El Mensaje de Sábado

Por Wade Cox

Sábado 21/02/28/120

 

Estimados amigos, 

Este año es el Año de Sábado del ciclo. Es el 28º año del 120º Jubileo desde el cierre del Edén y la maldición de la Tierra.

Cada año se nos manda que trabajemos y que diezmemos sobre nuestro trabajo.  Este año es la excepción.  En este año nos permiten parar nuestros trabajos normales y estudiar las obras del Señor. En este sentido no tenemos que dar el diezmo de nuestro trabajo pero sí se nos pide que demos ofrendas sobre lo que recibamos en este año conforme crece de sí mismo.

Aquellos de nosotros que trabajamos en labores normales y ganamos un ingreso deben apoyar el trabajo sobre la base del mismo sistema que encontramos en los primeros productos de nuestros animales y los primeros frutos bajo el sistema normal de diezmo.

Por eso, el año de Sábado es algo confuso para mucha gente. Al mismo tiempo que este año el mandato para trabajar seis días y descansar en el Séptimo, guardándolo santo, como Sábado dedicado al Señor, no es estricto a fin de que permitamos descansar nuestros campos, así también podemos ganar ingresos y hacer lo acostumbrado, si es que así lo escogemos. El Año Sabático es un año para dedicarlo al estudio y podemos tener ese año libre para alcanzar nuestros estudios como nosotros lo escojamos.

Así, hay una gran libertad en el Año de Sábado y también gran responsabilidad. La orden consiste en que debemos dejar a nuestros campos descansar en este año. Dios regula las estaciones de modo que la tierra tenga sus Sábados y se recupere. De esa manera, ninguna cosecha comérciale es sembrada ni cosechada y la tierra tiene su descanso en armonía con las estaciones y los ciclos de Dios. Este es en efecto un período de largo barbecho en el ciclo de las cosechas y es obligatorio para toda la gente. El fracaso en seguir las leyes de Sábado será causal de castigo y también puede tener como resultado el cautiverio para la nación que no guarde la Ley.

Este es un problema serio para la Iglesia. Si una persona está trabajando, está en la obligación normal de dar el diezmo de su ingreso y ofrecerlo como ofrenda. Si elige no trabajar y estudiar las obras de Dios, esa persona no es condenada bajo el Cuarto Mandamiento, que requiere trabajo y descanso dentro del ciclo normal.

Entonces, la persona es libre de decidir cómo y sobre qué diezmar y brindar sus ofrendas al Señor. Todo el tema sobre el diezmo se trata en el artículo Diezmando [161]. Debemos todos familiarizarnos con ese trabajo y con la estructura completa de la Ley en lo referente al diezmo.

El Espíritu Santo trata con cada uno de nosotros y nos guía en todos los aspectos de la Ley de dios. Cada uno de nosotros debe actuar de buena fe y lo que no es de la fe, entonces es pecado.

Esta es una de las pocas veces en la que se nos da libertad para escoger lo que podemos hacer y lo que constituye nuestra obligación hacia Dios. Este año es uno donde podremos decidir nuestras acciones y nuestras cargas de trabajo, y por supuesto, decidir si seremos María o Marta y trabajáramos al servicio de la casa o al servicio del Señor.

Definitivamente es un tiempo difícil para los Farisaicos de las Iglesias de Dios, ya que ellos deben concentrarse en sí mismos y no preocuparse de los que están a su alrededor, y en lo correctos que son o no. Este año, ellos tienen una cosa menos por juzgar en la gente y sin duda eso les dará motivo de preocupación. Le causa mucha intranquilidad a este tipo de personas sentir que otros pueden ser tan o más justas que ellas. 

Uno de los motivos por los que Dios dispersó a las Iglesias de Dios a fines del siglo veinte fue porque la gente se volvió farisaica. Muchos utilizaron cada palabra que salía de las bocas de los hermanos buscando condenarlos de algo. Nosotros hemos estado fascinados por ese comportamiento. Afortunadamente, existe algo de ingenuidad que corre en los hijos de la luz. Frecuentemente, no están alertas de estos tipos de comportamientos condenatorios. A menudo, los hermanos se dan cuenta de lo que la gente está haciendo, y preguntando, mucho después de que ya se han ido.  Cuántas veces no han pensado: “OH, Era por eso que dijeron tal cosa. Debí contestar X”. No, lo que usted dijo es lo que usted debió contestar. Son dejados para morir en su arrogancia moral.

Este año, Dios puede tener una buena idea de lo que guardan en sus corazones. Los devotos seguirán siendo devotos, y los ociosos se volverán más ociosos aún. 

Lo que hagan con su tiempo y esfuerzo este año es su responsabilidad. Sin embargo, el trabajo tiene que ser hecho y hay mucho por hacer. Dejen que su “sí” sea “sí” y que su “no” sea “no”. Cumplan con lo que han prometido hacer. Algunos han prometido trabajar para la administración y otros han aceptado actividades misioneras.

Asegúrense que la obra del Señor continúe avanzando. No abandonen sus ofrendas.

Ninguno ha recibido una carta de la CCG rogándoles que lo hagan. Tampoco nadie recibirá una.  Sin embargo, eso no los absuelve de su responsabilidad para apoyar la obra. ¿Cuántos de ustedes han recibido cartas urgentes diciéndoles que esta es la crisis más urgente o más grande por la que la obra ha pasado? Envíen dinero. Eso era lo que solían hacer comúnmente las organizaciones de Armstrong. Algunos de los que vienen de otras organizaciones les podrán decir que en otros lugares se les ha pedido que vayan y se presten dinero poniendo sus automóviles o sus casas en hipoteca, o similar. Dios sabe lo que necesitamos. Él puede levantar un ejército, si Él así lo elige. Los cuervos nos alimentarían si fuese necesario. Dios no trabaja de esa manera sino que prefiere dejar que los hermanos cumplan con sus obligaciones fervientemente y así el trabajo se hace, no por la fuerza ni el poder, sino por el Espíritu de Dios.

Este año, caminamos por la fe. Hasta hemos visto a gente que han abusado de nosotros o nos han acusado de mentir a los hermanos, diciéndoles que este año es de ofrendas y no de diezmos, aún cuando algunos de los hermanos tienen compromiso de diezmar.

Lo que la Iglesia ata en la tierra es atado en el cielo y, si se deja a la decisión de la persona el hacer las ofrendas, tomando en cuenta lo que ganan y lo que se les da, esa es su responsabilidad. Dios honra esa diligencia y toma de decisión porque le hemos pedido a Dios que lo haga dentro del poder que nos ha sido conferido por Jesucristo.

La Ley ha sido establecida para que todos seamos capaces de disfrutar de los beneficios del sistema de Dios y para ser educados dentro de la Ley de Dios y Su forma de vida. Este año está diseñado para hacer justamente eso. Este año es para la educación en la obra del Señor. Úsenlo sabiamente. No pierdan el tiempo, sino que dedíquenlo para los propósitos de Dios y para el fomento de la Iglesia y su trabajo.

Este año, también tendremos la oportunidad de determinar nuestras acciones y muchos de nosotros ya lo hemos hecho dentro de las conferencias nacionales. La Conferencia Mundial se centrará hacia Tabernáculos y determinará nuestro programa de trabajo, metas y objetivos para los próximos siete años. No se olviden de la Iglesia este año mientras le damos mucho pensamiento a las tareas delante.

Muchos de ustedes están trabajando ya en programas. No abandonen lo que están haciendo y / o han aceptado hacer. Hemos hecho mucho, pero todavía hay mucho por hacer.

Centren su mente en la obra de Dios y sean diligentes en la fe.

Dios ama a un donador alegre y al que busca complacerlo con toda la diligencia y fe que pueda.

Luchen por ayudar a la Iglesia y a la obra de Dios este año. Todo esto está incluido en el proceso para demostrarle a Dios que Lo amamos al amarnos los unos a los otros.

 

Wade Cox

Coordinador General