) fueron evidentes en el culto de la sinagoga (Lc. 4:16-19; Hch. 13:15; ref. Meg. 4:1-2; ibíd., p. 509).

 

Los escritos o ketubbim eran leídos tradicionalmente en la Pascua, Pentecostés y el 9 de Ab conmemorando la destrucción de Jerusalén en el año 586 a.C. Fue finalizado por Esdras-Nehemías y fue fijado entonces. Pfeiffer dice que se creía generalmente que la profecía llegó a su fin en la muerte de Esdras, cuando los hombres de la Gran Sinagoga agruparon todas las Escrituras. Ningún libro escrito después de Esdras o Alejandro Magno se puede considerar inspirado (ibíd.). De acuerdo con el Seder Olam Rabba 30 las dos son consideradas fechas equivalentes para la cronología judía. Como Alejandro (nacido en 356 a.C.) fue a la India alrededor del año 326 a.C y murió alrededor del año 323 a.C, es obvio que estamos hablando de Artajerjes II y no de Artajerjes I en el libro de Esdras. Por otra parte, sabemos de este comentario que el canon del Antiguo Testamento estaba completo y fijo desde el 321 a.C. El Antiguo Testamento fue traducido al griego en Alejandría (y se hizo conocido como la Septuaginta (LXX), bajo Ptolomeo Filadelfo (283-246 a.C) por setenta y dos hombres cualificados, al parecer seis de cada tribu, quienes terminaron la obra en setenta y dos días (Schurer, Vol. II, p. 312; Vol. III, pp. 474-476, 677-679). Vemos que incluso en este caso los setenta eran en realidad setenta y dos en número. La LXX fue condenada como una traducción de R. Akiba en 130 d.C, pero que sustituyó a la traducción de Aquila. Veremos que este hecho demuestra que la Iglesia tiene autoridad y no al revés. Brenton en su traducción de la LXX considera que la versión de Aquila fue sustituida por las autoridades rabínicas por la LXX original debido a su idioma hebreo más literal. El considera que esto fue hecho en un deseo por negar los pasajes de la LXX utilizados por los cristianos con respecto a la posición de Cristo. Brenton hace la nota que el pectoral del sumo sacerdote mencionado en Éxodo 28:23-28 es efectivamente dado como "oráculo" en la Complutense y no en el Vaticano o los manuscritos alejandrinos. La importancia de la utilización de esta palabra es que el pectoral representaba el centro del juicio de las doce tribus, que es el foco central del lugar santísimo en su relación con Dios.

 

Después de la fijación del canon había una serie de libros escritos que no fueron reconocidos como canónicos. Entre ellos las obras de los Macabeos, Judith, Tobías, etc. y son apócrifos y, por lo tanto, son conocidos como los libros apócrifos. Se intentó durante algún tiempo incluirlos o reconocerlos en el canon judío y esto dio lugar a la conferencia en Jamnia. Después la Iglesia dejo Jerusalén y la ciudad cayo, la Iglesia produjo sus propias excelentes obras o traducciones de la Biblia. La mayoría de los libros de la Biblia fueron traducidos por los traductores Iglesia cuya mayoría eran hebreos bien educados.

 

Las tres traducciones al griego de la Biblia realizadas en sustitución de la LXX fueron por Aquila, Símaco y Theodotion. Símaco fue capaz de utilizar los textos hebreos, pero él mismo no era Judío. Era un cristiano ebonita según Eusebio (Eccl. Hist. vi, 17). Esta es quizás una clasificación que podría aplicarse a toda la Iglesia primitiva por la historia ya que sus escritos se encuentran. Aquila y Theodotion eran supuestamente prosélitos judíos. Aquila venia de Pontes (ver Hch. 18:2) y Epifanio nombro a Sinope como el lugar (vea Schurer, Vol. III, p. 494). La tradición rabínica (yKidd. 59a) lo coloca en el tiempo de R. Eliezer, R. Joshua y R. Akiba, es decir, en el primer tercio del siglo II. Emitió una primera y segunda edición de acuerdo a Jerome (ibíd., p. 495). Se dice que fue alumno de Akiba y tenia la mayor atención a los detalles. Su texto fue aprobado por las autoridades rabínicas más estimadas. Sus obras se conservan en la Hexapla de Orígenes y fue utilizada por los demás padres de la Iglesia que utilizaron la edición original de la Hexapla en la biblioteca de Pánfilo en Cesarea y en parte a través de notas marginales del texto Hexaplico LXX. Estamos encontrando más y más fragmentos de este texto con el paso del tiempo. Él se identifica con Onkelos, el productor del Tárgum arameo del Pentateuco (Schurer, ibíd., p. 496). Mercati encontró un manuscrito del siglo VI que contiene la Hexapla de unos 150 versos del Salterio incluyendo la versión de Aquila. El hallazgo en el Genizah de la sinagoga de El Cairo indica que una versión Interlineal griega hebrea (la línea superior en hebreo/la inferior en griego) existía en el siglo quinto o sexto (Schurer, ibíd.). Schurer sostiene que la traducción LXX de Eclesiastés recuerda tanto a la traducción característica de Aquila que se siente tentado a suponer que es de hecho la obra de Aquila.

 

Jerome produjo la Vulgata Latina y los textos griegos son los que se encuentran en las diversas formas antiguas disponibles en los códices y fragmentos. Jeróme estaba al tanto de las obras de Aquila y Theodotion quien el dice que podría haber sido un ebonita, que es un Judío de nacimiento como Aquila. Jeróme dice que fue pensado que era un ebonita solo por algunos (Schurer, ibíd., p. 499). Jerome usó estas obras para producir la lista que forma el actual orden canónico aceptado.

 

La Hexapla de Orígenes fue organizada por columnas. Aquila fue colocado al lado del texto hebreo al parecer porque era más parecido y Theodotion junto a la LXX por la misma razón. La traducción de Símaco es colocada al lado de Aquila, lo cual es desconcertante para Schurer. Aquila es atribuido a las primeras décadas del siglo II; Theodotion es colocado en el tiempo de Cómodo (180-192 d.C), y Símaco después, por Schurer, pero Ireneo lista a Theodotion antes de Aquila y Schurer piensa que esto es irrelevante para la fecha de las traducciones (ibíd., p. 500). Ireneo estaba vivo en 190-191 d.C y así la fecha tardía para la obra Theodotion es posible, pero podría haber sido antes.

 

El verdadero punto en cuestión es que la Iglesia no dependía de los judíos para los oráculos pero sin embargo juega un papel principal en su traducción al griego y arameo, y por lo tanto a otros idiomas. La afirmación de que el canon no fue fijado sino hasta después del 70 d.C, ya sea en la primera (c. 90 d.C) o segunda (118 d.C) conferencia de Jamnia es una ficción. La ficción es apoyada por judíos y cristianos judaizantes. El propósito de Jamnia era evitar que las posteriores obras apócrifas de Ben Sira en adelante fueran añadidas al canon judío. Estas conferencias no tuvieron efecto sobre la Iglesia, que había reconocido desde mucho antes que el canon fue cerrado desde la época de Esdras.

 

La ficción de Jamnia es promovida para apoyar la ficción de que el calendario según lo determinado en 358 d.C bajo Hillel II tiene alguna autoridad para la Iglesia, que claramente no tiene y nunca ha tenido tal autoridad. La Iglesia en los primeros tiempos creía y enseñaba que el canon del Antiguo Testamento fue fijado en la época de Esdras y Nehemías, o inmediatamente después de la muerte de Esdras. Esto fue enseñado por la Iglesia y se ve en los escritos de Tertuliano, Ireneo y Clemente de Alejandría (Interp. Dict., Vol. 1, p. 514).

 

Los griegos nunca han tenido ninguna responsabilidad por los oráculos de Dios, o incluso por la creación de los textos griegos. Esta es otra ficción presentada por judaizantes para apoyar su teoría judía del oráculo.

 

La Profecía de Hageo

El siguiente error en el arsenal de algunos británicos-israelitas y defensores de los judaizantes del sistema Hillel es el de la profecía de Hageo en 2:1-23.

Hageo 2:1-23 En el mes séptimo, a los veintiún días del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: Habla ahora a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo: ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera, y cómo la veis ahora? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos? Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos. Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará en medio de vosotros, no temáis. Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos. La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos. A los veinticuatro días del noveno mes, en el segundo año de Darío, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Pregunta ahora a los sacerdotes acerca de la ley, diciendo: Si alguno llevare carne santificada en la falda de su ropa, y con el vuelo de ella tocare pan, o vianda, o vino, o aceite, o cualquier otra comida, ¿será santificada? Y respondieron los sacerdotes y dijeron: No. Y dijo Hageo: Si un inmundo a causa de cuerpo muerto tocare alguna cosa de estas, ¿será inmunda? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron: Inmunda será. Y respondió Hageo y dijo: Así es este pueblo y esta gente delante de mí, dice Jehová; y asimismo toda obra de sus manos; y todo lo que aquí ofrecen es inmundo. Ahora, pues, meditad en vuestro corazón desde este día en adelante, antes que pongan piedra sobre piedra en el templo de Jehová. Antes que sucediesen estas cosas, venían al montón de veinte efas, y había diez; venían al lagar para sacar cincuenta cántaros, y había veinte. Os herí con viento solano, con tizoncillo y con granizo en toda obra de vuestras manos; mas no os convertisteis a mí, dice Jehová. Meditad, pues, en vuestro corazón, desde este día en adelante, desde el día veinticuatro del noveno mes, desde el día que se echó el cimiento del templo de Jehová; meditad, pues, en vuestro corazón. ¿No está aún la simiente en el granero? Ni la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el árbol de olivo ha florecido todavía; mas desde este día os bendeciré. Vino por segunda vez palabra de Jehová a Hageo, a los veinticuatro días del mismo mes, diciendo: Habla a Zorobabel gobernador de Judá, diciendo: Yo haré temblar los cielos y la tierra; y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza de los reinos de las naciones; trastornaré los carros y los que en ellos suben, y vendrán abajo los caballos y sus jinetes, cada cual por la espada de su hermano. En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel hijo de Salatiel, siervo mío, dice Jehová, y te pondré como anillo de sellar; porque yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos. (RSV)

 

Las proposiciones hechas de esta profecía son:

1.    La profecía se refiere a los últimos días.

2.    El 24 de Kislev es una fecha específica en el futuro.

3.    Esta fecha era la fecha según el calendario de Hillel en que Jerusalén fue liberada en 1917 que fue el 9 diciembre de 1917 y supuestamente el día en que Allenby entró a Jerusalén.

4.    Las bendiciones mencionadas por Hageo se cumplieron entonces.

5.    Esto son, de alguna manera, también siete ciclos de tiempo desde la caída de Jerusalén.

6.    De estos puntos se argumenta que el calendario Hillel es, pues, inspirado y un oráculo de Dios.

 

En primer lugar, con respecto a la caída de Jerusalén, el Diccionario de la Biblia de Harper registra que los babilonios saquearon la ciudad en 598 a.C. y la ciudad fue arrasada en el 587 a.C. Ninguna de estas fechas da 1917 como equivalente a siete ciclos de tiempo o 2520 años. La primera fecha se produciría en 1923 y la última fecha se produciría en 1933.

 

Ahora este proceso es un razonamiento circular clásico como veremos. Es evidente a partir de un examen de la historia de la liberación de Jerusalén que los hechos fueron enumerados de esa manera para dar la impresión de que Dios había actuado para cumplir a Hageo porque la gente de la época vio esto como un cumplimiento de la profecía. Después de haber inventado la fecha 9 de diciembre de 1917, el artilugio se utiliza para justificar el calendario de Hillel, que formó la base de la invención en primer lugar.

 

En 1917, la Tierra Santa estaba siendo liberada por Australia, Nueva Zelanda y Gran Bretaña y otras tropas aliadas luchando contra los turcos con auxiliares alemanes. Según el Diario Oficial de la Guerra (H.S. Gullett, La Fuerza Imperial Australiana en el Sinaí y Palestina, Vol. II de la Historia Oficial de Australia en la Guerra de 1914-18, Angus y Robertson Ltd, Sydney, 1937), Gaza y Beerseba habían sido tomadas del 31 de Octubre al 1 de Noviembre de 1917. La incautación de Palestina era inevitable. El 2 de noviembre de 1917 la Declaración de Balfour para el establecimiento del Estado Judío fue emitida por el primer ministro británico Balfour como su primera declaración (la segunda declaración fue en relación con la Commonwealth de Australia bajo la ley británica). La captura de Jerusalén no se llevó a cabo hasta diciembre. El progreso de las fuerzas fue:

 

Batalla de Beerseba

31 Octubre al 1 Noviembre

Tel el Khuweilfe

8 Noviembre

El avance ocurrió (Sinaí y Palestina 4-8 Noviembre)

6-11 Noviembre

El gran ataque se produjo

8-15 Noviembre

La planicie marítima fue limpiada

11-17 Noviembre

El avance de Jerusalén

16-24 Noviembre

Nahr Auja y El Buij

24 Noviembre a 1 Diciembre

Asalto final para la captura de Jerusalén

7 Diciembre

 

El asalto final fue lanzado por las tropas de la Commonwealth, el 7 de diciembre de 1917. De acuerdo con la verdadera Luna Nueva esta fue la fecha real del 24 de Kislev (el calendario Hillel comenzó el mes, dos días después). Los turcos y los alemanes empezaron una evacuación inmediata y el 8 de diciembre de 1917 Jerusalén fue liberada. La infantería se había atrincherado y establecido y el 10 de diciembre la caballería ligera empujo a lo largo de la carretera de Naplusa a unas ocho millas. Percibieron un intenso fuego de artillería turca. Ellos fueron extendiendo hacia el extremo sur del valle del Jordán y estaban tratando de limitar el acceso de los Aliados a través del río a la vía férrea del Hedjaz y por lo tanto limitar las operaciones de Allenby en el flanco derecho.

 

Nada ocurrió el 9 de diciembre de 1917 ya que Jerusalén ya había sido liberada del ataque el día 7. Muchas historias estadounidenses de origen protestante, aparentemente tratan de reclamar que el 9 de diciembre fue el día que Allenby entró a Jerusalén y la liberó. La realidad es que Allenby entró oficialmente a Jerusalén el 11 de diciembre de 1917. Allenby era consciente de la pompa con la que el Emperador alemán Wilhelm (William) había entrado en Jerusalén en 1908. Deliberadamente, hizo su entrada un asunto clave bajo, entrando a pie por la entrada lateral de la antigua puerta estrecha de Jaffa. 100 soldados de los contingentes alineados en la calle de Jaffa, incluyendo Ingleses, escoceses, irlandeses, galeses, gurkos, australianos e italianos. Los neozelandeses habían marchado duro de Jaffa para que el dominio pudiera ser representado. El único toque de color era de un destacamento de infantería francesa con uniforme azul pálido. Esta fue la vigésimo cuarta vez que Jerusalén había sido penetrada por una fuerza conquistadora (Gullett, ibíd., p. 523) pero no fue el 24 de Kislev de 1917. En el calendario de Hillel fue el 26 de Kislev, pero de la verdadera Luna Nueva fue el 28 de Kislev. Nuestras tropas habían entrado en efecto el 24 de Kislev, pero por asalto. Basados en la conjunción verdadera sin aplazamientos.

 

Jerusalén en el momento de su captura no presentó prueba notable de pobreza pero estaba en un estado de suciedad indescriptible. Estaba tan contaminada por vendedores de reliquias religiosas y la falsa religión que estaba habitualmente sucia (mas la ayuda de los hábitos primitivos de los soldados turcos en tres años) que los cristianos recordaban su visita con horror (ibíd., p. 522). Después de la ocupación de Jerusalén, la ciudad enfrento escasez de alimentos y los británicos tuvieron que transportar suministros en camiones por el Mediterráneo. Nuestro avance desde el sur había sido tan rápido que los turcos no tuvieron tiempo de poner los residuos de las colonias del sur. Iban a ser útil. La Comisión Sionista bajo el Presidente de la Federación Sionista Inglesa, Doctor Weizmann, fue la encargada, con la autorización del Gobierno británico, de la reconstrucción de Palestina. Esta tarea implicó la restauración de las ruinas de dieciocho siglos y medio (The Times History of the War, Vol. XV, London, 1918, p. 179).

 

Las proposiciones así pueden considerarse a la luz del hecho histórico libres de la ficción de una no desarrollada propaganda protestante británico-israelita que emana de los EE.UU.

 

1.    No fueron siete ciclos de tiempo desde la entrada en Babilonia. La aplicación de los siete ciclos de tiempo se examina en el papel La Caída de Egipto (No. 36): La Profecía de los Brazos Rotos de Faraón.

2.    Allenby no entro en Jerusalén el 9 de diciembre. Entró en ella el 11 de diciembre.

3.    Las tropas de la Commonwealth asaltaron la ciudad el 7 de diciembre 1917.

4.    Los alemanes y los turcos se habían retirado el 8 de diciembre.

5.    La consolidación de las defensas se llevó a cabo 8-10 de diciembre.

6.    La verdadera fecha de 24 Kislev 1917 fue 7 diciembre de 1917 y no 9 diciembre 1917 como dice el calendario de Hillel.

 

Sin embargo, debemos recordar en todo esto que Judá no había sido bendecido en esta etapa. Es perverso pensar que Dios eligió este momento para cumplir lo dicho en Hageo y todavía dejar otra profecía para ser implementada cuando Judá pasara por el peor de los horrores de toda su existencia como nación. Exactamente siete ciclos de tiempo desde que Jerusalén fue arrasada por los babilonios, el partido nazi llegó al poder en Alemania y comenzó la persecución sistemática de los Judíos. De 1942 a 1945 Alemania emprendió el genocidio más sistemático de los judíos o, en realidad, en cualquier nación en la historia. Afirmar que esta era la idea de Dios de bendecir Judá, en el cumplimiento de Hageo, es la forma más perversa de razonamiento que se pueda imaginar. Si Hageo se cumple en estas actividades, podemos concluir:

1.    El calendario Hillel está mal;

2.    Pero más importante, los askenazíes y de hecho todos los judíos europeos están totalmente fuera de las bendiciones de Dios, después de haber pervertido el espíritu y la intención de la ley y los festivales. Ninguna maldición viene sin causa (Prov. 26:2).

 

No es convincente, sin embargo, que Hageo se cumple.

 

Daniel 12

Ahora continuaremos el examen de la premisa que Hageo se cumplió en diciembre de 1917. Un texto que se utiliza para apoyar esta premisa es el texto en Daniel 12:1-13. Este texto sigue de Daniel 11 en relación con las guerras de los reyes del Norte y el Sur. El texto en Daniel 11:41-45 es también muy importante. Para que 1917 sea asumido, hay una serie de condiciones previas que deben cumplirse. La primera es que esta profecía se ha cumplido en su totalidad antes que el ámbito de aplicación de Daniel 12 se pueda cumplir.

Daniel 11:41-45 Entrará a la tierra gloriosa, y muchas provincias caerán; mas éstas escaparán de su mano: Edom y Moab, y la mayoría de los hijos de Amón. Extenderá su mano contra las tierras, y no escapará el país de Egipto. Y se apoderará de los tesoros de oro y plata, y de todas las cosas preciosas de Egipto; y los de Libia y de Etiopía le seguirán. Pero noticias del oriente y del norte lo atemorizarán, y saldrá con gran ira para destruir y matar a muchos. Y plantará las tiendas de su palacio entre los mares y el monte glorioso y santo; mas llegará a su fin, y no tendrá quien le ayude. (RSV)

 

Este texto supone que Egipto es capturado junto con Palestina y Transjordania. El rey del Norte tenía que entrar y capturar Egipto y también ocupar Palestina. Durante ese tiempo el escucha noticias del oriente y del norte y sale a destruir por completo y eliminar muchos. Esta profecía no fue sostenida como cumplida hasta la Segunda Guerra Mundial con la invasión del Eje en África y luego la invasión de Hitler a Rusia. Sin embargo, el este y el norte de Palestina y Jerusalén se encuentran en el centro de Rusia y esta profecía parece no haber sido cumplida aun. El texto sobre plantara las tiendas de su palacio entre los mares y el monte glorioso fue sostenido como cumplido por el ejército en 1917, pero no entraron en Rusia o engancharon en operaciones al por mayor más allá del establecimiento de Irak como un reino pro-occidental.

Daniel 12:1-13 En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará. Y yo Daniel miré, y he aquí otros dos que estaban en pie, el uno a este lado del río, y el otro al otro lado del río. Y dijo uno al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río: ¿Cuándo será el fin de estas maravillas? Y oí al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra al cielo, y juró por el que vive por los siglos, que será por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo. Y cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas. Y yo oí, mas no entendí. Y dije: Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas? El respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán. Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días. Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días. (RSV)

 

Este texto trata con el Adviento y la resurrección en los últimos días. Retrata una escala de tiempo o periodo de 1.290 días y 1.335 días. También retrata un resurgimiento del Espíritu Santo, donde los sabios instruirán a muchos en los misterios del Reino de Dios.

 

Debido a la intención de esta profecía mesiánica, muchos han identificado a Miguel como Cristo. Por ejemplo, la Iglesia de Dios ubicada en el Reino Unido sostiene que Miguel es Cristo, pero niega que Miguel sea un arcángel. Miguel significa Quién es como Dios.

 

La lógica es simplemente esto. El ser claramente tiene la responsabilidad de Israel. De Deuteronomio 32:8, el Mesías tiene la responsabilidad de Israel como Jehová - que fue asignado a él por el Dios Altísimo. Por lo tanto Miguel debe ser el Mesías. La conclusión no necesita seguir ya que Miguel pudo haber sido asignado a Israel para ayudar al Mesías. Ambos son hijos de Dios, como nosotros sabemos de muchos textos. Los ángeles solo fueron decretados que han sido creados ex nihilo por el Concilio Laterano IV en 1215 para negar la capacidad de co-eternidad a Satanás a causa de la supuesta herejía dualista, supuestamente entre los cátaros en el sur de Francia entre los albigenses. Muchas ramas de la Iglesia de Dios hicieron este salto lógico a través de los siglos y es indeterminado con la evidencia bíblica que tenemos. Tanto Miguel como el Mesías son hijos de Dios y, por lo tanto, comparten en el Espíritu Santo de Dios como hijos.

 

La siguiente pre-condición es que sigue un tiempo, tiempos y medio tiempo y cuando la destrucción del poder del pueblo Santo llegue a su fin luego vendrá el fin. La opinión en 1914-18 era que los 1.260 días se cumplieron en los 1.260 años del Sacro Imperio Romano Germánico. Algunos grupos de EE.UU. sostuvieron que terminó en 1798, otros en 1814. Ambos estaban equivocados, debido a su mala comprensión de la historia del imperio y por su deseo de profecía auto cumplida. El imperio comenzó en 590 d.C con el decreto de Gregorio I y terminó en 1850 con el plebiscito en los Estados Pontificios (vea M. Martin, The Decline and Fall of the Roman Church, Secker and Warburg, p. 254ff.); (ref. También El Rol Histórico del Cuarto Mandamiento en las Iglesias Sabatistas de Dios (No. 170)).

 

Esta opinión asume que la base un año por día se aplica al imperio y no en dualidad. También la suposición no toma en cuenta el problema de siete tiempos en la medida adecuada y más completa. La profecía de siete tiempos de Daniel a los babilonios se midió a partir de 605 a.C. en la batalla de Carquemis hasta 1914, al comienzo de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, Egipto no fue invadido en ese momento y Egipto también esta involucrado. La profecía de Ezequiel 28-29 implica la caída de Egipto. Las dos ramas involucran dos períodos de cuarenta años terminando ochenta años después con la invasión de Cambises en 525 a.C. Hubo dos períodos de cuarenta años entonces y en el punto medio Egipto se restableció. Esto sucedió exactamente siete tiempos después en 1953 con la declaración de la República de Egipto bajo Gamel Abdul Nasser. Así, el marco de tiempo completo no termina hasta 1996. En ese año los fundamentalistas musulmanes tomaron el control hasta el grado que el gobierno sólo es de nombre. La Iglesia copta de Egipto es tan perseguida que ha tratado reunirse con Roma tras el cisma desde Calcedonia en 451. Estos aspectos no fueron tomados en cuenta.

 

La siguiente suposición es que los 1.290 años y los 1.335 años se refieren a otro período de tiempo. El texto se refiere al establecimiento de la abominación desoladora. El sacrificio se suspendió antes de la destrucción del Templo en 70 d.C. La aplicación de Daniel 12 de esta fecha no tiene ninguna consecuencia. Esta profecía se aplicó hasta 1917, restando la cifra menor de 1290 a partir de 1917 y suponiendo que esta es la cifra para el comienzo de la era musulmana (desde 1917 hasta 1290 = 627).

 

Este año es entonces relacionado con el calendario musulmán. Sin embargo, el calendario musulmán comienza a partir de la Hégira y es aceptado como principio a partir del 15 (16) de julio de 622d.C. El año lunar propio de los musulmanes se estableció sobre una base de energía solar en 10 AH o 631 d.C en la última peregrinación del profeta a la Meca (Corán 9:36 ff; ref. ERE, Vol. 3, p. 126).

 

La fórmula aceptada para la conversión es:

Hégira (A) - (3A ¸ 100) + 622 = Año cristiano (ibíd.)

 

El año 1290 AH inició en 1911. Diciembre de 1917 fue 1296 AH. El año 1335 fue AH 1956 d.C.

 

La ocupación de Jerusalén también debe ser entendida para hacer frente a algunas afirmaciones extrañas que se hacen con respecto a este tiempo. En primer lugar, Jerusalén fue tomada por los persas en 614. El persa Cosroes II fue a la guerra con el usurpador Focas, que había asesinado al emperador romano Mauricio. Mauricio era amigo y benefactor de Cosroes. En 611 los persas tomaron Antioquía. El yerno de Cosroes, Sharbarz sitio Jerusalén. En su campamento había 26.000 judíos deseosos de destruir la soberanía cristiana sobre Jerusalén. 90 mil cristianos murieron cuando Jerusalén fue tomada (Cath. Encyc., Vol. VIII, articulo ‘Jerusalén’, p. 359). A los judíos se les permitió hacer lo que quisieron con la ciudad, pero esto no duró mucho. En 622 Heraclio marchó a través de Asia Menor, haciendo retroceder a los persas e invadió Persia en 627. Cosroes huyó y fue depuesto y asesinado por su propio hijo Siroes en 628 y ese año el pidió paz a expensas de todas sus conquistas. Evacuaron Siria y Egipto, restaurando la supuesta reliquia de la cruz que había tomado de Jerusalén. En 629 Heraclio llegó a Jerusalén para venerar la reliquia (ibíd.). Este es el origen de la fiesta católica de la Exaltación de la Santa Cruz el 14 de septiembre.

 

Como resultado de la traición de los judíos, la antigua ley de Adriano fue renovada prohibiéndoles el acceso a la ciudad. El patriarca Teodosio restauró el antiguo circulo Anástasis allí. No había ningún otro edificio en la zona del Monte del Templo. Heraclio reconstruyó los muros y restauro los santuarios en ruinas. El patriarca Sofronio (634-638) fue el siguiente para ver Jerusalén conquistada.

 

El Islam bajo el califa Abu-Bakr (632-634) invadió Siria. Abu-'Ubaidah tenía el mando del ejército. Era un Ashab, uno de la banda original que acompaño al profeta de la Meca a Medina en 622. Tomaron Bosra y luego derrotaron a Heraclio en Ajnadain cerca de Emesa, en julio de 633. En el año 634 tomaron Damasco y derrotaron al ejército romano de nuevo en Yarmuk y tomaron Emesa en el año 636. El Califa Omar (634-644) fue consultado acerca de si deberían marchar sobre Jerusalén o Cesarea. Por consejo de ‘Ali marcharon sobre Jerusalén. Fue atacada por una vanguardia de 5.000 en Mo’awiyah Ibn-Abu-Sufyan y sitiada por el ejército entero bajo Abu-'Ubaidah. Jerusalén fue defendida por una gran fuerza de los refugiados de Siria y los veteranos de Yarmuk. La ciudad fue asaltada todos los días durante cuatro meses. El patriarca Sofronio finalmente pidió la paz con el comandante Abu-'Ubaidah. Se les permitió capitular en condiciones justas y honorables. A los cristianos se les permitió conservar sus iglesias y nadie tuvo que aceptar el Islam. Los términos fueron ratificados por el califa Omar, a continuación, en Medina. El Califa Omar vino al muro en un solo camello, firmó la capitulación, entró en la ciudad y habló cortésmente con Sofronio acerca de las antigüedades allí (Cath. Encyc., ibíd., p. 360).

 

Omar se negó a decir las oraciones en la Anástasis en caso de que se convirtiera en una excusa futura para el Islam para romper el tratado. El Monte del Templo en este momento estaba descubierto y más tarde se convirtió en un montón de basura. No había edificios en el otro monte de la Anástasis. La Mezquita de Omar fue construida en el lugar al que se retiró a orar. Bajo los musulmanes, los cristianos de Jerusalén recibieron la tolerancia habitual mostrada a los no musulmanes teístas. El Islam no hizo de Jerusalén el nuevo centro de Palestina. Este fue en Lydda hasta 716, después en Ar-Ramal (Ramleh). Jerusalén es, sin embargo el tercer lugar más sagrado después de La Meca y Medina (vea Corán Sura 17).

 

En el reinado del califa ’Abd-al-malik (684 a 705), el quinto califa Ummayid en Damasco, los iraquíes se rebelaron y tomaron posesión del Hijaz. Para que el pueblo tuviera un sustituto para el Haraman de La Meca y Medina, las cuales se les impidió visitar, entonces comenzaron a adornar el lugar del templo con una mezquita. Omar había visitado el monte y lo encontró lleno de basura (ibíd.). En su tiempo había levantado un gran edificio cuadrado para el Islam y ’Abd-al-malik erigió entonces en 691, con arquitectos bizantinos, la Cúpula de la Roca, que sigue en pie en el Monte del Templo.

 

Así, el edificio original no se construyó en el monte hasta mucho después del 636 y la Cúpula de la Roca no se construyó hasta el 691. En 636 el Monte del Templo fue utilizado como basurero por los llamados cristianos. La Cúpula de la Roca (falsamente llamada la Mezquita de Omar) se encuentra en el lugar del altar de los holocaustos del antiguo Templo.

 

La aplicación de la profecía de Daniel 12 a este periodo ofrece cifras inciertas y la abominación desoladora no se podía aplicar al Islam en este sitio de estas fechas. Fue, por supuesto, unos 1.290 años si el saqueo de los babilonios se toma en cuenta en 598 a.C terminando en 691 d.C.

 

Las fechas en cuestión si se toman de 637 d.C. y a continuación se añaden 1.290 años esto produce el año 1927 y no 1917. Si añadimos el periodo de cuarenta y cinco años llegamos a 1972. Esta fecha no se relaciona con ningún acontecimiento significativo y ciertamente no hay paz en Jerusalén.

 

La construcción de estas profecías como el cumplimiento de Daniel en el 1917 es de una evidencia muy débil y, de hecho parece estar en contradicción con todas las construcciones de las fechas extraídas de la historia conocida en relación con el Monte del Templo y de Jerusalén. Parece que esta profecía en Daniel 12 está relacionada con algún acontecimiento futuro que trata con la época de las guerras del fin y que requiere la perseverancia de los santos. El poder del pueblo santo se rompe en este momento. Así Judá y la nación de Israel debe tener su poder roto antes que esta profecía se cumpla. Esto no sucedió en la Primera Guerra Mundial o la Segunda Guerra Mundial. El Holocausto es lo más cercano que esta profecía ha venido a fruición.

 

Hageo Repasado

El siguiente paso es volver a Hageo para un examen más detenido. Hageo se refiere a la construcción del Templo y las actitudes del pueblo a esta responsabilidad.

 

Hageo 1:1-15 En el año segundo del rey Darío, en el mes sexto, en el primer día del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, diciendo: Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: Este pueblo dice: No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada. Entonces vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: ¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta? Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos. Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto. Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos. Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová. Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa. Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos. Y llamé la sequía sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos. Y oyó Zorobabel hijo de Salatiel, y Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo, la voz de Jehová su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como le había enviado Jehová su Dios; y temió el pueblo delante de Jehová. Entonces Hageo, enviado de Jehová, habló por mandato de Jehová al pueblo, diciendo: Yo estoy con vosotros, dice Jehová. Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios, en el día veinticuatro del mes sexto, en el segundo año del rey Darío.

 

El texto en el capítulo 1 es una suplica a la nación de Judá, para comenzar las obras en el Templo. La nación no esta siendo bendecida, porque habían puesto su propio interés por encima del de Dios. Hay paralelos grave de la historia con el comportamiento de Judá y el abandono de la obra de Dios. Si esta profecía se refiere a los últimos días, debe hacer referencia al templo espiritual que es la Iglesia. Las entidades en esta profecía son Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y Josué hijo de Josadac el Sumo Sacerdote. El tiempo es el segundo año de Darío II. Este asunto ha sido explicado detalladamente en el papel La Señal de Jonás y la Historia de la Reconstrucción del Templo (No. 13). Los nombres son de individuos en el momento de la reconstrucción del segundo Templo (vea también el papel Genealogía del Mesías (No. 119)).

 

Si esta profecía es de los últimos días, sólo podemos estar hablando del templo espiritual y los tipos de Zorobabel y Josué como Sumo Sacerdote. El Sumo Sacerdote, Josué, es Yehoshua o el Mesías. La tipología con Jesucristo se encuentra en Zacarías, en el juicio. Cristo es al mismo tiempo rey y sacerdote, cumpliendo ambas tipologías. El interdicto en el capítulo 1 de Hageo es que la nación de Israel no prosperará hasta que se encargue de la obra del Mesías en la restauración como parte del Templo de Dios. Las maldiciones de la tierra aumentarán hasta que eso ocurra (Hag. 1:10-11). La primera instancia esta el 24 del sexto mes. Esto ocurrió con el segundo Templo. Ya sea en el pasado o que se relacionan con el futuro como un anti-tipo.

 

Por lo tanto, Hageo se refiere a la construcción del templo y la bendición de Israel es consecuencia de esa actividad. Por tanto, es imposible relacionar los acontecimientos en el capítulo 2 a un evento que no sea posterior a los acontecimientos en el capítulo 1. Así, el día 24 del sexto mes vio la obra en la casa de Dios. El capítulo 2 entonces comienza a partir del día 21 del séptimo mes o el último día de la Fiesta de los Tabernáculos. El Último Gran Día es el octavo día de la fiesta.

 

Capitulo 2 continua:

Hageo 2:1-23 En el mes séptimo, a los veintiún días del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: Habla ahora a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo: ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera, y cómo la veis ahora? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos? Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos. Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará en medio de vosotros, no temáis. Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos. La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos. A los veinticuatro días del noveno mes, en el segundo año de Darío, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Pregunta ahora a los sacerdotes acerca de la ley, diciendo: Si alguno llevare carne santificada en la falda de su ropa, y con el vuelo de ella tocare pan, o vianda, o vino, o aceite, o cualquier otra comida, ¿será santificada? Y respondieron los sacerdotes y dijeron: No. Y dijo Hageo: Si un inmundo a causa de cuerpo muerto tocare alguna cosa de estas, ¿será inmunda? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron: Inmunda será. Y respondió Hageo y dijo: Así es este pueblo y esta gente delante de mí, dice Jehová; y asimismo toda obra de sus manos; y todo lo que aquí ofrecen es inmundo. Ahora, pues, meditad en vuestro corazón desde este día en adelante, antes que pongan piedra sobre piedra en el templo de Jehová. Antes que sucediesen estas cosas, venían al montón de veinte efas, y había diez; venían al lagar para sacar cincuenta cántaros, y había veinte. Os herí con viento solano, con tizoncillo y con granizo en toda obra de vuestras manos; mas no os convertisteis a mí, dice Jehová. Meditad, pues, en vuestro corazón, desde este día en adelante, desde el día veinticuatro del noveno mes, desde el día que se echó el cimiento del templo de Jehová; meditad, pues, en vuestro corazón. ¿No está aún la simiente en el granero? Ni la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el árbol de olivo ha florecido todavía; mas desde este día os bendeciré. Vino por segunda vez palabra de Jehová a Hageo, a los veinticuatro días del mismo mes, diciendo: Habla a Zorobabel gobernador de Judá, diciendo: Yo haré temblar los cielos y la tierra; y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza de los reinos de las naciones; trastornaré los carros y los que en ellos suben, y vendrán abajo los caballos y sus jinetes, cada cual por la espada de su hermano. En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel hijo de Salatiel, siervo mío, dice Jehová, y te pondré como anillo de sellar; porque yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos. (RSV)

 

La dedicación del templo fue como si el templo era mayor que el Templo de Salomón. Eso fue claramente sin sentido. De hecho, la profecía en Daniel 9:25-27 muestra que debe construirse sobre setenta semanas de años. No hay duda de que el segundo Templo, y también la reconstrucción de Herodes del mismo, no eran nada en comparación con el Templo de Salomón. El templo hablado aquí es una profecía comparando el Templo espiritual bajo el Mesías con el Templo físico y el antiguo Pacto.

 

El Espíritu del Señor iba a permanecer con el pueblo y esto sólo ocurrió en la Iglesia de forma permanente. Hageo 2:6 es citado en Hebreos 12:26-27.

 

Hebreos 12:26-27 La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles. (RSV)

 

Esta es una advertencia directa del Mesías que esta profecía se refiere a la última sacudida de los cielos y la tierra para que lo que no puede ser sacudido permanezca. Esta sacudida comienza con el Templo de Dios que es la Iglesia, siendo el naos o lugar santísimo (1Cor. 3:17). Por lo tanto, vamos a estar agradecidos con Dios por recibir un reino que no puede ser sacudido (Heb. 12:28).

 

El plazo es de las guerras del fin y el regreso del Mesías. La Primera Guerra Mundial fue llamada la Gran Guerra por la Civilización, porque se pensó que se trataba en realidad del tiempo del fin y 1914 se observó con razón en la profecía como la realización de siete tiempos desde el reinado de Nabucodonosor a partir de la Batalla de Carquemis en el 605 a.C. Las guerras del fin, efectivamente comenzaron a partir de esta fecha, pero iba a ser en un plazo de tiempo mucho más prolongado y la profecía implicaba necesariamente la restauración bajo el Mesías. El 24 de Kislev (noveno mes) incluye la cuestión de lo santo y lo profano (Hag. 2:10-14). La nación es vista como sucia y de este tiempo la nación se limpia de su inmundicia. Este punto esta entonces directamente relacionado con la colocación de la piedra sobre piedra en el Templo. A partir de ese día en adelante es la colocación de los cimientos del Templo y el Señor colocara entonces piedra sobre piedra en la construcción del Templo. Esta secuencia no se refiere a las cosas físicas, sino a la conversión de la nación. Desde la construcción del Templo como piedras vivas, la bendición de la nación continuará. Es por eso que el Holocausto ocurrió como lo hizo - porque la nación no se había convertido y las bendiciones del Señor aún no habían sido dadas. Habrá más guerras y más desastres aun, tanto para Judá e Israel hasta que ambos sean arrepentidos y limpios de pecado.

 

Conclusión

El calendario de Hillel no tiene el apoyo de recurrir a cualquier argumento de los oráculos de Dios o de esta forma de manipulación de hechos históricos en la ficción profética. Los custodios de los oráculos de Dios son los elegidos como los administradores de los misterios de Dios. Son el, naos o lugar santísimo y, como el, naos también es el oráculo de Dios, ellos también son los oráculos de Dios siendo del espíritu de profecía.

 

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