Iglesias Cristianas de Dios

 

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Las Lunas Nuevas [125]

 (Edición 2.0 19950708-19990810)

 

 

En este artículo se examina la importancia bíblica de la restauración de las Lunas Nuevas y los fundamentos de los festivales según la Ley. También se examinan las prácticas rabínicas en los primeros años, como también los textos en los cuales basaron su trabajo. La adhesión del Nuevo Testamento a los festivales de la Luna Nueva es un hecho relevante.

 

 

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Las Lunas Nuevas [125]

 


El año fue hecho para que comience en el mes del sacrificio, que representó el sacrificio de Pascua del Mesías. Este mes comenzó la cosecha, que era también la primera de la secuencia de cosechas, es decir la cosecha de cebada. Entonces, Dios continuó con el proceso de las cosechas a través cada una de las fases, las cuales son tres períodos de cosecha. Estos son: la Pascua y los Panes sin Levadura, la Fiesta de las Semanas (Pentecostés), y la Fiesta de los Tabernáculos o Recolecta. La Fiesta de las Semanas simboliza la cosecha de la Iglesia antes de la vuelta del Mesías. Éste es un proceso en curso.

 

Así, Pentecostés es el comienzo de una secuencia que se lleva a cabo durante cinco lunas de Sivan a Tishri, aunque haya siete en la secuencia desde Nisan hasta Tishri. Estas cinco son también representadas por las piedras que David tomó del arroyo (ver el artículo David y Goliat [126]). Éstas también representan a las cinco iglesias exitosas. Las de Sardis y Laodicea son eliminadas. Sin embargo, las cinco son continuas como la sucesión de los meses. En Sivan comienza la fabricación de los ladrillos del Templo de Dios. La secuencia entonces implica un renacimiento (Du-uzu: Tammuz), las antorchas (Abu: Ab) o velas de la Iglesia y la purificación (Elulu: Elul) de los elegidos. Por ende los meses desde Simanu (Sivan) a Teshritu (Tishri) se toman en cuenta en el simbolismo Cristiano y elimina así al babilónico. El incendio del 9-10 de Ab fue aparentemente permitido debido a la idolatría de Israel con la práctica babilónica.

 

La relación es basada en la función del mes intercalario como ocurre con los doce meses normales. Israel representa este sistema por medio de las tribus. Israel tiene doce tribus. Estas son, del norte: Dan, Aser Neftalí, Judá, Isacar, Zabulón, Rubén Simeón, Gad, Efraín, Manasés, Benjamín (vea a Números 10:11; Ref. Ezequiel 1:4 y sig.). La tribu de Leví está centrada alrededor del tabernáculo. Así, hay doce tribus pero José tiene el derecho de primogenitura y está en efecto dividido en dos porciones para hacer doce tribus con la tribu de Leví renunciando a su parte para realizar la función del sacerdocio. Por lo tanto, el esquema para la función del Israel físico fue establecido en las estrellas desde la creación. Adar II representa el sacerdocio, como el decimotercero mes y la decimotercera tribu. Este mes ocurre siete veces en un ciclo.

 

Este ciclo representa los siete espíritus de Dios conforme llevan a cabo sus deberes bajo los ángeles de las siete Iglesias. Este problema no puede ser solucionado o entendido sin la comprensión de las Lunas Nuevas.

 

Posición Histórica General

 

El Festival de Luna Nueva, conocido por los judíos como Rosh Chodesh, ocurrió durante el primero del mes, a la aparición de la primera fase de la luna (Hayyim Schauss, The Jewish Festivals History and Observance (Historia de los Festivales Judíos y su Observancia), tr. Samuel Jaffe, Schocken Books, Nueva York, 1938, p. 275). Es así ligado a la aparición de la Luna Nueva.

 

Hubo un tiempo cuando Rosh Chodesh era un festival importante, mucho más importante que el Sábado semanal... Un motivo para su importancia residió en el hecho que la fecha de todos los Festivales judíos dependieron de la Luna Nueva (Ibíd., p. 274).

 

Esta opinión es una suposición. La Biblia indica que era tan importante, pero nunca más importante que el Sábado. Era más importante que las fiestas, como lo veremos luego.

 

La Biblia claramente compara la Luna Nueva con los festivales (Núm. 10:10). El Festival de la Luna Nueva era un día de fiesta y se celebraba el día después que la Luna Nueva fuese vista (New Catholic Encyclopedia (Nueva Enciclopedia Católica), volumen 10, McGraw Hill, Nueva York, 1967, p. 382).

 

En los primeros tiempos rabínicos, el día de la Luna Nueva era establecido por el Sanedrín en Jerusalén, después de aceptar pruebas de testigos oculares que decían haber visto la luna nueva. A veces los rabinos pospondrían deliberadamente Rosh Chodesh para impedir que el Día de Expiación cayese en viernes o en domingo. El calendario permanente fue fijado por Hillel II en el año 358 EC y éste proporcionó la fecha exacta de cada Rosh Chodesh basándose en cálculos astronómicos y matemáticos (Enciclopedia del Judaísmo, Geoffery Widoger, Macmillan, New York, 1989, p. 502).

 

Nótese que esto sucedió en los primeros tiempos rabínicos, mucho después de la caída del Templo en el 70 EC. Así, la manipulación rabínica de la Luna Nueva fue puesta en el Calendario Hillel a partir del 358 EC. Esto no tiene ninguna autoridad bíblica.

 

No cabe duda que la Luna Nueva antiguamente era por lo menos tan importante como el Sábado.

 

El festival de la Luna Nueva antiguamente estuvo al menos al mismo nivel que el Sábado (J Wellhausen, Prolegomena to the History of Israel (Ensayos sobre la Historia de Israel), 1885, p. 113).

 

La Luna Nueva era definitivamente tiempo santo, y era celebrada, si debemos creer en algunos eruditos modernos, el día siguiente que se observaba la Luna Nueva. Ésta es una conjetura basada en propaganda rabínica posterior. No sucedió de esa forma. Este nuevo inicio fue marcado por sacrificios especiales (Números 28:11-15) sobre los cuales se hicieron sonar las trompetas (Números 10:10; Salmo 81:3). No se hizo el trabajo normal.

 

El Año Nuevo en la Luna Nueva del Primer Mes, Abib, tenía un significado especial (Salmo 81:3-5; ver el artículo La Luna y el Año Nuevo [213]). La Luna Nueva del Séptimo Mes también era santificada de forma especial  (Levítico 23:24-25; Números 29:1-6).

 

En 2Reyes 4:23 se sugiere que tanto la Luna Nueva como el Sábado sean considerados como la oportunidad que se brinda para consultar a los profetas, y Ezequiel marca la Luna Nueva como un día especial para la adoración (Ezeq. 46:1,3).

 

El Salmo 121:6 sugiere que la luna era capaz de afectar al individuo, tal vez por su asociación con la mente, según lo entendemos del término lunático.

 

[La Judaica y el Judaísmo moderno afirman que]: Al principio, la Luna Nueva no fue, como supuestamente se afirma, fijada por cálculos astronómicos, sino que se anunciaba solemnemente después que los testigos declaraban la reaparición del creciente lunar. Las autoridades rabínicas sostienen que durante el 30 de cada mes, los miembros del Tribunal Supremo se reunían en un patio en Jerusalén, llamado Beit Ya'azek, donde esperaban recibir el testimonio de dos testigos confiables; luego de ello, santificaban la Luna Nueva. Si la luna creciente no era vista durante el día 30, la Luna Nueva se celebraba automáticamente el día 31. Para informar a la población del inicio del mes, se encendían antorchas sobre el Monte de los Olivos  y a partir de ahí por todo el territorio y en lugares de la Diáspora.

 

[Entonces se afirma que] Después, sin embargo, los samaritanos comenzaron a encender antorchas como engaño, y el Tribunal Supremo enviaba mensajeros a comunidades distantes. Aquellos judíos que vivían a grandes distancias de Jerusalén siempre celebraban el día 30 del mes como la Luna Nueva. En esas ocasiones, cuando se les informaba de su aplazamiento hasta el día 31, también observaban este segundo día como Luna Nueva (RH 1:3-2:7). A mediados del cuarto siglo, los sabios habían establecido un calendario permanente y el anuncio público de la Luna Nueva se discontinuó. Una reliquia de la práctica original, sin embargo, se  mantiene en la costumbre de la sinagoga de anunciar la Luna Nueva en el Sábado que precede a su celebración (Encic. Judaica, volumen 12, p. 1039).

 

Se puso de moda con la llegada de la sociología y el estudio de las religiones en desarrollo de tratar las exigencias bíblicas de los Sábados y Lunas Nuevas como elementos competidores para la lealtad de los pueblos hebreos - las Lunas Nuevas tratadas como los vestigios remanentes del culto de la adoración del dios luna. Schauss tenía esta opinión cuando escribió The Jewish Festivals (Los Festivales Judíos) (p. 274). También menciona que el Pentateuco habría sido escrito en dos partes; la parte más antigua escrita antes del exilio babilónico, y la última  parte, después del retorno. Él afirma que la parte más antigua no hace mención del festival. Concluye de esta forma por el hecho que las Lunas Nuevas  no se mencionan ni en Éxodo 23:14-19; 34:17-26; ni en Deuteronomio 16, y tampoco en Levítico 23. Por esto deduce que el libro de Números debe ser una parte posterior. Schauss no presentó ninguna prueba para esta conjetura. Es la clase de argumento típico de los apologistas modernos. La verdadera razón para esta posición es que la vuelta del exilio no llevó a cabo una restauración plena.

 

Después de la vuelta del exilio de Babilonia, se alcanzó un compromiso; el Rosh Chodesh no se reconoció como un festival por completo, durante el cual se prohibía trabajar, sin embargo, se arreglaban sacrificios especiales durante aquel día en el Templo.

 

Hasta el día de hoy, los judíos realizan un ritual especial para dar la bienvenida al nuevo mes: hay una oración especial en la sinagoga, el Sábado anterior a la Luna Nueva, y hay una ceremonia que santifica la Luna Nueva por medio de una bendición especial que tiene que ser recitada al aire libre cuando la Luna Nueva aparece (Schauss, p. 274).

 

Se tomó como un hecho que había ocurrido una deterioración, aún así no se podía dar una explicación completa. Un ejemplo de esto se ve en las siguientes referencias del The Hebrew Concept of Time and the Effect on the Development of the Sabbath (Concepto hebreo del Tiempo y el Efecto sobre el Desarrollo del Sábado), por Diana R. Engel, The American University, Washington, 1976.

 

No se efectuaba ningún comercio durante el día de luna nueva (el día después que la primera creciente de luna aparecía en el cielo). Los ofrecimientos para la luna nueva, de hecho excedieron a los del Sábado (Números 28:11-5; Ezequiel 46:4-7). Sin embargo, la importancia religiosa de la luna nueva disminuyó mientras que la del Sábado aumentó (p. 69-70)

 

Un ejemplo mayor de la inexplicable deterioración se ve por Widoger.

 

No está claro en cuándo o cómo la Luna Nueva perdió su carácter festivo. Esto había pasado por el tiempo en que los judíos regresaron del exilio al final de sexto siglo AEC. Ya no era un día feriado completo, pero un día parcialmente feriado, como Hol ah-Mo'ed (los días intermedios, laborables de la Pascua y Sukkot), cuando los rabinos desalentaron todo trabajo que no fuese necesario y las mujeres debían tener un feriado de sus costuras y tejidos. Las condiciones económicas más rigurosas fueron probablemente la razón de la disminución de la Luna Nueva, en particular ya que no había ningún motivo religioso o histórico para parar el trabajo durante aquel día. Con el tiempo, hasta este estado feriado menor desapareció y se convirtió en un día laborable normal como cualquier otro, excepto ciertas variaciones litúrgicas (Widoger, op. cit., p. 502).

 

Aún así, la gente judía guardó las Lunas Nuevas, como lo hizo la Iglesia. El pueblo en general era, sin embargo, inconsistente y esperó con impaciencia hacer negocios, como también lo hizo en los Sábados y las fiestas, como lo sabemos.

 

¿Cuándo terminará la luna nueva, para que podamos vender el grano? Y el sábado, para que podamos ofrecer trigo para la venta. (Amós 8:5)

 

Para los judíos, el Sábado se convirtió en el día más importante del año. De hecho, Diana Engel dice que el día de Sábado se hizo

 

más que solamente otro día u otro mandamiento. Esto significó para ellos gran parte de lo que ellos creían y representaban... Es imposible exagerar en cuánto significó el Sábado para Israel, en cómo esperaban por él y lo glorificaban. (p. 83)

 

Sin embargo, ¡Realmente no lo entendieron! No entendieron el significado espiritual del Sábado, como tampoco entendieron las Lunas Nuevas. LA LUNA NUEVA TUVO QUE SER DISMINUIDA EN IMPORTANCIA POR EL JUDAÍSMO RABÍNICO YA QUE AMENAZABA EL SISTEMA DE APLAZAMIENTO EN SÍ. No podía quitarse por completo pues la Biblia está demasiado clara al respecto y así, tuvo que ser disminuida en  importancia para que el calendario falso pudiese ser introducido. Todo esto fue hecho después que el Templo fuese destruido.

 

De acuerdo al The Lion Handbook of the Bible (Guía de la Biblia del León) (editores D y P Alexander, Lion Publishing, 1984)

 

"El Calendario judío Ortodoxo es de doce meses que comienzan con cada luna nueva (creciente visible)" (p. 112).

 

No se brinda ninguna prueba para esta declaración (creciente visible). La mayoría de los que judaizan, y aparentemente una cantidad grande de los estudiosos del siglo veinte, al contrario de pruebas que tenemos y su propia práctica y sentido común, observan la Luna Nueva como una creciente. Ese no fue nunca el caso. El Calendario Samaritano, que todavía está en vigencia, demuestra que esto es falso.

 

"El segundo término hebreo para el mes, chodesh, significa correctamente, 'lo nuevo' de la creciente de la luna." (Enciclopedia Británica, 15a edición, volumen 15, p. 465).

 

El término chodesh no tiene nada que ver con la creciente de la luna. La creciente de la luna es otro sistema de adoración dirigida al dios Sin (Zin) y el sistema Baal / Astoret y sacrificio humano (ref. los artículos El Becerro de Oro [222] y Los Orígenes de la Navidad e de las Pascuas Floridas [235]). Su base lingüística significa ser ocultada. La Británica continúa con esta declaración (sólo verdadera en forma parcial), que es contraria al concepto hebreo expresado en el simbolismo de las palabras.

 

"En el calendario religioso, el comienzo del mes fue determinado por la observación de la luna nueva creciente, y la fecha de la Pascua estuvo relacionada con la maduración de la cebada" (ibíd.).

 

" ... la primera creciente es así el renacimiento o el reemplazo de la antigua por una luna nueva (ibíd., p. 573)."

 

Aproximadamente en el 344 EC y seguramente con el calendario Hillel del 358, la observación visible de la Luna Nueva fue suplantada por cálculos astronómicos secretos. Las tablas modernas aseguran su posición en forma absoluta y exacta.

 

"El calendario (judío) es así esquemático e independiente de la verdadera Luna Nueva. (Encic. Británica., op. cit., p. 466)".

 

La verdadera razón es que los judíos tuvieron que introducir la observación hasta cuando ellos pudieran conseguir un nuevo sistema de cálculo (vea los artículos El Calendario de Dios [156] y La Luna y el Año Nuevo [213]).

 

La Posición de la Biblia

 

La Fiesta de la Luna Nueva es una de las fiestas del Señor. Se nombra en Números 10:10.

 

Números 10:10 En vuestros días de alegría, como en vuestras solemnidades y principios de mes, tocaréis las trompetas sobre vuestros holocaustos y sobre los sacrificios de paz, y os servirán de memorial delante de vuestro Dios. Yo, Jehová, vuestro Dios. (RV)

 

Los sacrificios fueron completados con Cristo. Las fiestas o los Sábados en sí no fueron eliminados.

 

Los ofrecimientos que se requerían fueron cambiados en su necesidad a ofrecimientos espirituales cada día de la secuencia de Días Santos, desde los Sábados hasta las Lunas Nuevas y las fiestas. Los sacrificios conforme a la Ley fueron proporcionados de una imposición especial asignada bajo la responsabilidad de las autoridades nacionales. La imposición del Príncipe es examinada en el artículo Diezmando [161].

 

Ezequiel 45:14-17 14 La ordenanza para el aceite será esta: ofreceréis un bato de aceite, que es la décima parte de un coro; diez batos harán un homer (porque diez batos son un homer). 15 Y una cordera del rebaño por cada doscientas, de las engordadas de Israel, para sacrificio, para holocausto y para ofrendas de paz, para hacer expiación por ellos, dice Jehová, el Señor. 16 Todo el pueblo de la tierra estará obligado a dar esta ofrenda para el gobernante de Israel. 17 Pero al gobernante corresponderá proveer para el holocausto, el sacrificio y la libación en las fiestas solemnes, en las lunas nuevas, en los sábados y en todas las fiestas de la casa de Israel; él dispondrá la expiación, la ofrenda, el holocausto y las ofrendas de paz, para hacer expiación por la casa de Israel. (RV)

 

Este ofrecimiento era un diezmo de un diezmo del aceite, y la mitad de un diezmo de un diezmo para los ofrecimientos de carne. Eran recaudados por el príncipe para los sacrificios de los Sábados, Lunas Nuevas, Días Santos y ofrecimientos. Por lo tanto, es incorrecto afirmar que el diezmo fue eliminado con los sacrificios, porque ellos obviamente fueron proporcionados de forma separada. Este texto también concierne a los primeros frutos de Ezequiel 44:29-30 y las órdenes se dieron para la restauración de Israel en sus tierras. El Mesías establecerá así el sistema que se supone que él ha suprimido con su crucifixión y la Escritura no puede ser quebrantada. Esto sucederá para la curación mental de las naciones, sin embargo, este tema será examinado en forma separada.

 

La Fiesta de la Luna Nueva fue tratada como un Shabbatown o Sábado Santo. Se ofrecieron sacrificios, como vimos anteriormente, en forma de conmemoración.

 

Números 28:11-15 11 Al comienzo de vuestros meses ofreceréis en holocausto a Jehová dos becerros de la vacada, un carnero y siete corderos de un año, sin defecto; 12 tres décimas de flor de harina amasada con aceite, como oblación por cada becerro; dos décimas de flor de harina amasada con aceite, como oblación por el carnero, 13 y una décima de flor de harina amasada con aceite, como oblación que se ofrecerá por cada cordero. Es un holocausto de olor grato, ofrenda que se quema a Jehová. 14 Sus libaciones de vino: medio hin por cada becerro, la tercera parte de un hin por cada carnero y la cuarta parte de un hin por cada cordero. Este es el holocausto de cada mes para todos los meses del año. 15 También un macho cabrío en expiación se ofrecerá a Jehová, además del holocausto continuo con su libación. (RV)

 

Vemos de este texto que las Lunas Nuevas debían ser celebradas cada mes a lo largo de los meses del año. Las mismas exigencias se aplican a las Lunas Nuevas, como lo hacen en las otras fiestas y Sábados.

 

1Crónicas 23:31 También tenían que ofrecer todos los holocaustos a Jehová los sábados, lunas nuevas y fiestas solemnes, continuamente delante de Jehová, según su número y de acuerdo con su rito. (RV)

 

Vemos que las Lunas Nuevas son, de hecho, intermediarias entre los Sábados y las Fiestas. Como para las Fiestas y los Sábados, el nexo entre los sacrificios y las Lunas Nuevas se cumplió en el Mesías; sin embargo, la observancia de las lunas en sí, no fue eliminada.

 

Esta observancia no debe ser interpretada como adoración a la luna, la cual está expresamente prohibida.

 

Deuteronomio 4:19 No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol, la luna, las estrellas y todo el ejército del cielo, te dejes seducir, te inclines ante ellos y los sirvas, porque Jehová, tu Dios, los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos. (RV)

 

Deuteronomio 17:3 que haya ido a servir a dioses ajenos y se haya inclinado ante ellos, ya sea ante el sol, la luna o todo el ejército del cielo, lo cual yo he prohibido, (RV)

 

La observancia de los Sábados y Lunas Nuevas, conjuntamente con las fiestas establecidas, se da para marcar el Plan de Dios y el flujo de los ciclos de la creación. El calendario solar no cumple esta función.

 

A partir de la restauración de la Pascua de Ezequías, después de la Fiesta de los Panes sin Levadura, Ezequías restauró las Lunas Nuevas, así como las fiestas. No habrá restauración completa hasta que las Lunas Nuevas no sean restauradas correctamente a su legítimo lugar en el sistema (ver Prove All Things (Provea Todas las Cosas), Church of God, En Verdad, Volumen 2, Número 1, p. 6).

 

2Crónicas 31:3 El rey contribuyó de su propia hacienda para los holocaustos de la mañana y de la tarde, y para los holocaustos de los sábados, nuevas lunas y fiestas solemnes, como está escrito en la ley de Jehová. (RV)

 

Esdras 3:5 también nota que las Lunas Nuevas fueron restauradas bajo Esdras. Así, ambas restauraciones importantes involucraron la restauración de las Lunas Nuevas.

 

Esdras 3:5 además de esto, el holocausto continuo, las nuevas lunas, todas las fiestas solemnes de Jehová, todo sacrificio espontáneo y toda ofrenda voluntaria a Jehová. (RV)

 

La Luna Nueva es el principio o el primer día del mes (Números 10:10; 28:11). Ningún sistema que se basa en la reubicación del principio del mes,  es válido. El calendario Hillel no es válido debido a este hecho.

 

El calendario lunar es la señal de la Gente Santa. En su nota sobre Éxodo 12:2, la Mekilta afirma que "las naciones" calculan por el sol, pero Israel por la luna.

 

Las fiestas de PASCUA y de las TIENDAS no se establecieron simplemente por el cálculo lunar general, sino sobre la base de la aparición de la luna nueva del mes en el cual ocurrió, PENTECOSTÉS dependiendo de la Pascua en este respecto... Aunque esto sea imposible de documentar por completo, parece probable que el Sábado era también al principio parte de este ciclo natural del tiempo, relacionado con las fases de la luna, y que, después de su separación, la Fiesta de la Luna Nueva siguió como una observancia separada (Diccionario de la Biblia del Intérprete, volumen 3, artículo sobre la Luna Nueva, p. 544).

 

La conjetura en cuanto al Sábado y la Luna Nueva está quizás basada sobre el sistema de observación que vemos en el artículo Las Obras de la Ley o MMT [104], que Strugnell y Qimron han traducido de los RMM (ver Bib. Arch. Review, nov.-diciembre 1994). Todos los ritos judíos históricos para el anuncio de la Luna Nueva del Sábado precedente contienen una oración de contenido escatológico. La razón fundamental para la observancia fue la creación de la luna por Dios como "una señal" de la alianza inquebrantable con Israel, los "tiempos" de cuyos cultos decretó (Salmo 104:19; Ecclus. 43:6-8) (Dicc. Int., Ibíd., ver también Ber. R. 13d). El calendario es así una parte inseparable del pacto con Israel.

 

La Luna Nueva fue percibida significativa para la dación de visiones y profecía, quizás de 2Reyes 4:23, pero con certeza de Ezequiel 26:1; 29:17; 31:1; 32:1; ref. Isaías 47:13; Hageo 1:1). Esto refutó directamente a los astrólogos y astrónomos del sistema babilónico, como lo vemos en Isaías 47:13.

 

Isaías 47:13 Te has fatigado en tus muchos consejos. Comparezcan ahora y te defiendan los contempladores de los cielos, los que observan las estrellas, los que cuentan los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti. (RV)

 

Los pronósticos mensuales se hicieron basados en las fases de la luna,  pervirtiendo de esta manera el sistema.

 

Los Sábados y las Lunas Nuevas ambos implicaban descanso del trabajo, como vemos en Amós 8:5. Eran días de alegría. El regocijo que debía ser parte de los Días Santos fue retirado, según Oseas 2:11.

 

Oseas 2:11 Haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas, sus sábados y todas sus solemnidades. (RV)

 

Esto era debido a la infidelidad e idolatría. Dios destruye a Su gente porque no guardan Sus Leyes. El resultado final es que Él destruye la riqueza de la nación.

 

Oseas 2:12 Haré talar sus vides y sus higueras, de las cuales dijo: Éste es el salario que me dieron mis amantes. Las convertiré en un matorral y se las comerán las bestias del campo. (RV)

 

El ayuno y el luto fueron suspendidos durante las Lunas Nuevas. Sabemos que esto ocurrió en todas partes de Israel hasta la llegada del Mesías por los Libros apócrifos de la Biblia (Jth. 8:6). Las ceremonias se proclamaban con trompetas (Números 10:10; Salmo 81:3).

 

Salmo 81:3  Tocad la trompeta en la nueva luna, en el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne, (RV)

 

La Luna Nueva de los meses importantes es guardada de manera especial, según los textos.

 

1Samuel 20:6 Si tu padre hace mención de mí, dirás: "Me rogó mucho que lo dejara ir corriendo a Belén, su ciudad, porque todos los de su familia celebran allá el sacrificio anual". (RV)

 

La Luna Nueva de Nisan era importante y también la Luna Nueva de Tishri era en sí la Fiesta de Trompetas (ver también el artículo Trompetas [136]).

 

Ezequiel 45:18-20 18 Así ha dicho Jehová, el Señor: El mes primero, el día primero del mes, tomarás de la vacada un becerro sin defecto y purificarás el santuario. 19 El sacerdote tomará de la sangre de la expiación y pondrá sobre los postes de la casa, sobre los cuatro ángulos del descanso del altar y sobre los postes de las puertas del atrio interior. 20 Así harás el séptimo día del mes para los que pecaron por error y por engaño, y harás expiación por la casa. (RV)

 

La purificación del santuario comenzó en la Luna Nueva del Primer Mes (Nisan), el principio del año sagrado (vea Santificación del Templo de Dios [241])http://www.logon.org/english/s/p241.html. Esto purificó el atrio interior. Debía representar a los elegidos, como la rueda interior de la visión de Ezequiel. La purificación de los simples y erróneos fue efectuada a partir del séptimo día del Primer Mes o Nisan. El clero se había preparado y también a la nación.

 

La Luna Nueva del Séptimo Mes también era importante.

 

Levítico 23:24 Habla a los hijos de Israel y diles: El primer día del séptimo mes tendréis día de descanso, una conmemoración al son de trompetas y una santa convocación. (RV)

 

Nehemías 8:2 El primer día del mes séptimo, el sacerdote Esdras trajo la Ley delante de la congregación, así de hombres como de mujeres y de todos los que podían entender. (RV)

 

Así la Luna Nueva del Séptimo Mes comienza la restauración por medio de la lectura de la ley que ocurre cada siete años del ciclo de Jubileo en cada día de Tabernáculos (ref. también La Lectura de la Ley con Esdras y Nehemías [250]).

 

Deuteronomio 31:10-12 10 Y Moisés les dio esta orden: Cada siete años, al llegar el año de la remisión, en la fiesta de los Tabernáculos, 11 cuando vaya todo Israel a presentarse delante de Jehová, tu Dios, en el lugar que él escoja, leerás esta Ley ante todo Israel, a oídos de todos ellos. 12 Harás congregar al pueblo, hombres, mujeres y niños, y los extranjeros que estén en tus ciudades, para que oigan y aprendan a temer a Jehová, vuestro Dios, y cuiden de cumplir todas las palabras de esta Ley. (RV)

 

Nehemías 8:18 Leyó Esdras el libro de la ley de Dios cada día, desde el primer día hasta el último; hicieron la fiesta solemne por siete días, y el octavo día fue de solemne asamblea, según el rito. (RV)

 

El simbolismo aquí es que el séptimo año o el año de Sábado representa el ciclo milenario de mil años, que comienza con la vuelta del Mesías, que publica la Ley desde Jerusalén. La Ley entonces se extiende en todo el mundo desde la subyugación de las naciones. La lectura sobre la Fiesta de Trompetas, en la restauración de Nehemías, apuntaba hacia la restauración del Mesías a partir de Trompetas (ver también el artículo Las Grandes Líneas de la Cronología de la Era [272]).

 

Del desierto de la dispersión, Dios tratará entonces con Israel y lo restaurará. Los elegidos de Cristo son parte de Israel y son tratados como la nación.

 

Oseas 2:14-23 14 Por eso voy a seducirla; la llevaré al desierto y hablaré a su corazón. 15 Le daré sus viñas desde allí, y haré del valle de Acor una puerta de esperanza. Y allí cantará, como en los días de su juventud, como en el día de su subida de la tierra de Egipto. 16 En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali. 17 Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres. 18 En aquel tiempo haré en favor de ellos un pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y las serpientes de la tierra. Quitaré de la tierra el arco, la espada y la guerra, y te haré dormir segura. 19 Te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia. 20 Te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová. 21 En aquel tiempo yo responderé, dice Jehová; responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra, 22 y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos responderán a Jezreel. 23 La sembraré para mí en la tierra; tendré misericordia de Lo-ruhama  y diré a Lo-ammi: ¡Tú eres mi pueblo!, y él dirá: ¡Dios mío! (RV)

 

La siembra de la nación aquí es como la viña del Señor, que es la casa entera de Israel (Isa. 5:7). La misericordia de Dios es la restauración bajo el Mesías, tanto por el Espíritu Santo como el Milenio.

 

Las Lunas Nuevas fueron guardadas en la iglesia Cristiana tanto bajo los apóstoles como en la dispersión. El método de guardarlas no es un tema para juicio.

 

Colosenses 2:16-17 16 Por tanto, nadie os critique en asuntos de comida o de bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o sábados. 17 Todo esto es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo. (RV)

 

La Iglesia las guardó en la dispersión y todavía se guardaban en Europa en el siglo diecisiete (ver Distribución General de las Iglesias Sabatistas [122]; y The Sabbatarians In Transylvania (Sabatarios en Transilvania) por Samuel Kohn (1894), (traducción inglesa publicada por CCG Publishing, 1998). Las Lunas Nuevas se determinaron por la observación real hasta el calendario Hillel del 358 EC. Después de la destrucción del Templo, era una función del Consejo Supremo Rabínico el designar la fecha. La lectura especial de la Torá para ese día es Números 28:1-15 con el Salmo 104 que también se lee. El Hallel también se canta para denotar las festividades. Desde el siglo dieciséis, el día precediendo la Luna Nueva ha sido un día de ayuno para los judíos, llamado pequeño yom kippur (Interp. Dict. Ibíd.). No cabe duda que las Lunas Nuevas todavía deben guardarse, y que Judá sabe que ellos todavía deben guardarlas. Sin embargo, no hay ninguna sanción en la Biblia para el ayuno.

 

Los aplazamientos del calendario Hillel y este previo día de ayuno, asegura que Judá realmente ayuna en la Luna Nueva, lo que estuvo prohibido durante el período del Templo.

 

La restauración final será completada bajo el Mesías en su regreso, como lo vemos en Isaías 66:20-23. Todo Israel será restaurado y sacado de las naciones en este último Éxodo al retorno del Mesías.

 

Isaías 66:20-23 20 Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, como una ofrenda para Jehová, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa de Jehová. 21 Y tomaré también de ellos para sacerdotes y levitas, dice Jehová. 22 Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre.23 de mes en mes, y de sábado en sábado, vendrán todos a adorar delante de mí, dice Jehová. (RV)

 

Esta restauración de los Sábados y Lunas Nuevas será acompañada por la restauración de las Fiestas.

 

Zacarías 14:16-19  16 Todos los que sobrevivan de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos,  y para celebrar la fiesta de los Tabernáculos.17 Y acontecerá que si alguna familia de la tierra no sube a Jerusalén para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, no habrá lluvia para ellos. 18 Y si la familia de Egipto no sube ni viene, no habrá lluvia para ellos, sino que vendrá la plaga con que Jehová herirá a las naciones que no suban a celebrar la fiesta de los Tabernáculos. 19 Esta será la pena del pecado de Egipto y del pecado de todas las naciones que no suban para celebrar la fiesta de los Tabernáculos. (RV)

 

Así, no habrá ninguna restauración completa hasta que las Lunas Nuevas  sean restauradas junto con las fiestas. En efecto, será muy difícil en esta sociedad moderna. Por eso, este sistema mundial será derribado por el Mesías a su vuelta. Las naciones serán restauradas bajo la Ley que emanará de Jerusalén.

 

Las Lunas Nuevas son necesarias para el bienestar del hombre. Han sido reemplazadas en el así llamado calendario civil por los días paganos de sacrificio humano. En los EE.UU., el calendario civil tiene sus días feriados principales durante estos días paganos. Esto no debería  pasarse por alto.

 

Los Sábados y las Lunas Nuevas fueron tratados en la misma forma referente a los negocios. Los negocios o la compra y venta son y fueron prohibidos tanto durante la Luna Nueva como en el Sábado.

 

Amós 8:4-6 4 Oíd esto, los que explotáis a los menesterosos y arruináis a los pobres de la tierra, 5 diciendo: ¿Cuándo pasará el mes y venderemos el trigo; y la semana, y abriremos los graneros del pan? Entonces achicaremos la medida, subiremos el precio, falsearemos con engaño la balanza, 6 compraremos a los pobres por dinero y a los necesitados por un par de zapatos, y venderemos los desechos del trigo. (RV)

 

Esta restricción es un problema serio para el Israel moderno. Sin embargo, de hecho no hay ninguna excepción que permita separar al Sábado de las Lunas Nuevas, salvo con las fiestas por la distinción de los Diez Mandamientos, como Shabbatown. Sin embargo, todos deben ser guardados. No hay ni habrá restauración completa hasta que las Lunas Nuevas sean restauradas.

 

Amós continúa pronunciando sentencia sobre Israel por el fracaso en guardar correctamente los Sábados y las Lunas Nuevas.

 

Amos 8:8-12 8 ¿No se estremecerá la tierra por esto? ¿No llorarán todos sus habitantes?  Subirá toda ella como un río; crecerá y mermará como el río de Egipto. 9 Aquel día, dice Jehová, el Señor, haré que se ponga el sol a mediodía: cubriré de tinieblas la tierra en el día claro. 10 Cambiaré vuestras fiestas en lloro y todos vuestros cantares en lamentaciones; haré que toda cintura vista tela áspera y que se rape toda cabeza. Y volveré la tierra como en llanto por el hijo único, y su final será como día amargo. 11 Ciertamente vienen días, dice Jehová, el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová. 12 E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente andarán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán. (RV)

 

El castigo directo por no obedecer la palabra de Dios es que lo que tenemos se nos será quitado. El hambre por la palabra viene como castigo por la desobediencia. Profanar el Sábado y las Lunas Nuevas por tráfico y comercio con deshonestidad en quebrantamiento de la Ley es la causa principal. La Casa de Jacob fue dispersada por estas ofensas, pero fueron guardados y no se perdieron, como el maíz es tamizado por un tamiz.

 

Amós 9:8-15 8 Ciertamente, los ojos de Jehová, el Señor, están contra el reino pecador y yo lo borraré de la faz de la tierra: mas no destruiré del todo la casa de Jacob, dice Jehová. 9 Porque, yo mandaré que la casa de Israel sea zarandeada entre todas las naciones, como se zarandea el grano en una criba sin que caiga un granito en la tierra. 10 A espada morirán todos los pecadores de mi pueblo, que dicen: "No se acercará ni nos alcanzará el mal"... (RV)

 

Debería notarse que la gente de Israel que dice que el mal no los alcanzará, será destruida. Este período es al final, los últimos días nombrados como el Día del Señor. Esta actividad es inmediatamente antes de la restauración Mesiánica. Esta restauración sigue al holocausto de la guerra mundial, que anticipamos, como el holocausto termonuclear global de la III Guerra Mundial.

 

11 En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David: cerraré sus portillos, levantaré sus ruinas y lo edificaré como en el tiempo pasado, 12 para que aquellos sobre los cuales es invocado mi nombre posean el resto de Edom y todas las naciones, dice Jehová, que hace esto. 13 Ciertamente vienen días, dice Jehová, cuando el que ara alcanzará al segador, y el que pisa las uvas al que lleve la simiente; los montes destilarán mosto y todos los collados se derretirán. 14 Traeré del cautiverio a mi pueblo Israel: ellos edificarán las ciudades asoladas y las habitarán; plantarán viñas y beberán de su vino, y harán huertos y comerán de su fruto. 15 Pues los plantaré sobre su tierra y nunca más serán arrancados de la tierra que yo les di, ha dicho Jehová, tu Dios. (RV)

 

Este horror puede ser evitado, si se implementa el Plan de Dios con arrepentimiento. Las Lunas Nuevas simbolizan ese sistema pues, conjuntamente con el Sábado y las fiestas, ilustran el plan de Dios.

 

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