Iglesias Cristianas de Dios
[127]
La Teología Primitiva de la Divinidad
Un Examen de los escritores patrísticos y su
exposición de Dios
(Edición
4.0 22071995-13091998-04012011-29012011)
Este papel examina los primeros escritos y aísla sus
puntos de vista de la Divinidad. Establece fuera de toda duda que los primeros
escritores no eran ni trinitarios ni binitarios, y no creían que Cristo existía
desde el pasado infinito. Este papel es útil en la localización de la
deformación progresiva de la teología en la estructura trinitaria.
Christian Churches of God
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1995, 1999, 2011 Wade Cox)
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La Teología Primitiva de la Divinidad
La antigüedad del concepto del Dios trino o trinitarianismo
La suposición principal de la Cristiandad moderna es que Dios existe como
tres entidades o hipostasis.
Son diversamente configuradas como tres entidades en una o como una en tres,
descrito como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, de todos modos son
descritos como personas. Se dice que las tres entidades forman una Trinidad.
Apelan que la exactitud de la aseveración es hecha en la antigüedad. Otra
suposición y menos extendida, e igualmente falsa, es que la Iglesia primitiva
era binitaria en vez de trinitaria porque sostuvo que Cristo, al
ser subordinado, sin embargo, era co-eterno.
Había pues dos
Dioses verdaderos existiendo uno al lado del otro como Padre e Hijo. Esto es lo
que se conocía antiguamente como la Herejía Dual de Poder. Este error se
deriva del gnosticismo primitivo y los cultos mistéricos y solares y no tiene
nada que ver con la Iglesia Apostólica o primitiva. Contraviene el testimonio
de Juan (Jn. 17:3 y 1 Jn. 5:20) quien opina que hay sólo un Dios verdadero y
que Jesucristo es su hijo, y también los escritos de Pablo que opina que sólo
Dios es inmortal en 1 Timoteo 6:16. La comprensión de Juan y Pablo y los otros
Apóstoles era también sustentada por los discípulos de Juan y sus herederos,
como veremos a continuación.
Este papel esta
dirigido a examinar la validez de tales suposiciones con respecto a la
Divinidad a la luz de la enseñanza bíblica que hemos establecido previamente y
la comprensión de los primeros teólogos. La afirmación de que Dios se confina a
tres entidades cada ser co-eterno y co-igual no fue la comprensión de la
Iglesia Apostólica como hemos visto. También se verá que no fue la comprensión
de la Iglesia primitiva.
El concepto de
una Divinidad ejercida por tres seres no es peculiar a la Cristiandad y, de
hecho, precede a Cristo por muchos siglos. No hay duda de que el dios trino se encuentra entre las civilizaciones más
primitivas y se sabe que se extiende hasta el este de Asia. El operador de
conceptos sobre el Dios trino ha entrado en la Cristiandad mayormente a través
de los griegos y su influencia en los romanos. La etimología del nombre de
Jesús se deriva del griego. Jesús es una helenización de Josué, que era el
nombre del Mesías. La palabra en el Nuevo Testamento usada para traducir Josué
es z30F@ØH o 'Iesous
(SGD 2424). Esta palabra es usada en Josué, hijo de Nun,
en Hebreos 4:8 y Josué (z30F@Ø o ‘Iesous)
de la línea de Zorobabel, antepasado de Cristo, en
Lucas 3:29. La palabra se usa también para traducir Justo en Colosenses
4:11.
La palabra
griega Iesus parece ser una interpretación basada en el Esus Céltico,
uno de un triunvirato de dioses encontrados entre los Celtas Hiperbóreos
(vea ERE, Vol. 3, p. 278). Los celtas tenían mayor afinidad con los
latinos que con los teutones (ibíd.). El nombre Esus probablemente entró
en Grecia por el norte con el sistema religioso Hiperbóreo y los Misterios. El
triunvirato apareció entre los Tuatha de Danann, como Brian, Iuchair e
Iucharbar, como hijos de la diosa Danu (ibíd., p. 282). La Tuatha de Danann se
asocian también con la Isla Eliseo y por lo tanto con los misterios elíseos
(ibíd., p. 298) y se conocía como los hombres de los tres dioses (ibíd.,
p. 292).
Creían en el
descenso de, en lugar de la creación por, los dioses (ibíd., p. 298). Los
Druidas enseñaban que los galos eran descendientes de DisPater, el dios del
infierno (ibíd., pp. 298-299).
Esus era el dios del continente que es
representado, en el altar en Treves, como talando un árbol en que es una cabeza
de un toro y tres grúas (representando a la diosa Morrigan, la reina de los
fantasmas asociada en trinidad con Brigit y Anu, ibíd., p. 286). Reinach opina que ésto
reúne los mismos conceptos encontrados en el altar de París (ibíd., p. 296).
D'Arbois (R. Cel., xix, p. 246) ve en estos una referencia al Tain.
Esus es Cuchilainn talando un árbol para interceptar a sus
enemigos. El toro es el Toro Marrón de Cualinge. Así, Esus es asociado con los
Misterios y los cultos al toro asesinado. El toro y su rival se ven, también
entre los Helvios, como reencarnaciones del Sid-folk (las personas de cerdo) en que tenían un origen divino. (ERE, ibíd.,
p. 296). Más tarde el toro divino se asocio con el dios Medros (ibíd.). Los
celtas agrupaban cabezas de sacrificio humano, cuya carne comieron, en tres de
los conceptos trinos (ibíd., p. 300).
La primera referencia a un triple aspecto de Dios en la Cristiandad
La primera instancia de una referencia para la
divinidad cristiana como tres entidades fue hecha por Teófilo de Antioquía (c. 180 CE) quien usó el
término JD4"H o trias del cual el trinitas latino
es tomado como una traducción. El término era usado donde habla del trias de
Dios, su palabra y su sabiduría (Teófilo a Autolico. El ANF aquí
traduce la palabra trias como trinidad). La siguiente instancia
del uso del término fue por Tertuliano (De Pud, c xxi, P. G., II, 1026).
Tertuliano fue el primero en afirmar directamente la unidad esencial de las
tres 'personas', pero su lógica y argumentos fueron esencialmente
subordinacionista (vea Schaff, Historia de la Iglesia Cristiana, Vol.
II, p. 570). El equivalente mas cercano a la doctrina Niceana no ocurrió hasta
que lo propuso el obispo romano Dionisio (CE 262) que era griego de nacimiento.
A el le interesaba eliminar el proceso de reducción de las tres entidades para
separar Dioses (Schaff, ibíd.).
La afirmación que Dios es una entidad formada por
dos seres y una persona como un espíritu o poder, que emana de uno o
ambos, es un posterior cuarto, quinto y sexto
siglo de afirmación trinitaria. La afirmación hecha en modificación de
un, trias
original (arriba) fue abandonada por inadecuada. Ambas, la cosmología trina
y la Trinidad como es ahora sobreentendida, son bíblicamente defectuosas como
también lo es el Binitarianismo.
El concepto de la
trinidad puede ser definido en dos formas como:
1. "Tres Personas que están igualmente
poseídas de la naturaleza divina". Ésto es tomado por haber sido el punto
de vista dominante desde los concilios de Nicea y Constantinopla.
2. El Hijo y el Espíritu como una derivación del Padre que es
la única fuente de la Divinidad. Éste fue el punto de vista prevaleciente de
los padres ante-niceanos y la Iglesia en general hasta Nicea (c. 325 CE) (vea
G.H. Joyce, The Catholic Encyc. (C.E.) artículo 'Trinidad', Vol.
XV, p. 51 donde él declara que "bajo este aspecto, el Padre, por ser la
única fuente de todo, puede ser llamado mayor que el Hijo").
La doctrina de la Trinidad se basa en una serie de hipótesis falsas
hechas en contra de la evidencia bíblica. Las dos principales hipótesis
falsas que son evidentes de las citas en esto son:
Que los términos tradujeron Dios es restringido a
uno, dos o tres entidades o hipostasis; y
Que Cristo es Dios co-eterno y co-igual como Dios el Padre
es Dios.
Del análisis en God Revealed Book One vemos
que las hipótesis están sin soporte bíblico y ciertamente son contrarias a la
Sagrada Escritura.
La segunda suposición arriba es
derivada del binitarianismo de los cultos mistéricos y solares.
Examinando Co-igualdad y Co-eternidad
Muchos de los escritores Patrísticos negaron
la igualdad del Hijo con el Padre. Del mismo modo, su lógica niega co-eternidad. Los pasajes pertinentes son como sigue. La estructura Binitaria se deriva en Roma del culto de Attis y no del cristianismo.
Justino
Nuestro
maestro de estas cosas es Jesucristo, quien también nació por este propósito, y
fue crucificado bajo Poncio Pilato, procurador de Judea, en los tiempos de
Tiberio César; Y que razonablemente adoramos, al saber que él es el Hijo del
Dios verdadero Mismo, y tenerle en segundo lugar, y el Espíritu profético en el
tercero, probaremos. Pues proclaman
nuestra locura por consistir en esto, que le demos a un hombre crucificado un
segundo lugar al Dios inmutable y eterno, el Creador de todo; Pues no
disciernen el misterio que hay en ella, por el cuál, como lo hacemos simple
para usted, le pedimos
que preste mucha atención. (Apol. I, xiii)
Y el primer poder
después de Dios el Padre y Señor de todo es el Verbo (8@(@H o logos), que es también el Hijo. (Apol., I, xxxii).
Es un error, por lo
tanto, entender el Espíritu y el poder de Dios, como cualquier otra cosa que el Verbo (8@(@H o logos), quién es también el primogénito de Dios. (Apol., yo,
xxxiii).
Así Justino piensa acerca del Logos como una emanación de Dios que es
capaz de personalización
para abrazar el concepto del Espíritu en general y Cristo en particular. Él
dice sin embargo:
Pero tanto el (Dios) y el Hijo (que salió de
él y nos enseño estas cosas, y el anfitrión de otros ángeles buenos que siguen
y se hacen como él), y el Espíritu profético, conociéndoles en razón y en
verdad, y declarando sin rencor a cada uno que tiene el deseo de aprender, como
hemos sido enseñados.
Así los ángeles también fueron tomados para ser
conformados a la imagen de Dios. Justino claramente identifica a Cristo como el
ángel de la Presencia en el Sinaí que le dio las Leyes a Moisés (First Apol.,
Cap. LXIII). De los Capítulos 13, 16 y 61, Justino no apoyo el culto a los
ángeles (vea también fn. 3 hasta ANF, Vol. 1, p. 164).
El termino adoración
es derivado del término en Apocalipsis 3:9 basado en proskuneo,
llamado BD@F6L<ZFTF4< o proskunesoosin
(Marshall), significando que harán una reverencia antes los elegidos
de la Iglesia Filadelfia. Así el término no significa adorar a los ángeles o a
Cristo sino pagar reverencia por postración del cuerpo. En otras palabras, rendir homenaje. Así a las entidades
mencionadas se les paga homenaje en su capacidad como parte del ejército leal
de Dios. El ángel dijo a Juan que se refrenara de hacer esto sino más bien que
adorara a Dios (Apo. 22:9). Así los elegidos adoran a Dios únicamente. Justino
se refiere a pagar homenaje y no a la adoración. La promesa para la Iglesia
Filadelfia fue porque los judíos que decían ser judíos, sino que eran de la
sinagoga de Satanás, habían empezado los procesos Místicos del Merkabah o
ascensiones de la Carroza de Dios, y la propiciación de ángeles en los siete
niveles (vea Misticismo Capitulo 4 Judeo-Cristianismo (No.B7_4).
Este error se
extiende a la Iglesia de Colosas en parte. La adoración de la Iglesia cristiana
se limita a Dios y no se extiende incluso a Cristo, que no es un homenaje como
un controlador y un maestro. Pero lo más importante, Justino extiende el cuerpo
para incluir el ejército leal. Se trata pues de una aproximación más cercana a
la doctrina bíblica del Espíritu de ser capaz de individuación para abrazar a
los elegidos que deben convertirse en theoi, como Cristo es uno de los theoi
subordinado a su theos, que es Dios el Padre. Sin embargo,
bíblicamente es el segundo más alto theos, como el Sumo Sacerdote.
Justino fue aparentemente entre los primeros en
introducir el culto dominical (vea Bacchiocchi, From Sabbath to Sunday,
pp. 223ff.) Sin embargo era todavía un subordinacionista. Sostuvo peculiares
puntos de vista antinómicos con respecto al sábado y su aplicación a los judíos
como un castigo peculiar. Sus opiniones no fueron apoyadas por los cristianos
en el momento, y Bacchiocchi opina que la Iglesia cristiana nunca ha aceptado
una tesis tan falsa (p. 225). Opinar que Dios estableció la circuncisión y el
sábado solamente a causa de la maldad de los judíos como una marca
distintiva, colocarlos fuera de otras naciones y de nosotros los cristianos de modo que los judíos sólo podrían sufrir
aflicción (Dial. 16:1, 21:1; Vea también Bacchiocchi, ibíd.) Hace a Dios
culpable de graves acepciones de personas y es contrario al sentimiento entero
de las confesiones de la Reforma. A pesar de este error, su visión de la
Divinidad es todavía subordinacionista. Sin embargo, él introduce el
razonamiento emanacionista el cual parece acompañar este acercamiento del
antinomianisto. Como hemos visto, Justino, sin embargo, todavía negó la
doctrina del Alma y el Cielo como no-cristiana, procedente de los cultos de
misterio (Dial. LXXX).
Ireneo fue discípulo de Policarpo de Esmirna, discípulo de Juan, y el más cercano a la teología original.
Ireneo dice de Dios:
Porque el mando y fueron creados; Él hablo y
fue hecho. ¿A quién por lo tanto le ordenó? Al Verbo, sin duda, por quién, él
dice, los cielos fueron creados y todo su poder por el aliento de su boca (Sal.
33:6). (Adv. haer., III, viii, 3)
Ireneo sostiene que:
… es claramente demostrado que ni los profetas
ni los apóstoles alguna vez nombraron a otro Dios, o (lo) llamaron Señor,
excepto al verdadero y único Dios....Pero las cosas establecidas son distintas
del que las ha establecido, y lo que ha sido hecho de él que lo hizo. Porque él
mismo es increado, ambos sin principio y fin, y sin nada. Él mismo es
suficiente para el; Y todavía más, él concede a todos los demás esto mismo,
existencia; pero las cosas que se han hecho por él (ibíd.).
Ireneo extiende
la capacidad de convertirse en Dios (theos o elohim) al Logos
aquí a diferencia de las otras cosas establecidas. (ibíd.). Él ya había
establecido la posición de Dios y el Hijo y los de la adopción como theoi o
elohim y todos los hijos de Dios del libro III, Capitulo VI.
Por lo tanto tampoco el Señor, ni el Espíritu
Santo, ni los apóstoles, alguna vez han nombrado como Dios, definitivamente y
absolutamente, lo que no era Dios, a menos que fuera realmente Dios; Ni
nombrarían a nadie en su propia persona Señor, excepto a Dios el Padre
predominando sobre todo, y Su Hijo que ha recibido dominio de Su Padre sobre
toda creación, como en este pasaje tiene: Jehová dijo a mi señor: Siéntate a
mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. (Sal.
110:1). Aquí la (escritura) representa al Padre hablándole al Hijo; Él que le
dio la herencia del pagano, y sujeto a todos sus enemigos...
Ireneo llego a afirmar que el Espíritu Santo llama al Padre y al Hijo aquí como Señor. Sostuvo que Cristo fue el que habló con Abraham antes de la destrucción de los Sodomitas y había recibido poder (de Dios) para juzgar a los Sodomitas por su maldad. Y este (texto siguiente)
Declara la misma verdad:
“Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de justicia es el cetro de
tu reino, has amado la justicia y aborrecido la maldad; por tanto, te ungió
Dios, el Dios tuyo.” (Sal. 45:6) Para el Espíritu llama ambos de ellos por el
nombre de Dios theos o elohim - tanto el que es ungido como Hijo y quien unge,
ese es el Padre. Y otra vez: “Dios esta en la reunión de los dioses; en medio
de los dioses juzga” (Sal. 82:1). Él (aquí) se refiere al Padre y al Hijo y los
que han recibido la adopción; Pero ésta es la Iglesia pues ella es la sinagoga
de Dios, que Dios - que es el Hijo Mismo - se ha reunido por sí mismo de quién
vuelve a hablar: “El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado de la
tierra” (Sal. 50:1). ¿Qué se entiende por Dios? Aquel de quien el ha dicho,
“Vendrá nuestro Dios, y no callara;” (Sal. 50:3) es decir, el Hijo que vino
manifestado a los hombres, que dijo, “Fui buscado por los que no preguntaban
por mi. “ [Isa. 65:1]. ¿Pero de qué dioses (esta hablando)? (de los) que él
dice, “Yo dije: Vosotros sois dioses, y todos vosotros hijos del Altísimo”
(Sal. 82:6) A aquellos que, sin duda, han recibido la gracia de la “adopción,
por la cuál clamamos ¡Abba, Padre!” [Rom.
8:15] (Against Heresies, Bk. III, Ch. VI, ANF,
Vol. I, pp. 418-419).
No hay duda que
Ireneo tenia una visión subordinacionista de la Divinidad y extendió el término
Dios (como theoi o elohim) para incluir al Hijo y
esos de la adopción también. Sabemos sin duda que el Consejo de los Hijos de Dios eran los elohim (ref. también Job 1:6, 2:1; 38:4-7; Salmos y Apo. 4 y 5). Así, la adopción, por definición, tenía que incluir al ejecito leal también (vea mas abajo). Él parece indicar aquí que Cristo reunió a los
elegidos, mientras que sabemos de la Sagrada Escritura que es Dios quien da a
los elegidos a Cristo para que sean reunidos; (Jn. 17:11-12; Heb. 2:13; 9:15).
El uso exclusivo del término para el elegido físico puede ser dado
equivocadamente por Ireneo. El ejército leal es también incluido en el consejo
de la comprensión en Apocalipsis 4 y 5 – así el ejército leal es también la
Ecclesia de Dios. No hay duda que el termino elohim o theoi fue
tomado para extenderse a la Iglesia y que esta era la comprensión de la Iglesia
del primer siglo tanto de Juan a Policarpo, quien le enseñó a Ireneo, y en el
segundo y subsiguientes siglos.
Es
evidente que Ireneo sostenía que sólo Dios el Padre era el verdadero Dios de la
Biblia y era el creador de todas las demás.
En el Libro V capitulo 25 leemos en
s.2:
2. Además, él (el apóstol) también ha señalado esto que
me ha demostrado de muchas maneras, que el templo en Jerusalén fue realizado
por la dirección del verdadero Dios. Porque el apóstol mismo, hablando
en su propia persona, claramente lo llamó el templo de Dios. Ahora me ha demostrado en el tercer libro, que nadie es llamado
Dios por los apóstoles cuando hablan por sí mismos, a excepción de lo que
verdaderamente es Dios, el Padre de nuestro Señor, por cuyas instrucciones el
templo que está en Jerusalén fue construido para esos fines que ya he
mencionado, en cuyo [templo] el enemigo se sentará, tratando de mostrarse como
Cristo, como el Señor también declara: Por tanto, cuando veáis en el
lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que
lee, entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. El que
esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; porque habrá
entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo
hasta ahora, ni la habrá.
No cabe duda de que
la iglesia primitiva era subordinacionista y que los formados en Esmirna bajo
los apóstoles y tales como Policarpo eran Unitaristas bíblicos y sostenían que
sólo el Padre es el Único Dios Verdadero y que a todos los demás, Cristo
incluido, se les concedió la vida eterna del Padre.
Ireneo habla en
contra de la nueva fusión Binitarista de los cultos Solares en Roma e
identifica sus doctrinas Binitarias como herejía y su sistema pasó a
desarrollar plenamente el Trinitarianismo del Dios trino. Esa es la doctrina
del Anticristo y su estructura correcta es vista de Ireneo. Esta doctrina
penetro en las iglesias de Dios al final del siglo XX de EE.UU.
Ireneo, Cap.
16:8 (ANF, Vol. 1, fn. p. 443).
En
esto conoced el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha
venido en carne, es de Dios, y todo espíritu que separa a Jesús Cristo no es de
Dios sino del Anticristo.
Sócrates el historiador dice (VII, 32, p. 381)
que el pasaje había sido corrompida por aquellos que deseaban separar la
humanidad de Jesús Cristo de su divinidad.
Clemente de Alejandría dice de igual manera:
Porque el Hijo es el poder
de Dios, como el Verbo más antiguo del Padre antes de la producción de todas
las cosas, y Su sabiduría. Él propiamente se llama entonces el Maestro de los
seres formados por él. Ahora la energía del Señor tiene una referencia al
todopoderoso; Y el Hijo es, por así decirlo, una energía del Padre. ("Strom".,
VII, ii, P.G., IX, 410)
Clemente, sin embargo, entiende que el destino de
los elegidos era convertirse en dioses. Él dijo eso al hablar de gnosis, que
sostenía que podía ser logrado por el hombre hasta cierto punto durante su
permanencia en la tierra:
Pero alcanza su clímax
después de la muerte del cuerpo, cuando el alma del (gnósticos) se le permite
volar de regreso a su lugar original, donde después de convertirse en un dios,
puede disfrutar, en un descanso completo y perpetuo, la contemplación de la
divinidad suprema 'cara a cara', juntos con el otro (theoi) (S. R. C. Lilla Clement
of Alexandria, A Study In Christian Platonism and Gnosticism,
Oxford, 1971, p. 142).
Así, aquí vemos la combinación de la gnosis griega
junto con la doctrina primitiva de que nos convertiríamos en (theoi o elohim).
No hubo ninguna sugerencia que Cristo o el otro theoi fueran iguales a
esta divinidad suprema.
Hipólito dice y más significativamente:
Ahora, que Noetus afirma que el Hijo y el
Padre son lo mismo, nadie lo ignora. Pero él hace su declaración así: "
Cuando en realidad, entonces, el Padre no había nacido, él era sin embargo
justamente llamado Padre; Y cuando le agrado someterse a la generación,
habiendo sido engendrado, él mismo se convirtió en su Hijo, no otros”. Pues en
esta manera él piensa establecer la soberanía de Dios, alegando que el
Padre y el Hijo, así llamado, es uno y la misma (sustancia), no un
individuo producido de uno diferente, sino de sí Mismo; Y que es titulado por
Padre e Hijo, según las vicisitudes de los tiempos. (Hipólito repite esta
opinión en su resumen, Book X.) (Con. Noet, n. 14, "The Refutation
of All Heresies", Bk. IX, Ch. V, ANF, Vol. V, pp. 127-128);
El primer y único (Un
Dios), tanto Creador y Señor de todo, no tiene ningún contemporáneo con si
mismo,... Pero fue uno, solo en sí mismo. Por un ejercicio de Su voluntad él
creó las cosas que son, que anteriormente no tenían existencia, excepto que él
estaba dispuesto a hacerlas. Pues el conoce completamente lo que sea que esté a
punto de tener lugar, pues el conocimiento también esta presente en él.
(Hipólito, ibíd., X, XXVIII, p. 150)
Por lo tanto esta Deidad
solitaria y suprema, por un ejercicio de reflexión, procreo al Logos primero;
No la palabra en el sentido de ser articulada por la voz, sino como un
razonamiento del universo, concebido y residente en la mente divina. Él solo
produce de cosas existentes; Pues el Padre Mismo constituye la existencia, y el
ser nacido de él fue la causa de todas las cosas que se producen. El Logos
estaba en el Padre Mismo, teniendo la voluntad de Su progenitor, y no ignoraba
la mente del Padre. Para simultáneamente con su procesión de su progenitor,
puesto que él es primogénito de este Progenitor, tiene como una voz en
sí mismo, las ideas concebidas en el Padre. Y así fue, que cuando el Padre
ordenó al mundo existir, El logos uno por uno completo cada objeto de la
creación complaciendo así a Dios. (Hipólito, ibíd., X, XXIX)
Cristo, él significa,
sabiduría y poder de Dios el Padre Eterno, ha edificado su casa... (Fragmento
en Proverbios 9:1, ANF, Vol. V, p. 175)
Es con este escritor que nosotros primero
desarrollamos el error que Cristo fue la única emanación del Padre y que los
otros elementos del ejército celestial son creaciones del Hijo y así no
participan en la naturaleza divina, como lo hace el Hijo. Ahora bien, éste es el error básico en el cual la
doctrina de la Trinidad comenzó a formarse. Los elohim, como fue demostrado del
contexto bíblico, son un ejercito múltiple del cual el Cordero es el Sumo
Sacerdote, pero él es uno de ellos como un socio o camarada, si bien toda la
estructura jerárquica fue creada por o en él y para él (Col. 1:15).
Los santos, asimismo, se convirtieron en compañeros
de Cristo en Hebreos 3:14 y, por lo tanto, hermanos del ejercito (Apo. 12:10) y
coherederos con Cristo (Rom 8:17). Los cielos, todas las cosas que, son
referidas como creadas por el Hijo, son las estructuras espirituales y físicas.
Éste es el intento de las referencias en Juan 1:3 con respecto a la creación y
1 Corintios 8:6 en relación al universo J BV<J" o ta panta) y los humanos. Colosenses 1:15-17
específicamente ubica la creación de todas las cosas visibles e invisibles. La
creación de tronos o señoríos o gobernantes o autoridades, a través de
él y para él, no puede referirse al Consejo del Elohim. La creación por
Cristo de los señoríos (6LD4`J0J,H o kuriotetes) no es de las entidades.
Si eso fuera así entonces se trataría de la
creación de Dios que es el kurios supremo. Así tratamos con los poderes
y no los Seres; Los tronos y la estructura de los cielos y su gobierno.
Efesios 1:22 y
3:9 muestran que fue Dios quien creó todas las cosas y las puso bajo los pies
de Cristo y le hizo cabeza de todas las cosas para la Iglesia. Esto se hizo para
que los gobernantes y las autoridades en los cielos entendieran, a través de la
Iglesia, la sabiduría múltiple de Dios. Estas cosas se hicieron para
demostrar que Dios ha exaltado altamente a Cristo (Fil. 2:10), que lógicamente
él no pudo haber sido siempre. Pero Dios usó a Cristo como el líder y el
instrumento primario de la creación de los siglos (Heb. 11:3). Cristo creó el
mundo (Heb. 1:2) (que es en realidad los siglos o los eones, como vemos) y refleja la gloria de Dios y tiene el mismo sello
de su naturaleza (Heb. 1:3). Hebreos 2:10 se refiere a todas las cosas (J BV<J" o ta panta)
que constituyen el universo.
Hebreos 2:11 declara que él que santifica y los
que son santificados tienen todos un mismo origen (<ÎH BV<J,H o enos pantes).
Hebreos 11:3 supuestamente afirma que el mundo fue creado por una palabra
de Dios ÕZ:"J4 2,@Ø o pneumati theou) (vea Marshall). El Logos
no es identificado como participante y, más en particular, la palabra
traducida como creado es identificada por Marshall en el sentido de ajustar
(6"J0DJ\F2"4
o katertisthia) y el mundo no está ajustado
sino más bien los siglos ("Æä<"H o aionas). Así, Los
siglos fueron ajustados por la palabra de Dios de modo que lo que se ve fue
hecho de lo que no se veía. Éste es un concepto de creación por el ajuste
de la ecuación de tiempo/espacio, que aún no ha sido abordado. Romanos 11:36 se
refiere a Dios como la fuente y el objeto de todas las cosas, no Cristo.
El resto de elohim mencionados en la Biblia tiene
subordinados pero autoridad compuesta con Cristo. Tienen dominio sobre la
estructura celestial. Este elohim compuesto (bajo Jesucristo) creado de acuerdo
con la voluntad de Dios. Uno de ellos, el querubín protector llamado Satanás, y
los subordinados a él, creados en contra de la voluntad de Dios, en rebelión
(vea Creación: De la Teología Antropomórfica a
la Antropología Teomorfica (No.B5)). Es un disparate lógico sugerir que Cristo podría
ser creado infalible, pero los otros miembros del ejercito se les dio libre
albedrio de manera que podían elegir obedecer o pecar.
El éxito de Cristo resultó de su obediencia, no de
su infalibilidad. Su éxito fue conocido por la presciencia de Dios. Se le da
dominio de conformidad con su obediencia y fe. El dominio sobre la creación
celestial y, por lo tanto, el poder del Cristo y el ejercito en la creación se
extenderá al género humano después de la Segunda Resurrección, en Deuteronomio
4:19.
La Nueva Enciclopedia Católica (N.E.C.) Hace
la afirmación más extraordinaria concerniente a la doctrina de Hipólito.
Hipólito en su refutación
de Noetus (10) y la
identificación exagerada de Cristo con el Padre, insiste en que Dios era
múltiple desde el principio. (N.E.C., artículo 'Trinidad, Santa', Vol.
XIV, McGraw Hill, N.Y., 1967, p. 296).
Esto es simplemente falso de una comparación con el
texto real de Hipólito (C. Noetus 10) arriba. La misma autoridad
sostiene que:
Tertuliano, combate contra
la misma actitud (Adv. Prax. 5), casi explícitamente personaliza esta
multiplicidad eterna. El Verbo se levanta y está aparte del Padre sin embargo
todavía dentro de la Divinidad en la manera propuesta por la reflexión humana,
como el discurso interno es en cierto sentido otro, un segundo además de uno
mismo, sin embargo aún dentro de uno mismo.
Esta forma involucra la misma lógica como
Noetianismo y Sabelianismo y es seriamente incoherente.
Tertuliano sostiene de contra (Adv.) Praxeas que:
Este único Dios tiene
también un Hijo, Su Verbo, quien provino de Sí Mismo, por quién todas las cosas
fueron hechas...Todo son de una, por la unidad (que es) de sustancia; Mientras
el misterio de la dispensación sigue protegido, que distribuye la Unidad en una
Trinidad, colocando en su orden las tres Personas el Padre, el Hijo y el
(Espíritu) Santo: Tres sin embargo, no en condición pero en grado; No en
esencia pero en forma; No en poder pero en aspecto; Aún de una sustancia, y de
una condición, y de un poder puesto que es el Único Dios, de quién estos grados
y formas y aspectos son contados, bajo el nombre del Padre, y del Hijo y del
Espíritu Santo ... (II);
Tertuliano también dice que el Padre levanto al
Hijo de la muerte (II). Así Tertuliano hace distinciones importantes en la
interrelación de las tres entidades que son aspectos de la operación de Dios en
el grado. El Hijo de Dios y el Espíritu son procesiones del Padre y aspectos
subordinados de Su manifestación. Tertuliano le dio a la Trinidad un orden
numérico y una distribución (III). Él también opinó que la Monarquía de Dios
provino del Padre (III), pero que era igualmente el hijo, tomado por ambos
(III), se comprometió al Hijo por el Padre (IV).
Tertuliano sostuvo que el Espíritu Santo provino
del Padre a través del Hijo. Tertuliano sostiene (IV) que el Padre y el Hijo
son dos personas distintas. Así, podría afirmarse que el verdadero Diteísmo
(llamado también Binitarianismo) comienza con Tertuliano (Ref. Sal. 45:6-7)
Él que subordinó (todas las
cosas) y para quien fueron subordinadas - necesariamente deben ser dos Seres
diferentes.
Sin embargo, Tertuliano dice en el Capitulo V que
antes de todas las cosas Dios estaba solo.
Pues antes de todas las
cosas Dios estaba solo - ser en Sí Mismo y para Sí Mismo universo, y espacio, y
todas las cosas. Además él estaba solo, porque no había nada externo a él, sino
a Sí Mismo.
El hecho que poseía la razón no le hizo de
hecho solo, y Tertuliano sostiene que esta facultad de razón llamada logos
por los griegos, era la facultad desde el principio que era más
correctamente razón en vez de verbo ya que él tenia razón pero no
habló. Así Tertuliano hace la distinción que Cristo es la razón de Dios y que
esta razón debe haber sido una instancia en la esencia divina desde el principio.
El argumento
esta abierto a diversas objeciones. El primer error es que Cristo era el
aspecto entero del Verbo y la Sabiduría y no solo una manifestación de esos
aspectos. Así él era Logos como parte de El Logon (después de una distinción
acusativa /nominativa como hemos notado de Dios Revelado, Libro Uno). El
logos que apareció al hombre era Cristo. Si Cristo estaba con Dios antes del
comienzo, como Tertuliano manifiesta que Dios tenía razón aun antes del
comienzo, entonces Cristo es un atributo de Dios, que es capaz de
distribución pero es incapaz de aislamiento a una sola entidad. Es absurdo
sugerir que Cristo, aparte de Dios, y que esta razón debe haber sido instancia en la esencia divina desde el
principio.
Cristo fue el comienzo de la creación de Dios (Apo.
3:14). Así identificamos el principio como lo entienden los primeros teólogos
como el comienzo de la creación, que comenzó el tiempo. Tertuliano dice que
sólo Dios existía antes del comienzo de su perpetuidad duradera (V), distinto y
mayor que el Hijo (IX) que es a la vez Verbo y Sabiduría (VI).
Dios no se convirtió en Padre hasta después de la creación del Verbo
(VII) para efectuar la creación (Adv. Hermog. 3). Dios el Padre así
permaneció fuera de tiempo y todos los demás seres no lo hicieron. Sólo él es
el Supremo Dios. La N.E.C. indica eso
A mediados del 3er
siglo, como uno puede ver reflejado en el tratado de Novaciano De Trintate,
la Iglesia Romana, originalmente calma hacia esta tensión
nerviosa en la alteridad y pluralidad, había venido a
incorporar las ideas principales de Tertuliano. Novaciano, además, insiste (ch.
31) muy francamente en la eternidad inequívoca del padre y el hijo en la
Divinidad. (Op. cit., p. 297)
Como puede verse arriba, las posteriores
enseñanzas, mientras incorpora algunos de los sentimientos de Tertuliano,
vinieron a basarse en el concepto de co-eternidad de Novaciano en contra de las
palabras expresas de Tertuliano. Así el dogma fue una construcción híbrida de
la Iglesia del tercer siglo. No se basó en la narrativa bíblica sino en
gradualmente desarrollar una teología defectuosa. Los comentarios de arriba
señalan que las autoridades son incorrectamente citadas, completamente
revirtiendo el significado de los textos, que aparentemente indica lecturas
seleccionadas.
La escuela oriental centrada en Alejandría, y
escrituras cerca del tiempo de Hipólito y Tertuliano, habían incorporado la
enseñanza, comenzando con Clemente (arriba), del Hijo como una generación del
Padre. Pero Clemente era subordinacionista, como eran todos los primeros
teólogos. El sucesor de Clemente fue Orígenes.
Orígenes es claramente subordinacionista:
Declaramos que el Hijo no
es más poderoso que el Padre, pero inferior a él. Y esta creencia la basamos en
lo dicho de Jesús mismo: 'El Padre que me envía es mayor que yo.' (Con. Cels.,
VIII, xv)
Sabemos, por consiguiente,
que él es el Hijo de Dios, y que Dios es Su Padre. Y no hay nada extravagante o
impropio del carácter de Dios en la doctrina que debe haber engendrado tal Hijo
único; Y nadie nos persuadirá que tal no es un Hijo del ingenito Dios y Padre.
Si Celso ha oído algo de ciertas personas opinando que el Hijo de Dios no es el
Hijo del Creador del universo, ese es un asunto que yace entre él y los
partidarios de tal opinión. (Con. Cels., VIII, xiv)
Orígenes, como el sucesor de Clemente en la Escuela
Alejandrina:
… imaginando el universo a
lo largo de líneas Neoplatonistas de extrapolación jerárquica. En apogeo
completamente trascendente, hay Dios el Padre (De Princ. 1.1.6), fuente
única sin fuente o, para usar el término favorito de Orígenes., (p.ej., In
loan. 2.10.75), engendrado (•(X<<0J@H o agennetos). Pero (De Princ. 1.2.3)
el Padre de toda eternidad ha generado un Hijo, y. (In Ioan 2.10. 75) a
través de su Hijo el Verbo, él ha dado a luz al Espíritu Santo. Los tres, Orígenes mantiene en el mismo
pasaje, son tres individuos distintos (Por lo tanto personas) o *hipostasis (Ref.
In Ioh. 2, 10,75). Por otra parte (Frag. en Hebr.),
Con referencia explícita aquí con el Padre y el Hijo, comparten juntos 'Una
sustancia en común' Para el Hijo de Dios, se agrega un momento después, es 'de
la misma sustancia' (*homoousios Ï:@@bF4@H) como el Padre. (N.E.C., p.297).
J.N.D. Kelly (Early Christian Doctrines)
dice de la teoría de Orígenes de los Hipostasis que:
Esta afirmación que cada uno de los tres es un
hipostasis distinto desde toda la eternidad, no sólo (como por Tertuliano e
Hipólito) como se manifiesta en la 'economía', es una de las características
principales de su doctrina, y se deriva directamente de la idea de la
generación eterna. Hupostasis y ousia eran originalmente
sinónimos, el primero Stoico y el último platónico, significan existencia
verdadera o esencia, que es una cosa; Pero mientras hupostasis retiene esta connotación en
Origen (Ej. In Ioh 20, 22,182f.; 32, 16,192f.), él con más frecuencia le da el
sentido de subsistencia individual, y así existencia individual. El error del
Modalismo, sostiene [ibíd. 10, 37,246: ref. ib. 2.2.16; en Mt. 17,14.], consiste
en tratar a los Tres como numéricamente indistinguible :¬ *4"NXD,4< Jè
•D42:è o me diapherin a ariethmo), separable solo
en pensamiento, 'no sólo en esencia sino también en la subsistencia’... (p.
129).
De De Orat. 15,1; C. Cels.
8,12, Orígenes tiene la enseñanza verdadera que el Hijo "es otro en
subsistencia que el Padre". El Padre y el Hijo son "dos cosas en
cuanto a sus personas, pero uno en unanimidad, armonía e identidad de
voluntad" (vea también a Kelly, ibíd.).
Kelly dice que:
Así mientras realmente
distintos, los tres son de otro punto de vista uno solo; Como él expresa [Dial.
Heracl. 2], 'no nos da miedo hablar en un sentido de dos Dioses, en otro
sentido de un Dios' (ibíd.).
Orígenes así sostuvo que el Padre sea
teológicamente antes del Hijo y que el Hijo era un producto del Padre. Él
sustenta que la unidad es una moral en vez de un supuesto e incoherente
Modalismo. Orígenes relaciona el matrimonio de marido y mujer como una sola
carne como símbolo de esto y también compara la relación humana de los elegidos
con Cristo como de un solo espíritu. Así, en un plano más alto una vez mas, el
Padre y el Hijo, sin embargo distintos, son un Dios. Kelly opina que aunque Orígenes
parece hablar de Cristo como una criatura, esto es como una concesión consciente
de Proverbios 8:22 y Colosenses 1:15 y que no debe ser presionada. Él participa
de la naturaleza divina estando unido por la naturaleza del Padre (In Ioh. 2,
2,16; 2, 10,76; 19, 2,6). Kelly declara que:
Hay que tener cuidado, sin
embargo, de no atribuir a Orígenes cualquier doctrina de consustanciabilidad
entre Padre e Hijo.
La unión que hace Orígenes del Padre y el Hijo es
una de amor, voluntad y acción (Kelly, descontando los textos que sobreviven en
la traducción latina blanqueada de Rufino, ibíd., p. 130). Orígenes dice del
Espíritu Santo (Frag. en Hebr. PG 14, 1308):
Él abastece a los que, por
causa de él y su participación en él, son llamados santificados con la materia,
si lo puedo describir, de sus gracias. Este mismo asunto de gracias es efectuado
por Dios, es ministrado por Cristo, y logra subsistencia individual (ßN,FJfF0H o huphestoses) como el Espíritu Santo.
(Vea también Kelly ibíd.).
Kelly (pp. 130-131) considera de esto que el último
fundamento del ser del Espíritu Santo es el Padre pero que es mediado al
Espíritu por el Hijo, de quién el Espíritu también deriva todos sus atributos.
(ref. ibíd., 2, 10,76).
Lo tres son eternamente y realmente distintos pero
no son una Tríada de Seres dispares. El error esta en la conclusión que el Hijo
imbuye el Espíritu con todos sus atributos en vez de ser su controlador en el
elegido. Co-eternalidad es lógicamente comprometida. El fracaso en entender la
naturaleza del Espíritu en el control monoteísta de los elegidos es el error
fundamental.
El emanacionismo platónico dicto que la estructura
desciende en estas formas del Padre y así el Espíritu se convirtió en la
tercera forma en vez de una entidad animadora y los medios por el cual Cristo
se convirtió en uno con Dios. A través del Espíritu la humanidad podría
convertirse en uno como Cristo, pero en una base condicional que los griegos
parecen haber denegado. La intrusión del neo-platonismo en la Cristiandad es
extendido (vea Misticismo Capitulo 4 Judeo-Cristianismo (No. B7_4)). El fracaso de entender la distinción hecha por Orígenes
anteriormente, fijo el escenario para el Concilio de Nicea algunos 100 años más
tarde. La unidad de la sustancia era la unidad conferida por la sustancia del
Espíritu Santo, que era por sí misma un atributo de Dios. Orígenes sostuvo que
sólo el Padre es Dios de Sí Mismo ("ÛJ`2,@H o autotheos); (In
Ioan. 2.2.17);
… y en la mente de Orígenes
(C. Cels. 5.39) los cristianos correctamente se refieren al Hijo como
una deidad (*,bJ,D@H o deuteros) 'secundaria'.
(N.E.C., ibíd.).
La postulación de Orígenes de creación eterna invalidó el
concepto de la co-eternidad de Cristo. Agustino más tarde dijo que el tiempo
comenzó con el movimiento de los ángeles. El concepto es, más correctamente,
ese tiempo comenzó con la creación del elohim. Sólo Dios el Padre o
Eloah permaneció fuera del tiempo en su perpetuidad duradera. Así sólo él era
omnisciente, y Cristo era un segundo o deuteros theos. El concepto del
Espíritu Santo procediendo a través de Cristo condujo a la conclusión inexacta
que Cristo así creó al Espíritu Santo. De arriba, el Espíritu Santo proviene
del Padre solo. El Espíritu es dado a la entidad subordinada y procede a través
del elohim subordinado a los Hijos de Dios.
Este sistema era existente en el ejército angelical
antes de la creación de la especie humana. Había una multitud de Hijos de Dios,
incluyendo a Satanás (Job 1:6), bajo sus estrellas del alba en la creación de
la Tierra (Job 38:7). La pregunta que surgió entonces y que ha sido de
importancia a mediados del tercer siglo fue en cuanto a que si el
subordinacionismo era uno de ser o solo uno de orden de procesión. Los griegos
tomaron el esquema de Orígenes en la mitad más reciente del tercer siglo.
Algunos, tales como Theognostus de la escuela del catecal en Alejandría, enfatizaron el parentesco del Hijo con el
Padre. Sin embargo, el Hijo fue considerado una criatura con su actividad
restringida a los seres racionales. Él también declaró que su sustancia u ousia
(usando el término platónico en vez de hipostasis) se deriva de la
sustancia del Padre. (Vea Kelly, Early Church Doctrines, p.133). Otros
enfatizaron su subordinacionismo.
Dionisio, discípulo de Orígenes, Papa de
Alejandría, a causa de un brote de Sabelianismo en la Pentápolis libia a
finales de los años cincuenta del tercer siglo, escribió contradiciendo el
Modalismo. Introdujo la distinción personal entre el Padre y el Hijo en primer
plano. Los Sabelianos tuvieron una de sus cartas a los obispos Amonio y
Eufranor resaltando este aspecto que Kelly (p. 134) alega fue indiscreto. Dionisio,
Papa de Roma, le escribió a Dionisio, Papa de Alejandría, (Papa era el
título común de los Obispos eminentes especialmente los de Alejandría desde el
tiempo de Heraclus C. 233-249 (Eusebio, Historia de la Iglesia, vii,
7,4)), exigiendo garantías que las insistencias Origenistas en tres hipostasis
o tres entidades individuales tampoco insinuaron separación ni comprometieron
co-eternidad. (apud. Athan., De
decr. Nic syn. 26). Alejandría quedó hasta cierto punto de acuerdo
con su respuesta (apud. Atan., De sent. Dion.
14-18).
Los Sabelianos se quejaron de que los Origenistas
estaban haciendo una marcada división equivalente a la separación entre Padre e
Hijo. Esto era opuesto y limitado por los Novacionistas en Roma que
influenciaron al Obispo Dionisio, el Papa. Atanasio intento (De sent. Dion.
4) encubrir a Dionisio de Alejandría un siglo más tarde, pero Basilio (Ep. 9.2)
sostuvo que él hubiera ido al extremo opuesto en el celo anti-Sabeliano.
¿Por qué el asunto de la posición de Cristo en
relación con Dios es de tal importancia cuando no tiene ninguna base bíblica?
¿Por qué sólo es de importancia a mediados del tercer siglo? La respuesta recae
en el Misterio y los cultos Solares.
Se ha visto de un desarrollo anterior, y arriba,
que la Biblia y los primeros teólogos de la Iglesia fueron subordinacionistas y
unitarios. Dios el Padre Eterno era el Dios y Padre del Mesías que fue el
primogénito de muchos hermanos (Rom. 8:29). El Espíritu Santo es el mecanismo
por el cual todos los Hijos de Dios, los ángeles incluidos, alcanzan esta
posición de unidad con Dios. Cristo fue uno de una multitud de los Hijos de
Dios espirituales, pero él era el único nacido (monogenes) (Hijo de)
Dios (por lo tanto
monogenes theos), el primer
engendrado (prototokos) del ejercito celestial como el Sumo Sacerdote de
los elohim. Esta comprensión comenzó a perderse a través del sincretismo de la
Iglesia primitiva. Los cultos de Misterio tuvieron efecto sobre la teología y
el ritual de la primer Iglesia. Esta posición es desarrollada en Misticismo
Capitulo 4 Judeo-Cristianismo (No.B7_4).
Bacchiocchi
(loc cit.) rastreo el efecto de los cultos Solares en la transición del sábado
al culto dominical y la introducción de festivales paganos como la Navidad y la
Pascua. La
navidad no entró el cristianismo hasta el 475 en Siria. La semana santa (pascua
florida) entro al cristianismo en Roma en 154 bajo Aniceto y el cisma fue creado en 192 d.C bajo Víctor. La transición de la Fiesta de Panes sin Levadura y
la Pascua a la Pascua pagana fue realmente extendida. Convertir a la
Cristiandad de los cultos de misterio/sol aumento la presión a la
sincretisación y la de-judificacion de las Leyes y los festivales (vea Bacchiocchi, op. cit.), que se basan en la
luna y no en el calendario solar. Esta infusión sincrética preparó el terreno
para un clímax en el Concilio de Nicea. La cosmología bíblica se basaba en la
autoridad única y trascendente de Eloah. Esto tiene graves consecuencias para
la naturaleza inviolable de la Ley. La alteración del sistema sólo podría ser
lógicamente validada si un proceso podría ser establecido que eleva a Cristo a
una igualdad con Dios y luego le proporciona autoridad a la Iglesia para
ejercer tal autoridad como podría ser construida como ser conferido en la
Iglesia. Las primeras invasiones en la Ley fueron en la Pascua y el sábado
semanal.
El establecimiento del domingo como día obligatorio de culto comenzó con
el Concilio de Elvira (c. 300). No fue un accidente que Nicea decidió el asunto
de la Pascua y el establecimiento del festival pagano de la Pascua. No fue
accidente que el siguiente asunto decidido fue el tema del sábado dónde, en el
Concilio de Laodicea C. 366 (la fecha es incierta), el Concilio, en Canon 29,
prohibió guardar el sábado y estableció el domingo como el día oficial de culto
de la Iglesia. Así el escenario estaba listo para lo que se percibía como la
eliminación de la así llamado elementos Judaizantes de la fe cristiana.
Lo que siguió fue el paganismo en el cristianismo.
Siga para
ver como los escritores posteriores engañaron el cristianismo en cuanto a la
historia en Tergiversación Binitarista y Trinitarista de la
Teología Primitiva de la Divinidad [127B]
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