Iglesias Cristianas de Dios

 

 

[165]

 

 

 

 

 

Sobre Inmortalidad [165]

 

(Edición 1.1 19960601-19980605)

 

Muchos Cristianos han crecido con el concepto de una Divinidad Cristiana trinitaria que fue introducida varios siglos después de Cristo y los apóstoles, y lo han aceptado sin lugar a dudas y sin verificarlo en la Biblia. Paradójicamente, la Biblia no enseña la Trinidad. Los apóstoles nunca aun oyeron la palabra "trinidad", y ciertamente nunca enseñaron una Divinidad compuesta de tres personas. Un concepto relatado de una Divinidad doble y eterna fue introducido y diseminado por Herbert Armstrong en el siglo veinte. Este artículo se ocupa del principio básico de la doctrina binitaria (o más exactamente, diteísta) de Armstrong y la encuentra deficiente. El artículo promueve la enseñanza unitaria de la Biblia, que hay sólo un Dios verdadero.

 

 

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Sobre Inmortalidad [165]

 

 


La Cristiandad moderna (con la excepción de sus teólogos) asume que el punto de vista sostenido por tanto el Trinitarianismo como también por la forma diteísta del Binitarianismo, a saber que Cristo era co-eterno con el Padre, es el punto de vista bíblico. El Binitarianismo busca afirmar que, aunque Cristo era co-eterno con el Padre, estaba de algún modo subordinado y por lo tanto era un Dios menor pero no obstante, eternamente existente. A partir de esta lógica, él era, y es, por lo tanto, un Dios verdadero, y igual en la Divinidad con el otro Dios verdadero para cual el estatus de Padre fue ubicado. Él asumió la condición de Hijo y así había dos Dioses eternamente existentes ab-origine o desde la eternidad antes del comienzo de la creación, ya fuera espiritual o física. Esta posición es sostenida tenazmente y defendida por medio de las más extraordinarias manipulaciones de las claras palabras de los textos.

 

De gran interés, esta posición, que Cristo es un Dios co-eterno, se atribuye a la iglesia primitiva por aquellos que la defienden desde un punto de vista laico, pero no es sostenida por los teólogos que reconocen que la posición primitiva de la iglesia era una bastante diferente, a saber Unitaria subordinacionista. Mucha de la ignorancia del Protestantismo moderno sobre la cuestión de la inmortalidad de Cristo se origina en la dependencia singular en la Authorised King James Version (Versión Autorizada del Rey Santiago), la cual ha sido deliberadamente mal traducida en algunos pasajes, para oscurecer la verdadera intención de los versículos, o aún insertar evidentes falsificaciones en los textos, tanto en el inglés como en el Textus Receptus, en el cual se basa, para sostener el punto de vista Trinitario (y por extensión, el moderno Binitario).

 

Es importante entender el método de otorgamiento de la inmortalidad a Jesucristo para poder entender como la misma inmortalidad es conferida a los elegidos. Para poder examinar este tema, primero examinaremos los textos bíblicos en varias traducciones. Habiendo establecido las premisas sobre las que la Biblia aparentemente se basa, luego las examinaremos comparándolas con la comprensión de los teólogos de la iglesia primitiva.

 

Lo que surgirá es que veremos que los apóstoles eran Unitarios. Esto es, ellos creían que había un solo Dios Verdadero. Ellos creían que Cristo no era el Único Dios Verdadero sino un producto del Único Dios Verdadero y que el Único Dios Verdadero es tanto Padre como Señor de todo. Veremos que la posición que Cristo mantiene es una posición delegada la cual viene del permanente amor del Padre. Los elegidos tendrán una coparticipación en esa posición la cual necesariamente incluye inmortalidad, del mismo modo en que Cristo comparte la inmortalidad y el poder del Padre. Veremos que el punto de vista de los profetas y los ancianos de la iglesia primitiva que eran los discípulos de los apóstoles era, que la humanidad se transformaría en elohim como Cristo quien fue ungido un elohim por su elohim quien era el Único Dios Verdadero. Veremos que ésta es la base genuina del Monoteísmo.

 

Sólo Hay Un Dios Verdadero

 

Este punto es expuesto claramente por los apóstoles. Juan es claro (Juan 17:3 y 1Juan 5:20)

 

Juan 17:3 Y esta es la vida eterna; que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quién has enviado. (RV)

 

Las premisas hechas aquí son entendidas como:

 

1.      El sujeto es la vida eterna. La vida eterna por lo tanto es conferida a partir de una base.

2.      La base es que ellos (los elegidos o aquellos que buscan la vida eterna) conozcan al Único Dios Verdadero y a Jesucristo a quien Él ha mandado.

3.      Las sencillas palabras del texto distinguen a dos seres. El primero es el Único Dios Verdadero. El segundo es Jesucristo a quien Él ha mandado.

 

A partir de este texto podemos deducir lo siguiente:

 

1. La vida eterna depende de un conocimiento que se tenga del Único Dios verdadero y de Su delegado o mensajero;

2. Ese delegado es Jesucristo;

3. Jesucristo no es el Único Dios Verdadero; y

4. El no entender la diferencia entre el Único Dios Verdadero y Su mensajero Jesucristo o confundir la cuestión en cuanto a que hay más de un Dios verdadero implica un conocimiento inadecuado tal como para descalificar al candidato para la vida eterna. Esto es lo que se implica, ya que la vida eterna es el sujeto de la frase y el conocimiento de las dos entidades y de su status es el condicional, esto es, la vida eterna depende de este conocimiento.

 

El punto más significativo de este texto es que sólo hay un Dios Verdadero. Cristo por lo tanto no es un Dios verdadero.

 

¿Es este punto accidental? ¿Aparece en otras partes y es respaldado por otros textos? ¿Qué podemos deducir de ello?

 

1Juan 5:20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna. (RV)

 

El estilo de este texto, entre otros, ha sido usado tanto por la iglesia primitiva como por la iglesia Unitaria de la Edad Media y de la Reforma, para demostrar el hecho de que Cristo no es el Único Dios Verdadero. Construcciones erróneas le han sido agregadas en un intento de establecer el uso del artículo, esto es El Dios como si se aplicara a Jesucristo en el griego. A través de los siglos se observó que el único uso del artículo definido era en referencia a Dios el Padre como El Dios, en el Nuevo Testamento. Este texto en 1Juan 5:20 fue falsamente construido para que pudiese inferirse que el artículo definido se refería a Cristo. Tal refutación de los Unitarios en Europa Oriental en el período de la Reforma, quienes ocasionalmente eran llamados Socinianos por los Católicos, fue intentada por los recopiladores del Comentario Heydock de 1851 de la versión inglesa Douay-Rheims de la Biblia. De todos modos, la Douay-Rheims fue recopilada de la Vulgata (vea la nota al pie de 1Juan 5:20 en el Comentario Heydock).

 

La Biblia de Jerusalén da una traducción más clara del texto.

 

1Juan 5:20 Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado la inteligencia para que conozcamos al Dios Verdadero. Nosotros estamos en el Dios Verdadero, como estamos en su Hijo, Jesucristo. Este es el Dios verdadero y esto es la vida eterna. (Traducion de la BJ)

 

El versículo 21 dice:

 

Hijos míos, guardaos de los dioses falsos...

 

Este concepto, a saber que el Dios Verdadero es la vida eterna, se repite aquí. Cristo es distinto del Dios Verdadero. Aquí Cristo en llamado el Hijo de Dios. Nosotros estamos en el Verdadero Dios así como estamos en el Hijo de Dios. Por lo tanto, estamos tanto en el Padre, quien es el Dios Verdadero, como en su Hijo, a quien Él mandó. Veremos que inversamente ellos están también en nosotros.

 

Para poner en claro esto, Cristo hace grandes esfuerzos, a través de Juan, porque fue Juan quien tuvo que luchar contra la herejía que intentaba elevar a Cristo a una modalidad co-eterna con el Padre. Esto llegó a ser el predecesor del Trinitarianismo y su incoherente predecesor, el Binitarianismo. Sin embargo, ninguno de estos puntos de vista fueron jamás sostenidos por los ancianos o miembros de la iglesia apostólica, ni de sus discípulos del segundo siglo.

 

El concepto del Único Dios Verdadero se deriva del Shema (Deut. 6:4). Shema Yishroel Jehovah Elohenu Jehovah Ehad

 

Esto es traducido como Escucha O Israel el Señor nuestro Dios es uno. Los Trinitarios son dejados a extraer lo mejor de este texto. Ellos sostienen que la palabra por Dios aquí es Elohim, lo cual no es. La palabra Elohenu es un singular derivado de Eloah. Elohim es un plural derivado del singular Eloah. Elohenu, como un singular derivado, no puede ser asociado con Elohim.

 

Eloah es el Padre (Prov. 30:4-5; vea los interlineales). Eloah es el objeto del culto en el Templo para quien éste fue construido (Esdras 4:24 hasta 7:24). Esdras estableció el culto en la casa de Eloah en Jerusalén y estableció magistrados y jueces en Israel y en las tierras más allá del río para juzgar a aquellos que conocen la Ley de Eloah (Esdras 7:25-28).

 

El Primer Mandamiento y sus siete principios y el Shema son examinados en el artículo El Primer Mandamiento: El Pecado de Satanás [153].

 

Los Hijos de Dios

 

Cristo, conforme a lo que se detalla en el evangelio de Juan, explica la concesión de la inmortalidad por el Padre a Cristo. Esto era necesario ya que debía ser explicado para que pudiésemos comprenderlo para poder nosotros mismos calificar para la inmortalidad. El texto en Juan 5:17-47 tiene un sinnúmero de premisas importantes. El primer punto trata sobre la cualidad de hijo como igualdad.

 

Juan 5:17-18 17 Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. 18 Por esto los judíos aún más procuraban matarle, porque no solo quebrantaba el Sábado, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios. (RV)

 

El primer punto es que los judíos sostenían que él se hacía igual a Dios al declarar que Dios era su Padre. Ésta es la misma acusación dirigida a los elegidos cuando declaran que la Biblia los destina a convertirse en elohim (de Zac. 12:8).

 

Zacarías 12:8 En aquél día Jehová defenderá al morador de Jerusalén; el que entre ellos fuere débil, en aquél tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos. (RV)

 

Zacarías 12:8 muestra que el elohim de Israel es el Ángel de Jehová. Este ángel o elohim está delante de la casa del rey. El texto desarrolla esto a partir de Gén. 48:14-16.

 

Génesis 48:14-16 14 Entonces Israel extendió su mano derecha, y la colocó sobre la cabeza de Efraín, quién era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, colocando así sus manos adrede, aunque Manasés era el primogénito. 15 y bendijo a José, diciendo: el dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día, 16 El Ángel que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y sea perpetuado en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac, y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra. (RV)

 

Así el elohim de Israel era el Ángel de la Redención. Esto se examina en los artículos El Ángel de JHVH [024] y La Deidad de Cristo [147]. Ésta era la posición mantenida por los apóstoles y sus discípulos, como veremos.

 

Los Salmos muestran que el elohim de Israel era un elohim subordinado.

 

Salmo 45:6-7 6 Tu trono o Dios es eterno y para siempre; Cetro de justicia es el cetro de tu reino. 7 Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros. (RV)

 

El texto en Deuteronomio muestra que al elohim de Israel, que era Jehová, le fue asignado Israel, como su parte, cuando el Altísimo Dios dividió las naciones entre los hijos de Dios (Biblia Jerusalén; bene eliym, Rollos del Mar Muerto) o los ángeles de Dios (aggelon theou, LXX). Este texto fue alterado por los Soferim algún tiempo después de Cristo en lo que hoy se conoce como los Textos Masoretas (ver la Companion Bible y la Soncino para los textos alterados).

 

Los elohim eran por lo tanto hijos de Dios. Ellos tenían acceso al trono antes de la creación y después. Había varias Estrellas de la Mañana en este grupo y Satanás era uno de los hijos de Dios (Deut. 32:8 (BJ); Job 1:6; 2:1; 38:4-7). Los elohim eran un concilio (para analizar este concepto, vea Sabourin SJ The Psalms: Their Origin and Meaning (Los Salmos: Su origen y Significado), Alba House, N.Y., pág. 72-74). Estos textos se encuentran en los Salmos 82:1,6; 86:8; 95:3; 96:4-5; 97:7,9; 135:5; 136:2; 138:1.

 

El elohim de Israel fue elevado por encima de sus compañeros (Salmo 45:6-7). Los compañeros eran el concilio de los Elohim. Este elohim, al cual se refiere en el Salmo, es identificado como Jesucristo en Hebreos 1:8-9

 

Hebreos 1:8-9 8 Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Cetro de equidad es el Cetro de tu reino. 9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, por lo cual te ungió Dios el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros. (RV)

 

A partir de estos textos podemos establecer que el Mesías era el Gran Ángel de Jehová, que era el segundo Dios de Israel. Esto se ve por el uso de Jehová y de su superior Jehovi o Jehová de los Ejércitos. Esto se comprende al ver el tratamiento de los términos 3068 y 3069 en el diccionario hebreo de Strong. Los términos nunca se pronuncian y son rendidos como Adonai para DHS 3068 y como Elohim para DHS 3069 como para no confundir los dos seres. Los términos que se refieren a Jehová y a su superior Jehová de los Ejércitos se encuentran en, por ejemplo, Zacarías 2:8-9.

 

Zacarías 2:8-9 8 Porque así ha dicho Jehová de los Ejércitos: Tras la gloria me enviará él a las naciones que os despojaron, porque el que os toca, toca a la niña de su ojo. 9 Porque he aquí que yo alzo mi mano sobre ellos, y serán despojos a sus siervos, y sabréis que Jehová de los Ejércitos me envió. (RV)

 

Aquí vemos que la entidad Jehová fue enviado por Jehová de los Ejércitos. Son dos seres diferentes; uno es el mensajero, el otro es el Dios supremo. Este sentido es evidente en otras partes (vea también el artículo Los Elegidos como Elohim [001]).

 

El texto en Hebreos muestra que Cristo fue promovido por sobre sus compañeros por su encarnación y actividad como el hijo terrenal. Este concepto fue desarrollado por el Mesías como Mardoqueo en Ester (Ester 3:1; 5:11; 10:2) (vea el artículo Comentarios sobre Ester [063]).

 

Dios no estaba preocupado por los ángeles fieles. Ellos estaban aprendiendo por su fidelidad en servirnos, como espíritus administradores. Era por los descendientes de Abraham que se preocupó. Por eso, el Sumo Sacerdote había de convertirse en uno de ellos para poder entenderlos y llevarlos a salvación.

 

Hebreos 2:16-18 16 Porque ciertamente no se vistió con la naturaleza de los ángeles; sino que se vistió con la simiente de Abraham. 17 porque en todas cosas le era preciso ser hecho igual a sus hermanos, para que pudiese ser un sumo sacerdote fiel y misericordioso en las cosas que a Dios se refieren, para hacer reconciliación por los pecados del pueblo. 18 Porque por lo que él mismo sufrió siendo tentado, él es capaz de socorrer a los que son tentados. (KJV)

 

La versión KJV traduce el texto como la naturaleza de los ángeles. La Reina Valera lo da como:

 

Hebreos 2:16-18 16 Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. 17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. 18 pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados. (RV)

 

La KJV (en inglés) intenta hacer aparecer como que Cristo no era en la forma de la Hueste (Ejército). Esto fue hecho junto con la manipulación de muchos textos para mostrar que Cristo era de algún modo un otro Dios verdadero, como había sido desarrollado por los Atanasianos a partir del Concilio de Nicea en el 325 AD y formulado en el Concilio de Constantinopla en el 381 AD. El texto en Hebreos fue extensivamente discutido en Nicea. Los Trinitarios estaban preocupados acerca del concepto de que Cristo fuese creado y lucharon en contra de la declaración explícita en Hebreos de que Cristo fue fiel al que lo hizo. Este texto fue traducido fiel al que lo constituyó en la RV a causa de la teología Trinitaria (Heb. 3:2 – vea también Heb.1:2)

 

Hebreos 3:2 el cual es fiel al que lo instituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios. (BJ)

 

La palabra traducida como instituyó o constituyó es DGS (Diccionario Griego de Strong) 4160 poieo, la cual es hacer. Ésta es la única vez que esta palabra es traducida de este modo. El sentido de la institución de Cristo se halla en Hebreos 5:5-10.

 

Hebreos 5:5-10 5 Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, Yo te engendré hoy. 6 Como también en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec. 7 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que lo podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. 8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; 9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; 10 y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec. (RV)

 

Por lo tanto Cristo no siempre fue Sumo Sacerdote. Él fue instituido como Sumo Sacerdote por Dios después de haber calificado. Ésta es la razón por la cual el Libro de Hebreos fue resistido por los Modalistas y ellos que buscaban elevar a Cristo como un Dios verdadero. Hebreos fue sacado del canon por muchos que buscaron esto (vea el artículo La Biblia [164] para una explicación del desarrollo del canon). Aunque era un hijo, él aprendió por lo que sufrió y, siendo hecho perfecto, él se hizo la fuente de salvación eterna para quienes obedézcale. Él por lo tanto no era la fuente de salvación eterna hasta que fue conferido en él por el Padre.

 

Además, en Hebreos se sostiene que su cualidad de hijo fue en distinción de la encarnación. Así, Cristo tuvo un estado elevado por su humillación y sufrimiento. El sentido de acusación de igualdad con Dios por reclamar la cualidad de hijo fue rechazado por los apóstoles. Hay varios textos que niegan la igualdad de Cristo con Dios y que muestran su relación con el Padre. Muchos de estos fueron alterados por los Trinitarios en los textos en inglés y español. El sentido en Filipenses 2:6 fue significativamente alterado en la BSL, la RV, la DHH, KJV, etc.

 

Filipenses 2:6  Aunque Cristo siempre fue igual a Dios, no insistió en esa igualdad. (BLS)

 

Filipenses 2:6  Él, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse. (RV)

 
Filipenses 2:6 el cual: Aunque existía con el mismo ser de Dios, no se aferró a su igualdad con él, (DHH)

 

Filipenses 2:6 Quien, siendo en forma de Dios, no lo consideró como robo el ser igual a Dios. (traducción de la KJV)

 

Aquí el sentido está hecho aparecer como que Cristo no lo sentía como un robo el ser igual a Dios. El sentido no obstante es que, el ser igual a Dios no era algo que debía ser obtenido mediante el arrebato. En otras palabras, la Hueste caída quería arrebatar la igualdad con Dios. Cristo no hizo eso, sino que fue obediente hasta la muerte. Vemos este sentido en la RSV y otros textos (vea también el Interlinear Greek-English New Testament (el Nuevo Testamento Interlineal Griega-Inglés) de Marshall).

 

Filipenses 2:6-11 6 Quien, siendo en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como una cosa que debía ser arrebatada, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando la forma de un siervo, naciendo a semejanza de hombres. 8 Y hallándose en forma humana se humillo a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, y eso, muerte en una cruz. 9 Por lo cual Dios lo exaltó en gran manera y le otorgó un nombre que está sobre todo nombre, 10 Para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla, en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra, 11 Y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, la gloria de Dios el Padre. (RSV)

 

El New Thayer´s Greek-English Lexicon también muestra la naturaleza de la palabra desarrollada como arrebatada (DGS 725 harpagmos) (diccionario griego-español, harpagmos = rapto, robo, presa, botín).

 

Del mismo modo, Juan 1:1 también ha sido maltratado (vea los artículos La Deidad de Cristo [147] y también El Primer Mandamiento: El Pecado de Satanás [153]). La New World Translation intenta rectificar la traducción con "En [el] comienzo el Verbo era, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era un dios. El texto trata con El Dios (ton Theon) y un dios (theos sin el artículo definido). El artículo indefinido aquí en el griego debe ser inferido. Ahora examinaremos el texto de modo más completo. El texto griego dice:

 

W< •DP± µ< Ò 8`(@H,

En arche en ho logos,

En [?] comienzo era la palabra [o la expresión divina]

6"4 Ò 8`(@H µ< BDÎH JÎ< 2,`<,

kai ho logos en pros ton theon

y la palabra era en favor (hacia) del Dios

6"4 2,ÎH µ< Ò 8`(@H

kai teso en ho logos

y [un] dios era la palabra

o:

y la palabra era [un] dios.

 

El artículo definido está ausente en la primera oración En arche. Esto tal vez se traduzca más correctamente como en un comienzo. En el griego, el artículo definido es expresado mientras que el indefinido siempre es inferido, estando ausente en el griego. La preposición pros en griego significa hacia. No significa de manera específica con. Por lo tanto, los usos de las preposiciones son: pros, significa hacia, en significa en y ek significa fuera de (pro = antes; meta = después; epi = arriba; huper = sobre; pepi = acerca; eis = dentro de; appo = de, desde; dia = a través; hupo = bajo; kata = abajo).

 

El uso de pros ton theon aquí en Juan 1:1 significa que el verbo (la palabra) era hacia o con el Dios en el sentido de que este theos miraba hacia o estaba del lado de o era un siervo fiel del Dios. Este logos (verbo) también era un dios. Este sentido es totalmente inaceptable para los Trinitarios. Por eso este texto está traducido como está. No obstante, el significado puede ser visto de numerosas fuentes.

 

La Kingdom Interlinear Translation of the Greek Scriptures muestra las construcciones mencionadas antes. Asimismo es posible comparar los textos en Juan 1:1 con otros textos griegos de la misma construcción. Un ejemplo en literatura griega se encuentra en Xenofon (Anabasis, 1:4.6). El texto es traducido Pero el lugar era un mercado y se entiende que su significado es que había otros mercados; como en Juan 1:1 se puede inferir que había otros elohim o theoi, lo cual entendemos por los Salmos, etc. El Apéndice de la Kingdom Interlinear Translation de Juan 1:1 trata sobre estos textos y presenta una lista de traducciones de Juan 1:1 en otras Biblias. The Complete Bible - An American Translation (La Biblia Completa - Una Traducción Americana) vierte la expresión como divina, leyéndose: En el comienzo la Palabra existía. La Palabra estaba con Dios y la Palabra era divina (1943 reimpresión). El Dr. James Moffat traduce el texto como El Logos existía desde el comienzo mismo, el Logos estaba con Dios, el Logos era divino (A New Translation of the Bible (Una Nueva traducción de la Biblia), 1935). El uso de theos sin artículo aquí obliga a los traductores a usar el término divino porque es claro que el teso, al que el texto se refiere, es distinto del ton theos o ho teso, que es el ser El Dios y que Él es distinto de un dios que es el logos. Es el mismo sentido en el cual lo usa Juan en cap. 17:2-5 (esp. ver. 3). La Kingdom Interlinear sostiene que el texto podría haber sido traducido como y la Palabra era un dios consistentemente con la usanza de Xenofon. Ellos observan que el verbo copulativo era y la expresión un dios forman el predicado de la sentencia. La inferencia del artículo definido a aplicarse al logos como theos a fin de que la frase debiese leer y el Verbo era Dios, implicando que el logos era el Dios con Él que la frase indica que el logos estaba, es lingüísticamente irrazonable y en contra del uso simple de las palabras del texto. El Handbook to the Grammar of the Greek Testament (Manual para la Gramática del Testamento griego) de Green sostiene que la regla general es que en la sentencia simple, el Sujeto toma el artículo y el Predicado lo omite. Los ejemplos provistos por Green por la explicación de esta situación son notados en el apéndice del Kingdom Interlinear (Reino Interlinear) para ser una admisión no intencionada que el Verbo en Juan 1:1 no es el mismo dios como el Dios con quien la palabra se dice ser (p. 1159).

 

Dentro de las reglas identificadas del lenguaje, éste parece ser el caso. El Dr. A.T. Robertson ha afirmado que:

 

Dios y amor no son términos convertibles, no más que Dios y Logos o Logos y carne… la ausencia del artículo aquí es de propósito y esencial para la idea verdadera (A grammar of the Greek New Testament, p. 768, The Kigndom Interlinear, Ibíd.).

 

El punto de vista de Robertson es apoyado por Dana y Mantey (Manual Grammar (Manual de Gramática), p. 140, The Kingdom Interlinear, Ibíd.).  La lista de Robertson muestra que la omisión del artículo definido en el predicado puede ser, no de acuerdo a ninguna regla general, sino por un propósito específico ajeno a esa regla (Ibíd., p. 1159). Juan hace esto a menudo (Juan 1:4,9,20,21,25,49; 3:28; 4:29,42; 5:35; 6:14,35,48,50,51,58,63,69; 7:26,40,41; 8:12; 10:7,9,11,14,24; 11:25,27; 14:6; 15:1,5; 18:33; 20:31; 21:24) y los traductores a menudo insertan el artículo indefinido delante del sustantivo del predicado (Juan 4:19,24,25; 10:33; 12:6). Por lo tanto, a partir de esta usanza, no hay razón para objetar por la inserción del artículo indefinido un delante del desarticulado theos en el predicado de Juan 1:1 (p. 1160). En Hechos 28:6, hallamos que varias traducciones vierten la misma construcción del predicado con un theos desarticulado, no como que él era Dios sino que era un dios. Por lo tanto, las mismas reglas de gramática son infringidas y vertidas completamente al revés en estos dos textos por los traductores trinitarios (vea la KJV, la RVS, la Westminster Version (1948), la traducción de Moffat, An American Translation, la traducción de Spencer (1946) (vea The Kingdom Interlinear, Ibíd.). Se sostiene que la verdadera idea es que el Logos o la Palabra no es Dios o El Dios sino que él es el hijo de Dios. Él es por lo tanto un dios o un elohim, uno de Sus hijos, los cuales constituyen el concilio de Dios. Éste es el sentido entero de los Salmos, y la estructura de los capítulos 4 y 5 de Apocalipsis. Juan cualifica la estructura entera en su evangelio en Juan 17:3 y lo reitera en 1Juan 5:20. Las Escrituras apoyan este punto de vista completamente y rechazan la versión y explicación trinitaria abrumadoramente. Éste era el punto de vista de la publicación The New Testament, in an Improved Version, upon the Basis of Archbishop Newcome’s New Translation: with a Corrected Text (El Nuevo Testamento en una Versión mejorada, en base de la Nueva Traducción del Archi-Obisto de Newcome: con un Texto Corregido), Londres, 1808. Esta versión precedió por mucho tiempo Russell y los editores de The Kingdom Interlinear. El texto dice:

 

El Verbo era en el comienzo y el Verbo era con Dios, y el verbo era un dios.

 

Esto es consistente con la versión del texto dentro de la teología del Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. La función de la lógica trinitaria en relación a estos textos ha forzado el desarrollo de toda una teología que es explicada únicamente apelando al misterio. Se sostiene que el Verbo está con el Dios y no obstante está el Dios. Esto es una tontería, y el texto podría haber expresado tal hipótesis de modo más conveniente. Por si eso fuese poco, los otros textos explican que éste no es el significado del texto o del Nuevo Testamento. Es por lo tanto inconveniente en el sentido filosófico y en contra de una cantidad de otros textos que muestran que Cristo era una entidad subordinada y separada. Esto es reconocido por la mayoría de los teólogos (ej. Calvin, Harnack, Brunner) como la posición de la Biblia, la cual es Unitaria. El Theismo Racional, el Judaísmo e el Islam son todos reconocidos como Unitarios.

 

Del mismo modo, el término en el comienzo se aplica al término en arche, el cual es el mismo uso que se encuentra en la Septuaginta en Génesis 1:1. Hay mucha discusión acerca de qué comienzo se habla en la narrativa de la creación, y por muchos o la mayoría de los teólogos que consideran o intentan explicar la narrativa en relación con la arqueología y geología conocidas, se asume que es una recreación. Si era el comienzo, entonces el griego tiene una manera para decir eso exactamente.

 

El texto en Juan 1:1 es visto como otra confirmación de Salmo 45:6-7 – como lo fue Hebreos 1:8-9. Juan 1:1 debe ser leído en el contexto con Hebreos 1:8-9 y también las epístolas de Pablo. Juan continúa en el capítulo 1 para demostrar que Cristo era un subordinado de El Dios.

 

Juan 1:10-18 10 En el mundo estaba y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. 14 Y aquél Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 15 Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quién yo decía: El que viene después de mi, es antes de mí; porque primero era que yo. 16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. 17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. 18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer. (RV)

 

Por lo tanto, el Verbo o logos era el ser que vino del Padre como un hijo único. El Antiguo Testamento muestra que había miríadas de hijos, algunos de los cuales eran estrellas de la mañana al, o antes, de que este planeta fuese formado (Job 1:6; 2:1, 38:4-7; Salmos 86:8-10; 95:3; 96:4; 135:5). Estrella de la Mañana era el rango que tenía Satanás (Isaías 14:12) del cual Cristo tomó posesión (2Pedro 1:19; Apo. 2:28; 22:16). Sin embargo, Cristo era el único hijo nacido. Esto es, él era el único de los hijos de Dios que naciera de la carne. Este sentido es sostenido por Juan 1:18. El Receptus nuevamente altera este texto para que diga el único hijo nacido o el monogenes uion. Sin embargo, los textos antiguos usaban monogenes theos o único dios nacido (esto es elohim) como muestra la Interlinear de Marshall (usando el Texto de Nestle). El sentido del texto es que el único dios nacido habló.

 

Esto es ocultado por los Trinitarios del mismo modo que fuera traducido Filipenses 2:6, entre otros. Por ejemplo, 1Timoteo 3:16 en la versión de Casiodoro de Reina (1569) revisada por Cipriano de Valera (1602) al igual que la King James, es recopilado del texto del Receptus, el cual usa una falsificación flagrante en el Códice A para atribuirle a Cristo igualdad con Dios.

 

1Timoteo 3:16 E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad. Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.

 

La Companion Bible es una referencia de fácil acceso para este texto. La Revised Version dice Él quien y la Biblia de Jerusalén dice El ha en lugar de Dios. La Companion Bible continúa:

 

Probablemente la lectura original era ho (el cual), igual a las versiones siríacas y todas las latinas, para concordar con el genero de musterion (neutro). Siendo la letra O el uncial griego, algún escriba añadió la letra s, trasformándolo en [Ho sigma] (Él quien), pensando que así tenía más sentido. Más adelante algún otro le puso una marca a esta O convirtiendo la palabra en [theta sigma], la contracción para Theos, Dios. Esta marca en el Códice A en el Museo Británico se dice que es en una tinta diferente.

 

Este problema surgió porque no había ningún texto en la Biblia que apoyara la postura Trinitaria. Para desarrollar aún más la postura trinitaria, varios otros textos fueron insertados. A estos los examinaremos a continuación. Los Binitarios también son confundidos por estos textos pero su teología es mucho más simplista y su comprensión de los temas parece ser mucho más débil.

 

La Dependencia del Hijo en Dios el Padre

 

Esta posición nos lleva ahora de vuelta a Juan 5:19-47 donde Cristo señala una serie de puntos.

 

Juan 5:19-47 19 Respondió entonces Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. 20 Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores cosas que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis. 21 Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere les da vida. 22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, 23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que le envió. 24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. 25 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. 26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; 27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. 28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; 29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo a resurrección de condenación. 30 No puedo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad de Él que me envió, la del Padre. 31 Si yo doy testimonio de mí mismo mi testimonio no es verdadero. 32 Otro es el que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero. 33 Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad. 34 Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos. 35 Él era antorcha que ardía, y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz. 36 Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado. 37 También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto, 38 ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quién él envió, vosotros no creéis. 39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de mí; 40 y no queréis venir a mí para que tengáis vida. 41 Gloria de los hombres no recibo. 42 Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros. 43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a este recibiréis. 44 ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único? 45 No penséis que voy a acusaros delante del Padre; hay quién os acusa, Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. 46 Porque si creyereis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. 47 Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras? (RV)

 

Cristo explica esta posición de autoridad delegada. A partir de este texto muestra:

 

Que Cristo no podía hacer nada por sí mismo (por lo tanto no es parigual en poder).

 

El ejemplo del Padre, al cual el hijo imitaba, le era conferido al hijo.

 

El amor del Padre era la razón para esta revelación de conocimiento y poder.

 

Este amor debe extenderse a los elegidos. Por ende, la extensión misma fue la razón para que podrían maravillarse (y por lo tanto ser convertidos) (v. 20).

 

La resurrección está extendida a los muertos por el poder del Padre. Esta discreción es dada a Cristo mediante el juicio.

 

El Padre no toma parte en el juicio, habiendo delegado el juicio al Hijo.

 

Esto fue hecho para que todos los hombres honraran al Hijo, como honran al Padre. El honor del Padre es por lo tanto un atributo de Su posición. El honor del hijo es un atributo de su delegación y por lo tanto, no es intrínseco.

 

Este honor es condicional a la relación con el Padre quien mandó al hijo.

 

Quienquiera que oiga las palabras de Cristo y cree en el Padre que lo envió tiene vida eterna. Ellos no entrarán en condena sino en la vida eterna.

 

Los muertos oirán la voz del Hijo de Dios y aquellos que escuchen vivirán (esto es, eternamente).

 

Ya que el Padre tiene vida en sí mismo, Él también ha dado al hijo para tener vida en sí mismo.

 

Por lo tanto, el hijo no tenía vida en sí mismo excepto como le fue dada por el Padre. El poder de la resurrección y la vida eterna son delegados por el Padre al hijo y, por ende, a los elegidos. De ese modo, los elegidos son coherederos con Cristo al poder del Padre, tal como contado con por el hijo.

 

El Estado de Inmortalidad

 

La inmortalidad es el estado de imposibilidad de morir (athanasia DGS 110). La palabra es usada sólo tres veces en el Nuevo Testamento (1Cor. 15:53-54; 1Tim. 6:16) en distinción a DGS 861 aptharsia y DGS 862 apthartos, también traducidas como inmortal o inmortalidad, las cuales significan incorruptible o genuino y por lo tanto inmortalidad o sinceridad. (El nombre Atanasio, por lo tanto, significa el inmortal).

 

Dios tiene este estado de atanasia intrínsecamente. Dios el Padre no puede morir. Esa es una condicional de Su omnipotencia.

 

El texto en 1Timoteo 6:16 se refiere al Padre como el único poseedor de este estado. Este texto, por lo tanto, como puede esperarse, ha sido oscurecido en la KJV.

 

1Timoteo 6:13-16 13 Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato, 14 que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo, 15 la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes y Señor de señores, 16 el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén. (RV)

 

El sentido de este texto es que Dios es el bienaventurado soberano y Rey de reyes y Señor de señores a quien nadie puede acercarse, a quien nadie ha visto ni puede ver. Los Trinitarios se ven forzados a tratar de afirmar que este texto se refiere a Cristo en la secuencia de inmortalidad, obviamente porque niega el estado de imposibilidad de morir a Cristo intrínsecamente. Sabemos por Juan 1:18 que ningún hombre ha visto jamás a Dios y que Cristo habló. Cristo fue hecho visible y ha sido visto por los hombres. Dios nunca ha sido visto por ojos mortales.

 

La versión Moderna muestra la intención con más claridad y que es Dios que revela o manifiesta en el tiempo apropiado. Él solo es inmortal y que nadie le ha visto jamás ni puede jamás porque habita en luz inaccesible.

 

1Timoteo  6:13-16 13 Te mando, en presencia de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, el cual delante de Poncio Pilato testificó la buena confesión, 14 que guardes este mandamiento sin mácula, irreprensible, hasta el aparecimiento de nuestro Señor Jesucristo; 15 a quien en sus tiempos manifestará el bendito y único Potentado, Rey de los reyes, y Señor de los señores; 16 el cual solo tiene inmortalidad, habitando en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto jamás, ni le puede ver; a quien sea honra y poder eterno. Amén.

 

La Biblia de Jerusalén traduce esto clara e inequívocamente:

 

Te recomiendo en la presencia de Dios que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que ante Poncio Pilato rindió tan solemne testimonio, que conserves el mandato sin tacha ni culpa hasta la Manifestación de nuestro Señor Jesucristo, Manifestación que a su debido tiempo hará ostensible el Bienaventurado y único Soberano, el Rey de los reyes, el Señor de los Señores, el único que posee inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien no ha visto ningún ser humano ni le puede ver. A él el Honor y el Poder por siempre. Amén.

 

La Nueva Biblia en Inglés traduce este texto como:

 

Te encargo obedecer tus órdenes irreprochablemente y sin falta hasta que nuestro Señor Jesucristo aparezca. Dios hará que esa aparición ocurra en su propio tiempo adecuado - Dios quien solo en eterna felicidad tiene el dominio. Él es Rey de reyes y Señor de señores; Él solo posee inmortalidad, habitando en luz inaccesible. Ningún hombre le ha visto jamás ni tampoco puede verle. A Él sea honor y poder por siempre! Amén.

 

Modern English Bible de Phillip y The Living Bible tienen el mismo contexto. Dios y tan solo Él hará manifiesto, o ordenará, la llegada de Jesucristo. Sólo Dios es inmortal, y la única fuente de inmortalidad (Phillip). Ningún ojo mortal puede verlo (Phillip). La Living Bible (Biblia Viviente) vierte el texto de 1Tim. 6:15-16 como:

 

Porque a su debido tiempo Cristo será revelado desde el cielo por el bendito y único Dios Todopoderoso, el Rey de reyes y Señor de señores, el único que no puede morir, que vive en luz tan terrible que ningún ser humano puede aproximársele. Ningún mero hombre le ha visto jamás, ni nunca le verá. A Él sea honor y sempiterno poder y dominio por siempre jamás. Amén

 

El sencillo significado de las palabras es que sólo Dios posee inmortalidad intrínseca o el estado de imposibilidad de morir. Dios delega esta condición a Cristo, según Juan 5:26. Este texto no se puede referir a Cristo, ya que fue visto por los profetas y apóstoles en su estado glorificado o espiritual tanto antes de la encarnación como después de la ascensión, el cual era su estado glorificado (Hechos 1:9). Ésta es la razón por la cual los Concilios de la Iglesia Trinitaria han legislado en contra de aquellos que sostienen que Cristo era visto a partir del AT. Esta legislación también intenta prevenir la identificación de Cristo como el Ángel de Jehová. Dios glorifico y dio la vida eterna a Cristo tanto antes como después de la encarnación. Esta lógica es atacada por los Trinitarios desde el punto de vista del texto de Juan 17:5.

 

Juan 17:5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. (RV)

 

La KJV dice glorifícame tú con tu propio ser con la gloria la cual tuve contigo antes que el mundo fuese. Nota traductor: En español, Versión Moderna, Ahora pues, ¡0h Padre! Glorifícame tú contigo mismo, con la gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. Este texto que sigue a Juan 17:2-4, y es cualificado por ellos, también implica una auto revelación de Dios a Cristo, de alguna manera se les da el significado de que Cristo era inmortal, co-eterno y parigual a pesar de los múltiples otros textos que muestran que él no trató de arrebatar igualdad y que Cristo no poseía inmortalidad intrínseca.

 

Juan 17:2-5 2 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. 3 Y esta es la vida eterna; que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quién has enviado. 4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. 5 Ahora pues, Padre, glorifícame tu al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. (RV)

 

Sabemos por 1Corintios 15:53-54 que los mortales (thnetos o muriendos, ocurren cinco veces: Rom. 6:12; 8:11; 1Cor. 15:53,54; 2Cor. 4:11) pueden obtener atanasia o inmortalidad. Por lo tanto, Cristo por el momento es el único ser que adquiere inmortalidad por medio de la resurrección.

 

Dios posee inmortalidad intrínsecamente. Otros lo adquieren por delegación. Así, Cristo y los elegidos se convierten en inmortales, pero ellos, por el mismo proceso, no son inmortales en un sentido retrospectivo. Cristo no puede dar vida eterna a otros que aquellos que han sido determinados y dados a él por el Padre. Este texto solamente refuerza el hecho de que Cristo tenía un estado pre-encarnado que estaba con Dios y era del propio ser de Dios. Cristo era en la forma de Dios. Este estado le fue conferido por el Espíritu Santo, el cual es el poder de Dios y el medio por el cual Cristo es glorificado como Dios (vea los artículos El Espíritu Santo [117] y Consubstancial con el Padre [081]).

 

La glorificación de Cristo es la de los elegidos. La forma (morphe) de Dios, como la imagen del Dios invisible, es delegada a los elegidos del mismo modo en que le fue delegada a Cristo. Los elegidos son por lo tanto conocidos de antemano por la omnisciencia de Dios, predestinados, elegidos, llamados, justificados y por ende glorificados (Rom. 8:29-30).

 

Romanos 8:29-30 29 Por que a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó. (RV)

 

La glorificación que le fue dada a Cristo, y la cual el tuvo con Dios, como el Ángel de Jehová y elohim de Israel, antes de su encarnación, es dada a los elegidos como elohim (Zacarías 12:8). De este modo, los elegidos también se visten de inmortalidad.

 

1Corintios 15:51-54 51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. 53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. 54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. (RV)

 

Nada en estos textos puede ser construido como para implicar que Cristo era o bien co-eterno o parigual con Dios. Ni tampoco puede ser inferido que Cristo era independiente del poder de Dios para su existencia. Por lo tanto, él no puede ser un Dios verdadero en el sentido en que el Padre es un Dios verdadero.

 

Hay un solo Dios verdadero que vive por siempre y todos los seres y todas las cosas fueron creados por Su voluntad, y existen y fueron creados para Su placer (Apo. 4:11).

 

Otras Posiciones Delegadas de Jesucristo

 

Jehová

 

Dios le da a Cristo varias posiciones. Jehová era uno de los títulos dados a Cristo. Le son dados otros (Isaías 9:6, especialmente padre eterno).

 

Jehová es derivado del título Yo soy lo que seré (de ‘eyeh ‘asher ‘eyeh), tal como fue dado en Sinaí (vea Companion Bible, nota al pie a Éxodo 3:14, vea DHS 1961 para hayah o ‘eyeh). Por lo tanto, Cristo se declaró como Jehová, el dios nacional de Israel (DHS 3068) a distinción de Jehovi o Jehová de los Ejércitos (DHS 3069). La afirmación de Cristo enfureció a los judíos (Juan 8:58).

 

Dios se estaba convirtiendo en algo y Cristo era parte de esa actividad. Dios se estaba extendiendo a Sí mismo como y por medio de los elohim.

 

Padre Eterno

 

Los trinitarios también hagan afirmación por el otorgamiento del título padre eterno, que Cristo también era el Padre, lo cual es absurdo dadas las distinciones dentro de la Monarquía y la Circumincesión de la teología trinitaria donde la Trinidad es distinta pero no separada. La única forma en que este título puede ser dado es por delegación.

 

De hecho hay muchas paternidades (o patria) tanto en los cielos como en la tierra. Esto está traducido como toda familia en la mayoría de las Biblias para oscurecer este significado.

 

Efesios 3:14-15 14 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, (RV)

 

La KJV vierte toda paternidad como toda la familia, oscureciendo un texto interpretativo una vez más. La paternidad eterna es delegada con el poder de la vida eterna. Cada una de las familias en el cielo esta bajo un líder y la función de las divisiones del sacerdocio y de la nación en veinticuatro divisiones (vea el artículo El Calendario de Dios [156]) era para reflejar el templo celestial y el gobierno de Dios (Heb. 8:5).

 

Rey de reyes y Señor de señores.

 

Otro de estos títulos delegados es el título de Rey de reyes y Señor de señores, el cual vemos aplica al Padre (1Tim. 6:16) pero es conferido al hijo para el Retorno, el Sometimiento del Planeta, y el Reino Milenario (Apo. 19:16).

 

Apocalipsis 19:16 Y en su vestidura tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. (RV)

 

Esta función de delegación en Hebreo no es enteramente comprendida por la Cristiandad moderna. En cosmología hebrea, el mensajero era tratado con la deferencia que se le debía a la entidad que representaba.

 

Delegación de Inmortalidad desde el Alfa y la Omega

 

La función de inmortalidad estaba investida en Dios el Padre, como ya hemos visto (1Tim. 6:16). Este proceso le fue extendido a Cristo y luego a los elegidos. Cristo en la primera instancia se convierte en el Alfa y la Omega por delegación. Esto es revelado por Dios a Cristo en Apocalipsis 1:8-20.

 

Apocalipsis 1:8-20 8 Yo soy el Alfa y la Omega; dice el Señor Dios,"Aquél que era y que va a venir", El Todopoderoso. 9 Yo, Juan, vuestro hermano y compañero de la tribulación, del reino y de la paciencia en el sufrimiento de Jesús, me encontraba en la isla llamada Patmos, a causa de la Palabra de Dios y del testimonio de Jesús. 10 Caí en éxtasis un día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, que decía: 11 "Escribe en un libro lo que veas, y envíalo a las siete Iglesias: A Efeso, Esmirna. Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea". 12 Me volví a ver que voz era la que me hablaba y al volverme, vi siete candeleros de oro, 13 y en medio de los candeleros como a un Hijo de hombre, vestido de una túnica talar, ceñido al pecho con un ceñidor de oro, 14 su cabeza y sus cabellos eran blancos, como la lana blanca, como la nieve; sos ojos como llama de fuego; 15 sus pies parecían de metal precioso acrisolado en el horno; su voz como ruido de grandes aguas. 16 Tenía en su mano derecha siete estrellas, y de su boca salía una espada aguda de dos filos; su rostro, como el sol cuando brilla con toda su fuerza. 17 Cuando le vi, caí a sus pies como muerto. El poniendo su mano derecha sobre mí, dijo: "No temas, soy yo, el Primero y el Último, 18 el que vive; estuve muerto, pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la Muerte y del Hades. 19 Escribe pues, lo que has visto; lo que ya es y lo que va a suceder más tarde. 20 la explicación del misterio de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha y de los siete candelabros de oro es esta: las siete estrellas son los ángeles de la siete Iglesias, y los siete candeleros son las siete Iglesias. (Biblia de Jerusalén)

 

El texto de Apocalipsis 1 está construido en cinco parágrafos o secciones – versículos 1-3, 4-6, 7-8, 9-11, 12-20. Dios está ante el trono y este ser es distinto a Cristo, el tercer elemento en este capítulo. La diferenciación es hecha entre aquel que era y que es y que vendrá y Jesucristo. El anterior y primero ser tiene un trono delante de los siete espíritus. Este ser, el Señor Dios, quien es el Padre, es el ser cuya venida es descrita en Apocalipsis 21. Por lo tanto, la estructura es así introducida en el capítulo 1 y concluida en el capítulo 21, siendo explicada en los capítulos intermedios. Por el versículo 8, el Alfa y la Omega se muestran como siendo Dios Todopoderoso, y no Jesucristo. El texto en el versículo 17 muestra los términos el primero y el último (protos y eschatos; el primer nacido de una serie). Esto se deriva del significado de la delegación del proceso del primero hasta el último a Cristo por Dios. Él no era el Alfa y la Omega pero era el primogénito de los muertos. Él estuvo vivo y muerto y vuelto a vivir por siempre jamás. El texto en la RSV muestra el concepto.

 

En la KJV, podemos ver que este concepto era resistido por los recopiladores del Receptus quienes insertaron las palabras Alfa y Omega en el versículo 11 donde no existían ni tales palabras o conceptos en los textos antiguos (Nota: en español la versión Reina Valera traduce este versículo de manera similar a la KJV). La siguiente es la forma en que resultó el texto en la KJV (RV en español muy similar):

 

Apocalipsis 1:11 Diciendo, Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último: y lo que veas, escribe en un libro, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia; a Efeso, y a Esmirna, y a Pergamo, y a Tiatira, y a Sardes, ya Filadelfia, y a Laodicea. (KJV)

 

Esta redacción no aparece en los textos antiguos (por e. no en los textos NU o M, no en los manuscritos del Vaticano # 1209 Emphatic Diaglott, por lo tanto, tampoco en otras Biblias). La Companion Bible observa que los textos omiten las palabras "Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último", como refiriéndose a Cristo, y también las palabras "que están en Asia" (vea nota al pie del v. 11). El versículo 8 también está traducido como simplemente "el Señor" y no "el Señor Dios" (griego: el Señor El Dios), como es evidente por la RSV y también la New English Bible, la Phillip y la Biblia de Jerusalén. La versión de Apocalipsis 1 de la KJV (también la de la RV) es una distorsión que involucra una inserción falsa en el Receptus. El propósito es aseverar que Cristo es el Alfa y la Omega como para aparentemente ignorar a Dios, en lugar de por delegación por parte de Dios.

 

Todas estas alteraciones y falsificaciones de textos claves son hechas por los Trinitarios para distorsionar la teología para afirmar su posición falsa. El Alfa era la fuente primigenia. Él también retiene la primera y última estructura. Cristo vino de esta fuente. Él no era el Alfa. No obstante, el era el primero y será el último (o eschatos). Dios es, no obstante, la Omega. Así Él es el resultado final de la actividad de la creación. Cristo está dedicado al establecimiento del Reino de Dios donde Dios será todo en todos. Como Omega, Dios se convierte en el producto de Su propia (la de Dios) creación. Nosotros llegamos a ser aspectos individuales del Espíritu Santo ya que es una red monoteísta de entidades vivientes surgiendo de Dios el Padre e interactuando con Él y los unos y los otros.

 

Cristo era el primogénito (primero en ser concebido) de la creación. Él es ante de todas las cosas (a la cabeza de ellos, vea Zacarías 12:8). En él todas las cosas subsisten o se mantienen unidas (Col. 1:16-17).

 

Bíblicamente Cristo era visto como un elohim subordinado o theos, (Salmo 45:6-7; Heb. 1:8-9; Gén. 48:14-16; Zac. 12:6). Éste era el Gran Ángel que era el segundo Dios de Israel (para una perspectiva casi trinitaria, vea The Great Angel, Israel’s Second God (El Gran Ángel, el Segundo Dios de Israel) de Barker).

 

Cristo deriva su vida, poder y autoridad por orden de Dios el Padre (Juan 10:17-18). Cristo subordina su voluntad a Dios, que es el Padre (Mateo 21:31; 26:39; Marcos 14:36; Juan 3:16; 4:34). Dios da los elegidos a Cristo, siendo más grande que Cristo (Juan 14:28) y más grande que todos (Juan 10:29). Dios envió a su unigénito (monogene) hijo al mundo para que vivamos por él (1Juan 4:9). Dios honra a Cristo, siendo más grande que Cristo (Juan 8:54).

 

Los elegidos participan en la naturaleza divina (2Pedro 1:4). Dios puso todas las cosas bajo los pies de Cristo y lo hizo cabeza de todas las cosas a la Iglesia. Dios les prometió Su herencia a los santos y se los dio por medio de Su gran poder:

 

Efesios 1:20-23 20 La cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales. 21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no solo en este siglo, sino también en el venidero; 22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. (RV)

 

Todo el propósito de la existencia de Cristo como un ser, un poder y encarnación, como un hombre, era para cumplir la voluntad de Dios, tal como se aplicó a los santos y al plan de Dios de creación y salvación.

 

La condición de existencia de Cristo en donde la plenitud de la Deidad habitaba corporalmente (Col. 2:9) involucra al theotetos acá traducido como divinidad. Ésta es la deidad o el estado de ser Dios. Deidad (theot) difiere de divinidad (theiot), como la esencia difiere de la cualidad o del atributo (Thayer, p. 288). Así que, Cristo poseía la esencia de la deidad de Dios, y no Sus atributos salvo por delegación. Todas las cosas le son dadas a Cristo por Dios.

 

1Corintios 15:27-28 27 Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. 28 Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos. (RV)

 

Oscurecer los textos no es la jurisdicción de ninguna Biblia en particular. La Biblia de Jerusalén traduce todo en todo en vez de todo en todos como la RV. El texto en Colosenses 3:11 es en el mismo sentido (panta kai en pasin). Aquí vemos que Dios será todo en todos. Luego somos vehículos del Espíritu de Dios. Somos las piedras vivientes del Templo que aloja el Ser y poder de Dios. De este modo, nos convertimos en inmortales como a Cristo le fue dada la inmortalidad y como Dios tiene la inmortalidad. Nunca podremos ser el Alfa pero finalmente nos convertiremos en la Omega, como elohim, como parte de Dios.

 

La Omnipotencia e Inmortalidad de Dios

 

La lógica de la omnipotencia de Dios tiene una limitación intrínseca. Él no puede morir, siendo espíritu e inmortal. El plan de creación era reproducirse a sí mismo por medio del poder de Su espíritu por medio del cual Él confería Sus atributos. Esto necesariamente involucra inmortalidad. La retención del estado de inmortalidad dependía de la asignación del espíritu dentro de una estructura espiritual por la voluntad de Dios.

 

Las Huestes caídas eran, y son, espíritu pero su retención del estado de inmortalidad es finita. Las Huestes leales están glorificadas con Dios en Su presencia y ellos han ostentado este estado desde antes de la creación del mundo, del mismo modo en que ese estado era ostentado por Cristo antes de su encarnación. A causa de la rebelión de la Hueste y el pecado del hombre, el designado líder de la Hueste tuvo que asumir una existencia terrenal para mostrar el amor de Dios sacrificándose a sí mismo por sus hermanos. Dios está demostrando este amor extendiendo el proceso de inmortalidad y poder a Sus hijos. Esto eleva a otros a una posición mayor y no gobierna por la fuerza o el poder sin amor. Satanás no se quiso sacrificar. Dios escogió a Cristo y lo hizo su único hijo nacido y elohim. Luego él se convirtió en el primogénito de entre los muertos. Él logró su posición como un hijo de Dios en poder por su resurrección de entre los muertos (Rom. 1:4). Por lo tanto, él no tenía esta posición antes de la resurrección. Luego él fue ungido con óleo de alegría más que sus compañeros (Heb. 1:8-9). Salmo 45:6-7 es por lo tanto una profecía. Todo esto fue hecho por mandato de Dios y por ningún otro poder.

 

Cristo sostenía que él tenía una orden del Padre para dar su vida y tomarla de nuevo. Todas estas cosas las hizo de acuerdo a la voluntad del Padre que era su Dios y Padre y nuestro Dios y Padre. Esto es afirmado en Juan 20:17.

 

Juan 20:17  Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. (RV)

 

La Biblia es clara en cuanto a que Eloah es el Dios Todopoderoso. Él es el Padre de todos nosotros (Mal. 2:10):

 

Malaquías 2:10 ¿No tenemos todos un padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno con el otro, profanando el pacto de nuestros padres? (RV)

 

Cristo renunció a su posición como un hijo de Dios para convertirse en humano y morir por nosotros. Esto era algo que Dios no podía hacer.

 

Ahora procederemos a examinar la teología de los discípulos de los apóstoles y su entendimiento comparándolos con las construcciones de las sencillas palabras de los textos de la Biblia mostradas antes. Un punto a establecer, de suma importancia, es que la teología trinitaria o la binitaria no es evidente de ninguno de los escritos primitivos. Todos los discípulos y los apologistas primitivos sostenían que Cristo era una creación del Padre. Por esta razón, muy rara vez los discípulos primitivos son leídos y aún más raramente son citados.

 

Uno de los teólogos primitivos más importante fue Ireneo. Él era el discípulo de Policarpo, y quizás de Juan mismo. Él era uno de los más importantes de la iglesia de Esmirna y él y otro discípulo fueron a Lyon vía Roma. Él llegó a ser obispo de Lyon. Él es lo más que podemos aproximarnos a la doctrina de los apóstoles para explicación y clarificación de lo que Juan y los otros querían significar en el Nuevo Testamento. Veremos que Ireneo sostenía que él se convertiría en elohim o theoi, tal como fue profetizado en Zacarías 12:8. Esta posición fue examinada en más detalle en la obra La Teología Primitiva de la Divinidad [127]. Ireneo afirma acerca de Dios:

 

Porque Él mandó, y fueron creados; Él habló y fueron hechos. ¿A quién entonces mandó? Al Verbo, sin duda, por medio de quien, Él dice, los cielos y todo su poder fueron establecidos por el aliento de Su boca (Salmo 33:6) (Adv. haer., III, viii, 3).

 

Ireneo mantuvo la opinión que:

 

Está claramente probado que ni los profetas ni los apóstoles jamás nombraron a otro Dios, ni llamaron (a Él) Señor, excepto al único y verdadero Dios... Mas las cosas establecidas son diferentes de Aquel que las ha establecido, y lo que ha sido hecho es diferente de Aquel que las hizo. Porque Él mismo es increado, tanto sin comienzo como sin fin, y faltándole nada. Él es en Sí mismo suficiente para Sí mismo; pero aún más, Él confiere a todos los demás esta misma cosa, la existencia; no así las cosas que han sido hechas por Él (Ibíd.).

 

Ireneo extendía la capacidad de llegar a ser Dios (theos o elohim) al Logos aquí como diferente de las otras cosas establecidas (Ibíd.). Él ya había establecido la posición de Dios y del Hijo y de aquellos de la adopción como theoi o elohim y todos hijos de Dios en el Libro III, Cap. vi.

 

Por eso ni el Señor, ni el Espíritu Santo, ni los apóstoles, habrían jamás definitiva y absolutamente, nombrado como Dios, a quien no era Dios, a menos que fuese verdaderamente Dios; ni hubiesen nombrado a nadie en su propia persona Señor, excepto a Dios el Padre rigiendo sobre todo, y Su Hijo quien ha recibido dominio de Su Padre sobre toda la creación, tal cual dice este pasaje: Jehová dijo a mi Señor: siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies (Salmo 110:1). Aquí la escritura representa al Padre dirigiéndose al Hijo; Él, que le dio la herencia de los gentiles, y sujetó a Él a todos Sus enemigos...

 

Ireneo siguió para afirmar que el Espíritu Santo nombraba a ambos Padre e Hijo como Señor. Él sostenía que era Cristo quien habló con Abraham antes de la destrucción de los Sodomitas y que había recibido poder [de Dios] para juzgar a los Sodomitas por su maldad. Y esto (el texto siguiente)

 

declara la misma verdad: "Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; el cetro de tu reino es un cetro de justicia. Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros [Salmo 45:6-7]. Porque el Espíritu designa a ambos por el nombre de Dios [theos o elohim] - ambos, Aquel que es ungido como Hijo y Aquel que unge, esto es el Padre. Y otra vez: "Dios está en la reunión de los dioses; en medio de los dioses juzga" [Salmo 82:1]. Aquí se refiere al Padre y al Hijo y aquellos que han recibido la adopción; pero esto es la Iglesia porque ella es la sinagoga de Dios, a la cual Dios - esto es el Hijo mismo - ha juntado el mismo de quien Él nuevamente habla: "El Dios de los dioses, Jehová ha hablado, y convocado la tierra" [Salmo 50:1]. ¿A quién se refiere por Dios? A Aquel de quien Él ha dicho,"Vendrá nuestro Dios, y no callará," [Salmo 50:3] esto es, el Hijo que vino manifiesto a los hombres, quien dijo: "..fui hallado por los que no me buscaban" [Isaías 65:1]. ¿Pero de que dioses [habla]? De aquellos de quienes Él dice "Yo dije vosotros sois dioses, Y todos vosotros hijos del Altísimo" [Salmo 82:6]. A aquellos, sin duda, que han recibido la gracia de la "adopción, por el cual claman Abba Padre" [Rom. 8:15] (Against Heresies (Contra Herejías), Libro III, Cp. vi, ANF, Vol. I, p. 418-419).

 

No hay dudas de que Ireneo tenía un punto de vista subordinacionista de la Divinidad y extendía el término Dios (theoi o elohim) para incluir al Hijo y a aquellos de la adopción. Él parece indicar aquí que Cristo reunía a los elegidos, mas sabemos por las Escrituras que es Dios quien da los elegidos a Cristo para que sean reunidos (Juan 17:11-12; Heb. 2:13; 9:15). El uso exclusivo del término para los elegidos físicos puede ser incorrecto dada la aplicación que Ireneo le da aquí. Las Huestes leales también están incluidas en el concilio, según da a entender Apocalipsis 4 y 5. Por lo tanto, las Huestes leales también son la Iglesia de Dios.

 

No hay duda que los términos elohim o theoi estaban sostenidos para extenderse hasta la iglesia y tan este fueron la comprensión de la iglesia del primer siglo ambos desde Juan hasta Policarpo que fue quien instruyó a Ireneo y esto prosiguió hasta el segundo y subsiguientes siglos. Otro escritor de aproximadamente la misma época que Ireneo fue Justino Mártir (Justin Mártir). Él mostró las primeras tendencias a adoración en domingo, como veremos más adelante.

 

Justino

 

Nuestro maestro en estas cosas es Jesucristo, quien también nació para este propósito, y fue crucificado bajo Pocio Pilato, procurador de Judea, en tiempos de Tiberio César; y que razonablemente lo adoramos, habiendo conocido que Él es el Hijo del Mismísimo Dios verdadero, y teniéndole en el segundo lugar, y al Espíritu profético en el tercero, nosotros probaremos. Porque ellos proclaman que nuestra locura consiste en esto, que damos a un hombre crucificado el segundo lugar después del eterno e inalterable Dios, Creador de todo; porque ellos no disciernen el misterio que hay en ello, a lo cual, así como os lo hemos explicado, os rogamos tenerlo en cuenta (Apol., I, xiii).

 

Y el primer poder después de Dios el Padre y Señor de todo es el Verbo (logos), quien también es el Hijo (Apol., I, xxxii).

 

Por lo tanto, está mal, ver al Espíritu y poder de Dios, como otra cosa que el Verbo (logos), que también es el primogénito de Dios (Apol., I, xxxiii).

 

Por lo tanto, Justino piensa acerca del Logos como una emanación de Dios, la cual es capaz de individuación para abarcar el concepto del Espíritu en general y Cristo en particular. Él dice no obstante:

 

Mas ambos, Él [Dios] y el Hijo (que vino de Él y nos enseñó estas cosas, y el ejército de los otros ángeles buenos que le siguen y son hechos igual a Él), y el Espíritu profético, conociéndoles en razón y en verdad, y proclamando sin escatimar a cada uno que desee aprender, así como nosotros hemos sido enseñados.

 

Por lo tanto, también se sostenía que los ángeles eran conformados a la imagen de Dios (del mismo modo en que Cristo fue hecho así como Él). De los capítulos 13,16 y 61, vemos que Justino no abogaba por la veneración de los Ángeles (vea también n. 3 a ANF, vol. 1, p. 164) (vea el artículo La Teología Primitiva de la Divinidad [127] para comentario). El culto de la Iglesia Cristiana está confinado a Dios y ni siquiera se extiende a Cristo, más que como homenaje a un maestro y director. Pero, es importante notar que Justino extiende el cuerpo hasta incluir a la Hueste leal. Esto por lo tanto es una más estrecha aproximación a la doctrina bíblica sobre el Espíritu siendo capaz de individuación para abarcar a los elegidos quienes deben llegar a ser theoi, como Cristo es uno de los theoi, subordinado a Su theos que es Dios el Padre. Bíblicamente, él es no obstante el segundo más alto theos, como el Sumo Sacerdote.

 

Justino aparentemente fue uno de los primeros en introducir la adoración dominical (vea From Sabbath to Sunday (Del Sábado al Domingo) de Bacchiocchi, p. 223) a pesar de eso era un subordinacionista. Él sostenía un peculiar punto de vista anti-nomiano en cuanto al Sábado y su aplicación a los judíos como un castigo peculiar a ellos. Sus puntos de vista no eran apoyados por los Cristianos de su tiempo y Bacchiocchi sostiene que la Iglesia Cristiana nunca ha aceptado tal tesis falsa (p. 225). Sostener que Dios estableció la circuncisión y el Sábado por la única razón de la maldad de los judíos, como una marca distintiva para apartarlos de otras naciones y nosotros Cristianos para que sólo los judíos sufran aflicción (Dial. 16:1, 21:1, vea también Bacchiocchi, Ibíd.) hace a Dios culpable de discriminación y es contrario a todo el sentimiento de las confesiones de la Reforma. A pesar de este error, su punto de vista sobre la Divinidad sigue siendo subordinacionista. No obstante introduce un razonamiento emanacionista, el cual parece acompañar este enfoque anti-nomiano. Como hemos visto, Justino seguía negaba la doctrina del Alma y cielo como no-Cristiano y de origen de los cultos de los misterios.

 

Clemente de Alejandría dice del mismo modo:

 

Porque el Hijo es el poder de Dios, siendo la más primitiva Palabra del Padre, antes de la producción de todas las cosas, y Su Sabiduría. Él es por lo tanto llamado con propiedad el Maestro de los seres formados por Él. Luego la energía del Señor tiene una referencia al Altísimo; y el Hijo es por así decirlo, una energía del Padre ("Strom.", VII, ii, P.G., IX, 410).

 

Clemente no obstante comprendía que el destino de los elegidos era llegar a ser dioses. Él decía, cuando hablaba sobre gnosis, el cual él sostenía podía ser adquirido por el hombre hasta cierto punto durante su estadía sobre la tierra:

 

Pero alcanza su clímax después de la muerte del cuerpo, cuando al alma del [gnoostikos] le es permitido volar de vuelta a su lugar original, donde después de convertirse en dios, puede disfrutar, en un completo y eterno descanso, la contemplación de la más alta divinidad "cara a cara", junto a los otros [theoi] (Clement of Alexandria: A Study In Christian Platonism and Gnosticism (Clemente de Alejandría: Un Estudio En Platonismo y Gnosticismo Cristiano) de S.R.C. Lilla, Oxford, 1971, p.142).

 

Aquí vemos la combinación de la gnosis griega combinada con la doctrina primitiva de que nos convertiríamos en theoi o elohim. No había sugerencia alguna de que Cristo o los otros theoi fuesen iguales a esta deidad altísima (del artículo La Teología Primitiva de la Divinidad [127]).

 

Hipólito muy significativamente dice:

 

Ahora, que Noetus afirma que el Hijo y el Padre son los mismos, nadie ignora. Pero él hace su afirmación del siguiente modo: "Cuando en verdad, entonces, el Padre no había nacido, Él no obstante fue justamente titulado Padre; y cuando determinó someterse a generación, habiendo sido engendrado, Él mismo se convirtió en Su propio Hijo, no él de otro".

 

Porque de este modo él tiene la intención de establecer la soberanía de Dios, alegando que el Padre e Hijo, así llamados, son una y misma (sustancia), no un individuo producido de uno diferente, sino Él mismo de Él mismo; Y que Él es titulado por el nombre Padre e Hijo, de acuerdo a las vicisitudes de los tiempos. (Hipólito repite esta opinión en su resumen, Libro X). (Con. Noet, n. 14, "The Refutation of All Heresies" (La refutación de todas las Herejías), Libro IX, Cap. V, ANF, Vol. V, p. 127-128).

 

El primer y único (Dios), tanto Creador como Señor de todos, tenía nada que fuese parigual a Él mismo... Mas Él era Uno, solo en Sí mismo. Por un ejercicio de Su voluntad, Él creó las cosas que son, las cuales con anterioridad no tuvieron existencia, excepto que Él tuvo la voluntad de hacerlas. Porque Él está en pleno conocimiento de lo que sea que está por ocurrir, porque presciencia también está presente en Él (Hipólito, Ibíd., X, XXVII, p. 150).

 

Por eso esta solitaria y suprema Deidad, por un ejercicio de reflexión, produjo primero al Logos, no la palabra en el sentido de ser articulada por la voz, sino que como una raciocinación del universo, concebido y residiendo en la mente divina. A él solo, Él produjo de las cosas existentes; porque el Padre mismo constituía la existencia, y el ser nacido de Él fue la causa de todas las cosas que fueron producidas. El Logos estaba en el Padre mismo, teniendo la voluntad de Su progenitor, y la mente de su Padre no le era desconocida.

 

Porque simultáneamente con Su procedencia de Su progenitor, puesto que Él es el primogénito de este Progenitor, Él tiene las ideas concebidas en el Padre, como una voz en sí mismo. Y así fue, que cuando el Padre ordenó que el mundo existiese, uno por uno el Logos completó cada objeto de la creación agradando a Dios de este modo (Hipólito, Ibíd., X, XXIX).

 

Cristo, él piensa, la sabiduría y el poder de Dios el Padre, ha construido Su casa... (Fragment on Proverb 9:1 (fragmento sobre Proverbio 9:1), ANF, Vol. V, p. 175).

 

Es primeramente con este escritor que desarrollamos el error de que Cristo era la única emanación del Padre y que los otros elementos de la Hueste celeste eran creaciones del Hijo y, por lo tanto, no compartían la naturaleza divina como el Hijo. Éste es el error básico sobre el cual se comenzó a construir la doctrina de la Trinidad. Los Elohim, tal como fue demostrado del contexto bíblico, son un Ejército multitudinario, del cual el Cordero es el Sumo Sacerdote, pero él es uno de ellos como un compañero o camarada, aún cuando toda la estructura jerárquica fue creada por, o en, él y para él (Col. 1:15). Del mismo modo, los santos llegan a ser compañeros de Cristo, según Hebreos 3:14 y, por lo tanto, hermanos de la Hueste (Apo. 12:10) y coherederos con Cristo (Rom. 8:17). Los cielos, todas las cosas que eran, a las que se refiere como habiendo sido creadas por el Hijo, son las estructuras espirituales y físicas. Éste es el significado de las referencias en Juan 1:3 en lo relacionado con la creación y 1Cor. 8:6 en lo relacionado con el universo [ta panta] y los humanos.

 

Colosenses 1:15-17 señala específicamente la creación de todas las cosas visibles e invisibles. La creación de tronos o dominios o principados o potestades por medio de él y para él, no puede referirse al Concilio de los Elohim. La creación por Cristo de los dominios [kuriotetes] no es de las entidades.

 

Si esto fuese así, entonces involucraría la creación de Dios quien es el kurios supremo. Por lo tanto, estamos tratando con los poderes y no con los Seres; los tronos y la estructura de los cielos y su gobierno.

 

Efesios 1:22 y 3:9 muestran que era Dios quien creó todas las cosas y las puso bajo los pies de Cristo y lo hizo cabeza de todas las cosas por la Iglesia. Esto fue hecho para que los principados y potestades en los cielos comprendiesen por medio de la Iglesia la múltiple sabiduría de Dios. Estas cosas fueron hechas para demostrar que Dios ha exaltado a Cristo en gran manera (Filipenses 2:10), lo cual él por lógica no pudo haber sido siempre. No obstante, Dios usó a Cristo como el líder e instrumento principal de la creación de los siglos (Efe. 11:3). Cristo creó el universo (Heb. 1:2) y refleja la gloria de Dios y lleva la real estampa de Su naturaleza (Heb. 1:3). Hebreos 2:10 se refiere a todas las cosas [ta panta] que constituyen el universo.

 

Hebreos 2:11 afirma que Aquel que santifica y aquellos que son santificados tienen todos un origen [enos pantes]. Se aduce que Hebreos 11:3 afirma que el mundo fue creado por una palabra de Dios [remati theou] (ver Marshall). El Logos no está identificado como siendo involucrado y más particularmente, la palabra traducida como creado es identificado por Marshall como significando ajustado [katertisthai] y el mundo no es ajustado sino más bien los siglos [aionas]. Por lo tanto, los siglos fueron ajustados por una palabra de Dios de manera que lo que se ve fue hecho de las cosas que no se ven. Éste es un concepto de creación por el ajuste de la ecuación tiempo / espacio, de lo cual aún no hemos hablado. Romanos 11:36 se refiere a Dios como el origen y el objeto de todas las cosas, no Cristo.

 

El resto de los Elohim, a los que se refiere en la Biblia, tienen una autoridad subordinada pero compuesta con Cristo. Tienen dominio sobre la estructura celestial. Estos Elohim compuestos (bajo Cristo) creaban de acuerdo a la voluntad de Dios. Uno de ellos, el querubín protector llamado Satanás, y aquellos que le estaban subordinados, en rebelión, crearon en contra de la voluntad de Dios (Vea: Creación: Desde una Teología Antropomórfica a una Antropología Teomórfica [B5]). Es un absurdo de la lógica sugerir que Cristo pudiese haber sido creado infalible y sin embargo a los otros miembros de la Hueste se les dio libre albedrío tal que pudiesen elegir obedecer o pecar. El triunfo de Cristo surge de su obediencia no de su infalibilidad. Su triunfo fue conocido debido a la presciencia de Dios. A él le ha sido dado dominio de acuerdo a su obediencia y fe. Según Deuteronomio 4:19, el dominio sobre la creación celestial y, por lo tanto, el poder de Cristo y de la Hueste en creación serán extendidos a la humanidad después de la segunda resurrección.

 

La New Catholic Encyclopedia (N.C.E.) (Nueva Enciclopedia Católica) (N.E.C.), artículo Trinidad, Santo, Vol. XIV, McGraw Hill, N.Y. 1967, p. 296 hace la más asombrosa afirmación concerniente a la doctrina de Hipólito.

 

Hipólito, en su refutación de Noetus (10) y la exagerada identificación de Cristo con el Padre, insiste en que Dios fue múltiple desde el comienzo.

 

Esto, a partir de una comparación con el texto real de Hipólito (C. Noetus 10), es falso, lisa y llanamente. La misma autoridad sostiene que:

 

Tertuliano, combatiendo la misma actitud (Adv. Prax. 5), casi personaliza explícitamente esta eterna multiplicidad. El Verbo se adelanta y es otro que el Padre aunque no obstante dentro de la Divinidad del modo sugerido por la reflexión humana, como un discurso interno es en cierto sentido otro, una segunda persona en adición a uno mismo, aunque dentro de uno mismo.

 

Esta formula involucra la misma lógica que el Noecianismo y el Sabelianismo y es seriamente incoherente.

 

Tertuliano en Contra (Adv.) Praxeas afirma que:

 

Este único Dios también tiene un Hijo, Su Palabra, quien procede de Él Mismo, por medio del cual todas las cosas fueron hechas… Todos son de uno, por unidad de sustancia; mientras el misterio de la dispensación aún se mantiene, la cual distribuye la Unidad a una Trinidad, poniendo en su orden a las tres Personas - el Padre, el Hijo, y el Espíritu (Santo): tres sin embargo, no en condición, sino que en grado; no en sustancia sino que en forma; no en poder sino que en aspecto; sin embargo de una sustancia, y de una condición, y de un poder, puesto que Él es Un Dios, de quien estos grados y formas y aspectos son reconocidos, bajo el nombre de el Padre, y el Hijo y el Espíritu (Santo)...(II);

 

Tertuliano también dice que el Padre resucitó al Hijo de entre los muertos (II). Así Tertuliano hace distinciones importantes en la relación entre las tres entidades, las cuales son aspectos de la operación de Dios en grados. El Hijo y el Espíritu son procesiones del Padre y aspectos subordinados de Su manifestación. Tertuliano le dio a la Trinidad un orden numérico y una distribución (III). Él también sostenía que la Monarquía de Dios venía del Padre (III). Pero que era del Hijo de igual modo siendo ostentado por ambos (III) siéndole entregado al Hijo por el Padre (IV).

 

Tertuliano sostenía que el Espíritu Santo procedía del Padre a través del Hijo. Tertuliano sostiene (IV) que el Padre y el Hijo son dos personas separadas. Luego se puede afirmar que el Binitarianismo verdadero comienza con Tertuliano.

 

Aquel que sujetó (todas las cosas) y Aquel a quien fueron sujetas - deben necesariamente ser dos Seres diferentes.

 

Sin embargo, Tertuliano dice en el Cap. V que antes de todas las cosas, Dios estaba solo.

 

Ya que antes de todas las cosas, Dios estaba solo - siendo en Sí Mismo y por Sí Mismo universo, espacio y todas las cosas. Por otra parte, Él estaba solo, porque no había nada externo a Él, sino Él Mismo.

 

El hecho de que poseía Razón hacía que de hecho no estuviese solo y Tertuliano sostiene que esta facultad de Razonar, llamada logos por los griegos, era la facultad desde el comienzo, la cual era más correctamente razón que palabra ya que Él poseía razón pero no hablaba. De este modo, Tertuliano hace la distinción de que Cristo era la razón de Dios y que esta razón debe haber iniciado en la Divina esencia desde el comienzo. El argumento puede ser objetado en varios aspectos. El primer error es que Cristo era todo el aspecto del Verbo y la Sabiduría y no tan sólo una manifestación de estos aspectos. Así él era Logos, como parte de “El Logon” (para desarrollar, ver el artículo La Teología Primitiva de la Divinidad [127] y otras en lista). El logos que aparecía al hombre era Cristo. Si Cristo estaba con Dios antes del comienzo, ya que Tertuliano afirma que Dios tenía razón aún antes del comienzo, entonces Cristo es un atributo de Dios, el cual es capaz de distribución pero incapaz de aislamiento a una entidad individual. Es absurdo sugerir que Cristo apartado de Dios hace de Dios sin razón o Sabiduría y, por lo tanto, no Dios.

 

Cristo era el comienzo de la creación de Dios (Apo. 3:14). De este modo, estamos identificando el comienzo, tal como fue entendido por los teólogos primitivos como el comienzo de la creación, la cual dio comienzo al tiempo. Tertuliano sostiene que sólo Dios existía antes del comienzo en su perdurable perpetuidad (V), distinto y más grande que el Hijo (IX) quien es tanto Verbo como Sabiduría (VI). Dios no llegó a ser Padre hasta después de la creación del Verbo (VII) para efectuar la creación (Adv. Hermog.3). Por lo tanto, Dios el Padre permanecía fuera del tiempo y todos los otros seres no. Sólo Él es el Dios Supremo. La N.E.C. afirma que:

 

A mediados del siglo 3ro, tal como se puede ver reflejado en el tratado de Novaciano De Trinitate, la Iglesia Romana, originalmente indiferente en cuanto a la presión sobre diferenciación y pluralidad, había llegado a incorporar la visión primordial de Tertuliano. Novaciano, además insiste (cap. 31) francamente sobre la eternidad inequívoca de la paternidad y condición de hijo en la Divinidad (op. cit., p. 297).

 

Como puede ser visto por lo anterior, las enseñanzas posteriores, mientras incorporaban algunos de los sentimientos de Tertuliano, se volvieron basadas en los (alegados) conceptos de Novaciano sobre co-eternidad en oposición a las expresas palabras de Tertuliano.

 

Por lo tanto, el dogma era una construcción híbrida de la Iglesia del siglo tercero. No estaba basado en la narrativa bíblica sino más bien sobre una teología errónea gradualmente en vías de desarrollo. Los comentarios antes citados indican que las autoridades están citadas incorrectamente, revirtiendo totalmente el significado de los textos, lo cual aparentemente indica lecturas selectivas.

 

La escuela oriental, cuyo centro era Alejandría, y escritos cercanos a la época de Hipólito y Tertuliano habían incorporado la enseñanza, comenzando con Clemente, del Hijo como una generación del Padre. Pero Clemente era subordinacionista, como eran todos los teólogos primitivos. El sucesor de Clemente fue Orígenes.

 

A partir de esta secuencia, vemos que la doctrina de la co-eternalidad de Cristo es la enseñanza de Novaciano (alr. 250) La anterior cita de la N.E.C., en cuanto a la posición de la co-eternalidad del Padre y del hijo en la Divinidad es, tal vez, una exageración. Kelly sostiene que Novaciano era más arcaico que Hipólito y Tertuliano cuyas influencias él reflejaba. Él sostenía que la Única Deidad es la del Padre, el autor y sustentador de toda realidad (De Trin. 31). No obstante, cuando así lo quiso, de Él nació un Hijo, Su Palabra... siendo una segunda persona después del Padre. No liga la generación del hijo a la creación. Él alega que el Padre siempre fue Padre y, por lo tanto, Él siempre debe haber tenido un hijo. Este concepto fue desarrollado desde la idea de que Cristo existió sustancialmente antes de la creación del mundo (De Trin. 16). La limitación parecería ser la visión de Novaciano de la fundación del mundo como el comienzo de la creación. Sin embargo, hubo dos aspectos de la creación, uno físico y otro espiritual.

 

En este sentido, Novaciano no entiende las relaciones de los hijos de Dios en el Antiguo Testamento y, por lo tanto, su teología es fallida. Éste es invariablemente el caso de tanto los Binitarios como los Trinitarios. Sin embargo, su posición parece negar cualquier aspecto de co-igualdad, lo cual es más similar a los modernos Binitarios que a los Trinitarios.

 

Ahora este punto de vista casi-Trinitario es abrazado como una doctrina aparentemente bíblica, sin embargo, no fue sostenido antes de Novaciano. Los Novacionistas además causaron un cisma en la Iglesia a causa de su actitud hacia aquellos que habían caído en lapso durante la persecución deciana (Early Christian Doctrines (Doctrinas Cristianas Primitivas), Kelly, p. 204, 436).

 

Orígenes claramente es subordinacionista.

 

Afirmamos que el Hijo no es Mayor que el Padre, sino que inferior. Y esta creencia la fundamentamos en los dichos de Cristo mismo: "El Padre que me envió, mayor es que yo" (Con. Cels., VII, xv).

 

Por lo tanto, sabemos que Él es el Hijo de Dios, y que Dios es Su Padre. Y no hay nada extravagante ni indecoroso en el carácter de Dios en la doctrina de que Él hubiese engendrado tal único Hijo; y nadie nos persuadirá de que él tal no es un Hijo del Dios y Padre no engendrado. Si Celso hubiese escuchado algo acerca de ciertas personas sosteniendo que el Hijo de Dios no es el Hijo del Creador del universo, esa es una cuestión que permanece entre los que sostienen tal opinión. (Con. Cel., VII, xiv).

 

Orígenes como el sucesor de Clemente en la Escuela de Alejandría:

 

veía al universo según el lineamiento Neoplatonista de extrapolación jerárquica. En el ápice absolutamente trascendente, allí está Dios el Padre (De Princ. 1.1.6), solo, fuente sin fuente o, para usar el término favorito de Orígenes (ejem. In Ioan. 2.10.75), no-generado [agennetos]. Pero (De Princ. 1.2.3) el Padre ha generado un Hijo desde toda la eternidad, y (In Ioan. 2.10.75) por medio de su Hijo el Verbo, él ha producido el Espíritu Santo. Los tres, sostiene Orígenes en el mismo pasaje, son tres individuos diferentes [por ende personas] o hipóstasis [vea In Ioh. 2,10,75]. Por otro lado (Frag. en hebreo), refiriéndose aquí explícitamente al Padre y al Hijo, ellos juntos comparten una "comunión de sustancia", porque el Hijo, el agrega más tarde es "de la misma sustancia" [homoousios] que el Padre (N.E.C., p. 297).

 

J.N.D. Kelly en Early Christian Doctrines (Doctrinas Cristianas Primitivas) dice acerca de la teoría de Orígenes sobre las Hipóstasis que:

 

Una de las principales características de su doctrina, es esta afirmación de que cada uno de los Tres es una hipóstasis distinta desde toda la eternidad, no tan sólo (como para Tertuliano e Hipólito) como manifestada en la 'economía', y se origina directamente de la idea de generación eterna. Hipóstasis y ousia eran sinónimos originalmente, la primera Estoica y la última Platónica, y el significado era existencia real o esencia, aquello que una cosa es; pero mientras hipóstasis retiene la connotación en Orígenes [ejm. In Ioh 20,22,182s.; 32,16,192s.], él con mayor frecuencia da el sentido de subsistencia individual, y así individuo existente. El error del Modalismo, él sostiene [Ibíd., 10,37,246; vea ib. 2.2.16; In Matt. 17,14] reside en tratar a los Tres como numéricamente indistintos, ( *4"NXD,4< Jè •D42:è) separados sólo en pensamiento, "uno, no sólo en esencia sino que también en subsistencia"… (p. 129).

 

De De Orat. 15,1; C. Cels. 8,12, Orígenes sostiene que la verdadera enseñanza es la de que el Hijo "es otro en subsistencia que el Padre". El Padre y el Hijo son "respecto a Sus Personas dos cosas, pero uno en unanimidad, armonía e identidad de voluntad" (vea también Kelly, Ibíd.). Kelly dice que:

 

Así mientras realmente distintos, los Tres son desde otro punto de vista uno: tal como él lo expresa [Dial. Heracl. 2], no tememos temor hablar en un sentido de dos Dioses, en otro sentido de un Dios" (Ibíd.).

 

Por lo tanto, Orígenes sostenía que el Padre era teológicamente anterior al Hijo y que el Hijo era un producto del Padre. Él sostiene que la unidad era una unidad moral más bien que un asumido incoherente Modalismo. Orígenes relata la unión en matrimonio de un hombre y mujer, como de una carne, como un símbolo de esto y asimismo compara la relación humana del elegidos con Cristo como siendo de un espíritu. Así, nuevamente, aunque en un plano más elevado, Padre e Hijo aunque distintos son un Dios. Kelly sostiene que aunque Orígenes parece hablar de Cristo como una criatura, esto es como una concesión conciente a  Proverbios 8:22 y Colosenses 1:15 y que esto no debería ser objeto de presión. Él participa en la naturaleza divina por estar unido a la naturaleza del Padre (In Ioh. 2,2,16: 2,10,76; 19,2,6). Kelly afirma que:

 

Sin embargo, se debe poner cuidado, no atribuyéndole a Orígenes alguna doctrina de consustancialidad entre Padre e Hijo.

 

Para Orígenes la unión del Padre y del Hijo es una de amor, voluntad y acción (Kelly, descontando los textos que han sobrevivido en la blanqueada traducción latina de Rufino, p. 130). Orígenes afirma acerca del Espíritu Santo (Frag. en hebreo, PG 14, 1308):

 

Él provee a aquellos que, a causa de Él y de su participación en Él, son llamados santificados en la materia, si así se puede decir, por sus gracias. Esta misma cuestión de gracias es efectuada por Dios, es ministrada por Cristo, y logra subsistencia individual (ßN,FJfF0H) como el Espíritu Santo (vea Kelly, Ibíd.).

 

A partir de esto, Kelly (p. 130-131) considera que el fundamento final del ser del Espíritu Santo es el Padre pero que es mediado al Espíritu por el Hijo, de quien también el Espíritu deriva todos sus atributos (vea Ibíd., 2,10,76).

 

Los Tres son eternamente y realmente distintos pero no son una tríada de Seres dispares. El error está en la conclusión que el Hijo imbuye el Espíritu con todos sus atributos en vez de ser su controlador en los elegidos. La co-eternidad es por lógica puesta en riesgo. El fracaso en entender la naturaleza del Espíritu en el control monoteísta de los elegidos es aquí el error fundamental (vea el artículo El Espíritu Santo [117]).

 

El emanacionismo Platónico dictaba que la estructura descendiese en estas formas del Padre y de este modo el Espíritu se convirtió en la tercera forma en vez del agente animador y el medio por el cual Cristo se convirtió en uno con Dios. Por medio del Espíritu, la humanidad podría convertirse uno como Cristo era pero en una base condicional, la cual los griegos parecen haber rechazado. La intrusión del neo-Platonismo al Cristianismo está ampliamente difundida (vea el escrito Misticismo). El fracaso en entender la distinción hecha por Orígenes anteriormente montó el escenario para el Concilio de Nicea algunos 100 años más tarde. La unidad de la sustancia era la unidad conferida por la sustancia del Espíritu Santo, el cual era en sí mismo un atributo de Dios. Orígenes sostenía que sólo el Padre es Dios desde Si Mismo [autotheos] (In Ioan. 2.2.17).

 

Y en la mente de Orígenes (C. Cels. 5.39), los Cristianos acertadamente se refieren al Hijo como una deidad ‘secundaria’ [deuteros] (*,bJ,D@H) (N.E.C., Ibíd.).

 

La postulación de creación eterna de Orígenes negó el concepto de la co-eternidad de Cristo.

 

A partir de estos textos podemos ver que el Binitarianismo realmente no resultó ultimadamente hasta Tertuliano donde emerge en una puesta casi-trinitaria y esto es apropiado ya que el Binitarianismo es realmente una forma incoherente, y aparentemente diteísta del Trinitarianismo. El Trinitarianismo no existía en forma alguna hasta después de Orígenes. La primera instancia conocida de alguna mención de tres elementos actuando concertadamente fue hecha por Teófilo de Antioquia (alr. 180 DC) quien usó el término trias del cual el Trinitas Latino se sostiene es una traducción. Teófilo habló sobre las trias de Dios, Su Palabra y Su Sabiduría (Teófilo a Autólychus. La ANF traduce trias como Trinidad). La próxima mención que tenemos del término viene de Tertuliano (De Pud. c. xxi. P.G., II, 1026). Mientras Tertuliano fue el primero a afirmar la unidad esencial de las tres "personas", se ve que su lógica y sus argumentos son esencialmente subordinacionistas (vea History of the Christian Church (La Historia de la Iglesia Cristiana) de Schaff, Vol. II, p. 570). El equivalente más aproximado a la doctrina de la Trinidad de Nicea / Constantinopla no surgió hasta el obispo Romano Dionisio (aprox. 262 DC) quien se volvió preocupado con eliminar el proceso de restringir a las tres entidades a Dios separados (Schaff, Ibíd.). Este proceso es examinado en el artículo La Teología Primitiva de la Divinidad [127].

 

Confirmación Teológica de la Divinidad de la Iglesia Primitiva

 

Los teólogos comprenden que las doctrinas de la Iglesia primitiva eran Unitaria subordinacionista. Ellos asumen, bastante incorrectamente, que éste era un entendimiento inferior al que fue alcanzado en el siglo cuarto en Nicea y Constantinopla.

 

Estos puntos de vista, como los vemos a partir de los siguientes comentarios, ambos reconocen las doctrinas primitivas y tratan de afirmar una superioridad desde los Concilios posteriores. Como notáramos en el artículo El Alma [092], Anders Nygren (Agape and Eros (Ágape y Eros), Tr. por Philip S. Watson, Harper Torchbooks, New York, 1969) menciona la clara distinción hecha por Justino Mártir entre Dios y la manifestación del Logos:

 

El Logos en algún modo es divino pero no en el sentido estricto de la palabra… Sólo el Padre es ingénito e incorruptible y por eso Dios. Él es el Hacedor y Padre de todas las cosas (Dial. 1vi. 1.). Él no vino a nosotros; Él permanece siempre por sobre los cielos y nunca se revela a Sí Mismo a nadie y no tiene tratos con nadie (Dial. v. 4.). En relación con Él, Cristo es de un rango menor, un deuteros theos, 'otro Dios que Él que creó todas las cosas' (Dial. 1vi. 1.).

 

Acerca de esto Nygren dice:

 

Este rasgo subordinacionista en la Cristología de los Apologistas es indudablemente atribuible a la idea griega de Dios (p. 280).

 

En esta cuestión Nygren está equivocado, como puede verse al examinar el esquema del Antiguo y Nuevo Testamento desarrollado anteriormente. Justino Mártir está más acertado que él; sin embargo, la distinción y actos de creación son relativos al Logos, y esta posición no es comprendida por ninguno de los dos. Nygren juzga que Loofs está en lo cierto cuando afirma acerca de los Apologistas:

 

Su doctrina acerca del Logos no es una Cristología "superior" a las usuales, sino más bien en un nivel inferior a la estimación genuinamente Cristiana de Cristo. No es Dios quien se revela a Sí Mismo en Cristo, sino el Logos, el disminuido (depotenzierte) Dios, un Dios que como Dios es subordinado al Altísimo Dios (Leitfaden zum Studium der Dogmengeshichte de Loofs, 4 Aufl., 1906, p. 129, Ibíd.).

 

Ambos Nygren y Loofs estaban equivocados en su estimación de lo que era genuinamente Cristiano. Ellos estaban tratando de reinterpretar la Cristología ante-Niceana que más estrechamente sigue lo bíblico dentro de los conceptos modernos que no son bíblicos.

 

Los teólogos asumen que la iglesia primitiva lo tenía errado. Aún tratan de afirmar que el punto de vista Cristiano primitivo era derivado del concepto griego de Dios cuando tal posición era común a la antigüedad - siendo no sólo evidente en la cosmología hebrea sino que en todas partes. La realidad es que los conceptos filosóficos griegos, tal como fueron desarrollados del Platonismo, eran la fuerza motora detrás del Trinitarianismo y la antigua Doctrina del Alma, la cual se halló en el Gnosticismo y también en los cultos de los Misterios (vea el artículo El Alma [092]).

 

Otra Falsificación Trinitaria

 

Con esta pobreza de evidencia bíblica y de la iglesia primitiva para apoyar el Binitarianismo y el Trinitarianismo, no es sorprendente que los eruditos de la Reforma inventaron un texto Trinitario para la Biblia. Esto ocurrió en el Receptus en lo que habría sido 1Juan 5:7. No está claro quienes fueron los autores ya que a Erasmus se le acredita haberlo ignorado. Quizás fue los Elzevirs. La Reina Valera entre otros produjo el texto:

 

1Juan 5:7 Porque tres son los que dan testimonio en cielo: el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. (RV)

 

Este texto es una falsificación y ha sido reconocida como tal por siglos. Sin embargo, aún les conviene a los Trinitarios citarlo cuando son retados.

 

La Inmortalidad de la Hueste

 

La posición que ha sido desarrollada muestra la posición bíblica desde los textos y la de la iglesia primitiva. Es bastante impropio sugerir que la iglesia veía a Cristo como co-eterno u otro que no sea un producto del Padre. La doctrina de la co-eternalidad, en la que se sostiene que Cristo tiene existencia eterna independientemente del Padre, es una fabricación teológica. La doctrina de los tres elementos de Dios siendo seres existentes eternos o personas que son iguales no se halla en ninguna parte hasta Constantinopla (381 AD) y aún entonces formulada impropiamente.

 

La inmortalidad que Cristo tiene es la misma inmortalidad que los elegidos comparten como coherederos con Cristo (Rom. 8:17; Gálatas 3:29; Tito 3:7; Heb. 1:14; 6:17; 11:9; San. 2:5; 1Pedro 3:7). Esta adopción de Dios ocurre a la redención del cuerpo (Rom. 8:23). Así todos nos volveremos inmortales. La inmortalidad es una promesa en curso. No es y no puede ser retrospectiva por lógica. Ninguno de nosotros, incluyendo a Cristo, puede ser el Alfa. Podemos ser, y todos seremos, la Omega, pero sólo como parte de Dios, cuya existencia será total. Por lo tanto, sólo Él es el Alfa y la Omega. La Cristiandad moderna no comprende la verdadera naturaleza y el pleno poder del sistema Monoteísta liberado de los falsos sistemas de limitaciones Binitarias / Trinitarias sobre la Divinidad. Su poder está limitado por su propia visión y el engaño del adversario quien trata de limitar su poder y potencial.

 

Los de la Hueste celestial tienen la vida eterna mientras son retenidos en el espíritu (vea también el artículo La Vida Eterna [133]). La cuestión entera de la eternalidad espiritual está relacionada con la Teoría de la Relatividad dentro de los límites de nuestra actual comprensión. Espacio, Tiempo, Masa, Energía, etc. son expresiones equivalentes de una esencia fundamental única. La capacidad de Dios de asignar y controlar este poder es un producto de Su Omnipotencia.

 

Cristo hubo de ser confinado en tiempo y espacio como un hombre para poder ser llevado a juicio y morir. Dios no podía hacer esto ni tampoco podían hacerlo la Hueste, tal como ellos existen (vea el artículo El Propósito de la Creación y del Sacrificio de Cristo [160]).

 

La degradación de la Hueste en rebelión es mediante su limitación en tiempo y espacio. Así, siendo confinados al abismo sin fondo los confina en tiempo y en espacio y también limita su poder. La Hueste caída finalmente será reducida a una existencia física en la segunda resurrección y será juzgada. Satanás es reducido a un hombre (Isaías 14:12-15) y llevado a la tumba, a los lados del abismo (v. 15), y luego tratado como tal. Él será visto por las naciones en esa forma.

 

Isaías 14:16  Se inclinarán hacia ti los que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es este aquél varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos; (RV)

 

Él se arrepentirá o morirá (vea el artículo El Juicio de los Demonios [080]).

 

La Hueste leal parece haber sido probada en la forma que tiene, y es entrenada en esa forma. Nosotros seremos isaggelos o igual a los ángeles y como ellos (Lucas 20:36). Cristo nos confiesa delante de los ángeles para que seamos adoptados a nuestra posición (Lucas 12:8-9). Esto entonces nos conduce al próximo punto, la ubicación en el tiempo del don de la inmortalidad.

 

La Ubicación en el Tiempo del Don de la Inmortalidad

 

Nadie ha sido resucitado salvo Jesucristo; los otros de los elegidos son caídos dormidos (1Tes. 4:13-18). Pero los muertos serán resucitados.

 

1Corintios 15:16-18 16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; 17 y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. 18 Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. (RV)

 

Pero, de hecho, Cristo, las primicias de aquellos que durmieron, ha sido resucitado de entre los muertos (1Cor. 15:20). David murió y fue sepultado y

 

Hechos 2:29 .... su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. (RV)

 

Juan 3:13 Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo. (RV)

 

Por lo tanto la extensión de la inmortalidad junto con la adopción, como hijos de Dios, viene a la resurrección de entre los muertos. La afirmación de que alguno haya sido resucitado junto con Cristo y ascendió al cielo es, a partir de este texto en Juan, una herejía.

 

Nuestro don es al retorno del Mesías (1Cor. 15:12-26). Cristo es resucitado de entre los muertos como las primicias y luego cada uno en su propio orden. Los elegidos resucitan a su llegada (1Cor. 15:23). La secuencia es bien conocida (Apo. 20:1-15). Apocalipsis 20:6 muestra que los elegidos son resucitados en la primera resurrección y que la segunda muerte no tiene poder sobre ellos. Por lo tanto, ellos son inmortales, pero condicionado a su obediencia. A partir de su adopción, ellos poseen el Espíritu Santo y ellos son hijos de Dios y leales. Es desarrollado así por la voluntad de Dios que no se rebelarán y la muerte y la tumba o sheol no existirán más (Apo. 20:14). Estos se convierten en conceptos que no son aplicables más. El resto de la humanidad recibe la inmortalidad a partir de la segunda resurrección cuando todas las personas reciben corrección y son juzgadas. El resto de la humanidad será salvada por las enseñanzas y actividades de los elegidos en la secuencia de la segunda resurrección, la cual se extiende por cien años (Isa. 65:20).

 

La Hueste no tiene la vida inmortal (vea el artículo Creación: Desde una Teología Antropomórfica a una Antropología Teomórfica [B5] de Cox, 4-6, p. 121-122). Nygren comprendió el concepto de la vida eterna en la iglesia cuando dijo:

 

La Iglesia primitiva defiere del Helenismo particularmente en su creencia en la Resurrección. La tradición Cristiana sostenía la "Resurrección de la carne", la cual los Apologistas enfrentaron a la doctrina Helenista de la "Inmortalidad del alma". La antítesis era consciente e intencional, porque en ningún punto tanto como este era sentido la oposición al espíritu Helenisto por los Cristianos primitivos. La doctrina Platónica Helenista de la Inmortalidad del alma les parecía impío y blasfemo a los Apologistas, a la cual todos ellos debían atacar y destruir (Justino, Dial. 1xxx. 3-4).

 

Su consigna en este respecto puede bien haber sido la palabra de Tatian: "No inmortal, Oh griegos, es el alma en sí mismo, sino mortal. Sin embargo le es posible no morir". (Tatian, Oratio ad Graecos, xiii. 1). La diferencia entre Cristianos y no Cristianos en esta cuestión era tan grande que la creencia en la "Resurrección de la carne" podría convertirse en una contraseña. Uno que cree en la "Inmortalidad del alma" muestra por ese hecho que no es un Cristiano. Como dice Justino: "si te has encontrado con algunos llamados Cristianos… y que dice que no hay resurrección de los muertos, sino que sus almas, cuando ellos mueran, son llevadas al cielo; ni te imagines que son Cristianos" (Dial. 1xxx. 4) (Ibíd., p. 280-281).

 

Estas dos cuestiones claramente marcan el punto de demarcación entre la filosofía Cristiana y la seudo Cristiana. La extensión por Dios de la vida eterna a la Hueste es por medio de la obediencia. La retención de la vida eterna también es por medio de la obediencia (vea los artículos La Resurrección de los Muertos [143], La Vida Eterna [133] y El Alma [092]).

 

Hay un Solo Dios Verdadero y Jesucristo es Su Hijo. El Dios verdadero habita en luz inaccesible, a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver (1Tim. 6:16). Él solo puede ser aproximado y venerado en espíritu y verdad y estos son aquellos a quienes el Padre busca para que le adoren (Juan 4:23). Ésta es la vida eterna; que te conozcan a ti, el único Dios Verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado (Juan 17:3). Sólo Eloah es el objeto de adoración del Templo como su Dios y Padre (Esdras 4:24-7:23) y todas las cosas serán hechas según Su Ley (Esdras 7:25-26).

 

Ésta ha sido la doctrina clave de las Iglesias de Dios por más de dos mil años (vea el artículo Distribución General de las Iglesias Sabatistas [122]). Esta doctrina era atacada cuando la Iglesia caía en apostasía – primeramente, en los eventos que condujeron a los eventos de Nicea / Constantinopla (381) y, por lo segundo, en el período de la Reforma cuando la Iglesia se deslizó al Protestantismo bajo los Waldenses occidentales y recientemente bajo las Iglesias de Dios organizadas en América a partir de alrededor del 1955 en adelante. La Iglesia ha sido perseguida por el así llamado sistema ortodoxo por siglos acerca de esta doctrina, la cual junto con las leyes de la alimentación, el Sábado, las Lunas Nuevas y los Días Santos han sido las marcas distintivas de la fe.

 

 

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