Iglesias Cristianas de Dios
[150]
Los Sacramentos de la Iglesia [150]
(Edición 2.0 19951216-19990607)
La mayoría de las iglesias afirman tener poder sobre diversos aspectos de la vida humana, y que los miembros deben tener la participación de la iglesia en esas actividades a fin de que sean válidas. Este artículo examina las argumentaciones de los sacramentos del matrimonio, los últimos sacramentos (unción extrema), la Eucaristía (Sagrada Comunión), el bautismo, la Cena del Señor, y concluye que hay sólo dos sacramentos autorizados por el Nuevo Testamento.
Christian Churches of God
Correo electrónico: secretary@ccg.org
(Derechos de propiedad literaria ã 1995, 1999 Wade Cox)
Tr. 2004
Este documento puede copiarse libremente y distribuirse con tal de que se copie en su totalidad sin alteraciones o tachaduras. Debe incluirse el nombre del editor y dirección y el aviso de derechos de propiedad literaria. Ningún cargo puede realizarse a los destinatarios de copias distribuidas. Las citas breves pueden ser incluidas en artículos críticos y revisiones sin interferir en los derechos de propiedad literaria.
Este documento se puede obtener desde los sitios internet:
http://www.logon.org/spanish/ y
http://www.ccg.org/
Los Sacramentos de la Iglesia [150]
Una pregunta fundamental que enfrenta cada Cristiano es la de los sacramentos. La Cristiandad Ortodoxa moderna afirma una multiplicidad de sacramentos para sí misma. Por ejemplo, la Iglesia Católica en sus formas variantes, como los Anglicanos, Romanos u Ortodoxos, sostiene una visión de los sacramentos que reserva a ella poderes sobre áreas de vida humana que trata de reconciliar las doctrinas del Nuevo Testamento con la vida familiar dentro de su propia estructura y da a ella poder sobre religiones en oposición.
Este control es ejercitado por la relegación de funciones necesarias al nivel del sacramento. Estos encuentran expresión en términos como el Sacramento del Matrimonio y Los Últimos Sacramentos, La Eucaristía y así los demás. Estas afirmaciones caen sobre un número de fundamentos y son dependientes en un número de suposiciones teológicas poco bíblicas para su avance.
Matrimonio
La primera apropiación no-bíblica se hace con respecto al Sacramento del Matrimonio. Es de hecho correcto decir que el matrimonio es una Institución Santa pero es bastante incorrecto decir que el matrimonio es un Sacramento de la Iglesia que es una función de ella sola. La Biblia es bastante clara que el matrimonio existe independiente de la iglesia.
La proposición que los matrimonios hechos fuera de una Iglesia específica son inválidos en los ojos de Dios y Jesucristo es absolutamente falsa. La Iglesia Católica Romana mantiene el punto de vista que por los propósitos doctrinales, cualquier matrimonio hecho con un no-Católico Romano puede ser invalidado y que las personas concernidas tienen luego libertad de casarse dentro de esa Iglesia. Esto se ve como una doctrina esencial. La doctrina del matrimonio tiene aplicación en el Nuevo Testamento, pero no es porque el sacramento del matrimonio está reservado a la Iglesia en absoluto. La razón es porque la doctrina del matrimonio y el divorcio existen externos a la Iglesia. El divorcio es una función permitida de las naciones y de Israel bajo la ley fuera del matrimonio dentro de la Iglesia.
La consideración primaria bajo la ley es que el consentimiento de los padres es requerido para santificar un matrimonio. Esa es la única consideración en la Biblia para la santificación de un matrimonio. Un matrimonio es válido en los ojos de Dios si los padres consienten. Bajo la ley de Moisés, si no consienten, no es válido. Ésta es la única limitación. Cuando la pareja tiene mayoría de edad, luego reteniendo irrazonablemente el consentimiento es otra cosa. Esto es derivado de Éxodo 22:17. Esta ley es para la protección de la mujer.
La ceremonia debe ser atestiguada por testigos como veamos en Rut 4:1-11 y en Isaías 8:1-3. En ninguna parte de la Escritura los mandatos con respecto al matrimonio reservan la validez del matrimonio a la Iglesia o el sacerdocio. Esa es la doctrina de Balaam otra vez donde el sacerdote regiría vida familiar y organización familiar.
Los esponsales son unos casi-matrimonio (Mateo 1:18; Lucas 1:27). José iba a rechazar a Mariam (Maria) porque ella estaba embarazada, pero a él le repugnó hacer eso. Ella fue comprometida y eso es uno casi-matrimonio. Esto simboliza el matrimonio de Dios e Israel y eso tiene una connotación espiritual. Se hace con el Espíritu (Eze. 16:8). Es una aplicación espiritual de una relación física. Esa es una base del matrimonio siendo una unidad espiritual igualmente.
El celibato es deplorado por la Biblia en Jueces 11:38; Isaías 4:1 y Jeremías 16:9 pero hecho aceptable por Pablo en 1Corintios 7:7-8, 24-40. Hay muchas razones para esto en vista de las prácticas de la época y las necesidades de la Iglesia que se discuten apropiadamente en el artículo El Matrimonio [289]. Pablo no hablaba en el Espíritu ni fue él dirigido por el Espíritu Santo para decir eso. Él dijo eso porque acertó a ser la práctica en aquel tiempo de castrar a varones jóvenes y ellos fueron luego dejados como Eunucos. Hubo muchos Eunucos en la Iglesia y ellos fueron despreciados. Así es que Pablo tuvo que legitimar su posición y darles una posición social algo semejante que podrían prepararse para el Reino de Dios. Pablo así se ocupaba de una materia psicológica.
Les dio la aptitud de ser reservado para Dios y tener una posición social, la cual sería al menos tan grande como esos que tuvieron la capacidad de ser padres. Allí hubo Eunucos por castración y hubo Eunucos hembras por la falla de criar. Ambos necesitaron tener una posición social de igualdad en la iglesia y Pablo les dio eso en 1Corintios 7. La posición de Cristo sobre la validez del matrimonio se encuentra claramente presentada en su homilía a la mujer samaritana en Juan 4:16-18.
Juan 4:16-18 16 Jesús la dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá. 17 Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; 18 porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido, seto has dicho con verdad. (RV)
Cristo estaba probando su honestidad y ocupándose de su validez en la cohabitación. Él iba a pronunciar una doctrina sobre el matrimonio. Este texto es la doctrina del matrimonio de la boca de Jesucristo.
Hay un número de factores que salen de este texto. Cristo reconoció los samaritanos como una de las naciones; Él reconoció el matrimonio como una institución válida entre las naciones; Y él reconoció el divorcio como válido porque él no desafió cualesquier de los cinco maridos. Más importante, él completamente denegó el matrimonio de hecho, porque él denegó el hecho que el hombre con él que ella estaba viviendo fue su marido. Por consiguiente, Cristo institucionalizó el matrimonio y denegó el hecho inmoral de la cohabitación como una validación del matrimonio. Él no cuestionó la validez del matrimonio fuera de Israel.
Los samaritanos fueron también comprendidos de paganos. Fueron compuestos de gente de Cuta y medos, parte del Imperio Persa, quienes fueron reemplazados cuando Israel estuvo deportado. Fueron puestos allí bajo Salmanasar quizá con el resto pequeñísimo de Israel siendo allí.
Así pues en una declaración simple está la doctrina bíblica entera del matrimonio expuesta de la boca de Cristo. La Iglesia debería haber entendido eso muy claramente pero no lo hizo. Aquí vemos que el matrimonio entre las naciones era válido, como era el divorcio, pero las relaciones de hecho o libres no eran reconocidas.
Las obligaciones bajo el matrimonio son inferiores a la obediencia a Dios, como nosotros vemos en Deuteronomio 13:6-10. Muy simplemente, si un cónyuge fuese un idólatra, esa persona debía ser ejecutada. Esa era la ley.
Ese proceso es reforzado en Mateo 19:29 y Lucas 14:26 y, por lo tanto, el matrimonio no puede ser contractual después de la muerte (Mateo 22:29-30; Marcos 12:24-25). La práctica mormónica del matrimonio eterno es realmente contraria a las palabras expresas de Jesucristo. La unión del matrimonio es abolida en la muerte, así es que la Iglesia no puede intervenir ya sea en la vida o en la muerte en la institución del matrimonio. Así, la Iglesia que busca abrogarse este derecho para sí misma hace eso incorrectamente.
Para demostrar el concepto de la naturaleza santa de la institución, sólo necesitamos mirar tres ejemplos. El primero es Adán y Eva.
Génesis 2:23-24 23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. 24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. (RV)
La institución del matrimonio fue establecida con Adán. Se encontró que la institución era válida para todas las naciones en la época de Abraham, como vemos de los ejemplos dados a través de Faraón y Sara (Génesis 12:11-20). No hay duda que la institución del matrimonio existió antes de la ley y antes de la Iglesia, o sea antes de la dación de la ley a Moisés. Existió con Abraham y también con Faraón y Faraón entendió el matrimonio, tal como lo hizo Abraham.
El siguiente ejemplo es Abimelec y Sara (Génesis 20:1-18). Abimelec no había tomado a Sara y él no se había acostado con ella pero él fue advertido por Dios que ella era la esposa de otro hombre. Faraón dio a Abraham riqueza y bandadas grandes por tomar a Sara aunque él fue engañado. Fue su responsabilidad averiguar si hubo un impedimento para ese matrimonio, pero él no lo hizo; Él nada más tomó a la esposa de Abraham. Nadie debería estar en miedo del rey en relación con la institución del matrimonio.
Esta institución fue puesta también en la ley bajo Moisés con el proceso de esponsales y matrimonio (Éxodo 22:16-17). Las limitaciones sobre el matrimonio son civiles, según la herencia de las naciones y las tribus (Números 36:8).
Esto guarda relación con la cuestión de mantener las tierras dentro de las tribus bajo el sistema del Jubileo. El sistema entero de la ley es diseñado para asegurarse de que ninguna nación (tribu) se vuelve sin tierras. Las personas que tienen una herencia deben casarse con alguno o alguna de la tribu de su padre a fin de que la tierra no sea removida de la posesión de esa tribu. Por esto ninguna nación puede comprar las tierras de Israel; Ninguna tribu puede comprar las tierras de otra tribu para tomarlas por herencia a través del matrimonio. Así que el producto de la tierra puede ser vendido por un número de años pero la tierra revierte a la tribu en el Jubileo.
Las naciones así tienen una aptitud válida de casarse, la cual precede la Iglesia y es independiente de ella. Es indiscutiblemente cierto de la Biblia que el matrimonio fue una institución ordenada por Dios, precediendo la Iglesia y que abarcó todas las naciones bajo las Leyes de Dios. Así es que una Iglesia simplemente no puede reservarse el derecho del matrimonio para sí misma. No puede decir que los matrimonios fuera de la Iglesia sean inválidos. Imagine la confusión total; No derechos o respeto ante la ley. La cuestión entera de la sucesión y la legitimidad de la herencia proviene de ese hecho. El matrimonio es por consiguiente no un rito o sacramento de la Iglesia y no es algo que la Iglesia pueda proveer exclusivamente.
Los Últimos Ritos (Extrema Unción)
El sistema que nosotros entendemos como los últimos ritos es una doctrina no-bíblica que se deriva del concepto de control de la Iglesia sobre el alma humana después de la muerte. La Iglesia por supuesto no tiene tal poder porque los nombres de aquellos que están escritos en el cielo están justamente así; Escritos en el cielo. La resurrección de los muertos está dividida en dos categorías: la primera y la segunda resurrección. La primera resurrección contiene los resucitados de Apocalipsis 20:4-6. Estos son los santos quienes han sido obedientes a los Mandamientos de Dios y la Fe o el Testimonio del Mesías, es decir, Jesús el Cristo (Apo. 12:17; 14:12; 22:14). Ésta es la primera resurrección. Esta resurrección incluye dos tipos, a saber los 144,000 (Apo. 7:2-8) y la Gran Multitud (Apo. 7:9). Estas personas son obviamente espíritus (muertos resucitados) porque nadie puede ver a Dios. Es físicamente imposible ver a Dios. Son la gran multitud. Están por consiguiente con los 144,000 alrededor del trono de Dios. Todos los otros seres son consignados a la segunda resurrección de los muertos (Apo. 20:7-15).
La Iglesia no tiene poder sobre este proceso aparte de hacer evidente a los individuos la condición de pecado en la cual en realidad pueden ser involucrados. La Iglesia trata de hacer una ganancia de esto diciendo que ciertas personas están en el Purgatorio. La doctrina del Purgatorio proviene de los Paganos, pero aparece en las obras Apocrifrical. Hay un concepto parecido al concepto del Purgatorio allí, pero no tiene nada que ver con la Biblia. El concepto entero de tener el poder de dar a alguien los últimos sacramentos es decir: "Con la bendición de la Iglesia, mi hijo, usted puede entrar en el lugar x". No hay base bíblica para eso.
Pablo hizo esto en 1Corintios 5:5 para que el individuo pudiera salvarse. El concepto aquí fue de colocar a un individuo fuera del cuerpo de la Iglesia para darle el conocimiento que su pecado le había colocado fuera del cuerpo de Jesucristo y que él no estaría en la primera resurrección. Entonces, esto fue hecho al individuo que estaba viviendo con la esposa de su padre y eso es un ejemplo de primera de la doctrina de las naciones que se llamó en la Iglesia Corintia.
Es difícil que el padre estuviese casado mientras él fue un miembro de la Iglesia en Corinto. Él murió y luego su hijo tomó a la esposa de su padre y se acostaba con ella. Pablo dijo que ni aun los paganos hicieron eso. Los Corintios pensaron que lo que él estaba haciendo era una cosa buena, pero Pablo dijo que esto era completamente en contra de la ley. Le expulsaron de la Iglesia a fin de que a él le sea dado el conocimiento de su pecado. La Iglesia no tuvo el poder de quitarle de la primera resurrección. Él fue removido de la primera resurrección por su pecado, lo cual fue la transgresión de la ley.
El fornicador parece haberse arrepentido y haber reintegrado la Iglesia. La Iglesia, sin embargo, no tiene poder para permitir o controlar a un individuo en punto de muerte a entrar en cualquier estado después de la muerte. No hay existencia consciente después de la muerte para el Cristiano. El concepto que las almas van al cielo era una doctrina de los Gnósticos y los cultos de los Misterios. Justin Martyr opinó que esta distinción fue la forma por la cual podríamos distinguir a los Cristianos de los no-Cristianos (Justin Martyr, Apología, vea también el artículo La Resurrección de los Muertos [143]).
La Doctrina del Alma se volvió integral al sistema ortodoxo a pesar de la prueba bíblica, porque podría servir para el control del individuo por la Iglesia para razones de poder más allá del estado. La meta de las iglesias luego fue ejercitar el poder transnacional (internacional) y eso es todavía la meta de las iglesias. Hay una lucha de poder siguiendo ahora mismo entre la Iglesia Católica Romana, el Nuevo Orden Mundial, y el sistema europeo, para el control del mundo. Los Comunistas eran parte de ese sistema y los chinos ahora entren en esa lucha. Ellos y Asia entrarán en la lucha para el control del mundo bajo ese sistema. La Iglesia Católica Romana trata de usar sus números para ser la fuerza dominante pero, como sabemos del Apocalipsis, va a perder y un montón de gente será herido durante el proceso.
La Iglesia de Dios no tiene control sobre la posición del individuo después de la muerte. La cuestión del pecado siendo removido por confesión y absolución sólo está relacionada con el bautismo y el arrepentimiento. La absolución en curso para el pecado es una cuestión entre el individuo y Dios a través de su Mesías ungido, Jesús Cristo. La cabeza de cada hombre es Cristo y la cabeza de Cristo es Dios (1Cor. 11:3).
La Iglesia no puede absolver a una persona de cualquier pecado. Ésta es la doctrina de la Iglesia Católica y esa entró en las Iglesias de Dios en el siglo veinte en los Estados Unidos de América. La proposición es que la Iglesia podría introducir una ley, o tomar una decisión administrativa, la cual dispensaría al individuo de las responsabilidades listadas en un individuo bautizado bajo los Testamentos Antiguos y Nuevos. La Iglesia no puede hacer eso. Somos directamente responsables ante Jesús Cristo para nuestra relación a Dios bajo la ley, y estaremos o no estaremos en la primera resurrección por nuestra relación con Jesucristo y esa relación sola. No podemos tener una relación con Jesucristo a menos que el Padre Eterno sea supremo. El Único Dios Verdadero es el objeto y centro de nuestro culto. El prerrequisito fundamental para tener una relación con Jesucristo, es que somos llamados por Dios el Padre.
Los últimos sacramentos, ya sean como la extremaunción o el enterramiento, no son sacramentos de la Iglesia. No son reservados a la Iglesia y ellos no determinan qué ocurre al individuo después de la muerte. Moisés no fue sepultado por manos humanas. Él no recibió una inhumación, pero Moisés estará en la primera resurrección. Moisés precedió la Iglesia del Nuevo Testamento por un período de algunos 1.300 años. Abraham asimismo precedió la Iglesia y estará en la primera resurrección. Él no fue sepultado por cualquier sacerdote de la Iglesia aparte de sus hijos. El entierro es así una función de esos que colocan el cuerpo para descansar en respeto.
Una persona no tiene que ser miembro de cualquier Iglesia particular o sacerdote para enterrar a alguien. Es una función del Estado por razones de salud y el grupo comunica su respeto al individuo poniendo el cuerpo en la tierra. El nephesh (el espíritu) que le controla regresa a Dios que lo dio (Ecl. 12:7). La Biblia dice que los muertos no saben nada (Ecl. 9:5). La Iglesia no puede reclamar el rito del entierro para sí misma o afirmar transmitir o convertir cualquier estatus en un individuo ejecutando los ritos al enterrar a alguien.
La Eucaristía
La doctrina de la Eucaristía o Sagrada Comunión está basada en una doctrina de la Iglesia que el Sacramento de la Cena del Señor podría ser transferido del festival anual de la Pascua al servicio semanal. Esto está basado en una confusión de la ceremonia de la Cena del Señor y el comer del Pan de Proposición, el cual estaba reservado a los Levitas. Es un intento establecer la doctrina de Balaam y el sistema Levítico dentro de la Iglesia Cristiana.
El Pan de Proposición, llamado Pan Sagrado (1Samuel 21:6), tenía un propósito específico. La ordenanza se encuentra en Levíticos 24:5-9.
Levíticos 24:5-9 5 Y tomarás flor de harina, y cocerás de ella doce tortas, dada torta será de dos décimas de efa 6 Y las pondrás en dos hieleras, seis en cada hielera, sobre la mesa limpia delante de Jehová 7 Pondrás también sobre cada hielera incienso puro, y serán para el pan como perfume, ofrenda encendida a Jehová 8 Cada Sábado lo pondrá continuamente en orden delante de Jehová, en nombre de los hijos de Israel, como pacto perpetuo. 9 Y será de Aarón y de sus hijos, los cuales lo comerán en lugar santo; porque es cosa muy santa para él, de las ofrendas encendidas a Jehová por derecho perpetuo. (RV)
Los hijos de Israel tienen una ordenanza de proveer la harina para el Pan de Proposición pero el Pan de Proposición fue reservado al sacerdocio. Fueron seis tortas en un lado y seis en otro lado – doce tortas en total. Representaron las naciones de Israel y miraron adelante hacia la función de la iglesia.
Esta ordenanza está unida al día de reposo o Sábado. Fue colocado sobre una mesa para el Pan de Proposición (Éxodo 40:22-23). La primera ordenanza guardó relación con el Tabernáculo, y la única mesa y el único candelero. El Templo bajo Salomón tuvo diez candelabros con una mesa para cada uno.
El Pan de Proposición fue puesto continuamente delante del Señor (Éxodo 25:29-30 y 2 Crónicas 2:4).
Éxodo 25:29-30 29 Harás también sus platos, sus cucharas, sus cubiertas y sus tazones, con que se libarán; de oro fino los harás 30 Y pondrás sobre la mesa el pan de la proposición delante de mí continuamente. (KJV)
El Pan de Proposición fue muy significativo y santo. Estaba atado al Sábado. No podemos tener un festival donde comemos hostias en domingo y decir que tiene cualquier cosa que hacer con las ordenanzas de la Biblia. También no podemos usar el Pan de Proposición para razones aparte de las especificadas.
El Pan de Proposición se suministró de un impuesto anual exigido, como nosotros vemos en Nehemías 10:32-33. Fue preparado por los Levitas (1Crónicas 9:32; 23:29). Simplemente no podemos comprarlo, o podemos tener a otra persona que un Levita hacerlo. Apuntó hacia el orden de Melquisedek asumiendo el cargo de la función del sacerdocio dentro de la Iglesia, como vemos de David. La Cena anual del Señor fue el festival que encastró este aspecto.
Su situación en el tabernáculo es regida por Éxodo 26:35 y 40:22. El mobiliario también se encuentra en Éxodo 37:16 y Números 4:7. El procedimiento de la consagración de la mesa del Pan de Proposición se encuentra en Éxodo 30:26-29.
Éxodo 30:26-29 26 Con él ungirás el tabernáculo de reunión, el arca del testimonio, 27 la mesa con todos sus utensilios, el candelero con todos sus utensilios, el altar del incienso, 28 el altar del holocausto con todos sus utensilios, y la fuente y su base 29 Así los consagrarás, y serán cosas santísimas; todo lo que tocare en ellos, será santificado. (RV)
Esto es un concepto interesante. Es la única cosa sagrada que puede hacer santo eso que es profanado. Hay una Escritura que pregunta: ¿Si eso que es santo toca algo profano, lo hará que sea santo? La respuesta es no, con excepción de estos artículos en el Tabernáculo. La remoción de la mesa del Pan de Proposición es encontrada en Números 4:7,15. Nadie podría tocar estas cosas bajo pena de muerte. Sólo un Levita lo podría tocar. David comió al Pan de Proposición ilegalmente (1Samuel 21:6; Mateo 12:3-4; Marcos 2:25-26; Lucas 6:3-4). ¿Por qué fue David permitido de comer eso? Porque apuntó hacia alguna otra cosa que debió ser comida por personas no-levíticas.
Los sacerdotes así comieron al Pan de Proposición y todos los ocho productos. El texto en Levítico 7:9 se refiere a las ofrendas de carne (Heb. minhah) que son también para el sacerdote, con excepción de la porción conmemorativa (Levítico 2:4-10). Pablo usa estos conceptos (vea 1Cor. 9:13-14) y el concepto formó la base de Gálatas 6:6.
En otras palabras, el maestro es sustentado por lo que es enseñado en todas las buenas cosas, y fue una referencia al requisito de dar la porción Levítica al sacerdocio. Las personas que dicen que Pablo suprimió la ley en Gálatas no entienden a Gálatas. Él hablaba de otra cosa enteramente. Vea el artículo Las Obras de la Ley o MMT [104].
Estos conceptos también están relacionados a la estructura de las ofrendas del Tabernáculo que, como vemos, era:
1. Ofrenda Quemada (Lev. 1:3-17);
2. Ofrenda de Flor de Harina (Lev. 2:1-16);
3. Ofrenda por la Paz (Lev. 3:1-17);
4. Ofrenda por el Pecado (Lev. 4:1 a 6:7).
La Ley de las Ofrendas fue puesta en el orden:
1. Ofrenda Quemada (Lev. 6:8-13);
2. Ofrenda de Flor de Harina (Lev. 6:14-23);
3. Ofrenda por el Pecado (Lev. 6:24 a 7:10);
4. Ofrenda por la Paz (Lev. 7:11-34).
Este proceso se encontró en la división entre los deberes del sacerdote y el seglar que fue una función de la distinción evidente en la Ley. No es un concepto del Nuevo Testamento. Cristo eliminó esa distinción. Esto apunta hacia el rol de la Iglesia en la santificación de la nación.
Esta distinción en el sacerdote y el laicado también formó la base de la doctrina de los Nicolaitas que fue, de hecho, el dominio por la distinción y el abuso y que representó el conocimiento de una clase sobre él de la otra clase; o sea una Gnosis a través de un conocimiento aumentado y el poder que creó una clase de sacerdote y una clase de no-sacerdote.
El Antiguo Pacto hizo leyes para el pueblo en Levítico 3:1-17 respecto a la ley de la Ofrenda y del Sacrificio. Instrucciones específicas y más completas fueron dadas a los sacerdotes además de aquéllas dadas al pueblo (en Lev. 3:1-15). Esto era así en la ley de la Ofrenda por el Pecado (Lev. 6:24-30; vea 4:24-31) y la ley de la Ofrenda por la Transgresión (Lev. 7:1-10; vea 5:1-13).
Nosotros vemos en la estructura de arriba que la Ofrenda por la Paz viene antes de la Ofrenda por el Pecado, pero la Ley de las Ofrendas tiene la Ofrenda por la Paz al último. La distinción está hecha porque relaciona con la comunión del oferente y ésta sigue al final del proceso. La comunión es así demostrada para representar el proceso que proviene de un completo conocimiento de todo lo que los símbolos prefiguran. Hasta que hayamos acabado con nuestro pecado y con nuestro ego no podremos deleitarnos en Cristo (n. Companion Bible a Lev. 7:11). La nota al pie nos dice dos cosas: Miraron hacia el Pan de Proposición y el sistema de ofrendas como referente a la comunión y ellos entendieron el proceso del significado de la orden sacrificatoria en relación con la comunión del individuo y la reconciliación del oferente. No hay duda que nosotros todos hablamos de lo mismo.
Así el proceso entero de sacrificio prefiguró a Cristo y la Iglesia, la cual es los elegidos como el naos o Templo de Dios, el Santo de los Santos (1Cor. 3:16). El simbolismo del pecado siendo eliminado en la fiesta de la Pascua y de los Panes sin Levadura es tratado por Pablo en 1Corintios 5:7-8.
1Corintios 5:7-8 7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva mesa, sin levadura como sois; porque nuestra Pascua que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros 8 Así que celebramos la fiesta, no con la vieja levadura ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad.
Pablo usaba al Corintio como un ejemplo del pecado que tuvo de ser removido de la Iglesia. Este proceso era un desarrollo hacia la Pascua. Comenzó con la toma de la Cena del Señor. Pablo critica su comportamiento en la Pascua. Se emborrachaban y tenían fiestas. Él les dijo que no debía comer y beber mientras tomando la Cena del Señor. Es una asamblea solemne. El festival entero es uno de alegría y felicidad. Debemos comer fuera del cuarto donde tomamos la Cena del Señor. "Vivir como un Corintio" era un dicho del tiempo, significando que esa persona vivió una vida de fiestas.
Hubo 1.000 prostitutas del Templo solamente en el Templo de Artemis en Corinto y la estructura era tal que tuvieron que remover todo el pecado de sus vidas durante el desarrollo hacia la Pascua. Así es que el concepto de eliminar el pecado y de la comunión era una función de la Pascua dentro del plan de Dios. Era una función de los Panes Sin Levadura y luego del Pentecostés y no podría ser relegada a la semana o al Pan de Proposición porque su significado entero estaba perdido. Los sacrificios miraron hacia Cristo y fuera de los anteriores sacrificios de los cuales el Pan de Proposición formó parte.
El pecado es así removido en el periodo hacia la Cena del Señor. La Pascua y los Panes sin Levadura son hechos posible por el sacrificio de Cristo como ofrenda de la Pascua cuando él fue crucificado. La noche de la Pascua (o Noche para Ser Muy Recordada o Memorable) nos hace mirar atrás a la liberación de la esclavitud del pecado y hacia la cautividad del Mesías (vea el artículo La Noche Memorable [101]). El Pan sin Levadura describe al estado sin pecado estando en espera del Espíritu Santo. La Ofrenda de la Gavilla Mecida (vea el artículo La Ofrenda de la Gavilla Mecida [106b]) conmemora la ascensión y aceptación de Cristo por Dios. Pentecostés, contado cincuenta días desde la Ofrenda de la Gavilla Mecida (vea el artículo Pentecostés en Sinaí [115]) representa la primera cosecha de los elegidos.
El Candelabro del primer Tabernáculo, con su Pan de Proposición, apuntó hacia el Templo y los diez Candelabros, en conjunto, apuntaron hacia Cristo, las Siete Iglesias y los Dos Testigos. Así el simbolismo no puede ser desenredado del Sábado y Plan de Salvación.
Así hay dos elementos al problema. No podemos comer al Pan de Proposición, y no le podemos llamar comunión el domingo y esperar que eso tenga cualquier significado en absoluto. Necesitamos entender completamente todo como una combinación apuntando hacia Cristo como la Cena del Señor y luego dentro de la Fiesta de los Panes sin Levadura.
El Pan de Proposición (junto con los sacrificios generalmente) era reservado al sacerdocio Levítico. Sin embargo, los elegidos representaron un sacerdocio nuevo que fue según el orden de Melquisedec, el cual fue ordenado por, y recibido de, Cristo quien era su sumo sacerdote (Salmo 110:4; Hebreos 5:6,10; 6:20; 7:10-21). El concepto entero está también atado a los sacrificios.
David, quien no fue de Leví, fue mostrado por su acto de presagiar la extensión del sacerdocio a Israel en general a través del Mesías. La Eucaristía como una comunión semanal está así atada a la ley del Antiguo Testamento del Pan de Proposición, el cual es parte del sacrificio. No podemos decir que el sacrificio haya estado abolido en Jesucristo y luego decir que hay que comer el pan (las hostias) en la comunión.
La distinción entre el sacerdocio y las personas en este acto es absurda, ya que la distinción, si alguna vez existió, fue ciertamente removida con el sacerdocio Levítico. El sacerdocio Levítico fue removido, los setenta fueron ordenados y recibieron al Espíritu Santo en el Pentecostés. Hubo un sacerdocio enteramente nuevo creado según el orden de Melquisedec. Todos eran sacerdotes, y todos ellos compartieron el sacrificio entero del pan y vino. No podemos comer sólo el pan sin beber el vino. Los Católicos Romanos enseñan que sólo los sacerdotes beben el vino. Los Católicos Anglicanos toman vino y pan conjuntamente. Así es que la comunión no es aun una doctrina común en las iglesias representativas de la mayoría. No podemos tener el cuerpo de Cristo a menos que bebamos su sangre y comamos su carne.
La distinción fue removida en Cristo. El proceso entero apuntó hacia la Pascua de la muerte y resurrección de Cristo.
Los elegidos comerían de este pan y beberían de este vino en conmemoración de Cristo y como un requerimiento para la vida eterna (Juan 6:53-63). El punto en disputa es así la frecuencia con la que la ceremonia sería conducida. Ha sido asociada con la Pascua y también se incorporó la ceremonia del lavamiento de pies (vea Juan 13:3-17 y los artículos El Significado del Pan y el Vino[100], El Significado del Lavamiento de Pies [099] y La Cena del Señor[103]).
Es absolutamente claro que Cristo está usando una metáfora espiritual, pero él habla de la Pascua. Él luego explica que es el vino y el pan que substituyen al cuerpo y sangre de Jesucristo. No podemos tener uno sin el otro. Así es que un Católico Romano que no toma vino en la comunión no puede entrar en el Reino de los Cielos de cualquier manera. El servicio Católico de comunión no conferirá cualquier vida eterna en absoluto en cualquier receptor porque es deficiente en dos elementos, uno de lo cual es el vino siendo consumido sólo por los sacerdotes.
La Cena del Señor es el trasfondo apropiado para este proceso. El Lavamiento de Pies es una parte indispensable de la ceremonia y es correlacionado al comiendo del pan y bebiendo del vino, así es que no podemos divorciar los tres elementos. La Eucaristía es por consiguiente no un sacramento de la Iglesia.
Los Sacramentos de la Iglesia
La realidad es que hay sólo dos sacramentos de la Iglesia. Estos son el Bautismo y la Cena del Señor.
El Primer Sacramento de la Iglesia: el Bautismo
Cristo ciertamente fue, y probablemente los apóstoles fueron, bautizados por Juan (vea Mateo 3:1-17). Sin embargo, el bautismo de Juan era sólo de arrepentimiento y fue reproducido por Cristo y los apóstoles que bautizaron al mismo tiempo que Juan bautizó hasta después de la Pascua de 28 EC (Juan 3:22-24) cuando Juan fue entonces arrestado (Mateo 4:12,17). Cristo mismo no bautizó (Juan 4:2).
El bautismo de Juan fue un preludio del bautismo del Espíritu Santo (Hechos 1:5-11). Esto no ocurrió hasta el Pentecostés (Hechos 2:1-36). Esto nos muestra que el acto de bautismo no confirió de sí mismo el Espíritu Santo. El acto del Espíritu Santo fue un obsequio de la gracia de Dios consiguiente a la aceptación de Jesucristo en el cielo. Los apóstoles habían sido bautizados por un largo tiempo antes de que recibiesen al Espíritu Santo. No sólo habían sido bautizados pero también ellos mismos bautizaban por orden de Jesucristo y todavía no habían recibido al Espíritu Santo. Bautizaban en preparación para el recibimiento del Espíritu Santo. El bautismo es la condición previa necesaria para recibir al Espíritu Santo. Este bautismo reemplazó el bautismo de Juan (Hechos 19:1-7).
Hechos 19:1-7 1 Y aconteció que entre tanto que Apolos que estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos, 2 les dijo: ¿ Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo 3 Entonces dijo: ¿ En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan 4 Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, el Cristo 5 Cuando oyeron esto fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús 6 Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban 7 Eran todos unos doce hombres. (RV)
No habían sido bautizados en el cuerpo de Jesucristo, fueron bautizados en el arrepentimiento de Juan. Así es que podemos ser bautizados y nuestro bautismo efectivamente puede ser ilegítimo. Tenemos que ser bautizados en el cuerpo de Jesucristo y no en cualquier secta o denominación pero específicamente en el cuerpo de Jesucristo. La Iglesia a través de sus representantes imploró al Espíritu Santo que luego entró en estas personas. Esto reemplazó el concepto entero del bautismo de Juan y este sistema luego fue un preludio al Espíritu Santo entrando en los individuos.
Esta función fue conferida como una responsabilidad sobre los elegidos para hacer discípulos de todas las naciones. De hecho ésta es la única tarea directa o comisión dada a la Iglesia.
Mateo 28:19-20 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amen. (RV)
Esta función de bautismo se basa en el arrepentimiento como adulto ante Dios. Esto se discute en el artículo Arrepentimiento y Bautismo [052].
El bautismo es así el primer sacramento de la Iglesia y a través de ese proceso, el Espíritu Santo actúa, y discípulos están hechos de todas las naciones. Estos doce hombres fueron hechos discípulos porque estaban dispuestos a ser bautizados en el cuerpo de Jesucristo y ellos estaban dispuestos a seguir a Jesucristo y el Espíritu Santo honró sus llamados.
El Segundo Sacramento de la Iglesia: La Cena del Señor
El segundo sacramento de la Iglesia es la Cena del Señor. A menos que los elegidos beban la sangre y coman el cuerpo de Cristo, no pueden entrar al Reino de Dios (Juan 6:53-58). Así que el vino es una parte indispensable de la Cena del Señor para cada persona y no puede ser delegada o abrogada. El concepto de la Eucaristía es así incorrecto en múltiples fundamentos. Estos son:
1. El Pan de Proposición está atado al Sábado y es, por lo tanto, no transferible a domingos o cualquier otro día.
2. El Pan de Proposición es parte de los sacrificios y apunta hacia la Cena del Señor y el sacerdocio espiritual.
3. La Cena del Señor está atada al Lavamiento de Pies.
4. Ambos el pan y el vino requieren ser consumidos por el participante.
5. La Cena del Señor está atada a la Pascua y no es transferible a las Pascuas Floridas paganas (Easter) o al Sábado semanal (vea el artículo La Pascua [098]).
Hay cinco argumentos bíblicamente a prueba de filtración que deniegan el concepto entero que la Cena del Señor puede ser transferida a cualquier día y que la Eucaristía lo reemplaza, o que la Cena del Señor funcione como cualquier cosa aparte de la Cena del Señor en el tiempo apropiado de la Pascua.
Así, hay sólo dos sacramentos de la Iglesia. Los otros son ritos que pueden ser hechos, o implementados por la Iglesia. La Iglesia puede casar a las personas, puede enterrar a las personas; Puede ocuparse del pecado, puede reprender el pecado o puede ocuparse de otros problemas, pero la Iglesia no tiene sacramentos que puede colocar sobre cualquiera aparte de estos dos. Estos dos son indispensables para la herencia de la vida eterna y sin estos dos sacramentos, no podemos estar en el Reino de Dios, y no podemos tomar parte en la primera resurrección. La Iglesia Católica no entiende este hecho. Eso es por qué las iglesias en los últimos días tendrán el máximo número de personas afirmando que Jesucristo es Señor y no obstante el número mínimo en el Reino de Dios.
q