Iglesias Cristianas de Dios
[013]
La Señal de Jonás y la Historia de la Reconstrucción
del Templo
(Edición 3.0
19940402-19980822-20071211-20080106)
Uno de los
conceptos que más se malinterpreta es el de la Señal de Jonás. Esta sería la
única señal dada del ministerio del Mesías. La Señal se relaciona con la
reconstrucción del Templo y con las setenta semanas de los años. La Señal se
extiende y tiene importancia hasta nuestros días. La profecía todavía está en
plena marcha y terminará en un futuro cercano. Entender el momento correcto de
la reconstrucción del templo es vital. Este artículo relaciona entre sí los
evangelios y la misión de Cristo con los libros de Jonás, Daniel, Esdras,
Nehemías, Hageo y otros.
Christian Churches of
God
PO Box 369, WODEN ACT 2606, AUSTRALIA
Correo electrónico: secretary@ccg.org
(Derechos de propiedad literaria ã 1994, 1998, 2007, 2008 Wade Cox)
(Tr. 2005; rev. 2016)
Este documento puede copiarse libremente y distribuirse con tal de que se
copie en su totalidad sin alteraciones o tachaduras. Debe incluirse el nombre
del editor y dirección y el aviso de derechos de propiedad literaria. Ningún
cargo puede realizarse a los destinatarios de copias distribuidas. Citas breves
pueden ser incluidas en artículos críticos y revisiones sin interferir en los
derechos de propiedad literaria
Este
documento se puede obtener
desde los sitios Internet:
http://www.logon.org/spanish/ y http://www.ccg.org/
La Señal de Jonás y la Historia de la Reconstrucción del
Templo
Existen tres
versiones relacionadas a la reconstrucción del Templo: la primera es la Biblia,
la segunda, los Libros Apócrifos en 1 Esdras y la tercera escrita por Josefo en The Antiquities of the Jews (Las Antigüedades Judías) en el Libro XI, Capítulos
I al IV.
Todos están de
acuerdo en que Ciro dio los utensilios del Templo al Príncipe Sesbasar (Esdras 1:8) o Gobernador de Judea (Esdras 5:15 o
1 Esdras) para guardarlos en un lugar seguro hasta que se efectúe la
construcción del Templo, y luego los exilados los llevaron de regreso al
volver. (Exceptuando a Josefo, The Antiquities of the Jews, Li. XI, Ca. III, ver la anotación en el Reino de los
Magos) Zorobabel está registrado como Gobernador
posteriormente, durante el reino de Darío (al momento de poner las fundaciones) y la leyenda Apócrifa de los tres
guardias también se puede encontrar en Josefo, que
está puesto en este reinado (Zorobabel pudo haber
regresado con otros en el tiempo de Darío I pero sería una especulación).
El altar del
Señor fue construido en el séptimo mes del primer año de su regreso. La mayoría
de los desterrados regresaron a sus ciudades de origen y no a Jerusalén (si es
que no todos los exilados eran de acuerdo con la profecía) (Esdras 3:1-3). Las fundaciones del Templo no se habían puesto
todavía (v.6). El trabajo comenzó en el segundo año con la echada de las fundaciones (v.10). A partir de este momento en
adelante, los judíos fueron frustrados en sus intentos por otros habitantes del
área, los Samaritanos de los últimos días, que no eran israelitas si no
procedentes de Cuta y los medos, que se reestablecieron
en Israel luego de que las diez tribus fueron retiradas del lugar como medida
deliberada tomada por Esar-hadón, Rey de Asiría. Josefo dice que fueron transplantados
de Cuta y Media por Salmanasar, Rey de Asiría. La
política del restablecimiento deliberado fue una característica de todos los
Imperios alrededor del Tigris-Éufrates y afectaron a países tan lejanos como
Etiopía y Libia, que fueron retirados tan lejos como hasta la cuenca del río
Indo. Israel fue reubicado al norte del Araxes. Un
resto del pueblo de Israel en años posteriores se fue a vivir a casuchas a lo
largo del Éufrates y se encuentran en medio de Judá, originando la afirmación
de que Israel está esparcida por toda Judá. Esta mentira ha sido apoyada por
algunos de los rabinos más eminentes del occidente.
Los Cutos y Medos
o Samaritanos de los últimos días adoptaron la religión judía y, en años
posteriores, fundaron una ciudad, Siquem, en el Monte
Gerizim, el cual fue poblado por judíos apostatas,
por ejemplo, aquellos que temían ser juzgados por haber quebrado la ley con
relación al Sábado y las carnes, etc., (Josefo, The Antiquities of the Jews, Lu. XI, Ca. VII: 2
& VIII: 6-7 & Esdras 4:2).
La siguiente tabla
describe la secuencia de acontecimientos según la Biblia, usando fechas
aceptadas actualmente, aunque las de Josefo pueden
diferir considerablemente.
Hubo
un templo
construido a mediados del siglo V a.C. por
los samaritanos. Se ha encontrado que los cimientos se parecen a
los cimientos en Jerusalén, que fueron colocados en el retorno,
pero no fue terminado sino hasta el reinado de Darío II, un siglo
más tarde, y después
de la estructura en Gerizim.
Josefo se ha equivocado en
sus fechas de las
obras en el monte Gerizim. El Dr. Yitzhak
Magen ha
excavado el Templo
original y lo ha fechado a mediados
del siglo V a.C. 13.000 monedas persas fueron
encontradas en el área del
diezmo. Habían 68
monedas diferentes, la más
antigua data del 480 a.C. La cerámica
era del siglo V hasta
el siglo IV. Los huesos de los sacrificios están fechados en el siglo V. En la
conferencia de arqueología en Copenhague en 2006, se
anunció que Josefo se equivocó con su datación (ref. Y. Magen, Excavaciones
del Mt. Gerizim, vol. I, Publicaciones Judea y
Samaria, JSP II,
Israel Antiquities Authority
2004 ISBN 965-406
-160-0 ISBN 13:
978-965-406-160-5). Los datos indican un
templo y sacerdocio activo en Gerizim a mediados del siglo V (dicen
que hasta 343 años) antes de la destrucción de Hircanus, de 113 a.C. Por esto es
que la construcción en Jerusalén, es
opuesta con tanta vehemencia por
estas personas, como dice la Biblia.
FECHA |
ACONTECIMIENTO |
539 AEC |
Conquista de
Babilonia por Ciro y Darío, el meda, hijo de Astiages
(llamado Jerjes por Daniel), tío de Ciro y primer
regente, gobernando desde Babilonia y Meda, a donde fue que llevo a Daniel. (Josefo, Antiq. of the Jews, Li. X, Ca. XI:4). |
538/7 AEC |
Edicto de Ciro.
El regreso de los exilados (fecha incierta). Ellos regresaron a los pueblos
de Israel, pero no a Jerusalén. |
? |
Sesbasar pone
las fundaciones del Templo (Esdras 5:16). Las fundaciones pueden haber sido
puestas nuevamente por Zorobabel cuando empezó la
construcción luego de haber construido el altar (Esdras 3:2). Es probable que
Sesbasar es el Senazar
del 1Crónicas 3:17-19, hijo de Salatiel y hermano
de Pedaías, padre de Zorobabel.
Es probable que Zorobabel sucediera
a Sesbasar como Gobernador mientras estaba joven
aún. Mateo 1:12 registra a Zorobabel como hijo de Salatiel, indicando que Pedaías
podría haber muerto joven y que Senazar o Sesbasar sucedió a Salatiel
como Príncipe Regente de Judá y fue en su turno sucedido por Zorobabel, ya sea cuando tuvo la edad suficiente o a la
muerte de su tío. |
530-522 AEC |
Reino de Cambises. Reinó por un año junto con Ciro, su padre. Josefo hace referencia a una carta de reclamos escrita a
este rey, pero no se encuentra ningún registro de esto en la Biblia. Se ha
intentado relacionarlo con la carta a Asuero, pero
este es la versión persa de Jerjes y se encuentra
también en la Moffatt, la NIV y otras. Herodoto escribe que este Rey estaba loco. |
525 AEC |
Se completa el
acertijo de la profecía de los brazos rotos del Faraón en su primera etapa
cuando Cambises ocupa Egipto (Ezequiel Ca. 29-30 y
sig.), es decir ochenta años a partir del 605 AEC. |
522 AEC |
Reino de los
Magos (según registro de Josefo). Los Magos fueron
muertos después de un reinado de un año y Darío, hijo de Histaspes,
fue elegido rey por las siete familias principales de Persia. Zorobabel regresó de Judea por las vasijas de Dios que estaban todavía en Babilonia
(posiblemente sea una contradicción). Smerdis, el
Mago, fue sustituido por Smerdis, hijo de Ciro,
asesinado por órdenes de Cambises. Reinó por siete
meses hasta que él y su hermano, Patizeites, (el
autor de la sustitución) fueron descubiertos y decapitados la noche de la
muerte de los Magos (la Magofonia). Él no fue rey
en el completo sentido de la palabra y solo emitió un decreto otorgando una
remisión de impuestos por tres años. Fue confinado dentro del palacio por
temor de ser descubierto, lo que pasó, no obstante
ya que Ciro haya cortado las orejas de Smerdis el
Mago por un crimen grave. Este pseudo Smerdis algunas veces es usado como uno de los supuestos
tres reyes mencionados en Daniel 11:2-4. Los cuatro reyes mencionados bien
podrían ser Cambises, Darío, Jerjes
y Ciro Artajerjes. Los otros reyes no estaban tan
envueltos en esto a pesar que Darío II interfirió en los asuntos griegos al hacer un pacto con Esparta (Thucydides,
The Peloponnesian
War (La Guerra Peloponesa),
Lib. 8:5, 6, 36, 37,57-59). Herodoto
escribe sobre los últimos tres en Histories (Historias), Lib. 6, p. 100; Durante las tres generaciones comprendidas en el reinado de Darío, hijo
de Histaspes, y de su hijo Jerjes
y su nieto Artajerjes, Grecia sufrió más miseria
que en las veinte generaciones anteriores al nacimiento de Darío, en parte
por las guerras persas, y también por sus propias luchas internas por
supremacía. Después de Ciro
Artajerjes, Persia fue
tan hostil para Grecia que fue inevitable que sucediera una reacción
griega de la forma que pasó con Alejandro. |
521 AEC |
Darío I (El
Grande). Se construyó un poco en el Templo (Esdras 4:4-5). |
516 AEC |
La profecía de
los setenta años termina (Jer. 25:8-14 y Dan. 9). Jerusalén no pudo ser habitada hasta esta fecha. |
486 AEC |
Jerjes I (Asuero), cuarto hijo de Darío I, primer nieto de Ciro. Se
le escribió una carta, no se tiene registro de ninguna respuesta (Esdras
4:6). |
465 AEC |
Artajerjes I
(nombre verdadero es Ciro, también llamado Macrocheir
o Longimano). Bislam, Mitrídates y Tabeel (Esdras
4:7) le escribieron una carta. Ellos eran los líderes del grupo opuesto a la
restauración judía durante el reinado de este rey. (Estos son diferentes
líderes a los mencionados en Nehemías reforzando aún más el punto que dos
reyes diferentes están involucrados). Artajerjes
emitió un decreto ordenando que la construcción del Templo sea detenida
(Esdras 4:7-24). La invasión ateniense de Egipto
con la Liga de Delos habría propiciado las drásticas medidas de control que
se adoptaron. La revuelta se
sometió en el 454 AEC en Egipto y en otras partes del Imperio. Obviamente no
se deseaba una Jerusalén fortalecida. La guerra griega duró desde el incendio
de Sardis en el año 501 AEC hasta el año diecisiete
de Artajerjes
en el 448 AEC. |
424 AEC |
Jerjes II (sin
registro en la Biblia). Asesinado en el 424 luego de 45 días por Sogdiano, su
hermano ilegítimo, quien reinó por seis meses y medio. Él fue asesinado por
otro hermano ilegítimo, Ochus, quien se cambió a
Darío II a fines del 424 AEC / comienzos del 423 AEC. |
423 AEC |
Darío II.
Emitió un decreto para empezar la construcción en el 422 AEC (Esdras 6:1 y
4:24) (es decir su segundo año). Empiezan las 70 semanas de los años. En
Esdras 5 aparece que Hageo y Zacarías profetizan en
el 423 AEC y 422 AEC. Las 70 semanas de los años comienzan del 423/22 AEC (o
sea primer año del nuevo período de Jubileo). La construcción se completó en
el sexto año de Darío, el Persa (Esdras 6:15) en el 3 de Adar,
es decir marzo del 418 AEC. Darío muere a fines del período 405 hacia la
primavera del 404. El templo en el monte. Gerizim
también pudo haber iniciado en este momento, pero
probablemente no antes de 465 (véase
más arriba). |
404 AEC |
Artajerjes II (Mnemón) enfrenta
la rebelión egipcia en su ascensión al poder en la Primavera o Nisan del 404 AEC. |
402 AEC |
Artajerjes
pierde a Egipto. |
401 AEC |
Guerra civil en
Persia. Los griegos derrotados en la Batalla de Cunaxa
y se retiraron a las costas del Mar Negro. |
398 AEC |
Decreto de aprovisionamiento emitido para el regreso de
Esdras en el séptimo año, probablemente premiando la lealtad judía. (Esdras 7:1-26). |
387 AEC |
Artajerjes vence
a los espartacos y detiene su intromisión. La paz
de este rey hace que Persia reocupe Ionia. |
385 AEC |
Nehemías es
nombrado Gobernador de Judea del 385-372 AEC cuando la ciudad y las murallas
fueron reconstruidas (Neh. 5:14). Eliasib es Sumo Sacerdote (Neh.
3:1). Esta fue la segunda carta o decreto de Artajerjes.
Fue para la reconstrucción de las entradas a las fortalezas del Templo y para
las murallas de la ciudad (el Templo ya había sido construido - Neh. 6:10-11). La ciudad podría haber sido dañada por la
guerra civil donde los babilonios y los judíos israelitas obviamente apoyaron
al rey. |
375/4 AEC |
Aquí se
completa la profecía en Daniel 9:25 del primer Ungido de las siete semanas de
los años, es decir 49 años a partir del 423/2 AEC - 375/4 AEC. |
374/3 AEC |
Empieza el año
del Jubileo el 374 AEC en el año 32 de Artajerjes
II. No está claro si la restauración de las tierras hechas por Nehemías fue
una restauración de Jubileo. Parece que este fue el caso y que, por lo tanto,
fue el último Jubileo conocido que se guardó. |
374/3 AEC |
Año 32 de Artajerjes. Nehemías regresa a Jerusalén procedente de
Babilonia y encuentra el Templo en desorden bajo Eliasib
y Tobias (Neh. 13:6).
Nehemías restaura el Templo y aprovisiona
los Levitas y cantantes que regresen al Templo (Neh.
13:10-11). Reestablece el diezmo y limpia los
Sábados (Neh. 13:12-19). |
321 AEC |
Esdras muere el
mismo año que Alejandro Magno (Seder Olam Rabbah 30) |
62/63 EC |
Término de las
62 semanas de los años y la eliminación real del diezmo y la reducción del sacerdocio alto a la criminalidad con la
ejecución de Santiago, Obispo de Jerusalén en el 62 EC. |
70 EC |
Fin de las 70
semanas de los años y la destrucción del Templo. |
73 EC |
Caída de Judea
y de Masada. |
Josefo pone que Zorobabel regresa inmediatamente después del decreto de
Ciro. La carta a Asuero es la carta a Cambises y la construcción se completa en el reinado de
Darío I con el regreso de Esdras y Nehemías en ese reinado, y también con los
profetas Hageo y Zacarías profetizando en el segundo
año de ese reinado. La construcción de acuerdo a Josefo
sería terminada en el 516 AEC. El período 519-516 AEC fue la fecha más temprana
que se permitió para la profecía de los setenta años hecha por Jeremías y
repetida por Daniel, donde se da el tiempo en el cual Jerusalén sería desolada.
La secuencia de tiempo es demasiado conveniente y, habiéndose desarrollado los
hechos lo más pronto que la profecía lo podía permitir, no habría habido
necesidad para las misiones de Hageo y, en menor
proporción, la de Zacarías para ordenarles que continúen con el trabajo (Hageo 1:2-15). Esdras 4:23 y 5:1-2 dicen que Hageo y Zacarías fueron designados luego del decreto de Artajerjes que obligó el cese de la construcción (véase
también 1Esdras 7:5).
Josefo también
identifica la emisión de un decreto de
aprovisionamiento para el regreso de Esdras con Jerjes
y el esposo de Ester como Artajerjes I. El problema
es que Asuero [o Ahasaero]
es el nombre en persa de Jerjes. Artajerjes
I, que según Herodoto era llamado Ciro, fue llamado Artajerjes por los griegos (ver también Josefo,
Antiq. of the Jews, Li. XI, Ca. VI:l).
Otra información
que es aclaradora es que hubo seis generaciones de Levitas implicadas desde el
regreso de Zorobabel y el inicio, hasta la
finalización del reinado de Darío el persa (Neh.
12:1-22). La vida de Zorobabel fue prolongada por el
Señor para que supervise la culminación de la obra (Zac.
4:9) y, luego del mensaje de Hageo y Zacarías, se
levantó y completó el Templo con Jesúa, hijo de Josadac.
A partir de la
llegada de Jesúa con Zorobabel
hasta el reinado de Darío el persa, está escrito en el Nehemías 12:10-11 que Jesúa tuvo un hijo, Joiacim, un
nieto, Eliasib, un bisnieto, Joiada,
un tataranieto, Jonatán, y un tatara-tataranieto, Jadúa.
En Nehemías
12:22, vemos que Jonatán no sucedió a Joiada como
sacerdote jefe si no más
bien lo hizo el hermano de Joiada, Johanán. Jonatán se había casado con Sanbalat,
la hija del Horonita, y fue quitado por Nehemías (Neh. 13:28). Sin embargo, es concluyente que le nacieron
cinco generaciones a Jesúa antes del reinado de Darío
el Persa, que es el rey que emitió el decreto para la construcción del Templo y
que en cuyo reinado fue terminado. A pesar del hecho que Jesúa
tuvo una cantidad de hijos que fueron con él al momento de que los cimientos
del Templo fueron puestos luego del segundo año (Esdras 3:9), es improbable que
el Darío de la construcción pueda haber sido Darío I, pues él reinó del 521-466
AEC, unos 16 años luego del regreso. Por lo tanto, debe haber sido Darío II en
el 423-404 AEC, como 114 años luego del regreso. Dando 20 años por generación y
permitiendo que Jadúa se haga sacerdote antes que
este rey, Zorobabel tenía aproximadamente 120 años y Jesúa tendría, por consiguiente, aproximadamente 140 años
al momento de la construcción y murieron poco
después. El uso del término “se levantaron” en Esdras 5:2 sugiere que Zorobabel y Jesúa eran de edad
avanzada y retirados de trabajos fuertes como Zacarías 4:9 también lo indica.
Nehemías 12:26
muestra que Joiacim era el sacerdote jefe luego de Jesúa pero implica que su muerte sucedió mucho antes del regreso
de Nehemías y Esdras. Eliasib era el mayor de los
sumos sacerdotes que quedaban vivos al regreso de Nehemías (Neh.
3:1). Johanán parece que ya había ejercido el sumo
sacerdocio al regreso de Esdras (Esdras 10:6). El sacerdocio renunciaba al deber sacrificatorio a los
cincuenta años de edad. Nehemías también certifica a Jadúa
en la lista de los sumos sacerdotes hasta el gobierno de Darío el Persa. El
Templo, por lo tanto, no pudo haber sido construido antes del 417 AEC.
También debería
notarse que Iddo regresó con Zorobabel.
Durante el sumo sacerdocio de Joiacim, también habían
pasado dos generaciones de sacerdocio, por eso vemos que Zacarías fue nombrado
entre los Levitas, a partir de la época de Iddo. De
hecho, era el nieto de Iddo, el hijo de Berequías y él fue un profeta en el segundo año de Darío.
Cuando Zacarías habla de la plomada de albañil en manos de Zorobabel
y del sumo sacerdote Jesúa, es como una maravilla y
un signo de Dios que no solamente Zorobabel haya
puesto los cimientos sino que haya podido sujetar la cuerda al momento de su
terminación. Sabemos por Nehemías 12 que Zacarías era sacerdote bajo Joiacim. Por lo tanto, la premisa de actividad a edad
avanzada parece prevalecer.
La profecía de
Zacarías relata el significado de la construcción del Templo y las setenta
semanas de los años desde el reinado de Darío II en el segundo año, su
desarrollo, culminación y restauración.
La corroboración más evidente de la
narrativa bíblica proviene de las Cartas arameas, traducidas por H.L. Ginsberg y publicadas en The
Ancient Near East: An anthology of texts and pictures (El
Antiguo Oriente Cercano: Una antología de textos y ilustraciones (ed.
James B. Pritchard, Princeton, 1958, p. 278-282), que
eran cartas de y para los judíos en la Fortaleza de Elefantina. Esta fortaleza había sido poblada por judíos y otras personas
semitas no judías desde los días del reinado egipcio anterior a la
invasión de los medo-persas.
Un Templo
impresionante había sido erigido ahí y ya estaba construido cuando Cambises invadió Egipto.
Como dijimos
anteriormente, durante el reinado de Ciro Macrocheir
o Artajerjes I, la invasión ateniense de Egipto fue bloqueada en el 454 AEC y el Satrapa
que quedó a cargo fue un medo-persa llamado Arsames que
reinó como Satrapa desde el 455/4 AEC hasta por lo
menos el 407 AEC.
Durante por lo
menos algún tiempo de esa época, el líder de los judíos de la guarnición era un
judío llamado Yedoniah. En el quinto año de Darío II,
es decir 420/419 AEC, Hananías, un judío escriba de Arsames
escribió a Yedoniah que estaba en Elefantina,
informándole que Darío había enviado su palabra a Arsames
autorizando un festival de los Panes sin Levadura para la guarnición judía,
también dándole detalles sobre el cálculo de los días de la fiesta comenzando
el 14 de Nisan como sigue:
Entonces contarán a
partir del día catorce del mes de Nisan y] observarán
la Pascual], y a partir del día 15º al 21º día de [Nisan observarán el festival de los panes sin levadura].
Estén (según los ritos) puros y estén alertas. [No trabajen [en el día 15º o
21º, tampoco beban [cerveza2, tampoco coman] nada [que] contenga]
levadura [a partir del día 14º a la] puesta del sol hasta el día 21º de Nisan por siete días no debe estar entre ustedes. No lo lleven
a sus moradas sino que séllenlo hasta esos días. Por orden del Rey Darío. Para]
mi hermano Yedoniah y la guarnición judía, su hermano
Hananías].
Nota 1. psh en dos ostracas (fragmentos de vasija) de Elefantina.
Nota 2. La
instrucción incluyendo cerveza es una construcción basada en la tradición
judía.
Esta celebración
por órdenes de Darío en el quinto año de su reinado para toda la gente judía
incluyendo hasta Elefantina es la celebración de Pascua que se hace mención en
Esdras 6:13-22. Esta celebración tuvo lugar en la
dedicación del Templo, que, según las cartas
en Elefantina, habría ocurrido en el
419/8 AEC.
El quinto año de
Darío II fue al año anterior a la terminación del Templo y es curioso que 123
hombres y mujeres de la guarnición judía en Elefantina en el 3er. de Fanenot (un mes del calendario egipcio) en el año 5 tomaron
una colección de dos siclos por persona,
totalizando 12 karash y 6 siclos (a 20 siclos por karash, esto es 246 siclos). Esta colección
fue dedicada al Dios, Yaho (Yahoweh).
Es curioso que los miembros no judíos de la guarnición parece que donaron
también hasta la cantidad de 7 karash por Ishumbetel, la divinidad aramea masculina y 12 karash por Anatbetel, la deidad
femenina que era sinónima con Anat., esposa de Baal.
Este impuesto del
quinto año era el equivalente a una imposición especial y fue probablemente
para la decoración del Templo en Jerusalén. Si las otras contribuciones fueron
a otras áreas en el Levante para templos paganos o fueron contribuciones para
la construcción del Templo por parte de los cultos arameos solo podríamos
saberlo adivinando. Sin embargo, esto puede ser una indicación del grado al
cual la gente se había mezclado con el pueblo Gentil, como sabemos que pasó
según Esdras 9:1-4 y siguió hasta Nehemías.
Lo que sí sabemos
es que en el día 20 de Marheshwan en el año 17 del
Rey Darío, es decir 408 AEC, se envió una carta a Jerusalén a Bagoas, Gobernador de Judá, detallando la secuencia de
eventos relacionados al regreso de Arsames quien
había regresado a Mesopotamia a donde el rey. Luego de que Arsames
había regresado donde Darío, los sacerdotes del dios Khnub,
en la fortaleza de Elefantina, conspiraron con el comandante en jefe, Vidaranag, para destruir el Templo de Yaho
en Elefantina. Su hijo, Nefayan, quien estaba al
mando de la fortaleza en Sevene fue llamado y se le
ordenó que destruya el Templo en Elefantina “en la Fortaleza de Yeb”.
Él, junto con los
egipcios y otras tropas, entraron y arrasaron el Templo destruyéndolo y
rompieron los pilares de piedra y las cinco grandes entradas dejando solo las
puertas en pie. Ellos se llevaron las vasijas de oro y plata y todos los otros
utensilios.
La carta revela
que este Templo fue el único que quedó en pie luego de la invasión de Cambises. Vidaranag fue matado
después y comido por perros.
La carta también
muestra que cuando ocurrió el desastre, se envió una carta al sumo sacerdote en
Jerusalén, llamado Johanán; entonces ahora sabemos
que el sumo sacerdote en el año 410 AEC era Johanán.
Esto establece, fuera de duda, que el Darío el Persa al cual se refieren en
Nehemías 12:22 era Darío II.
También por la
carta se sabe que ellos le escribieron a Ostanes, el
hermano de Anani y a los nobles judíos. Estos señores
no respondieron (“Nunca se nos ha enviado una carta a nosotros”). Los judíos en
Elefantina trajeron puesta tela de saco y ayunaron
del Tammuz del 14º año de Darío, es decir 411 AEC,
hasta la fecha de la carta, es decir en 408 AEC.
Ellos solicitaron
ayuda para reconstruir su templo de una manera muy conmovedora
y además informaron al Gobernador que también habían escrito a Delaía y Selemías, los hijos de Sanbalat, Gobernador de Samaria. Al parecer querían que
intercedan por ellos con el Gobernador. Este Sanbalat
era el horonita mencionado en Nehemías 2:10 y su hija
se había casado con el hijo de Joiada, hijo de Eliasib, el sumo sacerdote.
Esto lo había
descalificado para ejercer como sumo sacerdote. Eliasib,
el sumo sacerdote, todavía vivía al momento del regreso de Nehemías (Neh. 3:1), pero Johanán ya había
ejercido el puesto de sumo sacerdocio al regreso de Esdras y con certeza en el
410 AEC. Solo se puede deducir que Eliasib era el
mayor de los sumos sacerdotes que quedaban vivos al regreso de Nehemías y era
entonces la cabeza de los sacerdotes pero que ya había pasado mucho tiempo
desde que cedió sus obligaciones a Joiada y luego a Johanán (remplazando a su sobrino) y después a Jadúa quien parece haber sucedido al sumo sacerdocio de
acuerdo a Nehemías 12:22 en el reinado de Darío el persa (II).
Nehemías 12:22
parece que divide los cinco periodos en dos eras.
La primera era
fue la de las vigilias en los días de Joiacim, hijo
de Jesúa, y la era actual se refirió a “los días de
Nehemías, el Gobernador, y Esdras, el sacerdote y el escriba”. Esto parece confirmar
luego la división del tiempo entre el sumo sacerdocio que estaba muerto (es
decir Joiacim fue el padre de Eliasib),
y la era actual del sacerdocio viviente que incluyó a Eliasib
como el mayor de los sumos sacerdotes vivos.
Al regreso de
Esdras, no se menciona a Jadúa, solo se registra a Jehohanán que tenía una recámara, lo que implica que
todavía era el sumo sacerdote. Jadúa aparece incluido
en Nehemías 12:22 como a cargo del sacerdocio que pude haber sido de forma
temporal ya que Nehemías incluyó a todo el sacerdocio hasta el reinado de Darío
el persa, quien es, sin lugar a dudas, Darío II. Esdras escribe como si Johanán (o Jehohanán) y Jadúa estuviesen ausentes y que él ocupó la recámara de Johanán en su ausencia.
La impresión de
las dos fuentes, la bíblica y la no bíblica, es que el sumo sacerdocio se
deterioró después de los días de Joiacim. Eliasib, Johanán y Jadúa no parecen haber dedicado debida diligencia a sus
responsabilidades. La falta de respuesta a los judíos en Elefantina por Johanán y la falta de participación en las actividades de
Esdras y Nehemías indican que ellos descuidaron sus responsabilidades. Los
matrimonies mezclados, la contaminación y las profanaciones son corroborados
por las cartas de Elefantina. Un memorando dejó registrado que Bagoas y Delaía escribieron a la
guarnición dándoles instrucciones para que Arsames
sea informado que el Templo tenía que ser reconstruido en Elefantina con el
ofrecimiento de la carne y del incienso hecho en el altar como se solía hacer.
No se mencionó
que se hiciera ningún sacrificio para no afectar la sensibilidad de Arsames, un mazdeano quien pudo
haber considerado el contacto del fuego con los cuerpos muertos como algo
profano. Está muy bien registrado que los judíos en Elefantina, bajo Yedoniah, al fin, tuvieron que
dirigir una petición a Arsames, prometiendo no
sacrificios por fuego en el Templo y un pago de mil ardabs
de cebada (textos en Pritchard, Ibíd.).
Parece como si el
Templo hubiese sido acabado en el 417 AEC. Los ancianos del sumo sacerdocio
murieron y algún tipo de falta de dirección ocurrió, con Eliasib,
Johanán y Jadúa inactivos
en cierta forma.
Lo que es
importante sobre estos textos es que proporcionan datos corroborativos
importantes de información bíblica, y demuestran la certidumbre literal de la
Biblia. También indican que la fecha tradicional para la construcción en el año
516 AEC es algo imposible.
Otra
corroboración importante del texto bíblico se encuentra en las Cartas arameas. Mibtahiah, hija de Mahseiah, hijo
de Yedoniah, se casó con Pi, hijo de Pahi (Phy), el constructor de la
fortaleza de Sevene, donde Mahseiah
servía en el destacamento de Varizata. Esto demuestra
el grado de mezcla de matrimonios que ocurrían hasta la época de Esdras y
Nehemías.
En el año 25º de Artajerjes, la pareja se divorció y el acuerdo se conservó
entre las Cartas arameas. Mibtahiah hasta fue forzada
a hacer una promesa ante la diosa egipcia (Sati) para
la disolución, y la separación de su dote está ahí registrada.
La destrucción
del Templo en Elefantina fue el inicio de una serie de alzamientos egipcios
anti semitas, que comenzaron en el 410 AEC y continuaron hasta el reinado de Artajerjes II que enfrentó una rebelión egipcia al momento
de su subida al poder en el 404 AEC y, en el 402 AEC, él perdió Egipto. En el
401 AEC, luchó una guerra civil en Persia y, a través de todo esto, los judíos
permanecieron leales explicando su trato
favorable.
La Biblia en
ningún momento menciona un decreto dado por Artajerjes
que tenga relación a la construcción del Templo, excepto el de cese de
construcción, como se describe en Esdras 4:23. Cuando se emitió el decreto de aprovisionamiento, el Templo ya había sido
construido sin tener en cuenta si ya se había dado por Jerjes
I o por Artajerjes I or II.
En ninguna versión conocida de la historia antigua, ya sea bíblica o no
bíblica, a Artajerjes I se le acredita haber
decretado una ordenanza favorable a la construcción del Templo o dando medidas
provisorias a los Levitas. Esto es una invención más moderna.
Los teólogos que
reclaman a favor de Artajerjes I, especialmente con
relación a los 2,300 días o a las setenta semanas de los años en Daniel 9:25
(que contiene una mala traducción en la versión King James y en otras, pero que
está traducido correctamente en la RSV), están equivocados.
Donde la Biblia
difiere de las fuentes históricas se está comprobando consistentemente que está
en lo correcto conforme el conocimiento aumenta.
Setenta Semanas de los Años
El significado de
la profecía de las setenta semanas de los años dada en Daniel 9:25-27 es que,
cuando se toma del decreto de Darío II, este termina en el 70 EC, empezando por
el rodeo de Jerusalén por el ejército de Tito en el 1 de Nisan
y continuando hasta la destrucción del templo en el 70 EC, el mismo día, la
tradición lo dice, en que cayó ante los babilonios (véase la traducción de Moffatt). El asunto termina con el cierre del Templo en Leontópolis en Egipto (véase abajo).
El primer Ungido
es Nehemías, quien reestableció el sacerdocio del
Templo hacia el 372 AEC (7 semanas de los años) y limpió los Sábados y
reinstituyó el diezmo. Él completó las murallas de la fortaleza del Templo y
las murallas de la ciudad, y reorganizó Jerusalén.
El segundo Ungido
es el ministerio del Mesías. Pero la profecía se refiere a Jerusalén y a la
función del Templo, no así a la época del ministerio del Mesías. No puede
considerarse que la expiación de los pecados y la rectitud eterna hayan sido
realizadas o completadas pues la ley ceremonial todavía se llevaba a cabo. El
cumplimiento de la profecía, por lo tanto, dependía del retiro o eliminación
del lugar del sacrificio.
Mientras el
sacrificio todavía continuase en el Templo, el Mesías no era ya supremo o no se
podría decir que su sacrificio realmente había eliminado el sacrificio diario,
aunque haya sido efectuado con su muerte. Esta profecía todavía no ha
terminado, pero no es que sea hecha a tiempo partido como algunos dicen, si no
por el hecho que el fin decretado todavía no ha sido vertido sobre el
desolador, es decir el sistema romano. Esto será, como lo revela el
Apocalipsis, cuando la ciudad sea destruida y los siete / ocho imperios de los
diez reyes finalmente sean destruidos.
Si el decreto fue
tomado en el 516 AEC del reinado de Darío 1 y las 70 semanas de los años siguieron directamente después, entonces el fin de
la profecía fue en el 26 AEC, lo que parecería no tener relación con nada. Los
Cristianos de hoy tratan de ligar el tema con el año 27 EC y afirman que el
ministerio de Cristo empezó en ese entonces, lo que no fue así. Josefo está claramente equivocado en lo referente al inicio
y sus extensiones de la dinastía caldea parecen estar dirigidas a la expansión
de sus reinos para alargar las fechas de los reyes persas y así dar a la
profecía de las 70 semanas de los años algún significado desde Ciro. Entre los
Hijos de Sadok, las 70 semanas de los años tuvieron
un significado diferente por completo, en lo relativo a las edades de los
hombres, pero eso está fuera del enfoque de este trabajo (véase el Apéndice
para un análisis de Josefo).
El cambio de la
construcción del Templo de Darío II a Darío I parece ser una invención post-Cristiana (adaptada por Josefo) que intenta menospreciar el significado de la
profecía de las 70 semanas de los años y es probable también la intención del
apócrifo 1 Esdras, que está equivocado.
Las 70 semanas de
los años no empezaron a partir del reinado de Darío I ni de un decreto
inexistente de Artajerjes I, sino más bien a partir
de Darío II. Es la prueba positiva del Mesianismo de Cristo y no necesita
ningún juego no bíblico de períodos de tres años y medio o de siete años
incompletos.
La Señal de Jonás
es el aspecto de más importancia del ministerio del Mesías. Cristo dijo en
Mateo 12:39-42:
Mateo 12:39-42 Él
respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal, pero señal
no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. 40 Como estuvo
Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo
del hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches. 41
Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación y la
condenarán, porque ellos se arrepintieron por la predicación de Jonás, y en
este lugar hay alguien que es más que Jonás. 42 La reina del Sur se
levantará en el juicio con esta generación y la condenará, porque ella vino
desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y en este
lugar hay alguien que es más que Salomón. (RV)
Esto se repitió
también en Lucas 11:29-32. De Lucas, vemos que Cristo dijo en el versículo 30:
porque así como
Jonás fue señal a los ninivitas, lo será también el Hijo del hombre a esta
generación. (RV)
La Señal de Jonás
no fue únicamente que él estuvo tres días y tres noches en el estómago de la
ballena, sino que también entró a Nínive, lo que duró tres días de viaje el
cruzarla, y, después de un día de viajar dentro de la ciudad, él profetizó a
Nínive, quienes se arrepintieron luego de dárseles 40 días para hacerlo (Jonás
3:3-10).
Cristo empezó su
ministerio después de que Juan el Bautista comenzó a enseñar en el año 15 del
reinado de Tiberio César. Usando el inicio del año civil en Tishri
(sept/oct.) y la fecha del reinado de Tiberio a
partir de la muerte de Augusto en lugar que de la proclamación del Senado, la
fecha más temprana posible para esto sería octubre del año 27 EC (ver el
artículo El Momento de la Crucifixión y de la
Resurrección [159]). Sabemos que Juan había estado bautizando por
algún tiempo ya cuando Jesús vino para que él lo bautice. Más en particular,
podemos reconstruir los días a partir de su bautismo hasta la Pascua del año 28
EC que parece ser un total de cincuenta días aproximadamente. De lo que dice el
Mateo 4:17, sabemos que Jesús no empezó con su ministerio hasta que Juan fue
puesto en prisión (Mateo 4:12). Según Juan 3:22 es evidente que, luego de la
Pascua del 28 EC, Jesús y sus discípulos estuvieron bautizando en Judea (aunque
Cristo mismo no bautizaba (Juan 4:2)). Juan todavía no había sido puesto en prisión
y estuvo bautizando en Enón cerca de Salim (Juan 3:23-24). Por consiguiente, Cristo no empezó su
ministerio sino hasta después de la Pascua del año 28 EC. El ministerio de
Cristo duró entonces menos de dos años. Junto con el ministerio de Juan el Bautista
y su bautismo y la selección de los discípulos, el ministerio en sí tenía dos
años y medio. Esto fue bajo el principio de un año por día para la profecía de
Jonás.
Algunas Iglesias
modernas sostienen que el ministerio de Cristo fue de tres años y medio y que
fue crucificado en el año 31 EC. De la cronología de Juan y de los otros, se
indica una Pascua en el año 30 EC (ver el artículo El
Momento de la Crucifixión y de la Resurrección [159]). Su ministerio
duró dos años (o dos días proféticos), a partir de la Pascua del 28 EC hasta la
Pascua del 30 EC. Hubo dos etapas de como 50 días o más antes de su bautismo
hasta la Pascua, y como 50 días después de su resurrección hasta Pentecostés.
Cuando se añaden
estos a los de Juan el Bautista se establece un ministerio de poco menos de
tres años (o tres días proféticos) sobre la base de un año por día con Jonás.
El ministerio de Juan el Bautista es igual al día de marcha dentro de la ciudad
y el ministerio de Cristo es la profecía de dos días. Del bautismo de Cristo
vemos el juicio de Satanás sobre los 40 días en el desierto, anterior a la
Pascua del año 28 EC y el inicio del ministerio de Cristo. El juicio de Satanás
sobre los 40 días en el desierto fue, a su manera, análogo al período dado a
Nínive, y Satanás fue juzgado.
Como prueba
positiva del ministerio de Cristo, a Jerusalén se le dio un año por un día
comparado con Nínive. La tercera etapa de 40 días fue, para Judá, de 40 años,
terminando con la destrucción total de Jerusalén en el 70 EC, 40 años después
de la muerte de Cristo, porque a diferencia de Nínive, ellos no se
arrepintieron a pesar de que se les dio un signo mayor que aquel dado por Jonás
en Nínive.
La mayor
importancia de la misión de Jonás era que fue para los Gentiles y que solo él
entre los profetas hebreos efectuó arrepentimiento de los Gentiles. Este fue un
prototipo de la misión del Mesías como se indica en Isaías 53. Al sufrir,
también indicado en Salmo 22, Cristo estaba enterado de
la aplicación de estas Escrituras. Él dijo las palabras del Salmo 22 desde la
cruz y dio la noticia de su misión a los Gentiles en la Parábola de los
Labradores Malvados en Marcos 12:1-9. Las indicaciones de los Evangelios
Sinópticos son hechas explícitas en el
Evangelio de Juan, mostrando que Cristo vio el sufrimiento y la muerte como un
grano de trigo, que daría mucho fruto y “atraería a los hombres a él mismo”
(Juan 12:32).
Si
los fariseos y los saduceos aceptasen que la construcción del Templo ocurrió en
el reinado de Darío II, luego inevitablemente serían condenados; Así es que
tramaron secuencias erróneas y distorsionadas. Las distorsiones de los
Cristianos modernos sobre las 70 semanas de los años alrededor de Artajerjes I son completamente
contrarias a Edras y Nehemías y debido a esto, son descartadas por el
Judaísmo. Las 70 semanas de los años terminaron exactamente al final del
periodo de 40 años dado para que Judá y Jerusalén se arrepientan, es decir del
1 de Nisan del 70 EC al 1 de Nisan
del 71 EC, tiempo en que el Templo había sido destruido. La referencia de
Cristo a Nínive y Salomón demuestra el significado de la duración del Templo y
la cesación del sacrificio. Jerusalén fue
rodeada el 1 de Nisan y fue saqueada y se destruyó el
Templo en la Expiación del año 70 EC. Todavía hay parte de la secuencia que
está incompleta.
Las 70 Semanas de
los Años empezaron el primer año del Nuevo Jubileo. Ese fue también en el
segundo año del reinado de Darío II. Al final del Jubileo fue la Restauración
de Esdras y Nehemías (ver el artículo La Lectura de
la Ley con Esdras y Nehemías [250]).
Lo que no se
entiende generalmente es que el sacrificio todavía continuó en Judá luego de la
destrucción del Templo como finalización de la profecía en Isaías 19:19.
Isaías 19:19 En
aquel tiempo habrá un altar para Jehová en medio de la tierra de Egipto y un
monumento a Jehová junto a su frontera. (RV)
Se sabe que el
Templo había sido construido en Elefantina y que el sacrificio continuó allí
mientras el Templo en Jerusalén estaba en ruinas debido al saqueo de Jerusalén
por los babilonios. Este Templo siguió en total funcionamiento hasta que fue
saqueado después que el Templo de Jerusalén fue reconstruido en el reinado de
Darío II. Entonces, Jerusalén siguió como centro del culto al Templo por casi
dos siglos hasta el siglo II AEC. Isaías había profetizado que un Templo sería
reconstruido en Egipto. Esta profecía se relacionaba al Mesías (Isaías 19:20)
que salvaría Egipto. Estaban bajo el poder de los romanos en ese momento y el
Mesías realmente fue enviado a Egipto para su seguridad cuando era niño, y para
dar cumplimiento a esta profecía y a la de Óseas, de manera que pueda ser
llamado de Egipto como hijo de Dios y el primero de Israel.
La construcción
del ultimo Templo en Egipto está registrada (en una
etapa fechada incorrectamente como el año 1 AEC) en la Companion
Bible en el Apéndice 81. La construcción está
registrada por Josefo (Antiquities
of the Jews 13.3.1-3;
6; The Jewish Wars (Las Guerras Judías)
7.10, 3; y Against Apion
(Contra Apion) 2.5). El resumen es que debido a las
guerras entre los judíos y los sirios, el Sumo Sacerdote Onías
IV escapó a Alejandría. Él apoyó activamente a Egipto en contra de Siria. Fue
bienvenido ahí por Ptolomeo Filometor
debido a este hecho. Fue nombrado príncipe de los judíos que ahí vivían y
nombrado Etnarca y Alabarca.
Pidió permiso a Ptolomeo y a Cleopatra para construir
el Templo ahí para dar cumplimiento a Isaías. Pidió permiso para poblarlo con
sus propios sacerdotes y otros Levitas. La carta que escribió y la respuesta
del rey y la reina están registrados en el apéndice anterior.
El templo en
Jerusalén había sido profanado por la presencia de dioses griegos que habían
sido colocados ahí por Antíoco Epifanes. Jerusalén se
helenizó en alto grado durante este periodo y el sistema fue corrupto.
Onías vino a Leontópolis en el distrito o nome
de Heliopolita. La ubicación del Templo fue el lugar
donde Israel tuvo luz en sus moradas cuando Egipto estuvo en oscuridad. El
propósito era el de representar al Mesías quien sería la luz en la oscuridad.
El Templo funcionó por más de 200 años a partir del 160 AEC al 71 EC cuando fue
cerrado por orden de Vespasiano. La ubicación fue mencionada en la LXX como la
ciudad de la justicia (‘ir-ha-zedek). Los
judíos sintieron celos inmensos por este Templo y alteraron las letras de las
palabras la ciudad del sol para que se lea la ciudad de la
destrucción (cheres a heres).
Las cinco
ciudades mencionadas en Isaías 19:18 probablemente son Heliopolis,
Leontópolis, Dafne, Migdol
y Memfis.
El cierre del
Templo en el año 71 EC por orden de Vespasiano terminó esta fase de la Señal de
Jonás. Mientras que el sacrificio había continuado en Elefantina durante el
periodo en que el primer Templo estaba en ruinas, Dios no permitió que este
Templo sobreviva luego de la destrucción del Templo en Jerusalén. Esta vez, el
Templo nuevo sería hecho de piedras vivas y la autoridad había pasado de Judá a
la Iglesia en el desierto. Esta fase de la Señal de Jonás fue para juzgar a las
naciones sobre 40 Jubileos. El sacrificio debía terminar en este período de 40
Jubileos. Cualquiera que intentó reiniciar el sacrificio fue muerto o
destruido.
Esto completó las
70 semanas de los años que fue la duración adjudicada del segundo Templo. La
Señal de Jonás fue igualmente completada, y el tercer Templo a partir de esta
fecha fue retirado de Jerusalén y esparcido.
El tercer Templo,
o cuarto tabernáculo, tenía que ser construido por bloques individuales de
Hijos de Dios engendrados del Espíritu. El significado de esto se encuentra en
Zacarías 3:8-10 y Zacarías 4.
Del versículo 8,
el anuncio del Renuevo que vendrá es hecho y los siete ojos son profetizados
(estos son las siete estrellas del Apo. 2:1). Del
adviento de Cristo, que “quitará la iniquidad de esa tierra en un solo día”,
vemos el desarrollo, a través de Zacarías 4:1-3, de las siete eras de la
Iglesia y de los dos olivos. Estos dos olivos son los dos Ungidos y esos dan de
su aceite a través de dos tubos de oro (Zac. 4:12).
Así, el tercer Templo es del Espíritu de Dios y, por lo tanto, alcanza todas
las cosas por medio del aceite del Espíritu de Dios. Pues la gracia le fue dada
(Zac. 4:7) y en Zacarías 4:6, vemos que todas las
cosas se logran a partir de ese momento en adelante “no con ejército, ni con
fuerza, sino con mi espíritu, ha dicho Yahovah de los
Ejércitos.”
Debido a esto, el
segundo Templo, o tercer tabernáculo, fue limitado en tiempo y tuvo que ceder
paso al tercer Templo, el espiritual y el cuarto tabernáculo, de los siete
candelabros que son, como sabemos del Apocalipsis 2 y 3, las siete eras de la
Iglesia. Estas eras fueron nombradas por áreas separadas de Jerusalén y
comenzaron de Éfeso como la era efesia.
Pero a partir del
70 EC, el corazón de Judá fue endurecido de modo que ellos no entendían el
significado de ello. Es igualmente posible que las autoridades rabínicas del
tiempo vieran el significado completo de la profecía y que estuvieron
condenados por eso. A partir de entonces, la fabricación de la historia de la
construcción en el reinado de Darío I comenzó a obscurecer el significado del
asunto.
La última
secuencia de la Señal de Jonás debía implicar cuarenta Jubileos, que a partir
de la vida de Moisés fue la tercera y final etapa tipificada por los cuarenta
años en el desierto de Israel antes de que tomara su herencia. Estos cuarenta
años fueron el prototipo de los cuarenta Jubileos. El primer Jubileo debía
implicar el nacimiento de Cristo y los hechos conducentes a su ministerio. Juan
el Bautista comenzó su ministerio en el año de Jubileo 27 EC que, siendo el
decimoquinto año de Tiberio, debe haber sido por lo tanto en octubre. De ahí el
significado aquí era que él comenzó cuando el Jubileo fue tocado. Como hemos
visto, el simbolismo de la restauración de Josías fue en el primer año del
nuevo Jubileo. Esto es exactamente lo que Cristo hizo. Él comenzó su ministerio
en el 28 EC después de la Pascua. Así, cuarenta Jubileos abarcan la Señal de
Jonás hasta el establecimiento del Milenio en el primer año del nuevo Jubileo
en marzo / abril del 2028 EC. La secuencia de los treinta años está entre 1997
y 2027.
El Sendero Equivocado
La preocupación
de los teólogos Protestantes con el decreto de Artajerjes
proviene de los intentos de relacionar la profecía con una traducción errónea
de Daniel 9:25 en la versión de la King James. A finales de los años 1830,
Guillermo Miller eligió esta fecha para el comienzo de la profecía de 2,300
días. Por qué él y los otros pudieron haber cometido este error es
desconcertante. El comienzo de la profecía se declara en Daniel como que es a
partir del tiempo cuando el santuario es pisoteado y la ofrenda quemada
continua en el Templo es retirada. Esto no pasó después de, ni coincidió con,
ninguno de los decretos de construcción o el decreto de aprovisionamiento.
Miller estuvo gravemente equivocado y la manipulación post Reformación de estas
profecías ha sido una fuente de fascinación.
La fecha más
temprana que se puede considerar para la profecía fue la invasión de Jerusalén
y la profanación del Templo por Ptolemeo (Soter) al final del 302 AEC. Este hecho coloca la
finalización de la profecía, en su fecha más temprana, al final de 1998. Siendo
la fecha más probable, esto significa que todo será llevado a cabo a partir de
1999. Unos relacionan el cese del sacrificio diario a Antíoco Epifanes en el 167 AEC, lo que podría colocar la
finalización en el 2133 o 2134 pero esto no coincidiría con Daniel 12 o
Apocalipsis. Del mismo modo, considerar como fecha el 197 AEC produciría una
fecha de 2108.
En el 197 AEC,
Judea se volvió una provincia del Imperio Seléucida,
los sucesores del Este de Alejandro de donde provino
Antíoco Epifanes. Seleuco
IV empezó las infiltraciones helenísticas resistidas por el Sadoquita
sumo sacerdote Onías III.
Final de las 70 Semanas de los Años
El final de la profecía de las 70 semanas
de los años y los detalles que rodean la destrucción del Templo en 70 EC
requieren un examen detallado para asegurar un entendimiento adecuado.
La jurisdicción
judía sobre el Templo fue reconocida y respaldada por los romanos. Las
prohibiciones contra los Gentiles que ingresaban a los patios interiores del
Templo fueron respaldadas por los romanos y el castigo era la muerte, aun si
fueran ciudadanos romanos. Los romanos confirmaron la jurisdicción capital
judía hasta sobre los que no eran judíos. Fue por esta razón que Pablo tuvo que
apelar al Emperador (Hechos 25:9-12) y sólo esto previno a Festo
de tratar a Pablo según la ley judía.
De The History of the Jewish People
in the Age of Jesus Christ (La Historia del
Pueblo Judío en la Época de Jesucristo) de Emile
Schurer, Vol. 1, 111.2, T&T Clarke Ltd, Edinburgh, 1973, el culto judío no fue meramente tolerado pero contó con la protección del
estado romano. Igualmente, tenía la administración del Templo,
especialmente sobre sus finanzas, entre los años 6-41 EC (Ibíd., Vol. 1, p.
377-379).
Del 44 EC al 66
EC se transfirió la administración a Herodes de Calcis
y luego a Agripa II (Ibíd., Vol. l, p. 377,472). Hasta el retrato del Emperador
fue retirado de los Estandartes Imperiales (Ibíd., p. 380).
También se
exoneró a los judíos del servicio militar para prevenir conflicto con las
fiestas y los Sábados (op. cit., Vol. I, p. 362-363,
Vol. II, p. 474-475, Vol. III, p. 22-23,120-121). Judá permaneció hasta el año
70 EC una unidad administrativa con su gobierno provincial propio.
El ejército
romano en Cesárea, hasta el estallido de la Guerra Judía en el año 66 EC,
consistió mayormente de tropas sirias de Cesárea y sebastenas.
En el 66 EC, Vespasiano pudo enlistar en su ejército, cinco cohortes y un
regimiento de caballería de Cesárea (Ibíd., Vol. I, p.364), igual a aquellas
destacadas ahí en el 44 EC. Las tropas en Hechos 27:1 cerca del 60 EC pueden
haber sido una de las cinco cohortes mencionadas por Josefo
en The Antiquities
of the Jews, Libro XX,
8,7, donde sostiene que el desorden entre judíos y sirios fue lo que finalmente
originó la guerra.
La última
construcción en el Templo fue de una pared en la parte más alta del edificio
perteneciente a la sala interior sobre el lado oeste para evitar que Agripa vea
la sala interior durante las ceremonias (Schurer,
Vol. I, p. 475). La destrucción de esta pared se evitó apelando
a Nerón y con la intercesión de Popea, esposa
de Nerón. En este tiempo el sumo sacerdocio, designado por Agripa, se adueñó de
los diezmos y los sacerdotes más pobres murieron de hambre (Ibíd., p. 465, p.
468-470).
Hacia el 62 EC,
se terminó esta última construcción en el Templo y los nominados de Agripa
establecieron como norma el retiro de los diezmos, empezando con Anano.
Las escrituras
imperiales obtenidas por los sirios de Nerón por soborno a Berillo,
el escriba de Nerón responsable de la correspondencia griega, pesaron mucho en
contra los judíos (Ibíd., p. 467). A partir del 62 EC bajo el sumo sacerdote, Anano, candidato de Agripa, se ejecutó a muchos del
sacerdocio.
El sumo sacerdote
del cuarto tabernáculo o el tercer Templo, Santiago, Obispo de Jerusalén,
hermano de Jesucristo, fue ejecutado (Ibíd., p. 468). Esto significó el final
del sacerdocio del Templo en Jerusalén y el final de las 62 semanas de los
años. El nuevo procurador, Albino, (62-64 EC) era sumamente malo, apropiándose
de sumas de dinero tanto públicas como privadas, incluso del tesoro público.
A partir de este
momento en adelante, el sumo sacerdocio fue un refugio para sinvergüenzas. Un
sumo sacerdote, Jesús, hijo de Damnai, inició una
batalla callejera contra su sucesor, Jesús, hijo de Gamaliel,
porque no quiso abandonar el Santo Oficio (Ibíd., p. 469). Cuando Albino fue
retirado, ejecutó a los criminales principales y luego liberó a todos los
prisioneros - dejando las prisiones vacías y el país lleno de ladrones. Su
sucesor, el último de los procuradores, Gessio Floro
(64-66 CE), fue también de lo peor, siendo el mayor sinvergüenza a cargo de la
administración. Él se adueñó de ciudades enteras y permitió el bandidaje sin ningún castigo (Ibíd., p. 470).
En 64 EC Nerón
declaró la persecución a los Cristianos en Roma, y la tradición dice que Pedro
y Pablo fueron martirizados. El "Pacto con muchos" en contra de los
judíos y Cristianos fue extendido a todos los lugares. En 68 EC, el monasterio
en Qumrán fue destruido, y también Nerón fue
depuesto.
Los
revolucionarios desarrollaron la práctica de secuestrar al clero para intercambiarlos
por prisioneros y por el 66 EC, las autoridades con los sirios y demás,
comenzaron los actos que luego se convirtieron en la Guerra Judía.
A partir de 1 de Nisan del 70 EC, Jerusalén fue rodeada. En el Día de
Expiación del 70 EC, el Templo fue destruido y, a partir de la Expiación 70 EC,
no hubo Templo ni sacrificio y oblación hasta el final de la guerra en el 73 EC
con la caída de Masada. Este período es al que se refirió Daniel 9:27.
Durante una
semana de los años, la mayoría de la gente dejó de practicar su religión, es
decir del 63 EC al 70 EC debido a la corrupción del Templo, los robos del
diezmo y las muertes del clero. El término para la mitad de ese tiempo, el
sacrificio y los ofrecimientos cesarán generalmente se toma para referirse
a la mitad de la semana de los años, pero esto probablemente se refiere al
tiempo después de la destrucción del 70-73 EC cuando la nación luchó, pero sin
el Templo o sacrificios. Así, las 70 semanas de los años son claramente una
profecía cumplida. Después de la muerte de Santiago y antes de la destrucción
en el 70 EC, la Iglesia huyó de Jerusalén a Pella (Ibíd., p. 498 & nota 65)
porque ellos sabían por la profecía que el final de este período debía ocurrir
y el próximo Templo de las siete iglesias, el cuarto de los querubines
protectores de Ezequiel (Ezequiel 1:15), debía comenzar. En el Eclesiastés 6:6,
Salomón había indicado que esto podía durar dos mil años. La Señal de Jonás
entonces entró en su siguiente y poco comprendida fase, el tiempo de los Gentiles.
Esta debía durar cuarenta Jubileos hasta la vuelta del Mesías y el principio
del Milenio que se refiere en el Apocalipsis 20:4.
La Iglesia bajo Simon, sobrino del Mesías, volvió a Jerusalén alrededor del
72 EC y estableció las iglesias de los Desposini o
aquellos que pertenecen al Señor y proporcionó obispos a las iglesias de Asia y
Egipto durante muchas décadas hasta que Roma los sustituyera por griegos.
Uno bien podría
preguntar: ¿Qué habría sucedido si los judíos se hubiesen arrepentido?
La respuesta es proporcionada por la referencia a Israel en el desierto donde
enviaron espías o testigos para reconocer la tierra prometida. Enviaron un
hombre de cada una de las tribus. Josué, el hijo de Nun,
era de Efraín y fue llamado Josué por Moisés (Núm. 13:8,16). Fueron enviados de
Zin regresando al final de cuarenta días (Núm.
13:25). Ellos rechazaron su herencia atestiguando contra la productividad de su
herencia; todos excepto Josué y Caleb (Núm. 14:6-7).
Ninguna persona mayor de veinte que se quejó contra Dios fue permitida a entrar
en la tierra prometida excepto Josué y Caleb. A los
niños se les dio cuarenta años en el desierto como pastores errantes pagando
así la pena de su infidelidad. Esto representó a Judá y Levi
en el tiempo del Mesías.
Los cuarenta días
de atestiguar se volvieron en los cuarenta años de la Señal de Jonás, del
Mesías a la destrucción del Templo. Los cuarenta años en el desierto se
volvieron en los cuarenta Jubileos de ir errante hasta la segunda venida.
Judá podría
haberse arrepentido y habríamos estado bajo su mando. Ellos no se
arrepintieron, y Dios sabía que no se arrepentirían. Entonces fuimos llamados
en circunstancias diferentes. A Judá se le dará arrepentimiento pronto.
El
Decreto de Ciro y los Reyes Caldeos Según Josefo
Muchos
historiadores se han preocupado en comprobar que la profecía de las 70 semanas
de los años se relaciona con el ministerio de Cristo – de alguna manera al
determinar su comienzo y dejando 3 ½ años para el tiempo del final. Con celo
equivocado algunos traductores han manipulado tanto a Daniel 9:25-27 que el
cargo por fraude no podría ser mal aplicado. Probablemente la traducción más
fidedigna es la de Moffatt.
Sepa pues, entienda,
que entre la publicación de la orden profética
para repoblar y reconstruir Jerusalén y la consagración de un sumo sacerdote
supremo, siete semanas de los años pasarán; en el curso de sesenta y dos
semanas de los años será reconstruida, con sus plazas y calles; finalmente,
después de las sesenta y dos semanas de los años, el sacerdote consagrado será
anulado, dejando a ningún sucesor; la ciudad y el santuario serán destruidos
junto con el sacerdote consagrado, y luego la ruina manará con una inundación
de guerra hasta el mismo final.
Durante una semana
de los años, la mayoría de la gente dejará de practicar su religión; durante la
mitad de ese tiempo, el sacrificio y la ofrenda cesarán, y, en vez de esto,
ocurrirá una abominación espantosa, hasta que finalmente la ruina
fijada cae sobre la
abominación sacrílega.
Nótese que la
consagración del consagrado parece ser el reestablecimiento
del sacerdocio y luego la destrucción de Jerusalén y del Templo, y la anulación
del sacrificio.
Mientras no cabe
duda de que esto era la crucifixión de Cristo que fue referida en el versículo
24, la profecía obviamente no concierne en sí a su ministerio, si no a su
cumplimiento con la destrucción del Templo.
Las listas de los
reyes caldeos hasta Ciro el persa se reconstruyen y las fechas aceptadas del
Canon de Ptolomeo también se incluyen para mayor
información.
Josefo también
registra que a Nehemías le fue dada su comisión por Jerjes
en el año 25 de su mandato y que las paredes fueron completadas en dos años y
cuatro meses y que fueron terminadas en el año 28 de Jerjes.
Lamentablemente,
las fechas asignadas a Jerjes usando a Ptolomeo son del 486 al 464 AEC - un período de 22 años.
Puede ser que las traducciones se equivoquen, que Josefo
se equivoque o, más probablemente, que todos se equivoquen. Los únicos reyes
que se conoce haber reinado por más de 25 años fueron Darío I y Artajerjes I y II.
Una fecha muy
interesante surge, sin embargo, si tomamos la fecha de Ciro a partir de la
construcción de Nabucodonosor en la fecha aceptada del 605 AEC y añadimos la
cronología de Josefo para los reyes caldeos. Esto
produce el decreto de Ciro en el año 464 AEC.
Setenta semanas
de los años de esta fecha llega al 27 EC. Juan el Bautista comenzó su
ministerio al final de este año. Un año o dos ya sea para el inicio o fin de
esta fecha son permisibles. El problema con esto, sin embargo, es que las
fechas de final para el rey persa usando el Canon de Ptolomeo
y las fechas comúnmente aceptadas que se encuentran en la mayoría de las tablas
de tiempo de la Biblia es 260 AEC - poniendo la conquista de Alejandro 72 años
demasiado tarde. La duración de los reyes persas puede ser demasiado larga o,
en efecto, la fecha del principio puede estar equivocada por algunos años.
El hecho es que
el Canon de Ptolomeo se puede demostrar que es
correcto con la fecha 605 AEC fijada astronómicamente. Existe la posibilidad,
sin embargo, que las 70 semanas de los años, usando las fechas de Josefo para los reyes caldeos, terminan en el tiempo de
Cristo. En ninguna etapa, usando cualquiera de los cambios posibles, es
cuestión de Ciro Artajerjes I (Longimano).
Esta tabla
construida de los escritos de Josefo y sobrepuesta a
fechas tomadas de fuentes extrañas es arbitraria y, si Josefo
está en lo cierto, entonces la profecía del cautiverio de 70 años no es válida.
Era 96 años según Josefo a partir de los actos de
Nabucodonosor contra los judíos, que ocurrieron en el año 23 de su reinado,
hasta el decreto de Ciro. Basándose sólo en esta razón, Josefo
no debe ser considerado y la interpretación inicial debe sostenerse como
válida.
Independientemente
a qué punto de partida sea usado, no hay ningún período de siete años en los
cuales tres años y medio sean dejados al aire para ser tomado luego en algún
período mítico antes del tiempo del regreso de Cristo, tampoco Daniel sugiere
que habría una semana partida o un período posterior de una semana. Los marcos
de tiempo no lo permiten. Daniel claramente menciona que al final del período,
durante una semana de los años, la mayoría de la gente dejaría de practicar su
religión y, para la mitad de aquel tiempo, el sacrificio y la ofrenda cesarán.
Un estudio de la
destrucción de Jerusalén y del Templo muestra que esta profecía fue completada
en el 70 EC.
Unos enseñan que
el final decretado será volcado sobre el desolador por 3 ½ años, es decir el período
de las plagas de la ira de Dios en Apocalipsis. Mientras el período de 3 ½ años
de las plagas de la ira de Dios ocurrirá, intentar relacionarlas con esta
profecía es un argumento muy dudoso. Otros enseñan que el período de una semana
de los años es reservado para el tiempo del final. No hay definitivamente
ningún apoyo para tal aseveración. Si uno
hubiera estado en medio de Jerusalén para el periodo de 3½ años hasta el 70 EC,
uno sería probablemente más consciente de la exactitud de la profecía y del
error de la posición anterior.
REYES |
AÑOS |
FECHAS |
Nabucodonosor (Nabopolasar) |
21 |
622 AEC (Fecha de principio no según Josefo
pero años de reinado son) |
Nabucodonosor |
43 |
605-562 AEC |
Evil-merodac |
18 |
562-522 AEC |
Neriglisar |
40 |
522-482 AEC |
Laborosoar-chod |
9/12 |
482- ? AEC |
Baltasar (Nabonido) |
17 |
465- ? AEC |
Ciro (de Darío) |
10 |
465-455 AEC (Construcción del Canon de Ptolomeo) |
Cambises |
7 |
455-448 AEC |
Darío I |
36 |
448-414 AEC |
Jerjes |
22 |
414-392 AEC |
Artajerjes |
41 |
392-351 AEC |
Jerjes II |
- |
351 AEC |
Darío II |
19 |
351-332 AEC |
Artajerjes II |
46 |
332-286 AEC |
Artajerjes III |
20 |
286-266 AEC |
Darío III |
6 |
266-260 AEC |
The Common Bible (La Biblia
Común) (Revised Standard Version) (Versión Normal
Revisada), Collins, 1973.
Herodoto, The Histories (Las
Historias), tr. por A. de Selincourt
(Burns Rev.), Penguin, 1983.
Josefo, Complete Works (Obras Completas),
tr. por William Whiston, Kregel Publications, 1981.
Emile Schurer, The History of the
Jewish People in the Age of Jesus Christ (La Historia del Pueblo Judío en la Época de Jesucristo) (175 BC - 135 AD), Vols. I hasta
III, rev. por Varnes y
Millar, T&T Clarke Ltd, 1958.
James
B. Pritchard, The Ancient Near East - An Anthology of Texts and Pictures (El Oriente Cercano Antiguo - Una Antología de
Textos e Ilustraciones), Princeton, 1958.
q