Iglesias Cristianas de Dios

 

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El Milenio y el Rapto [095]

(Edición 2.0 19950311-20000107)

 

 

Este artículo examina la posición milenarista de la primera iglesia en contra de las teorías modernas del rapto. Las primeras doctrinas son desarrolladas a partir de los primeros autores. Se analizan los orígenes de la doctrina del rapto. También se discuten la producción de las doctrinas modernas y las actividades de los curas jesuitas Ribera y Belarmino. También hay una discusión sobre las actividades de Samuel Maitland en la producción de esta falsa doctrina.

 

 

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El Milenio y el Rapto [095]

 


Las doctrinas originales de la primera iglesia eran milenarias. La iglesia esperaba con ansias el retorno de Cristo y la resurrección de los santos en su retorno. Los santos luego gobernarían la tierra por mil años, y entonces la segunda resurrección o la general se llevaría a cabo y el juicio seguiría a los mil años.

 

Hay muchas Escrituras en el Antiguo Testamento que conducen a Apocalipsis 20:1-15 y que tienen una correlación con estos versículos. A menos que usted entienda la resurrección y el milenio, no puede comprender lo que sucede en el retorno del Mesías. Por ejemplo, no puede entender Zacarías 14:16-19 en el establecimiento de la Fiesta de los Tabernáculos y el requerimiento de enviar representantes a Jerusalén. Los Adventistas del Séptimo Día no pueden entender esas Escrituras. No pueden comprender Isaías 66:20 y la restauración del Sábado y de las Lunas Nuevas porque tienen un Milenio celeste. No pueden tomarle ningún sentido a las profecías del Antiguo Testamento que mencionan el regreso del Mesías porque no comprenden la situación que se va a establecer con su retorno.

 

La mayoría de esa gente ha sido engañada y el problema con su teología proviene de la manera en que pintan el mundo durante el retorno del Mesías. Satanás atacó esta doctrina como una fuente fundamental de error por 2000 años. Esta doctrina designa la verdadera iglesia y ha sido utilizada para atacar a la iglesia y al Cristianismo y pervertir la comprensión de la Biblia.

 

Ahora vamos a examinar el Apocalipsis 20:1-15.

 

Apocalipsis 20:1-15 1 Vi un ángel que descendía del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la mano. 2 Prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años. 3 Lo arrojó al abismo, lo encerró y puso un sello sobre él, para que no engañara más a las naciones hasta que fueran cumplidos mil años. Después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo...

 

Ahora bien, Satanás sedujo a las naciones y continuará engañándolas hasta el Milenio y hasta el retorno de Jesucristo. Satanás todavía engaña a las naciones y una de las doctrinas que ataca y que usa para seducir a las naciones es la de la estructura del gobierno de Dios en los últimos días. Es por esta razón que lo arroja el abismo más profundo, por ser un mentiroso y porque de él emana la religión falsa.

 

 4 Vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar. Y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años...

 

Este texto fue la fuente principal de la confusión. Algunos de los primeros milenaristas de la iglesia creían que la resurrección de los muertos y el reino eran reservados únicamente para los mártires. Es decir que era necesario que ustedes fueran decapitados por causa del testigo de Jesús para que pudiera formar parte de la primera resurrección. Esa era la doctrina de algunos en la iglesia en el primer siglo. Sin embargo, se puede interpretar de tal manera que aquellos que son decapitados son separados de los que adoran a la bestia. Estos son los que formarán parte de la primera resurrección.

 

Eso significa que el poder de la bestia debe durar 2,000 años, si no los santos no serán evaluados en el periodo entero y un gran número de ellos no podrá participar en la primera resurrección, solamente los mártires. Por lo tanto, el poder de la bestia debe ser conjunto. El poder de la bestia no debe ser solamente una interpretación futurista de los últimos días. El poder de la bestia debe perdurar también, para que la bestia sea conjunta con la estructura religiosa falsa. Así que el poder de la bestia del fin de los tiempos debe ser una extensión de la estructura religiosa falsa, pero un poder que destruye la estructura falsa en los últimos días.

 

5 Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección...

 

Así está bien claro que hay dos resurrecciones y que el resto de los muertos son resucitados en el fin. Sólo aquellos que son mártires y aquellos que rehúsan tomar la imagen de la bestia forman parte de la primera resurrección. De tal manera está bien claro que debes ser evaluado por medio del martirio, o la marca de la bestia, para formar parte de la primera resurrección.

 

6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene poder sobre estos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con él mil años...

 

Está muy claro. Van a ser sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con él durante mil años. Van a ser sacerdotes de algo. No puedes ser sacerdote para o de Dios, a menos que tengas algo para que o de que ser sacerdote, como una congregación.

 

7 Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión 8 y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla. Su número es como la arena del mar...

 

Es evidente que en este momento hay fuerzas que son físicas. Al final de los mil años debe haber gente física que se va a armar y marcharán en contra de los santos.

 

9 Subieron por la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; pero de Dios descendió fuego del cielo y los consumió. 10 Y el diablo, que los engañaba, fue lanzado en el lago de fuego y azufre donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos...

 

La bestia y el profeta falso son un sistema administrativo y un sistema de profecía falsa. No son hombres. Ve los artículos La Resurrección de los Muertos [143] y El Juicio de los Demonios [080]. Los conceptos de esos textos se examinan en esos artículos. La gente no va a ser lanzada al lago de fuego, con la excepción de los cuerpos de los que rehúsen ser salvados. No hay seres espirituales atormentados en el lago de fuego.

 

11 Vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo y ningún lugar se halló ya para ellos. 12 Y vi los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios. Los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida. Y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. 13 El mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados cada uno según sus obras...

 

Como lo vemos en el versículo 13, no hay una tercera resurrección. Es una invención de algunas Iglesias de Dios y de sus doctrina de miedo (ver el artículo La Falacia de la Tercera Resurrección [166]).

 

14 La muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda...

 

Los conceptos son quemados en el lago de fuego. Es simplemente la estructura entera de la tierra y sus procesos físicos los que son destruidos.

 

15 El que no se halló inscrito en el libro de la vida, fue lanzado al lago de fuego. (RV)

 

Dios le dio estos informes a Cristo y los escribió el apóstol Juan bajo el dictado de Cristo. Son confirmados por Isaías, Zacarías y los Evangelios; sin embargo, son rechazados por la mayoría.

 

Las opiniones sobre el retorno del Mesías fueron deformadas y las convicciones originales de la iglesia llegaron a ser intituladas como pre-Milenaristas. La doctrina del Milenio, como Milenarismo o Quiliasmo, fue siempre la opinión de la iglesia Sabataria. Fue rechazada y alterada y hasta su mismo nombre fue apropiado por la doctrina falsa y la Teología Trinitaria.

 

La visión de que los santos dirigentes eran sólo aquellos que habían sido martirizados no era la de la iglesia del Nuevo Testamento. Pablo declaró que aquellos que estuvieran vivos no precederían (o impedirían en la KJV en inglés) a los muertos en Cristo, sino que serían reunidos con ellos para estar con el Señor permanentemente (1Tes. 4:15-18). Ésta fue la visión Milenarista original de la iglesia.

 

Los autores Milenaristas o dizque Premilenaristas fueron Apolinario, Comodiano, Hipólito, Ireneo, Justino Mártir, Lactancio, Metodio (vio el milenio como el día del juicio), Montano, Nepos, Pseudo-Bernabé, Tertuliano y Victorino. La teoría de la 70ava semana atrasada, relacionando Daniel 9:25 a Cristo, fue primero introducida por Hipólito.

 

Esta doctrina se desarrolló dentro de lo que se llama el Quiliasmo, lo cual es esencialmente la doctrina del susodicho premilenarismo. Milenio es el término para los mil años y Quiliasmo es otro término que significa también mil años. Pero eran dos términos separados. Quiliasmo fue más tarde aplicado a las doctrinas de un milenio que contenía una cantidad excesiva de aspectos físicos. Los Gnósticos comenzaron a desarrollar el Quiliasmo donde había una forma excesiva física y carnal de vivir durante mil años. Ha sido desacreditado a causa de los autores Gnósticos.

 

Satanás atacó el Milenio usando su verdad en exceso, aplicándole un aspecto físico en maneras extraordinarias. Las doctrinas milenarias variaron bajo el Quiliasmo; De los santos martirizados gobernando con Cristo, se extendieron frecuentemente en los escritos Quiliásticos posteriores para incluir a todos los Cristianos vivientes en el retorno de Cristo, más que los muertos en Cristo o martirizados. Los últimos escritos Quiliásticos, especialmente aquellos de Lactancio y de su época, han sido desacreditados por los excesos que ellos le atribuyen al reino terrestre de Jerusalén y algunos se volvieron más bien carnales con escritos tomados prestados de fuentes no bíblicas.

 

La iglesia Católica posterior mantuvo que el Milenio era un judío apocalíptico y niega la intención literal del Apocalipsis.

 

Aunque sea difícil de visualizar las imágenes utilizadas en el Apocalipsis y las cosas expresadas por ellas, sin embargo, no hay duda que la descripción total se refiere a la batalla espiritual entre Cristo y la Iglesia por una parte, y los poderes malignos del infierno y del mundo por otra. No obstante, una gran cantidad de Cristianos de la era post-apostólica, especialmente en Asia Menor, cedieron a un judío apocalíptico poniéndole un sentido literal a estas descripciones del Apocalipsis de Juan; el resultado fue la difusión del Milenarismo que ganó defensores leales, no solamente entre los heréticos sino además entre los Cristianos Católicos (Catholic Enc., Vol. X, Milenio, p. 308).

 

Esto nos muestra los niveles de la distorsión. Por supuesto que la primera iglesia era milenaria. La razón por la cual la Iglesia de Roma no quiso a este judío apocalíptico es porque su poder estaba basado en Roma y porque al imperio romano (a fin de cuentas) no le gustaba la idea de un gobierno mundial de mil años en Jerusalén. La ideología, que Cristo gobernará este planeta por mil años desde Jerusalén, es el problema inherente de esos Cristianos en Europa. Ellos no quieren aceptar que Cristo sea un judío que gobierne el mundo desde Jerusalén. Es la razón por la que esa gente niega la intención literal de la Biblia con respecto al establecimiento del Milenio.

 

El Gnóstico Cerintio describió imágenes del Milenio con colores brutos, sensuales (C. E. Ibíd.) (Caius in Eusebius, "Hist. Eccl.", III, 28; Dionysius Alex. in Eusebius, Ibíd., VII, 25). 

 

El obispo Papías de Hierápolis, un discípulo de Juan, fue un defensor del Milenarismo. Según J.P. Kirsh, (C.E. Ibíd.), es un Católico; Sin embargo, esto es imposible si consideramos la formación de los Atanasios como iglesia. Papías e Ireneo pretendieron haberse aprendido las doctrinas del Milenio de Juan. Ireneo recalcó que otros Presbyteri que habían visto y entendido al discípulo Juan aprendieron de él la creencia en el Milenarismo como parte de la doctrina del Señor.

 

Tenemos entonces dos testigos. Ireneo dice claramente que todos los demás obispos y jefes de iglesias, que vieron y entendieron a Juan, aprendieron de él la doctrina del Milenio. Tenemos un testimonio ocular, es decir, alguien que vio a Juan y que fue enseñado por Juan y sus discípulos. Dicen que Juan les enseñó las doctrinas del Milenio como parte del trabajo del Señor, y además que ésta es la doctrina original de la iglesia.

 

Según Eusebio (Hist. Eccl., III, 39), Papías afirmó en su libro que la resurrección de los muertos sería seguida por un reino terrestre, glorioso y visible, de Cristo y, según Ireneo (Adv. Her V, 32-33), enseñó que los santos también gozarían de una sobreabundancia de placeres terrestres durante el Milenio (ver también Cath. Enc. op. cit.). En tal caso, hasta los mismos santos terrestres pueden, de acuerdo con Ireneo, tomar una forma física y participar en esa estructure.

 

La Epístola de San Bernabé se considera también tener ideas Milenarias. Las ideas de los seis días semanales y del reposo del Sábado son vistas como si se expandieran a los seis mil años del plan de la obra de Dios y el descanso de mil años del Milenio. Por lo tanto, los siete mil años son un concepto de la primera estructura judaica Cristiana.

 

La primera iglesia entendió que la semana representaba los seis mil años del reino de Satanás y del trabajo de Dios y que el séptimo día, el Sábado semanal, representaba los mil años del Milenio. Esta doctrina ha sido una característica de la iglesia de Dios durante 2,000 años y por eso fue atacada en este siglo. La doctrina es atacada constantemente porque usted la comprende. Es por eso que el Sábado es atacado, porque el Sábado representa también el Milenio.

 

El mártir Justino en Roma toma la posición bíblica del Milenio en su diálogo con Trifón (c. 80-81). Menciona que aún en aquel entonces, había muchos Cristianos que no lo creían.

 

Melito, obispo de Sardis del segundo siglo, adoptó las doctrinas del Milenio y siguió a Ireneo en sus visiones.

 

Los Montanistas también eran defensores fervientes del Milenio. Tertuliano, el protagonista del Montanismo, expuso la doctrina en su obra (ahora perdida) De Spe Fidelium y en Adv. Marcionem, IV.

 

El rechazo del Milenio provino inicialmente del Gnosticismo (ver Cath. Enc. op. cit.). Sin embargo, la base real del rechazo es un simple anti-Semitismo. Fue rechazada también por los Alogi en Asia Menor y no nada más rechazaron el Apocalipsis (atribuyéndolo a Cerintio), sino también el Evangelio de Juan. La batalla contra el Milenarismo fue mano a mano con la batalla contra los Montanistas. Surgió una herejía que adoptó el Milenionismo. Satanás trabaja sobre esta premisa todo el tiempo. Establece un grupo con una mezcla de herejía y verdades, de tal manera que cualquiera que ataque la herejía ataca al mismo tiempo la verdad. Por lo tanto, tienes la verdad mezclada con el error y la verdad se barre con el error.

 

Hacia el final del segundo siglo y principios del tercero, Cayo, un presbítero romano, atacó el Milenarismo, pero Hipólito de Roma lo defendió.

 

El adversario más poderoso del Milenarismo fue Orígenes de Alejandría. Las doctrinas que surgieron de Alejandría no solamente atacaban la Divinidad sino también la intención literal de las Escrituras.

 

En vista del Neo-Platonismo sobre el cual fueron fundadas sus doctrinas y su método espiritual-alegórico de explicar las Santas Escrituras, no podía estar de acuerdo con los Milenarios. Luchó en contra de ellos expresamente, dada la gran influencia que sus escritos tuvieron sobre la teología eclesiástica particularmente en los países Orientales, el milenarismo gradualmente desapareció de las ideas de los Cristianos Orientales (Cath. Enc., Ibíd., p. 309).

 

Nepos, obispo de Egipto, se opuso a la posición alegórica de Orígenes en el tercer siglo, y defendió la doctrina Milenaria al establecer la posición en Arsinoe. Es a través del neo-platonismo que la doctrina de la trinidad comenzó a ser expuesta. Orígenes era neo-platonista. Entonces, tienes estos errores penetrando en la iglesia que atacan esas doctrinas, las cuales establecen el reino de Cristo en este planeta. Ese es el tema real de su ataque. Dionisio de Alejandría aparentemente convenció a los Milenaristas de abandonar sus visiones para prevenir un cisma (Eusebius, Hist. Eccl. VII, 14).

 

Las doctrinas del Milenio permanecieron en Egipto por un tiempo y Metodio, obispo de Olimpo y principal adversario de Orígenes, defendió el Milenarismo en su Simposio (IX, 1, 5, en Patr. Graec de Migne, XVIII, 178 sig.). Apolinario, obispo de Laodicea, defendió el Milenarismo en la segunda mitad del cuarto siglo. Esta batalla, que empezó en el primer siglo, existió aún en el cuarto siglo. Los escritos se mencionan por Basilio de Cesarea (Epist. CCLXIII, 4, en Patr. Graec. de Migne, XXXII, 980); véase también Epifanio (Her. LXX, 36, en Migne, loc. cit. XLII, 696) y Jerónimo (En Isa. XVIII, en Patr. Lat. de Migne, XXIV, 627). Jerónimo declara también que el Milenarismo era una doctrina predominante, pero que a partir de eso, la Iglesia efectivamente desalentó el punto de vista. Era una doctrina encontrada en el Occidente, véase Comodiano (Instrucciones 41,42,44 Migne, Ibíd. V, 231 sig.) y Lactancio (Instituciones VIII, Migne, Ibíd. Vi, 739 sig.), quien también se influenció por las profecías sibilinas, las cuales son por los primeros Milenaristas de la iglesia. Las profecías sibilinas están enlistadas básicamente en el Antiguo Testamento Pseudepígrafe. Son Mesiánicas. Si son Cristianas o no, eso es una tema de conjetura. Son Judaicas Mesiánicas y se refieren al reino físico del Mesías. La doctrina se encuentra en la iglesia Unitaria en particular.

 

A causa de los errores serios de las iglesias modernas acerca del retorno de Cristo y la restauración Milenaria, muchos teólogos modernos tienen la tendencia de desacreditar las promesas del Antiguo Testamento que se aplican a la restauración considerándolas fantásticas y muchos confunden los términos Israel y Judío. No comprenden que los judíos son sólo una parte de Israel y que las diez tribus perdidas están allí y forman una organización y que hay una visión bíblica general del mundo entero que finalmente se convertirá en Israel en el fin de los tiempos.

 

Tienen la tendencia de racionalizar las promesas de Dios en el Antiguo Testamento como otra evidencia de la influencia etrusca y persa sobre las doctrinas, y por lo tanto desvalorizan su naturaleza inspirada. Invariablemente, cuando los autores desvalorizan las Escrituras del Antiguo Testamento, sus conclusiones se vuelven imaginarias y no bíblicas. Como hemos visto varias veces, las Escrituras son de hecho el Antiguo Testamento y los evangelios están unidos a ellas. Los apóstoles tenían solamente las Escrituras, es decir, el Antiguo Testamento para enseñar. Los escritos de Pablo no habían sido recolectados y sus escritos no son la Escritura en el mismo sentido que la Biblia. Son simplemente una adenda a la Biblia. Debemos entender esto claramente.

 

A fin de atacar el Milenio, tuvieron que deshacerse del libro del Apocalipsis. Esto se vio como la solución y por un largo tiempo quitaron el libro del Apocalipsis de la Biblia. Hay poca ambigüedad en el Apocalipsis. Es muy claro y específico y muy condenatorio de los sistemas religiosos falsos. Es muy claro con respecto a lo que Cristo va a hacer con el mundo.

 

La Omisión del Apocalipsis del Canon

 

Fue a causa de algunos de los reclamos excesivos del Quiliasmo que el Apocalipsis se volvió omiso del Canon Sagrado por un corto tiempo, aunque la verdadera razón es probablemente porque las tradiciones Mitriacas se superpusieron sobre la Iglesia y porque el Apocalipsis era una declaración muy clara y precisa. A fines del segundo siglo, el Apocalipsis fue reconocido como apostólico y digno de fe a lo largo de toda la iglesia, menos en la versión siríaca. Cayó temporalmente desacreditado gracias a la oposición  al Milenarismo Quiliástico de Dionisio de Alejandría (fallecido en 265). Cirilio de Jerusalén  (fallecido en 368) y Gregorio de Nazianze (fallecido en 389), excluyeron el Apocalipsis de sus catálogos de libros del Nuevo Testamento y Crisóstomo (fallecido en 407) ni siquiera lo citó (ver el artículo Consubstancial con el Padre [081]).

 

¿Quiénes eran estas gentes? Gregorio de Nazianze, Gregorio de Nisa y Basilio de Cesaria fueron las tres personas que crearon la doctrina de la Trinidad. Estas gentes desarrollaron específicamente la doctrina de la Trinidad y su oposición a esas posiciones con fines de desarrollarse (como Basilio mismo lo dijo) como Dios. Fueron los fundadores de la Iglesia Católica.

 

El Concilio de Laodicea (cerca del año 366) lo quitó de la lista de los Cánones.

 

El canon 29 de ese concilio declaró que los Cristianos no debían judaizar y no hacer nada el día del Sábado, sino que debían trabajar ese día y particularmente honrar el Día del Señor y, como Cristianos, cuanto fuera posible, no hacer ningún trabajo ese día. Sin embargo, si se supiera que judaizan, serían un anatema de Cristo. 1

 

Nota 1. Hefele en A History of the Councils of the Church (Una Historia de los Concilios de la Iglesia), Volumen 2, página 316, declaró el Sábado como un sábado y utilizó el término "excluido de Cristo".

 

Así el Concilio prohibió el Apocalipsis y el Sábado. Esto le da al estudiante de la Biblia una buena idea de la intención espiritual del Concilio de Laodicea.

 

Otros Cánones del Concilio ofrecieron pan de cuaresma para la lectura de las Escrituras y incluyo la conmemoración de los mártires el día del Sábado y además el domingo. Ese Concilio, mientras guardando el Sábado como un día santo, lo hizo un día de trabajo y animó el domingo como día de reposo.

 

Eso terminó por completar los errores del Concilio de Nicea de 325 EC (era corriente) que Constantino, a partir del año 321 EC, empezó a propagar. La victoria no fue total, sin embargo, porque Atanasio lo incluyó en 367 EC en su enumeración y los Concilios de Hipona (393) y Cartago (397) lo declararon Canónico. 2

 

Nota 2. Los detalles de la perturbable historia del Apocalipsis se incluyen en A General Survey of the History of Canon of the New Testament (Estudio general de la historia del Canon del Nuevo Testamento), por el Obispo B. F. Westcott, 1875, Capítulo 2C.

 

Habían ganado las batallas necesarias para la victoria y, en 367, el año después del Concilio de Laodicea, Atanasio, uno de los padres fundadores de la Iglesia Católica (se llaman Atanasios por ser Trinitarios), volvió a incluir el Apocalipsis en el Canon.

 

Constantino destruye la Fe

 

También es Constantino quien incitó el abandono del (pre) Milenarismo, y así ocurrió el triste fin de nuestra fe original. Cada vez más materialista, el Quiliasmo suscitó la oposición y la más importante fue la de Orígenes de Alejandría. Al espiritualizar y alegorizar, puso a la iglesia en camino a la degeneración. El concepto, que el Reino eterno de Dios es la iglesia dominante establecida en la Tierra, surgió con los escritos de Ticonio y fue introducido por Eusebio después de "la conversión" de Constantino al Cristianismo. Constantino fue bautizado por Eusebio de Nicomedia en su lecho de muerte. Fue bautizado como Unitario (un dizque Arriano o Eusebiano) y no como Católico. Constantino jamás fue Católico; negó su fe y, de hecho, fue llamado Eusebiano. Era un unitario. En su fervor anti-quiliástico, Aurelio Agustín, el obispo de Hipona, introdujo en sus escritos la espiritualización del Milenio, basada en la teoría de la recapitulación, apoyada por Ticonio. Sencillamente, ésta declara que el Apocalipsis se repite al cubrir la era Cristiana bajo los símbolos de las siete iglesias, siete sellos, siete trompetas, las bestias y, finalmente, el Milenio. Así que con estos hombres y el legado de Constantino, la falsificación de Satanás nació y así surgió la doctrina del post-milenarismo.

 

El Milenarismo Celeste

 

Al mismo tiempo con el surgimiento del post-Milenarismo, Jerónimo presentó su argumento sobre un Milenio celeste y no terrestre. Esta premisa se basaba en alegorías y con toda evidencia tuvo influencia sobre los escritos de Agustín. Existe aun ahora y para permitir la gimnástica mental involucrada, usted tiene que ignorar la mayor parte de las profecías del Antiguo Testamento.

 

Es curioso que al principio Agustín era Milenarista o dizque premilenarista (La Ciudad de Dios, XX, 7). Pero aparentemente apoyó el Milenio después de la resurrección universal y lo consideraba tal vez espiritual (Sermo, CCLIX, en Migne, Ibíd., XXXVIII, 1197). También tiene el crédito de haber apoyado la posición post-milenarista y, según ciertos escatólogistas, de ser el creador de la teoría amilenarista. Mucha gente vuelve a Agustín y justifican su punto de vista basándose en él.

 

En la Reformación, la fuente de todos fue Agustín, en lugar de la iglesia original. Por esto, la Reformación falló. La Reformación está de todas maneras formada por Trinitarios (de gente que observa el domingo) porque no pasaron más allá de Agustín. El post-milenarismo se volvió la posición oficial de la Iglesia Católica cuando Tomás de Aquino la apoyó, y no fue aceptado de forma general hasta 1700. El nuevo Comentario Católico sobre la Escritura Santa, de 1953, pág. 1207, aconseja a sus lectores de "considerar el encadenamiento de Satanás y el reino de los Santos como el periodo entero subsiguiente a la Encarnación".

 

De la afirmación de la encarnación y resurrección de Cristo, y la consiguiente producción de la iglesia, ahora la Iglesia Católica Romana reclama el gobierno, la autoridad y el control. Su posición es que son la autoridad dirigente y que el Milenio (el Reino de Dios) está establecido ya.

 

El Amilenarismo

 

El amilenarismo es una doctrina totalmente imaginaria y equivocada. Enseña que el Apocalipsis 20 simplemente muestra verdades espirituales en un lenguaje simbólico. Afirma que no hay ningún reino milenario real, o más bien, es considerado como la era Cristiana entera. Las dos resurrecciones están fusionadas y Cristo llega al final de la era para juzgar al mundo. Esta forma de racionalización se está volviendo predominante entre los ministros occidentales y los Trinitarios, en general.

 

La diferencia entre el post-milenarismo y el amilenarismo es muy pequeña, sin embargo distinta.

 

Los cambios en el Post-milenarismo

 

El post-milenarismo sufrió varios cambios, y en 1190, Joaquín de Fiore y los Joaquinitos Espirituales quisieron establecer una iglesia pura. Los excesos de la Iglesia de Roma incitaron a los que aspiraban una vida en Cristo a buscar otra cosa. Con la matanza y los excesos carnales de los príncipes de la iglesia y la actuación del Vicario de Cristo, uno no podía más que esperar a que hubiera otra explicación del plan de Dios por encima del post-milenarismo, el cual suponía que las más altas aspiraciones de la humanidad se reflejaban en el Gobierno de la Iglesia de Roma.

 

La Trinidad y la Doctrina de la Iglesia Pura

 

Sin embargo, la nueva iglesia pura era basada en un concepto Trinitario de dispensación. La era del Padre, la era del Hijo y la era del Espíritu. Joaquín sostuvo que la era del Espíritu comenzaría antes de 1260 EC bajo el principio de un día por un año. Un tiempo futuro del Espíritu también se sostuvo por los Franciscanos Espirituales. En esa época, la iglesia se ocupaba en probar la existencia de la Trinidad, tanto naturalmente como por la revelación. El versículo 1Juan 5:7 en el Textus Receptus y, por lo tanto, la King James que dice: "Puesto que hay tres que dan testigo en el cielo, el Padre, la Palabra y el Santo Espíritu: y estos tres son uno" era una falsificación. Esto fue incluido en escritos posteriores porque no había ningún versículo en la Biblia que apoyara el concepto de las tríadas egipcias, que fueron incorporadas al Cristianismo romano. Tres también tiene un alto significado en la religión antigua de la Tierra madre, la cual era evidente como sub-cultura femenina implicando la adoración de la naturaleza y otras formas de naturalismo, identificada más tarde con la brujería. No teniendo base bíblica para la Trinidad, ellos falsificaron una.

 

La base de la reacción de los espiritualistas surgió de la decadencia de la iglesia medieval. Los Franciscanos, dirigidos por Pierre Jean D’Olivi (fallecido en 1298), quienes identificaban a la iglesia jerárquica con la Babilonia apocalíptica, y Ubertino de Casale (cerca de 1312), quien identificó a un Papa con la Bestia apocalíptica, junto con los Joaquinitos, estaban tan desgarrados por las profundidades de la corrupción de la iglesia que tuvieron la necesidad de reformarla. Tan grande fue la depravación que muchos intitularon a los Papas como Anticristo. Fue un grito repetido en las Iglesias Protestantes que urgían que se salieran de la Babilonia apostata.

 

El error teológico de los Protestantes fue que no fueron más allá de Agustín de Hipona en su búsqueda para restaurar la verdadera simpleza de la iglesia; como consiguiente, no se pudieron liberar de los errores de los concilios de Nicea, Laodicea, Constantinopla y de Calcedonia. Por lo tanto, no restauraron el Cristianismo de la primera iglesia.

 

El grito de oposición de limpiar la Iglesia de esos primeros herejes fue resonado por Milicz de Kremsier (Milic de Kromeriz) (fallecido en 1374) antes de que el resultado deseado pudiera ser alcanzado.

 

Edward Gibbon declara, al detallar la extensión de la influencia del Vaticano, "durante diez siglos de ceguera y servidumbre, Europa recibió sus opiniones religiosas de los oráculos del Vaticano, y la misma doctrina, ya barnizada con el herrín de antigüedad, fue admitida sin disputas en el credo de los reformadores que desacreditaron la supremacía del Pontífice romano". El Sínodo de Calcedonia todavía triunfa en las Iglesias Protestantes. Reformaron la fachada, pero no volvieron a observar los Mandamientos, y hasta la fecha, profanan los Sábados sin ninguna otra autoridad más que la del Obispo de Roma.

 

A Arnoldo de Villanova, quien falleció en 1313 en la espera de una reforma interna de la iglesia, le probablemente le habría dado asco la contra reforma que se efectuó en su lugar, la cual, bajo la Inquisición, asesinó a miles de gentes del pueblo de Dios por la manera más horrible de la cual el hombre fue capaz en aquel entonces. La iglesia pura milenaria gradualmente desapareció bajo la persecución. Llegaron a ser representados por grupos marginales, como los Anabaptistas.

 

En Europa, la oposición al sistema romano se encontró entre los Sabbatati, quienes eran Unitarios (ver el artículo El rol histórico del Cuarto Mandamiento en las Iglesias Sabatistas de Dios [170]). Inicialmente, los Waldensianos eran parte de los Sabbatati y eran Milenaristas Unitarios. El rechazo de la Trinidad fue una de las "herejías" de los Waldensianos (Rev. A.C. Shannon - The Pope and Heresy in the Thirteenth Century (El Papa y la Herejía en el Siglo Trece), pág. 7).

 

Los Quiliastas Fanáticos

 

El Milenarismo cayó en crisis después de esto, especialmente entre los reformadores Protestantes, quienes veían el fervor de los quiliastas con gran consternación. En el Continente, los Munsteritas fueron particularmente notables y luego los hombres de la Quinta Monarquía de Inglaterra, quienes trataron de establecer el reino de Dios sobre la tierra por medios políticos y militares.

 

La Emigración

 

Esta visión Quiliástica debió sin embargo penetrar en los Congregacionalistas, y más tarde los Bautistas, de los cuales unos se fueron a América. Ciertos Bautistas observaban el Sábado y son los originarios de los Bautistas del Séptimo Día. Los Adventistas del Séptimo Día y las Iglesias de Dios que observan el Sábado se derivan de ese grupo. Entre ellos, los Adventistas no son Quiliastas, sino más bien adoptaron la visión de los Jeromistas del Milenio celeste, sin duda incitados por la falla de las profecías de William Miller y el apoyo de Ellen G. White con su esperanza del adviento del 22 de octubre de 1844.

 

El Re-surgimiento de la Verdad y los Cambios en los Conceptos

 

Un trazo de la verdad reapareció con Joseph Mede, quien reintrodujo la visión histórica de un premilenarismo, sin duda como resistencia a la posición post-milenarista de la Iglesia de Roma.

 

Un nuevo tipo de post-milenarismo se introdujo en 1703 por Daniel Whitby quien declaró que la segunda venida puede solamente producirse después de un periodo de más o menos mil años, en el cual el mundo conocerá una paz, una justicia y una bondad general creciente del hombre por las cuales el mundo entero será convertido al Cristianismo en general. Sin duda esto es incitado por un mundo limpio que vencerá a Satanás, que convertirá a los judíos, el Islam y a todos los demás, y que pondrá fin a todas las guerras. Jonathan Edwards y Samuel Hopkins introdujeron la doctrina en América y ésta fue la visión dominante en 1800. Estos autores creyeron que el cautiverio y la liberación de Satanás eran figurados, pero que el poder de Satanás puede triunfar por un corto periodo de tiempo antes de la llegada de Cristo. Los malvados restantes deben ser destruidos en su llegada y el Reino Eterno será establecido.

 

Los Cristadelfines sostienen que Satanás no existe más que en el espíritu. Por consiguiente, ellos caen lógicamente en ese punto de vista, pero con enseñanzas muy diferentes ligadas al premilenarismo.

 

De la misma manera, las visiones de la resurrección se vuelven borrosas por esos discípulos de Whitby. Whitby y Vitringa sostienen que la Nueva Jerusalén es la fortuna de la iglesia terrestre durante el Milenio, mientras que otros, como Brown y Faber, la ven como la asamblea de los santos después del Milenio.

 

La teoría fue un poco dañada en el siglo 20 cuando la Primera Guerra Mundial estalló. Como podemos imaginar, cuando llegó en escena el año 1914 y fuimos a la guerra - la gran guerra en favor de la civilización - de repente la teoría entera se hizo pedazos. Estamos en las guerras y profecías de los últimos días. No quisieron enfrentar el hecho de que esas profecías eran claras y que ellos entraban en las guerras del fin y que el hombre es incapaz, sin el Espíritu Santo, de desarrollar un nuevo sistema y un nuevo planeta, y de dirigir este lugar bajo Cristo. Quisieron hacerlo sin Jesucristo. Tal vez esto fue predicho desde 1139 cuando San Malachi nombró al Papa de la época como "Religio Depopulata" o Religión Devastada. Sin embargo, las guerras son el tema de las profecías bíblicas (ver el artículo La Caída de Egipto [036]).

 

Los Whitbyístas habían dicho que el hombre había hecho demasiado progreso para que hubiera otra guerra. Todos los post-milenaristas, desde Agustín hasta Whitby, deben afrontar el problema de que el mundo no está de acuerdo con sus pronósticos y que sus proposiciones son contrarias a la enseñanza bíblica. La Biblia está bien clara sobre lo que debe pasar. Podemos regocijarnos en nuestra espera porque comprendemos lo que va a pasar. Al desarrollar nuestra relación con Dios, hemos encontrado nuestra seguridad en Dios y la alegría en la manera en que vivimos juntos.

 

La falla de todas esas doctrinas causó un resurgimiento al premilenarismo. Aquellos que vieron lo que la Biblia dice y que la han citado, han sido rápidamente acusados de ser literalistas por oposición a los espiritualistas anteriores, pero como es costumbre, nociones imaginarias se han infiltrado par gentes que ignoran la palabra escrita y que interpretan el mensaje. Los problemas provienen del hecho de que la gente no toma el texto literalmente.

 

Las Doctrinas Posteriores

 

Las doctrinas posteriores incluyeron El Rapto Secreto, la cual se introdujo en 1832 por Edward Irving, fundador de la Iglesia Católica Apostólica. El mismo año, fue sacado de su puesto de predicador y fue privado de su estatus de padre de la Iglesia Escocesa en 1833. Varios de sus discípulos se volvieron miembros de su nueva iglesia. Fue expulsado de la Iglesia Escocesa a causa de su tratado, donde insinuó que Cristo poseía una naturaleza humana caída. Enseño que la gran tribulación debía producirse entre la Resurrección de los Justos y el Rapto de los Santos y el derrocamiento de Satanás, seguido por el reino milenario de Cristo. Muchas variantes de ese tema del rapto han surgido desde entonces, pero la base es la misma. La meta real parece ser la de evitar la tribulación.

 

Todas esas doctrinas del rapto, incluyendo la doctrina del lugar de seguridad de las iglesias Armstrongitas, no son más que la misma doctrina del rapto bajo nombres diferentes. Se trata de una manera de evitar la tribulación y todas las cosas desagradables por venir, debido a que no queremos cambiar nuestro comportamiento (ver también el artículo El Lugar de Seguridad [194]).

 

Cuando los defensores de esas doctrinas y sus iglesias enfrentaron la tribulación, van a tener dificultades en conservar su posición y sus miembros. Los dos maestros del rapto anterior a la tribulación, J.N. Darby y Irving, tuvieron una influencia considerable sobre el premilenarismo fundamentalista actual. Irving murió de tuberculosis en 1834.

 

Varias ramas del premilenarismo de los últimos días han promovido visiones divergentes, tales y como:

 

1. Los Mileritas que han defendido el concepto de un Milenio no-temporal y, según ellos, no-judío (lo que parece demostrar entre ellos una ausencia de la comprensión de las naciones et el papel que toma Israel);

 

2. La hermandad de Plymouth que sostiene una doctrina futurista, pretribulacionalista y dispensacionalista.

 

Variaciones del pretribulacionalismo y del amilenarismo aparecen casi cotidianamente.

 

La doctrina de Irving del Rapto Secreto parece ser proveniente de una visión del espiritista de la Srta. Marguerite McDonald en marzo de 1830, quien habló en un trance de una dizque visión de la Venida de Cristo. Fue una experiencia histérica que se volvió en rumores, y finalmente en una enseñanza. Ella no tiene ninguna base bíblica. Penetró la Hermandad de Plymouth por John Nelson Darby (1800-1882), quien la presentó como una interpretación profética general. Así tenemos una teoría predominante del Dispencionalismo, sostenida por millones como profecía bíblica, que no tiene de hecho ninguna base más que el delirio histérico de una joven en un trance, en marzo de 1830, durante un periodo donde era la moda de tener tales experiencias. Afortunadamente, los Hermanos de Plymouth no se equivocaron todos y el Dr. S. P. Tregelles la nombró por lo que era en realidad, en 1864 (Tregelles, The Hope of Christ’s Second Coming (La Esperanza de la Segunda Llegada de Cristo), p. 34-37).

 

"No tengo conciencia de que hubiese cualquiera enseñanza definitiva de que debería haber un Rapto Secreto de la Iglesia en una llegada secreta hasta que esto surgió como un ‘enunciado’ en la iglesia del Sr. Irving de lo que fue entonces recibido como la voz del Espíritu. Pero si alguien alguna vez afirmó tal cosa o no fue de esa supuesta revelación que la doctrina moderna y la fraseología moderna respetándolo surgieron. No provino de las Sagradas Escrituras, sino de eso que falsamente se hizo pasar por el Espíritu de Dios ".

 

Darby es llamado el padre del Dispencionalismo moderno, para ser justo él debería ser culpado de la propagación del disparate. Fue ordenado un diácono en la Iglesia de Inglaterra en 1825, pero gracias a la apatía del clérigo anglicano de la época, se unió a otros fieles desilusionados para formar un nuevo movimiento en Dublín, cuyo centro se desarrolló en Plymouth. Se llegaron a conocer como la Hermandad de Plymouth.

 

Es por medio de ese nuevo movimiento que Darby propagó las doctrinas de Irving basadas en los "enunciados" de la Srta. McDonald, pero muchos, aparte de Tregelles, los rechazaron. Entre ellos, estaban B. W. Newton, Charles Spurgeon, William Booth y George Millar, pero eso no paró la difusión en los Estados Unidos y Canadá en los años 1860-1870. Como Darby visitó los Estados Unidos seis veces, el movimiento pudo haber sido enseñado desde 1840, pero eso no es seguro.

 

Si algo es citado con suficiente frecuencia, la gente empieza a creerlo como verdad, y a partir de los escritos de Charles Henry Mackintosh (1820-1896), la gente generalmente empezó a aceptarlo. Todavía se leen. Con William Blackstone y otros Darbyístas, como Malachi Taylor et J. H. Brooks, hubo une influencia profunda sobre Cyrus Ingerson Scofield (1843-1921).

 

Scofield elogió a Darby como el erudito más profundo de la Biblia en tiempos modernos (Dr. C. I. Scofield, Question Box (Caja de Preguntas), p. 93) y después de haber luchado como soldado en la guerra civil, fue nombrado abogado, representante de Kansas, durante el gobierno de Grant. Se convirtió en ministro Congregacionalista en 1882.

 

Por medio de su producción de la Biblia de Referencia de Scofield, y en particular sus notas sobre la profecía, ayudó en la perpetuación de una doctrina que no tiene base bíblica y le hizo un gran daño a la aceptación fundamental de la Escritura. No se discute que tanto Darby como Scofield eran hombres brillantes y dedicados (las 30 obras de Darby lo comprueban). Pero es lamentable que se hayan desviado tanto de la Escritura.

 

La Religión del Hombre y la Reformación

 

El desarrollo de esa Teología del hombre, lejos de las enseñanzas de los Apóstoles, ocurrió durante 18 siglos. Las tradiciones de los hombres han oscurecido y embrollado la fe.

 

Es interesante notar los comentarios de Lutero en lo que concierne la base de la fe. Cuando fue llamado a que apareciera ante la dieta en Worms, Martín Lutero dio la siguiente respuesta cuando lo obligaron a retractar sus trabajos.

 

Como su majestad serena y su alto poder exige de mí una respuesta clara, simple y precisa, le ofrezco una, la cual es: No puedo someter mi fe al Papa o a los concilios porque está claro como el día que frecuentemente se equivocaron y refutaron al uno al otro. Como consecuencia, a menos que me pueda convencer por el testimonio de la Escritura o por el razonamiento más claro, a menos que sea persuadido por los pasajes que he citado, y a menos que así rindan mi conciencia atada por la palabra de Dios; No puedo y no me retractaré porque es arriesgado para un Cristiano de hablar en contra de su propia conciencia. Aquí me presento ante usted, no puedo hacer otra cosa; que Dios me ayude. Ámen. (J.H. Merle D'Aubigne, History of the Reformation of the Sixteenth Century (Historia de la Reforma del Siglo Dieciséis), Volume 7, Ca. 8)

 

La reformación no llegó suficientemente lejos; las iglesias se detuvieron de una renunciación real. En algunos casos, las reformas fueron anuladas. En 1542, Enrique VIII proscribió la observancia de la Navidad como el festival pagano que era. El festival fue restablecido en 1554, cuando la Católica María Tudor subió al trono. Elisabeth 1 careció de determinación para poner al revés esa decisión nuevamente. Cromwell también proscribió la Navidad durante 12 años, pero esto fue puesto al revés por los Stuarts y la herejía continúa.

 

Estamos preocupados aquí con la deterioración gradual de las enseñanzas de la iglesia referente al advenimiento y el reinado de Cristo.

 

La enseñanza de los defensores del rapto varía en cuanto al Anticristo. Los diversos temas son que el Anticristo es ateo o infiel o un judío apostata. Esos comentarios son incorrectos. Esas enseñanzas parecen provenir de los profetas de la iglesia de la Edad Oscura o Edad Media, y tal vez sea un complot para desviar la atención de la fuente real de la tribulación.

 

En 1534, los Anabaptistas establecieron en Münster, Westfalia, el nuevo Reino de Sión, quien abogaba por el compartimiento de propiedades y (supuestamente) de mujeres en común, como un preludio al nuevo reino de Cristo (Cath. Enc. loc. cit.). Sus excesos causaron las Confesiones de Augsberg (art. 17) y de Helvecia (ca. 11) a renegar las doctrinas y por lo tanto, el Milenarismo no tuvo admisión alguna en las teologías Luteranas y Reformistas (Ibíd.).

 

Satanás estableció nuevamente una organización herética, usando principios falsos y anti-Cristianos, y luego incorporando la doctrina del Milenarismo. A fin de cuentas, fue rechazada por la conferencia porque no tenían idea alguna de lo que la primera iglesia enseñaba y porque no tomaban la Biblia literalmente.

 

Los argumentos de la Reformación se volvieron tan intensos con respecto a la identificación del Anticristo con el Papado, que en 1516, el Quinto Concilio de Lateran pasó una resolución para prohibir a cualquiera de escribir o predicar sobre el tema del Anticristo. Debido a los daños causados hacia la iglesia por los reformadores Protestantes acerca de la cuestión de la identificación del Anticristo, una interpretación contraria tenía que encontrarse. Los teólogos de la Sociedad de Jesús produjeron esta interpretación contraria.

 

El autor fue Francisco Ribera (1537-1591) de Salamanca, España, quien publicó un comentario de 500 páginas con el esfuerzo de contrariar las enseñanzas Protestantes de que el Papado era el Anticristo. Ese hombre es el fundador lógico de la Escuela Futurista de Interpretación (véase también la Enciclopedia Británica, la 11ava Edición, Vol. 23, pág. 213, el artículo Revelation para información detallada sobre la Escuela Futurista).

 

La doctrina entera del rapto es una apología, que se halla no solamente entre los teólogos que la propusieron, sino también entre aquellos que estaba destinada a refutar.

 

Las doctrinas de Ribera se desarrollaron más por le Cardenal Roberto Belarmino (1542-1621) de Italia, un jesuita controversial quien declaró que Daniel, Juan y Pablo habían omitido toda referencia al poder papal y que su profecía y enseñanza se referían a un futuro Anticristo.

 

El ex-cura Católico, Joseph Zacchello, dice que "los jesuitas buscaron la manera de desviar los espíritus de los hombres que no podían percibir el cumplimiento de las profecías del Anticristo en la iglesia Papal. El jesuita Ribera produjo el sistema futurista, que afirma que el Anticristo debe aparecer más tarde". En esta declaración añade, "los Protestantes que defienden el sistema futurista le agradan al Papa y siguen el juego de Roma". (J. Zacchello - Who is the Antichrist – citado también por Woodrow).

 

La verdad es que son continuas. La Biblia es bastante clara de que hay varios Anticristos. El Anticristo estuvo presente con la iglesia de Juan en Efesio. Son continuas hasta los últimos días.

 

El futurismo y los principios de base del rapto fueron una doctrina Católica hasta que el bibliotecario del Arzobispo de Canterbury, Samuel R. Maitland (1792-1866) se volvió, durante el periodo de 1826 a 1830, el primer Protestante en aceptar la interpretación futurista del jesuita Ribera. Fue seguido en 1832 por Edward Irving, quien desarrolló la doctrina del Rapto Secreto. Maitland era un alto funcionario de la iglesia que veía las batallas duramente ganadas de la Reformación con desprecio. Ese hombre, en sus 50 obras aproximadamente, hizo daños irreparables a la Iglesia de Inglaterra y a las Iglesias reformadas en general, y contribuyó al avance de la propaganda no bíblica, al punto en que cautivó a millones.

 

El motivo de base detrás de la popularidad de la teoría del Rapto es la evasión. La gente es incapaz de enfrentar la verdad y de volverse dependientes de la misericordia y de la intervención de Dios. Romanos 8:7 muestra la hostilidad hacia la ley. Sin embargo, es acompañada por una incapacidad de enfrentar la verdad. O se arrepentirán o se enfrentarán a un destino muy severo.

 

Algunos defensores del Rapto están prediciendo la reconstrucción de Babilonia en esos últimos días, tratando de centrar la interpretación futurista lejos de Roma. Babilonia existe actualmente como una ruina extensa cerca del pueblo moderno de El Hillah, en Irak. La Babilonia del Apocalipsis existió claramente en la época de Cristo; existió durante los últimos dos mil años y existe hoy día.

 

Es sorprendente que un grupo de gente sostenga que la iglesia y el Espíritu de Dios deban ser quitados antes de que un billón de personas pueda ser convertido a Cristo en el periodo de tribulación de tres años y medio. Es un esfuerzo mucho más grande que lo que la iglesia ha podido ser capaz de hacer en toda su historia. Esto nos hace entender que debe haber un poder más grande que el Espíritu de Dios o que estas personas no son convertidas o que el argumento es un fraude. No hay duda alguna de que el argumento es exactamente lo que la historia indica; una propaganda jesuita, incitada y propagada por apologistas del género de Maitland, Irving, Darby, Scofield, Estep y autores más modernos de un calibre considerablemente menor.

 

Los defensores del Rapto pueden estar más correctos de lo que piensan, con respecto a que van a evitar la tribulación; Solamente enfrentarán las calamidades de la cólera de Dios porque no tienen el sello de Dios sobre sus frentes o manos derechas (Deuteronomio 6:8), ya que continuamente violan la Ley. Los defensores del Rapto son, sin ninguna duda, sinceros, buscando a Cristo y perturbados por el porvenir. Sin embargo, el seguir fábulas no va a aligerar sus fallas; eso solamente los conduce a seguir doctrinas falsas y a la apostasía.

 

"El Nuevo Testamento no hace ninguna distinción entre el parousia, el Apocalipsis y la epifanía de Jesucristo. Esos términos significan una simple e indivisible venida de Cristo" (Hans K. La Rondelle, The Israel of God in Prophecy (El Israel de Dios en la Profecía), p. 188).

 

La estructura del Milenio va a ser establecida. La Biblia es literalmente la verdad y a menos que usted tome la Biblia y comprenda la estructura Milenaria y el reino de Cristo de Jerusalén durante mil años, usted no comprenderá el plan de Dios. Usted no puede comprender lo que se hace en ese plan y no puede comprender lo que va a pasar en las profecías del Antiguo Testamento. Tampoco puede comprender las profecías de Zacarías, Isaías, Jeremías y de Ezequiel. Es importante que usted no sea engañado por esas gentes y que comprenda y cuente con su esperanza en Jesucristo; tenemos un porvenir glorioso juntos.

 

Estamos protegidos. Es cuestión de andar en la fe con Dios y de hacer nuestro trabajo de la mejor manera que podamos. Todos tenemos nuestro lugar de seguridad, que es Dios. Dios es nuestra roca, nuestra fuerza y nuestra salvación. No tenemos necesidad de nada más. Necesitamos uno al otro para agruparnos, con fines de mejor adorar al único Dios verdadero. No pierda la fe en la intención literal de las promesas de Dios.

 

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