Iglesias Cristianas de Dios

 

[013]

 

 

La Señal de Jonás y la Historia de la Reconstrucción

del Templo

(Edición 3.0 19940402-19980822-20071211-20080106)

 

Uno de los conceptos que más se malinterpreta es el de la Señal de Jonás. Esta sería la única señal dada del ministerio del Mesías. La Señal se relaciona con la reconstrucción del Templo y con las setenta semanas de los años. La Señal se extiende y tiene importancia hasta nuestros días. La profecía todavía está en plena marcha y terminará en un futuro cercano. Entender el momento correcto de la reconstrucción del templo es vital. Este artículo relaciona entre sí los evangelios y la misión de Cristo con los libros de Jonás, Daniel, Esdras, Nehemías, Hageo y otros.

 

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La Señal de Jonás y la Historia de la Reconstrucción del Templo

 


La Reconstrucción del Templo

Existen tres versiones relacionadas a la reconstrucción del Templo: la primera es la Biblia, la segunda, los Libros Apócrifos en 1 Esdras y la tercera escrita por Josefo en The Antiquities of the Jews (Las Antigüedades Judías) en el Libro XI, Capítulos I al IV.

 

Todos están de acuerdo en que Ciro dio los utensilios del Templo al Príncipe Sesbasar (Esdras 1:8) o Gobernador de Judea (Esdras 5:15 o 1 Esdras) para guardarlos en un lugar seguro hasta que se efectúe la construcción del Templo, y luego los exilados los llevaron de regreso al volver. (Exceptuando a Josefo, The Antiquities of the Jews, Li. XI, Ca. III, ver la anotación en el Reino de los Magos) Zorobabel está registrado como Gobernador posteriormente, durante el reino de Darío (al momento de poner las fundaciones) y la leyenda Apócrifa de los tres guardias también se puede encontrar en Josefo, que está puesto en este reinado (Zorobabel pudo haber regresado con otros en el tiempo de Darío I pero sería una especulación).

 

El altar del Señor fue construido en el séptimo mes del primer año de su regreso. La mayoría de los desterrados regresaron a sus ciudades de origen y no a Jerusalén (si es que no todos los exilados eran de acuerdo con la profecía) (Esdras 3:1-3). Las fundaciones del Templo no se habían puesto todavía (v.6). El trabajo comenzó en el segundo año con la echada de las fundaciones (v.10). A partir de este momento en adelante, los judíos fueron frustrados en sus intentos por otros habitantes del área, los Samaritanos de los últimos días, que no eran israelitas si no procedentes de Cuta y los medos, que se reestablecieron en Israel luego de que las diez tribus fueron retiradas del lugar como medida deliberada tomada por Esar-hadón, Rey de Asiría. Josefo dice que fueron transplantados de Cuta y Media por Salmanasar, Rey de Asiría. La política del restablecimiento deliberado fue una característica de todos los Imperios alrededor del Tigris-Éufrates y afectaron a países tan lejanos como Etiopía y Libia, que fueron retirados tan lejos como hasta la cuenca del río Indo. Israel fue reubicado al norte del Araxes. Un resto del pueblo de Israel en años posteriores se fue a vivir a casuchas a lo largo del Éufrates y se encuentran en medio de Judá, originando la afirmación de que Israel está esparcida por toda Judá. Esta mentira ha sido apoyada por algunos de los rabinos más eminentes del occidente.

 

Los Cutos y Medos o Samaritanos de los últimos días adoptaron la religión judía y, en años posteriores, fundaron una ciudad, Siquem, en el Monte Gerizim, el cual fue poblado por judíos apostatas, por ejemplo, aquellos que temían ser juzgados por haber quebrado la ley con relación al Sábado y las carnes, etc., (Josefo, The Antiquities of the Jews, Lu. XI, Ca. VII: 2 & VIII: 6-7 & Esdras 4:2).

 

La siguiente tabla describe la secuencia de acontecimientos según la Biblia, usando fechas aceptadas actualmente, aunque las de Josefo pueden diferir considerablemente. 

 

Hubo un templo construido a mediados del siglo V a.C. por los samaritanos. Se ha encontrado que los cimientos se parecen a los cimientos en Jerusalén, que fueron colocados en el retorno, pero no fue terminado sino hasta el reinado de Darío II, un siglo más tarde, y después de la estructura en Gerizim.


Josefo se ha equivocado en sus fechas de las obras en el monte Gerizim. El Dr. Yitzhak Magen ha excavado el Templo original y lo ha fechado a mediados del siglo V a.C. 13.000 monedas persas fueron encontradas en el área del diezmo. Habían 68 monedas diferentes, la más antigua data del 480 a.C. La cerámica era del siglo V hasta el siglo IV. Los huesos de los sacrificios están fechados en el siglo V. En la conferencia de arqueología en Copenhague en 2006, se anunció que Josefo se equivocó con su datación (ref. Y. Magen, Excavaciones del Mt. Gerizim, vol. I, Publicaciones Judea y Samaria, JSP II, Israel Antiquities Authority 2004 ISBN 965-406 -160-0 ISBN 13: 978-965-406-160-5). Los datos indican un templo y sacerdocio activo en Gerizim a mediados del siglo V (dicen que hasta 343 años) antes de la destrucción de Hircanus, de 113 a.C. Por esto es que la construcción en Jerusalén, es opuesta con tanta vehemencia por estas personas, como dice la Biblia.

 

 

FECHA

ACONTECIMIENTO

539 AEC

Conquista de Babilonia por Ciro y Darío, el meda, hijo de Astiages (llamado Jerjes por Daniel), tío de Ciro y primer regente, gobernando desde Babilonia y Meda, a donde fue que llevo a Daniel. (Josefo, Antiq. of the Jews, Li. X, Ca. XI:4).

538/7 AEC

Edicto de Ciro. El regreso de los exilados (fecha incierta). Ellos regresaron a los pueblos de Israel, pero no a Jerusalén.

?

Sesbasar pone las fundaciones del Templo (Esdras 5:16). Las fundaciones pueden haber sido puestas nuevamente por Zorobabel cuando empezó la construcción luego de haber construido el altar (Esdras 3:2). Es probable que Sesbasar es el Senazar del 1Crónicas 3:17-19, hijo de Salatiel y hermano de Pedaías, padre de Zorobabel. Es probable que Zorobabel sucediera a Sesbasar como Gobernador mientras estaba joven aún. Mateo 1:12 registra a Zorobabel como hijo de Salatiel, indicando que Pedaías podría haber muerto joven y que Senazar o Sesbasar sucedió a Salatiel como Príncipe Regente de Judá y fue en su turno sucedido por Zorobabel, ya sea cuando tuvo la edad suficiente o a la muerte de su tío.

530-522 AEC

Reino de Cambises. Reinó por un año junto con Ciro, su padre. Josefo hace referencia a una carta de reclamos escrita a este rey, pero no se encuentra ningún registro de esto en la Biblia. Se ha intentado relacionarlo con la carta a Asuero, pero este es la versión persa de Jerjes y se encuentra también en la Moffatt, la NIV y otras. Herodoto escribe que este Rey estaba loco.

525 AEC

Se completa el acertijo de la profecía de los brazos rotos del Faraón en su primera etapa cuando Cambises ocupa Egipto (Ezequiel Ca. 29-30 y sig.), es decir ochenta años a partir del 605 AEC.

522 AEC

Reino de los Magos (según registro de Josefo). Los Magos fueron muertos después de un reinado de un año y Darío, hijo de Histaspes, fue elegido rey por las siete familias principales de Persia. Zorobabel regresó de Judea por las vasijas de Dios que estaban todavía en Babilonia (posiblemente sea una contradicción). Smerdis, el Mago, fue sustituido por Smerdis, hijo de Ciro, asesinado por órdenes de Cambises.

 

Reinó por siete meses hasta que él y su hermano, Patizeites, (el autor de la sustitución) fueron descubiertos y decapitados la noche de la muerte de los Magos (la Magofonia). Él no fue rey en el completo sentido de la palabra y solo emitió un decreto otorgando una remisión de impuestos por tres años. Fue confinado dentro del palacio por temor de ser descubierto, lo que pasó, no obstante ya que Ciro haya cortado las orejas de Smerdis el Mago por un crimen grave. Este pseudo Smerdis algunas veces es usado como uno de los supuestos tres reyes mencionados en Daniel 11:2-4. Los cuatro reyes mencionados bien podrían ser Cambises, Darío, Jerjes y Ciro Artajerjes. Los otros reyes no estaban tan envueltos en esto a pesar que Darío II interfirió en los asuntos griegos al hacer un pacto con Esparta (Thucydides, The Peloponnesian War (La Guerra Peloponesa), Lib. 8:5, 6, 36, 37,57-59). Herodoto escribe sobre los últimos tres en Histories (Historias), Lib. 6, p. 100;

 

Durante las tres generaciones comprendidas en el reinado de Darío, hijo de Histaspes, y de su hijo Jerjes y su nieto Artajerjes, Grecia sufrió más miseria que en las veinte generaciones anteriores al nacimiento de Darío, en parte por las guerras persas, y también por sus propias luchas internas por supremacía.

 

Después de Ciro Artajerjes, Persia fue tan hostil para Grecia que fue inevitable que sucediera una reacción griega de la forma que pasó con Alejandro.

521 AEC

Darío I (El Grande). Se construyó un poco en el Templo (Esdras 4:4-5).

516 AEC

La profecía de los setenta años termina (Jer. 25:8-14 y Dan. 9). Jerusalén no pudo ser habitada hasta esta fecha.

486 AEC

Jerjes I (Asuero), cuarto hijo de Darío I, primer nieto de Ciro. Se le escribió una carta, no se tiene registro de ninguna respuesta (Esdras 4:6).

465 AEC

Artajerjes I (nombre verdadero es Ciro, también llamado Macrocheir o Longimano). Bislam, Mitrídates y Tabeel (Esdras 4:7) le escribieron una carta. Ellos eran los líderes del grupo opuesto a la restauración judía durante el reinado de este rey. (Estos son diferentes líderes a los mencionados en Nehemías reforzando aún más el punto que dos reyes diferentes están involucrados). Artajerjes emitió un decreto ordenando que la construcción del Templo sea detenida (Esdras 4:7-24). La invasión ateniense de Egipto con la Liga de Delos habría propiciado las drásticas medidas de control que se adoptaron.

 

La revuelta se sometió en el 454 AEC en Egipto y en otras partes del Imperio. Obviamente no se deseaba una Jerusalén fortalecida. La guerra griega duró desde el incendio de Sardis en el año 501 AEC hasta el año diecisiete de  Artajerjes en el 448 AEC.

424 AEC

Jerjes II (sin registro en la Biblia). Asesinado en el 424 luego de 45 días por Sogdiano, su hermano ilegítimo, quien reinó por seis meses y medio. Él fue asesinado por otro hermano ilegítimo, Ochus, quien se cambió a Darío II a fines del 424 AEC / comienzos del 423 AEC.

423 AEC

Darío II. Emitió un decreto para empezar la construcción en el 422 AEC (Esdras 6:1 y 4:24) (es decir su segundo año). Empiezan las 70 semanas de los años. En Esdras 5 aparece que Hageo y Zacarías profetizan en el 423 AEC y 422 AEC. Las 70 semanas de los años comienzan del 423/22 AEC (o sea primer año del nuevo período de Jubileo). La construcción se completó en el sexto año de Darío, el Persa (Esdras 6:15) en el 3 de Adar, es decir marzo del 418 AEC. Darío muere a fines del período 405 hacia la primavera del 404. El templo en el monte. Gerizim también pudo haber iniciado en este momento, pero probablemente no antes de 465 (véase más arriba).

404 AEC

Artajerjes II (Mnemón) enfrenta la rebelión egipcia en su ascensión al poder en la Primavera o Nisan del 404 AEC.

402 AEC

Artajerjes pierde a Egipto.

401 AEC

Guerra civil en Persia. Los griegos derrotados en la Batalla de Cunaxa y se retiraron a las costas del Mar Negro.

398 AEC

Decreto de aprovisionamiento emitido para el regreso de Esdras en el séptimo año, probablemente premiando la lealtad judía.  (Esdras 7:1-26).

387 AEC

Artajerjes vence a los espartacos y detiene su intromisión. La paz de este rey hace que Persia reocupe Ionia.

385 AEC

Nehemías es nombrado Gobernador de Judea del 385-372 AEC cuando la ciudad y las murallas fueron reconstruidas (Neh. 5:14). Eliasib es Sumo Sacerdote (Neh. 3:1). Esta fue la segunda carta o decreto de Artajerjes. Fue para la reconstrucción de las entradas a las fortalezas del Templo y para las murallas de la ciudad (el Templo ya había sido construido - Neh. 6:10-11). La ciudad podría haber sido dañada por la guerra civil donde los babilonios y los judíos israelitas obviamente apoyaron al rey.

375/4 AEC

Aquí se completa la profecía en Daniel 9:25 del primer Ungido de las siete semanas de los años, es decir 49 años a partir del 423/2 AEC - 375/4 AEC.

374/3 AEC

Empieza el año del Jubileo el 374 AEC en el año 32 de Artajerjes II. No está claro si la restauración de las tierras hechas por Nehemías fue una restauración de Jubileo. Parece que este fue el caso y que, por lo tanto, fue el último Jubileo conocido que se guardó.

374/3

AEC

Año 32 de Artajerjes. Nehemías regresa a Jerusalén procedente de Babilonia y encuentra el Templo en desorden bajo Eliasib y Tobias (Neh. 13:6). Nehemías restaura el Templo y aprovisiona los Levitas y cantantes que regresen al Templo (Neh. 13:10-11). Reestablece el diezmo y limpia los Sábados (Neh. 13:12-19).

321 AEC

Esdras muere el mismo año que Alejandro Magno (Seder Olam Rabbah 30)

62/63 EC

Término de las 62 semanas de los años y la eliminación real del diezmo y la reducción del sacerdocio alto a la criminalidad con la ejecución de Santiago, Obispo de Jerusalén en el 62 EC.

70 EC

Fin de las 70 semanas de los años y la destrucción del Templo.

73 EC

Caída de Judea y de Masada.

 

Josefo pone que Zorobabel regresa inmediatamente después del decreto de Ciro. La carta a Asuero es la carta a Cambises y la construcción se completa en el reinado de Darío I con el regreso de Esdras y Nehemías en ese reinado, y también con los profetas Hageo y Zacarías profetizando en el segundo año de ese reinado. La construcción de acuerdo a Josefo sería terminada en el 516 AEC. El período 519-516 AEC fue la fecha más temprana que se permitió para la profecía de los setenta años hecha por Jeremías y repetida por Daniel, donde se da el tiempo en el cual Jerusalén sería desolada. La secuencia de tiempo es demasiado conveniente y, habiéndose desarrollado los hechos lo más pronto que la profecía lo podía permitir, no habría habido necesidad para las misiones de Hageo y, en menor proporción, la de Zacarías para ordenarles que continúen con el trabajo (Hageo 1:2-15). Esdras 4:23 y 5:1-2 dicen que Hageo y Zacarías fueron designados luego del decreto de Artajerjes que obligó el cese de la construcción (véase también 1Esdras 7:5).

 

Josefo también identifica la emisión de un decreto de aprovisionamiento para el regreso de Esdras con Jerjes y el esposo de Ester como Artajerjes I. El problema es que Asuero [o Ahasaero] es el nombre en persa de Jerjes. Artajerjes I, que según Herodoto era llamado Ciro, fue llamado Artajerjes por los griegos (ver también Josefo, Antiq. of the Jews, Li. XI, Ca. VI:l).

 

Otra información que es aclaradora es que hubo seis generaciones de Levitas implicadas desde el regreso de Zorobabel y el inicio, hasta la finalización del reinado de Darío el persa (Neh. 12:1-22). La vida de Zorobabel fue prolongada por el Señor para que supervise la culminación de la obra (Zac. 4:9) y, luego del mensaje de Hageo y Zacarías, se levantó y completó el Templo con Jesúa, hijo de Josadac.

 

A partir de la llegada de Jesúa con Zorobabel hasta el reinado de Darío el persa, está escrito en el Nehemías 12:10-11 que Jesúa tuvo un hijo, Joiacim, un nieto, Eliasib, un bisnieto, Joiada, un tataranieto, Jonatán, y un tatara-tataranieto, Jadúa.

 

En Nehemías 12:22, vemos que Jonatán no sucedió a Joiada como sacerdote jefe si no más bien lo hizo el hermano de Joiada, Johanán. Jonatán se había casado con Sanbalat, la hija del Horonita, y fue quitado por Nehemías (Neh. 13:28). Sin embargo, es concluyente que le nacieron cinco generaciones a Jesúa antes del reinado de Darío el Persa, que es el rey que emitió el decreto para la construcción del Templo y que en cuyo reinado fue terminado. A pesar del hecho que Jesúa tuvo una cantidad de hijos que fueron con él al momento de que los cimientos del Templo fueron puestos luego del segundo año (Esdras 3:9), es improbable que el Darío de la construcción pueda haber sido Darío I, pues él reinó del 521-466 AEC, unos 16 años luego del regreso. Por lo tanto, debe haber sido Darío II en el 423-404 AEC, como 114 años luego del regreso. Dando 20 años por generación y permitiendo que Jadúa se haga sacerdote antes que este rey, Zorobabel tenía aproximadamente 120 años y Jesúa tendría, por consiguiente, aproximadamente 140 años al momento de la construcción y murieron poco después. El uso del término “se levantaron” en Esdras 5:2 sugiere que Zorobabel y Jesúa eran de edad avanzada y retirados de trabajos fuertes como Zacarías 4:9 también lo indica.

 

Nehemías 12:26 muestra que Joiacim era el sacerdote jefe luego de Jesúa pero implica que su muerte sucedió mucho antes del regreso de Nehemías y Esdras. Eliasib era el mayor de los sumos sacerdotes que quedaban vivos al regreso de Nehemías (Neh. 3:1). Johanán parece que ya había ejercido el sumo sacerdocio al regreso de Esdras (Esdras 10:6). El sacerdocio renunciaba al deber sacrificatorio a los cincuenta años de edad. Nehemías también certifica a Jadúa en la lista de los sumos sacerdotes hasta el gobierno de Darío el Persa. El Templo, por lo tanto, no pudo haber sido construido antes del 417 AEC.

 

También debería notarse que Iddo regresó con Zorobabel. Durante el sumo sacerdocio de Joiacim, también habían pasado dos generaciones de sacerdocio, por eso vemos que Zacarías fue nombrado entre los Levitas, a partir de la época de Iddo. De hecho, era el nieto de Iddo, el hijo de Berequías y él fue un profeta en el segundo año de Darío. Cuando Zacarías habla de la plomada de albañil en manos de Zorobabel y del sumo sacerdote Jesúa, es como una maravilla y un signo de Dios que no solamente Zorobabel haya puesto los cimientos sino que haya podido sujetar la cuerda al momento de su terminación. Sabemos por Nehemías 12 que Zacarías era sacerdote bajo Joiacim. Por lo tanto, la premisa de actividad a edad avanzada parece prevalecer.

 

La profecía de Zacarías relata el significado de la construcción del Templo y las setenta semanas de los años desde el reinado de Darío II en el segundo año, su desarrollo, culminación y restauración.

 

Evidencias fuera de la Biblia

 La corroboración más evidente de la narrativa bíblica proviene de las Cartas arameas, traducidas por H.L. Ginsberg y publicadas en The Ancient Near East: An anthology of texts and pictures (El Antiguo Oriente Cercano: Una antología de textos y ilustraciones (ed. James B. Pritchard, Princeton, 1958, p. 278-282), que eran cartas de y para los judíos en la Fortaleza de Elefantina. Esta fortaleza había sido poblada por judíos y otras personas semitas no judías desde los días del reinado egipcio anterior a la invasión de los medo-persas.

 

Un Templo impresionante había sido erigido ahí y ya estaba construido cuando Cambises invadió Egipto.

 

Como dijimos anteriormente, durante el reinado de Ciro Macrocheir o Artajerjes I, la invasión ateniense de Egipto fue bloqueada en el 454 AEC y el Satrapa que quedó a cargo fue un medo-persa llamado Arsames que reinó como Satrapa desde el 455/4 AEC hasta por lo menos el 407 AEC.

 

Durante por lo menos algún tiempo de esa época, el líder de los judíos de la guarnición era un judío llamado Yedoniah. En el quinto año de Darío II, es decir 420/419 AEC, Hananías, un judío escriba de Arsames escribió a Yedoniah que estaba en Elefantina, informándole que Darío había enviado su palabra a Arsames autorizando un festival de los Panes sin Levadura para la guarnición judía, también dándole detalles sobre el cálculo de los días de la fiesta comenzando el 14 de Nisan como sigue:

Entonces contarán a partir del día catorce del mes de Nisan y] observarán la Pascual], y a partir del día 15º al 21º día de [Nisan observarán el festival de los panes sin levadura]. Estén (según los ritos) puros y estén alertas. [No trabajen [en el día 15º o 21º, tampoco beban [cerveza2, tampoco coman] nada [que] contenga] levadura [a partir del día 14º a la] puesta del sol hasta el día 21º de Nisan por siete días no debe estar entre ustedes. No lo lleven a sus moradas sino que séllenlo hasta esos días. Por orden del Rey Darío. Para] mi hermano Yedoniah y la guarnición judía, su hermano Hananías].

Nota 1. psh en dos ostracas (fragmentos de vasija) de Elefantina.

Nota 2. La instrucción incluyendo cerveza es una construcción basada en la tradición judía.

 

Esta celebración por órdenes de Darío en el quinto año de su reinado para toda la gente judía incluyendo hasta Elefantina es la celebración de Pascua que se hace mención en Esdras 6:13-22. Esta celebración tuvo lugar en la dedicación del Templo, que, según las cartas en Elefantina, habría ocurrido en el 419/8 AEC.

 

El quinto año de Darío II fue al año anterior a la terminación del Templo y es curioso que 123 hombres y mujeres de la guarnición judía en Elefantina en el 3er. de Fanenot (un mes del calendario egipcio) en el año 5 tomaron una colección de dos siclos por persona, totalizando 12 karash y 6 siclos (a 20 siclos por karash, esto es 246 siclos). Esta colección fue dedicada al Dios, Yaho (Yahoweh). Es curioso que los miembros no judíos de la guarnición parece que donaron también hasta la cantidad de 7 karash por Ishumbetel, la divinidad aramea masculina y 12 karash por Anatbetel, la deidad femenina que era sinónima con Anat., esposa de Baal.

 

Este impuesto del quinto año era el equivalente a una imposición especial y fue probablemente para la decoración del Templo en Jerusalén. Si las otras contribuciones fueron a otras áreas en el Levante para templos paganos o fueron contribuciones para la construcción del Templo por parte de los cultos arameos solo podríamos saberlo adivinando. Sin embargo, esto puede ser una indicación del grado al cual la gente se había mezclado con el pueblo Gentil, como sabemos que pasó según Esdras 9:1-4 y siguió hasta Nehemías.

 

Lo que sí sabemos es que en el día 20 de Marheshwan en el año 17 del Rey Darío, es decir 408 AEC, se envió una carta a Jerusalén a Bagoas, Gobernador de Judá, detallando la secuencia de eventos relacionados al regreso de Arsames quien había regresado a Mesopotamia a donde el rey. Luego de que Arsames había regresado donde Darío, los sacerdotes del dios Khnub, en la fortaleza de Elefantina, conspiraron con el comandante en jefe, Vidaranag, para destruir el Templo de Yaho en Elefantina. Su hijo, Nefayan, quien estaba al mando de la fortaleza en Sevene fue llamado y se le ordenó que destruya el Templo en Elefantina “en la Fortaleza de Yeb”.

 

Él, junto con los egipcios y otras tropas, entraron y arrasaron el Templo destruyéndolo y rompieron los pilares de piedra y las cinco grandes entradas dejando solo las puertas en pie. Ellos se llevaron las vasijas de oro y plata y todos los otros utensilios.

 

La carta revela que este Templo fue el único que quedó en pie luego de la invasión de Cambises. Vidaranag fue matado después y comido por perros.

 

La carta también muestra que cuando ocurrió el desastre, se envió una carta al sumo sacerdote en Jerusalén, llamado Johanán; entonces ahora sabemos que el sumo sacerdote en el año 410 AEC era Johanán. Esto establece, fuera de duda, que el Darío el Persa al cual se refieren en Nehemías 12:22 era Darío II.

 

También por la carta se sabe que ellos le escribieron a Ostanes, el hermano de Anani y a los nobles judíos. Estos señores no respondieron (“Nunca se nos ha enviado una carta a nosotros”). Los judíos en Elefantina trajeron puesta tela de saco y ayunaron del Tammuz del 14º año de Darío, es decir 411 AEC, hasta la fecha de la carta, es decir en 408 AEC.

 

Ellos solicitaron ayuda para reconstruir su templo de una manera muy conmovedora y además informaron al Gobernador que también habían escrito a Delaía y Selemías, los hijos de Sanbalat, Gobernador de Samaria. Al parecer querían que intercedan por ellos con el Gobernador. Este Sanbalat era el horonita mencionado en Nehemías 2:10 y su hija se había casado con el hijo de Joiada, hijo de Eliasib, el sumo sacerdote.

 

Esto lo había descalificado para ejercer como sumo sacerdote. Eliasib, el sumo sacerdote, todavía vivía al momento del regreso de Nehemías (Neh. 3:1), pero Johanán ya había ejercido el puesto de sumo sacerdocio al regreso de Esdras y con certeza en el 410 AEC. Solo se puede deducir que Eliasib era el mayor de los sumos sacerdotes que quedaban vivos al regreso de Nehemías y era entonces la cabeza de los sacerdotes pero que ya había pasado mucho tiempo desde que cedió sus obligaciones a Joiada y luego a Johanán (remplazando a su sobrino) y después a Jadúa quien parece haber sucedido al sumo sacerdocio de acuerdo a Nehemías 12:22 en el reinado de Darío el persa (II).

 

Nehemías 12:22 parece que divide los cinco periodos en dos eras.

 

La primera era fue la de las vigilias en los días de Joiacim, hijo de Jesúa, y la era actual se refirió a “los días de Nehemías, el Gobernador, y Esdras, el sacerdote y el escriba”. Esto parece confirmar luego la división del tiempo entre el sumo sacerdocio que estaba muerto (es decir Joiacim fue el padre de Eliasib), y la era actual del sacerdocio viviente que incluyó a Eliasib como el mayor de los sumos sacerdotes vivos.

 

Al regreso de Esdras, no se menciona a Jadúa, solo se registra a Jehohanán que tenía una recámara, lo que implica que todavía era el sumo sacerdote. Jadúa aparece incluido en Nehemías 12:22 como a cargo del sacerdocio que pude haber sido de forma temporal ya que Nehemías incluyó a todo el sacerdocio hasta el reinado de Darío el persa, quien es, sin lugar a dudas, Darío II. Esdras escribe como si Johanán (o Jehohanán) y Jadúa estuviesen ausentes y que él ocupó la recámara de Johanán en su ausencia.

 

La impresión de las dos fuentes, la bíblica y la no bíblica, es que el sumo sacerdocio se deterioró después de los días de Joiacim. Eliasib, Johanán y Jadúa no parecen haber dedicado debida diligencia a sus responsabilidades. La falta de respuesta a los judíos en Elefantina por Johanán y la falta de participación en las actividades de Esdras y Nehemías indican que ellos descuidaron sus responsabilidades. Los matrimonies mezclados, la contaminación y las profanaciones son corroborados por las cartas de Elefantina. Un memorando dejó registrado que Bagoas y Delaía escribieron a la guarnición dándoles instrucciones para que Arsames sea informado que el Templo tenía que ser reconstruido en Elefantina con el ofrecimiento de la carne y del incienso hecho en el altar como se solía hacer.

 

No se mencionó que se hiciera ningún sacrificio para no afectar la sensibilidad de Arsames, un mazdeano quien pudo haber considerado el contacto del fuego con los cuerpos muertos como algo profano. Está muy bien registrado que los judíos en Elefantina, bajo Yedoniah, al fin, tuvieron que dirigir una petición a Arsames, prometiendo no sacrificios por fuego en el Templo y un pago de mil ardabs de cebada (textos en Pritchard, Ibíd.).

 

Parece como si el Templo hubiese sido acabado en el 417 AEC. Los ancianos del sumo sacerdocio murieron y algún tipo de falta de dirección ocurrió, con Eliasib, Johanán y Jadúa inactivos en cierta forma.

 

Lo que es importante sobre estos textos es que proporcionan datos corroborativos importantes de información bíblica, y demuestran la certidumbre literal de la Biblia. También indican que la fecha tradicional para la construcción en el año 516 AEC es algo imposible.

 

Otra corroboración importante del texto bíblico se encuentra en las Cartas arameas. Mibtahiah, hija de Mahseiah, hijo de Yedoniah, se casó con Pi, hijo de Pahi (Phy), el constructor de la fortaleza de Sevene, donde Mahseiah servía en el destacamento de Varizata. Esto demuestra el grado de mezcla de matrimonios que ocurrían hasta la época de Esdras y Nehemías.

 

En el año 25º de Artajerjes, la pareja se divorció y el acuerdo se conservó entre las Cartas arameas. Mibtahiah hasta fue forzada a hacer una promesa ante la diosa egipcia (Sati) para la disolución, y la separación de su dote está ahí registrada.

 

La destrucción del Templo en Elefantina fue el inicio de una serie de alzamientos egipcios anti semitas, que comenzaron en el 410 AEC y continuaron hasta el reinado de Artajerjes II que enfrentó una rebelión egipcia al momento de su subida al poder en el 404 AEC y, en el 402 AEC, él perdió Egipto. En el 401 AEC, luchó una guerra civil en Persia y, a través de todo esto, los judíos permanecieron leales explicando su trato favorable.

 

El Mito del Decreto de Artajerjes

La Biblia en ningún momento menciona un decreto dado por Artajerjes que tenga relación a la construcción del Templo, excepto el de cese de construcción, como se describe en Esdras 4:23. Cuando se emitió el decreto de aprovisionamiento, el Templo ya había sido construido sin tener en cuenta si ya se había dado por Jerjes I o por Artajerjes I or II. En ninguna versión conocida de la historia antigua, ya sea bíblica o no bíblica, a Artajerjes I se le acredita haber decretado una ordenanza favorable a la construcción del Templo o dando medidas provisorias a los Levitas. Esto es una invención más moderna.

 

Los teólogos que reclaman a favor de Artajerjes I, especialmente con relación a los 2,300 días o a las setenta semanas de los años en Daniel 9:25 (que contiene una mala traducción en la versión King James y en otras, pero que está traducido correctamente en la RSV), están equivocados.

 

Donde la Biblia difiere de las fuentes históricas se está comprobando consistentemente que está en lo correcto conforme el conocimiento aumenta.

 

Setenta Semanas de los Años

El significado de la profecía de las setenta semanas de los años dada en Daniel 9:25-27 es que, cuando se toma del decreto de Darío II, este termina en el 70 EC, empezando por el rodeo de Jerusalén por el ejército de Tito en el 1 de Nisan y continuando hasta la destrucción del templo en el 70 EC, el mismo día, la tradición lo dice, en que cayó ante los babilonios (véase la traducción de Moffatt). El asunto termina con el cierre del Templo en Leontópolis en Egipto (véase abajo).

 

El primer Ungido es Nehemías, quien reestableció el sacerdocio del Templo hacia el 372 AEC (7 semanas de los años) y limpió los Sábados y reinstituyó el diezmo. Él completó las murallas de la fortaleza del Templo y las murallas de la ciudad, y reorganizó Jerusalén.

 

El segundo Ungido es el ministerio del Mesías. Pero la profecía se refiere a Jerusalén y a la función del Templo, no así a la época del ministerio del Mesías. No puede considerarse que la expiación de los pecados y la rectitud eterna hayan sido realizadas o completadas pues la ley ceremonial todavía se llevaba a cabo. El cumplimiento de la profecía, por lo tanto, dependía del retiro o eliminación del lugar del sacrificio.

 

Mientras el sacrificio todavía continuase en el Templo, el Mesías no era ya supremo o no se podría decir que su sacrificio realmente había eliminado el sacrificio diario, aunque haya sido efectuado con su muerte. Esta profecía todavía no ha terminado, pero no es que sea hecha a tiempo partido como algunos dicen, si no por el hecho que el fin decretado todavía no ha sido vertido sobre el desolador, es decir el sistema romano. Esto será, como lo revela el Apocalipsis, cuando la ciudad sea destruida y los siete / ocho imperios de los diez reyes finalmente sean destruidos.

 

Si el decreto fue tomado en el 516 AEC del reinado de Darío 1 y las 70 semanas de los años siguieron directamente después, entonces el fin de la profecía fue en el 26 AEC, lo que parecería no tener relación con nada. Los Cristianos de hoy tratan de ligar el tema con el año 27 EC y afirman que el ministerio de Cristo empezó en ese entonces, lo que no fue así. Josefo está claramente equivocado en lo referente al inicio y sus extensiones de la dinastía caldea parecen estar dirigidas a la expansión de sus reinos para alargar las fechas de los reyes persas y así dar a la profecía de las 70 semanas de los años algún significado desde Ciro. Entre los Hijos de Sadok, las 70 semanas de los años tuvieron un significado diferente por completo, en lo relativo a las edades de los hombres, pero eso está fuera del enfoque de este trabajo (véase el Apéndice para un análisis de Josefo).

 

El cambio de la construcción del Templo de Darío II a Darío I parece ser una invención post-Cristiana (adaptada por Josefo) que intenta menospreciar el significado de la profecía de las 70 semanas de los años y es probable también la intención del apócrifo 1 Esdras, que está equivocado.

 

Las 70 semanas de los años no empezaron a partir del reinado de Darío I ni de un decreto inexistente de Artajerjes I, sino más bien a partir de Darío II. Es la prueba positiva del Mesianismo de Cristo y no necesita ningún juego no bíblico de períodos de tres años y medio o de siete años incompletos.

 

La Señal de Jonás

La Señal de Jonás es el aspecto de más importancia del ministerio del Mesías. Cristo dijo en Mateo 12:39-42:

Mateo 12:39-42 Él respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal, pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. 40 Como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches. 41 Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación y la condenarán, porque ellos se arrepintieron por la predicación de Jonás, y en este lugar hay alguien que es más que Jonás. 42 La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación y la condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y en este lugar hay alguien que es más que Salomón. (RV)

 

Esto se repitió también en Lucas 11:29-32. De Lucas, vemos que Cristo dijo en el versículo 30:

porque así como Jonás fue señal a los ninivitas, lo será también el Hijo del hombre a esta generación. (RV)

 

La Señal de Jonás no fue únicamente que él estuvo tres días y tres noches en el estómago de la ballena, sino que también entró a Nínive, lo que duró tres días de viaje el cruzarla, y, después de un día de viajar dentro de la ciudad, él profetizó a Nínive, quienes se arrepintieron luego de dárseles 40 días para hacerlo (Jonás 3:3-10).

 

Cristo empezó su ministerio después de que Juan el Bautista comenzó a enseñar en el año 15 del reinado de Tiberio César. Usando el inicio del año civil en Tishri (sept/oct.) y la fecha del reinado de Tiberio a partir de la muerte de Augusto en lugar que de la proclamación del Senado, la fecha más temprana posible para esto sería octubre del año 27 EC (ver el artículo El Momento de la Crucifixión y de la Resurrección [159]). Sabemos que Juan había estado bautizando por algún tiempo ya cuando Jesús vino para que él lo bautice. Más en particular, podemos reconstruir los días a partir de su bautismo hasta la Pascua del año 28 EC que parece ser un total de cincuenta días aproximadamente. De lo que dice el Mateo 4:17, sabemos que Jesús no empezó con su ministerio hasta que Juan fue puesto en prisión (Mateo 4:12). Según Juan 3:22 es evidente que, luego de la Pascua del 28 EC, Jesús y sus discípulos estuvieron bautizando en Judea (aunque Cristo mismo no bautizaba (Juan 4:2)). Juan todavía no había sido puesto en prisión y estuvo bautizando en Enón cerca de Salim (Juan 3:23-24). Por consiguiente, Cristo no empezó su ministerio sino hasta después de la Pascua del año 28 EC. El ministerio de Cristo duró entonces menos de dos años. Junto con el ministerio de Juan el Bautista y su bautismo y la selección de los discípulos, el ministerio en sí tenía dos años y medio. Esto fue bajo el principio de un año por día para la profecía de Jonás.

 

Algunas Iglesias modernas sostienen que el ministerio de Cristo fue de tres años y medio y que fue crucificado en el año 31 EC. De la cronología de Juan y de los otros, se indica una Pascua en el año 30 EC (ver el artículo El Momento de la Crucifixión y de la Resurrección [159]). Su ministerio duró dos años (o dos días proféticos), a partir de la Pascua del 28 EC hasta la Pascua del 30 EC. Hubo dos etapas de como 50 días o más antes de su bautismo hasta la Pascua, y como 50 días después de su resurrección hasta Pentecostés.

 

Cuando se añaden estos a los de Juan el Bautista se establece un ministerio de poco menos de tres años (o tres días proféticos) sobre la base de un año por día con Jonás. El ministerio de Juan el Bautista es igual al día de marcha dentro de la ciudad y el ministerio de Cristo es la profecía de dos días. Del bautismo de Cristo vemos el juicio de Satanás sobre los 40 días en el desierto, anterior a la Pascua del año 28 EC y el inicio del ministerio de Cristo. El juicio de Satanás sobre los 40 días en el desierto fue, a su manera, análogo al período dado a Nínive, y Satanás fue juzgado.

 

Como prueba positiva del ministerio de Cristo, a Jerusalén se le dio un año por un día comparado con Nínive. La tercera etapa de 40 días fue, para Judá, de 40 años, terminando con la destrucción total de Jerusalén en el 70 EC, 40 años después de la muerte de Cristo, porque a diferencia de Nínive, ellos no se arrepintieron a pesar de que se les dio un signo mayor que aquel dado por Jonás en Nínive.

 

La mayor importancia de la misión de Jonás era que fue para los Gentiles y que solo él entre los profetas hebreos efectuó arrepentimiento de los Gentiles. Este fue un prototipo de la misión del Mesías como se indica en Isaías 53. Al sufrir, también indicado en Salmo 22, Cristo estaba enterado de la aplicación de estas Escrituras. Él dijo las palabras del Salmo 22 desde la cruz y dio la noticia de su misión a los Gentiles en la Parábola de los Labradores Malvados en Marcos 12:1-9. Las indicaciones de los Evangelios Sinópticos son hechas explícitas en el Evangelio de Juan, mostrando que Cristo vio el sufrimiento y la muerte como un grano de trigo, que daría mucho fruto y “atraería a los hombres a él mismo” (Juan 12:32).

 

Si los fariseos y los saduceos aceptasen que la construcción del Templo ocurrió en el reinado de Darío II, luego inevitablemente serían condenados; Así es que tramaron secuencias erróneas y distorsionadas. Las distorsiones de los Cristianos modernos sobre las 70 semanas de los años alrededor de Artajerjes I son completamente contrarias a Edras y Nehemías y debido a esto, son descartadas por el Judaísmo. Las 70 semanas de los años terminaron exactamente al final del periodo de 40 años dado para que Judá y Jerusalén se arrepientan, es decir del 1 de Nisan del 70 EC al 1 de Nisan del 71 EC, tiempo en que el Templo había sido destruido. La referencia de Cristo a Nínive y Salomón demuestra el significado de la duración del Templo y la cesación del sacrificio. Jerusalén fue rodeada el 1 de Nisan y fue saqueada y se destruyó el Templo en la Expiación del año 70 EC. Todavía hay parte de la secuencia que está incompleta.

 

Las 70 Semanas de los Años empezaron el primer año del Nuevo Jubileo. Ese fue también en el segundo año del reinado de Darío II. Al final del Jubileo fue la Restauración de Esdras y Nehemías (ver el artículo La Lectura de la Ley con Esdras y Nehemías [250]).

 

Lo que no se entiende generalmente es que el sacrificio todavía continuó en Judá luego de la destrucción del Templo como finalización de la profecía en Isaías 19:19.

Isaías 19:19 En aquel tiempo habrá un altar para Jehová en medio de la tierra de Egipto y un monumento a Jehová junto a su frontera. (RV)

 

Se sabe que el Templo había sido construido en Elefantina y que el sacrificio continuó allí mientras el Templo en Jerusalén estaba en ruinas debido al saqueo de Jerusalén por los babilonios. Este Templo siguió en total funcionamiento hasta que fue saqueado después que el Templo de Jerusalén fue reconstruido en el reinado de Darío II. Entonces, Jerusalén siguió como centro del culto al Templo por casi dos siglos hasta el siglo II AEC. Isaías había profetizado que un Templo sería reconstruido en Egipto. Esta profecía se relacionaba al Mesías (Isaías 19:20) que salvaría Egipto. Estaban bajo el poder de los romanos en ese momento y el Mesías realmente fue enviado a Egipto para su seguridad cuando era niño, y para dar cumplimiento a esta profecía y a la de Óseas, de manera que pueda ser llamado de Egipto como hijo de Dios y el primero de Israel.

 

La construcción del ultimo Templo en Egipto está registrada (en una etapa fechada incorrectamente como el año 1 AEC) en la Companion Bible en el Apéndice 81. La construcción está registrada por Josefo (Antiquities of the Jews 13.3.1-3; 6; The Jewish Wars (Las Guerras Judías) 7.10, 3; y Against Apion (Contra Apion) 2.5). El resumen es que debido a las guerras entre los judíos y los sirios, el Sumo Sacerdote Onías IV escapó a Alejandría. Él apoyó activamente a Egipto en contra de Siria. Fue bienvenido ahí por Ptolomeo Filometor debido a este hecho. Fue nombrado príncipe de los judíos que ahí vivían y nombrado Etnarca y Alabarca. Pidió permiso a Ptolomeo y a Cleopatra para construir el Templo ahí para dar cumplimiento a Isaías. Pidió permiso para poblarlo con sus propios sacerdotes y otros Levitas. La carta que escribió y la respuesta del rey y la reina están registrados en el apéndice anterior.

 

El templo en Jerusalén había sido profanado por la presencia de dioses griegos que habían sido colocados ahí por Antíoco Epifanes. Jerusalén se helenizó en alto grado durante este periodo y el sistema fue corrupto.

 

Onías vino a Leontópolis en el distrito o nome de Heliopolita. La ubicación del Templo fue el lugar donde Israel tuvo luz en sus moradas cuando Egipto estuvo en oscuridad. El propósito era el de representar al Mesías quien sería la luz en la oscuridad. El Templo funcionó por más de 200 años a partir del 160 AEC al 71 EC cuando fue cerrado por orden de Vespasiano. La ubicación fue mencionada en la LXX como la ciudad de la justicia (‘ir-ha-zedek). Los judíos sintieron celos inmensos por este Templo y alteraron las letras de las palabras la ciudad del sol para que se lea la ciudad de la destrucción (cheres a heres).

 

Las cinco ciudades mencionadas en Isaías 19:18 probablemente son Heliopolis, Leontópolis, Dafne, Migdol y Memfis.

 

El cierre del Templo en el año 71 EC por orden de Vespasiano terminó esta fase de la Señal de Jonás. Mientras que el sacrificio había continuado en Elefantina durante el periodo en que el primer Templo estaba en ruinas, Dios no permitió que este Templo sobreviva luego de la destrucción del Templo en Jerusalén. Esta vez, el Templo nuevo sería hecho de piedras vivas y la autoridad había pasado de Judá a la Iglesia en el desierto. Esta fase de la Señal de Jonás fue para juzgar a las naciones sobre 40 Jubileos. El sacrificio debía terminar en este período de 40 Jubileos. Cualquiera que intentó reiniciar el sacrificio fue muerto o destruido.

 

Esto completó las 70 semanas de los años que fue la duración adjudicada del segundo Templo. La Señal de Jonás fue igualmente completada, y el tercer Templo a partir de esta fecha fue retirado de Jerusalén y esparcido.

 

El tercer Templo, o cuarto tabernáculo, tenía que ser construido por bloques individuales de Hijos de Dios engendrados del Espíritu. El significado de esto se encuentra en Zacarías 3:8-10 y Zacarías 4.

 

Del versículo 8, el anuncio del Renuevo que vendrá es hecho y los siete ojos son profetizados (estos son las siete estrellas del Apo. 2:1). Del adviento de Cristo, que “quitará la iniquidad de esa tierra en un solo día”, vemos el desarrollo, a través de Zacarías 4:1-3, de las siete eras de la Iglesia y de los dos olivos. Estos dos olivos son los dos Ungidos y esos dan de su aceite a través de dos tubos de oro (Zac. 4:12). Así, el tercer Templo es del Espíritu de Dios y, por lo tanto, alcanza todas las cosas por medio del aceite del Espíritu de Dios. Pues la gracia le fue dada (Zac. 4:7) y en Zacarías 4:6, vemos que todas las cosas se logran a partir de ese momento en adelante “no con ejército, ni con fuerza, sino con mi espíritu, ha dicho Yahovah de los Ejércitos.”

 

Debido a esto, el segundo Templo, o tercer tabernáculo, fue limitado en tiempo y tuvo que ceder paso al tercer Templo, el espiritual y el cuarto tabernáculo, de los siete candelabros que son, como sabemos del Apocalipsis 2 y 3, las siete eras de la Iglesia. Estas eras fueron nombradas por áreas separadas de Jerusalén y comenzaron de Éfeso como la era efesia.

 

Pero a partir del 70 EC, el corazón de Judá fue endurecido de modo que ellos no entendían el significado de ello. Es igualmente posible que las autoridades rabínicas del tiempo vieran el significado completo de la profecía y que estuvieron condenados por eso. A partir de entonces, la fabricación de la historia de la construcción en el reinado de Darío I comenzó a obscurecer el significado del asunto.

 

La última secuencia de la Señal de Jonás debía implicar cuarenta Jubileos, que a partir de la vida de Moisés fue la tercera y final etapa tipificada por los cuarenta años en el desierto de Israel antes de que tomara su herencia. Estos cuarenta años fueron el prototipo de los cuarenta Jubileos. El primer Jubileo debía implicar el nacimiento de Cristo y los hechos conducentes a su ministerio. Juan el Bautista comenzó su ministerio en el año de Jubileo 27 EC que, siendo el decimoquinto año de Tiberio, debe haber sido por lo tanto en octubre. De ahí el significado aquí era que él comenzó cuando el Jubileo fue tocado. Como hemos visto, el simbolismo de la restauración de Josías fue en el primer año del nuevo Jubileo. Esto es exactamente lo que Cristo hizo. Él comenzó su ministerio en el 28 EC después de la Pascua. Así, cuarenta Jubileos abarcan la Señal de Jonás hasta el establecimiento del Milenio en el primer año del nuevo Jubileo en marzo / abril del 2028 EC. La secuencia de los treinta años está entre 1997 y 2027.

 

El Sendero Equivocado

La preocupación de los teólogos Protestantes con el decreto de Artajerjes proviene de los intentos de relacionar la profecía con una traducción errónea de Daniel 9:25 en la versión de la King James. A finales de los años 1830, Guillermo Miller eligió esta fecha para el comienzo de la profecía de 2,300 días. Por qué él y los otros pudieron haber cometido este error es desconcertante. El comienzo de la profecía se declara en Daniel como que es a partir del tiempo cuando el santuario es pisoteado y la ofrenda quemada continua en el Templo es retirada. Esto no pasó después de, ni coincidió con, ninguno de los decretos de construcción o el decreto de aprovisionamiento. Miller estuvo gravemente equivocado y la manipulación post Reformación de estas profecías ha sido una fuente de fascinación.

 

Referente a la Profecía de 2,300 Días

La fecha más temprana que se puede considerar para la profecía fue la invasión de Jerusalén y la profanación del Templo por Ptolemeo (Soter) al final del 302 AEC. Este hecho coloca la finalización de la profecía, en su fecha más temprana, al final de 1998. Siendo la fecha más probable, esto significa que todo será llevado a cabo a partir de 1999. Unos relacionan el cese del sacrificio diario a Antíoco Epifanes en el 167 AEC, lo que podría colocar la finalización en el 2133 o 2134 pero esto no coincidiría con Daniel 12 o Apocalipsis. Del mismo modo, considerar como fecha el 197 AEC produciría una fecha de 2108.

 

En el 197 AEC, Judea se volvió una provincia del Imperio Seléucida, los sucesores del Este de Alejandro de donde provino Antíoco Epifanes. Seleuco IV empezó las infiltraciones helenísticas resistidas por el Sadoquita sumo sacerdote Onías III.

 

Final de las 70 Semanas de los Años

 El final de la profecía de las 70 semanas de los años y los detalles que rodean la destrucción del Templo en 70 EC requieren un examen detallado para asegurar un entendimiento adecuado.

 

La jurisdicción judía sobre el Templo fue reconocida y respaldada por los romanos. Las prohibiciones contra los Gentiles que ingresaban a los patios interiores del Templo fueron respaldadas por los romanos y el castigo era la muerte, aun si fueran ciudadanos romanos. Los romanos confirmaron la jurisdicción capital judía hasta sobre los que no eran judíos. Fue por esta razón que Pablo tuvo que apelar al Emperador (Hechos 25:9-12) y sólo esto previno a Festo de tratar a Pablo según la ley judía.

 

De The History of the Jewish People in the Age of Jesus Christ (La Historia del Pueblo Judío en la Época de Jesucristo) de Emile Schurer, Vol. 1, 111.2, T&T Clarke Ltd, Edinburgh, 1973, el culto judío no fue meramente tolerado pero contó con la protección del estado romano. Igualmente, tenía la administración del Templo, especialmente sobre sus finanzas, entre los años 6-41 EC (Ibíd., Vol. 1, p. 377-379).

 

Del 44 EC al 66 EC se transfirió la administración a Herodes de Calcis y luego a Agripa II (Ibíd., Vol. l, p. 377,472). Hasta el retrato del Emperador fue retirado de los Estandartes Imperiales (Ibíd., p. 380).

 

También se exoneró a los judíos del servicio militar para prevenir conflicto con las fiestas y los Sábados (op. cit., Vol. I, p. 362-363, Vol. II, p. 474-475, Vol. III, p. 22-23,120-121). Judá permaneció hasta el año 70 EC una unidad administrativa con su gobierno provincial propio.

 

El ejército romano en Cesárea, hasta el estallido de la Guerra Judía en el año 66 EC, consistió mayormente de tropas sirias de Cesárea y sebastenas. En el 66 EC, Vespasiano pudo enlistar en su ejército, cinco cohortes y un regimiento de caballería de Cesárea (Ibíd., Vol. I, p.364), igual a aquellas destacadas ahí en el 44 EC. Las tropas en Hechos 27:1 cerca del 60 EC pueden haber sido una de las cinco cohortes mencionadas por Josefo en The Antiquities of the Jews, Libro XX, 8,7, donde sostiene que el desorden entre judíos y sirios fue lo que finalmente originó la guerra.

 

La última construcción en el Templo fue de una pared en la parte más alta del edificio perteneciente a la sala interior sobre el lado oeste para evitar que Agripa vea la sala interior durante las ceremonias (Schurer, Vol. I, p. 475). La destrucción de esta pared se evitó apelando a Nerón y con la intercesión de Popea, esposa de Nerón. En este tiempo el sumo sacerdocio, designado por Agripa, se adueñó de los diezmos y los sacerdotes más pobres murieron de hambre (Ibíd., p. 465, p. 468-470).

 

Hacia el 62 EC, se terminó esta última construcción en el Templo y los nominados de Agripa establecieron como norma el retiro de los diezmos, empezando con Anano.

 

Las escrituras imperiales obtenidas por los sirios de Nerón por soborno a Berillo, el escriba de Nerón responsable de la correspondencia griega, pesaron mucho en contra los judíos (Ibíd., p. 467). A partir del 62 EC bajo el sumo sacerdote, Anano, candidato de Agripa, se ejecutó a muchos del sacerdocio.

 

El sumo sacerdote del cuarto tabernáculo o el tercer Templo, Santiago, Obispo de Jerusalén, hermano de Jesucristo, fue ejecutado (Ibíd., p. 468). Esto significó el final del sacerdocio del Templo en Jerusalén y el final de las 62 semanas de los años. El nuevo procurador, Albino, (62-64 EC) era sumamente malo, apropiándose de sumas de dinero tanto públicas como privadas, incluso del tesoro público.

 

A partir de este momento en adelante, el sumo sacerdocio fue un refugio para sinvergüenzas. Un sumo sacerdote, Jesús, hijo de Damnai, inició una batalla callejera contra su sucesor, Jesús, hijo de Gamaliel, porque no quiso abandonar el Santo Oficio (Ibíd., p. 469). Cuando Albino fue retirado, ejecutó a los criminales principales y luego liberó a todos los prisioneros - dejando las prisiones vacías y el país lleno de ladrones. Su sucesor, el último de los procuradores, Gessio Floro (64-66 CE), fue también de lo peor, siendo el mayor sinvergüenza a cargo de la administración. Él se adueñó de ciudades enteras y permitió el bandidaje sin ningún castigo (Ibíd., p. 470).

 

En 64 EC Nerón declaró la persecución a los Cristianos en Roma, y la tradición dice que Pedro y Pablo fueron martirizados. El "Pacto con muchos" en contra de los judíos y Cristianos fue extendido a todos los lugares. En 68 EC, el monasterio en Qumrán fue destruido, y también Nerón fue depuesto.

 

Los revolucionarios desarrollaron la práctica de secuestrar al clero para intercambiarlos por prisioneros y por el 66 EC, las autoridades con los sirios y demás, comenzaron los actos que luego se convirtieron en la Guerra Judía.

 

A partir de 1 de Nisan del 70 EC, Jerusalén fue rodeada. En el Día de Expiación del 70 EC, el Templo fue destruido y, a partir de la Expiación 70 EC, no hubo Templo ni sacrificio y oblación hasta el final de la guerra en el 73 EC con la caída de Masada. Este período es al que se refirió Daniel 9:27.

 

Durante una semana de los años, la mayoría de la gente dejó de practicar su religión, es decir del 63 EC al 70 EC debido a la corrupción del Templo, los robos del diezmo y las muertes del clero. El término para la mitad de ese tiempo, el sacrificio y los ofrecimientos cesarán generalmente se toma para referirse a la mitad de la semana de los años, pero esto probablemente se refiere al tiempo después de la destrucción del 70-73 EC cuando la nación luchó, pero sin el Templo o sacrificios. Así, las 70 semanas de los años son claramente una profecía cumplida. Después de la muerte de Santiago y antes de la destrucción en el 70 EC, la Iglesia huyó de Jerusalén a Pella (Ibíd., p. 498 & nota 65) porque ellos sabían por la profecía que el final de este período debía ocurrir y el próximo Templo de las siete iglesias, el cuarto de los querubines protectores de Ezequiel (Ezequiel 1:15), debía comenzar. En el Eclesiastés 6:6, Salomón había indicado que esto podía durar dos mil años. La Señal de Jonás entonces entró en su siguiente y poco comprendida fase, el tiempo de los Gentiles. Esta debía durar cuarenta Jubileos hasta la vuelta del Mesías y el principio del Milenio que se refiere en el Apocalipsis 20:4.

 

La Iglesia bajo Simon, sobrino del Mesías, volvió a Jerusalén alrededor del 72 EC y estableció las iglesias de los Desposini o aquellos que pertenecen al Señor y proporcionó obispos a las iglesias de Asia y Egipto durante muchas décadas hasta que Roma los sustituyera por griegos.

 

Uno bien podría preguntar: ¿Qué habría sucedido si los judíos se hubiesen arrepentido? La respuesta es proporcionada por la referencia a Israel en el desierto donde enviaron espías o testigos para reconocer la tierra prometida. Enviaron un hombre de cada una de las tribus. Josué, el hijo de Nun, era de Efraín y fue llamado Josué por Moisés (Núm. 13:8,16). Fueron enviados de Zin regresando al final de cuarenta días (Núm. 13:25). Ellos rechazaron su herencia atestiguando contra la productividad de su herencia; todos excepto Josué y Caleb (Núm. 14:6-7). Ninguna persona mayor de veinte que se quejó contra Dios fue permitida a entrar en la tierra prometida excepto Josué y Caleb. A los niños se les dio cuarenta años en el desierto como pastores errantes pagando así la pena de su infidelidad. Esto representó a Judá y Levi en el tiempo del Mesías.

 

Los cuarenta días de atestiguar se volvieron en los cuarenta años de la Señal de Jonás, del Mesías a la destrucción del Templo. Los cuarenta años en el desierto se volvieron en los cuarenta Jubileos de ir errante hasta la segunda venida.

 

Judá podría haberse arrepentido y habríamos estado bajo su mando. Ellos no se arrepintieron, y Dios sabía que no se arrepentirían. Entonces fuimos llamados en circunstancias diferentes. A Judá se le dará arrepentimiento pronto.

Apéndice

 

El Decreto de Ciro y los Reyes Caldeos Según Josefo

 

Muchos historiadores se han preocupado en comprobar que la profecía de las 70 semanas de los años se relaciona con el ministerio de Cristo – de alguna manera al determinar su comienzo y dejando 3 ½ años para el tiempo del final. Con celo equivocado algunos traductores han manipulado tanto a Daniel 9:25-27 que el cargo por fraude no podría ser mal aplicado. Probablemente la traducción más fidedigna es la de Moffatt.

 

Sepa pues, entienda, que entre la publicación de la orden profética para repoblar y reconstruir Jerusalén y la consagración de un sumo sacerdote supremo, siete semanas de los años pasarán; en el curso de sesenta y dos semanas de los años será reconstruida, con sus plazas y calles; finalmente, después de las sesenta y dos semanas de los años, el sacerdote consagrado será anulado, dejando a ningún sucesor; la ciudad y el santuario serán destruidos junto con el sacerdote consagrado, y luego la ruina manará con una inundación de guerra hasta el mismo final.

 

Durante una semana de los años, la mayoría de la gente dejará de practicar su religión; durante la mitad de ese tiempo, el sacrificio y la ofrenda cesarán, y, en vez de esto, ocurrirá una abominación espantosa, hasta que finalmente la ruina fijada cae sobre la abominación sacrílega.

 

Nótese que la consagración del consagrado parece ser el reestablecimiento del sacerdocio y luego la destrucción de Jerusalén y del Templo, y la anulación del sacrificio.

 

Mientras no cabe duda de que esto era la crucifixión de Cristo que fue referida en el versículo 24, la profecía obviamente no concierne en sí a su ministerio, si no a su cumplimiento con la destrucción del Templo.

 

Las listas de los reyes caldeos hasta Ciro el persa se reconstruyen y las fechas aceptadas del Canon de Ptolomeo también se incluyen para mayor información.

 

Josefo también registra que a Nehemías le fue dada su comisión por Jerjes en el año 25 de su mandato y que las paredes fueron completadas en dos años y cuatro meses y que fueron terminadas en el año 28 de Jerjes.

 

Lamentablemente, las fechas asignadas a Jerjes usando a Ptolomeo son del 486 al 464 AEC - un período de 22 años. Puede ser que las traducciones se equivoquen, que Josefo se equivoque o, más probablemente, que todos se equivoquen. Los únicos reyes que se conoce haber reinado por más de 25 años fueron Darío I y Artajerjes I y II.

 

Una fecha muy interesante surge, sin embargo, si tomamos la fecha de Ciro a partir de la construcción de Nabucodonosor en la fecha aceptada del 605 AEC y añadimos la cronología de Josefo para los reyes caldeos. Esto produce el decreto de Ciro en el año 464 AEC.

 

Setenta semanas de los años de esta fecha llega al 27 EC. Juan el Bautista comenzó su ministerio al final de este año. Un año o dos ya sea para el inicio o fin de esta fecha son permisibles. El problema con esto, sin embargo, es que las fechas de final para el rey persa usando el Canon de Ptolomeo y las fechas comúnmente aceptadas que se encuentran en la mayoría de las tablas de tiempo de la Biblia es 260 AEC - poniendo la conquista de Alejandro 72 años demasiado tarde. La duración de los reyes persas puede ser demasiado larga o, en efecto, la fecha del principio puede estar equivocada por algunos años.

 

El hecho es que el Canon de Ptolomeo se puede demostrar que es correcto con la fecha 605 AEC fijada astronómicamente. Existe la posibilidad, sin embargo, que las 70 semanas de los años, usando las fechas de Josefo para los reyes caldeos, terminan en el tiempo de Cristo. En ninguna etapa, usando cualquiera de los cambios posibles, es cuestión de Ciro Artajerjes I (Longimano).

 

Esta tabla construida de los escritos de Josefo y sobrepuesta a fechas tomadas de fuentes extrañas es arbitraria y, si Josefo está en lo cierto, entonces la profecía del cautiverio de 70 años no es válida. Era 96 años según Josefo a partir de los actos de Nabucodonosor contra los judíos, que ocurrieron en el año 23 de su reinado, hasta el decreto de Ciro. Basándose sólo en esta razón, Josefo no debe ser considerado y la interpretación inicial debe sostenerse como válida.

 

Independientemente a qué punto de partida sea usado, no hay ningún período de siete años en los cuales tres años y medio sean dejados al aire para ser tomado luego en algún período mítico antes del tiempo del regreso de Cristo, tampoco Daniel sugiere que habría una semana partida o un período posterior de una semana. Los marcos de tiempo no lo permiten. Daniel claramente menciona que al final del período, durante una semana de los años, la mayoría de la gente dejaría de practicar su religión y, para la mitad de aquel tiempo, el sacrificio y la ofrenda cesarán.

 

Un estudio de la destrucción de Jerusalén y del Templo muestra que esta profecía fue completada en el 70 EC.

 

Unos enseñan que el final decretado será volcado sobre el desolador por 3 ½ años, es decir el período de las plagas de la ira de Dios en Apocalipsis. Mientras el período de 3 ½ años de las plagas de la ira de Dios ocurrirá, intentar relacionarlas con esta profecía es un argumento muy dudoso. Otros enseñan que el período de una semana de los años es reservado para el tiempo del final. No hay definitivamente ningún apoyo para tal aseveración. Si uno hubiera estado en medio de Jerusalén para el periodo de 3½ años hasta el 70 EC, uno sería probablemente más consciente de la exactitud de la profecía y del error de la posición anterior.


 

REYES

AÑOS

FECHAS

 

Nabucodonosor (Nabopolasar)

21

622 AEC

(Fecha de principio no según Josefo pero años de reinado son)

Nabucodonosor

43

605-562 AEC

Evil-merodac

18

562-522 AEC

Neriglisar

40

522-482 AEC

Laborosoar-chod

9/12

482- ? AEC

Baltasar (Nabonido)

17

465- ? AEC

Ciro (de Darío)

10

465-455 AEC

(Construcción del Canon de Ptolomeo)

Cambises

7

455-448 AEC

Darío I

36

448-414 AEC

Jerjes

22

414-392 AEC

Artajerjes

41

392-351 AEC

Jerjes II

-

351 AEC

Darío II

19

351-332 AEC

Artajerjes II

46

332-286 AEC

Artajerjes III

20

286-266 AEC

Darío III

6

266-260 AEC

 

Bibliografía

The Common Bible (La Biblia Común) (Revised Standard Version) (Versión Normal Revisada), Collins, 1973.

Herodoto, The Histories (Las Historias), tr. por A. de Selincourt (Burns Rev.), Penguin, 1983.

Josefo, Complete Works (Obras Completas), tr. por William Whiston, Kregel Publications, 1981.

Emile Schurer, The History of the Jewish People in the Age of Jesus Christ (La Historia del Pueblo Judío en la Época de Jesucristo) (175 BC - 135 AD), Vols. I hasta III, rev. por Varnes y Millar, T&T Clarke Ltd, 1958.

James B. Pritchard, The Ancient Near East - An Anthology of Texts and Pictures (El Oriente Cercano Antiguo - Una Antología de Textos e Ilustraciones), Princeton, 1958.

 

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