Iglesias Cristianas de Dios

 

[014]

 

 

 

 

 

 

Salmo 8 [014]

 

(Edición 1.0 20000907-20000907)

 

 

El Salmo 8 es un texto importante en la estructura profética y es usado con relación al Mesías; también, es fundamental para entender la Naturaleza de Dios, el Ejército Celestial y su relación con el Mesías y la Humanidad en general.

 

 

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Salmo 8 [014]

 


En Juan 5:18, vemos un texto interesante.

 

Juan 5:18 Por esto los judíos aun más intentaban matarlo, porque no solo quebrantaba el sábado, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios. (RV)

 

Los comentarios hechos a Cristo por las autoridades judías de sus días, muestran que ellos entendieron que el Elohim mencionado en el Antiguo Testamento quién dio la Ley a Moisés, fue el Gran Ángel, que era también uno de los hijos de Dios.


Ellos entendieron el texto en el Salmo 45:6-7: "Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros" como refiriéndose al Mesías, que iba a ser el Hijo de Dios. Esto es corroborado luego por el texto en Hebreos, también en Hebreos 1:8-9, que identifica al elohim subordinado como Cristo.


En Proverbios 30:4-5 se pregunta cuál es el nombre de Dios y cuál es el nombre de Su hijo, y luego proporciona el nombre del único Dios Verdadero en singular, en el versículo 5; a decir, Eloah.

 

En caldeo era Elahh. El plural era Elohim y Elahhin en caldeo. Esta versión oriental del idioma, que se convirtió en arameo oriental y luego árabe, es el motivo por el cual el Islam dice que el nombre de Dios es Allah´; con doble h que suena h´aspirante.

 

Donde en griego se usa la palabra 'aggelos, que se traduce como ángel (angel en inglés), se usa para los hijos de Dios, o los elohim, en hebreo. También es usada en la versión griega del Septuagésimo (LXX) e igualmente en el Nuevo Testamento.

 

Este aspecto se corrobora muy bien por el Salmo 8 y por su uso en el texto de Hebreos y en el LXX. 

 

Salmo 8:1-9 1 Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de David ¡OH SEÑOR, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra! ¡Has puesto tu gloria sobre los cielos! 2 De la boca de los niños y de los que aún maman, fundaste la fortaleza a causa de tus enemigos, para hacer callar al enemigo y al vengativo. Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste; ¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre para que lo visites?  Lo has hecho poco menor que los ángeles y lo coronaste de gloria y de honra. Lo hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todas las cosas  las pusiste debajo de sus pies: ovejas y bueyes, todo ello, y asimismo las bestias del campo, 8 las aves del cielo y los peces del mar; y ¡todo cuanto pasa por los senderos del mar!  ¡OH SEÑOR, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra!  (RV)

 

El Salmo 8:2ª es citado en Mateo 21:16. El término niños es probablemente una referencia a su propia juventud y tal vez también a 1Samuel 17:14,33,42,55,56. El texto traducido enemigos es adversarios y la palabra castigador aquí es vengador. 

 

El Salmo 8:4-6 es citado también en Hebreos 2:6-8 como “¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él, y el hijo del hombre para que lo visites?   Porque lo hiciste [por] un poco [tiempo] menor que los ángeles (dioses o elohim), y lo coronaste de gloria y de honor. Lo pusiste sobre las obras de tus manos; todo lo sometiste bajo sus pies.”

 

El texto aquí en el versículo 4 se refiere al hombre mortal ‘enosh’ y ‘adán’ en hebreo. 

 

Vemos en Hebreos 2:9 que fue por el sufrimiento de la muerte que él fue hecho menor de lo que ellos eran por poco tiempo. Bullinger anota la lectura “por poco tiempo” en sus notas al texto. Esto está de acuerdo con Filipenses 2:5-8. 

 

Filipenses 2:5-9  5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús: Él, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo y se hizo semejante a los hombres. Mas aún, hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz....

 

Así que, él no trató de alcanzar igualdad con Dios o rebelarse, si no que se hizo humano y se humilló a sí mismo hasta la muerte. Él se convirtió en un hijo de Dios en poder por su resurrección de entre los muertos (Rom. 1:4), como vemos en (Fil. 2:9):

 

9 Por eso Dios también lo exaltó sobre todas las cosas y le dio un nombre que es sobre todo nombre, (RSV)

 

Ahora, esta palabra traducida como angeles en el Salmo 8 y Hebreos, es, como vemos en el hebreo elohim y significa dioses. Fue traducida como ‘aggelos (por mensajeros) en el Septuagésimo, y también de ahí en el texto griego de Hebreos, y retuvo ese significado en la Vulgata, en sirio y en árabe. Fue traducido como ángeles (angels en inglés). La razón por la que fue retenida en este sentido es que les pareció a los traductores originales hebreos ponerlo como mensajeros, porque trataba con la pluralidad de los hijos de Dios como elohim, en vez que con Eloah. Los Trinitarios han seguido con esto para tenerlo como “ángeles” y omiten el significado de “por poco tiempo”, y también en ese sentido en el sirio posterior y en el árabe. La razón parece ser que ninguno de ellos quería admitir que los elohim eran una orden extendida de seres.

 

Sin embargo, el texto definitivamente es elohim en el hebreo original, y Bullinger hace una nota sobre eso en la anotación al versículo en la Companion Bible. Los sacerdotes sabían que el hijo del hombre era un elohim que se hizo Hijo de Dios como el monogenes theos, o el único nacido Dios de Juan 1:18 (ref. Greek English Interlinear RSV de Marshall).  Las notas en la Companion Bible en los textos examinan estos aspectos.

Estos se referían a él, haciéndolo igual a los elohim, y como esto no era hablado en griego, pero sí en arameo, tenemos el texto como elohi, entonces dado como ángeles.

 

Los hijos de Dios fueron todos elohim, como los textos del Antiguo Testamento lo muestran por su uso. Estos elohim se entendieron fueron ‘aggelos o mensajeros, y se tradujo a ángeles en español y en otros textos.  Sin embargo, los sacerdotes del Templo no habían sido impedidos por las tradiciones de los paganos romanos disfrazados como Cristianos por unos cuantos siglos, y entonces ellos entendieron las implicaciones perfectamente.

 

El término hijo de hombre (sin artículo) usado en el texto del Salmo 8, se usa por tres veces antes de este texto en Números 23:19; Job 25:6; y 35:8.  Es mencionado 111 veces en su forma en singular en el Antiguo Testamento y 39 veces en plural. Las otras veces en los Salmos (Salmos 49:2; 144:3) son palabras diferentes. Aquí en 8:4, el título se relaciona al dominio en la tierra, y es usado en ese sentido en el texto en Hebreos con relación al Mesías.

 

El texto en 8:6 se refiere al dominio dado al primer hombre Adán, el cual fue perdido en la caída. El dominio y la restauración es el objetivo de la salvación de la cual debemos estar alertas y en guardia. Los números en los versículos 7 y 8 son seis cosas, el cual es el número del hombre.

 

Hebreos 2:1-18 1  Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. 2 Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme y toda trasgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, 4 testificando Dios juntamente con ellos, con señales, prodigios, diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad. Dios no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando. Al contrario, alguien testificó en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano para que lo visites? Lo hiciste un poco menor que los ángeles, lo coronaste de gloria y de honor y lo pusiste sobre las obras de tus manos.8 Todo lo sujetaste bajo sus pies”. En cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no le sea sujeto, aunque todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas.  Pero vemos a Jesús que fue hecho un poco menor que los ángeles, coronado de gloria y de honra a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios experimentara la muerte por todos....

 

Entonces se hizo humano y murió para reconciliar todos con Dios.

 

10 Porque convenía a aquel por cuya causa existen todas las cosas y por quien todas las cosas subsisten que, habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionara por medio de las aflicciones al autor de la salvación de ellos, 11 porque el que santifica y los que son santificados, de un solo origen son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos, 12 diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, en medio de la congregación te alabaré. 13 Y otra vez dice: Yo confiaré en él. Y de nuevo: Aquí estoy yo con los hijos que Dios me dio....

 

Él proclama nuestros nombres en la congregación de los elohim, y no se avergüenza de llamarnos hermanos.

 

14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, 15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. 16 Ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. 17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. 18 Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados (RV)

 

La razón por la cual Dios no está preocupado con los elohim llamados aquí ángeles, si no con los descendientes de Abraham, es porque Él ha escogido hacer de nosotros un sacerdocio, y se preocupa para que así lo logremos a través de Cristo.

 

Aquí vemos que el texto de Hebreos habla sobre la ley entregada por los ángeles. Este ser que entregó la ley a Moisés fue Cristo, y la Iglesia inicial entendía que ese era Cristo.

 

Así, el paso adelante era preocuparse por una salvación mayor que fuera posible bajo la Ley sin el Espíritu Santo.

 

Por lo tanto, Cristo entonces vino para anunciar esta gran salvación. Los apóstoles que eran testigos presénciales lo certificaron así. Fue también comprobado por el poder de Dios a través del Espíritu Santo por medio de señales y maravillas de las cuales sacamos el término milagros.

 

En este texto, vemos ahora ese hecho, que el sometimiento del mundo por venir no fue dado a los elohim como ángeles. Estuvo sujeto a Cristo como Hijo de Hombre, y a la humanidad, para que podamos demostrar nuestra capacidad para ingresar a la salvación bajo Cristo.

 

Nadie puede llegar al Padre excepto a través de Cristo.

 

Cristo tuvo que hacerse humano, y demostrar su obediencia y mérito para guiarnos a través de su muerte. Para que nosotros heredemos como coherederos junto con él, tuvo que haber una muerte de quien era capaz de conferir aquel beneficio, o estado, dado a él por el creador como autoridad superior.

 

Juzgaremos a los ángeles (1Cor. 6:3). Los demonios tienen que ser juzgados por nosotros al final de la era. También ellos se reconciliarán a través de Cristo entonces.

 

Eso es lo que ellos deseaban evitar por las purgas, para reconciliar a los Demonios dentro de cada hombre a través de los cultos de los misterios, y en particular los sistemas Órficos. Era a fin de que pudieran regresar a los cielos sin pasar por el juicio.

 

También es en este sentido que él, el que santifica, y ellos, los que son santificados, son de un origen. Así él tuvo que hacerse hombre de los elohim y morir, para permitir la santificación tanto del hombre como del elohim, u hombre y ángel, para ser reconciliado con Eloah, quién debe llegar a ser la fuente de todos y todo en todos (Efesios 4:6). 

 

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