Iglesias Cristianas de Dios
[252]
El Primer Gran Mandamiento
(Edición 2.0 19981005-19990607-20120603)
La Ley consiste de dos Mandamientos. Estos Dos Grandes
Mandamientos forman la base de toda la ley y el testimonio de los profetas,
incluyendo a Jesús Cristo, escritos en lo que se entiende como la Biblia. El
Primer Gran Mandamiento se escribe así: Amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza y el Segundo Gran Mandamiento es
semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
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El Primer
Gran Mandamiento
La
comprensión de la Ley y su intento ha tenido un énfasis variable a través del
tiempo. Parece haber sido un cambio en la perspectiva
con el paso del tiempo, de tal forma que la ley se ve en una hilera a capas de énfasis diferentes. Hablando en términos generales, los primeros
profetas parecen ver la ley principalmente en términos de justicia social. Los
profetas posteriores podrían reflejar un interés por la liturgia y las
funciones sacerdotales. Algunos están preocupados por el juicio profético y la
restauración de Israel a la Ley. El así llamado Nuevo Testamento se enfoca en
la cuestión de la autoridad Mesiánica y la continuación de la Ley en contraste
con el nuevo método de veredictos rabínicos. El Evangelio Cóptico de Thomas es
introducido por una pregunta que forma el enfoque de todo el mensaje. La
suposición de los tiempos fue, qué tan a menudo orar, cuándo ayunar, y la
cantidad cedida para limosnas. Todas estas capas se retienen y se recapitulan
en el Corán formando un círculo completo y regresando a un énfasis en justicia
social.
Cualquier
detalle de la ley requiere un examen del énfasis de las variadas escrituras a
través del tiempo y el intento de la legislación original. Una cosa es muy importante
y eso es que Cristo no quitó una jota o una tilde, un punto o coma, de la ley.
Como nosotros vemos, el mensaje entero de los
registros bíblicos ha estado preocupado en traer a los hombres a amar, y por lo
tanto, obedecer Dios y amar a su prójimo.
En los
mandamientos, por un análisis de las leyes de Dios, vemos la explicación
coherente del mensaje de la Biblia desarrollado con el tiempo. La ley de Dios
es la misma ahora y siempre ha sido. Todos los problemas y preocupaciones con
respecto a la liturgia y pureza y limosnas y la base de la fe son todas
contestadas por propia exposición a la lectura de la ley suministrada cada
siete años y atrincherados dentro de ella.
Nosotros
veremos que no somos salvados guardando la ley. Nosotros somos salvados por la
gracia. Sin el Espíritu Santo, no podríamos guardar la ley como la tribu de
Judá y las naciones Gentiles han ampliamente demostrado durante los pasados tres mil años. Nosotros guardamos la ley
porque estamos obligados a hacerlo en nuestro amor y obediencia a Dios. Siempre
fue planeado que nosotros lo hiciéramos así, sólo los sacerdotes de este mundo
han enseñado de otro modo o torcido las leyes de Dios y Su calendario para que
ellas no puedan ser guardadas correctamente.
La
Cristiandad prevaleciente moderna enseña que
la ley de Dios se clavó en la cruz, de una interpretación errónea de Colosenses
2:14-15. Era el pagaré de nuestra deuda bajo la ley, el cheirographon que se clavó a la cruz, no la Ley misma de Dios. La
forma romana de lo que llegó a ser llamada Cristiandad trató
de asignar a Cristo a una forma del sistema pagano antiguo y poner ese
sistema en la existente estructura política greco-romana. Para hacerlo, tenían
que minar y destruir todo el sistema bíblico sin realmente parecer destruirlo.
Así la ficción del NT y la eliminación de la Ley de Dios nació. El reemplazo
del Calendario de la Biblia ocurrió. El Calendario de
Dios y Su sistema de adoración fueron substituidos por el Calendario Pagano de
los Cultos al Sol y por el sistema de la Navidad y de las Pascuas Floridas (Easter).
Los romanos
unieron la religión al imperio y cuando eso fue destruido, ellos hicieron una
imagen a la bestia teniendo control de las entidades nacionales al mando del
sistema religioso donde previamente había sido el propio imperio. Esto sólo
podría ser hecho usando la forma completamente modificada del sistema religioso
como las leyes existentes de Dios estuvieran
completamente opuestas al sistema político y religioso greco-romano bajo el
dios Trino. Esa falsa religión y ese sistema político todavía están
funcionando, y Europa se ha comprometido a darle fuerza. Eso cambiará en un
futuro no demasiado distante.
Es
nuestra tarea como expresamente proveyó bajo la Ley de Dios, en leer y explicar
la ley. Haciendo esto,
nosotros miramos lo que será restituido en el largo período bajo el Mesías. Si
nosotros hubiéramos hecho esto continuamente, no nos hubiéramos extraviado en
primer lugar, y nuestra historia habría sido diferente.
Contrariamente
al mito popular, la Ley de Dios y los Mandamientos están en existencia, en su
totalidad, desde el principio. Esto es demostrado en los estudios La Doctrina del Pecado Original, Parte 1: El Jardín del Edén
[246] y La Doctrina del Pecado Original, Parte 2: Las Generaciones
de Adán [248]. El
concepto de una Ley Noahide anterior
al Sinaí, es una ficción del Judaísmo rabínico posterior. La comprensión y el
temor de Dios estaban en Israel desde Adán hasta los Patriarcas, y en Egipto, como
vemos en el ejemplo de las parteras (Éx.
1:17-21).
Y Dios
habló a Sus siervos los profetas y sobre todo a Moisés a través del Ángel de
Yahovah (vea el artículo El Ángel de JHVH [024]).
Éxodo 3:2-22 Y
se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza;
y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. 3
Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué
causa la zarza no se quema. 4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo
llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió:
Heme aquí. 5 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies,
porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. 6 Y dijo: Yo soy
el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces
Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. 7 Dijo
luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he
oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, 8
y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella
tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los
lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del
jebuseo. 9 El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante
de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. 10
Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi
pueblo, los hijos de Israel. 11 Entonces Moisés respondió a Dios:
¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? 12
Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que
yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios
sobre este monte. 13 Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los
hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a
vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿Qué les responderé? 14
Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de
Israel: YO SOY me envió a vosotros. 15 Además dijo Dios a Moisés:
Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de
Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi
nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos. 16
Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: Jehová, el Dios de vuestros
padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me apareció diciendo: En
verdad os he visitado, y he visto lo que se os hace en Egipto; 17 y
he dicho: Yo os sacaré de la aflicción de Egipto a la tierra del cananeo, del
heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo, a una tierra que
fluye leche y miel. 18 Y oirán tu voz; e irás tú, y los ancianos de
Israel, al rey de Egipto, y le diréis: Jehová el Dios de los hebreos nos ha
encontrado; por tanto, nosotros iremos ahora camino de tres días por el
desierto, para que ofrezcamos sacrificios a Jehová nuestro Dios. 19 Más
yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte. 20
Pero yo extenderé mi mano, y heriré a Egipto con todas mis maravillas que haré
en él, y entonces os dejará ir. 21 Y yo daré a este pueblo gracia en
los ojos de los egipcios, para que cuando salgáis, no vayáis con las manos
vacías; 22 sino que pedirá cada mujer a su vecina y a su huésped a
alhajas de plata, alhajas de oro, y vestidos, los cuales pondréis sobre
vuestros hijos y vuestras hijas; y despojaréis a Egipto. (RV)
YO SOY LO QUE SOY es 'eyeh
'asher 'eyeh o YO SERE EN LO QUE YO
ME VOLVERÉ (vea n. a Oxford Annotated
RSV). El Único y Verdadero Dios que sólo es inmortal (vea Juan 17:3; 1Juan
5:20; 1Tim. 6:16), El Altísimo (Elyon) (Deut.
32:8), ELOAH (vea Esdras 4:24-7:26;
Prov. 30:4-5) debió extenderse a sí mismo para
llegar a ser Dios como ELOHIM. Y
esta capacidad Él la dio a Sus Hijos (Salmo
82:1,6).
Él ungió a
Su hijo espiritual como Elohim,
Salmo 45:6-7 Tu trono, oh Dios, es eterno y para
siempre; Cetro de justicia es el cetro de tu reino. 7 Has amado la
justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, Con
óleo de alegría más que a tus compañeros. (RV)
Y lo envió
a la humanidad.
Hebreos 1:8-9 Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios,
por el siglo del siglo; Cetro de equidad es el cetro de tu reino. 9
Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el
Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros. (RV)
Esto fue
hecho para que ellos también pudieran llegar a ser ELOHIM
Salmo
82:1-6 Dios está en la reunión de los
dioses; En medio de los dioses juzga. 2 ¿Hasta cuándo juzgaréis
injustamente, Y aceptaréis las personas de los impíos? Selah 3 Defended
al débil y al huérfano; Haced justicia al afligido y al menesteroso. 4
Librad al afligido y al necesitado; Libradlo de mano de los impíos. 5
No saben, no entienden, Andan en tinieblas; Tiemblan todos los cimientos de la
tierra. 6 Yo dije: Vosotros sois dioses, Y todos vosotros hijos del
Altísimo; (RV)
Eloah le
dio la nación de Israel a Su hijo como su posesión, como Yahovah de Israel.
Deuteronomio
32:8-9 Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones, Cuando hizo dividir a
los hijos de los hombres, Estableció los límites de los pueblos Según el número
de los hijos de Israel. 9 Porque la porción de Jehová [Yahovah] es
su pueblo; Jacob la heredad que le tocó. (RSV)
Los hombres
se volverán ELOHIM; la Escritura no puede ser quebrantada (Juan 10:34-35). Dios
habló a los hombres a través de Sus siervos los profetas.
Éxodo 4:1-10 Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí
que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido
Jehová. 2 Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él
respondió: Una vara. 3 El le dijo: Échala en tierra. Y él la echó en
tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella. 4 Entonces
dijo Jehová a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su
mano, y la tomó, y se volvió vara en su mano. 5 Por esto creerán que
se te ha aparecido Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de
Isaac y Dios de Jacob. 6 Le dijo además Jehová: Mete ahora tu mano
en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su
mano estaba leprosa como la nieve. 7 Y dijo: Vuelve a meter tu mano
en tu seno. Y él volvió a meter su mano en su seno; y al sacarla de nuevo del
seno, he aquí que se había vuelto como la otra carne. 8 Si
aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal,
creerán a la voz de la postrera. 9 Y si aún no creyeren a estas dos
señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río y las derramarás en
tierra; y se cambiarán aquellas aguas que tomarás del río y se harán sangre en
la tierra. 10 Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he
sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo;
porque soy tardo en el habla y torpe de lengua. (RV)
Éxodo 4:29 Y
fueron Moisés y Aarón, y reunieron a todos los ancianos de los hijos de Israel.
(RV)
[Nota: la
secuencia del Éxodo contenida en Éxodo capítulos 5-10 y los textos
relevantes para la ley están contenidos en la sección apropiada.]
Dios, como
Eloah, puso a Sus mensajeros, espirituales y físicos, como elohim sobre las
personas.
Éxodo 7:1 Jehová dijo a Moisés: Mira, yo te he
constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta. (RV)
Desde este
tiempo, Dios actuaría para redimir el planeta a través de Su pueblo Israel bajo
Su hijo. Este ser, como un espíritu, llevó Su nombre Yahovah, ejerciendo así la
autoridad de Dios y hablándole al mundo a través de los profetas. Él vino
después como carne y sangre en obediencia a Dios.
Éxodo
11:1-10 Jehová dijo a Moisés: Una plaga
traeré aún sobre Faraón y sobre Egipto, después de la cual él os dejará ir de
aquí; y seguramente os echará de aquí del todo. 2 Habla ahora al
pueblo, y que cada uno pida a su vecino, y cada una a su vecina, alhajas de
plata y de oro. 3 Y Jehová dio gracia al pueblo en los ojos de los
egipcios. También Moisés era tenido por gran varón en la tierra de Egipto, a
los ojos de los siervos de Faraón, y a los ojos del pueblo. 4 Dijo,
pues, Moisés: Jehová ha dicho así: A la medianoche yo saldré por en medio de
Egipto, 5 y morirá todo primogénito en tierra de Egipto, desde el
primogénito de Faraón que se sienta en su trono, hasta el primogénito de la
sierva que está tras el molino, y todo primogénito de las bestias. 6
Y habrá gran clamor por toda la tierra de Egipto, cual nunca hubo, ni jamás
habrá. 7 Pero contra todos los hijos de Israel, desde el hombre
hasta la bestia, ni un perro moverá su lengua, para que sepáis que Jehová hace
diferencia entre los egipcios y los israelitas. 8 Y descenderán a mí
todos estos tus siervos, e inclinados delante de mí dirán: Vete, tú y todo el
pueblo que está debajo de ti; y después de esto yo saldré. Y salió muy enojado
de la presencia de Faraón. 9 Y Jehová dijo a Moisés: Faraón no os oirá,
para que mis maravillas se multipliquen en la tierra de Egipto. 10 Y
Moisés y Aarón hicieron todos estos prodigios delante de Faraón; pues Jehová
había endurecido el corazón de Faraón, y no envió a los hijos de Israel fuera
de su país. (RV)
Dios usó a
Israel para realizar maravillas, y para mostrar Su poder sobre las naciones y
el ejército caído.
Éxodo 14:1-31 Habló Jehová a Moisés, diciendo: 2 Di
a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre
Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar. 3
Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el
desierto los ha encerrado. 4 Y yo endureceré el corazón de Faraón
para que los siga; y seré glorificado en Faraón y en todo su ejército, y sabrán
los egipcios que yo soy Jehová. Y ellos lo hicieron así. 5 Y fue
dado aviso al rey de Egipto, que el pueblo huía; y el corazón de Faraón y de
sus siervos se volvió contra el pueblo, y dijeron: ¿Cómo hemos hecho esto de
haber dejado ir a Israel, para que no nos sirva? 6 Y unció su carro,
y tomó consigo su pueblo; 7 y tomó seiscientos carros escogidos, y
todos los carros de Egipto, y los capitanes sobre ellos. 8 Y
endureció Jehová el corazón de Faraón rey de Egipto, y él siguió a los hijos de
Israel; pero los hijos de Israel habían salido con mano poderosa. 9
Siguiéndolos, pues, los egipcios, con toda la caballería y carros de Faraón, su
gente de a caballo, y todo su ejército, los alcanzaron acampados junto al mar,
al lado de Pi-hahirot, delante de Baal-zefón. 10 Y cuando Faraón se
hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios
venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y
clamaron a Jehová. 11 Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en
Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho
así con nosotros, que nos has sacado de Egipto? 12 No es esto lo que
te hablamos en Egipto, diciendo: ¿Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor
nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto. 13 Y
Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová
hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para
siempre los veréis. 14 Jehová peleará por vosotros, y vosotros
estaréis tranquilos. 15 Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué
clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen. 16 Y tú alza tu
vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel
por en medio del mar, en seco. 17 Y he aquí, yo endureceré el
corazón de los egipcios para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón y en
todo su ejército, en sus carros y en su caballería; 18 y sabrán los
egipcios que yo soy Jehová, cuando me glorifique en Faraón, en sus carros y en
su gente de a caballo. 19 Y el ángel de Dios que iba delante del
campamento de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de
nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas, 20
e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube
y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella
noche nunca se acercaron los unos a los otros. 21 Y extendió Moisés
su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento
oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron
divididas. 22 Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del
mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda. 23
Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta la mitad del mar, toda
la caballería de Faraón, sus carros y su gente de a caballo. 24
Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los
egipcios desde la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los
egipcios, 25 y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó
gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque
Jehová pelea por ellos contra los egipcios. 26 Y Jehová dijo a
Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los
egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería. 27 Entonces
Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en
toda su fuerza, y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y Jehová
derribó a los egipcios en medio del mar. 28 Y volvieron las aguas, y
cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había
entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno. 29 Y los
hijos de Israel fueron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas por
muro a su derecha y a su izquierda. 30 Así salvó Jehová aquel día a
Israel de mano de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla
del mar. 31 y vio Israel aquel grande hecho que Jehová ejecuto
contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés
su siervo. (RV)
Israel fue
bautizado en Su servicio en el Mar Rojo. Él se volvió el objeto de su
adoración, y el centro de su culto, para que ellos pudieran volverse Sus
escogidos, y Sus seres extendidos como Elohim, como el ángel de Yahovah a su
cabeza (Zac. 12:8).
Hay diez
cánticos de adoración mencionados (vea (1) Éxodo 15:1-19; (2) Núm. 21:17-18;
(3) Deut. 32:1-43; (4) Jueces 5:1-31; (5) 1Samuel 2:1-10; (6) 2Samuel 22:1-51 (7) Lucas 1:46-55
(8) Lucas 1:68-79; (9) Lucas 2:29-32; (10) Apo. 14:3; 15:3). Si el Cántico de
Moisés es (Deut. 32:1-43), el segundo cántico (Éxodo 15:1-19) puede ser el
Cántico del Cordero, dado que es un cántico de
adoración. Estos dos cánticos de Moisés y del Cordero son los que identifican
los elegidos en la Restauración (Apo. 15:3-4).
Apocalipsis
15:3-4 Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero,
diciendo: "Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso;
justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos [naciones]. 4
¿Quien no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres
santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios
se han manifestado." (RV)
(Vea Salmo
86:9-12; Isa. 66:15-16,23; Sof. 2:11; Zac. 14:16-21).
Con esta
actividad, nosotros restauraremos el poder de los cánticos de gloria de las
Estrellas de la Mañana de la fundación del mundo (Job 38:4-7).
Job 38:4-7
¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes
inteligencia. 5 ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién
extendió sobre ella cordel? 6 ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O
quién puso su piedra angular, 7 Cuando alababan todas las estrellas
del alba, Y se regocijaban todos los hijos de Dios? (RV)
Nosotros
seremos como Elohim y Dios será nuestro cántico. Nosotros prepararemos una
habitación para Él. Él es el Elohim de nuestros padres y nosotros somos Su
Templo. El elohim de nuestro elohim nos ha escogido para Su lugar de morada.
Éxodo
15:1-19 Entonces cantó Moisés y los
hijos de Israel este cántico a Jehová, y dijeron: Cantaré yo a Jehová, porque
se ha magnificado grandemente; Ha echado en el mar al caballo y al jinete. 2
Jehová es mi fortaleza y mi cántico, Y ha sido mi salvación. Este es mi
Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré. 3 Jehová es
varón de guerra; Jehová es su nombre. 4 Echó en el mar los carros de
Faraón y su ejército; Y sus capitanes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo.
5 Los abismos los cubrieron; Descendieron a las profundidades como
piedra. 6 Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en poder; Tu
diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo. 7 Y con la grandeza
de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti. Enviaste tu ira;
los consumió como a hojarasca. 8 Al soplo de tu aliento se
amontonaron las aguas; Se juntaron las corrientes como en un montón; Los
abismos se cuajaron en medio del mar. 9 El enemigo dijo: Perseguiré,
apresaré, repartiré despojos; Mi alma se saciará de ellos; Sacaré mi espada,
los destruirá mi mano. 10 Soplaste con tu viento; los cubrió el mar;
Se hundieron como plomo en las impetuosas aguas. 11 ¿Quién como tú,
oh Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, Terrible en
maravillosas hazañas, hacedor de prodigios? 12 Extendiste tu
diestra; La tierra los tragó. 13 Condujiste en tu misericordia a
este pueblo que redimiste; Lo llevaste con tu poder a tu santa morada. 14
Lo oirán los pueblos, y temblarán; Se apoderará dolor de la tierra de los
filisteos. 15 Entonces los caudillos de Edom se turbarán; A los
valientes de Moab les sobrecogerá temblor; Se acobardarán todos los moradores
de Canaán. 16 Caiga sobre ellos temblor y espanto; A la grandeza de
tu brazo enmudezcan como una piedra; Hasta que haya pasado tu pueblo, oh
Jehová, Hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste. 17 Tú
los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, En el lugar de tu
morada, que tú has preparado, oh Jehová, En el santuario que tus manos, oh
Jehová, han afirmado. 18 Jehová reinará eternamente y para siempre. 19
Porque Faraón entró cabalgando con sus carros y su gente de a caballo en el
mar, y Jehová hizo volver las aguas del mar sobre ellos; mas los hijos de
Israel pasaron en seco por en medio del mar. (RV)
Israel fue
salvado, y por este acto fue plantado en la Montaña
de la herencia de Yahovah. Jacob como Israel gobernando domina desde la montaña de Dios (Deut. 32:8). Jacob como Israel (significando "él dominará como
Dios") fue colocado por Yahovah en el santuario que sus manos
establecieron. De esta manera, nosotros nos volvimos herederos de la unión herederos colectivos con Yahovah, y como
co-herederos, nosotros como elohim tomamos su herencia libremente dada como los
escogidos de Eloah nuestro Padre (vea Rom. 8:17; Gál. 3:29; Tito 3:7; Heb.
1:14; 6:17; 11:9; Stg. 2:5; 1Pedro 3:7; vea también Mal. 2:10; Heb. 2:11). Nosotros
somos hijos de Dios como ellos de la Hueste (Job 1:6; 2:1) y todos santificados
bajo un Padre (Mal. 2:10) siendo de un origen con el Mesías (Heb. 2:11) porque
él se volvió hijo de Dios en poder de su resurrección de entre los muertos
(Rom. 1:4).
Pero el
pueblo murmuró contra su liberación.
Éxodo 15:20-27
Y María la profetisa, hermana
de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de
ella con panderos y danzas. 21 Y María les respondía: Cantad a
Jehová, porque en extremo se ha engrandecido; Ha echado en el mar al caballo y
al jinete. 22 E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y
salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar
agua. 23 Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara,
porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara. 24
Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber? 25 Y
Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y
las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó;
26 y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e
hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y
guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los
egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador. 27 Y
llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y
acamparon allí junto a las aguas (RV)
Israel
sería sanado de su iniquidad, y sería establecido bajo los doce, y los setenta,
quienes los sustentarían y protegerían bajo el Mesías, como ellos hicieron en
Elim (ver los artículos Moisés y los Dioses de Egipto [105] y
Pentecostés en Sinaí [115]).
Pero Dios
lo reprendería primero con comida demasiado rica para digerirla.
Éxodo
16:9-12 Y dijo Moisés a Aarón: Di a toda
la congregación de los hijos de Israel: Acercaos a la presencia de Jehová,
porque él ha oído vuestras murmuraciones. 10 Y hablando Aarón a toda
la congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto, y he aquí la
gloria de Jehová apareció en la nube. 11 Y Jehová habló a Moisés,
diciendo: 12 Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel;
háblales, diciendo: Al caer la tarde comeréis carne, y por la mañana os
saciaréis de pan, y sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios. (RV)
El Señor
los alimentó con maná en el desierto durante cuarenta años. Aquellos que habían
rechazado la herencia de Dios murieron. El alimento en el desierto era una
sombra de lo que era por venir; esto apuntó a la iglesia, como los elegidos, y
el Espíritu Santo como su sustento por cuarenta jubileos. Nosotros no podemos
ver a Dios en nuestro estado actual o moriríamos ciertamente. Ningún hombre lo
ha visto o en la vida puede verlo. Él sólo es inmortal y mora en luz
inaccesible (1Tim. 6:16).
Nosotros
debemos guardar esto como una conmemoración hasta el Mesías.
Éxodo 16:32-36 Y dijo Moisés: Esto es lo que Jehová ha
mandado: Llenad un gomer de él, y guardadlo para vuestros descendientes, a fin
de que vean el pan que yo os di a comer en el desierto, cuando yo os saqué de
la tierra de Egipto. 33 Y dijo Moisés a Aarón: Toma una vasija y pon
en ella un gomer de maná, y ponlo delante de Jehová, para que sea guardado para
vuestros descendientes. 34 Y Aarón lo puso delante del Testimonio
para guardarlo, como Jehová lo mandó a Moisés. 35 Así comieron los
hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada; maná
comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán. 36
Y un gomer es la décima parte de un efa. (RV)
Dios asentó
las condiciones en las que nosotros heredaríamos esta promesa y nos volveríamos
un tesoro peculiar para Él.
Éxodo 19:1-25 En el mes tercero de la salida de los hijos de
Israel de la tierra de Egipto, en el mismo día llegaron al desierto de Sinaí. 2
Habían salido de Refidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y acamparon en el
desierto; y acampó allí Israel delante del monte. 3 Y Moisés subió a
Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob,
y anunciarás a los hijos de Israel: 4 Vosotros visteis lo que hice a
los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. 5
Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis
mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. 6
Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las
palabras que dirás a los hijos de Israel. 7 Entonces vino Moisés, y
llamó a los ancianos del pueblo, y expuso en presencia de ellos todas estas
palabras que Jehová le había mandado. 8 Y todo el pueblo respondió a
una, y dijeron: Todo lo que Jehová ha dicho, haremos. Y Moisés refirió a Jehová
las palabras del pueblo. 9 Entonces Jehová dijo a Moisés: He aquí,
yo vengo a ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga mientras yo hablo
contigo, y también para que te crean para siempre. Y Moisés refirió las
palabras del pueblo a Jehová. 10 Y Jehová dijo a Moisés: Ve al
pueblo, y santifícalos hoy y mañana; y laven sus vestidos, 11 y
estén preparados para el día tercero, porque al tercer día Jehová descenderá a
ojos de todo el pueblo sobre el monte de Sinaí.12 Y señalarás
término al pueblo en derredor, diciendo: Guardaos, no subáis al monte, ni
toquéis sus límites; cualquiera que tocare el monte, de seguro morirá. 13
No lo tocará mano, porque será apedreado o asaeteado; sea animal o sea hombre,
no vivirá. Cuando suene largamente la bocina, subirán al monte. 14 Y
descendió Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo; y lavaron sus
vestidos. 15 Y dijo al pueblo: Estad preparados para el tercer día;
no toquéis mujer.16 Aconteció que al tercer día, cuando vino la
mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido
de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el
campamento. 17 Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a
Dios; y se detuvieron al pie del monte. 18 Todo el monte Sinaí humeaba,
porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo
de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera. 19 El
sonido de la bocina iba aumentando en extremo; Moisés hablaba, y Dios le
respondía con voz tronante. 20 Y descendió Jehová sobre el monte
Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó Jehová a Moisés a la cumbre del
monte, y Moisés subió. 21 Y Jehová dijo a Moisés: Desciende, ordena
al pueblo que no traspase los límites para ver a Jehová, porque caerá multitud
de ellos. 22 Y también que se santifiquen los sacerdotes que se
acercan a Jehová, para que Jehová no haga en ellos estrago. 23
Moisés dijo a Jehová: El pueblo no podrá subir al monte Sinaí, porque tú nos
has mandado diciendo: Señala límites al monte, y santifícalo. 24 Y
Jehová le dijo: Ve, desciende, y subirás tú, y Aarón contigo; mas los
sacerdotes y el pueblo no traspasen el límite para subir a Jehová, no sea que
haga en ellos estrago. 25 Entonces Moisés descendió y se lo dijo al
pueblo. 1 en el tercer mes, cuando los niños de Israel se hubieron salido
adelante de la tierra de Egipto, el mismo día vino ellos en el desierto de Sinaí.
(RV)
Dios dio la
ley a través del Gran Ángel (el Ángel del Gran Consejo de la LXX). De esta
manera, a través de un intermediario, Dios le dio la estructura de la Ley a
Moisés, y esta piedra espiritual era Cristo (1Cor. 10:4).
Éxodo 20:1-3 1
Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: 2 Yo soy Jehová tu
Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
[I] 3 No tendrás dioses ajenos delante
de mí.
[II] 4 No te harás imagen, ni ninguna
semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las
aguas debajo de la tierra. 5 No te inclinarás a ellas, ni las
honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de
los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me
aborrecen, 6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y
guardan mis mandamientos.
[III] 7 No tomarás el nombre de Jehová tu
Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en
vano.
[IV] 8 Acuérdate del día de reposo para
santificarlo. 9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 10
mas el séptimo día es reposo para Jehová tú Dios; no hagas en él obra alguna,
tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu
extranjero que está dentro de tus puertas. 11 Porque en seis días
hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay,
y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo
santificó.
[V] 12 Honra a tu padre y a tu madre,
para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.
[VI] 13 No matarás.
[VII] 14 No cometerás adulterio.
[VIII] 15 No hurtarás.
[IX] 16 No hablarás contra tu prójimo
falso testimonio.
[X] 17 No codiciarás la casa de tu
prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni
su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. (RV)
La división
de la ley en los dos Grandes Mandamientos se da después en Deuteronomio. La
estructura es claramente identificable, en que los primeros cuatro mandamientos
tratan del amor de Dios, y los últimos seis mandamientos tratan del amor al
prójimo. Esto fue entonces instilado en el
populacho (ver el artículo El Amor y la Estructura de la
Ley [200]). El quinto mandamiento ata las dos secciones juntas como una
relación familiar.
Nuestro
deber es primeramente a Dios, y después a nuestro prójimo. Nuestro deber es
volvernos un adecuado y apropiado receptáculo para el Dios Viviente. Él es el
Dios de los vivos y no de los muertos.
Mateo 22:29-46
Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el
poder de Dios. 30 Porque en la resurrección ni se casarán ni se
darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo. 31
Pero respecto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue
dicho por Dios, cuando dijo: 32 Yo soy el Dios de Abraham, el Dios
de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. 33
Oyendo esto la gente, se admiraba de su doctrina. 34 Entonces los
fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una. 35
Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: 36
Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 37 Jesús le dijo:
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu
mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y
el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo 40 De
estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. 41 Y
estando juntos los fariseos, Jesús les preguntó, 42 diciendo: ¿Qué
pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David. 43 El
les dijo: ¿Pues cómo David en el Espíritu le llama Señor, diciendo: 44
Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, Hasta que ponga a tus enemigos
por estrado de tus pies? 45 Pues si David le llama Señor, ¿cómo es
su hijo? 46 Y nadie le podía responder palabra; ni osó alguno desde
aquel día preguntarle más. (RV)
¿Cómo
entonces David lo llamó Señor y elohim? (Salmo 45:6-7; Heb. 1:8-9).
Porque él
era el elohim de Israel que habló con los profetas y los patriarcas. Él era el
Ángel de Yahovah y la cabeza de Israel (Zac. 12:8).
La primera
sección de la ley trata del amor de Dios. Debemos hacerlo con todo el corazón y
mente y alma. La segunda sección es amar su prójimo, como a sí mismo. Pero si
usted no ama su prójimo a quien ha visto, cómo puede amar a Dios a quien no ha
visto.
1Juan
4:20-21 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y
aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha
visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? 21 Y nosotros
tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.
(RV)
La
estructura del Primer Gran Mandamiento forma la base para el Segundo Gran
Mandamiento, y de estos dos mandamientos pende toda la ley y los profetas. Así
los diez mandamientos son un subconjunto de estos dos, y el resto de la ley son
subconjuntos de los diez. El Primer Gran Mandamiento comprende los primeros
cuatro de los diez mandamientos.
El Señor
trata con la estructura, de la lógica de Él siendo el
origen de la creación y salvación. Él da la vida eterna a aquellos a
quienes Él quiere, en el orden que Él ha determinado.
El primer
mandamiento declara la singularidad de Dios y Su supremacía (cf. Éxodo 20:1-3).
El segundo
mandamiento declara lo profano de la idolatría y del culto a las cosas físicas.
Dios desea que las personas le adoren en espíritu y
en verdad.
[II] 4 No
te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni
abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5 No te
inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte,
celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y
cuarta generación de los que me aborrecen, 6 y hago misericordia a
millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. (RV)
Este
mandamiento nos señala hacia el objeto de adoración. Nosotros no debemos hacer
alguna semejanza de cualquier cosa para arrodillarnos, o para rendirle culto, o
para orar a él. Eso significa cualquier cosa: un crucifijo, o estatua de algo,
incluso una representación pretendida de Dios, Él y ciertamente no Cristo ni
los santos muertos de quienes sólo Cristo es resucitado.
El tercer
mandamiento es designado para proteger el poder del nombre de Dios, y toda la
actividad emprendida en Su nombre, si de juicio, o de ministerio, o de
administración. Toda la acción está por Su poder y fuerza y autoridad.
[III] 7
No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente
Jehová al que tomare su nombre en vano. (RV)
El cuarto
mandamiento es diseñado para asegurar que Su
entera estructura esta dentro de Su Ley / orden, y dentro de Su calendario y
sistema. El cuarto mandamiento no apunta simplemente hacia el día Sabático,
sino que identifica el sistema Sabático, y a toda la ley y orden del sistema.
[IV] 8 Acuérdate
del día de reposo para santificarlo. 9 Seis días trabajarás, y harás
toda tu obra; 10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tú Dios;
no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu
criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. 11
Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las
cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo
el día de reposo y lo santificó. (RV)
Así el
establecimiento de un calendario en cualquier otro sistema o base es una
blasfemia, y una violación de la Ley y es un culto de un Dios falso.
Dios
ha establecido Sábados y Lunas Nuevas y Sábados y Fiestas anuales. No hay otra cosa, ni ninguna
estructura permisible que lo que Él ha ordenado. El sistema falso de domingo, y
la observancia de la Navidad y de las Pascuas
Floridas (Easter), son el sistema del dios Trino y son paganos. Es una
violación de todos los cuatro mandamientos del Primer Gran Mandamiento y una
violación de toda la ley (vea los artículos Los Orígenes de la
Navidad e del Día de Pascua [235], La Doctrina del
Pecado Original, Parte 1: El Jardín del Edén [246] y La Doctrina del Pecado Original, Parte 2: Las Generaciones
de Adán [248]).
Mucho del
cristianismo moderno está basado en suposición de que la ley de Dios ha sido
eliminada. Las
suposiciones detrás mucho de la Cristiandad moderna que la Ley de Dios ha
estado terminada, provienen de una ignorancia profunda de la estructura de la
ley y los profetas y del mensaje de Cristo y los apóstoles. Hay una distinción
en la Ley de Dios entre la Ley que resulta de los Dos Grandes Mandamientos y
los Diez Mandamientos que los desarrollan por un lado y las ordenanzas
sacrificatorias constituyendo las así llamadas Leyes Ceremoniales, quienes
formaron parte del sistema del templo. Mucho de la Cristiandad moderna confunde
estos asuntos e incorrectamente agrupa el Calendario y otros aspectos
principales de la ley con los sacrificios, en un intento para hacer caso omiso
de la ley de Dios y pervertirla con el sistema pagano del sol y los cultos del
misterio. Esta distinción está explicada en el artículo La Distinción en la Ley [096] y también es
examinada dentro de la estructura de los artículos sobre los Mandamientos
individuales mismos.
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